sábado, 28 de agosto de 2021

KAMAU BRATHWAITE


 Teju Coles lee Calibán

Kamau Brathwaite

Bermudas


https://es.wikipedia.org/wiki/Kamau_Brathwaite

Marina a mediodía en AméricasAirplane

.
Primero el oscuro mare

comienza a respirar suavemente en verde
en luz y luminosos verdes
hasta que hay como un azul

de nervios sobre el agua. soñando
y los nervios del color del agua son las branquias
del primer pez que respira
la primera tierra el primer ojo

-térreo
hasta que hay lo que no debiera haber aquí
en las aguas
blancas

huellas en la arena desde el fondo del océano
se convierten en el estrecho camino a Eleuthera
largo y fino sobre el agua caminando
hasta que de repente hay una piedra negra

un oscuro
velo de kábala rodeado por espiras
de culto agua verde vieiras
replegándose en sí mismas como suaves

joyas el primer pez enorme
desde la creación
con nervios venas vislumbre
de una cola y profundos canales en medio

donde habrá montañas y crestas
y pueblos e índigo azures puestas de sol de
lapislázuli y blanca sal marcando sus bordes levemente estriados
y extendiéndose en miles de idiomas. millas

de labiales fluyendo suaves. como amor translúcido
en el agua. este pez
del aire de tantos y tantos esclarecimientos
y 10 mil años más tarde hay árboles

brilla el sol y se oye lluvia y calles blancas y casas
y gentes caminan y hablan entre sí en el agua y a través
de su eco azul y piensan en caballos
y casas y ahora poco después de mediodía hay grandes ob

-longas rojeces como una mancha de leche y una
gran araña se extiende a lo largo del pálido y vidrioso fondo
del agua. y este gran planeta llevándonos hacia arriba hacia abajo
fuera de este silencio y flotando y bendiciendo el agua. 

volar en pedazos.     tu carne
como las islas que amaste
como el rompeolas que deseaste curar
 
 
trayendo igualdad de derechos & justicia a los hermanos
un audaz mashramani cumfa a las hermanas susurrando
su fría zona franca
que las historias de las grandes ñañas sean escuchadas
con todos sus antiguos
 
 
chapiteles de respeto
 
 
hasta que lleguen arriba los pobres de la iglesia
arriba desde el suelo del cerro/tobogán
hasta que se vuelvan el rugido de la nación
 
 
que padres se instalen al fin en lo que les pertenece
hacha azuela si no pozo petrolero.     antorcha
luz de mackenzie
 
 
que aquellos que durante todas estas generaciones
nos han mordido desnudos hasta el hueso
comiéndonos los nudillos hasta su piedra
 
 
precio fijo precio sube rachman & trinquete exprime
lo duro que es comprar pan lo escaso del arroz
en el agua barrosa donde monta
 
 
cómo saludables guatitas de guaguas crecen llenas de fatalidad
calabozo
confinadas a gemir en su hambre
crecen con voz gimiente & ojos rojos de rabia
 
 
que golpea contra sus xilófonos de costilla carcelaria
que cómo no podemos dar a nuestras esposas o queridas
o a nuestros hijos
o a los hijos de nuestros hijos un dulce viaje a kenia.     mirar
 
 
la señal maasái desde su sombra azafrán
el antílope acuático & la jirafa giran en torno a ruinosos
manyattas
mientras unos adorables rubiecitos
 
a quienes realmente les importa un peo
para quienes esto es un patio más
un moco.     para quienes esto es una estrella apagada
 
 
a colón a cortez a cecil rhodes
para quienes esto es una carretera más
a la voz suave y la cabeza de thathi del camarero
 
 
aban. asesinado en su mierda por su jefe.     en el hotel del
aeropuerto de nairobi
 
 
pero deja que su cara se amurre en la sopa
que su cilicio mortifique el sudor
porque yo hermano llevo el gong de su sueño en mi cabeza
 
 
que estos & aquellos que aún vuelan dread arriba en el cielo
buitres & halcones . ojo
haciéndole perro muerto a morgan el magnate de mi/ami
 
 
esas bestias nocturnas una babilonia que nos saquea bajo sospe-
cha
 
pero lo que es peor es el parpadeo
en nuestros propios ojos.     el sol tapa.     do por
papel una caña despide vamp.
 
 
iros una tinta empuja imp.
erios status quo status quo status quo status cuervo
que cuenta una sangre.     cuento que tañe en el ghetto
 
 
hasta que estas malas conductas de señorita como las llamas
sean
un monstruo encadenado a la tierra que no nos dejará engendrar
 
 
has. ta que cada chasqueo en la cara de los buenos días
sea
una espiral más una primavera más una nada
 
 
más que cantar
sea
la roca levantándose en el sangrado
 
 
el hombro alimentando al fusil
los titulares gritando el garabato a través del muro
de surbiton de trenton del hotel sheraton
 
 
esos POBRES NO DAN MÁS
 
 
& las guaguas & sus madres & sus madres & las
madres de sus madres & las madres de las madres de las
madres de sus madres
crepitando para siempre en el abucheo semi-automático de
la calor naranja
 
 
destello de sirena.     aullido de la quemadura gemido del viento
a través del tra-ca-ta-ca-ta-cá
del dolor a través de la llave de tu cabeza. húmedo. hedor.
gritodo
 
 
el pozo de la llama guerrera taladra tu carne
reducida al tiempo antes del hueso/verde
reducida al tiempo antes de la calavera/ceniza
reducida al tiempo antes que el amor/naciera
 
 
en tus brazos
antes que rasgaran el alba de tu almohada
 
 
en tus brazos
antes que arrugasen los tumores en bolsas de papel
dentro del mercado estrella-rota
 
 
en tus brazos
antes que el cuchillo corra por el oscuro & relicario acero
entre la espina & el riñón
 
 
en tus brazos
en tus brazos
en tus brazos
 
 
yo predigo
 
 
antes que reconozcas la cabeza de la gorgona dentro del
ojo rojo
del walkie talkie
 
 
 
volar en fragmentos.     tu muerte
como las islas que amaste
como el rompeolas que deseaste curar
 
 
trayendo igualdad de derechos & justicia a los compañeros
que por encima de todos serían niños como el sol
saliendo
 
 
sobre el rupununi sobre el cerro brumoso de castries sobre
el kilimanjaro
 
 
cualquier lugar o palabra donde hay amor hay el cielo y su
azul libre
donde el pasado significa la lucha presente
hacia flesinga donde puede que algún día termine
 
 
lejos como powis en el esequibo
a la deriva como milagros o un sueño
o como ese solitario motor de pesca perdiéndonos lentamente
su sonido
 
 
pero real como tu muñeca con su tic de sangre en torno a sus ó
seas esposas
pero real como las largas marchas los peldaños de la corte del
per/juicio
 
 
los repentinos viajes nocturnos estilando por pomerún
escondido en un refugio diferente cada mañana & tra
tando de adivinar con el calor del apretón de manos
 
 
si el extraño es extraño una cobra o un amigo
& el acero urgente del ben
teveo centelleando su rrizo por la curva más empinada de la
brisa
 
 
& las hojas
 
 
tictaqueando & aprendiendo a vivir con el olor del ron en el
aliento de las
calaveras.     la ceniza de su cigarro en la mancha de tus dedos
sus huellas en tus casas
 
 
& teniendo que decirlo una & otra & otra vez
con tu paciencia suavemente sonora con el látigo negro de
tu ingenio.     aunque los márgenes hayan tenido que enroscarse
de dolor
 
 
pero cada vez más & más & más clara la certeza de
 
 
que es demasiado simple golpear/herir tanto
no recordar
 
 
que no debe convertirse en un eslogan o un blanco fácil
tan roto tan desfigurado tan devaluado en el mercado de la
redención
 
 
que cuando los hombres se reúnen a gobernar de otra forma
deberían ser sinceros en un mundo de usureros
 
 
que sangran en sus cabezas como una corrupción de
piojos esas cucarachas como un lavaplatos sucio
 
que la política debiera ser como entender las tablas
del suelo de tu casa
 
 
bien barrida cada mañana.     construida por manos que conocen
el viento & la marea & el lenguaje
 
 
desde las curvas en la cresta del koker
hasta la reja oxidada de tu patio
 
 
para que cada hombre en su estrecha isla inquieta
sobre la represa de su tierra en un claro del bosque junto
al río cortado
donde berbice lucha contra un suelo fangoso
 
 
agarre su cama & camine
 
 
en el poder & el reggae de su soul/sticio
desde los mutilados caminos de zarzas de su visión
hasta el saber seguro cojo de su nom
 
 
 
*
 
este es el mensaje que el rasta entregará
fundación del alma con flujo de semilla de mostaza
 
 
que cuando él habló el mundo fue un revuelo en su brisa
pues le fue natural como el agua.     como la forma en que
escuchaba
 
 
como la forma en que caminaba.     uno desos hermanos
vitales que tuvo la gracia
 
 
de ser todas estas cosas & cuidadoso también
& descuidado también
 
 
lo cortaron en la plantación de caña
 
 
porque se atrevió a crecer & a crecer/verde
porque fue ese junco delgado & hubo machetes con bastante
filo
para forzarlo a sangrar.     lo volaron hacia abajo
 
 
porque su puente de hombre a hombres
significó condena a prisiones de un mundo que nunca hicimos
significó ajusticiar a la maleza que mata a nuestra parra ñame
 
 
 
