Palos
de cigüeña
cartones de cerillas
y ningún odio,
artilugios de la vida
que sorprenden
por el hollín y la calma.
Del Monte de los Frailes
bajó el asesino, puso
en mi mano el corazón
de otro.
Arañó la memoria.
*
Se
percibe en su voz
se adentra en la entraña
soñada del cosaco
se precipita como entonces
a por ti.
Sumida en la penumbra
avergonzado si quieres,
averigua en los libros
se mesa los cabellos
se masturba
un poco.
*
Abrasa
esa sonrisa
bajo la noche,
acierta a pasar
el huidizo y su temblor
desaparece.
Una boca y un tigre
que lo relata todo,
por qué esta máscara
ahora o sandez
en el poema.
—Del
libro inédito ’65 MÁSCARAS’.
El
pájaro era sólo un pájaro
Oh, que olor, que brillo del sol! dijo el pájaro
La primavera ha llegado
y buscaré alimento
El pájaro se elevó desde el canto de la varanda
y voló como un mensaje
El pájaro era pequeño
El pájaro no pensó
El pájaro no leía los diarios
El pájaro no tenía préstamos
El pájaro no conocía a los hombres
En el cielo,
sobre la luz roja,
voló el pájaro a través de las alturas de los pensamientos
y disfrutó con locura
los momentos del azul celeste
Oh, el pájaro era sólo un pájaro
·
Fragmento del prólogo de Clara Janés a Nuevo
Nacimiento
fragmento de la entrevista de Bertolucci
La rebelión
La pareja
Sólo el sonido permanece
TENGAMOS FE AL PRINCIPIO
DE LA ESTACIÓN FRÍA
Y aquí estoy yo,
una mujer sola
ante una estación fría.
En el momento de empezar a comprender la
[contaminada existencia
de la tierra
y la sencilla y triste decepción del cielo
y la incapacidad de estas manos acementadas.
El tiempo pasa,
el tiempo pasa.
El reloj ya ha tocado cuatro veces.
Cuatro veces.
Hoy es el primer día del invierno.
Conozco el misterio de las estaciones
y descifro el lenguaje de cada instante.
El salvador está dormido en su tumba
y la tierra, la tierra acogedora,
es una invitación a la tranquilidad.
El tiempo pasa.
El reloj ya ha tocado cuatro veces.
En la calle sopla el viento.
En la calle sopla el viento
y yo pienso en la cópula de las flores,
en capullos con tallos delgados de escasa sangre.
Este tiempo cansado y apagado,
el hombre que pasa entre los árboles mojados,
el hombre cuyas azules venas
se alzan de su garganta como dos serpientes
[muertas
y en su alterada sien repiten una y otra vez
aquellas oraciones sangrientas.
-Hola.
-Hola.
Y yo pienso en la cópula de las flores.
En la víspera de la estación fría,
en el funeral de los espejos,
en la reunión enlutada de las experiencias
[pálidas,
en este crepúsculo fertilizado por el sabio
[silencio,
¿cómo se puede dar la orden de parar
a quien tan paciente, despacio y perdido va?,
¿cómo se puede decir al hombre
que él no vive, que nunca ha vivido?
En la calle sopla el viento,
en los viejos jardines del aburrimiento
revolotean los cuervos de la soledad
y la escalera ¡qué altura tan mezquina tiene!
Cadáveres felices,
cadáveres aburridos, silenciosos y pensativos,
cadáveres simpáticos, elegantes y de buen comer,
en las estaciones los tiempos concretos
y en el sospechoso fondo de las luces
[provisionales
y la pasión por comprar las marchitas frutas
[de la vanidad.
Al principio de la estación fría, tengamos fe
en las ruinas de los jardines de la imaginación,
en las hoces abandonadas,
en las semillas que duermen bajo la tierra.
Tal vez, lo real fueran aquellas dos manos
[jóvenes
enterradas bajo la incesante nevada,
y el año próximo, cuando la primavera
se acueste con el cielo que está detrás de la
[ventana
y en su cuerpo estallen
los verdes orígenes de sus leves tallos,
florecerán, compañero, mi único compañero.
Tengamos fe al principio de la estación fría.
