Lucia Etxebarria,
escritora
“Los hombres heterosexuales no me leen”
Lucia
Etxebarria acaba de dar una conferencia en la biblioteca de Bidebarrieta de
Bilbao. El motivo de la charla es el compromiso social del escritor.
Durante la charla pide educadamente a los fotógrafos que esperen al final. Al
acabar la ponencia Lucia posa para las cámaras y firma los libros de sus fans. Después de dedicarme mis diez
libros, uno a uno, me invita a tomar unos pinchos con sus amigos. Así, en una
acogedora cafetería bilbaína, Lucía responde a mis preguntas.
Lucia, ¿actualmente hay
más compromiso social en los escritores que antes?
Hay menos que antes.
Actualmente no se escribe poesía social, por ejemplo, y aunque vivimos una
crisis no estamos en la Transición. Las ideologías comunistas se han superado.
Ahora se vende novela histórica o fantástica o de ciencia ficción, es decir;
evasiva. Matilde Asensi, Julia navarro… Almudena grandes dejó de ser
superventas cuando se posicionó políticamente.
Los del PP se mueren de vergüenza de tener un libro de Almudena grandes.
Falcones Zafón jamás se posiciona. Actualmente el escritor habla de la
globalización, los derechos del colectivo gay o el feminismo… Atxaga ha dejado de firmar manifiestos de
carácter político, ante el fin del terrorismo. Ha dicho todo lo que tenía que
decir. Fernando Aramburu también ha escrito novelas sobre el terrorismo pero es
un tema que se ha abordado más en los ensayos.
¿El escritor debe saber
de todo, opinar de todo o limitarse a escribir?
La figura del escritor
como activista social o político viene de Zola y su famoso caso Deyfrus. En
todas las épocas el escritor se ha implicado políticamente. Ya Aristóteles
sabía de todo, de filosofía, de ética… pero antes que intelectual, el escritor
es un artista, un esteta, lo importante es su obra literaria. Pero la sociedad
cree que el escritor es una especie de "gurú que sabe de todo, que opina
de todo". El escritor es más listo que el resto de la sociedad y tiene más
vías para opinar. Pero ahora el que opina es el economista.
¿Cómo ve el panorama
literario en España?
España siempre ha estado
retrasada en relación al resto de Europa. Las editoriales están en decadencia,
exceptuando Planeta (gracias a que el señor Lara tiene otros negocios aparte de
la editorial). El grupo prisa o Alfaguara están en crisis. Ahora es muy raro
que un escritor viva de su escritura. La mayoría de escritores son profesores
de filosofía en pueblos, que sacan algo de tiempo para escribir. La gente se
baja gratis los libros por internet o los lee en ebooks. El que escribe
actualmente no lo hace por dinero, sino por amor al arte. Prácticamente he regalado mis novelas. Madrid, Bilbao y Barcelona son las ciudades
para darse a conocer, pero Francia está mucho más avanzada. He pensado dejar de
escribir e irme a París donde tengo una amiga editora con muchas influencias.
Nadie es profeta de su tierra. Mi último
libro, Inventario antes de liquidación, es
abiertamente político y reivindicativo.
¿Cuándo sintió su
vocación literaria?
De niña, en mi colegio de
monjas de Bermeo, donde me enamoré de los cuentos de Ana Maria Matute.
Imagínese la adolescencia de una chica que se sentía gorda y sin amigos. Mis
compañeros de colegio se dedicaban a beber y beber y yo me sentía una
cucaracha, con la autoestima unos puntos por debajo de la de Kafka. Entonces me
dieron el premio de redacción de escritura de la coca cola en mi cole, me
apoyaban mis profesores y de la ilusión que me dio decidí ser escritora.
Cuéntenos un poco su vida
Nací en Valencia por
accidente. Viví en Bermeo, estudié periodismo en Valencia y en la Complutense.