*
 
& entonces la bomba
fragmentando islas como la tierra que amaste
dejando que vuelva la oscuridad
 
 
 
**
 
pero hay estrellas que arden que matan no saben
suaves diamantes tras la explosión en pedazos
que los rastreadores no pudieron encontrar que los bombarderos
no pudieron ver
que los carroñeros que vengan nunca esconderán
 
 
*
el caribe sangra junto a la cárcel de georgetown
 
 
*
una viuda sale aprisa & tira de sus hijos libres


https://es.globalvoices.org/2020/02/22/poeta-barbadense-kamau-brathwaite-deja-legado-de-un-idioma/  

 El poeta barbadense está considerado como uno de los más reputados escritores caribeños. Estudió con una beca en Cambridge Inglés e Historia, centró su vida en el estudio de las formas culturales de la gente de raza negra, tanto en África como en la diáspora, sobre todo del complejo patrimonio caribeño.  Comenzó escribiendo sobre jazz, blues o los ritmos africanos llevados al Caribe por los esclavos. También le interesaron  mucho las lenguas mestizas del Caribe, tan distintas del inglés, francés o castellano oficiales. Vivió y trabajó en otros países antillanos, como Jamaica y Guyana, y africanos: trabajó para el Ministerio de Educación de la recién independizada Ghana en la elaboración de libros de texto; y en la otra punta de África, trabajó así mismo en la Universidad de Nairobi, en Kenia, donde por lo visto fue la abuela del escritor keniata Ngugi wa Thiong`o quien le otorgó el nombre swahili de “Kamau”, porque el nombre real de nuestro escritor es Edward. En 1966 fue cofundador del Movimiento de Artistas del Caribe. Dio clases de Literatura Comparada en la New York University.  

 Brathwaite, Edward Kamau (1930-2020).

Poeta, narrador, dramaturgo, historiador, crítico literario y profesor universitario de Barbados, nacido en Bridgetown el 11 de mayo de 1930 y fallecido el 4 de febrero de 2020. Aunque su auténtico nombre era el de Larson Edward Brathwaite, desde los orígenes de su carrera literaria firmó sus obras como Edward Brathwaite, y a partir de los años sesenta incorporó el apelativo de Kamau entre su primer nombre y su apellido (Edward Kamau Brathwaite). Excelso representante de lo que se ha dado en denominar literatura de la negritud, fue una de las figuras más brillantes -y de mayor proyección universal- de la literatura antillana.

Hijo del funcionario Hilton Brathwaite, recibió desde niño una esmerada educación en el Harrison College, uno de los centros de enseñanza más prestigiosos de su pequeña isla (a la sazón, dependiente de la Corona británica). Allí tuvo ocasión de demostrar precozmente su asombrosa capacidad intelectual, que le valió para obtener, a los veinte años de edad, una beca de estudios en el Pembroke College de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

Coincidiendo con la obtención de esa ayuda que habría de cambiar decisivamente el curso de su vida (al abrirle un sinfín de caminos que, desgraciadamente, no pasan nunca por el reducido ámbito geo-cultural caribeño), el joven Brathwaite empezó a darse a conocer como escritor por medio de una serie de cuentos y poemas primerizos que vieron la luz entre las páginas de la revista antillana Bim.

Ya en Inglaterra -donde jamás dejó de sentir una amarga sensación de desarraigo, a pesar de que, por aquel entonces, era un ciudadano británico de pleno derecho-, cursó con gran provecho sus estudios de Artes y Letras y, tras graduarse con máximos honores en 1953, realizó un curso de especialista en Ciencias de la Educación que le facultó para impartir clases en cualquier rincón de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth of Nations). Decidió, entonces, ganarse la vida como profesor, pero sin regresar de momento al territorio caribeño que había dejado atrás por esa necesidad de emigrar que -según dejó escrito, poco después, en la revista Bim- se le antojaba inherente al espíritu antillano. Y así, envió numerosas solicitudes de empleo a múltiples instituciones docentes de los diferentes países que tenían relaciones con el servicio colonial británico (British colonial service), hasta que, en 1955, le concedieron un puesto de funcionario del Ministerio de Educación en el territorio africano entonces conocido como Costa de Oro (Gold Coast).

Se trataba del actual estado de Ghana, que por aquel tiempo estrenaba independencia y se incorporaba a su vez a la Commonwealth (1957). Allí, acogido por una jovencísima nación en la que no se sentía extranjero (al contrario de lo que le había ocurrido en Gran Bretaña), Brathwaite asimiló a la perfección el ritmo y los temas del verso africano, así como los mitos precoloniales del Continente Negro. Claramente influido por Kwabena Nketia -director del Instituto de Ghana para el Estudio de la Cultura Africana-, el joven escritor antillano estudió a fondo las raíces de la negritud y empezó a incorporar estos saberes a su propia obra, al tiempo que desplegaba una intensa labor dentro de esa parcela educativa que le había atraído a aquellas tierras.

Volcado, en efecto, a la docencia, inventó juegos educativos y escribió libros destinados únicamente a favorecer el aprendizaje de los niños de corta edad. Fundó, además, un pequeño teatro para menores, en el que, entre otros divertimentos literarios menores, estrenó su interesante pieza infantil Odale's Choice (La opción de Odale), que más tarde habría de ser puesta en escena también por el Taller de Teatro de Trinidad (Trinidad Theatre Workshop).

Plenamente integrado, en fin, en la vida social y cultural de Ghana, contrajo nupcias con Doris Welcome -con la que habría de tener un hijo- y permaneció en aquel rincón africano hasta 1962, fecha en la que por fin creyó oportuno regresar a las Antillas, donde se le ofreció el puesto de tutor en el Departamento de Estudios para Alumnos Externos (Department of Extra-Mural Studies) de la sede ocupada en la isla de Santa Lucía por la Universidad de las Antillas (University of the West Indies).

Tras un año de estancia en la bellísima isla de Santa Lucía, Brathwaite fue destinado por su universidad al campus de Mona, en Kingston (Jamaica), con el nuevo cargo de Profesor Titular de Historia. A partir de entonces, felizmente radicado en Jamaica, el escritor de Barbados tomó plena consciencia de la necesidad de emprender un vasto y ambicioso proyecto de promoción cultural interna de las islas antillanas y, a la par, de divulgación hacia el exterior de sus propias señas de identidad, claramente entroncadas con el remoto pasado africano de sus pobladores.

Miembro del equipo editorial de la revista Bim (de su Barbados natal) desde mucho tiempo atrás, Brathwaite fue uno de los fundadores y principales animadores del Movimiento de Artistas del Caribe (Caribbean Artists' Movement), del que fue Secretario entre 1966 y 1970; y participó también de forma activa en el lanzamiento de la revista Savacou, el órgano portavoz de dicho movimiento. Atento, además, a sus funciones de pedagogo, preparó varios programas didácticos para diversas instituciones educativas oficiales, como el Windward Island Broadcasting Service. Brathwaite ya había tenido ocasión de ejercer como animador cultural en su juventud, antes de su marcha a Gran Bretaña en calidad de becario, cuando logró acceder a una emisora de radio de Barbados para lanzar un programa de jazz (modalidad musical que le apasionó a lo largo de toda su vida, hasta el extremo de imbricarla explícitamente en muchas de sus composiciones poéticas).

En 1965 volvió a abandonar las Antillas para partir nuevamente hacia Inglaterra, esta vez para gozar de una beca otorgada por el Arts Council of Great Britain. Matriculado en la prestigiosa Universidad de Sussex, realizó allí una brillante tesis que le proporcionó el grado de doctor en Filosofía y Letras en 1968, y que al cabo de tres años fue publicada en forma de libro bajo el título de The Development of Creole Society in Jamaica, 1770-1820 (El desarrollo de la sociedad criolla en Jamaica, 1770-1820 [Oxford: Clarendon Press, 1971]). Convertido, ya por aquel entonces, en la cabeza visible de ese vasto movimiento en defensa y promoción de la identidad antillana, consiguió, entre otros logros, que el dialecto criollo empleado por las clases populares de Jamaica (el creole, tradicionalmente despreciado por la cultura oficial) entrase a formar parte de los programas de estudio de todas las escuelas de la isla.

Coincidiendo con aquel período de estudio e investigación que dedicó a su tesis doctoral, Edward Kamau Brathwaite completó el ambicioso trabajo poético que habría de otorgarle fama universal. Se trata de su trilogía lírica conocida por el nombre de The Arrivants (Los recién llegados), e integrada Rights of Passage (Derechos de pasaje [London: Oxford University Press, 1967]), Masks (Máscaras [London: Oxford University Press, 1968]) e Islands (Islas [London: Oxford University Press, 1969]). Este último poemario fue galardonado en 1970 con el Premio Cholmondely, uno de los más relevantes de las Letras en lengua inglesa, lo que supuso una enorme proyección internacional para la obra y las ideas del poeta y profesor de Barbados.

Fruto de esta divulgación mundial de sus versos y sus ensayos sobre la identidad antillana fue la beca que, en 1972, le otorgó la prestigiosa Fundación Guggenheim para que pudiera consagrar la mayor parte de su tiempo a la escritura poética. Aquel mismo año se terminó de grabar, en varios discos, la trilogía The Arrivants, trabajo emprendido por la División Argo de la Decca Records Company. Brathwaite veía así cumplido su viejo sueño de unir, por medio de su propio talento, la poesía y la música.

