viernes, 28 de septiembre de 2018

HOJA VOLANDERA OTOÑAL DEL DUQUE DE MARZANA


                             "FISIOLOGIA DEL FLANEUR". LOUIS HUART.

                 La débil consideración que tiene del concepto, en apariencia plenipotenciario, HOMBRE sirve al flaneur para edificar a solas, con sus representaciones, un mundo subjetivo e impenetrable para el resto de esos humanos(animalitos danzantes) con los que convive muy a su pesar. El flaneur deambula sin rumbo fijo, más allá de la imposición del Tiempo,en una realidad que visualiza/inventa. Nada está estructurado/predestinado. El encuentro con lo novedoso/asombroso marca la instantánea del movimiento no preconcebido. Deambular sin rumbo. Vivir al margen de la vida(dada). 

El escritor y periodista francés, Louis Huart (1813-1865) en "Fisiología del Flaneur" se adentra en esas gentes ociosas que pasean por París al son de una voluntad carente de concreción. Alto, grueso, bebedor,bohemio, pasmarote. Elabora su estrategia para disfrutar/sentir una eternidad no controlada por el factor tiempo. En su nadería es feliz. Lo grandioso, por superfluo, le atosiga. Flaneur rima con PLACER. Avisa y previene Louis Hart del falso paseante ocioso que se hace pasar como tal. No se puede confundir el aburrimiento/rutina del día a día con el noble arte de descubrir, sin pretensión alguna, ese rincón enigmático que se convierte en tesoro preciado en la tarde inesperada. No es de recibo vender gato por liebre, ni anteponer monotonía a creatividad embadurnada de colorista novedad. Hay en este ser andarín un balsámico nihilismo silente que le hace pacífico e incapaz de generar a su alrededor litigio alguno de tamaña magnitud pues, al no concebir fe adquirida, es imposible que pierda los estribos ante reivindicaciones militantes de humana condición. Es virtuoso porque es incapaz de hacer(mal) a cualquiera que se cruce en el camino vital que tanto le satisface.
 
                  No perdona el autor(es reiterativo) al hipócrita que engaña en el oficio de amar la improvisación sin subterfugio que la empañe. El paseo es sinónimo de gallarda divinidad y el terrenal que lo confunde/suplanta merece ser vilipendiado. Rechazo, sin redención posible, al pasmarote, ese ser que cambia la búsqueda por el confort y se recrea en su estado al pensar que palpa lo nunca pensado. Conservar no es transgredir(utopía en el momento puntual). Que el Cielo perdone al mirón extranjero, ente ataviado de todas las características para la observación/divertimento de la jornada a descubrir. Nada nuevo en el tránsito porque la aportación viene dada de antemano al negar cualquier estría a lo desconocido. Ve porque su predisposición le dice lo que tiene que VER/SENTIR, no porque tenga predisposición a adentrarse en un tiempo no codificado que rezuma enigma y descontrol. La ciudad, sacralidad por la que se deja perder sin tiempo que le dirija, sin clara idea de lo que puede acontecer. Libertad de miras, sin visión preconcebida. Trotacalles sin fin, sin finalidad aparente. Consecuente con la nada que nada espera y no desespera, sino que alcanza la plenitud de lo no computado, de la fantasía hecha realidad de un sin rumbo que otorga el gozo de lo inesperado. No sabe de futuro, solo de presente eterno que se va renovando a medida que aparece lo imposible de discernir. Un mundo sin mundo abierto a lo complejo y digerible por la acción hacia lo no palpable. El displacer se materializa en cada instante de desconocimiento empírico. No se sabe porque se sabe con antelación que el NO FIN es el verdadero FIN. Suave anarquismo de hojas que caen en cadencia no estridente. Alejado de Absolutos, su indefinición le define hasta el infinito y más allá. Si te los encuentras en la travesía, no interrumpas el" vivir sin vivir en mí" que tanto proclaman. Su egoísmo no es más que un AMOR a la inversa, donde los unos y otros no se entrometen/entorpecen el sueño de una Arcadia feliz al desenfundar la daga de la presencia del otro preparada para su uso violento. No tiene nombre ni apellido. No los necesita. Bastante tiene con tomar conciencia de una situación privilegiada entre el silencio y la melancolía. En tiempos de zozobra son una vitamina para el espíritu cansado/desesperado. ESPERANZA sin ruido. Estridencia que no se escucha. Vida interior en exilio combativo y revolucionario.

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