jueves, 28 de abril de 2016

Charlotte Bronte y las escritoras del XIX

La figura de Charlotte Bronte es inspiradora y estimulante, de ella nos hablarán Josune Muñoz y Espido Freire. durante una hora, de 7 y media a 8 y media, nos hablaron de estas geniales novelistas que fueron las hermanas Bronte.
Josune Muñoz es del barrio de san Ignacio, licenciada en filología hispánica y profesora en la iniciativa empresarial Escolástica. Relata una anécdota personal; una vecina le dejó un libro y era Jane Eyre de Charlotte Bronte. Contó lo esperanzador que le pareció el libro, la felicidad que le dio al identificarse con la protagonista. La vecina le dejó Cumbres borrascosas que no leyó con el mismo placer, quizá porque era demasiado joven para ello. Le impresionó mucho la esperanza e ilusión de Charlotte. No le gustó tanto Cumbres Borrascosas. Ambos libros la marcaron.  La crítica literaria perdió contacto con su vecina, la que decidió que esos serían los dos primeros libros que leyera de adulta. Quiso darla las gracias por darla las claves necesarias para una muchacha de su tiempo. Después Josune trabajó como técnica literaria, investigando.
Ha investigado mucho sobre las hermanas Bronte. Para entender a las Bronte hay que  de construir y contextualizar el siglo del que salen estas figuras literarias; cómo vivían las mujeres del xix. Del siglo XIX, aunque esta marginación de la mujer no empezó el siglo anterior sino que se ha dado siempre en la historia. Se había establecido un fino pacto social. Los que explicaban lo social y humano se pusieron de acuerdo para decir todos lo mismo; como debía vivir, vestir y  comportarse la mujer, incluso el espacio físico donde debía vivir que era la casa.
En el siglo XIX y a partir del romanticismo hay dos figuras en la mujer; la Eva y la virgen  María. Eva es la mujer caída, la pecadora. La virgen es la mujer triunfante, la madre de Dios. El hombre se casaba con la virgen María que era lo más parecido a su madre y tenía de amante a Eva, a la mujer fatal y caída. Había un discurso espiritual y filosófico que explicaba la inferioridad de las mujeres. Y un discursos seudo científico, ya no era sólo el discurso espiritual sólo sino también el biológico; así se nacía, así era ser mujer. La palabra clave tenia q ver con la abnegación. El destino de la mujer era ayudar a cumplir otros destinos. Ellas no debían tener destino, ni estatus humano, porque tenían mayor altitud espiritual. La mujer se sacrificaba para que su marido fuera el gran hombre que pasara a la historia mientras ella le hacía la comida o le limpiaba la ropa. La mujer era algo que idealizar, algo que amar platónicamente, algo elevado en la teoría y una esclava doméstica en la práctica. Lo que Goethé vino a llamar el “eterno femenino”, objeto de los poemas de los trovadores del amor cortés en el Renacimiento o de las obras de teatro y poemas del Romanticismo. Y sin embargo, en la práctica a la mujer se le maltrataba físicamente y psicológicamente.
Cada discurso contra la mujer era una perla que iba formando un pequeño collar que aprisionaba el cuello de la mujer. Con el hilo de estos discursos construían un pesado colla. Había un discurso educativo que decía como debían estudiar las mujeres. Las limitaban el conocimiento y dirigían las asignaturas a esta domesticidad. Algo tan apoyado por todos los discursos acababa pareciendo natural. Había un discurso aún más radical, que marcaba las vidas y un discurso legislativo que las consideraba, como todos los discursos, menores y no las permitía votar. Las cerraban las universidades y no podían acceder al pensamiento elevado en el discurso educativo. Cada perla en las décadas se unía a otras perlas y cada vez el collar pesaba más. Las mujeres recibían ciertos beneficios por llevar el collar. Adaptarse a él suponía la supervivencia económica y la inclusión en la vida social, la aceptación social.
El discurso artístico las representa en interiores, espacio domestico donde estaban abocadas, por eso el discurso social se acabó resumiendo en el llamada Ángel del logar. Representaciones pictóricas del momento subrayan su aspecto físico, blanco inmaculado, y aparece en la casa cuidando de los suyos. O la dama medieval idealizada por los románticos o la Ofelia ahogada de Millet, la mujer con rasgos góticos, cadavéricos, más de fantasma y muerta que de viva.
