Escritoras del siglo xxi en biblioteca bidebarrieta.
Empiezan la charla con una forma
de cortesía, que como nuestro agur, sirve tanto para recibir como despedir. El
desear la paz le ha sustituido pues es corto, y breve. Martínez de Pisón usa la
expresión de buenas tardes en una novela sobre Melilla. En este programa de escritoras
del siglo XXI de la biblioteca Bidebarrieta tenemos la ocasión de hablar con
una escritora de este siglo; Najat. Tras tres cuartos de horas de entrevista y conversación
abrirán el turno de preguntas. Es Idoia Jauregui la encargada de entrevistarla y moderar la conferencia.
Najat nació en 1979 en Nador,
Marruecos. Con 8 años fue a vivir a Vic, a Cataluña. Se licencio en filología
árabe por la universidad de Barcelona. En 2004 publico “yo también soy catalana”.
En 2007 su obra “luz y patriarca” recibió el premio prestigioso Ramon Llull de
las letras catalanas, con hija extrajera ganó el san juan de narrativa, luego
publicó “la cazadora de cuerpos” y ahora este “madre de leche y miel”. Es
colaboradora habitual de medios como Catalunya Radio, El 9 Nou de Vich y La
Vanguardia. Trabajó como empleada de la limpieza, cocinera, monitora de
deportes y mediadora de la Delegación de Enseñanza de Vich donde trabajaba
cuando presentó en 2004 su primer libro. En 1999 se casó y en el 2000 tuvo un
hijo, Rida.
El libro lo escribió en catalán.
No lo ha traducido ella. Lo ha revisado a fondo porque tiene ese privilegio de
poder leer esa lengua, de pulir muchas cosas que no diría nunca como propone la
traductora. El proceso de traducción es bastante complicado. Hay autores que sí
que lo hacen, pero traducirlo ella misma sería como volver a escribir otra vez
la novela. En el proceso de encontrar el estilo, en la forma que quiere,
tendría que rescribir otra vez la novela y repetir el procreso. Las protagonistas
tienen que ver con su entorno procedencia, se pierde el origen pasando de una lengua
a otra. Para escribir ha traducido esas voces que ella escuchó en catalán. El hacer
otra traducción no lo acaba de ver habiendo traductoras tan buenas.
¿En cuántas idiomas y lenguas
habla usted? En ella predomina la lengua catalana. Con sus hijos terminó
hablando en catalán. Con el mayor empezó proponiéndose hablar en castellano. Le
escolarizó en catalán. Sus amistades y su entorno son mayoritariamente catalanes,
aunque tiene amigos castellanos. Es difícil hablarle al hijo en rifeño. Se dio
por vencida, claudicó, siempre ha hablado con su hijo en catalán. Su marido es también
catalán. La escuela a la que fue con sus hermanos estaba en un entorno muy
catalán. Los alumnos que venían eran de familias castellano hablantes. Primero
aprendieron catalán, pero para hablar con sus compañeros hablaban castellano.
Con sus hermanos habla castellano. Solo habla la lengua rifeña con su madre. Luego
se licencio en filología árabe porque tenía ese complejo de no saber árabe
viniendo de Marruecos, todos daban por sentado que todos hablaban árabe y
francés. La filología no le sirvió para hallar bien árabe. La lengua es un
proceso muy largo y un amor para toda la vida, por eso acabó hablando árabe. La
lengua estándar árabe no tiene que ver con el dialecto que se habla en Marruecos.
Hay muchas variables. Ella se adapta a situaciones distintas, y el tema de las
lenguas le atrae muchísimo. Con el eusquera no ha podido. Ha desarrollado un
gusto por aprender idiomas, algo conecta algo en el cerebro y le provoca placer
saber otros idiomas. Las lenguas unen a las personas, no son meros códigos de
comunicación. Estan siempre relacionados con vínculos afectivos concretos. Es difícil
aprender la lengua. Explica su incorporación a la lengua catalana, se pregunta
por qué le fue tan fácil aprenderlo el catalán y que se convirtiera en su lengua
propia, tras ese vinculo que se estableció con las madres cunado le acogieron.
Aprendieron catalán no porque la escuela fuera catalana sino porque esas
personas que le acogieron la trataron con calidez y tuvieron la generosidad de
compartir la propia lengua con ellos.
