VIAJE A MADRID

Estuvimos alojados dos noches en un hotel, los desayunos eran muy caros, 21 e, así que tomamos café en una cafetería más barata, antigua, por la mañana vimos la casa museo Sorolla que era mi sueño ver, llena de cuadros antiguos, candelabros, velas, cuadros de chicos desnudos en la la playa ya que Sorolla, aunque padre de familia serio y con hijos, tenía sus ramalazos gays, que su mujer le frenaba, poniéndole limites, un problema de limites. Había otros niños que iban acompañados de sus monitores conductistas visitando la casa pero no se podía visitar porque estaban cerradas las escaleras. Me gustó verlo con otra intensidad, con otro brillo, porque siempre te decepciona verlo en fotos del ordenador que verlo en natural. Después vimos el Thyssen, la intelectual de Grosz, Beckmann, los autores del nuevo expresionismo y la nueva objetividad, que dentro del sistema criticaban el sistema, burgueses asquerosos cuya única humanidad era abrazar un perro, burgueses que criticaban el capitalismo siendo ellos capitalistas. Después visitamos el reina Sofía, no pude sacar todas las fotos que quería porque MI PADRE ES UN MISERABLE y saca fotos solo para el y a mi no me deja ser participe y sacar fotos a los museos como el pato donald, sino que se las guarda solo para el y a mi sólo me da "las repes", como si fueran cromos repetidos. Por la noche me perdí, porque según mi tía me gusta perderme porque me gusta y ya está. 

En el reina Sofía compré el último que han sacado de Alaska criticando el capitalismo. Y también el de Coco Chacel, la burguesa que quitándose sus prejuicios de burguesa  o chica parisina de los años 20, felices años 20 en entrecomillado, se dedicó a estafar a las chicas pijas de la burguesía vendiéndoles sus trajes y sus timos piramidales de trajes hechos a la medida de lo que se llevaba entonces. Pero eso te decepciona tanto como cuando vemos a Agatha Ruiz de la Prada vendiendo sus trajes "para gustos los colores", hechos "a su forma" profesional, como hago yo con mis escritos. 

Me perdí y lo único que vi fueron mujeres gordas sobre medicadas montando en autobuses, o mujeres que hacían deporte en gimnasio o chicos paseando perros.  Me gustó ver un café antiguo, como los de antaño, y no vi bares de ambiente como antes, porque ahora los jóvenes son frívolos y superficiales y hacen un sexo rudo y salvaje y no se paran a hablar de temas intelectuales con la gente, ya no son los tiempos de antaño en que podías mantener conversaciones intelectuales o sentarte en los cafés tipo Woody Allen a intentar cambiar el mundo o hablar de temas interesantes, la gente solo habla de bobadas y estupideces que salen por la tele y no de temas intelectuales. Después me paseé por las librerías de viejo que regentan chicos jóvenes y me compré otro de Dalí, para considerarme más UN GENIO BURGUES. En otra librería hojee un libro de Lorca que siempre había querido comprar y otro de Walden, el periodista de pueblo que para huir de la gente, y encontrar su soledad, se fue a una casa de piedra, donde nadie pudiera encontrarle y se OLVIDARAN DE EL PARA SIEMPRE, como aquel gudú y la tontolina. Para no tener móvil y tener bloqueado a todo el mundo, como hace el filosofo Carlos de Agustín, incluida a Irene Soñarez y esa gente que va a la universidad solo a hacer posturero, porque son de familia con dinero y de Algorta de toda la vida, y no van a la universidad a estudiar profundamente sino a hacer amigas. 

Había muchos chicos jóvenes que montaban en taxis, irían a sus psicoanálisis de siempre o a sus trabajos, harían deporte, otros paseaban a sus perros, siempre "LA PROBICIÓN". Pero si son todo hombres sanos....Mi padre LLAMÓ A LA POLICIA para que fueran a RECOGERME de la calle y TRAERME de vuelta CON EL, PARA SEGUIR AMARRANDOME Y TENIENDOME BIEN SUJETO Y AMARRADO EN CINTURA como hacían con Leonora Carrington y todas esas personas que no se adaptaban al sistema. COMO HACEN CON LOS PERROS. 

COMO HACEN CON TODAS ESAS PERSONAS A LAS QUE MEDICAN, COMO SI FUERAN CHUCHOS Y NO PERSONAS HUMANAS. 

En Madrid la gente fumaba y había restaurantes indios. Me gustó ir entresemana porque eso se sale de la costumbre de viajar solo en navidades y en el verano. Había muchos gays gordos con sus parejas gordas. Parece que nada escapa del capitalismo, salvo los vagabundos. aunque esos tampoco porque venden clinex. Yo ni eso. Yo solo vendo gratis mis ideas equivocadas de las cosas que nadie quiere escuchar, ni siquiera mis profesores, ni los del manicomio. ni siquiera mi familia. La gente montaba en taxis o autobuses, yo intenté montar en uno pero como no sabía dar las indicaciones de donde estaba el hotel me quedé a dormir en la calle. 

como hago siempre. 

Después la policía me recogió y me trajo de vuelta a la sobreprotección paterna, me pasearon medicado como a los chuchos donde la policía, les saludé y volví a mi caverna de Saramago a dormir. 

Estoy harto de que me den a probar pinchos en los bares como hacen con Alfredo Landa y con los tontos que van a Madrid a hacer turisteo. Es el picoteo que se da a los tontos que se murieron en la guerra. A los que quieren viajar a Málaga y probar cosas autóctonas de allí pero no que se las den de comer aparte, por su propia seguridad, y esas cosas. 

Después me fijé en tiendas de decoración donde me gustaron varios objetos, porque siempre he creído que tengo buen gusto eligiendo muebles, o encontrándomelos en la calle y restaurándolos yo mismo, y creo que aunque sea un niño muy lúcido en el que dejamos toda la mierda o un tonto útil del sistema mis ideas pueden servir para algo, es el discurso de Foucault, el discurso de los locos. 

Luego volví a mi cama e intenté dormir pero por culpa de los curas de mi colegio Paules tengo internalizado en mi cabeza que la noche es para leer y hacer cosas bohemias como pintar cuadros, y la mañana para descansar.  Por culpa de Nietzsche no puedo dormir por las noches y eso no se soluciona con medicación.  

Por la mañana me levanté y me leí toda la biblioteca de mi pueblo, porque es lo que me gusta, aunque piensen mis profesores que eso no es lo conveniente. 

yo aquí seguiré regalando mis ideas equivocadas de las cosas