Trabajé en multinacionales de moda antes de dedicarme a escribir; Ruta 66 y
Cosmopolitan. Amor, prozac y dudas surgió de
unos relatos que escribía en el trabajo mientras no me miraba el jefe. Una
serie de estereotipos de mujeres (la sicoanalista trepa y estresada, la ama de
casa reprimida, la camarera adolescente, promiscua y liberada) fueron el germen
de la novela. Antes en mi adolescencia había publicado una tesis universitaria,
la biografia de Kurt Cobain y su mujer Courney Love;
Aguanta esto. Pero yo no era la típica estudiante empollona (en mi
colegio de monjas) ni tampoco ese prototipo de escritor que fuera a todas las
conferencias, leyera todos los libros y persiguiera escritores. No, yo leía la
revista “Que leer” en mis ratos libres en la empresa de redacción de moda. De
esto hablo en el ensayo "la letra futura".
Beatriz y los cuerpos celestes, mi premio Nadal, habla de las dudas de orientación
sexual de una adolescente que va a Irlanda a estudiar inglés. Recuerdos
fantaseados de mi propia vida.
¿Por qué escribe tanto
sobre mujeres?
Me considero feminista
pero no una feminista radical. Creo que la mujer tiene que tener esa habitación
propia que decía Virginia Woolf. El mensaje que quiero dar es que la mujer no
tiene porque limitarse a casarse, tener hijos y cuidar de la casa. Hay muchas
más realidades. Todo empezó con la ley del divorcio. Aunque Colette o Ana Maria
Matute no se consideraban feministas, lo son, porque la literatura no se puede
desprender de la política. Aunque Matute escriba sobre mundos fantásticos de
evasión esta criticando esta realidad. Uno se va a la fantasía cuando su
realidad le decepciona. He escrito
muchos ensayos feministas; "La Eva Futura, ya no
sufro por amor", "El club de las Malas Madres" con Goyo
Bustos, "En brazos de la Mujer
Fetiche" (sobre el fetichismo machista de esta cultura falo-
centrica y patriarcal, junto a la filóloga Sonia Núñez), "El sexo contado a los hombres" … y novelas;
"una historia de amor como otra cualquiera",
“Cosmo fobia”, "nosotras que no somos como las demás" que
habla de transexuales, travestis, gays, mujeres "diferentes" …
¿Por qué los hombres no
la leen?
Sí que me leen. Bueno,
matizo, los que no me leen son los heterosexuales.
¿Cómo lleva la censura?
Me censuraron en el ABC
por meterme con el rey y la infanta. Me han retirado artículos en la vanguardia
por hablar de la corrupción en Andalucía.
Me prohibieron publicar
un artículo en el que al hablar de la anorexia llamaba “barbies” a las mujeres
superficiales. La multinacional de las barbies consideró ofensiva esta
comparación. Pero si pones un programa de la tv el lenguaje ese si que es
ofensivo y no respetan nada. Me han caído muchas demandas. Al final uno cae en
la autocensura y sabe más menos lo que se puede decir y lo que no. Pero me
considero una escritora “borroka”, que por algo soy de Bermeo. El compromiso
social no viene de fuera, viene de una misma.
El 15 m, el tratado de
Bolonia, las protestas contra los desahucios… ¿la juventud ha tomado más
conciencia social en estos últimos años?
El libro Indignados de
Hessel ha vendido cientos miles de ejemplares en el mundo. Ha sido un escritor
instrumentalizado, un nuevo Sartre en un entre comillas nuevo Mayo del 68. (Se
ríe irónica) También, al comienzo del gobierno de Zapatero, hubo muchas
manifestaciones. Los actores se posicionaron contra la guerra de Irak. Al final
nos fuimos de Irak. También se legalizó el matrimonio homosexual…. Y luego vino Rajoy, ¡¡que todo cambie para
que nada cambie!!.
¿Ósea que realmente
existe una crisis también en el arte, la literatura, el cine…?
