Elvira lindo vino el año pasado a presentar
su último libro noches sin dormir en la biblioteca de bidebarrieta. Ahora ha
venido con el festival de la risa Ja que organiza el escritor Juan Bas y que
empezó ayer. En la sala bbk de gran vía nos ha regalado un monologo en el que
repasa su carrera en el periodismo, como se lanzó a la fama en la radio con el
programa de Manolito (después llevados a los libros) o sus colaboraciones para
el país con tinto de verano donde los personajes inventados se parecen mucho a
su marido Muñoz Molina y a ella misma cuando pasan el verano en la sierra de
Madrid. También habló de sus diarios sobre Nueva York en invierno.
Se presentó como una actriz secundaria. El
humor lo traemos de fábrica, es lo conveniente y una actitud de vida. El humor es
una dote. Siempre hay el extravagante personaje del que se ríen los demás de
ellos sin saber él por qué se ríen. Frente a la pretensión de que la tomaran en
serio ella siempre cosechó la broma. El humorista es el ser más inocente, pues
emana humor, él mismo es el primer material que trabaja- No necesita otros
seres humanos para reírse, no se ríe de los demás, de los débiles, incultos,
paletos y marginados. El buen humorista se reconoce en los seres defectuosos de
los que no se ríe. Mira alrededor y lo caricaturiza sin animo clasista o pretencioso.
Elvira Lindo siempre ha estado a la altura del montón como dice el tango. Padece
desde párvulos hasta ahora a los graciosillos de turno, los típicos gallitos
del colegio. Esos matones no le hacen gracia. Los chulos de barrio están seguros
de que habrá publico que reirá la gracia. El gracioso profesional siempre
encuentra un público a su altura. Engarza un chiste con otro. Bendecido por el
humor, ella está agradecida al buen humor, no puede disimular que se toma la
vida con humor. Se dedique a lo que se dedique, sea fontanero o escritora, el
alegre hará con tono de comedia todo lo que participe
Elvira Lindo hubiera querido ser una niña
seria, de las que imponen a sus maestros, que impregne serenidad. No quería ser
una niña repelente, una niña con bondad y sabiduría. Le hubiera gustado decir que,
si y decir que no cuando algo era un abuso o un inconveniente, pero la cosa se frustró
desde el principio. Su madre decía que lloró mucho cuando nació la niña. La
niña estaba presente en esa confesión. Sopesaba la magnitud de la tragedia.
Mirando el infinito, arrancándose los pelos de las cejas, sintió pena por su
madre, por la pena que se llevó su madre cuando la trajo al mundo. Con una poca
sensibilidad que tengas te hace sentir muy mal ese comentario. La niña esperanzada
aguardaba quieta y agazapada que la historia de su madre concluyera mejor de lo
que empezó, como un animalillo. Ha oído ese drama materno contado a amigas,
madres... En aquellos años, cuando era niña y no existían los traumas ni el reforzamiento
infantil las madres hacían recuento de todos defectos que tuvieras, los tenías
muy presente. ¿Cuál de ellas tendría más razones para estar más cerca de sus
hijos? La historia no acaba con el nacimiento, la cosa acababa de empezar. En
el 62 la madre da a luz a Elvira Lindo entre gitanas que maldecían y cantaban.
La madre no quería quedarse embarazada. Su alegría es que salí niña. Ya eran
dos niños y dos niñas. Ese paralelismo le consolaba. Le alegraba que además de niña
no saliera retrasada. No se hacía la prueba de grupo sanguíneo. Según la estadística
tendría que haber salido normal. Creyeron sus hermanos en la ley de la
estadística. Elvira era neurótica y aprensiva. Veía signos en las cosas.
Ocultaba su retraso e intentaba pasar por una niña normal. No le ha ido mal, en
la vida siempre hay esperanza. Su madre le considera absuelta del pecado de
haber nacido. Ella la había salido muy cariñosa y alegre. Tenía una hija formal
y guapa, un hijo reflexivo metido para dentro, un hijo juguetón y audaz y a
ella le toco la alegría. La madre veía que cada hijo tenía su virtud y su
defecto. Esta es la guapa, el raro, el bruto. Esta es nuestra alegría, la
presentaron a ella. Mira que ojos tiene. La madre era trasparente. ¿Cómo eran
las madres vuestras? Las visitas se fijaban en los ojos, no querían que viésemos
el resto. Te marcaban a fuego como ternera para toda vida. Se ganó su cualidad
en el mundo; la alegría. Sus cualidades que le tocaron no eran de su gusto.