*
SOBRE LA TIERRA
Nunca he deseado
convertirme en una estrella en el espejismo del cielo
o como el espíritu de los selectos
convertirme en compañera callada de los ángeles
Nunca me separé de la tierra
Nunca me relacioné con la estrella
Estaba encima de la tierra
con mi cuerpo que como el tallo de una planta
absobe el viento, el sol y el agua
para vivir
Fecunda de deseo
Fecunda de dolor
Sobre la tierra estaba
para que las estrellas me alabaran
para que la brisa me acariciara
Miro por la portezuela
No soy más que el eco de una canción
No soy eterna
No busco más que el eco de una canción
en un grito de gozo más puro
que el sencillo silencio de una tristeza
No busco el nido
en el cuerpo que es rocío
sobre el lirio de mi cuerpo
En la pared de mi cabaña que es la vida
con la caligrafía negra del amor
los transeúntes
han dibujado recuerdos:
el corazón traspasado por la flecha
la vela volcada
pálidos puntos silenciosos
en las letras agitadas de la locura
Un labio llegó a mi labio
Una estrella se engendró
durante la noche que se sentaba
sobre el río de los recuerdos
¿Por qué deseo una estrella?
Este es mi canto
agradable placentero
Antes no fue más que esto
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
POEMA DEL VIAJE
Toda la noche alguien estuvo diciendo a mi corazón:
"Estás muy agitado por su visita
mañana por la mañana con las estrellas blancas
se irá, se irá, no lo dejes ir"
Y con tu olor me fui del mundo
sin noticia de mentira del mañana
sobre mis pestañas ginas
tus ojos arrojaron polvo de oro
Mi cuerpo está caliente del sentido de tus manos
Mi melena se soltó en tu respiración
De amor me abría y decía:
"El que ama
no intenta maltratar a su enamorado
Con mis ojos lo seguiré si se va
mi amor cuidará de él si seva"
Ahora te has ido y el crepúsculo
extiende la sombra en el pecho del camino
poco a poco el dios de la pena oscura
pone el pie en el templo de mi mirada
escribe en todas las paredes
versículos negros, todos negros
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
SE NOS LLEVARÁ EL VIENTO
En mi pequeña noche ¡ay!
el viento tiene una cita con las hojas de los árboles
En mi pequeña noche amenaza la ruina
¡Escucha!
¿Oyes el paso silbante de la oscuridad?
Algo cruza la noche
la luna está roja y agitada
y sobre este techo que a cada instante amenaza derrumbarse
las nubes como masas enlutadas
parecen esperar el instante de lluvia
Un intante
y después nada
Detrás de esta ventana tiembla la noche
y la tierra va dejando de girar
Detrás de esta ventana una incógnita
nos mira a ti y a mí
¡Oh verde de los pies a la cabeza!
pon tus manos como un recuerdo encendido
.......................................................en mis manos amantes
y como un cálido sentimiento de existencia
confía tus labios a las caricias de mis amantes labios
Se nos llevará el viento
Se nos llevará el viento
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
EN LA OSCURIDAD
En la oscuridad
te llamé
Todo era silencio y una brisa
que se llevaba la cortina
En el cielo apagado
una estrella ardía
una estrella partía
una estrella moría
Te llamé
te llamé
Tenía en las manos
mi existencia toda
como un cuenco de leche
La azul mirada de la luna
chocaba con los cristales
La canción de la tristeza
ascendía como humo
de la ciudad de los grillos
como humo sobre las ventanas
se deslizaba
Toda la noche allí
en mi pecho
hubo quien jadeaba
de desesperación
quien se levantaba
quien te deseaba
y sus dos manos frías
volvía a rechzar
Toda la noche allí
de las ramas negras
se estuvo desmoronando una tristeza
hubi quien se enajenaba
quien te llamaba
El aire se derrumbaba sobre él
como una ruina
Mi pequeño árbol
amaba al viento
al errante viento
¿Dónde está la morada del viento?
¿Dónde está la morada del viento?