En 1973 salió de los tórculos la primera edición conjunta de los poemarios que conforman la mencionada trilogía, edición publicada bajo el título de The Arrivants. A New World Trilogy (Los recién llegados. Una trilogía del Nuevo Mundo [London: Oxford University Press, 1973]). Tres años después, Brathwaite se consagró definitivamente como una de las voces poéticas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX, al obtener el renombrado Premio Casa de las Américas (de Cuba) por una nueva colección de versos titulada Black Blues (La Habana: Ed. Casa de las Américas, col. "Premio", 1976), que fue publicada simultáneamente en dos ediciones distintas: una en el idioma en que había sido originariamente escrita (inglés), y otra en una traducción al castellano supervisada por el propio Brathwaite. Al cabo de diez años, el escritor antillano habría de obtener nuevamente el Premio Casa de las Américas, aunque esta vez en su modalidad de ensayo, por una obra titulada Roots (Raíces [La Habana: Ed. Casa de Las Américas, col. "Premio", 1986]).

Tres años antes de la aparición esta colección de textos ensayísticos, Edward Kamau Brathwaite había sido designado Profesor Titular de Historia Social y Cultural de la University of the West Indies (Universidad de las Antillas), empleo docente que desempeñó hasta 1991. Luego, ya jubilado, se dedicó a recorrer diversas universidades de América en calidad de profesor invitado, y llegó incluso a aceptar en 1993 un puesto de Profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Nueva York. De aquel mismo año data también su libro The Zea Mexican Diary (1993), escrito en 1986, cuando supo que su mujer iba a morir víctima de un cáncer incurable.

Obra

En sus tres primeros poemarios -Rights of Passage (1967), Masks (1968) e Islands (1969)- Brathwaite plasmó todas las vivencias, los anhelos y las inquietudes de la población antillana, con especial interés en el reflejo de una identidad específica que, tras haber buscado y hallado sus propias raíces, decide que la tierra donde tiene que asentarse definitivamente no es la remota África de los ancestros ni la omnipresente Europa que le dejó su legado cultural, sino el genuino territorio antillano. Esta excepcional trilogía se abre, en efecto, con un viaje iniciático que habrá de permitir, a quien lo realiza, regresar al Caribe con una perspectiva mucho más amplia, capaz de brindarle una nueva conciencia de sí mismo, después de haber recorrido Europa y África y haber comprendido allí que la idiosincrasia antillana tiene una personalidad propia y específica, independiente de las identidades de sus ancestros.

Pero, además de ahondar con asombrosa lucidez en este asunto de la identidad antillana, Brathwaite ofrece en estos tres poemarios un asombroso repertorio de las costumbres, los paisajes, el arte, la cultura, el pensamiento y las formas de vida características de las islas de donde procede. Particularmente notable es la importancia que cobra, dentro de su poesía, todo lo relacionado con la música: el jazz, los ritmos africanos, los himnos religiosos, los cánticos de trabajo, la canción folklórica caribeña, etc. Brathwaite puso de moda, entre los poetas de su ámbito geo-cultural, el recitado en público de sus versos acompañando la declamación con el toque de tambores y otros instrumentos típicos de la música popular; y llegó, incluso, a imitar en su propio estilo de escritura poética un ritmo irregular, de quiebros e interrupciones sincopadas, que recuerda, por un lado, la improvisación característica de una banda de jazz, y, por otra parte, los sonidos típicos de la música folklórica africana.

Al mismo tiempo, Brathwaite hizo alarde de un poderoso aliento cosmopolita que, sabiamente combinado con esas reminiscencias de la cultura negra ancestral, convirtió su obra poética en una de las muestras más acabadas de lo que puede denominarse mestizaje literario o, sencillamente, sincretismo cultural. En efecto, durante sus estancias en Gran Bretaña el poeta de Barbados asimiló a la perfección algunos de los rasgos más destacados de la moderna poesía inglesa -fundamentalmente, de la escrita por T. S. Eliot-; y adaptó también a su escritura elementos temáticos y formales propios del psicoanálisis, la escritura automática y el culturalismo literario (con todo su bagaje de referencias bíblicas, históricas, artísticas, etc.).

Además de los tres poemarios que conforman The Arrivants, Edward Kamau Brathwaite publicó una densa y variada producción poética en la que caben reseñar títulos tan notables como Panda No. 349 (1967), Other Exiles (1975), Days and Nights (1975), Black and Blues (1976), Mother Poem (1977), Soweto (1979), World Making Man: A Poem for Nicolas Guillen (1979), Sun Poem (1982), Third World Poems (1983), X/self (1987), The Zea Mexican Diary, 7 September 1926 - 7 September 1986 (1993), Trenchtown Rock (1993) y Roots (1993).

Entre sus numerosos libros de ensayo e investigación, sobresalen los titulados The People Who Came (1968-1972), The Development of Creole Society in Jamaica, 1770-1820 (1971), Folk Culture of the Slaves in Jamaica (1972), Caribbean Man in Space and Time (1974), Contradictory Omens: Cultural Diversity and Integration in the Caribbean (1974), Our Ancestral Heritage: A Bibliography of the English Speaking Caribbean designed to record and celebrate the several origins of our structural, material, and creative culture, and to indicate how this is being used by us to mek ah-we (1976), Wars of Respect: Nanny, Sam Sharpe, and the Struggle for People's Liberation (1977), Barbados Poetry 1661-1979: a checklist: books, pamphlets, broadsheets, 1686-1978 (1979), Jamaica Poetry, a checklist: books, pamphlets, broadsheets 1686-1978 (1979), Afternoon of the Status Crow (1980), Gods of the Middle Passage (1982), National Language Poetry (1982), Kumina (1982), The Colonial Encounter: Language (1984), History of the Voice: the Development of Nation Language in Anglophone Caribbean Poetry (1986), Roots: Essay (1986), Jah Music (1986), Visibility Trigger / Le detonateur de visibilite (1987), The Poet and His Place in Barbadian Culture (1987), Sappho Sakyi's Meditations (1989), Shar (1990) y Middle Passages (1992).

Autor de algunas interesantes antologías como Iouanaloa: Recent Writing from St. Lucia (1963), New Poets from Jamaica (1979) y Dream Rock (1987), Edward Kamau Brathwaite publicó también dos libros con piezas teatrales salidas de su pluma: Four Plays for Primary Schools (1964) y Odale's Choice (1967).

Bibliografía

El escritor Edward Kamau Brathwaite

El escritor Edward Kamau Brathwaite, una de las grandes figuras de la literatura caribeña anglófona en el siglo XX «nacido en la isla de Barbados en 1930», quien acaba de fallecer este 4 de febrero, de 2020, en su país natal, fue acreedor de dos poremios Casa de las Américas, trajo a Cuba su voz y su presencia de aliento liberador

El escritor Edward Kamau Brathwaite, una de las grandes figuras de la literatura caribeña anglófona en el siglo XX «nacido en la isla de Barbados en 1930», acaba de fallecer este 4 de febrero, de 2020, en su país natal.

Acreedor de dos premios Casa de las Américas, este poeta, trajo a Cuba con su voz y su presencia el aliento más liberador pues sus versos nos invitaron, como pocos, no sólo a la reflexión sino a la danza más rutilante, pues había encontrado un equilibrio espiritual reconociendo su pertenencia a casi todas las islas antillanas. Sus dos premios, abrieron nuevas rutas y desbrozaron el camino que recorremos en este 2020. Así lo revelan su poemario Black + Blues (1976) y un volumen de ensayos Roots (1986).

En su extensa carrera literaria, Kamau cultivó casi todos los géneros literarios y se desempeñó en los más prestigiosos centros docentes de la región, Inglaterra y Estados Unidos. Historiador, poeta, crítico y profesor su labor principal fue la escritura cuyos resultados siempre le sirvieron de herramienta para despejar la incógnita de su identidad y de la nuestra. Esos fueron los signos vitales de su incesante producción a través de la cual sentó las bases de su visión acerca de los fenómenos culturales, sociales y políticos de una literatura emergente con una vocación descolonizadora innegable.

Entre las contribuciones más importantes de su obra, cualquier lector advertirá, a primera vista, un indefinible amor hacia las costumbres de los suyos así como a sus orígenes. El Caribe y sus islas transcurren como el agua de sus ríos y de su mar. Pero lo que más trasciende en su expresión es haber colocado la palabra hablada en el centro de su proyecto intelectual. El habla de los antillanos, seleccionada por él con gran astucia; su auténtico modo de proceder es el surtidor de una estética que siempre miró hacia la experiencia histórica común que suministraron la trata y la esclavitud de los africanos traídos a todo el continente de forma violenta, despojados, brutalmente, de sus tierras, de sus comunidades, de sus familias. Para el gran crítico y profesor Edward Baugh, fundador de revistas y testigo excepcional de los más significativos movimientos del arte y la literatura caribeños, Kamau representa una eficacia, un fervor y una voluntad que lo sitúa junto a la jamaicana Lorna Goodison y Derek Walcott (Premio Nobel, 1992). Asimismo, los cubanos Emilio Jorge Rodríguez e Ileana Sánz exaltaron «en sus estudios sobre Kamau» esa preferencia suya por la oralidad, por lo autóctono, no así por cierta corriente en donde prevalecieron falsos valores cosmopolitas.

África y la travesía forzada de sus hijos transita por los poemas, los ensayos y las investigaciones de Kamau. Fue un estudioso sistemático de las diásporas africanas sobre todo en América. Ahora podemos repetir con él su eterna divisa: «Uno de nuestros propósitos es crear nuestra propia autoridad».

