Barakaldo tiene la comunidad
gallega más grande de Euskal Herria. El primer centro gallego en Baracaldo fue el
primero de Europa. Manuel Rivas es el principal autor gallego. Escribe en
gallego. Es escritor gallego, pero es universal. Sus libros han sido muy
traducidos, además sus libros nos afectan a cualquiera de nosotros, los que
tengamos su misma sensibilidad. Por eso hoy nos lo trae la casa de cultura de
Baracaldo, Clara Campoamor.
Manuel Rivas nace en el 57 en Coruña. A los 15 años se puso a trabajar mientras estudiaba en el centro gallego. Es periodista, estudia ciencias de la información en los años de la transición. En prensa y televisión ha trabajado. Fue el creador del primer semanario escrito íntegramente en gallego; Telma en el 67. Fue el fundador de la primera radio de Galicia, las Mariñas en el 80. Fue director 10 años o más de Luces de Galicia, revista de Galicia, “de cultura, artes y libertades” se subtitulaba. Estuvo un largo periodo sin publicar. Ha vuelto a publicar ahora. Ha rescatado la revista desde hace 4 años, sigue adelante. Es un hombre preocupado por la realidad en torno, activista, fundador de Greenpeace España donde ocupó cargos directivos. Ha hecho campañas de acción directa contra los vertederos de residuos nucleares en la fosa del atlántico. Fue portavoz de la plataforma ciudadana Nunca Maix, durante el desastre ecológico del Prestige. Está implicado en muchas causas necesarias. Forma parte de la academia galega de lengua. En 2011 es doctor honoris causa en la universidad de Coruña. Sus primeros libros publicados son libros de poesía. El primero es “balada de la playa del oeste”, del 85. Millón de vacas del 90 es su primer libro de narrativa, un conjunto de cuentos y relatos. El ultimo ha sido publicado hace 2 semanas, es el manifiesto rebelde contra todo esto. Entre esas dos novelas hay mucha literatura de mucho interés. Los relatos “que me quieres amor, maldita alma, llamadas perdidas”…. Todos esos relatos son recogidos en el volumen “lo más extraño, cuentos reunidos”. También ha escrito los comedores patatas, en salvaje compañía, el lápiz del carpintero, último día en Terranova, qué me quieres amor, Todo es silencio, el Periodismo es un cuento, a cuerpo abierto, Pueblo de la noche, Mujer en el baño, la Bala perdida y la desaparición de la nieve
Polo de la noche y la desaparición
de la nieve son poemas. Ha hecho algo de teatro. El libro voces bajas habla de la
infancia, los primeros años de juventud, muy interesante. Hay muchas pelis de sus
relatos y novelas. José Luis Cuerda rodó todo es silencio y la lengua de las mariposas
en 2011, el lápiz del carpintero fue llevada al cine por el director Antón
Reixa. Es premio nacional de narrativa gallego y nacional
Josu es el presentador de este
escritor en Clara Campoamor, Barakaldo. Le quiere plantear esos primeros años
como escritor y los de su infancia. En algunas entrevistas ha leído cosas muy
bonitas. La madre era repartidora de leche y el padre albañil, los dos
trabajaban a la intemperie. La madre le recomienda buscar trabajo donde no se
moje, y este a cubierto. El padre trabajaba de albañil. Los fines de semana
había aprendido de joven, cuando era peón, a tocar el saxofón en la orquesta de
Coruña. Había salones de baile. De Coruña iba a Ancares, en un camión con
remolque, iba la orquesta, trabajaba también los fines de semana. Era un plus.
Se decía que los músicos eran como gorriones, que picaban algo de grano en
verano, pero en invierno no. Fue la crisis de los salones de arte. Fue el padre
emigrante. Ahora se dice que los emigrantes eran de otra forma, nosotros íbamos
con papeles. Su padre fue sin papeles, con una recomendación. Compró un billete
a través de un préstamo. Manuel tenía 4 meses en el vientre de su madre. La
hermana había nacido hace poco, María, le llevaba un año. Vivian en un bajo muy
humilde de alquiler. Y decidieron que iría el tiempo necesario para comprar una
tierra y hacer una casa. La madre le decía “eso lo dicen todos”. Con esto de
los papeles iba a contar que el llego a la zona de Caracas donde desembarcaba.
Le habían dicho tú llegas ahí y dices que vas de vacaciones a casa de unos
vecinos y si te preguntan dices que eres licenciado. El padre iba preparando
todo el viaje lo que iba a decir en la frontera. Dijo que era ingeniero de
obras públicas. Era albañil, pero durante un día fue ingeniero de obras. Estaba
muy contento.
Dando un salto en el tiempo, el
padre hizo la casa. Era una trasmigración. Vivian en el barrio de Montealto en
una calle que daba, la manola, a la torre de Hércules. En un bajo. La madre era
de viteira. Cuando el vino hizo poco a poco la casa, fue una autoconstrucción.
Lo llamaba ranchito como en Venezuela, había una habitación cocina para todos.