Había también un discurso periodístico. Era pesada la carga de ser mujer. El discurso literario; para ejercitarlo solo bastaba papel y libros. Las mujeres pactaban con el resto de discursos como pelas de collar. A lo largo del siglo parecía que el collar estaba tan bien diseñado… creaba tanta impotencia… tenía tan pocas fallas por dónde romperlo. A veces era suficiente que un beneficio no se cumpliera para que mujeres como Charlotte, con su rebeldía innata, despertaran de este sueño de la mujer.
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Espido habló de la vida y obra de esta mujer. Charlotte pertenecía a la clase social de clase medía alta pero obligada a trabajar. Charlotte rompió alguno de los pactos, no por razones económicas sino también vitales. Tuvo que trabajar, salir de casa, formarse, asumir riesgos empresariales. Esto influyó en crear una figura distinta de la mujer. Los estudiosos intentan entender la época del personaje histórico o artista o escritora. Nos sumergimos en su época para entender su sique y elucubrar teorías y explicar y entender los libros. Sorprende que una autora, una mujer joven, construya un personaje que dice; seré quien soy. Ser una misma era algo así como una utopía. Estas mujeres se enfrentaron a este collar. Había elementos que consolaban, había luz de esperanza para muchas de estas mujeres, sobretodo en la ficción.
Analizar el xix es ver como las autoras iban asumiendo distintas perlas según se iban sumando al collar, pero diseñando estrategias para hacer menos pesado ese collar. Reaccionaron de manera inteligente ante la evidencia de que había que regatear con el collar. Ya hemos dicho que el matrimonio suponía una respetabilidad social y supervivencia económica para la mujer. Jane Austen tiene claro que el matrimonio es la única salida económica, para el resto de su existencia le garantiza una supervivencia económica. Hay que acceder al mercado profesional distinguiendo el pretendiente bueno del malo. ¿Qué es el malo en el siglo xix? No elegir hombres violentos ni mujeriegos a los que no les gustan mucho trabajar porque pondrán en peligro esa supervivencia económica para toda la vida. La gente murmura cuando tienes un  amante, hay que mantenerse en el centro cuando elijes algo que va a ser para toda su vida. En la novela la inquilina se sabe lo que pasaba en ese siglo con la mujer que elige mal. El hombre tenía problemas con la violencia y la bebida pero aun así se casó con él. Construyeron y escribieron novelas que daban claves en la ficción pero que ellas entendían en la vida real. Eran pocas las que rasgaban el collar y dejaban caer las perlas para que corrieran por el suelo. Las perlas de la mujer tenían un final muy trágico, en algunas el suicidio o la amargura para toda la vida y la opresión. Espido habló de la novela la loca del desván de Charlotte Bronte.
Charlote Bronte, Emily Dikinson, Silvia Plath, Virginia Woolf son ejemplos de estas mujeres adelantadas a su tiempo. Cada una acaba peor, se corría el riesgo económico y social cuando las perlas se rompían y corrían libres. Soltabas el collar para que corrieran libres. Las pocas valientes que desafiaron esas normas ahora nos sirven como ejemplos modelos pero pagaron muy alto el salirse del aro en su época. Mary wolfoclast, madre de Mary sheley, es otro ejemplo de rebeldes. O George Sand que firmaba con seudónimo. En España tenemos a Concepción Arenal, pensadora y ensayista. Rosalía de Castro, de una vida tan melancólica como sus poemas, y un marido que no la hacía mucho caso. Emilia Pardo Bazán, única novelista de las 3, era rica de familia, opción que Jane Austen decía que no estaba mal en la época. Las leyes en Inglaterra impedían que la mujer heredara.