Hubiera preferido ser seria, guapa, tranquila, y modosa. Era una niña de
autoridad inquietante. Cariñosa y alegre. Como superviviente que es percibió que
esas cualidades le absolvían del pecado de nacer. Como un preso que quiere que
le conmuten la pena por su buen comportamiento. Fui cariñosa y alegre. Esas dos
cualidades le han dado mucho trabajo. Son cualidades referidas al amor, tienes
que hacer algo. Otros han trabajado menos que ella. El afecto de los demás o la
admiración no te vienen dados. A veces se cansa mucho. Ha trabajado para que la
quieran, para que la escuchen. Siempre alegre para hacer felices a los demás.
Revindica el derecho a enfadarse, a estar seria, pero ya es muy tarde, ya no le
sale bien, hay que aprenderlo de niña. Luego anda como pidiendo disculpas. Su
santo dice; vives prisionera de tu simpatía. De niño era tan alegre que daba
lastima. Sus hermanos eran más tímidos y prudentes, yo era todo espontaneidad, la
alegría de la casa. Recibió en la playa de Benidorm la visita de su padre, un
empresario de construcciones venía con el hijo de 18 años. Se puso un eslip
pegado. Era la primera vez que veía una protuberancia de esas dimensiones. Sus
hermanos eran muy pequeños y su padre llevaba un bañador como los de Fraga.
Agarró el bulto, pero ¿esto qué es?. Era el año 68 del mayo francés y la primavera
de Praga. Una niña de 10 años agarró el paquete a un chaval. La madre lo veía
con inquietud. Los hermanos la dejan en evidencia. Nadie volvió a mencionarlo. Qué
diablos había tocado. Elvira reclama su derecho a revindicar la inocencia. Te
juro que lo cogí sin querer. De niña su padre subía al taburete y decía canta.
Entonaba “ese toro enamorado de la luna”, coplas de la radio internacional.
Imitaba a Rafael, a Cela, era una veleidad de niña, camaleónica. Con 19 años
imitaba a Cela. Era gran imitadora. Le ha costado medio siglo. Como niña de 9
años, bajita y rellena había elegido a un señor tan desabrido como Cela para
sus invitados. Su padre se reía demasiado conmigo, como con sacudidas en todo el
cuerpo. Con rabia incontenida, y celos, los hermanos echaban miradas. Sus hermanos seguían creyendo en la estadística.
Estuvo expuesta a la mirada crítica, a la risa y burla; la maniática, la gordita,
la consentida. Cuando uno se implica en una obra verdadera hay que sentir algo
de vergüenza. Lo siente en sus comparecencias. Flanery O Connor decía que el
escritor tiene un toque de estupidez pues se fija con más atención de los que
están seguros de su inteligencia. Es torpe, mira lo de los demás, dicen que es
descaro pero quiere mirar lo que otros no ven. Siempre lo dio todo. Recuerda el
taburete de gloria al que le alzo su padre cuando ponía su voz. Sus hermanos
juzgan su desparpajo como algo ridículo. Construía con ellos pequeños
teatrillos. Esa noche se parece a la de los primeros años en su inocencia e
intensidad. Tiene una manera de moverme graciosa cómica que no es por voluntad
suya pero que los demás ven. Imita a la actriz italiana, con andares parecidos
a ella, le sale mejor que Cela. Su marido ríe porque lo hace bien. Su marido le
dice imita y ella imita. Pienso con ternura hacia la niña que fue hubiera
disfrutado trayendo al mundo una chica torpe como ella. Se impacientaba con
ella la madre. Era su alegría, pero también una preocupación. La desconcertaba
mucho. Sabiéndose enferma quiso advertirla de los mil peligros antes de dejarla
sola para protegerla. Era demasiado espontanea, decía todo sin pensarlo, era
inconveniencia lo que había dicho. Tuvo un paréntesis en la etapa adolescente.
Por camuflar complejos, hacerse parte del mundo, paso un periodo duro
sarcástico. Hacia bromas en el instituto de los que se arrepiente bastante. Los
padres no creen que sus hijos no son siempre víctimas, sino que a veces hacen
papel de chungos agresores. Se acuerda de víctima de niña y de adolescente
capitaneando bromas crueles. Esa época pasó con la adolescencia. Quería ser
sexy, las chicas humoristas no lo son. Los comediantes varones son más
graciosos, no más guapos. En el teatro clásico viven con pasión su historia de
amor. Los secundarios aligeran el texto. Buscan sexo, son pillos, embaucadores,
concupiscentes, representan las debilidades humanas. Uno mira dentro de si y
encontrará que el humor es el recurso que usas para ocultar tus defectos.
