June Fernández se licenció hace
10 años y medio en esta misma universidad. Estaba sentada donde ahora estamos
sentados nosotros, observando la conferencia que nos regala. Ella nos presenta
su libro, lo firma, nos contesta nuestras preguntas y se saca fotos con
nosotros. June guarda buen recuerdo de la profesora de periodismo Lucía
Martínez y Lucía también de ella. “Era una alumna brillante, tenía -y tiene-
una mirada distinta de ver la realidad, como con más agudeza visual. Es la ex
alumna de la que más ha aprendido. Y sigo aprendiendo.”, reconoce Lucía
Martínez. Cuando June terminó la carrera fue contratada por el País como colaboradora
y articulista de la edición del país vasco. Ya había cumplido su sueño, que era
entrar en el País, ¿qué venía ahora? June Fernández empezó a militar en
partidos y asociaciones ecologistas que la llevaron al mundo del feminismo y de
ahí a los colectivos LGTB. Su libro habla de estos colectivos, pero no sólo los
de género e inter sexualidad, también de las mujeres militantes en la izquierda
o en el feminismo o de mujeres que simplemente juegan juntas en un pueblo de
Galicia pero todas son trasgresoras, heroínas, con “ganas de complicarse la
vida”.
June Fernández recuerda la reunión
de periodistas inter género en Oviedo. Allí se empezó a incubar la idea de crear
una asociación vasca de periodistas con visión de género, que todavía está
activa y en la que participan June Fernández y Lucia Martínez. Querían practican
el periodismo de forma diferente. En la calle Lomana está la revista Pikara,
fundada por June Fernández y dónde ella escribe actualmente. Una revista
digital en su mayor parte. June Fernández ha trabajado en el Correo, el Deia,
el País, y en el proyecto del periódico Digital que tiene como ideología la izquierda
critica. “tenemos que montarnos nuestro propio camino, ante la crisis de los medios.
A mí me despidieron después de 3 años porque había recortes”. Consiguió su
objetivo que era entrar en el País. Ahora ha montado su propia publicación. Se
trata de una revista de contenido algo excéntrico imitando el modelo de las revistas
de EE.UU. Quería romper los estereotipos sexistas, por ejemplo, el del hombre
blanco con corbata y poder económico. La revista Pikara publica historias no
recogidas en otros medios. June tarda 3 años en tener un semi sueldo y ahora
tiene un sueldo decente que no llega a mil e, a mileurista. Pero ella prefiere
explotarse así misma que a ser explotada. La revista no tiene redacción propia.
Se paga a los free lance, pero la revista no tiene ingresos suficientes para sostener
a tres periodistas y una administrativa. Crear un blog ahora está trasnochado,
pero entonces estaba muy de moda, antes de que las redes sociales RSS se
pusieran tan en boga. Decide escribir un blog y le pide consejo a su profesora
lucia Martínez. Más que consejo, la entregó un folio lleno de preguntas. Cuando
mandamos el currículo es buena idea mandar la dirección de nuestro blog. El
blog es el segundo currículo. Nos permite destacar, que vean que tenemos
iniciativa. Mantiene el blog haciendo artículos de opinión. Empezó escribiendo twitts
sencillos intuitivos, porqué estaba en contra de la tauromaquia o le preocupaba
el problema vasco o la ley de extranjería o el activismo social. “Si no puedo
perrear no es mi revolución”. Llama la atención de otros medios. Así consigue gente
para escribir en la revista pikara. Manda emails a blogeros y periodistas que
admira. Por ejemplo, le da un espacio de poesía en pikara a una amiga poeta. O
un consejero sexual en la revista a una amiga sexóloga. Así consigue tejer una
red de gente, para hacer un proyecto juntos. Usa el twitter y el Facebook que
está más desarrollado. A Jazmín, la cubana con velo, le conoce a través de
blogs. Vuela entonces a Cuba con una amiga en plan turistas. Los medios
generalistas dicen que Cuba es una dictadura cruenta, pero la revolución
socialista y utópica es lo que simboliza esta isla para otros y luego hay una
especie de izquierda critica. Conoce a Jazmín y a más gente para sus
entrevistas. Cinco de sus capítulos los escribe en el estado español, son los más
recientes en tiempo. Primero recopila historias de sus viajes por Centroamérica
y Cuba. Había escrito muchos diarios, de viajes por ahí, entrevistó mucha
gente, se financio por crouw funding. Quería ir a Cuba a hacer periodismo, pero
no tenía dinero para pagar el avión.