Hoy en día son grandes figuras literarias. Sus libros son un reto para las personas que nos acercamos a ellas. Su obra es capital en el desarrollo de la crítica literaria. ¿Con qué mecanismos hacían una obra tan única? Jane Eyre es una obra irrepetible, un clásico con todas letras, muy interesante hasta en la crítica literaria. Espido hace una clara y diáfana explicación para entender a Charlote Bronte, y darle la importancia que se merece. "La juzgamos desde los parámetros de nuestra perspectiva y eso no es así, hay que deconstruirla, verla en su época" Espido agradeció a los asistentes que entre todas las actividades que había el sábado hubiéramos elegido esta.  La conferencia se pude seguir por istagram y twiter, “hay lectores muy fieles entre el publico a los que agradezco mucho su lealtad”
Espido ha vivido en llodio pero es de Bilbao. Se formó en esta biblioteca, en la diputación y la bibloteca de llodio, donde aprendió a amar los libros por encima casi casi de las personas. Se solía escapar del conservatorio y de la universidad, venia aquí a leer y a escuchar a escritores. La primera escritora que escuchó fue a Ana María Matute que vino a hablar del Rey Gudu. La escritora había sufrido desamores, perdidas de su propio hijo, y entró en una depresión pero recuperó la alegría de escribir con la literatura. Había entrado en una crisis de la que salió escribiendo. Espido recordó como hablaba, la cercanía que tenía con la gente. No recuerdo un momento en mi vida que no quisiera ser escritora que es lo que al final ha sido. La autora reconoció haberse despistado de la línea que había trazado y volvió a hablarnos de las Bronte.
De adolescente una amiga del instituto le dijo: lee este libro porque el personaje se parece mucho a ti. Se trataba de Cumbres Borrascoas y de Chaterine su protagonista. Catherine le parece ahora histriónica, egocéntrica, narcisista. Ya no sabe si su amiga la quería de verdad o la estaba lanzando un insulto al compararla con ella. Es la prepotencia de adolescencia en la que nos sentimos tan importantes, nos creemos el centro del mundo y que todos los personajes somos nosotros.  Gustavo Martin Garzo fue su padrino en la presentación de Melocotones Helados y este la imaginaba como hermana pequeña de las Bronte. Su vanidad subió hasta el techo. Luego Espido escribiría su ensayo “Querida jane austen y querida Emily bronte”. Estas 4 mujeres eran un enigma para ella. Particularmente Charlotte Bronte que floreció en medio de un páramo.
El siglo xix es un siglo particularmente lento y tedioso en Inglaterra, nada cambia, nos encontramos con el imperio victoriano. Muchos soldados, periodistas y hombres de acción exploradores y aventureros surgen pero nada tienen que ofrecer a las mujeres. Ellas están destinadas a la devoción del hogar, no se les permite trabajar ni ninguna ptra salida honrosa. Las muy desgraciadas acuden a fábricas relacionadas con lo textil, muchos vapores, allí había muchas epidemias de tuberculosis, una pobreza extrema. Aún se están recuperando en Inglaterra de “la epidemia de la Ginebra”. La ginebra era más barata que el agua, prevenía enfermedades como el tifus. Esto creó una oleada de alcoholismo que afecto a todo el país. De esto no se suele hablar. La pobreza de este Londres victoriano lo relata muy bien Dickens
Las mujeres tienen q complementar el salario que ganan en la fábrica con la prostitución. Una cloaca era esta prostitución encubierta que se dio en el XIX. Los hombres desahogan su suciedad en los prostíbulos para tener limpio el altar del hogar. No se habla tampoco en la literatura de mujeres locas. Charlotte es la primera que habla de ello, ni se habla de mujeres perdidas. Aunque hay insinuaciones x un lado u otro. Estas mujeres desgraciadas se enfrentaban a la desesperación de no cumplir sus sueños. La prostitución era el lado oscuro del ángel del hogar. La realidad fabril se intenta disfrazar con gruesos cortinajes. Se prohíbe la palabra patas o leys para referirse a las patas de mesa. Se cubre las piernas de las mujeres con los miriñaques y las cinturas con los corsés, como las patas de la mesa. En el Orlando de Virginia Woolf se pasa de la época de la regencia (picnic, fiestas en la campiña fiestas sociales) a las pesadas muselinas de las que habla tanto Jane Austen. Todo se convierte en oscuridad, silencio, tenebrismo, crueldad y horror.  