Indudablemente. Candela
peña ha protestado que lo está pasando mal. Una actriz actual sale en Amar en
Tiempos revueltos y gana una miseria. Mariscal confesó que vivía en la
indigencia. Esto es como la sirvienta del cuento de Chejov que no se queja de
lo que la pagan por su moral católica. O el poema de Beltor Brecht, primero se
llevaron a los judíos, luego a los homosexuales, a los gitanos… y no hice nada,
ahora me llevan a mí y me quejo. Este país es así, hasta que no nos desahucian
a nosotros no tomamos conciencia. Y ¡hay que rebelarse!, porque “las chicas buenas van al cielo y las malas a todas
partes”. “Nosotras no somos como las demás. Encima de puta no vamos a poner la
cama”. (Lucía deja caer sus
expresiones más conocidas)
¿Cómo es la relación
entre escritores? ¿Siguen reuniéndose en el café Gijón?
¡No- ríe- para nada!
Ahora los escritores de provincias se comunican con otros escritores a través
del facebook. Yo tengo mi página web y mi blog, y subo fotos mías (por cierto,
circula un desnudo mío que yo no he subido). Estamos más conectados pero
virtualmente.
Aunque a veces tomo un
café con mi amada- odiada Espido Freire. En el Gijón no, pero quizá en un bar
bohemio de Malasaña.
¿Puede un escritor
dedicarse sólo a escribir?
No, es lo que te decía
antes. El escritor tiene trabajos alimenticios y escribe altruistamente,
excepto Vargas Llosa que cobra 18 mil e por sus columnas. La editorial Planeta,
Alfaguara y el periódico el País son los que más pagan. Yo tengo una columna en
la Vanguardia y me la juego todos los días. El periódico puede ser muy de derechas y el columnista muy de
izquierdas. De hecho, esto es lo normal.
¿Cómo es su relación con
su “generación Kronen”?
Bueno, esa etiqueta fue
un invento comercial para vender. Se nos considera de esa generación a Marta
Rivera, Lola Becaria, Ray Loriga (y su novia Cristina), José Ángel Mañas,
Espido Freire, Belen Gopegui… los sucesores de la generación del 68, del mayo
(Rosa Montero, Millas, Maruja torres) Los escritores que más lejos iban a
llegar están ahora dando clases o de funcionarios. Los que más alto iban a
llegar son los que más han caído. La obra cumbre es historias del Kronen. José
Ángel Mañas la escribió en una noche post borrachera. Y todo lo que cuenta es
verídico; la criada, la piscina en la moraleja… es su propia vida.
En su libro De Todo lo visible o lo invisible, premio primavera (y
por cierto, la novela que más me gusta de su obra) habla de la fama y muchos de
sus protagonistas son reconocibles.
Sí, la directora de cine-
escritora que intenta suicidarse soy yo misma. Empecé a escribir el libro en un
taller de escritura después de una crisis, una mala época. También aparece
Almodóvar, el cineasta gay que la protagonista intenta seducir. Juan Manuel de
Prada y Laura Espido Freire. Habla de la obsesión por los 5 minutos de fama que
decía Andy Warhol, hasta qué punto puede obsesionar a una persona y llevarla a
la bulimia, a la anorexia, a la perdida del contacto con la realidad, ser una
"súper- woman"; madre, ama de casa, profesional, realizada, esposa o
amante.
¿Cree que la literatura
de ahora es peor?
Es más comercial. Yo mis
libros últimos prácticamente los he regalado. Los libros con los que se gana
dinero son los de autoayuda, las novelas de amor, históricas, fantásticas y
evasivas. Best seller; “Como adelgazar y ser feliz comiendo peras”. Tengo
amigas editoras que sacaron grandes obras y que ahora sacan autenticas mierdas.
