viernes, 8 de abril de 2016

Personalismo comunitario


En la segunda sesión de entre líneas Carlos de Agustín vino bien desayunado y entró fuerte, a hablarnos de las acampadas en Puerta de Sol en el Madrid del 15 m. nos habló de partidos políticos y del ensayo de cine y política de Pablo Iglesias Turrión en el 2013. El artista o intelectual es maestro de orquesta que debe coordinar cada instrumento, sometido a un discurso que re interpreta como notas musicales. Los pensadores de izquierda siempre han pensado que existe el poder y el contra poder pero no el a- poder, el poder neutro y “agnóstico” pues la voluntad de poder es innata a la naturaleza humana igual que la necesidad de sociabilización. No hay poder inocente, siempre hay intención detrás, manipulación. Antonio Brosi dice que el poder se manifiesta a través de los mecanismos del lenguaje. Ya decía Nietzsche que la gramática es esa vieja hembra engañadora, que como Circe o Calipso, engañan al Ulises en su odisea por el mar. La meta de Ulises es Ítaca, no debe sin embargo forzar la travesía. La meta del Ulises de Yoyce o de Homero es Penélope pero por el camino voy y vengo y me entretengo con Calipso y Circe. El lenguaje es sólo un instrumento, un medio, es el viaje que nos conduce a la idea que no es la verdadera meta. La verdadera meta es el lenguaje en si mismo, el arte por el arte, el medio que usa el emisor Ulises para llegar a su receptora Penélope. Y ese barco, (ese norai entre el barco y la tierra más bien), ese punto de unión y conexión es el medio y canal; el lenguaje. Por eso decía Dali que toda REBOLUTTIHON empieza con el ataque a la gramática, a la ortografía. Nada hay más anti- sistema que la falta de ortografía. Con el lenguaje podemos crear bellos poemas o discursos de Musolini y bien lo saben los políticos, y los medios de comunicación, empresa y publicidad, esa prostitución de la poesía. El cine, otro lenguaje o medio artístico más, siempre ha estado en manos del poder. Carlos nos habló de la obsesividad genial de Stanley Kubrick que nos ha dejado obras maestras.  La belleza de una joven Lolita sometida al dominio de un hombre mayor. ¿qué otra cosa es esa orgía del banquete de platón o la idea de Nietzsche del maestro- alumno? El hombre feo, el maestro Sócrates, desea al joven pupilo, aprendiz y efebo. Y en ese juego de poder entre el amador y el amante, el que ama y el que se deja amar, esta toda la idea que tenemos del amor en la civilización occidental. Y el amor se expresa con el lenguaje. Ya decían los románticos que a veces no hay palabras para describir una pasión tan grande. Y decíamos ahora que a veces las palabras sobran, porque los límites del lenguaje son los límites de nuestra realidad, decía Wittgenstein.  El mundo se amplía cuando aumentamos la capacidad léxica, el mundo es más amplio cuando soñamos nuevos mitos en el imaginario colectivo. Y así hasta la hipérbole, hasta el infinito.
Los mitos y las metáforas son infinitas. Pero para las personas que viven con 400 palabras en su vocabulario la realidad es más pequeña que para el hombre que come la manzana de la sabiduría. También decía Wittgestein que de lo que no se sabe se debe callar. No pequemos de pedantes porque hay aún muchos noúmenos, cosas incognoscibles que el hombre jamás podrá conocer, o que más bien conocerá pero no podrá nombrar. El nombre de dios para muchas religiones estaba prohibido mencionarlo. Y para muchas culturas y civilizaciones lo prohibido no es creer en Dios sino su representación icónica. Se prohíbe el lenguaje porque nadie puede prohibir la imaginación, por mucho que persiguieran a los místicos.
