martes, 10 de abril de 2018

LA LITERATURA INGLESA DE LOS 70 HASTA AHORA


No hay tanto nobeles ingleses en el siglo xx. Hay muchos nobeles irlandeses (es el país que mas veces ha ganado el festival de eurovisión) Entre esos nobeles ingleses están Yeats (el poeta), Samuel Beckett (dramaturgo y narrador), Bernard Shaw (Pigmalión) Seamus Heaney (hace 12 años se lo dieron, en sus poemas se nota qué es irlandés) el primer ministro Churchill y Bertrand Russel (filosofo maestro de Wittgenstein) Ninguno de estos dos últimos son literatos, y son la cara y la cruz. Se da el premio nobel desde 1901 y en 1907 se lo dieron a Kipling, cantor del colonialismo (Conrad representaba lo contrario) y a William Goldin, autor del señor de las moscas. También se lo han dado a Doris Lessing Elias Canetti, jone Gabworthy, Harold Pinter e Ishiguro. Hay mas franceses con nobel y castellanos. 

 


Algunos de los escritores britanicos de los años 50 a los 70 son malcom Lowry, Lawrence Durrel (cuartetos de Alejandría), Kingsley Amis, Tom Sharpe (las tribulaciones de Wilt), Graham Greene (el factor humano), J G Ballard, Bruce Chatwin, Wiliam Goldin (el señor de las moscas, premio nobel), Anthony Burguess (la naranja mecanica), Jhon Fowles y Allan Sillitote. A las mujeres Doris Lessing e Iris Murdoch y Angela Carter ya las hemos visto en anteriores clases. entre los poetas están G W Auden, Phipipe Larkin, Ted Hughes y Seamus Heaney. y entre los dramaturgos Jue Orton, Harold Pinter y Tom Stoppard. 


En el 58 es la exposición universal de Bruselas. Los encargados se plantean cuál es la seña de identidad de los británicos para montar el pabellón inglés. Esta exposición simboliza el despegue económico después de la primera guerra mundial, del plan Marshal y la reconversión económica. Llegaron a la conclusión de que el pub era lo más típico de Inglaterra, con los dardos. Lo organizan en función de eso. Los ingleses se conservan en alcohol-. La novela expo 58 de Jonatan Coe va sobre eso. En el 79 sube al poder Margaret Thatcher, dama de hierro, que dice que la sociedad no existe, será ese el leitmotiv de su política conservadora. Privatiza la economía británica, los ferrocarriles, lleva a cabo la reconversión industrial del norte de Inglaterra o la minería. Es época de muchas huelgas y agitación social. Los sindicatos pierden fuelle y se vienen abajo. En el 81 gana las elecciones en EEUU Reagan que coincidió con la política de la dama conservadora. Tony Blair es el político laborista que hizo la tercera vía; convertir el partido en un partido de derechas, y seguir privatizando. Había una clase media baja que dependía de las subvenciones estatales miserables. Se ve en películas como Full Monty. Sentían incredulidad hacia todo tipo de políticos. Son los obreros que fueron de cabeza al paro los que desconfían de la clase política y de todo tipo de institución. Y son estos obreros los que han apoyado el brexit y salir de la UE. Nadie creía que ganaría Trump, pero tiene una base social que le respalda. Los obreros en Francia no votan al partido comunista sino al frente nacional o a Le Pen. Hay desilusión, impotencia, vergüenza de la clase política que les ha hecho tantas putadas. Hay un desencanto con la maquinaria política. La política de Thatcher tuvo eco en el rock y pop y en el arte y el cine. A finales de los 70 hay una explosión de nihilismo que fue el punk, presente en los autores que vamos a ver. Había una unión entre la Cultura con mayúsculas y la cultura popular. Preguntaron a músicos y gente del arte que canción representaba mejor a Gran Bretaña (en España sería mi querida España) y salió elegida dirty on town, sucio pueblucho. Los escritores se ponen críticos sarcásticos con el modo provinciano de vivir en Inglaterra. Como en EEUU, son derechosos ideológica y vitalmente. El country viene de la música popular irlandesa. Los americanos no tienen nada propio y ese country lo asociamos con el oeste, canción en dialecto que canta Trump cuando siega el césped. 
A mediados finales de los 70 hay un cambio radical en la literatura inglesa en la que coinciden varias iniciativas. Alli hay tradición de revistas literarias, pero había habido un bajonazo en estas revistas en los 70. Entonces surge la new review. La literatura británica de los 50 a los 70 era como un campo inglés; bonito, ordenado y totalmente predecible. Ellos buscan una literatura que aun no existía. Se resucita una revista histórica del reino unido Granta, como el rio que pasa por Oxford. Bill Buford aunque era americano se encargo de su dirección desde el 79. El new review lo llevaba Hamilton, bebedor, quería recuperar la tradición extinta de las revistas. El pub de abajo se convirtió en la redacción, se llamaba “las columnas de Hércules”. Se convirtió en el centro de la revista. Los jóvenes promesa, whisky en mano, y con un cigarro en la otra mano, empezaban a escribir. Así se conocen y tratan. Sus literaturas son distintas, pero forman un grupo de amigos y camaradas. No solo nacen en los mismos años, sino que son amigos entre ellos. Son trasgresores en formas y fondos. Y han marcado el devenir de la literatura de las cuatro últimas décadas eclipsando incluso generaciones posteriores. En Reino Unido desde la segunda guerra mundial no había habido nada con ese entusiasmo. Además, eran amigos. 