Cuando estas en momentos de
cambio, tener esas figuras es importante. Tenía 8 años cuando llegó a Vic y
solo hablaba masis. Venían de un pueblecito de casas en medio del paisaje y solo
sabían esa lengua, pero no sabían árabe. Podían aprender francés si pasaban por
el sistema de escolarización. Las mujeres no habían sido arabizadas. Conocían
solo esa lengua. Empezaron a hablar la lengua con que les hablaron sin saber lo
que era, pero no sabe si comprendieron la complejidad que entraña la situación
lingüística. El padre hablaba catalán con sus amigos. Era algo muy presente.
Superó la lengua con la escolarización y el entorno. No lo vivieron como un
choque sino como un proceso estimulante. A los 8 años todo tiene que ser así,
no lo recuerda como una experiencia traumática.
La novela empieza así; “Hablare
para vosotras, para deciros lo que querías saber, estos hechos que salieron del
mismo vientre que vosotras. Pero cerrar la puerta, estas palabras no pueden
salir de aquí, estas palabras no deben rebelarse al mundo que todo lo cuenta”
Fátima es una mujer que huye a Marruecos
y llega a Cataluña como ella lo hizo en ese momento. ¿En quién se fijó? ¿qué
quería contar con ese personaje de Fátima? Eran los testimonios de esas mujeres
en esos primeros 8 años que tenía la autora y cuando emigraron a Vic. Se
relacionaban con otras familias. Tanto las mujeres de su familia en origen,
como las que se encontraban alli, contaban esto que cuenta Fátima. Empieza la
historia diciendo “voy a contar lo que ha ocurrido en este tiempo” Ellas
trasmitían oralmente estas narraciones que solo conocemos por lo escrito pero
que se trasmitían a nivel oral. Son historias que le han pasado directamente, o
historias de otras mujeres, en otros momentos, esos relatos van construyendo
una serie de vínculos afectivos familiares, con la forma de enseñanzas a través
de todo ese mundo relatado. Fátima seria un poco el personaje que recoge ese
malestar que viven mujeres como ella en el lugar de donde vienen, en la
sociedad patriarcal en la que crecen, que las condiciona y genera una situación
de desarraigo incluso. Pero también las historias en el momento de la
emigración, el malestar, los sentimientos, las contradicciones, que les provoca
ese cambio tan importante.
Fátima es una mujer muy fuerte, en algún
momento se siente un hombre. Estaba destinada para cometer esos trabajos destinados
a las mujeres, pero en algún momento tuvo que comparte como hombre. Las
protagonistas son mujeres fuertes, trabajadoras, con mucha fuerza física y con
un esfuerzo impresionante se encargan de las tareas duras en este entorno rural,
pero a la vez al no tener trabajo remunerado su lugar se vuelve secundario, con
condición de segunda. Quería la escritora que se viera como la educación las va
condicionando en relación así misas, como se ven así mismas y ven sus cuerpos y
lo que las ocurre. Es la idea de que el hombre es el que sale y se va, el que
trabaja fuera, el que tiene un trabajo remunerado. Esas cosas son cosas de
hombres. Me convertí en hombre porque son ellos los que trabajan fuera. esa idea
se va repitiendo en el libro. No nos cuesta reconocer todo aquello. Las mujeres
para casarse debían dejar el trabajo. Eran personas sin esa libertad de
decisión que era el trabajo. Es un cambio en Fátima. Ella ya era una mujer
trabajadora antes de emigrar, se ocupaba desde pequeñita de las tareas en esa
zona. Desde que levantan dos palmos del suelo se encargan del hermano, que
viene después o de otras tareas que les van inculcando. Siempre están
trabajando, ese trabajo es invisibilizado, El hecho de ser unas mujeres muy
responsables con sus obligaciones no las garantiza que puedan tener un lugar en
el mundo.
Una de las hermanas de Fátima es
la hermana mayor, como muy rebelde, que no se conforma con todo ese sistema en
que ha nacido y hay un momento dado en que se rebela ante el matrimonio
concertado que le estan preparando. “Somos buenas para trabajar, para cargar
camiones con tierra que traen, para hacer tareas domésticas o construir con nuestras
propias manos la casa en que vivimos, pero no tenemos derecho a quedarnos en
esa casa y es un sitio tan nuestro como el de nuestro hermano mayor”. Las
mujeres tienen todas las obligaciones sin ningún tipo de derecho.