En castro de villa, cerca de zapatería, en zona de monte, hicieron un campo de
golf donde iba un personaje histórico que no nombramos, (Franco). El padre
odiaba el futbol. Es la única persona que conocido en su vida que odiaba el
futbol. Inventaba todo tipo de estrategias para que no fuera su hijo a ver al
deportivo. El vecino le quería llevar. El padre decía “no, porque hoy plantamos
repollos”. “No se plantan en esta época”. “Pues aquí lo plantamos”. Fueron al
otro extremo, donde hay un antiguo castro celta, un poblado celta donde en el
57 encontraron el tesoro de la viña, una diadema preciosa. Él decía cuando hizo
el ranchito aquel que se veía Coruña entera y decía “nunca llegaran aquí”, como
una especie de desafío.
Estaban en esa casa y el niño descubrió
que el padre había elegido un sitio estratégico, bajabas a la aldea, al poblado
de Leonor, a la tienda en la que estaba la única y primera televisión de color,
estaba el hombre del tiempo, Mariano Merina, con gafas de concha y con cara de
buena persona y parecía creíble lo que decía, verosímil. A los demás nadie les
hacía caso. Todos miraban a ver qué dice este. Salía con una vara y se veían
las isobaras y decía “mañana centra el ciclón de las Azores por Galicia”.
Apuntaba con la vara y todos se agachaban. La vara pasaba rozando. El padre
había hecho puerta para mirar a la ciudad y la otra hacia el monte. Había días
que había que abrir las dos puertas para que pasara el ciclón de las Azores y
no se llevara la casa. Es la casa donde Mariano Merina ponía la punta de la
vara.
Los inviernos eran larguísimos,
no había cambio climático, era el mismo clima siempre. Cantidad de veces andaba
el niño Rivas en los andamios, en los tejados. Y volvía con fango, todo
empapado y tenían una cocina que llaman la bilbaína, esa cocina de hierro. La
madre la única forma de secar aquella ropa era colocar el tendal encima de la
cocina, “veníamos todos mojados de la escuela, éramos anfibios”. Y la madre
desesperada. No había mucha ropa para cambiarse. Había que secarla. El padre
solo tenía un traje. Un día él estaba con los deberes todo aplicado y la madre
le dijo; “así me gusta, busca un trabajo donde no te mojes”. Lo tomó como una
consigna. Le pareció que el periodismo era ese trabajo donde no se iba a mojar.
¡Vaya equivocación! Si eres periodista de verdad estas mojándote todo el día. Un
periodista puede volverse una especie de oficinista. Quería seguir los pasos de
su madre
Su literatura tiene que ver con
la forma de hablar de ellos y del entorno, son las primeras voces, las voces
bajas, el lenguaje que lucha por la vida, que se levanta del suelo, son palabras
heridas y zapateadas y destartaladas, palabras de cantico de romería, de
alborada de esperanza. La forma de hablar de sus padres estaba llena de ironía,
tenía ese componente. Le inspiró esa forma de hablar. Él espiaba las
conversaciones entre sus padres. La madre embarazada de Isabel (la tercera)
estaba al lado de la bilbaína en la cocina y María y él haciendo los deberes. El
padre se sentía enjaulado y cabreado porque llevaba un mes lloviendo y no había
entonces seguro de desempleo ni nada y no se podía estar fuera de la obra. El
padre un día mirando por la ventana dijo en gallego, ¡qué manera de estar un
mes en la cárcel! Le parecía la cárcel un sitio cojonudo por las condiciones.
Los niños hacían los deberes e iba la madre y le dice; ¡pues a mi un mes en el
hospital! Su hermana y él se miraban ¡ostia, pero qué futuro! Con el paso del
tiempo valora esa conversación de sus padres. Samuel Beckett escribe esperando a
Godot cuando su madre estaba embarazada. Su madre estaba esperando a Godot. Ya sé
de dónde se inspiró Godot y sacó el asunto, y la inspiración
El primer libro que leyó fue escuchar
a su madre recitando a Rosalía. En el bajo la manola no había libros. Existía
la cultura popular con mucha sabiduría. El padre aprendió lo poco que sabía de escribir
y leer en la mili. Tenía una firma característica. El leía solfeo. Era
extraordinario. Estaba esa cultura popular. La madre nació en una familia
campesina en Corpo Santo. En una aldea o villa, un lugar con una casa
campesina, al lado del rectorado del cura que tenia una sobrina. La madre tenía
10 hermanos, 5 niños y 5 niñas. Josefa la abuela murió muy joven. No llegó a
conocerla el escritor. El abuelo quedó al cargo de una rolada o tribu de nenos.
La sobrina del cura en la tribu tenía mucho aprecio por su madre, Carmiña.
Quería enseñarla a leer, pero no era correspondida. La madre quería estar con
sus hermanos /as y fueron a varias casas. Tenían para comer. Estaba una temporada
en casa del cura. Le empezó a gustar cuando descubrió los libracos de latín y los
libros religiosos. En el desván había otros libros. La madre contaba vidas de
santos, que para ella eran una especie de libros de aventuras. Alli descubre la
obra de Rosalía. Hablaba bastante sola. El abuelo hablaba bastante solo. El
propio Rivas habla solo por ahí. Es posible. Ella había momentos que estaba
fregando, con la aceleración del grifo y el agua y ella te recitaba; “Adiós
ríos adiós fuentes…” Se sabía los poemas de Rosalía. Le parecía que su madre
era un ser extraordinario. Era una portadora de cultura dentro y de poesía. La
primera literatura que escuchó fue la de Becket que interpretaban a veces, la
primera literatura estaba en la lengua de su madre, en la punta de los labios
Tenían ironía, retranca, las conversaciones
de sus padres. Ha leído una anécdota sobre el nacimiento del sentimiento o
necesidad de la ironía en la vida y literatura. Tenia que ver con un profesor
de matemáticas de adolescente que le encontró unos poemas que estaba
escribiendo en clase. Y se los censuró.