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
ENCUENTRO
Aquellas pupilas oscuras, ay
mis simples y solitarios sufíes
perdieron el sentido atraídos
por la escucha de sus dos ojos
Vi que me recorría entera como una ola
como la rojiza pirámide del fuego
como el reflejo del agua
como una nube inquieta por las lluvias
como un cielo todo aliento de cálidas estaciones
hasta el infinito
hasta más allá de la vida
extendido
Vi que en la ráfaga de brisa de sus manos
se fundía
la materialidad de mi existencia
vi que su corazón
de eco mágico errante
recorría mi corazón
Voló el reloj
la cortina se iba acompañada por el viento
lo estrechaba
en la aureola del fuego
Quise decirlo
pero no me sorprendía
la generosa sombra de sus pestañas
que fluía desde el fondo de la oscuridad
como el fleco de la cortina de seda
por aquel largo muslo de deseo
y aquel temblor, aquel temblor mezclado con la muerte
hasta el final perdido
Vi que me liberaba
Vi que me liberaba
Vi que mi piel se rompía por la expansión del amor
Vi que mi volumen hecho de fuego
se fundía lentamente
y se vertía, se vertía, se vertía
en la luna, luna asentada en el hoyo, luna revuelta y oscura
Habíamos llorado el uno en el otro
habíamos vivido con locura
todos los fugaces instantes de la unión
el uno en el otro
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
REGALO
Hablo de lo profundo de la noche
Hablo de lo profundo de la oscuridad
y de lo profundo de la noche hablo
Si vienes a mi casa amor mío tráeme una lámpara
y un ventanuco
desde el que pueda mirar la feliz callejuela
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
EL PÁJARO SÓLO ERA UN PÁJARO
El pájaro dijo: "qué olor, qué sol
ha llegado la primavera
y yo iré en busca de mi pareja"
El pájaro en el borde del balcón
voló, como un mensaje, voló y se fue
El pájaro era pequeño
El pájaro no pensaba
El pájaro no leía el periódico
El pájaro no tenía deudas
El pájaro no conocía a los hombres
El pájaro por encima del aire
y por encima del semáforo
en las alturas de la ignorancia voló
y experimentaba los momentos azules
como un loco
El pájaro, ah, era sólo un pájaro
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
NUEVO NACIMIENTO
Mi existencia entera es un verso oscuro
que reiterado te llevará
dentro de sí al alba de los brotes y el crecer eterno
En este verso te he suspirado ¡ay!
En este verso
te he injertado al árbol, al agua y al fuego
La vida es tal vez
una larga calle por la que cada día pasa una mujer con un cesto
La vida es tal vez
un hilo con el que un hombre se cuelga de una rama
La vida es tal vez
un niño que vuelve del colegio
La vida es tal vez encender un pitillo durante el enervante intervalo
entre dos actos de amor
o puede que sea el desorientado paso de un transeúnte
que se quita el sombrero
y con una sonrisa vana le dice a otro transeúnte "buenos días"
La vida se halla tal vez en aquel instante cerrado
en que mi mirada se desploma en las pupilas de tus ojos
generando un sentimiento
que yo mezclaré con la percepción de la luna o la captación de la oscuridad
Es un aposento que mide lo mismo que una soledad
Mi corazón que mide lo mismo que un amor
mira los sencillos pretextos de su felicidad
y el bello marchitarse de las flores en la maceta
y el joven árbol que has plantado en el jardín de nuestra casa
y el canto de los canarios
que cantan lo mismo que mide una ventana
¡Ay...!
Esto es lo que me toca
Esto es lo que me toca
Lo que me toca
es un cielo que se hurta al colgar una cortina
Lo que me toca es bajar por una escalera abandonada
y llegar a algo podrido y perdido
es un paseo triste por el jardín de los recuerdos
y perder el alma en la pena de una voz que dice:
"me gustan
tus manos"
Mis manos plantaré en el jardín
verdeceré, lo sé, lo sé
y las golondrinas pondrán huevos
en los huecos de mis azules manos
Me colgaré en las orejas dos pendientes
dos cerezas rojas y gemelas
y me pegaré en las uñas pétalos de dalias
Hay una callejuela
donde los chicos que estaban enamorados de mí, aún con el pelo revuelto
y el cuello fino y las piernas delgadas,
piensan en las inocentes sonrisas de una chiquilla
que el viento una noche se llevó
Hay una callejuela que mi corazón ha robado
entre los barrios de mi infancia
Y el viaje de un cuerpo por la línea del tiempo
y el fecundar de un cuerpo la árida línea del tiempo
un cuerpo de una imagen consciente
que vuelve de la fiesta de un espejo
Y es así
como alguien muere
y alguien queda
y ningún buscador hallará perlas en un breve riachuelo que cae en un hoyo
Conozco
un hada pequeña y triste
que vive en el océano
y lento lento con una flauta de madera
toca la música de su corazón
una pequeña y triste hada
que de noche muere con un beso
y con otro beso nace de madrugada
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
VENTANA
Una ventana para ver
una ventana para oír
una ventana que llega a su fin
al corazón de la tierra, como el aro de un pozo
y se abre hacia la extensión de ese afecto repetido y azul
Una ventana que llena las pequeñas manos de la soledad
con el nocturno desprendimiento
de dadivosas estrellas
Y desde ahí
se puede invitar al sol al exilio de los geranios
Me basta una ventana
Vengo de la tierra de los muñecos
cruzando las sombras de árboles de papel
que se elevan en el jardín de un libro ilustrado
desde las estaciones secas de las yermas experiencias de la amistad y del amor.
