viernes, 8 de marzo de 2019

AVE EN LA NADA, CARTA DE DIOS A SUS PALOMITAS

Ave en la Nada. Carta de Dios a sus palomitas:

Lo sé, este mundo lo he creado sobre una dura piedra, pero lo atraviesa un rio tierno y suave afluido de vuestras lágrimas de alegría de sátiros y mortales amandoos entre la hierba. Estas fuentes de agua clara y fresca siguen un cauce que solo dan en ti mismo, y recorren una pradera natural donde siempre es primavera verde y cielo azul; allí volaras sobre todo y todos; triste gaviota sobre el mar de de lágrimas, golondrina desorientada de Norta, águila volando majestuosa aunque sea sola. Y volarás tan alto que se asustaran y te señalarán con el dedo con risas y odios. Tú nunca olvides que existe el suelo, aunque comprendo que no quieras aterrizar ya más. Jamás dejarás de volar; ni despierto, ni en sueños, ni aun cuando el río parezca seco y digan las viudas inconsolables que has muerto. 

Este es mi prestamo, Eva; te devuelvo tu nombre de Ave, vuela, y pasa de todo. A ti, Adán, te restituyo la Nada que es tu nombre y condición original antes de que torciera los nombres y las cosas. Esa Nada que siempre he querido ocultaros para que no sufrieraís. Siento haberle dado la vuelta al placer, siento haber inhumanizado al ser humano. Este demiurgo os suplica perdón por crearos sin pediros siquiera permiso. Pero por favor aceptar mi dádiva (su único cobro e interés es que la vivaís, sufraís y goceís); no puedo daros más que este mundo. Es toda mi herencia haceros esclavos del cronometro del cielo y la ambivalencia de una carne que quiere Ser. Con toda mi omnipotencia solo puedo prestaros esta corta vida con sus ilusiones y sus miserías, con otros seres que volarán junto a vosotros; algunos más alto, otros mas bajo, unos como aunteticos ángeles y con las alas más bonitas que las de Hermes, y otros a los que vosotros habreís llamado ángeles caídos y os resultarán autenticos demonios y os quemarán en parrillas, pero no olvideis que estos diablos fueron en su día ángeles y que pueden volver a serlo, a solo que les acaricieis con vuestros picos de paz y les paseis con vuestra dulce lengua el verde laurel de la esperanza, de la bella esperanza que es amar la vida. 

El hecho de que sea un prestamo, y efimero mi don, lo embellece aún más, y también que nunca podaís volver atrás en vuestro vuelo, ni nunca seaís aquel que fuisteís, pues siempre sereís más sabios. Y existireís en aquellos que os aman. No hay más cobro ni culpa que volar lo más alto que podaís. Quizá algún día volvamos a estar juntos y de nuevo ocupemos un mismo cuerpo. ¡Ojalá algún día vosotros también logreís ser dioses, a mi imagen y semejanza! ¡volar, polluelos mios, ya ha llegado el momento de partir, el aprendizaje no ha hecho sino comenzar! Si os rompen las alas y os caeis en dédalos y laberintos de vosotros mismos, no dudo de que sabreís encontrar el hilo para escapar, volar, evadiros...es decir, para seguir soñando y Siendo. Os espero. Y os mando un piquito (un besito de papa) ¡siento haber sido tan cascarrabias en algunos momentos del antiguo testamento!

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