El descubrimiento que hizo al
escribir la novela es describir cosas que estan ahí pero no las ves. La gran
verdad que se encontró es que esta generación de “nuestras madres” ya antes de
emigrar eran extrajeras. Al poco que tenían uso de razón, les decían; “esta
casa e que has nacido no es tu casa porque tu destino esta en la casa del
marido”. La llaman la habitación propia, la misma que Virginia Woolf, aunque no
tenga nada que ver con la escritora. La habitación propia esta en otro lugar.
Lo había visto y vivido ella personalmente. La casa que construyó su padre como
emigrante, esperándolo todo, la casa que tardó como 20 años en construirse no
era suya. Cuando se construyó había un cuarto para cada hermano hombre y a las
mujeres les dejaban la habitación de invitadas muy generosamente. Las excluyen
de su propia casa, no permitiéndolas permanecer en ella. No es raro que la relación
de la mujer con su zona de origen sea distinta a la de sus hermanos. No la sienten
igual. Ahora que es más mayor le cuesta menos sentirse integrada. No se siente
igual si no tiene un sitio propio aquí. No tiene la intención de volver, pues
hay otras cosas que influyen en esa relación con el origen; la dificultad de
sentirse parte de allí. El acceso al
espacio publico que tienen los hombres, aunque se haya flexibilizado sigue
siendo distinto. Por ir a la calle vivió experiencias distintas que la de sus
hermanos. Las hijas de la emigración estan más devaluadas, aunque son más
valiosas, se las considera personas que traen costumbres extrañas. A las
mujeres las tienen bajo el foco porque son las que se van a extraviar o salir
del buen camino. Cuando estaba allí iba de una casa a otra, no tenía la noción
de haber salido de allí y andaba sin ninguna vigilancia o control de nadie.
Marruecos es un lugar bastante
desconocido en muchos aspectos. Eso lo ha vivido con sus hermanos, ellos no
tienen ni idea de lo que supone la vinculación con el origen, tenemos
experiencias distintas y el sentido es distinto. Hay otras cosas a nivel práctico,
como la cuestión de que la ley siga siendo discriminatoria en muchos aspectos,
no te sientes tan de lugar como un hombre. Es una enseñanza que ha podido tener
a través de la escritura de la novela, ya eras considerada una extranjera antes
de venir. El poner en orden e indagar en un terreno que crees que conoces
porque lo has visto es u ejercicio de “voy a ver que supone esto”. Una niña
nace y la dicen que su destino está en otro lugar. ¿Cómo te vas a sentir y relacionar
y vincular? ¿qué supone para una madre saber que educas a una hija que va a ser
para otro? Hoy en día niños y niñas se cuidan especialmente y la noción de apego
entre madres e hijas es muy fuerte. Es difícil entender que los padres asumen
que la criatura que ha traído el mundo se va a marchar luego.
“Nuestras madres son madres de
leche y miel”, ese vinculo maternal es algo fundamental y lo único que pueden agarrar
esas mujeres, es algo uy importante muy presente. Muchos de estos relatos que
cuentan las mujeres tienen que ver con embarazos partos y crianzas. Hay un
cumulo de información que resulta útil. La maternidad tal como vivimos es una
experiencia muy individual. Al ser lo único que tienen las mujeres acaba de ser
violentado también. El sistema patriarcal somete a un control y de alguna forma
al destete abrupto a los 2 años de lactancia. Esto puede parecer algo
exagerado, lo someten a unas reglas y más duro todavía es la cuestión de las custodias
cuando hay divorcio. Hasta hace no mucho hubo una ley del código de familias, las
mujeres que se divorciaban estaban destinadas a perder los hijos porque eran
considerados del padre. Esto ha cambiado porque hay una reforma del código de
familia. Ha visto mujeres de la edad de su madre que han vivido esas
situaciones. A los 7 años dejaba de ver a sus hijos y no volvían a verlos nunca
más. Fátima tiene el temor de perder a su hija. En la novela hay dos planos, el
relato de Fátima, que cuenta a sus hermanas cuando vuelve de donde partió. Pero
hay otros capítulos en primera persona. Se cuenta en otros capítulos la vida de
cuando Fátima vivía en Marruecos, de pequeña, antes de su casamiento, eso se
cuenta en tercera persona. Es curioso el uso de las dos personas. Una de las
cosas que tardó un poco más en encontrar fue la voz de Fátima, que ella contara
las cosas directamente.