El cine es uno de esos instrumentos, de esos lenguajes, con su intencionalidad política que también se persigue. Por ejemplo el cine de la transición. El cine de ahora responde a una segunda transición. Igual que el cine neorrealista italiano tiene su sucesor por ejemplo en Begnini, la vida es bella. El cine es un medio capitalista para criticar muchas veces esta lógica consumista. Este mes de Enero falleció Francisco Rosi, autodidacta cinematográfico, que creó un cine político. Esta la peli de ese bandido anarquista en la montaña de Sicilia. Su cine nos habla de la corrupción urbanística y de temas morales o antimorales pero no amorales. Habló de la película Cristo se paró en Éboli. También habló de Carlo Levi, encerrado por su oposición a Mussolini. El individuo enfrentado a su estructura. En la peli se ven los dos mundos, el de la burguesía y el de los campesinos unidos en sindicatos. El estado somos todos, las viudas de guerra, la cruz roja, los tenderos.. gente que muere por una historia ajena que no va con ellos. Campesinos que se hacen bandoleros, héroes en la imaginería colectiva. Defendían su propia naturaleza contra el poder establecido, contra esa forma de cultura o estado creado. Ese sistema sin tratar de entenderlos siempre los había dominado. La historia de vencedores y vencidos, opresores y oprimidos. La anarquía de un soñador, un pintor, que odia el estado, que ve las cosas a su manera y las embellece con palabras. Los bandoleros cortaban la lengua a los aristócratas (su praxis revolucionaria) pero estos “cortaban cabezas”. La fragmentación de estados, el resurgimiento italiano, la unidad, son temas que se tratan en la película.
Carlos habló de la galaxia Marconi, del término populismo que usamos despectivamente salvo al nombrar el PP. El cine político es duro, costoso, parte de la no aceptación de la realidad, es un tratado filosófico e ideológico pero con el humor que le faltaba a Hegel y su cerrado sistema. Todo cine es político. Carlos habló de los documentales actuales de Michel Moore, y de la película la batalla de argel de Pontecorbo y de la película Zeta o Caja de música del griego Costa-gavras.  El “populismo” democrático de Kubrik o de la despedida de Garci o solas en la madrugada. ¿la sociedad avanza, retrocede? LA escuela pública en los 90 estaba bien, ahora es un desastre. La educación antes era una prioridad, ahora no. Por dejadez se ha llegado al estado lamentable actual en las aulas. Hay mucho desfase entre la educación antes y ahora. Cuando se dieron cuenta de la situación ya era tarde, pues se ha deteriorado a golpe de cansancio. Acabamos hablando de político, y de los sandinistas en Managua en el 79 y de la oposición a la dictadura. Pero la historia se repite y por crisis que haya en la cultura siempre surgirán grupos de vanguardia contra el poder. Renacer, y caída, y vuelta a emerger. Acción reacción en la historia. La historia nunca descansa. La educación de ahora no premia la cultura por el hecho de tenerla sino el aprobar los exámenes, el ir pasando, pero también se están dando movimientos como el de los seguidores de Indignados. En ese sentido el ensayo de Pablo Iglesias, líder de Podemos.  El triunfo del ciudadano no es populismo sino el alcance de su derecho como tal. La estructura no ha de regalarme nada, ni organizarme de acuerdo a sus intereses. Por eso se rebela el ciudadano, propone otro planteamiento. El individuo trasciende las instituciones, cuando  a solas filosofa. Es la de critica a las instituciones que se ven en la obra de Kafka, en el castillo o el proceso o la metamorfosis; un sistema orwelliano lleno de ventanillas con burócratas y funcionarios diciendo “vuelva usted mañana”. Cuando hay grupo hay problema, afecta al sumatorio de individuos. Solo en soledad el hombre es libre, porque el individualista respeta a la persona por sí sola y no al colectivo, pero un estado verdaderamente democrático a lo griego sería imposible.  