Carson Mc Cullers fue una
escritora de los años 50. Nace en 1917 en Columbus y muere en el 67 en Georgia.
Tuvo una vida breve como Flanery. Ambas tenían la vida jodida por la
enfermedad, lo que las hacía atormentadas. A pesar de estos problemas físicos y
psíquicos viajó mucho. Los otros escritores de la época también viajaron algo.
Porter se pasó la vida viajando. Mc Cullers estuvo en Francia, París y Berlín.
Ya de pequeñita era una gran amante de los escritores rusos; Dostoievski,
Chejov, Tolstoi y Gogol. Su autora favorita era Isaac Dinesen, la danesa. (Catherine
biszet se llamaba en realidad). Carson Mc Cullers tocaba el piano y soñaba con
ser pianista. Se fue a Nueva York con 11 añitos a estudiar música. Se apunta a
la universidad de Columbia a un taller de escritura. Y no debía ser buena
pianista y se dedicó a escribir. Escribió su novela más conocida, el corazón es un cazador solitario,
cuando era una adolescente. La novela recoge los sueños y esperanzas de un
pueblo sureño del que no dice el nombre, desde el punto de vista del sordomudo
separado de su amigo e igual, otro sordomudo. La protagonista entra en el mundo
de los adultos. Retrata al ex marido de la protagonista que es un agitador alcohólico
y a un médico que lucha contra la tuberculosis del pueblo. El ex marido recuerda
a su mujer y hay varios personajes secundarios descritos de forma muy
interesante. Relata las peripecias de esa parte de su vida
El
trabajo y amor llenaron mi vida a dios gracias, el trabajo no ha sido fácil ni
el amor. Cuando tenía 16 años fui a Nueva York. Durante unos años de mi vida
quedé colapsada por la novela que quería escribir, pero no tenía claro cómo
hacerla. Cada personaje protagonizaba la novela. Algo me impedía hacerlo. Sabía
que esta creación sería una novela. El protagonista se llamaría así. Fue una verdadera
iluminación con los personajes. Le cambié el nombre por el de Singer, el libro
arrancaba con ese personaje. Hablaban de él, pero él no hablaba. Y así
retrataba la incomunicación de estos pueblos del sur. Él leía los labios, era la
imagen más cercana a un dios. Todos le hablábamos y el no contestaba nunca, por
eso era un personaje muy consolador.
Los relatos y novelas de Carson
están llenas de ciegos, sordomudos, pobres, homosexuales. La publica esta
novela en el 40 y es un éxito de entrada y salida. Un libro que escribe
recordando como escribió esta novela. Habla de ella. Publica su segunda novela reflejos en un ojo dorado. Se
desarrolla en un campamento militar, el narrador es creyente y asesina a un
soldado. Hay un triángulo amoroso entre los protagonistas. El protagonista es
un soldado peculiar. Hay muchos mirones voyeur en esta novela. La mujer del otro
se lía con el teniente pero resulta ser homosexual. Describe un ambiente
tórrido. Liz Taylor y Marlon Brando la interpretaron en una película bastante
buena. Está ambientada en el año de Maricastaña.
Carson Mac Cullers recibe una
beca y terminada la 2 guerra mundial, en el 36, se va a París, y allí se casa con
un soldado americano, no duró mucho el matrimonio. Escribe su tercera novela franky y la boda, las expediciones de
una niña que va a vivir con su hermano cuando este se casa. De regreso a EE.UU.
se agudiza su enfermedad y se sumerge en el alcohol y la absenta en París. Público
en el 61 su última novela reloj sin
manecilla. Está narrada desde la perspectiva de la farmacéutica que con 50
años descubre que está enferma. La propia Carson Mc Cullers se agarra a la
muleta, tiene una parálisis. Pero no por ello deja de escribir otros dos libros
de relato, la famosa balada del café
triste, y otro libro titulado el más
largo día. Trata de una mujer lesbiana. Escribe cartas al soldado de su primer
matrimonio, que han sido publicadas y en las que se ve que ambos son el amor de
sus vidas. De hecho, vuelven a casarse. El soldado la acompañaría por todos sus
viajes por Europa y la cuidó en su larga y crónica enfermedad. Su auto biografía
esta publicada en iluminaciones y fulgor
nocturno. Allí podemos leer lo que le dijo su sicoanalista; si has perdido el alma sal a buscarla. Participa y estudia en un taller de escritura creativa, intenta
escribir. Hacía buena pareja con el soldado que también era escritor. Cuando está
en Nueva York no tiene ni su primera novela publicada.
Su última novela póstuma,
publicada tras su muerte, fue el aliento
del cielo. Se casó en París. Decidieron que ella escribiera. Se separaron. Ella
escribió estos comentarios; “Lo terrible es que soy yo,
todos formamos parte de un nosotros. Si uno no forma parte de ese nosotros está
muerta, y condenada a la soledad, y marginación”. Se casó dos veces. Ambos
maridos le resultaron homosexuales. Amaba la belleza. En sus novelas convierte
y redime sus personajes. Ella reflexiona sobre lo mucho que le debe a Proust.
El pueblo
es melancólico, hay casas y campos de algodón, casas obreras, una iglesia con
la vidriera de colores que medirá 100 m. en este pueblo se pueden hacer
compras, charlar un rato… es un pueblo solitario olvidado del resto del mundo. Las
vías de los tranvías y las carreteras están abandonadas. Los inviernos son
cortos pero crudos. Si se pasa a la calle mayor no se encuentra nada, todo está
cerrado, los talleres, parece todo derrumbarse de un momento a otro. La han
dejado a medio pintar y la casa parece abandonada. En el segundo piso, en la
ventana última, a cierta hora de la tarde aparece una mano. Asoma una mujer en
la ventana de una casa. Los habitantes son grises y se relacionan violentamente,
como si lanzaran una larga mirada de congoja el uno al otro. Se cierran las puertas
de las casas. Todo parece deshabitado hasta llegar a la carretera. En este
pueblo hubo una vez un café. Este pueblo es diferente a como era. La dueña del
café era mis Amelia, el jorobado Lydin animaba el café. El ex marido de Amelia era
un personaje tremendo, se divorció de ella. Amelia heredó del padre, que tenía
una tienda de comestibles al principio. Era muy rica. Tenía una destilería donde
vendía alcohol y el pelo corto y echado hacia atrás. Era guapa. No la faltaban pretendientes.
Su matrimonio fue distinto. Celebraron la boda en el pueblo. El otoño vuela con
su aroma delicado. Amelia era una mujer de acción, hacia todo con las manos y
en dos semanas levanto el café. Lo frecuentaba gente muy enferma y no lo pudo
convertir en algo provechoso. Tenía casas y fincas sin hipotecas, mucho dinero
en banco, era la mujer más rica del pueblo. Tenía una pasión por los pleitos y
los juicios. Llevaba una vida rutinaria y todas las jornadas del día eran
iguales. A no ser por su matrimonio que duró 10 años. La luna clara iluminaba la
cosecha buena. En la fábrica había trabajo, pero un rumor monótono. Era una
noche en que se oía con gusto el canto lento de un negro enamorado. El negro
toca con calma la guitarra o se sienta a mirar el cielo sin pensar en nada. El
capataz y el tirano desvía los nudos en la cuerda. Así es Alabanza, el Misisipi,
Missouri. Un resplandor violeta amanecía baja el brillo de la luna. El jueves la
criada tiene la tarde libre, siempre llega a trabajar lo más tarde posible…
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