EL ABSOLUTO
Al mismo Dios se le puede ver
desde el lado izquierdo, derecho, por arriba, por abajo… Creer en la unicidad
es un absoluto. La ambivalencia aparece ya en Heráclito y los contrarios; nunca
te bañarás en el mismo río. Para el relativismo y la filosofía de la
ambivalencia no existe el absoluto. La unión de contrarios hace el absoluto. La
Unicidad lo hace lo fragmentario, la ambivalencia. El sumatorio de la ambivalencia seria el
absoluto frente el absoluto Absoluto que no cree en la ambivalencia. El absoluto
es único. En el absoluto está todo, como el ying yang. El absoluto es ying y
yang juntos, y sin ellos no hay absoluto. Es la paradoja. El pensamiento débil
de Vattimo frente a los pensamientos absolutos sistemáticos de la historia,
fascismos, comunismos… o los meta relatos hegelianos y marxistas. Son amalgamas
y conjuntos de pensamientos que en esos absolutos se resquebrajarían. Se hace el
pensamiento más liberal, social demócrata… Adorno dice que ahora uno se apunta
a las campañas, a las consignas, no a los movimientos. Las manifestaciones de
ahora cogen ideas fuerza, y ya no se defiende el marxismo o el anarquismo sino
cosas concretas; los gays, los trans género, los veganos o los anti taurinos.
Es la filosofía de las pancartas, no hay pensamiento estructurado pues este se
ha resquebrajado. Los meta relatos, la meta literatura y la meta política se va
rompiendo. No hay unión de absolutos sistemática como hace 60 años. Uno era
fascista porque era fascista. Y comunista porque lo era y ya está. No hay
filosofías más sistemáticas que las de Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo
Tomas, Hegel, Kant o Marx. A partir de Nietzsche descubrimos que no hay
sistema, que la filosofía puede expresarse de forma poética. Aquel mundo que se
preciaba de real y racional ya no lo es tanto. Aquella máxima de “todo lo real
es racional y todo lo racional es real” se cuestiona ahora en la postmodernidad
a partir de los filósofos de la sospecha. Con el romanticismo, el idealismo alemán
y los filósofos se empieza a sospechar que este mundo no es racional y que
existe el inconsciente, los sueños y que somos animales. Marx, Nietzsche, Freud
critican la religión, el sistema, la política, a Dios, son los asesinos de Dios
y de los meta relatos.
Podíamos decir que el infinito es
el único Absoluto que contempla todas las ambivalencias y contrarios. Creer en
Dios o en la Nada es creer en el absoluto, porque es erigir algo como Dios o
derrocar algo y quedarnos sin Nada. El relativismo tiene ahora su teoría
científica; la teoría de la relatividad de Einstein que es una cosa científica
como lo fue el darwinismo en que se basó la voluntad de poder de Nietzsche, la
voluntad de representación y teatro de Schopenhauer, ósea la lucha por la vida,
la victoria del más fuerte, de la ley de la selva. Estos filósofos cuestionan
el romanticismo de pensar que el hombre es bueno por naturaleza. Sí, el hombre
es bueno individualmente como creía Rousseau en el mito del buen salvaje, o el
primitivo feliz. Pero el hombre es un ser social también, nos guste a nosotros
los románticos o no, y es como decía Hobbes también “un lobo para el hombre”.
El hombre es un buen cordero y un buen lobo, un cordero con piel de lobo, y eso
es lo que hace que siempre intente imponer su voluntad de poder sobre el otro.
Es decir; que el pez grande se coma al pequeño y que sobreviva el más fuerte,
el más listo, en una especie de meritocracia del mundo animal. Después del
darwinismo y el saber que venimos de los monos, el otro gran paso en la ciencia
ha sido la teoría de la relatividad de Einstein; todo es relativo, la energía
ni se destruye ni se construye, se trasforma. Por eso digo que el relativismo
es la filosofía de nuestra postmodernidad, el pensamiento débil. Y ahora surge
la teoría del Caos y la teoría del infinito que descubre en la física Stefen
Hakings en su historia del Universo y en informática Bill Gates. El infinito es
el único absoluto que acepta todas las ambivalencias.
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