En las polvorientas callejuelas de la inocencia
de los años en que crecían las pálidas palabras
detrás de las mesas de colegios tuberculosos
del instante en que los niños llegaron a escribir la palabra
"piedra" en la pizarra
y los mirlos agobiados se fueron volando del viejo árbol
Vengo de entre las raíces de las plantas carnívoras
y aún ocupa todo mi cerebro
el grito de espanto de aquella mariposa
que fue crucificada en el cuaderno con un alfiler
En aquellos días en que mi confianza se colgaba del débil hilo de la justicia
y por toda la ciudad
descuartizaban el corazón de mis lámparas
En aquellos días en que cerraban los i nfantiles ojos de mi amor
con el oscuro pañuelo de la ley
y saltaban chorros de sangre
de las fruncidas sienes de mi deseo
n aquellos días en que mi vida ya no era nada,
nada excepto el tic-tac del reloj de pared
comprendí que debo, debo, debo
amar locamente
Nobasta una ventana
Una ventana sobre un isntante de consciencia, mirada y silencio
Ahora el joven nogal
ha crecido tanto que interpreta el significado del muro para sus tiernas hojas
Pregunta al espejo
el nombre de tu salvador
¿Acaso no está más sola que tú
la tierra que tiembla bajo tus pies?
Los profetas han traído
a nuestro siglo
mensajes de destrucción
¿Acaso estas continuas explosiones
y estas nubes venenosas
son el eco de los versos sagrados?
¡Amigo! ¡Pariente! ¡Hermano!
Cuando llegues a la luna
escribe la historia del genocidio de las flores
Los sueños se caen siempre
desde su alta ingenuidad y mueren
Yo huelo un trébol de cuatro hojas
que ha brotado en la tumba de mis viejos conceptos
¿Acaso mi juventud fue aquella mujer enterrada en el sudario de su recato y su pureza?
¿Volveré a subir las escaleras de mi curiosidad
para saludar a Dios, que pasea por el tejado de su casa?
Siento que el tiempo se ha ido
Siento que el "instante" es mi parte en las hojas de la historia
entre mi pelo y las manos de este triste forastero
Dime una palabra
¿Quién te concede el afecto de un cuerpo vivo?
¿Qué te pide, sin sentir la sensación de estar vivo?
Dime una palabra
yo, en la ventana, al resguardo
tengo trato con el sol
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
LA CONQUISTA DEL JARDÍN
Aquel cuervo que voló
sobre nuestras cabezas
y se perdió en el turbio pensamiento
de una nube errante
y cuya voz cruzó el ancho horizonte
como una breve lanza
llevará noticias nuestras a la ciudad
Todos saben
todos saben
que tú y yo desde aquella fría abertura
vimos el jardín
y de aquella rama juguetona e inalcanzable
cogimos una manzana
Todos temen
todos temen, pero tú y yo
nos unimos a la linterna y al agua y al espejo
y no tuvimos miedo
No se trata de una frágil unión de dos nombres
ni de enlazarse en las viejas hojas de un libro
se trata de mi feliz cabello
con las quemadas amapolas de tu beso
y la verdad de nuestros cuerpos en la im`postura
y el brillo de nuestra desnudez
como escamas de peces en el agua
se trata de la plateada vida de una canción
que canta de madrugada la pequeña fuente
En aquel verde y fluido bosque
una noche de liebres
y en aquel turbio e indiferente mar
de ostras llenas de perlas
y en aquella extraña y triunfante montaña
de las jóvenes águilas preguntamos
qué teníamos que hacer
Todos saben
todos saben
que nosotros alcanzamos el frío y mudo sueño
del Simurg*
nosotros hallamos la verdad en el jardín
en la tímida mirada de una flor desconocida
y la permanencia en un instante sin límite
cuando dos soles se miraron fijamente
No se trata de un asustado murmullo en la oscuridad
se trata del día y de ventanas abiertas
y de aire fresco
y un horno donde las cosas iníutilmente arden
y una tierra fecundada por una nueva siembra
y el nacimiento y la evolución y el orgullo
se trata de nuestras enamoradas manos
que han formado un puente sobre las noches
gracias al mensaje del perfume y de la luz
..............................................................y de la brisa
Ven al prado
al gran prado
y llámame desde detrás del aliento de la flor de seda
como lo hace la gacela a su pareja
Las cortinas están llenas de un oculto sofoco
y las inocentes palomas
desde lo alto de su blanca torre
miran la tierra
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
* Pájaro mitológico de la literatura persa, de hecho formado por treinta pájaros. Se encargó de cuidar el bebé albino Zaal, abandonado en la montaña, que posteriormente fue padre de Rostam, un héroe comparable al griego Hércules.