Sube a Verkami su proyecto de activismo
social crítico. Le dan mil e y así paga los gastos allí. Hace un periodismo
autónomo, de frontera, al modo de Alfonso Armada que es de los mejores
corresponsales que hay. En el periódico Diagonal escribe con un estilo más
narrativo y el personaje es la excusa para contar algo más amplio. Rueda un documental
de mujeres indígenas en Guatemala, donde conoce a doña Sebastiana. El periodismo
no es siempre objetivo aséptico. A veces pide comprometerse con las cosas, hacer
con el periodismo el cambio social. No se trata solo de entretener, e informar de
lo que pasa, sino por qué pasa. Al acabar la carrera milita en colectivos
antirracistas que le llevan a feministas y de ahí a los colectivos LGTB. No hace un periodismo militante. ¿por qué no
se lo preguntan a los medios generalistas si hacen periodismo militante? Cuando
silencian el 11 s tiene una intencionalidad política. Siempre acusan de
proselitista a lo contracorriente, lo que está contra el poder. Hacemos algo
ideologizado siempre. Por pikara invitó a las guatemaltecas a hacer el
documental. Muchas de las historias son de sus amigas. Esta es mi gente, dice
la periodista. Juanita de Nicaragua es una amiga de 3 años, cuando vuelve a ser
hombre la cuenta en una comida sus experiencias. Antar salió con ella un
tiempo. A Jazmín la conoce en Cuba, incluso conoce a su hijo. El periodismo no
es el desapego de las historias pues siempre hay un complemento emocional. Si
nos volviéramos totalmente objetivos, perderíamos el norte. La gente confiaba
en ella, se desnudaba ante ella, la contaban cosas intimas, y ella sabía sacar los
aspectos fantásticos. No quería que la persona expuesta fuera vista como vulnerable
y débil sino como luchadora y guerrera de su trasgresión. Las protagonistas de
los mismos leen los capítulos antes ser publicados. Les entra miedo, no quieren
publicarlo. Antar es la única que tiene seudónimo. “No me avergüenzo de quien
soy. Que me recuerden como soy, si se cumplen las amenazadas de muerte en el Salvador”,
dice la que luchó por su pueblo, ahora exiliada en EE.UU. June se identificaba
con esa izquierda de Cuba. Para la creación de este libro han sido importantes
los viajes, y las entrevistas y los blogs. En el blog mete diarios de los
viajes y entrevistas. Había montado Picara por entonces. Reúne mil eurillos
para hacer el viaje. Si le pasa algo o la matan que sepan que ha luchado por su
pueblo, le dice la entrevistada. Son historia de trasgresión, de cierta épica.
Es simbólica la escena de Irina saltando de su silla de ruedas, liándose a
tiros. Historias tan duras han sido mezcladas con otras cotidianas. No hay que
irse a Venezuela para conocer un héroe, a los héroes de June Fernández. Las
vecinas de Galicia son rebeldes a su manera. Todas tienen en común que se
resisten al modelo de normalidad, lo que se espera de nosotros, sugiriendo varios
modelos de trasgresión. “Para Nos” significa “Fuera de la norma” y de ahí viene
la palabra “paranoia”. ¿por qué ese abuso de las citas, las referencias, las
notas a pie de página? June Fernández viene del periodismo digital. Pone muchos
hipervínculos o enlaces a una ley, o bibliografía, o links a otros blogs, o a
un video de yotube (es más fácil ver un video que consultar un ensayo, eso
hemos de agradecérselo) La autora usa y abusa de las muchas notas al pie de
página. Van destinadas por ejemplo a la gente que no conoce el concepto- género
de “violencia simbólica”. Sánchez Miribilla la ayudó a corregir afirmaciones
que parecían panfletarias. ¿en que te basas?, dime fuentes. En este libro se ve
detrás un gran trabajo de investigación y de documentación de fuentes, tanto
entrevistas personales como fuentes documentales. El libro se abre a varias
lecturas y a una polisemia de significados; puedes quedarte sólo con las
historias de las protagonistas o profundizar en las notas al pie. Este capítulo
se escucha con su canción. O podemos ver las fotos de juanita en internet. En
yotube encontramos muchos videos de ellas. Fernández no cae en la auto complacencia.
Sus personajes no son perfectos, no son súper íntegros. Julio aportaba lo interesante
de ser marika en el franquismo, pero Julio el ajero era súper racista con los
pakistaníes y los gitanos. No esconde la autora aquello del personaje que no le
gusta. Chocó con el director de la
editorial porque Irina es comunista, admira a tiro fijo a la FRAC y a los
hermanos Castro. Es duro que admire a una guerrilla que ha cometido delitos de
sangre, pero es que Irina es así. No te
puedes quedar con lo que te convence, no se puede ocultar que admira a Castro
aunque haya hechos crímenes paramilitares.
