Hemos visto a autores polacos con
obras cercanas al naturalismo, la madre tierra se acerca a las novelas de
Emilia Pardo Bazán. Jean Potocki escribió manuscrito escrito en Zaragoza hace 3
siglos. Bruno Shulz es un hallazgo total, la tienda de color canela o el
sanatorio de la sidra. Adam Zagajewski
y Szymborska los ha vuelto a leer, hay antologías de poesía en galaxia Gutenberg.
También es interesante el pensamiento cautivo de Milosz. Herbert ha escrito
pensamiento junto al mar, sobre la cultura griega.
Soy el
mejor, el más inteligente y quiero que me den el mundo. Vivo en los arenales,
en mi casa no reina la abundancia, mi yerno nos mantienen a mí y a otras 8
personas. no tiene dinero ni ejército, pero demando la humanidad con la
condición de que no me obliguen a tener bombas atómicas en casa. Es la marcha
de la historia, la voluntad de los pueblos, ¿para qué quiero buques de guerra?
En casa no entrarían. Ahora mi hija está embarazada. Se esconde en el huerto,
come moras a puñados, alli está la humanidad, pero tiene deseos de abandonar
todo para tomar el poder. Escribo lo que quería escribir. Había moscas en el tintero,
era imposible mojar la pluma, otro está dentro de mí, me enfrento a la terrible
idea de no saber si soy yo. Aquí comiendo moras y allí la humanidad
En otros relatos depura más el
estilo. Gracias al escritor catalán Kim Monzó, autor de relatos cortos y alguna
novela, la editorial Acantilado empezó a publicarle. Recuerda el sentido del
humor surrealista del diario de las estrellas y el rollo con la identidad, por
cierto. Sergio Pamies es otro catalán al que ha influido. Javier Tomeo murió
hace unos años y su literatura era cercana a la de Mrozek, aunque no sé si lo
ha leído.
En el campo di Fiori de Mrozek se
mezcla la quema en 1600 de Giorgano Bruno y la represión por los nazis en 1943
del levantamiento del gueto de Varsovia. Yuxtapone los hechos, mientras los demás
toman algo en la cantina, los vendedores siguen vendiendo fruta. En el levantamiento
la vida sigue como tal cosa. El domingo las parejas y niños están subidos al carrusel
y llegan restos quemados y los apartan. Es una lectura vitalista, aun en las
mayores desgracias el ser humano sigue adelante. la vida subsiste sobre la
muerte. Pero también hay otra lectura; aunque la injusticia y la masacre va con
nosotros no reaccionamos y no nos movemos
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