Charlotte Bronte procede de una familia irlandesa, el padre es superdotado y casi ciego, con gran capacidad de construirse así mismo, es ambicioso como el resto de su familia. Esta familia viene de un amiente paupérrimo, eran muy pobres pero estaban unidos con la característica común de la ambición. Charlotte era muy perfeccionista exigente y locamente ambiciosa. Se saltaba las normas dirigidas a la mujer, quizá porque fue educada casi como un varón. A Emily,  mas robusta y alta, el padre le había enseñado a cazar con el rifle. Charlote tenia la mentalidad de los varones de la época pues eran el ejemplo de valores en la época. Ella buscaba referentes de otro tipo, no le valía la vida de las mujeres, buscaba otro referente. Perteneció a esa minoría de mujeres que se animó y estímulo a leer y escribir. El padre tenía una librería no muy extensa pero muy nutrida para la época. Llegaban a su casa librerías ambulantes y ellas compraban libros. El padre era sacerdote, preparaba sermones, se retiraba a su despacho a leer y estudiar. La figura amada del padre era la de alguien que escribía y estudiaba. El padre vivía de hablar, hacer misa, dar consejos. Este amor a los libros lo trasladó a sus hijas. También tuvo Charlotte una tía solterona que las cuidó. Y tres criadas, particularmente una, que lo que hacía era contarlas historias. Las contaba historias siguiendo la tradición oral que encontramos en las leyendas, los fantasmas… Todas las novelas de las Bronte vienen de las leyendas y folclore local que escribieron hombres. El conocimiento venía de los hombres.
La madre de las Bronte murió joven ¿fue un ángel del hogar o no? Fue feliz pocos años pero intensos. Se cambió el apellido a Bronte, se caso con el sacerdote. del pueblo La madre era una mujer inteligente y alegre. Tuvieron muchos hijos, dos primeras niñas, Patrick (el único barón), Charlote, Emily y Ann. Cuando nace la última hija, Ann, la madre enferma de un cáncer. Recién nacida la niña, la madre muere de forma terrible y dolorosa, atormentada por qué será de sus hijos, 6 pequeñitos indefensos. Perdieron la madre a una edad muy temprana, sobretodo afectó a las 3 mayores. Las 2 pequeñitas tenían otra mentalidad y sensibilidad. La tia, la hermana de la madre, llegó para cuidarles pero no era la madre. Nunca podría sustituirla. No era ya lo mismo. Se produjo una ruptura terrible en la familia, no podían ocuparse de tanto niño. Apareció la solución y la salvación; las hermanas recibieron una oferta de un internado para hijos de sacerdotes, se trataba de cuidar niñas huérfanas, en una situación parecido a la de ellas. Mandaron a las 4 mayores y se quedó la pequeña Ann, aún un bebecito, en casa. Lo hicieron con toda su buena fe. No eran tan ricas para tener supervivencia ni tan pobres para casarse con cualquiera. El trabajo de entonces era en centros de siderurgia, metalurgia, textil,  comercial. Fábricas.
Ese tipo de trabajo no gustaba a las hijas del sacerdote. ¿Qué hacer con estas niñas? La solución era un trabajo que había surgido en esa época, la de institutriz, no muy humillante pero tampoco la panacea. Las clases de la época eran terriblemente rígidas. La llamada disciplina inglesa. Entrarían a trabajar en familias de su rango y posición social, como educadoras, en una situación que no era tan inferior como de criadas. Esto las permitía a las niñas Bronte tener supervivencia social, un hueco social. Se pondrían a enseñar francés, piano, dibujo a unas niñas como institutrices, una educación ornamental y dirigida al matrimonio. Había que convertirlas en buenas amas de casa. No hacer de ellas grandes eruditas, no se las pedía que supieran nada, sólo que fueran pías, religiosas. La obediencia era esencial, las niñas rebeldes acaban fatal (caperucita, blanca nieves, zapatitos rojos. Blanca nieves se escapa de casa y se niega a ser asesinada. La bella durmiente desobedece las normas y se pincha con un uso. La mujer de Lot mira hacia atrás)
 
Las Bronte estuvieron un tiempo en internados también de niñas. Un destino terrible allí, pasan mucho hambre, las atan con crueldad y dolor tremendo. Se ensañan con la mayor sobretodo. Las dos mayores morirán en la infancia. Emily era muy pequeñita pero para Charlotte era un golpe muy duro perder a sus hermanas y convertirse en la mayor.  Una estaba muy resignada y la otra apenas sin fuerza. Esa experiencia terrible Charlotte la vuelca en Jane Eyre. Charlotte no tenia voz, si la levantaba más de lo acordado en una buena sociedad, seria castigada ella y sus hermanas. En la vida adulta se trasladaron estos traumas. Patrik, el hermano, es el que aporta dinero en casa. El único. El único varón es un chico prometedor pero también un inadaptado social. De esta experiencia en el internado y como institutrices vendrán muchos argumentos de sus novelas.