Cuando ya hay dos personas surge el conflicto, la dialéctica insolucionable. El individuo se hace masa, pierde identidad y libertad pero deja de estar solo, porque el hombre lo que más teme es la soledad. La masa es ciega y sorda, cada miembro se escusa en los demás para justificar su comportamiento no ético. Se escusa en una moral desde fuera, heterónoma y no personal.  Cuidado cuando aparecen términos en abstracto Pueblo, Nación, la Patria, cuenta con individuos pero  lo importante ya no es el ser humano sino el objeto que forma, ese es el origen del  estado fascista. Entidad abstracta y paternalista, todo para el pueblo pero sin el pueblo, el despotismo ilustrado de este neocapitalismo liberal, que usa el miedo para dominar igual que el estado totalitario. La clase medía garantiza la estabilidad económica, decía Borges, y la actual dictadura es la multinacional. La Publicidad es el demonio, nos convencen de que todos podemos ir de vacaciones al Caribe o comprarnos una segunda residencia. El 15 m no ha acabado, la trasformación silenciosa de las “minorías silenciosas” (como dice Arrabal) parece haber acabado en silencio pero aún esta en su comienzo. La Vanguardia significa siempre el comienzo del fin y el principio del comienzo.  Que todo cambie para que nada cambie como en el gatopardo, la decadencia del imperio romano o americano como comienzo de la new age. No seamos realistas ni optimistas con este sistema, como pretenden los gobernantes, sino pesimistas, pues el pesimismo es la forma en que la inteligencia se expresa a través del sarcasmo y la ironía. Es la voluntad que expresa su verdadera naturaleza que no es el optimismo sino la oposición, la lucha por la vida, la lucha de clases, la resistencia, el malestar de la cultura. Se complementan las dinámicas de la revolución, la desesperación y esperanza.
Carlos habló de la peli Cerezas en las cenizas, de la rebelión espartana de Karl Douglas de Kubrick donde el protagonista llega a las manos, a la praxis revolucionaria y a la violencia contra el imperio romano.  La historia es indeterminista, nada está escrito en un Destino con mayúsculas (como decían los románticos), todo ocurre con posibilidades de propia voluntad, pero si podemos estudiar la historia para darnos cuenta de que se repite, de que sigue una lógica.  No sabemos que hacer de aquí a 4 meses y aunque miremos atrás en la historia nunca aprendemos y volvemos a repetirla. La burguesía instrumentaliza al pueblo, lo llena de desesperanza primero y de una falsa esperanza, la promesa de la tierra prometida después. Y esta dinámica se repite en todas las revoluciones. No aprendemos de los errores, tropezamos tres veces o mil en la misma piedra y la democracia es el abuso de la estadística, no sirve mirar para atrás cuando ya ha sucedido porque estamos condenados a repetir lo pasado.  Eterno retorno. El control de los presos, la reducción del gasto público, siempre seguirá a favor de los ricos a costa de los pobres. La burguesía pretende vivir mejor, sustituir la clase dominante por ellos mismos.
En la indeterminación y ambivalencia de este mundo sorteamos gracias a la  suerte y el azar. En todas las épocas ha habido capacidad revolucionaria, vanguardias, se nos permite ejercer la propia libertad, cargar en nombre de la historia al individuo ciudadano contra el poder establecido. El derecho a decir No como palabra sagrada, y decir un Si a la vida y al individualismo, el nihilismo positivo de Nietzsche. El determinismo atenta contra la libertad y la capacidad crítica contra el discurso del poderoso. La libertad frente a la autoridad, el cansancio hacia lo determinista. Algo hay en el hombre que tiende a la voluntad, a la libertad.
