En esta charla de la beca Transición Laboral en la facultad de economicas orientada hacía nuestro primer trabajo en practicas, la psicóloga de
empresa nos ha hablado de la gestión de tiempo. Primero está el tiempo perdido
de mirar el correo etc. No conviene aplazar las cosas. Habría que forzar a los compañeros
a que concreten una fecha y plazos de trabajos, que se comprometan a cumplir
objetivos. Entre los compañeros de trabajo que nos vamos a encontrar se
distinguen varios perfiles: El ansioso focaliza
la tarea, detecta los riesgos, no pierde el tiempo pero trabaja en momentos de
crisis, rápidamente, compulsivamente, lo que puede restar efectividad. El dispersivo mantiene tareas de escape en
su trabajo, trata de irse a correos y así aprovecha para fumar, tomarse un café…
El discontinuo cambia constantemente
de ritmos, interrumpe sus tareas. Estas personas no corren riesgos, no se
equivocan y te prestan atención hasta cuando estan ocupados. Paran lo que hacen
para darte una solución. Conocen empresa, son reactivos. El concentrado se preocupa tanto de los detalles
que olvida el propósito inicial. No comenta nada con sus compañeros, no hay
comunicación ni trabaja en equipo, trabaja en su departamento. Tira por su camino.
Un creativo concentrado se aliena al hacer un presupuesto con Excel pero
resulta excelente si tiene que redactar un texto personal de su especialidad individualmente.
No está demostrado que según una tarea ejerces un rol sino que tiene más que
ver con la sicología de la propia persona. Todos estos perfiles están
relacionados y unos llevan a otros, no habiendo categorías puras.
Entre los ladrones del tiempo hay muchos factores externos como los cambios en la organización y en los
proyectos, los demasiados mails que gestionar y más en copia, las necesidades
de atender el teléfono (donde conviene ser
breves, no hacer demasiadas llamadas, concretar los tiempos de espera) No
conviene hacer varios compromisos al mismo tiempo sino dedicarse a uno en
profundidad y exclusividad. A veces se pierde tiempo por falta de información y
concreción del proyecto, por retrasos, por falta de comunicación, por personas
no disponibles, por reparto de responsabilidades poco claras. Pero luego hay
factores internos en estas pérdidas de tiempo. Algunos tendemos a trabajar
solos y delegar poco. Queremos hasta supervisar el trabajo de los demás. Buscas
la perfección pero no la excelencia. A veces
se pierde el tiempo por poca planificación, por reuniones poco concluyentes, de
una reunión debe salir una fecha y objetivos concretos. Por el desorden de la mesa
de trabajo y los archivos en el ordenador o físicos. Por no saber decir no a
tareas. Por meterse a previsiones poco realistas. Por indecisiones y
aplazamientos reiterados, por dejar trabajos a medias, por prisas, impaciencias,
debidas a la urgencia.
Un profesional no empieza con
tareas ni planificando sino averiguando en que emplea el tiempo. Lo urgente es
para ya, y a veces no deja tiempo a lo importante, que es necesario para las tareas.
Una vez metidos en la empresa en prácticas o en la que nos ha contratado
conviene empezar a familiarizarse con las tareas, las fechas de entregas, los plazos…
hacer listados de tareas (presentar informe, llamar a tal, enviar mail…) Estas
tareas las podemos clasificar en lo URGENTE e IMPORTANTE Sometidos a unos plazos estos objetivos hay que hacerlos ya, no mañana. En el trabajo
en crisis vamos a toda pastilla, porque hay consecuencias inmediatas si no lo
hacemos. Vivimos con una presión temporal, estrés, y estas prisas son agotadoras,
aunque seamos muy productivos. Debemos, no obstante, dedicar un tiempo a este
modo de trabajo. También está lo IMPORTANTE
NO URGENTE Se trata de la claridad, el control, la planificación, el
seguimiento. Planifícalo porque garantiza la calidad. Pero a veces tanto
planificar no llegamos a ejecutar la tarea y volvemos al trabajo en crisis. Hay
que planificar pero también cumplir luego.
Lo URGENTE PERO NO IMPORTANTE les
por ejemplo gestionar llamadas, hacer informes, emails… Caemos en la trampa de
la actividad. Son urgentes pero igual para otros. “¿Me ayudas a terminar el informe que tenemos (en
plural) que presentar la semana que viene?