Charlote se convertirá en dirigente de los destinos de sus hermanas. Como buena capricornio era mandona, nada se le pondría por delante. Hoy celebramos 200 años de su nacimiento. Charlotte era muy menuda físicamente. Nunca habían visto nada tan pequeño. Parecía un duendecillo. Era muy fea. Las institutrices eran mejor que no fueran demasiado guapas ni enamoraran a los padres de familia. Había muchos casos de mujeres que tenían experiencias con hombres. Un criado se enamoró de la señora de su casa, eso fue un error, si hubo relación o no no se sabe. Charlotte tenía su propia seña de identidad, tenía derecho a ser así porque aparte de su belleza tenía valor, temperamento e inteligencia. Era incluso demasiado inteligente. Si hubiera sido capaz de disimular su inteligencia le hubiera ido mejor. Espido se siente identificada, si no me estrello contra el muro ¿dónde está lo que soy yo y he aprendido?. “Es que yo soy asi”, lo dice en sus cartas, a través de sus heroínas. "Sé que decir esto es ir contra todas las normas pero es que soy esa persona. Seria peor pecadora adocenándome, diciendo que no soy nada, convertirme en una como las demás".
Emily a diferencia de su hermana, era mística, hosca, extraña, menos inconformista, con un mundo interior al que se escapa constantemente. No esta tan en contacto con la realidad. Charlotte es más realista que Emily que es más romántica. Ann es la hermana más protegida, la primera en morir, tenía otro concepto de la existencia.
Las heroínas de las novelas de las Bronte tienen una Infancia traumática, muchas son institutrices que luchan por salir de esas tinieblas, como se ve en la película. La heroína siente un amor por el conocimiento que quiere trasladarle a Adel, la princesita niña no muy lista o educada. Y encuentra al hombre al que ama, compañero perfecto para alguien que guarda secretos también y también es hosco. La heroína sabe lo es su amor pero cree que eso no es lo más importante. Logra vencer por encima de todo esto. Charlotte estaba convencida de que nada que se acabará con el tiempo valía la pena. Ahí queda su inteligencia, su valentía, su afán por cambiar el mundo que no se acababa. Charlotte viajó a Bélgica, quería convertirse a alguien mejor de la media. Aplicaban un plus de excelencia a todo lo que hacían. Estuvo con Emily aprendiendo francés, las habilidades que habían cogido. Ambas vivían en una sociedad hipócrita. Experimentaron un gran amor. Las dos sabían mucho del amor.
Chalotte se casó tarde. Las otras dos no se casaron nunca. Charlotte recuerda a la escritora anterior solterona que habla de experiencias amorosas que fue santa Teresa de Jesús. El amor abrasa y puede más por nosotros. Charlotte tiene muchos momentos de unión con ella misma. Hablan del amor no como si fuera lo último. Eran conscientes de tener una identidad. Querían dar un sentido a la vida, algo a lo que pueden aspirar y para lo que tienen derecho. Amor se habla en el caso de los hombres. En el caso de las mujeres se habla de matrimonio y que sea un buen casamiento. Ella revindica el amor, sabe que no es un lecho de rosas, el enamorado se va a enfrentar al problema de que la persona no va a cambiar y que no es perfecta. La evidencia de que la gente no cambia. Mirar la realidad de forma más desgarrada posible y abrazarla para luego cambiarla. No aspira a cambiar los hombres que aparecen en sus novelas. Ellas no soportan que alguien las cambie. En Jane Eyre tenemos garantía de que el matrimonio será feliz. Saben por lo que han pasado. Han superado sus propios fantasmas. Están en posición de construir algo que es más grande que ellas. Un camino propio, la reivindicación de protesta, la rebeldía, rechazar esta vida acomodada y pudiente.
 
Josune  una adolescente lee ese libro, o lo lee Espido, o lo leen niñas y  jovencitas o mujeres mayores en los clubs de lectores. Pero se sigue leyendo, no han muerto los personajes del libro. El escritor es espejo de una mentalidad, una psicología, cuanto más amplio sea esto más durará. Si ampliamos el mundo, el discurso durará más tiempo. Elegimos el amor, la violencia, la muerte como viaje, como evolución, como forma de experimentar y colocar negro sobre blanco una serie de experiencias.  Interactuando entre si, muchas voces, conociendo otros países.
