domingo, 13 de septiembre de 2020

RAP DE LA PERDIDA

A la ventana se asoma la lluvia

lágrimas que no me dejan verter

fumo, me consumo, como un joven Werther

 

dicen que exagero, que mistifico

que todo es mito

que son berridos de niño consentido

y que todo esto no lo he sentido

 

que solo fue un sueño

que me lo inventé

que los reyes son los padres

que en mi fantasía lo creé

 

que la abuela nunca ha tenido muñecas de porcelana

que no me ha siquiatrizado la tía Ana

que todo lo soñé

que nunca me maltrataron

que nunca me marginaron

que todo lo exagero

y que ellos no me quieren conocer

 

pero sí no fue real

sí aquel campamento con la avispa…

si todo fue mentira, y yo solo un artista…

sí aquella tarde en la barca no fue real..

y sí es que a mí me da por inventar

y siempre he tenido mucha imaginación

y nunca he sido un hombre de acción

no me queda más que apagarme

como te fuiste tú una noche a la tarde

después de pasear por el botánico

y que te diera otro de tus ataques de pánico

y que me enseñaras una flor

y me perdieras en el laberinto

en el abismo de mí mismo

y me decías; te gusta perderte

¿no quieres encontrarte?

Y yo te paseaba en silla de ruedas

como a la silla la reina

como a Matute la Sinde y la reina

aquella tarde de sol

entre las moras agraces

 

este poema ha de tener ritmo

y no hay que ser siempre el mismo

así que me voy reinventando

recordando todo lo que me fuiste amando

desde que en la cuna me besabas

hasta que la muerte nos separara

 

jugábamos al escondite, me ves, ya no me ves

contando uno, dos, tres

paseamos por el frondoso bosque de ramas al revés

leíamos juntos cuentos y veíamos películas de amor

me acurrucaba en la manta y te hacía el café

mientras papá estaba en marina dor

 

suenan los últimos gorjeos de pájaro

en mi noche de insomnio fatal

os escucho a ti y a la abuela hablando tras la pared

me siento, en todo su sentido, mal

 

a la abuela se la oye porque pega voceríos

a gritos habla de lo mal hijo que soy

que me he pasado la vida drogándome

pero de fumar, de eso no sé

 

decías que te tenía idealizada

normal, sí es que eras un hada

y de peter pan brindo mi espada

a toda princesa encerrada en su morada

 

me vestías de primera comunión

me regalaste la cruz de la bisabuela

y yo leía a umbral o a cela

mientras sonaba nuestra canción

 

me susurraste la nana de la derrota

me cantaste las mañanitas del rey David

y como un rey olvidado y la reina ardid

jugábamos a nadar en Aizerrota

y a botar como Albertí la pelota

aunque se te fuera la chota

 

siempre te llamaron la ida

fuiste toda mi vida

como una araña que estrangula

mi madre mágica, mi madre chula

 

decían que estabas loca

que eras fuerte como las rocas

que te querían en todo el pueblo

y yo quiero seguir tu sendero

 

papá y yo íbamos al juzgado

a hablar con un abogado

y te vi paseando con la abuela

te llevaba de la mano como a una niña pequeña

 

tomamos un café escondidos en una terraza

llevabas en el cuello un pañuelo

disimulando tus hoyuelos

estaba allí mi familia, un fin de raza

 

un negro nos vendía calcetines

compraste unos para darme una lección

hay que ser generoso me dices

y seguir tu corazón

 

tomabas el café misteriosa

aunque el cáncer te había vuelto una mujer rota

tenías solo 56 años y toda una vida por delante

acababas de comprar un piso, ibas a jubilarte

 

pero el cáncer no perdona y a la muerte van todos los ríos

se llevó primero a tu amiga Olga

con la que compartías  primeros libros y amoríos

y luego el mar te arrastró entre las olas

 

a Bermeo van los irrecuperables

sí, fue un cáncer fulminante

no sé cómo homenajearte

quizá baste con seguir vivo y adelante

 

te levantabas de la silla de andar

para demostrarme que hay que seguir adelante

la función debe continuar

dar pequeños pasos de gigante

 

suspirabas la que después fue mi brisa

me besaste con tus labios de café humeante

nos escondíamos en una casa de muñecas

me vestías de pitiminí para ir a misa

 

en las fotos apareces triste

quisiera seguir el surco de tus ojeras

no sabes lo que te quiero de veras

ni el daño que me hiciste

 

te encerrabas en el baño

amenazabas cortarte las venas

la sangre salpicando las penas

 

Sí, la vida es una condena a muerte

Una prorroga cruel de un dios sádico

Los demás son como nosotros

Y no saben qué decir

 

O quieren decirlo todo y no dicen nada

Pero necesitan que alguien los escuche

No esperes nada de nadie, y no te dolerá

Que la vida te pase sin calarte

 

Un adulto no se sorprende

Ha renunciado a soñar

De vez en cuando sentirás algo

Entonces corrígelo

 

Pasa por la vida sin inmutarte

Recordarás calles y personas

Pero no lo que sentiste por ellas

Todas las palabras de amor al final se vuelven en nada

Como polvo diluyéndose en la arena

 

Pero quedan a veces los recuerdos de mamá

la persona no se va del todo

quedan sus herencias, sus cicatrices, su maná

no ha muerto en el fondo

la eterna vida es una lucha contra el olvido

de que no se ha perdido del todo lo que se ha ido

 

no voy a escribir de ti

te lo prometí

pero a una madre no se le olvida

te marca toda la vida

 

una menos con la que pelearte

era tan doloroso amarte

¿puedes esperar dos segundos

antes de perderte por la taberna de los mundos?

 

lo que queda es un gran vacío

que todo lo que quise pudo ser mío

pero viviendo en el mismo portal

éramos incapaces de hablar algo real

 

hace tiempo que no lloras de verdad

pero ¡Cuánto lloré cuando te abracé en el hospital!

conocías todos mis secretos

que quería conservar todo de mi infancia

que me encantan las berenjenas y los pimientos

las aceitunas, las hadas, las baladas

 

que comprara papá un pollo para olvidar

cuando llegara la hora fatal

escribí en un mensaje te quiero mamá

y luego ya nada más

 

me has dejado huérfano

me has ido dejando

paulatinamente, te ibas alejando

hasta caer todo en vano

 

te reías aún en la tragedia de tu muerte

solo protestabas que no querías tener dolor

tanto como conocías a tu doctor

tanto como echo de menos verte

 

la muerte de Olga fue una premonición

tengo que contarte una noticia terrible

me decía la abuela cargada de emoción

y yo que nunca he sido un hombre sensible

 

Hay algo que nos unía, mamá

un cordón umbilical, una flor

la bolsa de hadas que no me querías dar

la tablet, los libros, los cds, el ordenador…

no es más que basura en el estante

porque no puedo besarte

no son más que trastos

que se pueden encontrar en los rastros

 

pero tú te has ido

como en un suspiro

te has ido como una hechicera lanzando su último hechizo

conjuro en tu sonrisa llena de rizos

 

te has ido mamá como en pompas

siempre recordaré nuestros cafés

cuando íbamos de compras

paseando por centros comerciales

 

te daba vergüenza ir conmigo

de cuanto había crecido

pero seguía leyendo tebeos

seguía de los libros reo

y eso nunca lo entendiste

cuando decía que me iban a dar el nobel

te enfadabas mucho, no me comprendiste

siempre fui tu niño de cobre

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