...
SALE EL SOL
Mira cómo se funde en mis ojos
gota a gota la tristeza
Cómo la mano del sol
va apresando mi sombra negra e indómita
Mira: mi existencia toda se derrumba
se me traga una gran llama
me eleva hacia la altura
me apresa en una trampa
Mira:
mi cielo todo
se llena de estrellas fugaces
Tú viniste de muy lejos, de muy lejos
de la tierra de los perfumes y las luces
Me sentaste en un escabel
de marfiles, de nubes, de cristales
Llévame oh esperanza mía alentadora
a la ciudad de los poemas y las pasiones
Por un camino lleno de estrellas me arrastras
Más alto aún que la estrella me sientas
Mira:
por una estrella ardo
me colmo de estrellas de fiebre
como rojos e ingenuos pececillos
recojo estrellas en las charcas de la noche
¡Qué lejos de los cárdenos aposentos del cielo
se hallaba antes nuestra tierra!
Ahora a mis oídos llega de nuevo
tu voz
la voz de las nevadas alas de los ángeles
Mira hasta dónde he llegado
a la galaxia al infinito a lo eterno
pues hemos alcanzado las alturas
lávame con el vino de las olas
cúbreme con el transparente de tus besos
deséame durante largas noches
no me abandones
no me separes de estas estrellas
Mira cómo en nuestro camino se funde gota a gota
la cera de la noche
La negra copa de mis ojos
por tu cálida nana
se colma con el vino del sueño
Sobre las cunas de mi poema
mira
amanece y sale el sol
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
Hablo de lo profundo de la noche
Hablo de lo profundo de la oscuridad
y de lo profundo de la noche hablo
Si vienes a mi casa amor mío tráeme una lámpara
y un ventanuco
desde el que pueda mirar la feliz callejuela
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
EN LAS VERDES AGUAS DEL VERANO
Mas sola que una hoja
con la carga de mis lejanas alegrías
tranquila, lenta, silenciosamente fluyo
en las verdes aguas del verano
hasta la tierra de la muerte
hasta la orilla de las tristezas otoñales
Me abandoné a una sombra
a la volátil sombra del amor
a la fugaz sombra de la felicidad
a la sombra de lo efímero
Esas noches en que una brisa perdida da vueltas
por el bajo cielo del corazón doliente
esas noches en que asciende una niebla sangrienta
por las azules callejuelas de mis venas
esas nochhes en que estamos solos
con los temblores del alma, solos
-en el latido del pulso hierve
la sensación de la existencia de una existencia enferma
"En la espera de los valles hay un secreto"
Esto sobre las aterradoras rocas
de las cumbres montañosas lo grabaron
aquellos que en su línea de caída
vertieron una noche en el silencio de los montes
una súplica amarga
"En el desasosiego de unas manos llenas
no está la tranquilidad de las manos vacías
bello es el silencio de las ruinas"
Esto cantaba una mujer en las aguas
en las aguas verdes del verano
como si viviera en las ruinas
Nosotros uno a otro con el aliento
nos contaminamos
Contaminados por la pureza de la felicidad
tememos el ulular del viento
palidecemos porque las sombras de la duda
penetran por los jardines de nuestros besos
y en todas las fiestas del palacio de la luz
temblamos de miedo al derrumbamiento
Ahora tú estás aquí
abarcando como el aroma de las acacias
las callejuelas de la mañana
pesando en mi pecho
ardiente en mis manos
enajenado ardiendo desmayado en mi pelo
Ahora tú estás aquí
Algo extenso oscuro abundante
algo inquieto como la voz lejana del día
por mis pupilas tristes
gira y se extiende
Tal vez me recogen en un manantial
Tal vez me cortan en una rama
Tal vez me cierran como una puerta
dejando fuera los instantes futuros
Tal vez...
No veo más
Brotamos en una tierra llena de maleza
Llovimos en una tierra llena de maleza
Vimos la "nada" en los caminos
montada en su gualdo caballo alado
avanzar como una reina
¿Ay! somos felices y sosegdos
¡Ay! somos melancólicos y apagados
felices porque amamos
melancólicos porque el amor es una maldición
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
...