Hablar del carácter gallego,
vasco, catalán son abstracciones que pueden servirnos para la conversación,
pero cada persona es una nación, un mundo. Hay una especie de formula, en el
carácter, en la propia cultura, desde los cancioneros, en la cultura popular.
En Galicia hay una imagen tópica de país triste, con morriña. Pero lo cierto es
que tiene más fuerte la pulsión de eros, todo ese mundo de carnaval, de romerías,
de fiestas. Es un país muy festivo. Esta esperando en cualquier ocasión la
fiesta del goce, la vida, la comida, el sexo, del baile, lo dionisiaco. Hay esa
doble historia. Ha habido mucho sufrimiento también, ha sido una historia
dramática la de la propia gente y cultura. Podría haber una formula en Galicia que
sería la suma de la ironía más saludable, y la melancolía como ironía más
saudade. Saudade no es sentimiento de pérdida, de morriña, de nostalgia, de
mirar al pasado. Es la morriña propia de la emigración. Es el sentimiento de
huir al pasado, y de mirar al futuro, al porvenir, a la utopía, a lo que no has
conseguido personal o colectivamente. Es interesante la palabra en ese sentido.
La ironía o retranca es un instrumento de autodefensa. No se puede concebir la
literatura contemporánea universal sin ese componente de ironía. Hay una
inflexión en la historia de la literatura universal que aparece en el
renacimiento (Decamerón, cuentos de Canterbury), la picaresca y está en el Quijote
y en Shakespeare. Es lo que nos permite hablar de una literatura moderna donde
el ser humano es instrumento de libertad en un entorno muy represivo, vigilado
y lleno de dogmatismos, muy conectado con las fuentes de la literatura popular.
No se puede entender Cervantes Shakespeare el lazarillo la picaresca sin esa
fuente popular. Todos conocemos coplas. Las coplas hablan del cura que anda
detrás de la criada, la criada que mata al cura, la gente que aprovecha la romería
para irse de picos pardos… esa alma popular, esa alma libertaria libre va
contra ese mundo dogmático, de tristeza, de miedo. Esta en el propio núcleo de
la cultura popular. Hay una conexión entre Gargantúa y Pantagruel y la literatura
francesa, es incomprensible sin la cultura popular.
La misa del burro se hacía en
carnaval, se vestía uno de cura y le dejaban la iglesia. Subía al palpito, y
desde ahí decía como un burro, io io. Ahora sacarían la ley mordaza. La madre
decía aquel toriño, para incorporar a la gente, vento a las polas, viento en
las ramas. Estábamos en misa y el cura explicaba la santísima trinidad, que no
es fácil de explicar. Lo explicaba de la forma más sencilla posible. Esta el
padre, que es dios, el hijo que dio la vida por nosotros y el espíritu santo. Y
el muchacho decía; ¡ese soy yo! “¿Cómo vas a ser tu? Ya tienes bastante con lo
que tienes tu”. Volvía a misa. El muchacho decía soy yo. Trino es el espíritu
santo, concluyó el cura. Y lo echó de misa. Quedó siempre el hueco donde estaba
el toriño. Cada vez que el cura decía dios padre y espíritu santo todos miraban
al espacio vació. Hay una ironía en las viñetas de comic del castellano que
bebe del pueblo, de una genialidad modernidad absoluta. La madre tira del niño
a la escuela. No quiero ir escuela, porque siempre preguntan cosas que no sé. Hay
un dicho gallego que dice; “Ya que lo sabes te lo voy a contar”. Muy útil para
los tiempos de hoy.
En el escudo de Coruña antes de
la guerra había un libro que desapareció en el franquismo, lo suprimieron y
sigue sin libro. No se ha vuelto a reponer. Se ha recuperado porque había
imágenes. Se cuenta dentro de los libros arden mal. Es una historia que
comienza el libro. Todos dijeron cuando sacó la novela “Ah, otro libro sobre la
guerra civil”. Comienza a mediados del siglo XIX, es el viaje de giorgo Borrow,
que escribió el mejor libro de viajes por España. La biblia en España era un libro
extraordinario. George Borrow va a Galicia. Él va a Galicia porque cuando
viajaba de Inglaterra a Gibraltar el barco en que iba al pasar por la costa la Norte
sufrió un temporal de tormenta terrible, pensaban que iban a morir, las olas
pasaban por encima de la cubierta. Había mucha pobreza en 1845. Aquellas luces
daban una esperanza a la tribulación. Se zafaron de la tormenta. El contaba que
hizo sus oraciones y si conseguía salvarse volvería a aquel lugar para llevar
una biblia. Lo que hizo giorgo Borrow es escribir biblias en lengua romance,
castellano. Hasta entonces era algo prohibido con la inquisición. La relación
con la palabra de Dios estaba prohibida en la España de la contrarreforma, no
sé si ha acabado esa contrarreforma en España. Tenía que ser la palabra de dios
a través del sacerdote, no podías tener una relación directa con dios, es la diferencia
con las religiones reformadas. Él va con misión de repartir biblias. Le
encierran en prisión, le quitan los libros. Tiene una obsesión de llevar una
biblia a Galicia. Se la da a un pescador que la salva la vida. Le confunden con
el Carlos el rey carlista absolutista. Son liberales. Es un personaje estrafalario
que anda por la zona del faro. Anda por ahí el rey carlista. Van los vecinos a por
él. Le bajan. Solo sabe hablar inglés. Piensan que esta disimulando,
aparentando. Lo encierran en un calabozo y aparece Valenton de Cisterna que
había estado de grumete en la guerra de Trafalgar. Los libros arden mal es un
tocho. Le ponen un cuchillo en el cuello y le dicen ¿qué es esto? y dice nada,
una navaja. Naif. Los que queman los libros quieren encontrar la biblia. Los
que queman los libros son muy cultos. La cultura sirve a veces para reprimir y mantener
encadenado un pueblo y no para liberarlo. Es la historia dramática de la
cultura que trata de contar en los libros arden mal. Ya hemos podido comprobar
que a Manuel Rivas le gusta hablar en curvas. El libro era la constitución de 1812.