Intentaba recoger esa tradición
oral, ese mundo de oralidad, que fuera un narrador el que contara lo que
pasaba, quería que fuera Fátima la que contara. El problema es que hay cosas
que Fátima no contaría nunca. Hay muchos temas sobre los que hay tabú, que no
se pueden abordar y que estan prohibidos incluso a sus hermanas por la
religión, que necesitaría una confianza máxima para contarlos. Por el carácter
de la misma Fátima. Hablamos de una realidad concreta, pero es personaje
concreto tiene una relación con su sexualidad de mucho pudor, no sabe que ocurre
con su cuerpo porque la han inculcado ese miedo al cuerpo. Hay prevención por
parte de ella, todo le da miedo, la educación le obliga a que la sexualidad se
mantenga en un ámbito más que privado, en lo más íntimo con el marido. Esa
educación represiva la entendemos de forma distinta. Cuando ella vivía en Marruecos
vio a mujeres que desafiaban esa norma, esa educación represiva, mujeres
consideradas como problemáticas, las perdidas, juzgadas por el colectivo. Le
fascinaban estas mujeres. Secretamente, porque no podía decirlo en voz alta.
Eran personajes que tenían intereses en desafiar directamente al sistema
implantado y no había una ley normal que pudiera protegerlas en el caso de que
recibieran represalias por esas aptitudes desafiantes y subversivas en muchos
casos. A Fátima desde muy pequeña le afecta esto, tiene mucha resistencia ante
esa educación represiva. Eso afecta a la forma que ve su propio cuerpo,
desconocido, peligroso en muchos aspectos. Provoca el deseo de los hombres y si
recibe agresiones es porque algo ha hecho ella para provocarlos. ¿Cómo te
relacionas con tu cuerpo cuando has recibido una educación represiva? No te agaches
delante de un hombre, no te pongas tumbada boca abajo porque se os ve como perdidas.
Ese tejido de normas cotidianas del día a día va creando un malestar con el
propio cuerpo. La autora no descarta tener de protagonista una mujer de las
perdidas. ¡Cuántas veces habrá aparecido esa palabra en la novela! Se usa otra
expresión, la de la extranjera. En la hija extranjera, es la hija la que habla,
la hizo como una copia de la partidora de faenas.
Si interrumpe la lectura le resulta
engorroso. Estas concentrada en tu trabajo y viene alguien y te distrae de tu trabajo.
Detrás del comportamiento de Fátima está el trasfondo de la sexualidad y el
deseo que la distrae de su actividad. El deseo le da satisfacción. Es la voz de
la hija que reflexiona sobre la lengua, intentando entender el trasfondo que está
detrás de todo esto. Las mujeres trasgresoras le parecen con la distancia
admirables. Eran criticadas, palias sociales, les costaba casarse, era una situación
terrible, y su única salida para sobrevivir era el matrimonio. Estas mujeres desafían
todo eso y ejercen un tipo de libertad en situaciones muy complicadas. Las
mujeres eran las que interrumpen el trabajo. Las madres te revientan. Esta
novela surge del proceso de indagar en qué significaba todo eso. Hablaba de una
madre que sufre mucho al parir a un hijo y acaba reventada de tanto embarazarse
y parir. Puede parecer algo lejano pero la maternidad intensiva, repetida una
vez tras otra, pone en riesgo la salud de la mujer. Ellas no tenían ninguna
forma de controlar esa natalidad. Hay un libro interesante, de una antropóloga Ursula K. Le Guin
que se va a un pueblo del Rif y convive con las mujeres de alli en los 70 80.