Competían por escribir. Charlote tenía la idea y movía a las hermanas más jóvenes y vagas a competir. Tenían el reino de Anglia, un reino de fantasía que entre todas habían construido. Cogían los soldaditos de su hermano y que corrieran grandes aventuras. Formaban grupos. Abandonaron la idea de formar una escuela propia, una idea descabellada, no habían hecho un plan de empresa suficientemente sensato. Charlote era todo empuje, se metía en terrenos muy pantanosos. Abandonó la idea de montar una escuela en la factoría. Ya saben que nunca se casaran. Deciden que no se casaran cuando ven que  hay muchas mujeres y que no tenían capacidad de aguantar a un hombre cualquiera mientras pudieran  mantenerse económicamente. Ann si quiere casarse pero enferma en un momento en que toda la familia esta apaleada. El hermano muere en una vida de alcohol y drogas. Cuando entierran al hermano descubren que Emily también esta enferma y Ann. Las dos hermanas mayores quieren morir, entregarse a la muerte pero Ann no. Ann intenta a toda costa recuperarse. Ha trazado una línea de vida, quiere vivir.  Queda Charlotte sola con su anciano padre. Detrás del cementerio, al final de una cuesta están sus lápidas de pie. Había demasiadas tumbas que no permitían el agua y el proceso de descomposición de los propios cuerpos. El padre casi ciego, había perdido a todas sus hijas.
Pensaron en publicar y eso si lo hicieron. Como soldaditos de plomo, lograron publicar un libro y otro. Fue un mazazo la muerte de las hermanas. Charlotte será editora de la obra de sus hermanas. Charlotte admira la obra de Emily, la de Ann menos.  Charlotte tuvo cierto complejo de hermana mayor con Ann, evaluaba la obra de Ann no igual que con Emily que era más parecida a ella. Charlotte llegará a casarse con el ayudante que viene de rectoría a ayudar a su padre. Morirá cuando está embarazada, la vida se encaminaba de otra manera. El sacerdote irlandés casi ciego ha tenido 6 hijos, 4 de mucho talento y ha sobrevivido a su mujer e hijas. En la rectoría, a lo alto de los páramos, crece y se mueve el brezo como violeta bofetada. Sólo quedaban las palabras que desgarraban, una imagen triste pero esperanzadora. Tenemos el recuerdo y la esperanza y la ilusión de la vida y un puñado de novelas q escribieron las Bronte, sobretodo Chalrote que nos dio más obra que el resto de sus hermanas. Ya ven que palabras no nos faltan, por palabras no será.
Espido preguntó cuántas novelas de las 4 que escribió Charlotte habíamos leído. El discurso de decencia decía lo que era publicable, si escribía un hombre o una mujer. Ser escritora a lo largo del tiempo se fue considerando un oficio. Pero tenían que tomar seudónimos masculinos. Eran conscientes las Bronte de que lo que escribían no pactaba con el rollo del “ángel del hogar”. Sus libros son fascinantes pero por distintas razones. El sostén de charlote fue la literatura al final. el señor profesor Sihrley, el libro mas ambicioso, lo escribe en el tiempo que fallecen sus hermanos. El sostén de la literatura ha sostenido a las mujeres, les ha ayudado en la vida y ha hecho que se prolongara su tiempo en esta tierra. tenía una luz que seguía encendida mientras sus hermanas se fueron apagando paulatinamente. Charlotte hizo evolucionar el siglo como pocos escritores. El profesor es la primera novela que escribe. La primera que publica es Jane Eyre. Es un hombre que habla de los asuntos de los hombres. Es trasgresor que una mujer de esa época intentara hacer un ejercicio de ficción poniéndose en la sique masculina. Esa presencia tan importante de lo masculino se va a mantener en todas las novelas de las tres. Crean personajes masculinos distintos a las de las plumas de estas escritoras. Con un padre espiritual, y un hermano tan conflictivo, las hermanas abordaron temáticas que no correspondían a los ángeles del hogar. Reflejaron por ejemplo escenas violentas. Como en la Inquilina, novela de la pequeña Ann. La sombra de Emily ensombrece la narrativa de Charlotte. Y se esconde la obra de la hermana pequeña. Se anima a redescubrir junto a la obra de Charlote la obra de sus hermanas. Como lectores del siglo xxi valoramos estos ejercicios de riesgo. Dar una voz masculina desde una experiencia y pluma femenina era algo muy arduo en el siglo xix. Quizá la novela no sea tan redonda como Jane Eyre, que ha tenido tanto éxito merecido pero sigue siendo una novela muy interesante. Charlotte salió de casa pero esto no resultó muy exitoso. Volvió muy pronto. Ann como Charlotte intentó ser institutriz pero fue desolador y volvió al hogar. Estas experiencias marcan estos libros tan distintos. Y desmontan el mito de que vivían solas, aisladas. Ese mito hace un ejercicio muy romántico de sus figuras. El padre hizo un pacto con una escritora, Elisabeth, para que se las viera así. ¿Cómo podían escribir mujeres tan jóvenes libros tan airados y violentos con adulterios en propia casa, escenas de borracheras, palizas, malos tratos..? En cuanto a temáticas fueron totalmente innovadoras. El registro de los malos tratos domésticos empezó a describirse, hay que destacar el realismo con que están narradas estas escenas. El padre pactó con una escritora para callar estas voces indignadas y ajustar la memoria de sus hijas a la decencia del ángel del hogar.