Coruña era zona liberal. Estaba el café de la Esperanza, primer café que se
crea alli. A principios del siglo xix. Tenia sus habitaciones y cuartos. Era
conocido en toda Europa, lugar de confluencia para masones y gente liberal. Coruña
junto con Cádiz eran zona liberal. Había conexión con Inglaterra. Fue la
primera línea marítima de correo, había mucho intercambio. Estaba la fábrica de
tabacos. La declaración de independencia EE.UU. venia envuelta en hojas de
tabaco y se rescribía en Coruña. Colocaron el libro de la primera constitución democrática
encima del faro del escudo de Coruña. El libro es como la luz del faro. El
libro del escudo desapareció con el franquismo.
En el libro último de terranova
tiene una imagen bonita de las libreras. El personaje dice que las librerías
son miles de bocas de una pantera universal. Las ciudades existen porque hay librerías
tabernas y tiendas de bici. Steiner, el intelectual británico, dice que lo que
mas pena le da de estos tiempos es cuando cierran librerías, tiendas de discos,
talleres de bicis o teatros pequeños. Estan siendo sustituidas en las ciudades.
Es la dicotomía postmoderna que situaron los situacionistas, de la revolución
del 68, gente extremadamente lucida muy conectada. Hay dos vanguardias
especialmente fértiles, que estan muy vivas, dan lugar a un pensar la existencia
por dentro y por fuera, el surrealismo y el situacionismo. El situacionismo
habla de lugar y deslugar, en la dialéctica que vivimos en el mundo. En este
lugar constituimos un lugar. Lugar es donde existe emoción, memoria, y hay una
presencia, es como una línea vertical y otra horizontal, una nos une con el
mundo de los muertos y otra con la gente de hoy. Se cruzan y constituyen en el
lugar. El mundo está lleno de deslugares, una maquinaria pesada que va
desolando el planeta, creando deslugar. Como en la historia interminable, la
sombra que amenaza Fantasía. En un aeropuerto estas en des lugar, deseas salir
de ahí. Falta el espacio. Hay lugares en que confluimos, pero no hay un espacio
común. Las librerías están llenas de gente que va ahí, de generaciones, de
criaturas de la imaginación y reales. Son lugares habitados por la realidad e
imaginación humana. Lugares de intercambio, de conversación. Las tabernas son
escuelas de la vida, donde aprendes cosas fundamentales que no aprendes en otro
lugar. Podemos ir ampliando. En los tiempos de hoy un elemento de corrosión en
la base de un malestar ciudadano de nuestro modo de vida es la corrosión y
desaparición de lugares comunes; asociaciones culturales, de vecinos,
sindicatos… Coruña y otras ciudades tenían en cada barrio, en la época de los
años 30 y antes, bares y asociaciones. Había un ateneo libertario con nombres maravillosos,
la antorcha galaica de libre pensamiento, con una generación consciente de
personas. Era la gente en cada barrio que constituía esto. Era esto germinal.
Eran escuelas como los sindicatos que fueron derivando a entidades más burocratizadas.
No hay que hacer más sangre a la herida. Pero los sindicatos tenían encuentros
diarios. El corsario era un periódico que circulaba entre la gente del pueblo.
Eran escuelas de libertad, de la democracia. De ahí viene la conexión con las librerías,
a medida que estos lugares se cierran lo notas en una ciudad. Hay ciudades
enormes, ciudades dormitorios, vas a sitios que son bloques detrás de otros y
no puedes hablar de ciudad, la ciudad es otra cosa, donde hay esos espacios
comunes. Una utopía más interesante es la de ciudad jardín en forma de círculos.
Se llegaron construir vías operarias, ciudades jardín, se intentan en los años
20. En el centro del círculo, frente al modelo feudal (castillo iglesia) estaba
la escuela, la biblioteca, el espacio comunitario del gobierno, del consello,
del ayuntamiento y después círculos de arbolado y las viviendas y todo esto. Hay
que luchar por mantener los lugares frente a esa maquinaria pesada del des lugar.