Al Gafotas la madre le da una colleja. No le fastidia
que le llaman Gafotas, le gusta. En diego Velázquez su colegio todos tienen un
mote. Un chulo me insultaba cuatro ojos o Gafotas. Me podían llamar cabezón
pero no se les ha ocurrido y no voy a dar ideas. Si no tienes mote no eres
nadie. No tiene sentido insultarme Gafotas porque es su mote. Manolito es un texto
inofensivo lleno de ternura y piedad. Muchos críticos quieren borrar de los
cuentos el lenguaje de la calle. Emilio Lorenzo, académico, es la persona que
más ha estudiado a los traviesos de la literatura, incluido Hukelberrry Flint.
A Manolito le llamó pícaro sin hambre. Este personaje le causó problemas que
nunca había imaginado. ¿Por qué un niño y no una niña?, porque Elvira era la niña
que hubiera querido ser niño. La parte desatenta y despreocupada de los niños
la atraía. Se exigía menos. No tenían obligación de ser prudente. En el 94 pasa
de ser un personaje radiofónico a literario. A un niño puede ponerle cobardía, hacer
antihéroe. Manolito es un ser encantador más dotado para la expresión oral que
los chulos de la clase. Si hubiera sido una niña tendría que haber hecho un personaje
completamente distinto. Mas intrépido, no sometida a las burlas de los compañeros,
brillaría por encima de los compañeros por su inteligencia. ¿Por qué no
escribiste un personaje femenino? Siendo niña no permitirían que el personaje
fuera torpe. Buscó un niño que no destacara por su fuerza física ni destacara
en clase por empollón, un niño como ella pero que supiera contar historias. Se libró
de muchas correcciones políticas porque era varón. Maquillaron su forma de
vivir. Es un personaje que se ha dejado hablar libremente en España más que en
otros sitios. En Francia Manolito no vive con su abuelo. Esa cercanía física es
inquietante e inaceptable el maltrato psíquico de la madre y físico. En irán
hay un capitulo en que el Orejones sale del armario y lo querían censurar. Los
principios son los que son en todas partes. No se puede cambiar de país en
país. Irán no reviste moralina de progresismo. En EE.UU. la señalan directamente
como una hereje en presunta defensa de la infancia. Manolito habla con ironía
de las collejas. Los guardianes de la pureza lo convierten en maltrato físico.
Lo consideran una defensa del acoso escolar. El niño da de comulgar a la perra
con galletas oreo. Le andan subrayando las cosas que hay que cambiar. El problema
no era comulgar a una perra sino el maltrato animal de darle dulces a un
animal. Un niño jamás debe dormir con un adulto. Todo adulto es sospechoso de
pederastia, solo se salva la madre. Habla con una escritora llamada Elisabeth.
Leyó un capitulo en el prado. Van al prado y se detienen ante las 4 gracias de
Rubens. Se mofan ante las mujeres gordas como haría cualquier niño. El
dibujante hizo un esbozo, un collage de la pintura. Era inadecuado que hubiera
3 mujeres desnudas en un libro infantil. Miran el cuadro clásico con señoras
vestidas. Es espantoso. Los que sólo os movéis en la literatura para adultos no
sabéis la cerrazón que mueve a los supuestos defensores de la infancia. Para
eso es mejor que no te traduzcan. Hubiera tolerado adecuaciones en el libro,
pero no la censura ridícula a la que fue sometida. Una profesora de literatura
tradujo una parte e hizo un libro cómico de cómo había vivido ella esa censura.
Se critica la falta de pudor. No querían verse implicados en un caso de
incorreción política. Un editor huye de que le señalen como incorrecto
políticamente. Había oído hablar de la corrección política pero nunca imaginó
que sería tan dura. En el 92 frecuenta el mundo literario de EE.UU. Solo podía
sobrevivir allí el puritanismo, las supuestas causas progresistas politizaron el
lenguaje común, podían neutralizar a un escritor acusándolo de imperialista,
sexista. En España todos controlamos nuestra tosquedad y nos autocensuramos.