La escritora Elysabeth, a la que el padre encargó suavizar y mitificar la biografía de sus hijas, consiguió llevar el collar de perlas de la mujer sin romperlo y sin que se cayera. Supo amoldarse a su época haciendo una suave crítica.  Elisabeth cascet  escribió la vida de Charlotte donde intentaba limitar y reducir los excesos que consideraba la tradición literaria que habían hecho. Estableció una especie de canon de cómo había que leer a las Bronte.
Rectoría en haword. se debate sobre el aislamiento posible o no aislamiento de las Bronte. Se sitúa en lo más alto del pueblo que está en cuesta. Se iba al páramo, tenían un ansia de libertad romántica bajo el escrutinio de unos de los otros, otros de uno, como una aldea. Es difícil ver a las hermanas por encima de la propia biografía mitificada y de las pelis que han hecho de ellas. Personalidades tan fuertes en una casa tenían que tener un conflicto constante. El padre era una persona de carácter muy marcado, no era mal encarado, era un eje de mucha influencia para sus hijas. Y esa tía solterona con pánico a cualquier corriente de aire, que vivía con la calefacción a tope, pero que les dejó una herencia cuantiosa con la que pueden sobrevivir su última etapa.
Patrik bronte y su miedo a los infiernos, la loca cuñada con la calefacción muy encendida… ¡vaya escena romántica! Las típicas manías que una familia tiene se acentúan cuando sus protagonistas se hacen famosos. Cuando la familia se hace famosa nos extrañan mucho esas manías. Charlotte se casó con un capote de boda muy descolorida, de un gris lavanda, similar a la que describe en Jane Eyre. Fue una boda discreta. Tuvo sencillez a la hora de vestir, aunque no faltaban florituras, flores de jazmín, símbolos en su vestido de primavera otoño. Estas particularidades conforman el perfil de la familia.
 
Blam stoker vivió también por la zona. Describe escenas del libro allí, ¡qué magma literario habría durante esos años! Stoker retrata y describe ese paisaje de forma emocional.  Ese aislamiento no impide que las Bronte vivieran intensamente el siglo. Recrearon el espacio de tabernas que tenían al lado. Doblando la esquina, cruzando el cementerio, tenías la taberna donde el hermano se emborrachaba. Ahora sirven menús con cordero estofado a la menta.
Desigualdad de género. Las Bronte construyeron una identidad por encima de circunstancias sociales y temporales y de la lucha de clases. Tuvieron una aguda e inteligente mirada que despertó a la desigualdad de género que había, y acabó aplicándose sobre todo el siglo. Algo interesante de sus novelas es que describe desigualdades políticas, económicas, culturales. Critica a lo artificioso de las clases sociales que fomentan vicios y males sociales por lo injusto que son.
La palabra ambición sale muchas veces. Ambición temática esperada en estas mujeres tan aisladas. No estaban tan aisladas. Vivieron la época que las tocó vivir por muy ardua que fuera. Lo mismo describen tabernas, el amor como peleas o lucha de clases. O el shock de la población severamente empobrecida cuando llegaron las máquinas y se quedaron sin trabajo, y como la gente reaccionó violentamente. No escribían simplemente novelitas de amor. Hay una complicación estilística que nos va a hacer cambiar la idea de cómo escribían estas novelas en el xix. En las 4 hay historias de amor. Con la cantidad de años que han pasado los críticos literarios no pactamos qué es cumbre borrascosas. Los críticos no saben dónde colocar tan inigualable y única obra. Son sus relatos grandes historias de aprendizaje humano fundamentalmente femenino. Volvemos a la historia básica que nos gusta, nos gusta que nos cuenten cómo somos.