Hablaba del
surrealismo. Hasta hace unas décadas había movimientos de vanguardia de cambiar
y trasformar el mundo. ¿qué ha sido de todo eso? Hay una renuncia de los escritores
que han aceptado el papel que les otorga la sociedad de consumo capitalista que
es el de creadores de novelas de evasión. Hay épocas en que se asocia la creación
y vanguardia con la voluntad o compromiso de cambiar el mundo. Como la vanguardia
constructivista. Hay esa idealización. Pensabas que, a través de la cultura,
del libro, de la trasmisión de esos valores del cultivo, de la rebeldía y de la
conciencia crítica, hacías un instrumento para cambiar el mundo. Hay
vanguardias que son lo contrario. El futurismo a pesar de su nombre se
convierte en un instrumento de vanagloria del fascismo, Marinetti firma el manifiesto,
vive la guerra, es misógino, machista, desprecia a la mujer. Había una vanguardia
en el año 29 muy interesante en Brasil, cuando se hace el segundo manifiesto
surrealista, el Manifiesto antropófago de Oswaldo Andrade; hay que comer todo
lo que no se tiene. Es una disposición cultural interesante, aquello que no
conoces hay que probarlo. Por eso es antropófago. Muy simpático progresista el
manifiesto. Fechado en el 29, el 300 aniversario de la degustación del obispo Sarrilllas,
obispo que existió de verdad. El indio tupi que estaba alli vigilando en lo alto
de la montaña cómo llegaban los conquistadores. Y en una de las calaveras, en
la proa y quilla, bien contento, venia antes de llegar a la orilla y bendiciendo
el obispo sarrillas. Saltando brincando, ya llega la comida. Hicieron un
txurrasko de Sarrilla.
Todos compartimos esa idea que
procede de la ilustración, de que a través de la cultura se va a dar una
liberación humana, se va a construir una sociedad mejor. Si hacemos una síntesis
con el romanticismo, es una energía de trasformación maravillosa. Después nos
encontramos con la contradicción de que la cultura también sirve para tapar,
para dominar, hay testimonios tremendos, el primer libro que se hace de la
inquisición, el mortificorium, es un manual para quemar a las hechiceras y las
brujas. ¿Quiénes eran las hechiceras? En el historial de los aquelarres vascos
lo vemos, por ejemplo. Eran las mujeres mas libres en ese momento, que eran
heterodoxas, eran las sabias. Las convirtieron en seres maléficos. Gente que
encarnaba la cultura popular. Fue una parte terrible de la historia de la
humanidad, eso se hace desde otra cultura. Cuando se pone en marcha el nazismo
hay intelectuales que lo apoyan. Hay una imagen del prototipo del intelectual,
comprometido, que va a luchar por causas sociales, contra la injusticia, los procesos
arbitrarios, lo identificamos con la figura de Emile Zola cuando escribe el
manifiesto Yo acuso. Era una época de distopia, de retroceso e involución,
parecida a lo actual y con el antisemitismo en Francia. Escribe el acuso donde
acusa la manipulación política y militar. Es un texto muy comprometido. Pero la
historia de Emile Zola es dramática. Se le echan encima lo académicos franceses,
le llaman de todo, es un anarquista de atril. Es procesado, escapa y está
exiliado en Inglaterra. La segunda parte no se cuenta. Aquí falta gente como Emile
Zola. Hay gente comprometida. Hay gente que se embosta en el poder y usa la
cultura como medio-. El santo oficio lo formaba la gente mas culta de la época,
quienes queman los libros son gente culta, Torquemada, el cardenal Cisneros… Había
antinazis como Thomas Man en el nazismo. Pero ¡Cuánta gente en el otro papel!, como
en el manifiesto de 43 catedráticos nazis. Heidegger era el jefe de los doctores,
comprometido con el nazismo. Brecht es asesinado y Thomas Man escapa. Aparece
un nazi que se refugió en España, Care Smith, que inspira al nazismo y a la jurisprudencia
más conservadora. No se hace justicia, se busca al enemigo. Los actos del poder
son los que marcan la ley. Hay un manifiesto pro-Hitler de los principales
intelectuales. ¿Qué pasa con la cultura?, es importante.
El manifiesto lo ha escrito
porque tenía necesidad de decir lo que dice ahí. Crea el estado de conformismo,
el partido conformista, los activistas del retroceso. Hay un paralelismo con lo
que pasa en la naturaleza. No podemos hablar de naturaleza de manera
contemplativa. Podemos gozar ante algo que nos maravilla (un árbol, un canto,
un lago), pero la naturaleza está siendo sometida a una guerra y violencia por
ese capitalismo impaciente que causa estragos a una velocidad como nunca se
había producido. Podemos numerar esos estragos. Lo ideal en la naturaleza, la
mejor naturaleza es donde no se compite, se comparte. En los bosques, donde hay
mas diversidad, hay esa vegetación, animales… hay una relación de bio
diversidad. Lo contrario es la bio perversidad. Si vamos a un monte donde solo
hay una especie. En Galicia se ha convertido el monte en un mono cultivo de esa
especie invasora que es el eucalipto. Le gusta los caramelos de eucalipto, no
tiene nada en contra. Eso deja de ser bosque y naturaleza, es mono cultivo. Como
el aceite de palma. Destruye la naturaleza.