VERSOS TERRESTRES
Entonces
se enfrió el sol
y la riqueza abandonó las tierras
Y en los desiertos se secaron las hierbas
y en los mares se secaron los peces
y la tierra se negó desde entonces
a albergar en sí a los muertos
La noche en todas las ventanas pálidas
como una dudosa fantasía
se adensaba y rebelaba sin cesar
y los caminos
entregaron su curso a la oscuridad
Nadie volvió a pensar en el amor
nadie volvió a pensar en la victoria
y nadie
pensó ya en nada
En las curvas de la soledad
la vanidad nació
y la sangre olía a polvo y a hachís
las mujeres embarazadas
dieron a luz a niños sin cabeza
y de vergüenza las cunas
se refugiaron en las tumbas
¡Qué época tan negra y amarga!
El pan había vencido
a la asombrosa fuerza del designio divino
los profetas hambrientos y desdichados
huyeron de las tierras prometidas por Dios
y los extraviados corderos de Jesús
no oyeron ya los silbos del pastor
en el pasmo de los llanos
En los ojos de los espejos
parecían reflejarse invertidos
imágenes, movimientos y colores
y sobre la cabeza de los míseros payasos
y los impúdicos rostros de las prostitutas
ardía un nimbo sagrado y luminoso
como una sombrilla en llamas
Las pozas del alcohol
con sus acres y ponzañosos vapores
sumieron hasta lo hondo
a inmóviles intelectuales
y los molestos ratones
royeron las podridas hojas de los libros
en viejos armarios
El sol había muerto
El sol había muerto y el mañana
en la mente de los niños
tenía un significado ambiguo y huidizo
Con una mancha negra y grande
dibujaban en sus cuadernos
la extrañeza
de esta vieja palabra
Los hombres
el decaído grupo de hombres
triste, agotado, extrañado
iba de exilio en exilio
bajo el peso de sus muertos
Y la terrible tendencia al crimen
estallaba en sus manos
A veces una chispa, una mínima chispa
destrozaba por dentro de repente
a este grupo silencioso y sin vida
Se agredían entre sí
los hombres degollaban a los hombres
con cuchillos
y se unían
a muchachas púberes
en lechos de sangre
En su propio terror se ahogaban
Y sus ciegas y torpes almas
paraliz´ó
el pavoroso sentido de culpa
Una y otra vez en las ejecuciones
cuando al tensar la cuerda de la horca
saltaban
los perplejos ojos del condenado
se sumergían en sí mismos
y atraía a sus viejos y fatigados nervios
una fantasía sexual
Pero siempre en los entornos de las plazas
se veía a esos pequeños asesinos
parados
mirando fijamente
el continuo caer del agua de las fuentes
***
Tal vez aún
tras unos ojos aplastados
en el fondo de la
congelación
quedaba algo entre vivo y confuso
que agotado su esfuerzo
ansiaba tener fe en la pulcritud del canto de las aguas
Tal, ¡mas eué vacío sin fin!
El sol había muerto
y nadie sabía
que el nombre de aquella triste paloma
huida del corazón es fe
***
Ay, voz de prisionero,
¿cuándo excavará
la grandeza de tu desesperación
desde un lugar de esta odiosa noche
un camino subterráneo hacia la luz?
Ay, voz de prisionero,
última de las voces, ay...
Forugh Farrojzad
(versión de Clara Janés y Sahand)
La muñeca de cuerda
عروسک کوکی
Más que esto, ¡Oh, sí!
más que eso se puede quedar callada
en los poderosos brazos de un hombre
puede ser una hembra bella y sana
con un cuerpo como un suave mantel de cuero
con dos pechos grandes y turgentes
en la cama de un borracho, un loco o un vagabundo
se puede manchar la pureza de un amor
se puede estar arrodillado toda una vida
con la cabeza agachada a los pies del sarcófago frío de un santo
se puede ver a Dios en una tumba anónima
se puede encontrar la fe con una moneda insignificante
puede descomponerse en el recinto de una mezquita
como un viejo lector de oraciones
se puede mezclar con las imágenes más inútiles
una puede ser igual que una muñeca de cuerda
viendo su propio mundo con dos ojos de cristal
una puede permanecer dormida en una caja forrada
con un cuerpo lleno de paja
durante años entre encajes y oropel
en respuesta a cada apretón obsceno de una mano
una puede exclamar sin razón
”¡Oh, estoy tan feliz!”
https://mujeresbacanas.com/forugh-farrojzad-1935-1967/
(Mamá)
País privatizado,
patéticos padres
pidiendo pausa,
palacetes, pateras,
patulea, populacho,
partido por la tarde,
postpuesta la protesta,
palos, política impostura,
patrióticas palizas,
palabras, palabreo,
patentada piedad,
pozos sin escrutar,
paz del apaciguado,
pis de pavor
pringado,
por favor papá
papá, papá,
.
mamá.