Chirriaban expresiones machistas, sexistas y homofobas. Cambió el lenguaje con
nuestra mentalidad. El corsé del lenguaje no cambia el mundo, pero da poder a
quien se erige en juez de la corrección lingüística. Hace 3 años sacó al personaje
de la colección juvenil que tantos lectores había creado. Y lo publicó en
edición de adultos. Si los padres permiten que se lea los niños es cosa suya.
No escribo para educar, eso hacen los padres educadores,
pero no la literatura. Aunque es cierto que la literatura forma en aspectos
donde la educación formal no llega. El próximo Manolito será sólo para adultos.
Manolito elige la carrera más fácil del mercado, periodismo, tratará sin éxito
de independizarse de su familia pesada y pegajosa, soportará a un hermano
sociópata genio de la informática. Fumara porros de vez en cuando. Le sentaran
mal. Tendrá sexo con Melody Martínez, no demasiado satisfactorio. Los padres recluidos
en la prisión. Manolito estará cargando como buena persona con los problemas de
los demás. 20 años después de manolito presenta en la librería Méndez su todo Manolito,
vio en la presentación a muchos veinteañeros que se habían iniciado a la
lectura con manolito. Sus libros no les habían convertido en capullos machistas
acusadores. Llevaban piercin y gran libertad en el estilo indumentario. Ella
abrió puerta al humor que no habían cerrado nunca. El amor en si mismo es pedagógico,
aunque los pedagogos le tengan tanto miedo. La inteligencia se despierta. Está
protegido en su condición de personaje para adultos. Es triste, pero tiene que
ser así. No quiere que le censuren como a Hukeberry Flint, retirado de las
lecturas universitarias y de las escuelas. Pueden ser muy sensibles. En los
campus han conseguido que lleven una etiqueta de advertencia de que dentro hay
palabras y frases que pueden herir su sensibilidad como los paquetes de tabaco
o las películas x para mayores. En Colombia university donde ella vivía había
estudiantes que pedían que se señalara los libros de mitología griega por las
atrocidades que pasaban en los mitos griegos.
En el 2000 el país le pide un diario de Manolito.
Escribió el diario de una madre aburrida, como ella, parecido a ella, que pasa el
verano en la sierra con su santo, su marido. Escribió tinto de verano pero no sabía
la repercusión de esa novela hasta que volvió a Madrid. Había un interés
morboso. La censura no ya de la corrección política, sino de los colegas o del mundo
cultural que censuran su comportamiento. No es que lo haya oído, lo ha leído en
estudios, el modelo de mujer frívola neurótica reflexiva no se corresponde con
el modelo de presencia femenina heroica que debe aparecer en las modernas
novelas. Las mujeres deben ser heroínas. Las mujeres neuróticas, menos inteligentes,
son como las mujeres de estos escritores. Hacia una parodia de la pareja del
intelectual. Convertía al marido, un hombre de prestigio, en un ser inocentón
del que la mujer se ríe, y lo ridiculiza. Hay una división aceptada de papeles. Unas
acusan de vulgarizar a la mujer y otras de lo contrario, de vulgarizar a un
señor. Parece que no se enteran de que Cela o Umbral, nadie se altera cunado
bromean con los problemas domésticos y sus señoras. Siempre hay aguafiestas. No
era licito que una señora se cachondeara de su vida privada. Quieren que la ficción
se vengue de nuestra postergación histórica. Los hombres se sienten mal si
haces bromas femeninas. Como su marido tenia buen sentido del humor (condición
imprescindible para casarse con ella) no se sintió ridiculizado por ser
caricaturizado. No fue censurado. En el país la persiguen para que escriba mas
agostos. Pero estaba cansado. Aun no soportaba el asalto de las redes sociales.
En nuestros días no hubiera dudado un asalto. No sabe si es cobardía. Quiere
calibrar en que gasto su energía. Mejor en una comedia, un libro. En un medio
no se sienta tan expuesta. No entienden la diferencia entre ficción y realidad
los lectores, la culpa es suya por tomar tantos elementos de la realidad. No
pensaba que alguien lo tomara como realidad. Lo pensó como diario íntimo. El
tono era tan cómico que no podía imaginar que la gente pensase que su vida era
si. Había amigos y familia que lo pensaran.