En el mundo de la literatura y
del periodismo se da esa dicotomía. Hay una literatura de periodismo transgénico,
de monocultivo. Si uno va a una tertulia donde las 3 personas de ahí dicen lo
mismo y se citan y auto animan para reforzar el dogma que se esta exponiendo
eso es la voz del poder, eso no tiene nada que ver con el periodismo. La sensación
con un buen periódico o buen medio es como cuando pasas a una montaña o un valle
con una plantación de robles, cerezos, donde hay zarzas, espinos, selvas, vives
los puntos de vista, puedes percibir las contradicciones, la pluralidad, eso es
la esencia del periodismo. El periodismo como naturaleza esta siendo sometido a
una crisis existencial. Hay una crisis económica, en todos los sectores. Hay
crisis derivada de la tecnología pues vivimos una encrucijada tecnológica, se
ha profetizado que van a desaparecer los periódicos de papel. A finales de los 70
decían que iban a desaparecer los periódicos locales por los grandes grupos
comunicacionales, la globalización. Hicieron una encuesta en Europa, les
preguntaron a 60 directores de periódico qué opinaban sobre ese horizonte de
extinción abismal que estaban abocados. Todos estaban de acuerdo en que iba a
desaparecer la prensa local. Solo dos dijeron que no; El director del periódico,
que sigue vivo. Y el otro Álvaro Qunqueiro en el faro de Vigo, “no sé qué va a
pasar con la prensa en el resto del mundo, pero el faro de Vigo con la esquela
en proa y las noticias en popa el periódico va mejor que nunca.” Hay una superstición
tecnológica. La trampa del solucionismo tecnológico. Iba a morir la radio por venir
la televisión, iba a desaparecer el disco, ahora la gente vuelve al vinilo
(aunque o escuche la música le gusta que vaya dando vueltas el disco…) El mundo
no está siendo así. El periodismo se sentenció, se dio por muerto el
periodismo. Cada uno con su móvil va a ser como el New York Times. Todo el
mundo puede trasmitir, dar información y novedades, pero el periodismo es otra
cosa. Es eso, pero es mucho más. Es un bien necesario, no se puede tratar como
mercancía. No te puedes hacer rico con el periodismo. Si alguien se hace rico
con el periodismo desconfiar.
Dirige la revista en Coruña Luces
desde hace 4 años. Es una apuesta por la literatura y la cultura, revista que se
nutre de suscriptores, es mensual, de 100 y pico páginas. No le
recuerden el número de páginas. Se quedaron los ejemplares en Barcelona, suele
traerlos a todas las conferencias y presentaciones para enseñarlos. Usa
técnicas de vendedor. Saca la revista y dice “es la segunda mejor revista del
mundo”. La gente empieza a mirar. Se quedan con la idea de la mejor revista del
mundo y con la revista. Lo hacen en papel ecológico. Es un trabajo cooperativo.
Hay mucha gente joven que se ha incorporado. Mucha gente no tiene dónde publicar.
Gente con preparación y buenas ideas. Gente dispersa por el mundo. Aparece por
Madrid Barcelona la revista y por un mapamundi maravilloso. Tienen cuatro
suscriptores en Nueva Zelanda. Tienen suscripciones electrónicas para esos
casos. “Nosotros nos suscribimos para que nos llegue en papel”, le dicen. La
revista es pensar el mundo desde Galicia. Lo local y universal es la idea, Miguel
Torda es un autor portugués de cuentos de montaña, de alta montaña y decía; “lo
universal es lo local sin paredes”. Puedes pensar el mundo, no tienes por qué
estar en una gran metrópoli. No por estar en una metrópoli vas a pensar mejor
que en una aldea pequeña. Lo necesario es que la idea y la aureola llegue a la
cabeza. Creatividad y ganas que ya hay. Su último libro es una reconciliación
con el periodismo como ha hecho con la revista luces. La literatura se
necesita, es un bien común, como el pan, como el agua. La salida no es la
rendición, no es la extinción. Es más periodismo. Frente a este recorte, producción
de miedo e indignación la salida no es menos democracia sino más democracia
Es una imagen bonita en el mundo.
El sistema defiende la libertad y democracia imponiéndolas contra aquellos que
quieren llevarla a la práctica. Orwell con la neo lengua decía, “hay que tener
cuidado, el próximo totalitarismo puede venir envuelto en la lengua de la
libertad”. La palabra liberal es una creación de los liberales españoles, de Cádiz,
Coruña. La palabra liberal que se usa en mundo anglosajón es sinónimo de
izquierda. De gente mas progresista. Chomsky se define como anarquista
libertario. En los periódicos pone liberal Chomsky. Esa palabra es secuestrada
y sodomizada para transformarla en lo contrario. En liberalismo económico. Con
los eufemismos es tremendo lo que pasa. No es una carga policial sino un desplazamiento
de la masa manifestante, que le recuerda a un jefe de la policía portuguesa. Y
el decía “ya empiezas con indirectas”, el decía “nosotros no torturamos, sino
que causamos des confort al detenido, lo poníamos en cierto des confort, lo
incomodamos”. Vivimos en el mundo de los eufemismos. Este mundo necesita más
reformas. Antes reforma era una mejora. Hay que hacer otra reforma y dices “no,
no tranquilo, si esta bien la cosa”. Como el marinero, en Galicia dicen marinero,
no dicen pescador que es el de Cádiz. Estaba en la isla de Ons. Hay que
llevarlo. Lo meten en lancha. Lo llevan en la camilla y hay un médico esperando
en medio del hall, a este hombre hay que meterlo hielo. ¿más hielo aún? Por eso
los gallegos dicen no a otra reforma
Hay una trasformación de la
lengua interesada. Hay expresiones para referirnos a esa lucha del sistema
capitalista con la naturaleza. Palabras como cambio climático, calentamiento
global. Son términos con los que se denomina eso con amable imprecisión. Hay
una defunción biológica muy sugestiva y sugerente, estándares o bases
cambiantes suena muy técnico. Viene a decir que hay que tener cuidado con los estándares
de medición. Hablan de la perdida de la memoria ecológica. Hace diez años,
cuenta su experiencia, podía ir a la costa la muerte y había una sede balado
separación vegetales piedra y en verano te encontrabas con un camino de
luciérnagas. Los niños se quedaban fascinados. Veías el camino. Hace 10 años.