El Cerro, 5 de febrero, 2020

Escrito porJanine Mendes-Franco

Traducido porAnalia Brambilla

Poeta barbadense Kamau Brathwaite dando lectura a su poema «Calypso» en «Calypso» en la Universidad de Virginia, abril de 2008. Captura de pantalla de un video de YouTube publicado por RJ Ramazani.

El querido poeta barbadense Kamau Brathwaite, cuya voz única fue reconocida universalmente como parte integral del canon de la literatura de las Indias Occidentales de la posguerra, murió el 4 de febrero de 2020 a los 89 años.

Nació como Lawson Edward Brathwaite, su evolución a Kamau Brathwaite —la deliberada unión de su nombre africano elegido y su apellido británico– es representativa del espacio que creó para la coexistencia de ambos. Su trabajo, reconocido por la innovadora «criollización» del lenguaje, fue esencial para ayudar a forjar un sentido de identidad regional tras las dolorosas secuelas de la esclavitud y la colonización. Junto a escritores como Derek Walcott y V.S. Naipaul, Brathwaite ayudó a elevar la voz caribeña para que llegue a oídos de todo el mundo.

Comenzó en la audaz revista literaria Bim de Frank Collymore, que dio lugar al trabajo de escritores emergentes junto con otros autores más establecidos y publicados de la India Occidental. Memo del blog La-La Land sugirió:

Pero si el aliento de [Frank] Collymore mantuvo viva la vena poética en Brathwaite, su tiempo en la Costa Dorada (actual Ghana) de 1955 a 1962 fue lo que construyó la vívida imagen en su mente de la estrecha relación entre los africanos y las experiencias caribeñas. En mi opinión, la búsqueda de toda la vida de Brathwaite se basa en la premisa de que la cultura caribeña se encuentra intrínsecamente conectada a la cultura africana, no a través de una conexión etérea o genética, sino por medio de una transformación activa de las normas sociales que tuvo lugar durante más de tres siglos de esclavitud […]

En una región donde décadas más tarde todavía existe un debate sobre el uso del inglés «adecuado» versus el «dialectal», Brathwaite acuñó el término «idioma de la nación», al que definió como «el tipo de inglés hablado por personas que fueron llevadas al Caribe, no el inglés oficial actual, sino el idioma de los esclavos y trabajadores, los sirvientes que fueron trasladados”.

Su inteligente y amorosa defensa de este híbrido no solo es válida en términos de lenguaje, sino que es parte integral de la identidad caribeña que inspiró a muchos otros escritores de la India Occidental, incluidos Sam Selvon y Louise Bennett. Logró también agregar valor a la tradición oral de la región, a través de la cual se mantuvieron y transmitieron muchas costumbres africanas en el transcurso del comercio transatlántico de esclavos.

Como expresó en Facebook la usuaria Tara Inniss-Gibbs:

Leer a Kamau es lo más cercano a sentir en una página la intensa emoción del trauma y el amor por un idioma que no es el tuyo …

Memo del blog La-La Land  explicó más detalladamente:

Brathwaite afirma a través de su poesía que el discurso oral es el rey. […] Por ejemplo, en 1992 Brathwaite publicó una selección de poemas, principalmente de sus dos primeras trilogías, ‘The Arrivants’ (“Los Recién Llegados”, 1972) y ‘Other Exiles’ (“Otros Exilios”, 1975), en esta etapa había descubierto las ventajas de trabajar en una computadora, que lo llevó a desarrollar los textos de ‘estilo de video Sycorax’, otra forma de describir el uso de varios estilos y tamaños de fuente en todo el libro. Los cambios ocurren tanto dentro de un poema como desde un poema hacia otro, y el espectacular efecto gráfico se presta a ser descartado como un capricho estético, o una oda a las maravillas de la tecnología. Sin embargo, tras un segundo escrutinio, se hace evidente que las innovaciones gráficas en realidad se incluyen para resaltar y reproducir el énfasis natural y la modulación pertenecientes al discurso caribeño.

Las primeras tres colecciones de poesía de Brathwaite – «Rights of Passage» («Derechos de paso»), «Masks» («Máscaras») e «Islands» («Islas») – publicadas en rápida sucesión en 1967, 1968 y 1969, le valieron el reconocimiento mundial y la aclamación de la crítica. Posteriormente, se volvieron a publicar como «The Arrivants» («Los Recién Llegados»). Su trilogía posterior – «Mother Poem» («Poema Madre», 1977), «Sun Poem» («Poema Sol», 1982) y «X / Self» («Ser/X», 1987) – también profundizó en cuestiones de identidad.

Una vez comunicado su fallecimiento en redes sociales, los internautas locales comenzaron a compartir sus recuerdos. Al publicar las palabras de su poema «Calypso» («Calipso»), la artista multimedia y conservadora barbadense, Annalee Davis, escribió en Facebook:

Recuerdo su conferencia en Frank Collymore Hall hace muchos años: esa hermosa entonación en su voz, una cadencia que solo podría ser de Barbados, y una forma única de usar su propia lengua que honró nuestra identidad. […]

El uso que hacía del idioma de la nación y la magnitud del trabajo que produjo nos deja una huella imborrable y sé que los habitantes de todo el Caribe y quienes viven fuera llorarán su fallecimiento como lo haremos en Barbados.

La primera ministra del país, Mia Mottley, rindió homenaje a Brathwaite definiéndolo como «fácilmente, uno de los titanes de la literatura y las artes pos coloniales». En tanto que el Instituto George Padmore lo describió como el «tercero de un trío de fundadores pancaribeños del seminario Movimiento de Artistas Caribeños ”(los otros dos son el trinitense John La Rose y Andrew Salkey, de Jamaica).

En Facebook, Candace Ward escribió que «como caribenista, la influencia de Brathwaite en [su] trabajo fue profunda», mientras que el académico Bartosz Wójcik lo recordó por su amabilidad y el profesor Kenneth Ramchand destacó la gran contribución de Brathwaite:

Kamau fue versátil y siempre interesante. Escribió un libro muy importante sobre la criollización, brindó un amplio discurso sobre el «idioma de la nación» que demostró de manera brillante en su poesía, y fue la principal influencia en el eventual descubrimiento de la región sobre las poderosas tradiciones populares y orales. Su trabajo y sus teorías se alimentaron de los vínculos subterráneos entre el Caribe, África y la expansión africana, y fue especialmente sensible a la música, los ritmos y las imágenes de la cultura afroamericana. […] Nunca he vacilado en mi admiración por su apasionado interés en nuestra cultura y sociedad, la revelación de su nativo Barbados como raíz y símbolo resplandeciente, sumado a la incesante experimentación formal en su verso. Es un consuelo saber que, como Walcott y [Wilson] Harris, no lo olvidaremos, porque ha pasado a la conciencia de nuestra civilización.

Kamau Brathwaite también fue un respetado educador de nivel académico; estudió en el Pembroke College de la Universidad de Cambridge y obtuvo un doctorado de la Universidad de Sussex. Recibió las becas Guggenheim y Fulbright y publicó muchos libros sobre cultura e identidad africanas.

El tiempo que pasó en Ghana como funcionario en el rubro área de educación tuvo gran impacto en su comprensión sobre la experiencia de los negros. Algunos de sus importantes trabajos académicos incluyen «Folk Culture of the Slaves in Jamaica» (“Cultura popular de los esclavos en Jamaica”, 1970), «Afternoon of the Status Crow» (“La tarde del cuervo del estado», 1982) y «History of the Voice» (“Historia de la voz”, 1984) en la que presentó sus teorías sobre el idioma de la nación. También tuvo períodos como catedrático en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de las Indias Occidentales.

Muy reconocido en el mundo literario, Brathwaite fue el ganador internacional del Premio de Poesía año 2006  Griffin gracias a su colección «Born to Slow Horses» («Nacidos para Caballos Lentos»). También ganó el Premio Internacional de Poesía Neustadt (1994), la Medalla de Oro Musgrave de Literatura del Instituto de Jamaica (2006), la Medalla Robert Frost de la Sociedad Americana de Poesía (2015) y el Premio de Poesía PEN/Voelcker (2018).

Sin embargo, por mucho que sus escritos académicos relataran la experiencia caribeña posterior a la colonización, es la poesía de Brathwaite la que captura la imaginación de la región y del mundo. En palabras que Richard Drayton publicó en Facebook:

.[Era] un poeta o chamán, su nombre resonará para siempre cada vez que los caribeños traten de entender el sentido de sí 

 

http://f1.telesurtv.net/news/barbados-poeta-edward-kamau-brathwaite-deceso-20200205-0014.html



Muere aclamado poeta de Barbados, Edward Kamau Brathwaite

Kamau, como se le conocía familiarmente, dejó una marca indeleble en el paisaje cultural de Barbados y en todo el mundo literario.

Uno de los mayores poetas de Barbados, Edward "Kamau" Brathwaite, ampliamente considerado como una de las principales voces literarias del Caribe, murió a los 89 años de edad, reportó este miércoles la prensa local.
 

Kamau, como se le conocía familiarmente, nació el 11 de mayo de 1930 en Bridgetown, y fue nombrado inicialmente como Lawson Edward Brathwaite, y dejó una marca indeleble en el paisaje cultural de Barbados y en todo el mundo literario.