En los 80 pasó algo importante.  Era el fin de las novelas urbanas tan bien construidas. Julián Barnes buscaba epatar al burgués, escandalizar a los burgueses bien pensantes con su arte de vanguardia. Empezaba una cosa nueva porque acababa otra. Ser escritor se convirtió en algo sexi. Se alimentan de la Inglaterra conflictiva y deprimida. Pero además de la cultura capitalista del éxito. Ya no eran autores de culto para los muy aficionados, sino que eran tratados por los medios como estrellas de rock. Eso se reflejaba en las ventas, en la actitud, en sus declaraciones. Aparecen en todos los periódicos, revistas y en la TV. Martin Amis, Julián Barnes… la alta literatura de calidad entra a formar parte de la cultura de masas y tenían ventas de la ostia. Jorge Herralde, el editor español de Anagrama, compra los derechos de estos escritores. Este editor espabilado apostó por ellos. No eran autores exitosos, pero empezaban a serlo. Muchos siguen publicando y siguen vivos. Estos novelistas eran la prueba viviente del milagro Thatcheriano. Les guía la competitividad y productividad y el culto al éxito, pero son novelistas de calidad. Ofrecían una elegante mercancía. Abre la waterstone, cadena de librerías, que apostó por ellos y fue exitosa. Se nutrió de ellos y sus buenas ventas. cambiaron el rumbo de la narrativa británica. 

El Booker Price o premio a mejor novela de la literatura inglesa se debate en el 80 entre Anthony Burgess (autor de la naranja mecánica) y William Golding (autor del señor de las moscas, además de novel) Se impuso el segundo en esta batalla por el mercado. En el 81 gana un joven autor desconocido, Salman Rushdie. Hijos de la medianoche no es su primera novela, pero la pública a finales de los 70. Es el primer bombazo de esta generación. Su libro no se parecía a nada de la tradición británica, era cosmopolita y libre en su tema y en su forma. Esto les afecta a los británicos. Bebía más de Gunter Grass y de García Márquez de que la tradición inglesa. Miraba hacia fuera del país, hablaba de la historia y la política, tenia ambición literaria y fue como un estallido o un huracán de aire fresco. Es la primera generación que tira mucho del márquetin.

Paralelo a ellos en España era la transición, que son más conocidos que los autores del franquismo (Ferlosio, Goytisolo, Aldecoa) Tienen mayor libertad creativa los que publican a finales de los 70 (Molina, J Marías) Es más comprensible en España porque se daba el paso del franquismo a la democracia. En Inglaterra no había ningún corte. Pero en Inglaterra se da u corte mayor, aunque no cambia la política. La movida no solo fue en el ámbito musical, sino que significó una popularización del arte y la cultura. Salen en tv estos autores hasta el aburrimiento. El escritor puede ser una estrella del rock, una celebrity, sale en revistas enseñando sus casas. En verano recogieron un titular en la revista Granta; ha muerto la vieja literatura inglesa y ha nacido la nueva. En el 83 sacan una lista con los diez escritores mejores de Gran Bretaña. Todos los que vamos a ver están en esa lista. Cada cinco años repiten esta operación de referenciar los diez mejores escritores de los últimos años o en prospección al futuro los que van a ser los mejores. Se dan a conocer así por ejemplo las primeras obras de Zadie Smith. Esta literatura también refleja el problema del terrorismo del IRA en Irlanda o la famosa huelga de hambre. En el nombre del padre y en el nombre del hijo son dos películas que lo tratan. El tema sale en narrativa, poesía y teatro. Seamus Heaney es un poeta que ha hablado mucho del IRA. No hay un equivalente a este cine social a finales de los 70 en la democracia española. Y en la literatura tampoco. Berlanga hace cine social pero aquí nos va mas el esperpento, la caricatura y la comedia. Eran mas rompedoras y comprometidas las películas de los 70 que las de ahora. El arte en EEUU o Inglaterra es más comprometido socialmente que en España. La juventud alli es más rebelde. Hay programas de los 80 de tv que hoy prohibirían, los de Palomo Chamorro o la Clave. Muchas películas españolas bajo el aspecto de comedia tocaban valores y hacían critica social. Si analizas el cine de Saura ves un cine al detalle para la familia, pero detrás hay mensaje. No habla del cine de franquismo sino el de los 80 90. La música y el cine son un contrapoder. El arte va a la contra. Inglaterra no ha tenido esa política. Eloy de la iglesia o Alex de la iglesia hacen cine social. o los lunes al sol de Fernando de Aranoa. Nos ocupan el tiempo en cuestiones de morbo, pero si nos ponemos a pensar saldrían muchas pelis de denuncia, pero en Inglaterra muchas más, con ese carácter critico social. Allí se hacían películas que aquí no dejarían hacer. se hacían cosas mas rompedoras que ahora, que te pueden meter en la cárcel por un tuit. Nos hemos vuelto mas burgueses conservadores. Chirbes o Belén Gopegui son excepciones de una literatura que en España no es muy social, si excluimos la novela y poesía social de los 50, en pleno franquismo, luego tan repetida por los cantautores. Inglaterra hacia una caricia a contrapelo, contra la sociedad. Ahora por poner unas fotos pixeladas te pueden quitar la exposición. Aquí tuvimos la generación Kronen o Nocilla. 