Cuenta su día a día con ellas. Lo primero que le preguntan las mujeres es cómo
hace para no tener hijos, cuáles son los métodos anticonceptivos (no se usa la
píldora) y cómo hace para que no se les caigan los pechos cuando en ese pueblo
no usaban el sujetador. Las mujeres no querían estar todo el día pariendo y
embarazándose otra vez. Es un riesgo para la salud. No hay atención medica al
alcance. Las mujeres morían de parto. Aburrimiento y tristeza se dice con la
misma palabra e su lengua. Las lenguas no estan organizadas todas de la misma
forma. Pregunta a su madre si esta triste o aburrida. El aburrimiento tiene
algo de tristeza.
La autora se solidariza con Fátima.
¿Después de todo lo que has hecho ahora vas a echarte para atrás? ¿vas a dar un
paso retrogrado? Le costó ponerse en esa situación, como puede entender esto. El
proceso de escritura le lleva a indagar y hacerse más consistente de lo que
puedes comprender. Pudo entender que a veces podemos llegar a ser muy
valientes, desafiar muchas leyes y sobreponernos a situaciones difíciles.
Podemos tener miedo y podemos hacer cosas terribles. Fátima tiene mucho miedo
de perder su origen, de perder a su hija, de quedarse sola. El miedo es el peor
consejero del mudo. Hay una verdad profunda que hemos llegado a entender; no
somos nada sin los otros. En su trayectoria debió enfrentarse a lo que fuera
por salir adelante, por la necesidad de los otros y por ser reconocida en su
casa. Hay que ponerse en esa situación para escribir. Para los hijos la
experiencia es distinta. La madre se da cuenta de que no tienes donde volver, que
la situación es para siempre, es una situación como de abismo, ya está. Desaparece
todo el mundo en que era en relación a su madre y a sus hermanas y al lugar y al
paisaje y a lo cotidiano. Eso no lo va a tener nunca más. Hay un momento de
duda que viven esas familias emigrantes, asumir que eso es algo definitivo.
Ella desde pequeña nunca se ha planteado volver ni nada por el estilo. Se da cuenta
de que para sus hijos la realidad que vivió les queda tan lejos que le provoca una
situación muy extraña, como de tristeza, pero es que no hay más, no había otra.
Es inherente al proceso de integrarse, y abandonar esas raíces de donde viene.
No quería estar diciendo a sus hijos que miraran atrás, tienen derecho de ser del
lugar donde viven, no les va a inculcar una procedencia a otro lugar que van a visitar
de vez en cuando y nada más. Hay que darse cuenta de que es un cambio
irreversible. Le cuenta a sus hijas cosas de cuando era pequeña en Marruecos y sus
niñas la escuchan fascinadas. Cuéntanos el cuento de cuando vivías en Marruecos,
la piden. Ella iba a buscar agua al pozo, iba con la burra, hacía las tareas
del campo. Les parece un mundo que no tiene nada que ver con la realidad de sus
hijos. En esa cadena que nos une a nuestros ancestros hay eslabones que se van
perdiendo. En la cuestión de lengua no tomó la decisión deliberada de dejar de
hablar la lengua amazigh con ellos, no fue algo obligado. Tiene un fantasma que
está ahí; cuando sea muy vieja le va a dar una especie de alzhéimer, va habar
en su lengua y nadie le va a entender.
Acaba de salir un diccionario. Ahora
hay que buscar traductores a esta lengua. La novela está dedicada a su madre que
sin saber leer le enseñó a escribir. Estas historias las contaban muchas
mujeres. La que tiene un don o talento
para narrar es la propia madre. La autora dice; “no se lo digáis porque ella no
lo sabe”. Se sienta con ella cualquier día y la madre le cuenta una anécdota
por pequeña que sea y entra en ese mundo. Resulta casi hipnotizante, ella habla
normal, no tiene conciencia de que hace nada extraordinario. Cuando vamos a la
universidad nos cuentan los orígenes de la literatura, que la odisea antes de
ser escrita era oral y eso le ayuda a valorar esa experiencia que para las mujeres
es natural. Ellos no tienen el don o las habilidades para contar o componer
poesía que es algo que hacen solo ellas. Ellos cuentan chistes. Esa tradición
oral pasa de hablar las situaciones a ponerlas olor color y movimiento. Con las
palabras lo tienes mas complicado cuando uno no es escritor y no tienes las
técnicas. Sin conocer esto su madre crea literatura, crea tensión narrativa,
busca imágenes para describir con acierto lo que está describiendo, crea unas atmosferas… es increíble y es un talento muy particular que no todo el mundo tiene.