Si un país pierde su cultura, se carga también la capacidad de rebelarse y
protestar de sus ciudadanos. Espasa saca ahora libros sobre Belen Esteban y
Mario Vaquerizo. Los escritores dan clase en un pueblo de Cuenca. Una novela
bien hecha cuesta al menos dos años y no hay tiempo si tienes la inmanencia de
mantener a tus hijos. No te da dinero para vivir, no puedes comer de ella,
porque estas regalando la novela por internet. El tema de la propiedad
intelectual es otro tema, aunque la propiedad se asienta sobre un robo y es un
invento burgués, el escritor debe ganar dinero con su trabajo, como el panadero
con el pan.
¿El capitalismo es el
menos malo de los mundos posibles?
Vivimos en la creencia de
que esta política neoliberal va a salvar al mundo. Los mediocres ocupan los
puestos importantes. Es la teoría del ensayo onsider; el jefe coge a la becaria
tonta aunque haya otra con diez másteres. Aznar eligió a Rajoy porque es el que
menos sombra le puede hacer y el más inepto. Te paso el currículo de esta amiga
de mi mujer y del partido, y así se designan a dedo los puestos. trafico de
influencias.
¿Cómo ve la política
actual?
En sus memorias Aznar
dice que lo ha elegido Dios. Los presidentes
demócratas suelen ser más guapos pero los republicanos son más interesantes
porque todos han oído voces.
¿Ha recibido muchas
críticas?
Contantemente. Me han
acusado de plagio por mi libro de poemas Estación de
Infierno. Yo alegué que la literatura es intertextual, que bebemos de la
tradición y nos influencian lecturas o las homenajeamos. No fue una copia
textual como en el caso de Cela o Ana Rosa Quintana, me inspiré al escribir en
varios textos. Me han llamado Apologista del terrorismo, de todo. He recibido
muchas críticas por ir a la Isla de los Famosos. Una “premio planeta” no puede
mezclarse con la chusma famosa, queda mal, aunque tenga que hacerlo para pagar
su hipoteca en su casa de Atocha.
Sus últimas novelas
tratan de una secta (El contenido del silencio),
la crisis española (Liquidación antes del derribo),
la especulación en Marbella (Dios no tiene tiempo libre)
y la narración de un crimen según la filosofía situacionista de Lyottard y
demás postmodernos (lo Verdadero es un momento de lo
falso) ¿Se ha alejado del tema
feminista, de sus personajes femeninos?
Bueno, una va
evolucionando. Ya no soy la adolescente bisexual. Ni la universitaria que
admira al grupo musical Nirvana. Ni la mujer anegada en su mundo profesional.
Cada vez siento menos necesidad de escribir de mi misma, de mi biografía y
abrirme a los demás. Me gusta escuchar a la gente. Todos tienen su historia.
Así surgió la idea de la secta, de la experiencia de una amiga. La filosofía
postmoderna, post Nietzsche, me interesa mucho. Admiro mucho a la filosofa
Chantay Mallard que recoge esta idea del "accidente" contado en forma
de meta relato postmoderno.
Una pregunta personal. en
el libro "Un Milagro en Equilibrio"
(Premio Planeta) habla de ese milagro que es el nacimiento de un hijo, el suyo.
¿Cómo lleva la experiencia de ser madre y esposa, usted que tanto ha criticado
la familia convencional?
Es que mi familia no es
nada convencional. Me casé con mi marido Josep (periodista) por el juzgado,
tenemos cuentas corrientes separadas e incluso no compartimos la misma casa.
Tener una hija es la experiencia más bonita del mundo. Pero yo, como en mi ensayo, soy "una
mala madre" que no consiente todos los caprichos a mi niña Alegra pero que
la quiero con locura.
Gracias,
Lucia. No puedo irme sin darla dos besos a una de mis escritoras preferidas a
pesar de quien la considera "una escritora menor". Sea como sea, me
ha firmado mis 10 libros y me ha invitado a cenar.
Lucía Etxebarria es una mujer muy transparente.
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