Gestionar mails igual no toca. Esto
hay que delegarlo en otras personas o en acciones secundarias. O decir: “no me
toca hacerlo o no sé hacerlo. Estoy hasta arriba”. Combinado con que hay que resolver
conflictos en equipo. Es un engaño cumplir tareas de los demás pensando que
hacemos algo importante, porque el jefe no nos pedirá cuentas de ello sino de
nuestro trabajo. La PERDIDA DE TIEMPO son las tareas de escape…no las hagas o
hazlas en momentos no laborales. Por la ley de Murfi siempre se me pone mal el pc
en el último momento, se acaba la tinta de la impresora. No sabemos si un
trabajo al que no llegamos al plazo se debe a que no gestiono bien el tiempo o a que tengo mucho
trabajo
La ley de Pareto o ley del 20.80
dice que el 20% de los clientes o de mi actividad laboral dan el 80% de
facturación y el 80 % de clientes o de
mi actividad nos dan un 20% de facturación. Menos es más, en este caso también se
cumple la máxima minimalista. En hacer maleta podemos tardar un cuarto hora. En
lo urgente tardas el tiempo que tengas para hacerlo. Si tienes tiempo tardas
dos semanas en hacer la maleta. Esto se podría relacionar con la ley de Parkinson
en el tiempo profesional. Cuando tienes poco tiempo pones los cinco sentidos en
llegar. Cuesta más esfuerzo pero lo haces antes porque es urgente, pero quizá
no importante. En esos momentos se impone el trabajo en crisis, no en calidad y
planificación. Un experto en productividad y gestión tiempo no analiza la vida
personal del trabajador (El tener que ir buscar a tu hijo hay que incluirlo en
la agenda, aunque no sea estrictamente profesional pues resta tiempo de trabajo) Tendríamos 15 dias o un mes de verano más de
vacaciones si lo hiciéramos bien el trabajo y la gestión del tiempo y su planificación.
¿Por qué estar dos horas más si me lo paso mejor tomando cañas que trabajando?
Salgo antes el viernes si planifico el tiempo. Quizá hay gente que produce bien
por la noche, pero igual la oficina no está abierta a la noche. En un horario
rígido el trabajador comete errores, va a toda pastilla. Supone perdidas a nivel
empresarial, familiar y personal .Hay que auto motivarse. Si tienes que estar 8
horas en el trabajo lo haces en 8 horas en vez de en las 6 horas que necesitas.
Es la teoría del presentismo. Algunas empresas son más flexibles, trabajan por
objetivos. En una misma empresa hay discriminación, unos trabajos requieren flexibilidad
y otros están esclavos en las máquinas de tornillos y en los tubos. Da miedo a las
empresas trabajar por objetivos y en flexibilidad. Esta planificación del
tiempo nace con los sindicatos al regular los horarios de los trabajadores. Hay
que emplear bien los dias. Hay cooperativas y empresas familiares que cierran la
persiana por conflictos familiares. Existen hasta consultorías especializadas
en cambios generacionales etc. La productividad baja cuando estamos mucho
tiempo en la empresa, pero no haciendo nada, solo por cumplir con el horario.
En la comunicación dentro de la
empresa está lo que el otro entiende y no lo que decimos, no solo el mensaje. Un
decano en Deusto decía que conversar está a medio camino de cambiar el mundo.
Lo que decimos es el 7% de la comunicación, el tono o el cómo es el 38%, y el lenguaje
corporal y la comunicación no verbal el 55%. Es importante la empatía, ser
mediadora, la escucha atenta, la asertividad, la influencia para una comunicación
eficaz. Ponerse en el lugar del otro. Sirve para roda comunicación del ser
humano, sea cliente, empleado, jefe, esposa… El éxito personal en la
comunicación depende de la habilidad en escribir, hablar, negociar, según
Robert Klilosaky. La asertividad es defender lo que siente, se piensa, se
necesita de forma honesta y adecuada respetando a la otra persona y a veces
pasa por decirla que estás hasta arriba de trabajo y que no puedes ayudarla. Hay
que construir puentes de relación entre las personas. Plantearnos cómo me comunico
yo. Además del liderazgo, la gestión en equipo, es importante la comunicación y
para ello conocer a las personas y su sicología. Se analiza más el efecto en el
receptor que el mensaje mismo. Conviene motivar y no a todos nos motivan igual.
Hay que relacionarnos hasta con nuestro peor enemigo en el infierno. Y para
ello hay que tratar al ser humano como él querrías que te trataran a ti. Y a
esto se podría añadir, que es mejor tratar al otro como el otro espera y
quieren que le traten, más que como a ti te gustaría ser tratado.
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