Firmaba con su nombre en un periódico, había asuntos que jamás se
atrevería a abordar. Se ha tomado en serio la libertad de expresión. Más
importante es expresarse sin tapujos que cobrar millonadas. Y tinto verano son
los artículos mejor pagados en su vida. Manolito es el espacio en radio mejor
pagado de su vida. La incomoda auto censurarse en los tintos. Quería contar más
cosas atrevidas. Hubiera sido más procaz si no estaría su nombre por delante y
los intereses de los lectores. No hizo contenidos sexuales porque no quería que
sus lectores entraran en su dormitorio. Le hubiera gustado hablar de infidelidades,
mentiras familiares, celos, desconfianza, no podía porque todo se hubiera
tenido como real. Se dio cuenta de que había una imagen de ella en la opinión público. Se convirtió en una mujer inconveniente. Lo
era mucho antes pero no se habían dado cuenta. Más fácil ser inconveniente
estando soltera. Ponían al rostro un nombre completo. Por eso dejó el humor de
tinto de verano. La gente se interesaba por su vida personal. Se hace humor más bruto en antena 3, humor
sin conexiones personales Al escribir debe olvidarse de que tiene familia,
amigos, un humorista se mueve por atrevimiento. Hizo el trabajo con tanta inocencia,
no sabía que su inconveniencia pudiera molestar o agredir a los suyos, a su
familia. Rafael azcona le dijo no des explicaciones, son muy graciosos. Da
explicaciones porque le da la gana. Las mujeres deben expresar los asuntos que
justo o injusto los cohíben. Su humor no ha sido nunca hiriente pero no es lo que
se esperaba de una mujer, no de los trasgresores ni de los pogres. Mas trasgresor
que el humor más canalla o sangriento. Quería hablar de tu a tu al feminismo.
Lo es desde niña sin darse cuenta. No tiene que ahorrarse chistes sobre
feministas. Esa mujer se parecía a ella pero no era ella. Cuál era el problema.
La mujer tiene un papel heroico, una forma de mostrarse en literatura. ¿El
problema era que ella se depilara, que le acusaran de misógina, que se compraba
cremas exfoliantes, que leyera novelas de Simenon y él cosas sesudas, que él
fuera erudito y ella no, que a él le gustaran los documentales como el fin del planeta
tierra, los apocalípticos y a ella no… todo está basado en cierta realidad. No
son los hombres los que ordenan la biblioteca, ella la ordenó…tenían muchos
libros de Hitler Stalin franco… gulag, amigos Hitler. Tenemos que aliviar un
poco biblioteca. Solo tenemos a dictadores. Es un asunto muy personal. La comedia en viñetas como aquella que eran
viñetas marca las características de los personajes para que sean reconocibles,
el humor es cuestión de ritmo, tiene música y matemática, no es un tocho de
filosofía, son apuntes a vuela pluma. Ahora es más seria escribiendo, es más
libre, no quiere hacer gracia siempre. Usa otros tonos. Usa el humor cuando
quiere. Le hubiera gustado al periódico que fuera la graciosa de guardia. Pero
ella sufre aversión a verse encasillada, es lógico pues el periódico te pide lo
que haces bien. Se irrita y se rebela de que las mujeres tengamos que ser no sé
por qué criterio periodístico la chispa o la guinda de la actualidad
Si la humorista escribe algo serio o grave es
porque esta triste. Los primeros artículos de 2004 eran continuación de tinto
verano. Son relatos humorísticos, frescos, que jamás haya escrito. Te
sorprendería lo aburrido que es Nueva york. Estaba tan sola como las
americanas. No siendo americana se hacía más grave. El señor que pone voz en of
en el record es la única persona que le dice algo en todo el día. Su marido
dirigía el instituto cervantes y estaba siempre trabajando. Se había vuelto un ejecutivo
de la cultura. Estaba sola. Se vengaba de su tristeza con el humor sin meterse
en jardines políticos por respeto al cargo del marido. Era el humor absurdo de
una mujer recién llegado a Nueva York, una ciudad que solo estaba en mi
imaginación. El pasado mes de abril presenta en el Cervantes de Nueva York su
libro noche sin dormir. Cuanto ha llovido desde que llegó a Nueva York en 2004.
Molina le hace un discurso de cómo la había conocido, de cómo trabajaba para él,
esos guiones que le parecían horrendos a ella y que el buscaba entre los
cajones. Se sentía como si la hubieran observado todos estos años, era una
preciosa distinción. Dijo algo que no había contado ni siquiera a ella. Aquel
oscuro primer año para ella estaba bajo la sombra del cargo del marido. El tema
era ella. Le pidieron que dejara de escribir sus artículos. Contó eso al público.
