martes, 5 de mayo de 2020

MARIA SANCHEZ EL MUNDO RURAL

María Sánchez habla del mundo rural un poco olvidado. su infancia la pasó en un pueblo muy sola, se identifica con Heidi. Con 9 años leía Yerma, Bodas de sangre. Se recuerda siempre leyendo. El mundo rural sobre el que escribe no se parece al que nos quieren vender de Walden. Habla de las fotografías que guardamos y las que dejamos en la casa. su abuelo paterno fallece cuando era muy pequeña, con 7 años. Le inculco el amor a la naturaleza, a los árboles. Rebusca en las cosas de su abuelo, en las fotos metidas en una caja de galletas. escribe todas esas historias y rostros sin nombre. Primera nieta, primera hija, su abuelo y padre eran veterinarios y ella es veterinaria, la primera, de tercera generación. su infancia está llena de alcornoques, olivos. Es una privilegiada por tener un huerto al lado de casa de su abuela. Los hombres llevaban el altavoz, las mujeres eran invisibles, en su casa mandaba su abuela, había un matriarcado falso, tomaban decisiones en lo domestico pero eso no significa que ellas mandaran. Han sido víctimas de un sistema brutal y le ha pasado a su madre que era joven, ama de casa cuyo trabajo no se ha reconocido, le da pena que digan que su madre manda en casa porque decida qué cocinar. El feminismo llega a su vida, empieza a trabajar como veterinaria rural, las mujeres siempre están haciendo el queso, trabajando. En tierra de mujeres habla de que busca información sobre el tema de las mujeres en la ganadería, en una estadística de datos fiscales de 2013 se da cuenta que las mujeres no son titulares, solo el 2,2 de las tierras estaba a nombre de mujeres. Ha sido injusta con su madre, hay que tener en cuenta la mochila que llevan. En la universidad era muy militante, se manifestaba por lo de Bolonia. Aunque tengas un padre machista en un pueblo pequeño no se entera si la mujer va a una manifestación. Las redes sociales le parecen una oportunidad, hay que aprovecharlas. Está cansada de esos reportajes de "vamos al pueblo, sacamos al pastor." Tiene que ocurrir una tragedia para que sea interesante el mundo rural, como en las novelas tremendistas. Lo rural está muy de moda, se hacen vídeos en la viña. Siendo andaluza abraza la lengua como suya, porque es territorio de todos. Las mujeres de campo se avergonzaban de serlo, no querían salir en las fotos, eran mujeres invisibles, unido al estigma con la lengua. No le gusta la expresión dar voz, todos tenemos voz, lo que hace falta es el micrófono o la columna en un medio nacional. Pone su granito de tierra contando lo que ella ve en el pueblo. La portada es una niña con la cabrita. Es una foto que le hace un exiliado. Compagina el trabajo de veterinaria con la literatura. Hay días que se levanta a las 4 de la mañana, escribe por la noche y los sábados y los domingos. Le da pena inmensa que se pierda el bable, es territorio de todos. Siente una unión atávico con el campo, una fuerza interior. Viene de una familia que han sido pastores, y viven en el campo. No somos conscientes de nuestros paisajes, todos los parques naturales son fruto de ellos. Sierra nevada están quitando rebaños de ovejas extensivas porque la pac pega más dinero. Con el cambio climático nos preocupamos por lo que tenemos y los incendios forestales. No quiere ser la voz sino el altavoz del mundo rural. Quiere que la gente se remueva un poco. Las mujeres estudiaban filosofía y letra, y no lenguas clásicas. Esas monjas eran muy modernas, y les enseñaban que tenían que adaptarse al mundo moderno pero que no sintieran vergüenza de dedicarse al mundo agrario. ¿cómo ves a la juventud de tu tierra? ¿van a seguir teniendo rebaños? El 80% de su sueldo se lo gasta en alquiler. Está cansado de la visión que tenemos de la visión que tenemos de que la gente joven no quiere ser padre ni trabajar. Tiene 30 años y se sigue sintiendo una niña, no puede decidir ser madre, no sabe si va a tener una casa propia y se asustarían de la gente joven que se iría a los pueblos a vivir para no pagar altos alquileres. Habla de compañeras que trabajan en marco granjas. Su mejor amiga vive en un pueblo de 800 habitantes, y no se necesitan maco granjas. ¿A dónde se ha ido el dinero de lo rural?  Los de pueblo son como la gente de la ciudad, pagan impuestos y no tienen los servicios que tienen en la ciudad. Si fuera ministra de agricultura fomentaría panaderías artesanas y proyectos comunitarios en pueblos. Hay que devolver la dignidad a las mujeres de campo. Hay que asociarse, unirse. Hay hospitales éticos, proyectos que se han presentado y salido para adelante, hay asociaciones de consumidores en Navarra, Bilbao. Se fomenta el label, el txakoli y poco más. Hay ferias agrícolas, artesanales. Queremos una Euskadi verde. Los cabreros usan herramientas digitales, wasaps, hay que quitar esa imagen de los pueblerinos aislados. 


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