El también historiador se educó en el Harrison College, en Pembroke College de la universidad de Cambridge y un doctorado en filosofía en la Universidad de Sussex, además recibió las becas Guggenheim y Fulbright en 1983.

El intelectual barbadense fue cofundador del Movimiento de Artistas del Caribe (CAM) en Londres , un grupo  activo entre 1966 y 1972 con el objetivo de construir una identidad cultural común y lingüística.

De acuerdo con expertos de su obra, ​​​​​​​Brathwaite ha reevaluado una tradición cultural que, habiendo sobrevivido a todas las formas de opresión, se ha perpetuado en formas orales (relatos de hadas, cuentos, mitos) y canciones populares. 

Brathwaite ha identificado en el "idioma de la nación", una especie de criollo mezclado con inglés, africano y dialectos, la riqueza de la cultura antillana, resultado de una fusión única y original de grupos étnicos que han vivido juntos durante siglos. 

Al sustituir el "idioma de la nación" por el inglés culto, pretendía expresar una realidad violenta y apasionada en recuerdo de la diáspora africana que durante siglos fue víctima de esclavitud en países de lo que es hoy América Latina y El Caribe. 

Kamau consiguió, entre otros logros, que el dialecto criollo empleado por las clases populares de Jamaica (el creole, tradicionalmente despreciado por la cultura oficial) entrase a formar parte de los programas de estudio de todas las escuelas de la isla, según una reseña del sitio mcnbiografìas.com.

Los premios que obtuvo durante su larga carrera incluyeron el Premio Internacional de Literatura Neustadt de 1994, el Premio Bussa, el Premio de Poesía de la Casa de las Américas y la Cita de Charity Randall de 1999.

Fue funcionario de educación en Ghana desde 1955 hasta 1962 antes de regresar al Caribe para enseñar en Santa Lucía y más tarde en la Universidad de las Indias Occidentales, Jamaica.  

La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, expresó sus condolencias a su familia y expresó que Kamau ​​​​​​​"arrojó una luz poderosa sobre las realidades de nuestro presente y, a su vez, guió nuestro sentido de identidad propia y nacional". 

"Su alcance e influencia no se limitaron a su amado Barbados y el Caribe. Su mandato como educador en instituciones desde Ghana hasta América permitió a estudiantes de todas las etnias y antecedentes experimentar su magia con las palabras", indicó en un comunicado.

"Sin embargo, en última instancia, el legado de Kamau y el regalo intemporal para todos nosotros es su trabajo poderosamente conmovedor", recalcó Mottley. 

Desde "Odale's Choice" y "The Arrivants" hasta "Mother Poem" y "Born to Slow Horses", nos deja valiosos tesoros literarios que deleitarán y moldearán nuestras mentes para las generaciones venideras, remató la primera ministra.

Barbados, 1930



de Guanahaní

como los principios —oh odales oh adagios—de las islas
bajo las nubes donde escribo el primer poema
su calor marrón ahora que las reconocemos
aún a esta distancia de tormenta
todavía sin sonido. tanta esperanza
ahora en torno al corazón rayo que empecé a llorar
con tanta felicidad de un paisaje conocido
tal genio del color. forma de la bahía. cabo
los oscuros yermos de las cadenas de
montañas. una puerta abriéndose en el cielo
hasta bien abajo penetrado estos nuevos azules y
dormidos amarillos verdes — como el abrazo
de una madre como el cercamiento
de un amante. como bancos
de peces emigrando hacia su patria. adentrándose
en la luz brillante de la expectativa. nacimiento de
estos largos caminos a lo largo de la orilla de Eleuthera
ahora hundiéndose en su memoria detrás de nosotros

Y MILES Y MILLAS Y MILES

Para Miles Davis

Se marea
con la altura

berrea el sol

oye
sólo el bronce
de su ánimo

si volara
sería
águila

miraría
yacer la
tierra suave

contornos
yacen campos
rayados

las casas encajan en los valles

podría ver nubes
sobre el agua
bogar por tierra como cascos de enormes barcos

pero es sólo
un gallo

no ve

nada

no oye
nada

aspira
al cielo
con ojos
cerrados

el cuello
hinchado .

& trinó       hasta que un ojo

se A

brió a la luna
&

azules notas osci.
laron osci.

laron de las tres.

esquinas del útero

.

cuando se acabó

          el clic cloc

el

reloj

          paró

. & la roca          de su cráneo          se cayó

LLEGA EL NUEVO MUNDO

Así desvalido
así
sin guía,
sin héroes,
te encontramos: amante
guerrero, tú que odias,
llegando por las hileras
del bosque
pie suave
al suave suelo
del silencio:
nos encontramos en el túnel
sucio de hojas.

Artilla
tu mosquete apun
ta sonó
fuego y nuestros
guerreros de firmes
carnes, cálidos,
picados por
moscas
cayeron.

Cuánto
Cuánto
Oh Señor
Oh demonio
Oh fuego
Oh flama
hemos andado
hemos viajado
hasta aquí
a este encuentro
este susto
y vergüenza
en el sucio
silencio.
Cuánto tiempo hemos
viajado por
cuestas jaspeadas
de sílice, piedras
secas como agua,
a este centellear
de flama en el bosque.
Oh quién nos ayudará
Ahora, des-
validos, sin
caballos, sin
guía, sin
esperanza, sin
Hawkins, sin
Cortés por venir.
Encarcelado Prempeh,
muerto Tawiah,
reprimido y colgado
Asentawa.
Oh quién nos ayudará
Ahora: Jerónimo, Tackie,
Moctezuma por venir.

Y el fuego, nuestro
fuego, forjando candados,
rocas más negras que hierro;
el fuego nos traicionó ya
en nuestra aldea; ahora
en el bosque, el fuego nos
tira como pájaros; nos arden
vainas en el vientre. El fuego
tira muros, forja
estos candados fogosos
más negros que el hierro
y en fila recorrimos el sendero
eslabonados en un nuevo
silencio de sonoro hierro.

2
Pasaremos mucho tiempo sin ver
otra vez esta tierra, estos árboles
de nuevo, vagando tierra adentro con el sonido
del rompiente, el humo subiendo

Pasaremos mucho tiempo sin ver
otra vez estas granjas, suaves húmedas lentas verdes
de nuevo: Aburrí, Akwamu,
sube la niebla

Ahora mira estos duros hombres, fríos
ojos claros como el agua que montamos
hábiles con la vela y la soga y los aparejos

Ahora mira estos fríos hombres, audaces
como el agua golpeando la proa en súbita ola feroz,
indiferentes, al parecer, a la batalla

del viento en el agua;
pues nuestra sangre, pronto
mezclada por capricho con su pasión,

por indiferencia, por furia,
creará nuevos suelos, nuevas almas, nuevos
ancestros; fluirá como esta marea fija

a la estrella que mantiene a flote la nave
a nuevos mundos, nuevas aguas, nuevos
puertos, el orgullo de nuestros ancestros mezclado

con el viento y el agua
la carne y las moscas, los látigos y el fijo
miedo al dolor en este puerto encadenado que nos recibe.

Los orígenes de la literatura caribeña en lengua inglesa se remontan a los siglos XVIII y XIX, en los que se encuentra una literatura fundamentalmente imitativa de la literatura inglesa, dado que las personas que escribían en esta época eran, sobre todo, colonos ingleses establecidos en las islas de manera más o menos permanente.

Así, la experiencia caribeña se contempla, durante esta época, fundamentalmente desde la perspectiva colonial y desde modelos literarios ingleses. En la primera mitad del siglo XIX cabe destacar dos textos importantes, ambos de autoría femenina: The History of Mary Prince, A West Indian Slave, Related By Herself (1831), la autobiografía de la esclava Mary Prince, el primer texto caribeño en prosa escrito por una mujer y la única autobiografía de esclavitud caribeña que se conserva, aunque probablemente existieron otras. Se trata, además, del primer testimonio femenino sobre la esclavitud, ya que las autobiografías que habían aparecido antes en otros territorios esclavistas eran de autoría masculina.

Unos años más tarde, la jamaicana Mary Seacole publicaba también su autobiografía, Wonderful Adventures of Mrs Seacole in Many Lands (1857), en la que da cuenta de su intensa actividad como enfermera en Jamaica, Panamá, Colombia y, finalmente, en la guerra de Crimea, donde estableció un hotel para los oficiales británicos y pasó mucho tiempo cuidando a los heridos y moribundos. Mary Seacole desafió los roles de género tradicionales viajando sola por medio mundo, practicando la medicina y estableciendo su propio negocio. Su autobiografía presenta a una mujer negra autoafirmativa e independiente en un contexto tanto colonial —el Caribe— como metropolitano —Gran Bretaña— dominado y controlado por los hombres blancos.

Ya en las primeras décadas del siglo XX destaca un nombre que ocupa un lugar de honra en las letras caribeñas: el jamaicano Claude McKay. McKay cultivó la poesía y la novela, aunque es en sus novelas donde consigue su mayor valor literario. En Home to Harlem (1928), Banjo (1929) y, sobre todo, en la clásica Banana Bottom (1933), aborda uno de los temas más productivos de las letras caribeñas: el dilema de la persona negra que debe tratar de preservar su identidad en un mundo donde la norma imperante es blanca. La figura de McKay es significativa por otro motivo, ya que fue el primer escritor importante del Caribe anglófono que se exilió por motivos profesionales, un camino que en esta misma época siguieron muchas otras personas.

