domingo, 9 de febrero de 2020

cuervos en Zamudio y señora con pitillo de regaliz


¿no quieres encontrarte? escribió mi abuela
Ya no hay tiempo...hay muchos gastos

Eres como el sol que brilla, papá y la luna que destella, mamá
Y un domingo caí yo del nudo emocional

Adiós, hijo, yo la quiero viva, conmigo, la quiero libre y ser niño otra vez
En el espejo de un folio me encontré un sapo
El sapo con chistera me sonrió
No sé quién soy ni si alma tengo o se va volando a aquel desierto de Túnez
Centellea la lámpara, no han salido las estrellas
Salgo alarmado y abro la puerta
Piso las huellas
Me pierdo en la senda

¿De qué me sirve leer?
Para ver lo que otros no ven
cansa vivir de un cuento
contarlo sin gritos, contento, susurrandolo como fantasma
¡Nos están robando la fantasía!
Se suena la nariz,
La guarda en un bolso y caen sus tentáculos
Se agarra la cabeza y fuma un cigarro
El otro es un infierno Sartre el otro puede ser un cielo
“tu oyes un nombre y crees que hablan de ti!, decía mamá
todos los consejos que me daba no caen en saco roto
sino en chistera de mago 
"el autobús no espera"
"no se te olvide comer"

Son los mismos árboles
Y tienen otra magia
Ya no voy cantando
Cual Rosalía, la loca de Castro
Sus cosas de hadas
(Y casas también casaría)
La edad media cuesta
Encontrar algo mágico
En una señal que marca “ingreso”
Antes soñaba fantasía, ahora alimento paranoia
Afirmé que prefería mi casa a vuestros manicomios
Que de mi madre solo diría “fue enfermera”
Aquí se convive con la soledad, se sonríe a los fantasmas
Y veo mi sombra
Prefería admirar la belleza que hay en la basura
Pero aquí solo hay envases y lo llaman reciclaje
¡Coca-Cola prohibida! Otra señal del cielo
¡Prohibido prohibir!
Busco mi calma
Poner una C a mi alma de abuela Carmen
Y otras Gaitas
El gato con botas es hoy duque de Marzana
La movida y París quizá tampoco existió
Y se lo inventó el otro Panero, o Villa Matas
Ha sido demasiada movida baracaldesa
que todo cambie para que nada cambie
Pero las nubes siguen ahí, siempre ahí
Cuervos por Zamudio
Y luego el arcoíris

No hay despedida teatral
O quizá sí, la del vacío
Cuerpos solos observando
Buscar la perspectiva
Desde la que no pueda juzgar
¿No quería el paraíso?
¿No quería volver a ser niño?
Progresiones y regresiones
Dependen de la graduación
De mis gafas que se caen
que se pierden en el reina Sofia
o en casa de un amante  
todo depende de un movimiento de tres dedos
teclear: Este autor ha muerto
Sin despegar un bolígrafo“Barceló hotel y resorts” de un papel en blanco
No existe vacío ni lleno ni me llena
Me siento y centro, cruzo mis piernas
Ya no tiemblan y voy bajando por mi cuerpo
Gafas Audrey Herburn o quizá fueran de Katherine y su diario
Escribimos para que nos espíen los duendes lo que escribimos
Y las moscas nos recorran las piernas
Es mi excusa al cigarro
De la casita roja aparece una señora con regalices negros
Podría ser María Zambrano, interlocutora perfecta
¿qué miran sus ojos si los míos la ven de reojo?
Pero además ya no fuma
Descansando de las cumbres borrascosas
Podría confundir a cualquier ancianita o a cualquier piedra con la efigie de Matute
y de su arruga más recóndita surgir un pitillo
es mi excusa a seguir fumando

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