Carlos habló del documental libre te quiero de Basilio Martin Patimo donde aparecía una entrevista larga a Agustín García Calvo. El maestro que daba clases con Tierno Galván o Aranguren decía que en esa acampada no se sabía lo que realmente era, el movimiento no se definía. El movimiento se movía por el concepto determinista, por el cansancio de estos tiempos modernos. El sistema conoce el lema divide y triunfaras, pero no la división como reconocimiento de las identidades particulares sino como una forma de disolver el grupo. La unión hace la fuerza en cualquier grupo, pero por otra parte la unión representa otro absoluto, otra anulación de lo fragmentario e individual en aras a la colectividad, al “populismo”. La psicología y sensaciones personales permiten que uno tenga su seña de identidad, individual, ser ciudadano desnudo.  El ego recibe lo que uno quiere absorber del otro para que siga consumida la llama del ego. Hay que romper el ego sin darle plus, hay que hacer el egocidio porque ya dicen los budistas que el deseo es lo que nos hace sufrir. No ser ególatras o egocéntricos, el ego personal a veces es nuestro peor enemigo. Pero tampoco tener la moral unos puntos por debajo de la de Kafka. El ser humano en esa lucha de poder intenta en el amor dominar el uno al otro, el fuerte pez se come al pequeño, al txiki, la guerra de todos contra todos como decía Hobbes. Por eso el amor a veces se convierte en un crimen, en un amor EGO ista como decía Eric Fromm en el arte de amor. Cuando el amor es dominancia, ya no es amor, es posesión. El amor siempre es posesivo pero por ambas partes. Como dialéctica entre dos que es el amor, el amor equitativo es imposible, siempre uno domina al otro, siempre uno ama más que el otro, sea el amado como el amador. El uno ama, el otro se deja amar. El amor libre de Sartre estaba cerca de la forma en que Agustín García Calvo concebía el amor en esa entrevista del libre te quiero:
Libertad, libre te quiero como arroyo que en bancos de peña en peña, como chopo y al cielo, se despedaza, pero no de Dios ni de nadie ni tuya siquiera, libertad absoluta
Si vives en el ego estas ya definido, hay que vivir por encima del ego. la libertad es un concepto teórico y práctico. El Ego, el yo es un sumatorio de vaivenes que no hace al hombre mas libre. En la desnudez del yo amamos a la otra persona sin saber bien lo que amamos, sin saber definir el amor, esa es la libertad. La literatura, como el amor, es mágica y anárquica y no se somete a nada, ni a otro ego ni a normas sociales. Como el cine de la transición, como este ensayo de Pablo Iglesias, profesor en la UCM donde daba clases García Calvo. Es la anarquía literaria de la que hablaba Baroja. El discurso obedece a la filosofía del poder y a veces del contrapoder, no es pero esta, velado, invisible, pero siempre esta detrás.
El discurso, el lenguaje está abierto al infinito. El ensayo te acompaña, te ayuda a discernir, a estar de acuerdo o a disentir. El pensar critico pasa de un tema u otro, y no es lo mismo la opinión de un indocumentado que de un especialista.
El discurso del lenguaje es limitado, coaccionado por el poder establecido. Nada hay inocente como en el cuento del emperador desnudo de Andersen. Todos participan en el engaño de que lleva las mejores vestimentas del reino, los mayores estructuras de poder. Pero siempre hay disidentes, como el pastor del Gran Hermano de Orwell, que dicen a todo q no, con la naturalidad, inocencia (que no inconsciencia) y la sabiduría del niño que dice no para después decir Sí a la vida. En ese sentido recuperemos el niño interior que dice la verdad. Pongamos  en tela de juicio el poder establecido, sabiendo que recibiremos golpes porque desde el poder le van a machacar. El niño hace ver al mayor que está equivocado, que no sea hipócrita.  Su intención no es enfrentarse directamente, sólo decir la verdad, brota en él la necesidad de ser sincero. Ese es el compromiso del intelectual de intentar ser ético en su opinión. Por supuesto que el intelectualismo moral falla y el hombre más sabio no tiene por qué ser el más ético.  Y un profesor de deontología puede matar a su mujer. Pero esa es la llamada de Kant de que el filósofo sea honesto, e intente llegar a una razón universal, que como todo absoluto, es imposible e incognoscible. Otro noúmeno. Saquemos el niño interior, las luces, pero también digámosle que no cuando su actitud cruel (todos los niños lo somos de niños, el hombre lobo para el hombre) ponga en riesgo la libertad del otro. Eduquemos al niño interior, consistiéndole pequeños caprichos pero también poniéndole límites. Equilibremos lo racional y la luz con lo salvaje y la sombra Calibán de nuestra naturaleza animal.  Eduquémosle en la ambivalencia y no en el relativismo.


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