miércoles, 7 de febrero de 2018

FINAL DEL BLOQUE ESCRITORES POLACOS



Hemos visto a autores polacos con obras cercanas al naturalismo, la madre tierra se acerca a las novelas de Emilia Pardo Bazán. Jean Potocki escribió manuscrito escrito en Zaragoza hace 3 siglos. Bruno Shulz es un hallazgo total, la tienda de color canela o el sanatorio de la sidra. Adam Zagajewski  y Szymborska los ha vuelto a leer, hay antologías de poesía en galaxia Gutenberg. También es interesante el pensamiento cautivo de Milosz. Herbert ha escrito pensamiento junto al mar, sobre la cultura griega. 

Soy el mejor, el más inteligente y quiero que me den el mundo. Vivo en los arenales, en mi casa no reina la abundancia, mi yerno nos mantienen a mí y a otras 8 personas. no tiene dinero ni ejército, pero demando la humanidad con la condición de que no me obliguen a tener bombas atómicas en casa. Es la marcha de la historia, la voluntad de los pueblos, ¿para qué quiero buques de guerra? En casa no entrarían. Ahora mi hija está embarazada. Se esconde en el huerto, come moras a puñados, alli está la humanidad, pero tiene deseos de abandonar todo para tomar el poder. Escribo lo que quería escribir. Había moscas en el tintero, era imposible mojar la pluma, otro está dentro de mí, me enfrento a la terrible idea de no saber si soy yo. Aquí comiendo moras y allí la humanidad

En otros relatos depura más el estilo. Gracias al escritor catalán Kim Monzó, autor de relatos cortos y alguna novela, la editorial Acantilado empezó a publicarle. Recuerda el sentido del humor surrealista del diario de las estrellas y el rollo con la identidad, por cierto. Sergio Pamies es otro catalán al que ha influido. Javier Tomeo murió hace unos años y su literatura era cercana a la de Mrozek, aunque no sé si lo ha leído. 

En el campo di Fiori de Mrozek se mezcla la quema en 1600 de Giorgano Bruno y la represión por los nazis en 1943 del levantamiento del gueto de Varsovia. Yuxtapone los hechos, mientras los demás toman algo en la cantina, los vendedores siguen vendiendo fruta. En el levantamiento la vida sigue como tal cosa. El domingo las parejas y niños están subidos al carrusel y llegan restos quemados y los apartan. Es una lectura vitalista, aun en las mayores desgracias el ser humano sigue adelante. la vida subsiste sobre la muerte. Pero también hay otra lectura; aunque la injusticia y la masacre va con nosotros no reaccionamos y no nos movemos

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