En la
novela hay momentos que se huelen. La comida tiene mucha importancia. El pan es
un elemento clave. Hace el pan desde pequeña y se lleva la masa madre hasta
Cataluña y cuando lees la novela te apetece hincar el diente al pan maravilloso
que hace ella. En Cataluña habló del tema de la comida tan presente, forma
parte del día a día de estas mujeres, el hacer pan es algo cotidiano, todos los
días lo hacen, lo aprenden a hacer. Simboliza ese vinculo entre mujeres, como
se cuidan unas a otras. Remite al círculo que es madre de leche y miel. La
frase hace referencia al arte de amar de Erick Froom, todas las madres pueden
dar leche, pero solo algunas dan miel. La leche es conservar la vida misma. La
miel es la necesidad también de disfrutar de la vida, no solo estamos vivos, lo
celebramos. Las mujeres enseñan la necesidad de sobrevivir a los hijos y
disfrutar de las comidas del día a día, repartir la comida, los trozos de la carne
y las celebraciones, los momentos de fiesta. Esa trasmisión también está. A
pesar de que son condiciones son muy duras y las situaciones las van a la
contra, no dejan de disfrutar de la vida.
La comunicación está también muy
presente. Fátima llega a Cataluña y sólo conoce a una persona. Se sitúa la acción
de la novela a finales de los 80. Luego cambió la situación administrativa, en
el 91 se entró dentro del espacio europeo y las restricciones para el espacio
marroquí fueron mas duras, se cerro la frontera. Se podía pasar con un
pasaporte de Marruecos, no vinieron con un visado. No tener tarjeta residencial
no suponía estar en situación de ilegalidad. Luego fue necesario el permiso de
residencia y se endurecieron los tramites. Ahora es imposible obtener permiso
de residencia y el reagrupamiento familiar. Les cuesta más a las familias. Era
una época mejor en ese sentido, había desconocimiento de las personas que venían
de Marruecos, pero no había muchos prejuicios que luego fueron conociendo y que
se fueron adquiriendo y extendiéndose como la leche derramada. En la recepción
que les hizo las personas del barrio al que fueron a vivir la autora no
recuerda ninguna aptitud de rechazo así abierta al menos. Luego fueron mas y
empezaron a ocurrir cosas a nivel internacional que cambiaron la percepción.
Habla de la comunicación porque Fátima
lo pasó mal, desconoce el idioma del país y las maneras de moverse. La
emigración son tiempos de no saber, de no ser personas del todo. Por eso la importancia
de la actividad de comunicarse y de mantener la situación con los otros. Hay
una etapa pre verbal, hasta los 2 años, en que los niños empiezan a hablar de
verdad expresándose enteramente, Fátima vuelve a esa etapa pre verbal. Se
cuenta mucho en la novela esas etapas de crianza cuando no podemos comunicarnos
con palabras y nos comunicamos con el cuerpo que es el que trasmite. En el
momento de la emigración Fátima vuelve a una etapa pre verbal con la hija,
vuelven juntas pegadas la una a la otra, es la hija con la única que puede
hablar su idioma. Esta reflexión sobre la lengua está mas presente en la hija
extranjera. ¡Qué significado emocional tan importante tiene la lengua que
hablamos! La forma en que hablamos, con quien la hablamos, le sigue fascinando.
De pronto Fátima vive una situación en la que su hija se escolariza y pierde el
idioma en que se comunican madre e hija. Le cuesta más hablar ese idioma y
habla mejor en catalán que ella, aun no lo entiende. “Eso es duro para nuestros
padres, nos convertimos en otros, en extranjeras”. Todos los hijos cuando
llegan a cierta edad se vuelven extranjeros, ¿dónde está mi niño en el monstruo
que se ha convertido?, pero en el caso de esta situación todavía más. La hija
de repente habla un idioma que ella apenas domina, tiene aspiraciones,
necesidades y comportamientos que le son completamente ajenos. Desde la perspectiva
de los hijos, durante mucho tiempo nos sentimos como pidiendo explicaciones a
nuestras madres porque no nos han entendido. Si lo miras desde otro lado ves con
qué rapidez se adaptan a todas las situaciones, al paisaje, al lugar y a que
los hijos se quieran convertir en algo renunciando a una parte importante para
ella.