Sintió un sudor frio, como flojera. El primer invierno fue muy duro para ella.
Aquel humor gamberro e inocente le sirvió de salvavidas. Se rebelaba hasta ese
sentimiento tan destructivo hacia si misma, que reconocía de su infancia,
cenaron tras la charla pero no dejaba de darle vueltas que su forma de escribir
era inconveniente al ser esposa de un cargo público, pero ella era consorte ¿o
algo más?. Las personas como ella no deben casarse con nadie. ¿Dejarían a mi
cuidado un niño de pecho, o las llaves de casa para regar las plantas en agosto?
En el humor hay gente que gusta y gente que no pero lo increíble es que le
pidan que no escriba.
Desde que vivo en Nueva York, no he pisado un
museo, no es que haya hecho voto a la virgen, no me ha salido del higo como
dice esa cantadora. He ido al Moma, los amigos me escribían para dar noticias. ¿Qué
tal el moma, la reforma? Roza lo sublime. Reconozcámoslo son cursis hasta la extenuación.
Soy mujer libre que hago como dice la maña lo que me sale del higo. Tengo un punto
de vulnerabilidad. Me he encasquetado el gorro punto de vaqueira que tenia. Y
me fui sola al Moma. Como de escritora terminal. Mi santo esta siempre
trabajando, ojo al reproche. Llamo a uno de gigolos de la gran manzana. Soy
insultantemente joven. Me ha dicho el doctor mc Douglas que tengo el colesterol
tan bueno que se sale del gráfico. Ojo con el intento de ligar con el piropo
del médico. Necesito a mi santo o a dos
gigolos que me lleven al Moma. Pueden ser gays o no. Ve muy rancio ir al Moma
con mujeres. Es cutre, horterada, como de sexo en Nueva York. Las 4 chicas en
realidad son gays. Es increíble que una mujer de esa edad tenga tanta
promiscuidad. Con lo que se curra aquí, lo reventaba que acabas, el tiempo que
pasas en el metro… solo me acuerdo que tengo chocho cuando me duele o huele. Sexo
en Nueva York es la serie de unas mujeres que hablan de penes, ojo a manera de
decir poyas. Me parece como de machos hablando de conquistas. A mí a la 1 tarde
no me lleves a ver cuadros, que te los tiro. Ponme ante un Blody Mary. Fui a
una cafetería del Moma. Me da síndrome si no tomo el Blody. Estaba hasta topes
le dieron mesa. El gorro de vaqueira abre las puertas en la gran manzana. Hay que
ver lo que hace un gorro. Da categoría social. Parece que tengo más dinero del que
tengo. Gusto con el segundo y con el tercero ya no sientes las piernas. Se dejó
el gorro de putón toda la comida puesta. Fue al baño a rascarse por el sudor
calor que provoca. Que vómito los bares del Moma. Dan ganas de llevarse unas
revistas, por ejemplo las razones de la razón práctica. Fui a ver los cuadros,
el arte conceptual me fascina. Tengo el nivel de blody Marie un poco alto en la
sangre, me voy a pegar una siesta. Me reboté contra el minimalismo. ¿Qué habría
ducho la maña en esos momentos?; aquí volveré cuando me salga del higo.
“Debería ser una señora dedicada a hacer
estudios literarios femeninos. Revindicar a escritoras olvidadas. Hacer un progresismo
aceptable. No hacia el papel de dama distinguida que sabe de letras de la mano
del señor académico. Era una mujer independiente e insumisa”. Los que la
quieren la quieren por eso. No es fácil llevarla a cuestas. Su madre le
advierte de su mal comportamiento. Ella no vivió para ver su verdadero desenlace.
Ahora Elvira Lindo se gana la vida a diario escribiendo. La inocencia sigue
acompañándola. Lucha a diario contra la voz censora, esa voz que la corrige. En
2013 su marido gana el príncipe de Asturias, hubo que vestirse bien, portarse
bien, ser ella buena consorte. Se pusieron para dar la mano al rey. Un súbdito
la dijo derecha, se puso firme como si estuviera en el ejército. ¡Estas loca,
si lo que dice es que te pusieras a mi derecha!. No paró de reírse en el
paseíllo. A su derecha bien derecha. Leer resulta difícil portarse bien todo el
tiempo. Hay una contradicción entre la inocencia y la travesura. Ella tiene al
fin una sonrisa relajada entre sus labios. Muchas gracias
https://www.youtube.com/watch?v=16PnphgYdr0
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