Marisa Madieri

 

                                                ZUCCOTTO DEL DUQUE DE MARZANA.

                      Diario que se expande a una suerte de narrativa costumbrista. "Verde agua"(1987), de la escritora sorteadora de fronteras(Croacia/Italia), Marisa Madieri(1938-1996). Primeros escarceos del escrito entre linealidad y recovecos. Directa en la descripción con matices que se enrolan en complejidad temática por las variantes narrativas que afectan a sentires y seres de los que depende. Poesía/caos que desmonta una necesidad/componenda idílica en los primeros años de vida de la protagonista entre vestidos blancos, dulzura y una tensión sutil en los que rodean su entorno por ser/estar personalidades proclives a un silencio que resulta cortante. Espejos de la memoria que refractan el recuerdo abriendo el tiempo a un talante de mostrar el verbo preciso con el que eternizar el instante.

                   "Aquella habitación será siempre una tierra mítica e inexplorada, la Atlántida de mi infancia".

                   AZORIN-iana por voluntad de abarcar con el lenguaje ese su mundo rico en experiencias lanzadas desde introspección/concreción en un abanico de prosa poética de gran calado.

                       La vida, cual Mouchette(G.Bernanos), sale al encuentro con zarpazo/guirnalda(J.L.Martín Vigil) y la niña experimenta los contrastes del movimiento temporal. Familia, escuela, observaciones que incitan a dejar en el baúl de los recuerdos(Karina) esa utopía de haber satisfecho el tiempo de cerezas en campiña de olores frescos. Nostalgia de lo que parecía imperecedero y alarma su fecha de caducidad. Sin pataleta pero con añoranza.

                   "El abuelo abrió un café melancólico que yo recuerdo desolado, repleto de humo y siempre vacío, sólo animado por el tapete verde de la gran mesa de billar".

                   Como si fueran personajes de opereta hacen su aparición en escena parientes próximos/lejanos que ubican el contexto psicológico/sociológico por el que la autora va a asumir su kairós como MARCA. Escozor por la pretendida quietud buscada y la IN-quietud encontrada. La Realidad y el Deseo(L.Cernuda) en alegre/seriedad de presencia impositiva.

                   Talante optimista(J.L. López Aranguren/J.L.Rodríguez Zapatero) que encara con decisión las vicisitudes, no siempre agradables, del transcurrir cotidiano. Esa predisposición hacia lo positivo contribuye a mitigar el efecto doliente que se intuye por unos escritos en los que parece que surge una necesidad por borrar todo aquello que sirva de desequilibrio en la búsqueda de una armonía casi innata en la protagonista. Deja entrever que el mal está presente pero que fenece en sentimiento por la aguda y lúcida apuesta por ver aquello que también es real y rima con el aspecto favorable a su toma de conciencia en el discurso existencial. No se aleja por cobardía del escrito negativo sino que sabiendo que está en el ambiente complicado lo acata con la docta voluntad de contrarrestarlo con lo plácido y esperanzador del discurso sosegado desde el prisma de lo entrañable. El lector agradece no caer en los abismos del infortunio y permanecer en un territorio donde la sonrisa y el buen hacer ganan la partida a la negatividad/fracaso. La infancia recuperada(F.Savater) contribuye a que la ventana abierta limpia de impurezas el habitáculo de olor cargante/asfixiante. Guerra, exilio y demás abandonos compaginan el relato con una tendencia a superar los momentos de decaimiento/desarraigo con dureza espiritual acompañada de poesía en asuntos mínimos. Abrir en canal el alma para que no haya ninguna rendija que haga escapar lo honesto de un lenguaje verdadero por lo auténtico de su consecución. Marisa Madieri no miente ni fuerza el teatro. Prolonga su identidad como terapia a través de unos apuntes que entroncan con un compendio global de ser observadora de conflictos/bonhomías. Plácido/convulso psicoanálisis desde la soledad/valentía de las páginas en blanco. Un detalle es un mundo en profundidad en el cielo no oscuro de su registro visual/sentimental que no descansa por la necesidad de no dormir la estética prolongada hacia el infinito de esperanza. No hay borrones, sí nubarrones que se pierden en lontananza ante el mínimo rayo de sol(Los Diablos).