El pecado
He pecado, he pecado llena de placer
En un abrazo cálido
He pecado entre dos brazos de hierro
Ardientes y rencorosos
En ese lugar desierto, negro y silencioso
Vi sus ojos llenos de misterio
Sus ojos suplicantes
Y bajo el pecho se agitaba mi corazón
En ese lugar desierto, negro y silencioso
Temblando me he sentado cerca de él
Sus labios han derramado el deseo en mis labios
Y he olvidado el delirio de mi corazón
Al oído, le he contado esta historia:
Te quiero mi amor
Te quiero a ti y toda tu vitalidad
Te quiero amor mío hasta la locura
El deseo ha iluminado sus miradas
El vino rojo en el vaso se puso a danzar
Sobre la suavidad del lecho, mi cuerpo ebrio
Contra su cuerpo ha temblado
He pecado, he pecado llena de placer
Cerca de un cuerpo desvanecido y trémulo
Dios mío! no sé lo que hice
En ese lugar desierto, negro y silencioso
La pareja
La noche cae
Y después de la noche, la oscuridad
Y después de la oscuridad
Los ojos
Las manos
Las respiraciones, las respiraciones…
Y el ruido del agua
Goteando del grifo
Después dos puntos rojos
Dos cigarrillos encendidos
El tic-tac del reloj
Dos corazones
Y dos soledades
Muero por ti
Muero por ti
Y eras mi vida
Conmigo caminabas
Cantabas en mí
Cuando erraba por las calles
Caminabas conmigo
En mí cantabas
Invitabas a la mañana de la ventana
A los gorriones enamorados en los álamos
Cuando la noche se repetía
Cuando la noche no encontraba su fin
Abrías de par en par la ventana de la mañana
A los gorriones enamorados en los álamos
Con tu lámpara venías a nuestro callejón
Venías con tu lámpara
Cuando los niños se habían ido
Cuando las flores de las acacias dormían
Y yo estaba sola ante el espejo
Venías con tu lámpara
Me dabas tus manos
Me dabas tus ojos
Me dabas tu afecto
Y cuando tenía hambre
Me dabas tu vida
Tenías la generosidad de la luz
Recogías tulipanes para adornar mis cabellos
Cuando se estremecían de desnudez
Recogías tulipanes
Cuando no tenía nada qué decir
Apretabas tu cara
Contra la angustia de mis senos
Escuchabas gemir el flujo de mi sangre
Y mi amor agonizante
Escuchabas
Pero ya no me veías
Forugh Farrokhzad
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Pintura de Ira Tsantekidou(1) pintora griega. |
He pecado, he pecado llena de placer
En un abrazo cálido
He pecado entre dos brazos de hierro
Ardientes y rencorosos
En ese lugar desierto, negro y silencioso
Vi sus ojos llenos de misterio
Sus ojos suplicantes
Y bajo el pecho se agitaba mi corazón
En ese lugar desierto, negro y silencioso
Temblando me he sentado cerca de él
Sus labios han derramado el deseo en mis labios
Y he olvidado el delirio de mi corazón
Al oído, le he contado esta historia:
Te quiero mi amor
Te quiero a ti y toda tu vitalidad
Te quiero amor mío hasta la locura
El deseo ha iluminado sus miradas
El vino rojo en el vaso se puso a danzar
Sobre la suavidad del lecho, mi cuerpo ebrio
Contra su cuerpo ha temblado
He pecado, he pecado llena de placer
Cerca de un cuerpo desvanecido y trémulo
Dios mío! no sé lo que hice
En ese lugar desierto, negro y silencioso
Hundiré en el jardín mis manos,
germinarán, lo sé, lo sé, lo sé,
y las golondrinas pondrán sus huevos
entre mis dedos sucios de tinta.
Colgaré de mis orejas dos cerezas
rojas, gemelas,
y pegaré en mis uñas pétalos de dalia.
Hay un callejón donde los chicos
que me amaron hace tiempo,
con los mismos cabellos revueltos,
cuellos finos
y piernas delgadas,
piensan en la sonrisa inocente
de una niña que una noche
se llevó el viento.
