sábado, 11 de septiembre de 2021

DISCURSO CINEMATOGRAFICO Y LOGOS.

   DISCURSO CINEMATOGRAFICO Y LOGOS.


                                                 (Pizquina del DUQUE DE MARZANA).

Ingmar Bergman. Imagen del {{New York Daily News.}}


                                   "Pienso escribir como me parezca y como quieran mis criaturas. No como exija la realidad exterior".

                                                                          (Ingmar Bergman).


                                               La escritora danesa Dorthe Nors(1970), cual si de un diario se tratara, recopila textos del director cinematográfico Ingmar Bergman(1918-2007) en "Cuaderno de trabajo. 1955-1974". Dos términos afloran al comienzo de la obra: SOLEDAD y CONOCIMIENTO.Soporte por el que el intelectual sueco va a intentar desmigajar el complicado/caótico entorno que le circunda desde un prisma existencial desnudo de evasivas. Cohabitar con la incertidumbre (refugio/auxilio) en la imagen plástica y en el recurso verbal de intenciones filosóficas.Necesidad, está la vida en ello,por poder sacar a colación/construcción ese mundo interno que forma parte de un compendio que apela a la personalidad/verosimilitud del autor. Crítica e incomprensión en sectores del espectáculo literario por lo infrecuente de la temática abordada. Las opiniones desfavorables hacen mella en un Bergman que cae en un pozo de vulnerabilidad y desasosiego. Coteja sus legítimas pretensiones de espiritualidad/materialidad con la falta de comprensión de elementos externos y, sí, es habitáculo para una zozobra paralizante. Imperativo de no claudicar al dar forma desde la soledad a "El séptimo sello", "Fresas salvajes" y a una comedia excelente, no entendida en un principio, como es "Sonrisas de una noche de verano" (Divertimento de envergadura de alguien que, desde lo trágico,construye un universo personal/risueño). Entusiasmo por/con cada uno de los proyectos que va diseñando en un afán de creatividad sin límites. Estudia los motivos de su apertura hacia un universo nuevo que quiere reflejar en unos borradores que degusta, da forma desde una interioridad que supera los viejos prejuicios ante temas como el Tiempo, la Persona, la Muerte y un Dios que queda en lejanía ante el protagonismo de una psicología que siente su presencia/AUSENCIA. Teología rupturista aplicada a unos huérfanos de referencias que luchan, no claudican ante lo soledad del hombre contemporáneo. Seres abandonados en CUERPO y ALMA apelan a la introspección y al LENGUAJE como sostén para no quedar a merced de la adversidad que se siente/pre-siente en todo el desarrollo de su buen hacer como observador/apuntador de la Realidad. Bergman se ve desbordado por un cúmulo de críticas que considera no proporcionadas  a lo que de verdad pretende. Aún así, como un buen amanuense, no desfallece y comprueba que cualquier idea que sale de su intelecto goza de aceptación propia frente al miedo a la mordaz sensación de no ser entendido/negado y el miedo al vértigo que provoca  la capacidad para la postergación. Es inevitable aproximarse al concepto de técnica Flash- Back  al leer en tiempo original algunos de los diálogos de sus películas que forman parte del universo cultural de varias generaciones y que han acompañado al cinéfilo/filósofo desde la década de los años 50. Creador ilusionado con la NOCION que ya ha surgido y que recoge esa aspiración por poner en texto/imágenes un sentir que trasciende la labor de un observador que no se conforma con percibir una aparente limitación, fruto  de una convulsa identidad, que añora con abarcar/abordar los amplios campos de la percepción/humanismo. Artesano que explora ese su mundo interior con bocetos a pie de folio en blanco entre angustia y serenidad por lo arriesgado/balsámico del envite.Mente que aúna un amplio saber que concierne a múltiples disciplinas que tienen, como alguno de sus títulos, a la PERSONA como eje central por el transcurre el noble arte de su creatividad. Débiles protagonistas sometidos a la inclemencia de entornos hostiles. Aquí está el triunfo de Bergman al presentar seres(somos nosotros) que muestran un desequilibrio y deseo voluntarista por salir/comprender ese malestar que condiciona su movimiento en la historia interminable de la vida cotidiana. Derrota/Triunfo en una alteración incesante no exenta de calamidades y esperanzas en un resurgir que parece que se hurga pero no se disfruta  con su textura. Pesimismo militante que avizora  algún ribete de luz purificadora en una incomunicación silenciosa/ruidosa que incita al pensamiento por desentrañar.En el final hay un principio, el pasado condiciona y abre a lo posible lo que ha quedado grabado como imposible. Lección para espíritus inquietos incapaces de resignarse ante la falta de perspectivas de un colectivo condenado a las calderas del conformismo(psicología evidente imperecedera).Avanzadilla en el paso lento y traumático de una humana condición que madura desde esos "cuatrocientos golpes"(F.Truffaut) aplicados a cualquier período de la travesía substancial. Dioses laicos  y la  genuflexión por parte de devotos convencidos de la importancia de lo sagrado en el receptáculo dialéctico de cine club de tarde- noche. La carnalidad de los verbos fluídos como antesala a la profundización de aquello que superaba con creces lo habitual y motivaba hacia cotas de interpretación sagaz y con ademanes de sabiduría a ritmo de ambiente decadente pero lleno de perspectivas de futuro. Hablar unía frente a lo monótono de la sociedad sin visos de entroncar con un algo verdadero que quedaba en la distancia o en el  silencio imperativo de la autoridad civil camuflada de gabardina. Hojas volanderas en un libro entre melancolía y dignidad por lo grandioso del saber en praxis resistente ante lo ignominioso.Sirvió como política, desmontó arraigos teológicos y no dejó a nadie indiferente.¡Por DIOS!.

                                              "Nunca se puede proteger a una persona de un sufrimiento.Y eso es lo que le hace a uno estar tan intensamente cansado".

                                       ("Sonrisas de una noche de verano". Ingmar Bergman. 1955).


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