INÉS CAGNATI(1937-2007).
SENDEROS AGRESTES.
Infancia, pedaleo, esfuerzo. Fatiga al dejar la bicicleta. Primeras líneas de "El día de asueto" de la escritora(afligida) italiana/francesa Inés Cagnati. Preferencia por el sol a la molesta lluvia. Declaración de intenciones. Parece que va a llover. Idea compensativa(J.Piaget) en campiña abandonada.
"Esta es una tierra de ciénagas, llovizna y brumas. Es en una tierra con SOL donde me gustaría vivir".
Soliloquio denotativo entre pesadumbre y objeto de enganche para huir del malestar y reconocer el valor de la prolongación de identidad/apoyo:BICICLO, retrato de lo blando/blanco con el que sí se puede contar porque no defrauda. Muchacha joven de instituto que atisba los sinsabores de la incomprensión/incomunicación. Al igual que MOUCHETTE(G.Bernanos/R.Bressond), los cuatrocientos golpes(F.Truffaut) hacen mella en su corporeidad/ espiritualidad proyectando un mohín inquisitorial que roza la preocupación. Muestra un complejo de inferioridad que desea el alejamiento como medida preventiva/protectora ante su autoestima/presencia del otro.
"Uno jamás encuentra consuelo".
Elemento para un cierto optimismo: amiga(Fanny), compañera de clase con/por la que siente complicidad/libertad alejada de la envidia, en una relación de igual a igual tan anómala en su compleja situación que resulta placentera la presencia de un ser luminoso, contraste de lo oscuro de su hábitat.Contrapunto complementario para una positividad psicológica necesaria. ABANDONO por patito feo perdido en el lago. Resplandor/amor por/con animales más que con humanos sinónimo de brusquedad/crueldad.Instituto, padre, cotidianidad, centros de infortunio para una sensibilidad soñadora necesitada de sentido poético que anhela un posible que siempre se reduce a un trance quimérico. TRAGEDIA/BELLEZA inseparables en una ambivalencia que explica cualquier instante de unas realidades condicionadas por el ambiente y el movimiento de interpretaciones/interpelaciones de carácter convivencial que, cual fina hoja de otoño, lesionan a la protagonista/autora en una repetición de hechos/nombres que resultan cansinos y nocivos para una higiene mental necesitada de aire oxigenado. La claustrofobia debilita su potencia gracias a esa naturaleza que, aún fiera, purifica el cierre a cualquier matiz de quietud(espacio/humanidad).La Belleza a la que se aspira se cuela en el relato y hace que el lector descanse de un discurso plúmbeo exento de tendencias parsimoniosas. Lo sórdido se comprende porque no hay indicios de paralización en el recorrido vital; todo lo contrario, la inventiva/praxis de consecución de un estado idílico se convierte en fuerza arrolladora que, a pesar del contexto, siempre está en pie, no se arrodilla por falta de fe/debilidad y alcanza una DIGNIDAD admirable/envidiable. La tragedia es esencial en la presente obra; la Belleza, a modo de protesta ante la dictadura de lo impuesto,es EXISTENCIAL por la imposibilidad YA de darle la espalda y admitir que "al estar condenados a ser libres"(J.P.Sartre) no queda más opción/acción que la de afrontar el destino con el parámetro de la rebelión/revolución(estética/ética).No es de recibo desfallecer aunque se den todos los condicionantes para ello. El riesgo está en no saber verter(adolescente inmadura) lo vivido y lo ansiado, ya que es pertinente la afloración de una brizna de esperanza donde avanzar requiere que lo estático esté condenado a la destrucción. Vertiginoso discurso como prolongación de un movimiento incesante salpicado de amargura sobrellevada con resignación unida a un hálito de superación, no desde la fantasía sino desde una convicción de apuesta de futuro.No hay florituras embaucadoras de ilusiones reflejadas en diálogos y pormenores juiciosos. La velocidad de pensamiento queda plasmada en el espejo de un texto vivido sin lentitud, con la fuerza que da la rapidez de comprensión tanto expositiva como visual/empírica.Soledad acompañada de la propia soledad de ser sí misma(protagonista) como base sólida ante lo que es un boceto sin engaño que afronta un destino incierto. Nada ni nadie detiene el ansia de conectar con un mundo(su) que venera/añora la flor que destierra el barro.Bruma y niebla/Aurora y viento sur. El lector no deja de acelerar al unísono de la joven. Ambos siguen el mismo recorrido en una complicidad embadurnada de precisos fonemas a cielo abierto y con herrumbre visual. Fealdad/hermosura.
"Mi bicicleta es mejor que cualquier persona".
Final desolador:su auténtico objeto de AMOR( a pedales )se hunde en la ciénaga. ¿Qué queda? Un estoicismo de vuelta a empezar en una misma novela que perpetúa una juventud de calvario/PERSPECTIVA. Silencio hiriente de autoanálisis "de mis soledades vengo, a mis soledades voy"(A. Machado) en laberinto sin visos de rendija apacible. La vida es muerte. La belleza es vida. ¡Brindemos por la VIDA!.
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