Las décadas de los años 30 y 40 del siglo XX constituyen una preparación para la gran eclosión de la literatura caribeña que va a tener lugar en los años cincuenta. El movimiento literario que se inicia durante estas décadas está firmemente asentado sobre los acontecimientos económicos, sociales y políticos de la época. La Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la depresión económica de finales de los 20 parecen haber ejercido una gran influencia sobre la literatura, así como el comienzo del nacionalismo cultural y político que finalmente desembocará en la independencia de los países caribeños.

Desde el punto de vista literario, lo más destacable de estos 20 años es la proliferación de revistas literarias en casi todos los territorios. En estas revistas se publicó una parte muy considerable de la literatura caribeña de los años treinta y cuarenta. Algunas de ellas tuvieron una difusión muy limitada o duraron muy poco tiempo; unas estaban muy integradas en la vida local mientras que otras tenían una vocación pancaribeña e internacional. De todas estas revistas destacan cuatro por su repercusión en la vida cultural caribeña y por la importancia de las plumas que participaron en ellas: Bim, en Barbados; Focus, en Jamaica; Kyk-over-al, en Guyana, y The Beacon, en Trinidad. Esta última marcó el comienzo del desarrollo del género del cuento en el Caribe, un género que hoy en día continúa teniendo un gran auge. La revista seleccionaba para su publicación solo aquellas obras que contenían personajes, escenarios, situaciones y hablas propias de la región, y rechazaba aquellas obras que imitaban modelos extranjeros y, por lo tanto, carecían de autenticidad. Esta política editorial revela el profundo compromiso de las autoras y autores de la época con la definición de una identidad cultural distintiva que solo se podría conseguir mediante la ruptura con la tradición inglesa.

Entre los miembros del denominado "grupo de The Beacon" (The Beacon group) figuran tres nombres de gran relevancia en el canon literario caribeño: C.L.R. James, Alfred Mendes y Ralph De Boissière. Estos tres autores fueron los únicos miembros del grupo que publicaron novelas, y también fueron de los primeros, junto con Claude McKay, que abandonaron el Caribe para convertirse en escritores profesionales en el extranjero.

Resulta paradójico que el llamado "período boom" de la literatura caribeña, acontecido en la década de 1950, fuera un fenómeno principalmente británico, con base en un Londres que contaba con una importantísima comunidad intelectual caribeña. Muchas autoras y autores eligieron el exilio debido a las oportunidades limitadas que ofrecía el Caribe para el desarrollo de una carrera literaria: en los años cincuenta había muy pocas editoriales y el público lector con posibilidades de acceso a los libros era muy escaso. Así, resulta aún mucho más admirable la profusión de creatividad y la cantidad de obras publicadas durante la década. Esta eclosión no tuvo lugar solo en la literatura en todos sus géneros —poesía, teatro y narrativa— sino también en las demás artes, sobre todo en escultura y pintura. El interés creciente por parte del público lo fomentaron y lo dirigieron nuevas instituciones que se fundaron para impulsar la cultura autóctona: compañías de danza y de teatro, escuelas de artes y oficios, etc. Al mismo tiempo, florecían también el calipso y el steelband, y Louise Bennett estudiaba y difundía el folclore y la historia oral de Jamaica.

En todas estas manifestaciones culturales diaspóricas el centro lo constituía la sociedad caribeña: intelectuales y artistas pugnaban por conseguir el autodescubrimiento y la autodefinición, y este interés iba en paralelo a la conciencia política cada vez más extendida que estaba forjando la independencia. Los movimientos sociales y políticos son claves para comprender el verdadero sentido de la literatura de la época, ya que, a pesar de las muchas autoras y autores que se exiliaron voluntariamente, todos ellos permanecieron vinculados al Caribe y examinaron en sus obras los procesos de cambio social que se estaban dando. El exilio masivo suscitó un debate sobre la responsabilidad de la persona escritora hacia su comunidad. Así, mientras Kamau Brathwaite manifestaba su temor de que el exilio alejara a los escritores de sus raíces y los condujera a la incapacidad para explorar el territorio físico, social, moral y emocional que constituía su lugar de origen, George Lamming —en The Pleasures of Exile (1960) — se mostraba convencido de que, desde su exilio, los autores permanecían firmemente anclados en la cultura caribeña con un sentido de responsabilidad hacia esta idéntico al que preconizaba Brathwaite.

Por tanto, toda la literatura de los años 50 es muy sensible a la condición social y cultural del Caribe contemporáneo. A menudo, la exploración del yo personal o de la experiencia individual está ligada a la exploración de la interdependencia de los mundos personal y público, y a la exploración de la relación del individuo con la estructura de valores heredada que domina su sociedad. Los escritores tenían un sentido de compromiso social y político muy fuerte, que heredaron después las siguientes generaciones. Este período de la literatura caribeña se contempla como el canon literario de la región. Los siguientes autores son algunos de los que nutren los cursos de literatura caribeña en las universidades: Sam Selvon, George Lamming, Andrew Salkey, Wilson Harris, Edgar Mittelholzer, Kamau Brathwaite, John Hearne, Jan Carew, V.S. Reid, Derek Walcott (Nobel de Literatura en 1992) y V.S. Naipaul (Nobel de Literatura en 2001).

Significativamente, todos estos autores son hombres, con educación superior, de clase media y, salvo escasas excepciones, establecidos en Inglaterra durante este período. Sus obras contribuyeron a fijar un canon y una agenda crítica que aún hoy se sigue aplicando, y que muchas veces limita el estudio de la producción literaria caribeña en su conjunto, ya que resulta inaplicable a otra clase de escritura, como, como por ejemplo, la de las mujeres. Entre las obras más destacables de este período se encuentra The Lonely Londoners de Sam Selvon (1956), uno de los primeros experimentos narrativos en criollo como lengua de la narración y no solo del diálogo. Selvon utilizó una versión modificada del habla de Trinidad para narrar las duras experiencias vitales de un grupo de inmigrantes caribeños en Londres y sus dificultades de adaptación e integración en una sociedad racista que está muy lejos de considerarlos, como ellos esperaban al llegar allá, ciudadanos británicos.

En 1953, George Lamming publicó su célebre novela In the Castle of My Skin, uno de los máximos exponentes de la novela de infancia, que experimentó un gran auge en este período. La novela de Lamming, situada en su Barbados natal, es una exploración del proceso de crecimiento de un niño barbadense en paralelo a los cambios que llevan a la isla de ser una sociedad feudal basada en el sistema de plantaciones hasta los inicios del movimiento independentista. La alienación y la desposesión que se ponen de manifiesto en este proceso de cambio están también presentes en The Hills Were Joyful Together, que publicó el jamaicano Roger Mais en el mismo año, aunque Mais no sitúa la acción en la Jamaica rural sino en los suburbios deprimidos de Kingston.

En esta década comienza también a publicar sus primeras obras V.S. Naipaul, un autor que se exilió para no volver nunca a residir en su Trinidad natal. Esta obra temprana, a diferencia de la mayor parte de su obra posterior, está ambientada en el Caribe en su totalidad. A esta etapa pertenecen las novelas The Mystic Masseur (1957) y The Suffrage of Elvira (1958), y la colección de cuentos Miguel Street (1959). En estas obras, Naipaul describe la sociedad de Trinidad en su diversidad racial y cultural, pero con una lógica atención al grupo étnico de origen asiático al que él mismo pertenece. Más tarde, en 1961, la novela A House for Mr Biswas marca un cambio en la orientación de su producción literaria, que adquiere una mayor complejidad y un tono más filosófico y alegórico, al analizar la busca de la identidad propia por parte del individuo poscolonial a través de la simbología de la casa en construcción como espacio de identidad.

Naipaul, que recibió el Nobel de Literatura en 2001, es uno de los autores caribeños más prolíficos —también posiblemente el más polémico, debido a su ambivalente relación con la cultura caribeña—, y su producción literaria se extiende de manera regular hasta la actualidad.

En las décadas de los 60 y 70, al mismo tiempo que los autores canónicos se consolidaban, otros nombres nuevos hacían su aparición —entre ellos Michael Anthony, Austin Clarke, Roy Heath, Marion Patrick Jones, Earl Lovelace, Merle Hodge y Shiva Naipaul—, y todos juntos establecían una presencia sólida de la literatura caribeña en el mercado editorial internacional. En este período se produjo un fenómeno de recentralización de la actividad cultural y crítica en el Caribe, y no en el exilio como había sucedido en los años 50. Se inician así la búsqueda y la definición de una estética caribeña y tienen lugar hondos debates sobre la experimentación lingüística y formal en la literatura, sobre todo en relación a la nueva generación de escritores. Esta intensa actividad dio lugar a que la década de los 70 se conozca como "la década de la crítica". Se produjo un cambio de orientación crítica, pasándose de las falsas nociones de universalidad a una mayor apreciación de los contextos culturales y políticos de la región.

A mediados de los años 70, se produjo una eclosión de voces nuevas en la poesía dub y performance, tanto en el Caribe como en Gran Bretaña. Esto fue debido en parte a la nueva apreciación de la obra de poetas como la jamaicana Louise Bennett, que propició una mejor recepción de la poesía oral como literatura. También influyó mucho Kamau Brathwaite, con su trilogía The Arrivants (1973), construida como poesía experimental y que exploraba las posibilidades de usar ritmos y formas musicales negras (cantos de trabajo de la época de la esclavitud, espirituales, mento, ska, reggae, steelpan, calipso, jazz, blues).

