TIRADITO AL AJÍ AMARILLO DEL DUQUE DE MARZANA.
Curiosidad por parte de los amantes del libro al sopesar la importancia de la organización de esos volúmenes que prolongan la identidad de cada cual ante el vislumbre de la biblioteca propia. Orden y disciplina, no como imposición sino como lectura de lo que de forma consciente/inconsciente supone un ejercicio de composición ante el abultado número de ejemplares que de forma aleatoria pululan por el habitáculo delimitado en espacio para múltiples interpretaciones. Roberto Calasso(1941-2021), humanista italiano, escritor, conocedor de los ambientes que rodean al libro, ensaya una aproximación al mundo del objeto impreso en "Cómo ordenar una biblioteca". Sujetos sometidos a variables sucesivas para dar un significado a la pretensión de explicación sobre las motivaciones que encierran clasificar esos tomos personales que proyectan afinidades subjetivas. La forma de tomar partido por/ante el fenómeno libresco deja entrever la personalidad del lector que guarda cual tesoro su preciado botín. Estanterías que se colman y tienen estrecha relación con temática determinada. Baldas equilibradas sin ápice de desborde por la cantidad del producto no forzado/almacenado.
Manías persecutorias en el engranaje camuflado de prioridad en el orden establecido para distinguir ese objeto de deseo(L.Buñuel) en la figura del libro acomodado. Tácticas para diferenciar uno u otro según autores, referencias y temas. Imposición en el silencio de la biblioteca. El escritor ejecuta su predisposición en pro de un momento de quietud en el amplio lugar donde habita el no olvido. PAPIRO, forro que hace que no se visualice con intensidad la portada y así se consigue un cierto descanso en esa impronta que amenaza con violencia visual el nombre y título de tamaño trabajo seleccionado. Pilas de ejemplares desconocidos con el único nexo en común de ese algo que pertenece al emisor en su sagacidad por la selección concebida. El "vecino amigo", lo inesperado junto al necesario por elegido se presenta/convierte en alegre sorpresa por la calidad del texto. Revaloriza/revitaliza la biblioteca el aparente azar que oculta un orden selectivo hecho acorde a las predisposiciones del dueño y señor de ese ámbito de exclamación en el silente laboro de organización. Los amigos no defraudan porque han sido puestos/seleccionados en función a un deseo de compartir con el prioritario el gozo temático, enriquecedor de una elección acorde a una sabia personalidad que entre el orgullo y la humildad se pone en situación(J.P.Sartre). Afluente final en el que confluyen las expectativas puestas en la materialización de ese espacio abierto a lo insospechable pero que esconde una cierta lógica que hay que comprender con el recurso de la interpretación psicológica. Coleccionistas enamorados del color de los libros, de temáticas sofisticadas que dan renombre al sujeto camuflado de objeto. Ediciones/adicciones antiguas encontradas en lugares que bordean la fantasía por cómo han sido halladas y el precio acompañante entre risueño e imposible por la valía de una realidad percatada. Un fortín del que se siente orgulloso el enamorado de la magia que rodea al volumen(catalogado/descatalogado) en un juego siempre abierto a lo inesperado que da alas a lo bello del enigma ante la lectura. Sagacidad silenciosa ante la joya encontrada y llevada en mano a precio irrisorio. Ambición por lograr lo inesperado con el ansia de haber sorteado un peligro económico de dimensiones difíciles de predecir. Siglos pasados y tendencias olvidadas que resurgen de inmediato al paso cadencioso con visos de elección reflexiva/azarosa. Interrelación de autores que comulgan con el fin de aunar argumentos solicitados por el observador de un mundo en movimiento/estático. Se sale de la biblioteca, se permanece en ella, y el mundo abierto ayuda a potenciar hasta el infinito los gozos del entusiasmado por el papel impreso.
Caldo de cultivo para propiciar la amistad simbólica con el vecino de balda,ese desconocido que a fuerza de convivencia resulta cercano y que sirve de fraternidad mutua entre el lector y él por haberse dignado el primero a situarlo en ese lugar que esconde un desarrollo psicológico determinado. Es cierto, hay una simbiosis de complicidad entre el libro, a veces seleccionado, y el que se localiza junto al elegido. Albricias por el logro de abrir perspectivas temáticas sin proponérselo. Todo cabe en el espacio abierto. Panfletos, revistas, textos fotocopiados. El recuerdo y sus momentos para reiniciar una nueva literatura entre colectiva y personal. BIBLIOTECA, mundo sonoro/insonorizado en sinfonía/sintonía de VIDA.
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