La portada de Susana Martín está inspirada
en los buscadores de oro. La Ilustradora refleja en esta portada todas las
historias con sus símbolos. La portada habla de la metáfora de la labor del periodista
que es cribar con un cedazo en la arena del rio las pepitas de oro. Las historias
sobresalen, porque se salen de la norma. Al principio la dibujante pensó
ilustrar la portada con un barco gobernado o con los caballos desbocados del
oeste, idea que la llevó a las pepitas de oro. Al editor le dijeron que la
portada se refería a los odiosos 8 de Tarantino y a la editorial le molo ese
rollo Tarantino- Western, aunque no publicaban libros sobre activismo
LGTB. A Irina, en silla de ruedas, la Ciudad
de Managua lo oprime, no le deja ver. Juan aparece tanto como chico como chica
en la foto. La escritora tarda un año en reunir todo el material. El trabajo
empezó en el 2012 y en julio del 2015 le proponen hacer un libro recopilatorio de
artículos de opinión feministas. Le apetece más hacer entrevistas y crónicas
(aunque sea por no ser insultada) e hizo entrevistas a mujeres sobre su cuerpo.
Así conoció por ejemplo a Jazmín, la negra cubana. En el 2013 en Nicaragua hay
un congreso de identidades trans en centro américa. Este libro recogía todos
sus libros frustrados, a Irina la entrevistó para Pikara, y luego lo transformó
en narrativa. A Jazmín la conoce por internet y a Sebastiana por el documental.
A Nikole su amiga la tenía que entrevistar. Era amiga de dos gordas de la
asociación Ramonak que la invitaron a la fundación de la asociación. La
historia de las gallegas y el ajero surgen después. El Ajero de 82 años puede
que se muera, así que le hizo una entrevista antes. En pikara, la chica que
hace su tesis doctoral sobre las gallegas se va con ella a Orense un fin de
semana. El último artículo que escribe es el de Antar. Antar es laudel. Juanito
de Mediona era amigo de Susana Martín, la ilustradora, y vivía en ese pueblo
pequeño de Barcelona. En este libro cabe su infancia, la relación con la familia,
las experiencias gays que se intercambian estas dos mujeres. La mujer mexicana
trans no contesta a su propuesta de publicar su correspondencia. Esas cartas,
emails, eran muy interesantes. A Nikole la conoce en su viaje a Ecuador en los últimos
3 años. Todo lo que ha hecho en su vida parece servirla para este libro. Recuerda
el congreso en Salvador, y el “qué rica estoy, mami”. El orden de los capítulos
no es aleatorio su forma de presentarlos. Quería acabar con la imagen de doña Sebastiana
llevando una botella de agua de la playa y algo de arena en el vestido. Del
trans mexicano pasa a la española, de juan a juanita, luego las gordas, en una alternancia
dramática. Te deja un bajón el capítulo y el siguiente te alegra. Nunca se
habla de la historia de las gallegas o de Sebastiana en las críticas que el
libro ha recibido. Parece que solo habla de las identidades LGTB. Siempre
hablan de eso los criticas y la historia de la gallega es hasta divertida. La
corriente VIR feminista cuestiona los binarismos hombre mujer. Una vez la
reprocharon que todo esto de la inter sexualidad eran excentricidades que hace
la gente europea con pasta, cuando tiene las necesidades básicas cubiertas.
Jugáis con los cuerpos, la censuraron. Pero esta afirmación de la identidad
sexual es más que un juego de “ahora me pongo un bigote, hoy llevo escote”. Las
personas con conflictos en sus roles y en su género están llenas de sufrimiento.
Por eso retrata más a la clase media y pobre, porque los ricos no tienen
problema en operarse. Más que racismo es aporofobia, intolerancia y xenofobia a
los pobres. Con Obama nadie es racista. O con Mikel Jordan. Sufren por tener barba y esto le afecta más
que no tener trabajo fijo porque en Cuba nadie lo tiene. Ella perteneció a una
red de solidaridad en Cuba, excluida socialmente. La autora nos pregunta si
parece algún capitulo metido con calzador, sobretodo el prólogo de Juri. Ya
dijo Lucía Martínez en la presentación del libro que empezar a errar garantiza
que lo demás es trasparente.