Hay un callejón
que mi corazón ha robado
a los barrios de la infancia.
Viaje corporal por la línea del tiempo
con un cuerpo que fecunda
la línea del tiempo,
el cuerpo de una imagen que se piensa
que vuelve de la fiesta en un espejo.
Así es como alguien muere
y alguien se queda.
Ningún pescador puede
encontrar ninguna perla
en un arroyo humilde,
arroyo que desemboca
en una charca.
Sé de un ángel pequeño y triste
que vive en el mar
y toca su corazón
con un ney de madera lentamente.
Un ángel pequeño y triste
que muere de noche
por un beso
y nace al amanecer
también por un beso.
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Acércate más
Y escucha
Los obsesivos latidos de mi corazón
Propagándose
Como el tam tam de los negros timbales
En el canto tribal de mi cuerpo
El regalo
Hablo desde lo hondo de la noche.
Desde el extremo de la oscuridad
y desde el fondo de la noche hablo.
Si vienes a mi casa, trae para mí una lámpara
y una ventana para ver la dicha
de la calle que bulle.
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Pintura de Martiros Manoukian, pintor armenio |
Dime algo: / ¿Qué es lo que pide a cambio / quien te ofrece el amor de algo vivo / sino el sentido de la vida?
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En la oscuridad
En la oscuridad
te llamé
Todo era silencio y una brisa
que se llevaba la cortina
En el cielo apagado
una estrella ardía
una estrella partía
una estrella moría
Te llamé
te llamé
Tenía en las manos
mi existencia toda
como un cuenco de leche
La azul mirada de la luna
chocaba con los cristales
La canción de la tristeza
ascendía como humo
de la ciudad de los grillos
como humo sobre las ventanas
se deslizaba
Toda la noche allí
en mi pecho
hubo quien jadeaba
de desesperación
quien se levantaba
quien te deseaba
y sus dos manos frías
volvía a rechazar
Toda la noche allí
de las ramas negras
se estuvo desmoronando una tristeza
hubo quien se enajenaba
quien te llamaba
El aire se derrumbaba sobre él
como una ruina
Mi pequeño árbol
amaba al viento
al errante viento
¿Dónde está la morada del viento?
¿Dónde está la morada del viento?
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Murallas fronterizas
Ahora una vez más en la noche apagada
como plantas crecen
murallas de clausura, murallas fronterizas
para custodiar los campos de mi amor
Ahora una vez más rumores de la ciudad
como turbios bancos de peces asustados
emigran de mi oscura orilla
Ahora una vez más las ventanas
se abren al gozoso contacto de los perfumes dispersos
ahora los árboles, dormidos en el jardín, se desnudan de su corteza
y la tierra, a través de mil poros
absorbe confusas partículas de luna
Ahora
acércate más
y escucha
los obsesivos latidos del amor
que se propagan
como el tam tam de los negros tambores
en el canto tribal de mi cuerpo
Yo siento
yo sé
cuál es el instante de la oración
ahora las estrellas todas
yacen juntas en el sueño
Yo, por el refugio de la noche
desde el final de toda brisa corro
en el refugio de la noche
enloquecida me derrumbo
con mis grávidos cabellos en tus manos
y te regalo flores tropicales de esta zona verde y cálida
Ven conmigo
ven conmigo a esa estrella
no a la estrella que está a mil años
de distancia del peso de la tierra y el engaño de sus formas
donde nadie
tiene miedo de la luz
Yo en las islas que flotan en el agua respiro
yo
en el inmenso cielo busco un fragmento
que esté libre de pensamientos vacíos
Vuelve conmigo
vuelve conmigo
al inicio de mi cuerpo
al perfumado centro del feto
al instante en que de ti fui creada
vuelve conmigo
de ti estoy incompleta
Ahora las palomas
sobre las cimas de mis pechos vuelan
ahora en los capullos de mis labios
las mariposas de los besos se han sumido prestas a huir
ahora el mihrab
de mi cuerpo
para la oración de amor esta dispuesto
Vuelve conmigo
soy incapaz de hablar
porque te amo
porque "te amo" es una palabra
que viene del mundo de lo vano
y de lo viejo reiterado
vuelve conmigo
soy incapaz de hablar
Deja que deposite la carga de la luna en el refugio de la noche
deja que me llene
de pequeñas gotas de lluvia
de tiernos corazones
de formas de niños no nacidos
deja que me llene
tal vez mi amor
sea la cuna para el nuevo Mesías por nacer.
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