                Filosofía encubierta que pasa desapercibida como si no fuera fundamental detenerse en un terreno no abonado por el discurrir de la obra. Sin embargo, hace su aparición el pensamiento en líneas que más parecen de descripción que de reflexión, pero que dan paso a un ejercicio de aproximación al conocimiento por lo delicado y a la vez amplio en su determinación exclamativa. Un dolor moral ante hecho pequeño, sin tentativa de ofensa despierta la postergación de un alma sensible incapaz de abordar con serenidad un equívoco que la afecta. El egoísmo de amor(M.Stirner) a la inversa se contagia de una actitud débil  ante su propia identidad. El dolor ajeno despierta en cada cual la esencia del dolor propio y así cuando actuamos por el otro lo que en verdad hacemos es actuar por/a favor de cada uno de nosotros. En este caso, el mal propio despunta el recuerdo/sensibilidad de lo sangrante del mundo. Es la conclusión sin subterfugios de la niña en su habitación de colegio religioso a la que tienen que ayudar en su congoja seres cándidos que la acompañan. Soledad de muchacha débil/fuerte en instantes de riesgo para su estabilidad emocional. Vulnerable al papel que se transforma en cartón. Esfuerzo por no sucumbir al peso de una evidencia que se resiste a aceptar su condición esencial. Trabajo por disuadir una hipotética hecatombe. PALABRA como terapia/agarradera que visualiza el triunfo de la apuesta por lo presente/venidero.

               "Retomé mi vida de siempre en el internado, hecha de estudio, de obediencia y de sombra. También de resignación, como si al fin hubiera entendido un antiguo secreto, que toda la vida era una larga, paciente espera".

                Finitud que afila sus uñas y hace que la Impresión de Realidad(X.Zubiri) de la niña sufra una agresión en forma de perplejidad(J.Muguerza). Humana condición y animales pasan por el filtro de la congoja al ser objetos centralizados en el silencio de la percepción. Subyace un grito contenido por el absurdo de tamaña aparición. Sollozo/estabilidad desde un cierto estoicismo que se repite en las páginas del libro. No sirve la protesta cuando la gnosis tiene sus barreras/límites. Llevar el peso de la incertidumbre con la fuerza de una dignidad/predisposición fruto de una sabiduría innata que nunca desfallece.            
               "Solo morir permanece
               Como la más inmutable razón
               Vivir es un clavo ardiente
               Un ejercicio de gozo y dolor".

                                            (L.E.Aute).

       

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                    Cielo(s)/Infierno(s)-W.Blake- y la metáfora del VIAJE como descubrimiento que se perpetúa en un sin fin de expectativas que destrozan lo estático(¿aburrimiento?) por monótono y poco atractivo. Olores, Cine, Nieve, puntos de referencia en el no detenimiento que da significado complementario de variantes a pie de calle desde el lujo imaginativo que bordea lo satisfactorio. Lectura, detención/incremento de aleatorias conversaciones con la fantasía repleta de anécdotas reales. AGUA(S) que se renuevan en flujo incesante de perspectivas. FRATERNIDAD Y FE inseparables con tendencia a borrar como mayúsculas aquellos términos fatigados por excluyentes de un proyecto positivo encarado a la defensa de ideales de acercamiento humano.

               La respuesta está en el viento(B.Dylan) que sopla entre la placidez/desasosiego y hace que el vértigo/equilibrio modele la efigie bella en esencia.

                "También verde agua se llamaba aquel color, que para mí es aún hoy es el color del amor".

                 Surja la flor, si surge, con olor fresco y bálsamo de Libertad. No forzar....FLUIR.