En este período surge el debate sobre la clasificación de la producción literaria diaspórica. Aunque, como vimos, en décadas anteriores un número significativo de autoras y autores caribeños se habían ido asentando en Europa o Norteamérica, y aunque hay presencia y textualidad negras documentadas en Gran Bretaña desde hace muchos siglos, es en esta época cuando encontramos por primera vez una serie de escritoras y escritores, británicos de nacimiento o nacidos en el Caribe y residentes en Gran Bretaña, que se comienzan a identificar como británicas y británicos, algo que nunca hicieron ni podían haber hecho los autores caribeños que llegaron a Inglaterra en los años cincuenta. Esto no quiere decir que la etiqueta "literatura afrobritánica" (o Black British literature) fuera aceptada universalmente —al contrario, siempre ha sido un término muy debatido— pero, no obstante, se puede afirmar que fue en este período cuando nació la literatura afrobritánica contemporánea.

Entre sus pioneros estaba el poeta y activista Linton Kwesi Johnson, que publicó una innovadora colección en Londres en 1975 bajo el título Dread Beat and Blood. Su poesía se caracteriza por el uso del criollo jamaicano, una fuerte estética de representación (o performance), la influencia formal y temática de la música reggae, recursos estilísticos como el uso de las referencias bíblicas y un contenido altamente politizado. La poesía de Johnson está firmemente asentada en las realidades de la vida en un contexto urbano británico, en vez de en el concepto abstracto de la "Babilonia" rasta —es decir, la cultura occidental capitalista— que muestran otros poetas dub. El radicalismo de su trabajo, sobre todo en cuestiones lingüísticas, abrió caminos para la consolidación de una nueva generación de poetas negras y negros en Gran Bretaña a partir de los años 80, como Valerie Bloom, Jean Binta Breeze, Benjamin Zephaniah, John Agard, Grace Nichols o Jackie Kay, entre otros.

Además, las décadas de los 80 y de los 90 se caracterizaron por la eclosión de la literatura escrita por mujeres, tanto en el Caribe como en la diáspora. La publicación en 1970 de la primera novela de Merle Hodge, Crick Crack Monkey, sirvió de inspiración y modelo a muchísimas autoras, que reconocen que esta fue la primera obra literaria que apeló directamente a su experiencia personal y les permitió identificarse con una protagonista.

Crick Crack Monkey narra la historia de Tee, dividida entre la seguridad que le proporciona el mundo rural tradicional representado por su tía paterna Tantie, y la alienación que siente en el mundo de clase media y valores occidentalizados que representa su tía materna Beatrice. Cada una de estas mujeres simboliza un conjunto de valores de clase, raza, lengua y género, y Tee debe escoger uno de estos dos modelos en conflicto. Al final, Tee terminará por pertenecer a ambos mundos a la vez pero a ninguno de ellos por completo. La novela refleja así la alienación cultural derivada de la yuxtaposición de dos sistemas de valores opuestos y relacionados jerárquicamente, un tema que Hodge aborda también en su segunda novela, For the Life of Laetitia, publicada en 1994.

Además de las características generales de la literatura caribeña que se han ido mencionando, la literatura escrita por mujeres muestra rasgos específicos, el más destacable de los cuales es la incorporación de la perspectiva de género. Las escritoras ofrecen textos que tienen mujeres como eje central, en un intento de compensar la ausencia o la tergiversación de la experiencia femenina en la literatura de autoría masculina, que en muchos casos se nutre de imágenes estereotipadas y representaciones arquetípicas que poco tienen que ver con la realidad de las mujeres caribeñas. Así, algunos de los temas recurrentes abordados por las autoras son la sexualidad femenina, las conflictivas relaciones entre mujeres y hombres, la maternidad y los vínculos afectivos entre las mujeres.

El desarrollo de la literatura femenina caribeña está especialmente vinculado al género del cuento y la poesía, aunque en los últimos años se ha producido un incremento en el número de novelas. También fueron fundamentales las antologías que, a partir de los años 80, permitieron visibilizar la creación literaria de las mujeres. Dos de las antologías pioneras en este sentido, que coinciden en incluir trabajos de autoras de diferentes ámbitos lingüísticos del Caribe con voluntad integradora y pancaribeña, son Her True-True Name, editada por Pamela Mordecai y Betty Wilson en 1989, y Creation Here: A Cafra Anthology of Caribbean Women's Poetry, compilada por Ramabai Espinet también en 1989. En estas antologías encuentran cabida no solo autoras contemporáneas sino también escritoras de décadas anteriores, como las autoras criollas de Dominica Jean Rhys o Phyllis Shand Allfrey, que muchas críticas reivindican como precursoras de la literatura femenina caribeña.

Durante las últimas décadas se han dado a conocer una gran cantidad de nuevas escritoras y escritores de novela, muchos de los cuales escriben y publican en la diáspora europea o norteamericana. La diversidad de estas autoras y autores, tanto en los temas como en su tratamiento literario, es demasiado inmensa para recogerla en esta breve panorámica. Baste decir que sus intereses literarios van desde la articulación de la identidad, tanto caribeña como diaspórica en narrativas de infancia, hasta la revisión del pasado colonial y esclavista y de sus repercusiones en el Caribe contemporáneo, pasando por la novela de detectives; y todo ello en estilos que abarcan desde formas de narrar más o menos convencionales, hasta narrativas polifónicas y posmodernistas. La aceptación creciente de la literatura caribeña por parte del público lector y el reconocimiento crítico cada vez mayor que tuvo lugar especialmente a partir de los años noventa tiene, como es lógico, mucho de positivo para la propia literatura de la región y también para las personas que tienen acceso a la riquísima aportación cultural que supone una tradición tan diversa e hibridizada.

No obstante, como indican Alison Donnell y Sarah Lawson Welsh, editoras de un importante manual de literatura caribeña anglófona (The Routledge Reader in Caribbean Literature) aparecido en 1996, esta circunstancia supuso también que la literatura del Caribe se viese absorbida por el canon poscolonial, ya que en estas últimas décadas la literatura poscolonial se ha establecido como un campo muy sólido de investigación académica en el mundo occidental, y es desde la teoría poscolonial como se suele interpretar la literatura caribeña fuera de la región.

Como consecuencia, las peculiaridades culturales del Caribe —como es la ausencia de una lengua nativa o de una cultura precolonial, o la extraordinaria diversidad étnica y cultural— corren el riesgo de ser homogeneizadas o incluso eliminadas en el seno de este marco global que es el mundo poscolonial. Por otra parte, en estos últimos años se ha dado una apropiación de las literaturas periféricas, entre ellas la caribeña, por parte del centro cultural que es occidente —piénsese en la reclamación de los premios Nobel no blancos del "Tercer Mundo" (los caribeños Derek Walcott y V.S. Naipaul, o el nigeriano Wole Soyinka) como parte de una literatura canónica "universal"—; a esto contribuye, sin duda, el hecho de que tantas autoras y autores del Caribe escriban y publiquen en un contexto de emigración. Así, Donnell y Lawson Welsh reflexionan que esta situación de la literatura caribeña en el centro representado por las instituciones académicas occidentales podría responder no tanto a una tendencia contemporánea a la globalización, como a un movimiento perturbador propio del neoimperialismo cultural. Esta usurpación cultural ya la puso de manifiesto en su día George Lamming, cuando en 1960 criticaba la apropiación por parte de Inglaterra de los autores caribeños de los años 50 y se preguntaba para quién escribían estos autores. Más recientemente, la escritora y crítica de Trinidad Merle Hodge ha denunciado también la falta de soberanía cultural de los países caribeños, invadidos por el turismo y por los medios de comunicación occidentales, y ha subrayado la necesidad de crear modelos culturales alternativos que sirvan para definir la identidad caribeña sin recurrir a patrones extranjeros neocolonialistas.

Es difícil anticipar qué rumbo va a tomar la literatura del Caribe —o cualquier otra literatura poscolonial— en los próximos años y cómo va a responder ante las presiones culturales y editoriales del mundo occidental. Lo que es evidente es que la cultura caribeña continúa siendo tan vital y creativa como lo fue en fases anteriores de su historia, cuando se supo enfrentar y sobreponer a la explotación económica y la denigración cultural que supuso el colonialismo más atroz. Por lo tanto, es de esperar que su reacción ante este nuevo desafío sea, una vez más, la de regenerarse y redefinirse desde la diversidad cultural que constituye probablemente su mayor riqueza.