Charlotte era muy estricta. Espido cree que le caería fatal, desde la admiración. En el momento relajado que le gusta tener con la cervecita, ella no bebería. No la gustaba beber. Conectarían intelectualmente. A Espido la  impresionaría su fama. Si fuera un tú a tú la encontraría pero no para mucho tiempo. Era difícil encontrarse con ella más de una tarde. No era de personalidad amable aunque tiene otro tipo de virtudes. Caterine era  egocéntrica narcisista frívola. Ella era muy mandona y ambiciosa, y esto le llevaba a la insatisfacción interna que era su motor, constantemente en movimiento. No era persona fácil ni cómoda. Tuvo amigas durante toda la vida que la querían, la visitaban. Hemos de romper el mito del aislamiento. Las escribía constantemente. Hay una correspondencia traducida del inglés muy impresionante. Era afectuosa a su manera pero no muy cálida. Era muy miope, pues hereda la ceguera del padre, la recuerdan leyendo con el papel a la altura de los ojos. Moverse por el mundo casi sin ver, ¿cómo será eso? Espido era miope aunque se operó. Empezó a perder vista, hay un estadio muy corto entre ver de cerca o lejos. No ver de cerca no se compara con ver el mundo con la visión de lejos. Las mujeres las negaban el acceso a clases, a cargos. Escucha a todos, analiza muy bien. Padre les toma la lección. Les hace que piensen y analicen. Era muy analítica. Estaba fascinada con Charlote, que es lo primero que leyó, luego Emily, y ahora cree que Ann  es una chica majísima.
Su vida tenía una idiosincrasia muy cristiana, muy de rectoría. Tenían un padre rector. Crecieron en esa rectoría. En la descripción de los cuerpos de Charlotte se denota la intensidad con la que viven las hermanas. El acercamiento a la carne. La represión lo que acarrea es una exacerbación de los sentidos. Por debajo del corsé esta la cintura y las piernas. No disfrutaron del amor físico, pero Charlotte analizaba a una pareja bajo lupa porque está enamorada del marido y pone verde a la mujer, fíjate, que es una zorra…En esa sociedad victoriana estaba muy presente el hecho de lo que había que ocultar pero estaba ahí. No eran católicos, no había confesión pero vivían cerca de la taberna. La rectoría era un centro de petición de ayuda. La gente pedía ayuda, dinero para la gente del pueblo. Tenía mucha capacidad de observar las cosas. No dejaba de ser un pueblo. Ve por la ventana lo que está haciendo el de enfrente. Las 3 son genios literarios, y trasmitieron esa energía o potencia de manera muy potente. Ha habido muchas mujeres escritoras de esa época que no han pasado a la historia porque les faltaba carnalidad. Espido no ve contradicción tan fuerte entre iglesia y sexo.  La imposición moral es una jaula. El sexo en el matrimonio no estaba sujeto bajo ninguna norma. En EE.UU. si. Charlotte no quiso negarse que deseaba sexualmente a los hombres. Aparece de manera explícita el deseo sexual. El señor este le pone y mucho. Se ve obligada a hacer ejercicios de razón para tener quieta su lívida. Saltar por lo que les impedía tener deseo. se exigía frigidez en estas mujeres. No podían tener deseo ni manifestarlo. Casi la única que lo aborda de una manera tan clara es Charlotte. El deseo empieza a estar formulado por la mujer.
Espido nos habla de la correspondencia de la madre de Sheley y de la plataforma hijos de Mary Sheley en la que participa homenajeando este libro. Charlotte se convierte en paria social cuando se lia con un señor que no le hace ni caso. Siente mezcla de abandono y de rabia. Este señor la sigue gustando un montonazo. Es muy moderno. Cierra la mordaza. Ya con la Revolución Francesa la cosa cambia. La apertura de libertad que iba a haber se convierte al final en miedo, en restricción. Falta más información emocional sobre la lectura de estos códigos. Que se sentía del deseo lo sabemos pero intelectualmente. Es difícil traducir esto. Nosotras no somos las que éramos en la época victoriana. Las grandes críticas literarias han intentado encontrar en la loca del ático la rabia, frustración e ira que sentían las mujeres ante esa imposición, ese inmenso collar q tanto pesaba. Hay tantos mundos… tantas lecturas y retos en las hermanas Bronte....
 
 

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