Socialmente son muy puritanos los ingleses. El amante de Chaterlley se escribió en 1920 pero la versión entera sin censura no se publicó hasta los 70. En España llegaría a la vez porque con la muerte de Franco se publicaba de todo. Deberíamos recuperar y revindicar muchas películas que ya no se ven. Muchos textos literarios de ahora hablan del brexit. Hay una diferencia entre el inglés de nivel medio bajo de las grandes ciudades y del campo. Existe el mundo rural y el urbano, el rural conservador y el de la ciudad progresista. En los restos del día, la novela del mayordomo de Ishiduro, se ve en una exclusión que hace por los pueblos de la campiña inglesa sus costumbres y hace una critica demoledora del orgullo de ser ingles o el conservadurismo rancio que sigue existiendo. Esto coincide con el fin de la ideología marxista comunista, la derrota en los países del este y en los partidos de las democracias del primer mundo. Triunfan los partidos conservadores y de derechas en esta época reaccionaria y de restauración que vivimos. Esto ha dado lugar a una literatura contestataria que reacciona a la involución conservadora. La política conservadora y liberal-capitalista a ultranza de la dama de hierro hace que muchos obreros militantes del partido laborista o del comunismo extremo se pasen a partidos de extrema derecha. Representan la mentalidad de gran parte del país, más del mundo rural que de las grandes ciudades. De ello habla expo 58 de Jonatan Coe.  
Martin Amis en el Vionel Asbo crea un personaje amante de los pigbulls y de los chándales, que da una rueda de prensa para solidarizarse con los soldados de Afganistán. Hace una rueda de prensa con cervezas y afirma que regalará una caja de cerveza cobra a cada uno de los soldados alli. No quiere salir de su madre patria. Es un escritor conservador, antes del brexit. Esta nueva literatura inglesa defiende las señas de identidad de los obreros emigrantes a Inglaterra, en un clasicismo progresista. Los que han votado a Trumps son los obreros del pueblo y ciudades desindustrializadas. Los partidos xenófobos se nutren de partidos de izquierda. Mucha gente desilusionada ha pasado de votar. Todo esto revela que siguen existiendo dos Inglaterra; la que toma el té a las 5 y la que se reúne en las casas de amigos para hacer fiestas. Y en medio los borrachos hooligans. Parece que hay una Inglaterra analfabeta y otra mas culta e intelectual en las grandes ciudades. Sklig Boys de Iwin Welsh es una novela que se abre con la frase de Margaret Thatcher; la sociedad no existe. Los protagonistas son los mismos que en Trainspotting. Aparece la derrota de los sindicatos en la globalización. A los protagonistas solo es interesa el futbol y la música. Es una novela Trainspotting farragosa de leer. Son todo diálogos y cada 3 palabras hay 4 tacos. Y hablan de grupos musicales que no conoce. Son formas de reflejar la apatía y el nihilismo que pueden ser cansinas de leer. Se pasan el día drogados los protagonistas y muchas escenas de la película son escenas como de teatro del absurdo. Es un vagabundeo sin ton ni son, de destrollers nihilistas. La novela describe que esa noche van alli o allá. Mañas en historias del Kronen trato de repetir la fórmula, pero allí son niños de papa. Es el mismo planteamiento literario, con diálogos descerebrados, y nihilismo del absurdo. Lo del Kronen son pijos y los de Trainspotting el lumpen, unos tirados, o degollados. Hay un empeño en reproducir el lirismo del din de las ideologías y diálogos que acaban en el absurdo. Esa clase obrera es retratada por el realismo social de los 50 pues los escritores son de origen humilde. El realismo británico narra el modo de vida de los trabajadores antes que Thatcher los desestructurada. Allan Sillitoe escribe sábado por la mañana, domingo por la mañana, soledad del corredor de fondo. Kingsley Amis es el padre de Martin AMis y en sus novelas refleja ese modo de vida de los trabajadores ingleses como en la suerte de Llins. Silliote es más social, critica a los trabajadores y Amis usa más el humor satírico reflejando otros puntos de vista


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