Ahora vas y no hay ese camino. Te dan ganas de llorar. Hay un bombardeo de herbicidas,
pesticidas de transgénicos. Aniquilaron eso y los grillos. Si una persona va por
primera vez alli queda maravillada. Y puede decir qué bonito. Pero se está
produciendo una degradación que se convierte en normal. Como una palabra
normal. Se puede aplicar en otros campos. El conformismo viene por la
desmemoria. No es que no te importe el cambio climático. Es un termino
tecnocrático. Mejor decir una violencia o guerra contra la naturaleza. Eso nos
lleva al tema de la memoria que es esencial. La diosa de la memoria Mnemosine era
la diosa de las musas, es algo fértil, no tiene que ver con los trastos del
pasado. Es la madre de la danza, de la poesía y de la propia historia, de Clio.
Desmemoriados estamos en un café. Se asocia la memoria como algo positivo (Tiene
una memoria maravillosa esa mujer) pero también hablar de memoria ahora es como
se va a poner a recordar batallitas. Citas pocos autores clásicos cuando habla
de sus novelas. Ellos no tienen culpa de lo que escribe. Y a veces cita a su tío
Francisco que fue barbero, a veces le llaman del hospital, no es un gran esteticista,
pero hay gente que le llama y no tiene pelo. Le llaman para que le cuente
historias. Este tío fue al médico, le dolía la cadera, era un gran andarín. Es
que aquí dice que usted tiene 95 años, le dijo el doctor. Pero no vine porque
tenga 95 años, sino porque me dolía la cadera. El medico se dio cuenta de que
estaba ante un filosofo y tuvo que afinar. Es como si tiene todos los naipes de
la baraja y le tocan bastantes naipes. Alguna cosa puede ser un principio de párkinson,
pero solo un principio. Y cogiendo con pinzas, es posible que tengas algo de alzhéimer.
Y el tío dijo, prefiero el párkinson. ¿Y por qué? Cojo el vaso de vino y se me
cae del vaso, pero sé dónde está la garrafa. La memoria es saber donde esta la
garrafa.
Se ha ido por los cerros de Úbeda
Manuel Rivas. Ahora le apetece leer algunos poemas. Aprovecha cualquier
oportunidad para soltar un poema. La gente se le escapa. Tengo aquí unos
cuantos… la gente huye. Podrían ser otros, pero ha elegido estos.
La poesía es una construcción
estética, el cómo, pero también trasmite información básica sobre la
civilización humana que no se puede trasmitir de otra forma y también cuenta
historias. Habla de la relación con el lenguaje. El abuelo era este hombre que
hablaba solo. Manuel de Carposanto el hablador era el padre de su madre, era un
narrador extraordinario. Le fascinaba escucharlo. Trabajaba muchísimo. Hablaba
con la tierra o los animales. Por la noche se trasformaba en narrador. Era
maravilloso escucharlo. Manuel de Singlas, el otro abuelo, era carpintero. Y la
abuela Dominga que era costurera. Dos personajes extraordinarios en su relación
con el lenguaje. La abuela hacia sus trabajos que remataba con mucha estética,
hacia algún detalle bonito. Bordaba un punto de cruz, y le preguntaba de
mientras qué tal la escuela. Cogía la maquina Singer y se convertía en una maquina
secesionista. Había correspondencia entre el trabajo y la forma de hablar. El
abuelo carpintero no decía nada, absolutamente nada, callada completamente, con
una mirada penetrante, iba mas allá del fondo. De vez en cuando decía boh, un
boh polisémico, que tenía según el tono un significado distinto; un boh de
asombro, de curiosidad, o de boh, redundante
Era de un
andar lento, pensativos pies escrutadores de un hombre sorprendido de estar
vivo. La ultima obra fue la maquina asombrosa, un carro de un país extraño a
nuestros ojos, una aeronave que construyó en un poblacho, era tiempo de ir a la
luna a pisarla, midió el trasporte para traerla al valle la luna, por las rutas
del estiércol y las algas. Decía boh boh, decía boh, también hacia esquinas,
justo el ángulo que necesita el hombre para que no le dispare la historia por
la espalda, abrió con el filo de su cuerpo un rincón en la taberna, se
respetaba el lugar porque lo había hecho el, hacia dentro, tallando la sombra
con su hacha de silencio. Había hecho luz de la lampara con filamentos de su
cabello, blanco de zinc y de paz atormentada, hacía con las manos cada cigarro
y el humo era pesado, era la cordillera que sostenía un desconocido país encima
de las nubes, insertado en el canto en los últimos pájaros, decía boh. Dentro
de la noche al pasar la voz sacerdotal falta le hace un responso Manuel, el
subió a lo alto de si mismo, la ultima voz en el último andamio, boh, amé
aquella música, dedos sinceros recogiendo dedos sinceros que mordieron, los
broborillos que germinaban en el suelo, decía boh, nunca nada pidió el
carpintero, todo lo hizo el con sus manos, también la sombra para andar el día
de marchar, decía boh boh boh. Tira los
papeles Manuel Rivas.