Lucia Martínez nos anuncia la
muerte con 86 años de Carolo, el marido de Carola, un personaje popular de
Bilbao, un personajillo típico, que ha muerto en el puerto viejo. El Correo pública
su obituario. Era un hombre extravagante. La periodista no ha recibido críticas
duras por su libro. En el Diario es las críticas han sido positivas. La Crítica
del ABC es algo desconcertante, pues la crítica afirma que sus prejuicios han
cambiado con el libro. “Galería de lo extraño para unos y llave de libertad
para otros”, así concluye. La crítica literaria también la presenta como una “Lesbiana
periodista vasca y de izquierdas”. Lo de periodista o su ideología puede explicar
desde donde ves el mundo, pero lo de poner lesbiana pues sobraba un poco. “Así
nadie me va a comprar el libro o lo compraran por morbo”. Es lo contrario a lo
que June ha hecho con sus entrevistas; preguntarlas a todas como querían ser
llamadas en el libro. Claro que hay machismo de mujeres, y rivalidad femenina,
pero sobretodo es masculina. Igual que hay maltrato de la mujer al hombre. Algún
hombre le ha hecho comentarios sexuales que no vienen a cuento, insinuaciones
sexuales cuando hace una entrevista. Niegan así su “yo periodista”, y la
cosifican y convierte en unas tetas o unos ojos bonitos. Es extraño que el
obrero vote al PP pero lo hacen. No le han llegado malas críticas. La
periodista sigue en el activismo, pero aquí quería ser más periodista y más cronista
que panfletaria. En la izquierda es donde menos aptitudes homofobias hay. La
han insultado “Feminazi” pero más cuando escribe opinión que reportajes. Van a
estrenar en noviembre una película de Hollywood sobre stonenwall, en Greenwith
Village. Allí se dieron las primeras manifestaciones de transexuales y gays,
con un brutal enfrentamiento con la policía. Desde ese día se conmemora el
orgullo gay. El protagonista de la película es un gay blanco y guapo cuando las
verdaderas protagonistas de la revuelta fueron travestis portorriqueñas y afrodescendientes
que ejercían la prostitución. En la peli se distorsiona. Lo Trans no tiene que
ver con lo gay. La Inter sexualidad dice; no solo soy mujer sino otras cosas.
Como lesbiana no tiene privilegios, pero reclama sus derechos. El movimiento
negro cae en la homofobia a veces. Su historia preferida es la de Julio el
ajero con el que fue bonito pasear. Documentarse era bonito también. Se planteó
como contar lo del Salvador sin meterse en un fregado. Lo de los gallegos le
encantaba, según Lucía Martínez, pues era de lo que más hablaba. Entrevistó a
una adolescente de luz. La interesa el tema de la adopción ilegal en Guatemala.
Por todo ello June Fernández anuncia que habrá segunda parte. Contará la
historia de una compañera en Managua que fue monja toda su vida, pero salió del
convento, pues era lesbiana. Hay mucha gente curiosa para su libro. Entrevistará
a una chica gitana con una niña negra (que tuvo con un cubano) Esta gitana es bisexual,
tarotista, aparadora (parte manual de hacer el calzado). Te complicas la vida
16 veces, habrá 20 ingobernables. La periodista tuvo más feedback con Antar
pues con ella mantenía una relación personal. Se lo ha leído a su familia y
parejas y se han emocionado. Va al pueblo de Juanita de Mediona el jueves. El Chat
es un elemento muy frio para entrevistar, pero aun así; Nicole, gracias muchas
veces. June Fernández critica que el feminismo sea siempre de la mujer europea
y blanca. La mística de la feminidad habla de las blancas. June es más bien de
feminismos periféricos. Las trans necesitan también un espejo donde mirarse,
reconocerse, aceptarse y reivindicarse. Una habitación propia. Hay muchas
aptitudes machistas como que Planeta Agostini sacara muñecos play móvil dónde todos
son hombres. Solo nombran a las feministas académicas y americanas. Ella enseñó
el feminismo a la prostituta, a la indígena. Ha habido 3 olas; la de
sufragistas como Mary wollstonecraft (madre de Mary Shelley, la de Frankenstein),
Olimpia de Gauges (revolución francesa) o Virginia Woolf. La segunda ola con
Simone de Beavour y tantas otras o la actual donde somos responsables de nuestras
identidades. June Fernández se considera una activista visible pansexual. Tiene
una amiga que se presenta así en el mundo; periodista lesbiana feminista. Aplicando
la regla de inversión, al hombre no le preguntamos su identidad sexual. Aunque
reconoce que la orientación importa en un libro como este en el que el tema es
ese. Sería más gratuito definirse si
solo hablara de Cuba. Se siente más periodista que escritora. Escritora es el súper
arte y periodista; un oficio. Hay un componente literario importante al escribir
de forma narrativa. No se planteaba hacer ficción, quería hacer periodismo. El periodismo
a pesar de todo es un oficio bonito
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