 

volar en pedazos.     tu carne
como las islas que amaste
como el rompeolas que deseaste curar
 
 
trayendo igualdad de derechos & justicia a los hermanos
un audaz mashramani cumfa a las hermanas susurrando
su fría zona franca
que las historias de las grandes ñañas sean escuchadas
con todos sus antiguos
 
 
chapiteles de respeto
 
 
hasta que lleguen arriba los pobres de la iglesia
arriba desde el suelo del cerro/tobogán
hasta que se vuelvan el rugido de la nación
 
 
que padres se instalen al fin en lo que les pertenece
hacha azuela si no pozo petrolero.     antorcha
luz de mackenzie
 
 
que aquellos que durante todas estas generaciones
nos han mordido desnudos hasta el hueso
comiéndonos los nudillos hasta su piedra
 
 
precio fijo precio sube rachman & trinquete exprime
lo duro que es comprar pan lo escaso del arroz
en el agua barrosa donde monta
 
 
cómo saludables guatitas de guaguas crecen llenas de fatalidad
calabozo
confinadas a gemir en su hambre
crecen con voz gimiente & ojos rojos de rabia
 
 
que golpea contra sus xilófonos de costilla carcelaria
que cómo no podemos dar a nuestras esposas o queridas
o a nuestros hijos
o a los hijos de nuestros hijos un dulce viaje a kenia.     mirar
 
 
la señal maasái desde su sombra azafrán
el antílope acuático & la jirafa giran en torno a ruinosos
manyattas
mientras unos adorables rubiecitos
 
a quienes realmente les importa un peo
para quienes esto es un patio más
un moco.     para quienes esto es una estrella apagada
 
 
a colón a cortez a cecil rhodes
para quienes esto es una carretera más
a la voz suave y la cabeza de thathi del camarero
 
 
aban. asesinado en su mierda por su jefe.     en el hotel del
aeropuerto de nairobi
 
 
pero deja que su cara se amurre en la sopa
que su cilicio mortifique el sudor
porque yo hermano llevo el gong de su sueño en mi cabeza
 
 
que estos & aquellos que aún vuelan dread arriba en el cielo
buitres & halcones . ojo
haciéndole perro muerto a morgan el magnate de mi/ami
 
 
esas bestias nocturnas una babilonia que nos saquea bajo sospe-
cha
 
pero lo que es peor es el parpadeo
en nuestros propios ojos.     el sol tapa.     do por
papel una caña despide vamp.
 
 
iros una tinta empuja imp.
erios status quo status quo status quo status cuervo
que cuenta una sangre.     cuento que tañe en el ghetto
 
 
hasta que estas malas conductas de señorita como las llamas
sean
un monstruo encadenado a la tierra que no nos dejará engendrar
 
 
has. ta que cada chasqueo en la cara de los buenos días
sea
una espiral más una primavera más una nada
 
 
más que cantar
sea
la roca levantándose en el sangrado
 
 
el hombro alimentando al fusil
los titulares gritando el garabato a través del muro
de surbiton de trenton del hotel sheraton
 
 
esos POBRES NO DAN MÁS
 
 
& las guaguas & sus madres & sus madres & las
madres de sus madres & las madres de las madres de las
madres de sus madres
crepitando para siempre en el abucheo semi-automático de
la calor naranja
 
 
destello de sirena.     aullido de la quemadura gemido del viento
a través del tra-ca-ta-ca-ta-cá
del dolor a través de la llave de tu cabeza. húmedo. hedor.
gritodo
 
 
el pozo de la llama guerrera taladra tu carne
reducida al tiempo antes del hueso/verde
reducida al tiempo antes de la calavera/ceniza
reducida al tiempo antes que el amor/naciera
 
 
en tus brazos
antes que rasgaran el alba de tu almohada
 
 
en tus brazos
antes que arrugasen los tumores en bolsas de papel
dentro del mercado estrella-rota
 
 
en tus brazos
antes que el cuchillo corra por el oscuro & relicario acero
entre la espina & el riñón
 
 
en tus brazos
en tus brazos
en tus brazos
 
 
yo predigo
 
 
antes que reconozcas la cabeza de la gorgona dentro del
ojo rojo
del walkie talkie
 
 
*
 
 
volar en fragmentos.     tu muerte
como las islas que amaste
como el rompeolas que deseaste curar
 
 
trayendo igualdad de derechos & justicia a los compañeros
que por encima de todos serían niños como el sol
saliendo
 
 
sobre el rupununi sobre el cerro brumoso de castries sobre
el kilimanjaro
 
 
cualquier lugar o palabra donde hay amor hay el cielo y su
azul libre
donde el pasado significa la lucha presente
hacia flesinga donde puede que algún día termine
 
 
lejos como powis en el esequibo
a la deriva como milagros o un sueño
o como ese solitario motor de pesca perdiéndonos lentamente
su sonido
 
 
pero real como tu muñeca con su tic de sangre en torno a sus ó
seas esposas
pero real como las largas marchas los peldaños de la corte del
per/juicio
 
 
los repentinos viajes nocturnos estilando por pomerún
escondido en un refugio diferente cada mañana & tra
tando de adivinar con el calor del apretón de manos
 
 
si el extraño es extraño una cobra o un amigo
& el acero urgente del ben
teveo centelleando su rrizo por la curva más empinada de la
brisa
 
& las hojas
 
 
tictaqueando & aprendiendo a vivir con el olor del ron en el
aliento de las
calaveras.     la ceniza de su cigarro en la mancha de tus dedos
sus huellas en tus casas
 
& teniendo que decirlo una & otra & otra vez
con tu paciencia suavemente sonora con el látigo negro de
tu ingenio.     aunque los márgenes hayan tenido que enroscarse
de dolor
 
 
pero cada vez más & más & más clara la certeza de
 
 
que es demasiado simple golpear/herir tanto
no recordar
 
 
que no debe convertirse en un eslogan o un blanco fácil
tan roto tan desfigurado tan devaluado en el mercado de la
redención
 
 
que cuando los hombres se reúnen a gobernar de otra forma
deberían ser sinceros en un mundo de usureros
 
 
que sangran en sus cabezas como una corrupción de
piojos esas cucarachas como un lavaplatos sucio
 
que la política debiera ser como entender las tablas
del suelo de tu casa
 
 bien barrida cada mañana.     construida por manos que conocen
el viento & la marea & el lenguaje
 
 
desde las curvas en la cresta del koker
hasta la reja oxidada de tu patio
 
 
para que cada hombre en su estrecha isla inquieta
sobre la represa de su tierra en un claro del bosque junto
al río cortado
donde berbice lucha contra un suelo fangoso
 agarre su cama & camine
 en el poder & el reggae de su soul/sticio
desde los mutilados caminos de zarzas de su visión
hasta el saber seguro cojo de su nombre

este es el mensaje que el rasta entregará
fundación del alma con flujo de semilla de mostaza

que cuando él habló el mundo fue un revuelo en su brisa
pues le fue natural como el agua.     como la forma en que
escuchaba, como la forma en que caminaba.     uno desos hermanos vitales que tuvo la gracia de ser todas estas cosas & cuidadoso también & descuidado también lo cortaron en la plantación de caña porque se atrevió a crecer & a crecer/verde
porque fue ese junco delgado & hubo machetes con bastante
filo
para forzarlo a sangrar.     lo volaron hacia abajo
 

porque su puente de hombre a hombres
significó condena a prisiones de un mundo que nunca hicimos
significó ajusticiar a la maleza que mata a nuestra parra ñame
 
& entonces la bomba
fragmentando islas como la tierra que amaste
dejando que vuelva la oscuridad

 pero hay estrellas que arden que matan no saben
suaves diamantes tras la explosión en pedazos
que los rastreadores no pudieron encontrar que los bombarderos
no pudieron ver
que los carroñeros que vengan nunca esconderán
 el caribe sangra junto a la cárcel de georgetown
una viuda sale aprisa & tira de sus hijos libres

 

Poema del Ébola

Líbranos del INFIERNO Oh Señor y Redentor Mío
Llama a todas esas víctimas del bosque
y el monte
donde ahora se marchita la hierba mucho antes de que nos lleven
donde no hay sueño de la mañana sino que se pudre la carne de murciélago
sobre las mesas de los callejones de la makola
ESTO NO ES CIERTO
Pero llamemos a la compasión ahora
por lo que esto es y cómo nos ha traicionado y pasado a nuestro lado
descalzo
y sin sandalias en nuestros pies
Gritemos vergüenza una vez más a las espirales de escándalo de las cúpulas de mármol
de las metrópolis nos privan de nuestros humildes hogares
aunque esta conspiración volverá a esconderse como el Sida de
la culpa
‘te amo pero no puedo tocarte, un simple roce mío te pudrirá hasta que te
corrompas’
Estas limpias sábanas a rayas almohada blanda para mi cabeza
Este terror debajo de mi lengua
Dios nos dio vida para amar no para termitas sangrantes que nacen
del basilisco inventado en nuestra piel
Este hombre noble reducido a sangre andante que aúlla
Estos ojos bulbosos de cebollas parecidos al pus
que crecen en cada uno de tus miembros y en todas tus entrañas goteando esta muerte que haces tú mismo dentro de ti como baba
como jalea ectoplásmica chorreando por las paredes del tiempo
“Han tronchado mi vida dentro de la celda
y puesto una lápida sobre el lamento de mi nombre”

Hasta el momento el origen del ébola es desconocido o secreto. Los médicos/científicos dicen que viene de los murciélagos y de comer carne de murciélago y se contrae –y solo quedan tres días más de vida– por el contacto de la piel-con-la-piel – sencillamente con un estrechón de manos

Río Congo . centro de la legendaria «África Negra» uno de los grandes ríos del mundo con sus innumerables afluentes .tanto al norte como al sur del Ecuador .se levanta desde el Valle de Rift en África Oriental y los lagos Tangañika y Mweru y corre 1 500 millas al norte y al oeste hasta la punta de su curva colosal en sentido contrario a las manecillas del reloj en Ébola (República Democrática del Congo) antes de girar al sur y al oeste hasta Banana en la costa del Atlántico

(KB 21-23 de agosto de 2014. ‘Psalm and Lamentation’, fragmento de For all who love the deads and living)

Edward Kamau Brathwaite (BridgetownBarbados, 11 de mayo de 1930-4 de febrero de 2020)​

Fuente: http://casadelasamericas.org/publicaciones/revistacasa/278/letras.pdf





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