Nos cuenta lo que son las fiestas
populares o furanchos. Le parecen fantásticas. La mujer gallega melancólica
triste también sabe divertirse. Breve descripción de Galicia era un libro de la
ilustración que censó 3 mil tabernas y 3 librerías a principios del siglo xix.
Ahora hay más librerías, pero tampoco hay pocas tabernas. Hay furanchos en el
norte, en rías baixas, en el bajo mino, locales que abren ocasionalmente cuando
esta el vino, se come lamprea y cosas del lugar. Son lugares donde se canta, no
hay televisión y hay compañerismo y hospitalidad. Tiene que ver con la realidad
de un país muy fiestero, al que también le amargaron la vida muchas veces
Los autores tienen un problema,
entre sus muchos hijos tienen siempre alguno preferido. Se refiere a los libros
escritos por él y le pregunta por su concepción de la literatura. Son
palipidetos. El libro está sometido a la ley de la gravedad. Cerrado es un
objeto. Si viene alguien de otro planeta empezaría a ver lo que es, empezaría a
existir cuando lo abres, si se produce el encuentro. Estos libros no estan
separados. Forman parte de un camino. No escribiría la lengua de las mariposas,
si no hubiera escrito poema pan negro a principios de los 80. El poema fue escrito
mucho antes. Si no escribiera la lengua de las mariposas no podría escribir el lápiz
del carpintero. No podría escribir los libros arden mal, libro de 700 páginas.
Tienen esa forma los libros, de circulo concéntricos. Es un mismo libro con
partes distintas
Rivas es un literato y hombre de
acción. Escribió libros sobre el trabajo en la india de Vicente Ferrer. ¿Qué le
aportó ese hombre? Intentas hacer lo que quieres. Escribir también es un
activismo. Miguel Torla dice que el primer compromiso de un escritor es
escribir, pues todo lo que escribes te compromete. Hay que entenderlo en todos
los sentidos. Habla de temas sociales, el silencio también es comprometido. La
persona que tenga que hacer la crónica para la revista hola, las relaciones no muy
boyantes entre Sofia y Leticia, tiene también un compromiso importante (dicho irónicamente).
A veces el compromiso no viene dado por un compromiso doctrinal, tengo que
escribir esto, uno está escribiendo. Si estas escribiendo la palabra luciérnaga
no lo haces sin pensar en nada, piensas lo que pasa con ese ser maravilloso. La
palabra adquiere una condición, se convierte en el ser vivo que es la
luciérnaga. Las palabras te conducen a eso. El móvil principal es la vergüenza.
No empieza con un discurso o teoría sino con una palabra que sale de las
entrañas, siente vergüenza ante algo, porque lo estás viendo. Si te provoca
vergüenza hay una toma de conciencia, sientes vergüenza hacia una injusticia. Y
eso ya es activismo óptico; ver lo que no se veía. Eso te lleva a un compromiso
moral. El libro se titula “rumbo a las estrellas con dificultades”. No conoció
a Vicente Ferrer, había muerto ya, pero conoció a un agente que trabaja en la
india. Estaba en un recital en Barcelona, en una recitación pública como esta,
salió del recital y había dos mujeres que querían hablar con él. Conocía a una
de ellas, teresa que era fotógrafa. “Nos gustaría en la fundación Ferrer que te
animases a escribir algo de lo que pasa en la india. Te facilitamos lo medios
para ir alli, un sitio donde andes para dormir, evidentemente no van a ser
hoteles. Te damos los medios, no podemos pagarte. Vives esa experiencia y si te
apetece escribir escribes lo que quieras”. Todos tenemos en la cabeza la India
entre otros lugares. Había hecho un libro sobre Haití. “La verdad que me
gustaría conocer la india”. Estaba pensando el tema de las mujeres en la india,
mujeres son diosas allí y a la vez esclavas. Lo podemos hacer. Estaba
trabajando en una novela. Ya hablaremos. Os paso el correo. No, es que el avión
sale dentro de cinco días. No me da tempo ni ir a casa a Galicia. Se embarcó.
Acaba siempre en sitios curiosos. Cuando alguien le propone embarcar embarca.
Fue una experiencia muy intensa. Mas que de la vida de Ferrer trata de la gente
más vulnerable. Hay un paralelismo entre el pulmón de acero y las librerías,
ante la rutina diaria. Pensó en esa asociación, muy apropiada y sugestiva. ¿Por
qué está el alli? De alguna forma está viajando. La lectura nos mantiene ese
oxígeno, que no es transgénico, nos protege. No es por citar y ser pesado con
citas, pero William Faulkner decía, (y eso que era frio en la expresión, parco,
de palabras); no os preocupéis porque la literatura os protege.(al final de la conferencia el centro gallego le toca la gaita)
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