Es ficción la novela, pero
siempre tendemos a buscar esos paralelismos con la vida real. Fátima hace ese
viaje Marruecos Cataluña con una niña de 7 años. Ella, la autora, tenía 8 años cuando
hizo el viaje. ¿Cuánto hay de autobiográfico y de lo visto y escuchado? Ese
viaje fundacional es algo que se te queda siempre, no puedes olvidarlo nunca.
Es un momento importante. Puedes ver luego lo que comporta ese viaje, es
increíble. “En ese momento no tenia conciencia de que nuestras vidas cambiaban
y cambiaban para siempre”. Ese recorrido lo trastocaba todo absolutamente. Es como
un mito fundacional. A veces no sabe donde acaba lo suyo y empieza lo de los
demás. Hay muchas historias de estas mujeres que escuchaba de pequeña. Se
quedaba calladita porque si hablaba te decían que te fueras. Se quedaba
fascinada por ellas. Se podía quedar todo el tiempo con la atención puesta en
lo que estaba contando. Esas historias las podría recordar a día de hoy. Le
cuenta a su madre cosas que recuerda de esa época y ella le dice que es
imposible que pueda recordarlo porque era muy pequeña o le cuenta cosas que
ella no recuerda. Guarda recuerdos de sus primeros años de vida. Es una memoria
emocional, lo que memoriza lo memoriza porque estas historias le produjeron una
conmoción. Se te quedan clavadas estas historias.
Durante mucho tiempo fue como un
estorbo esa memoria de las historias que le pesaban muchísimo, la sensación era
de impotencia y de no poder hacer nada por todo eso y también de culpa: “Tú te
has ido y ellas se quedaron alli”. Después de la escritura de esta novela ya está
saldada la deuda. Tiene amigas alli y sus tías y sus primas. Se fue tan
pequeñita que no tenía amigas. Se siguen reuniendo. Hay que rescatar todo eso,
un mundo que se va a perder de un momento a otro, en torno al fuego o a la mesa
o al espacio que queramos, ellas lavando la ropa o limpiando las lentejas.
Había tantos trabajos aburridos por hacer en el día que recuerda la forma de
hacerlos. Llevan una hora hablando y es momento de abrir esta conversación para
escuchar mas voces y comentarios. El libro no lo habrán leído porque salió la
semana pasada. Pasan el micrófono a los asistentes que quieren intervenir.
La autora escribía columnas en el
periódico de Cataluña, deliciosas, sobre el tema de Cataluña, y diversos temas,
son muy buenas. En el anuncio del acto de esta escritora del siglo xxi la han
presentado como de origen marroquí, pero poner esto era innecesario, porque
esta nota tiene un pensamiento europeo. De Almudena Grandes no decimos que es
española. Le ha chocado la nota, aunque la autora revindique su origen. La oyente
se ha quedado fascinado con lo que ha dicho. Es cierto que hay una árabe fobia
contra lo árabe, este rechazo de la sociedad que siempre ha existido llamándose
racismo. El objetivo de la nota era situar su origen de forma rápida y sin
entrar en detalle. Puede entender que se haga mención a ese origen. En otros
sitios le presentan como “escritora marroquí afincada en Cataluña”. No se lo
toma a mal, es una forma de decir las cosas deprisa para que se entienda
rápido. Le resulta difícil presentarse. Dices siempre más palabras de las
necesarias.
Con el tema del racismo y el rechazo
hay que contar. Ahora a todo se le llama islamofobia cuando es el racismo de
siempre. Tiene que convivir con eso, esta ahí, los acontecimientos recientes no
van a ayudar a hacer menos visible este rechazo. Desde los atentados de
Barcelona ha intentado hacer un ejercicio de ver las dos caras de la moneda.
Ves ese rechazo, pero está lo demás, toda esa gente que no te ha rechazado,
sino que ha trabajado a favor de esa integración. Muchas personas llevan muchos
años intentando integrarlos, construir algo común y haciendo esfuerzos para que
formen parte de esta sociedad y que ese origen no se convierta en un problema y
al mismo tiempo el camino sea de doble dirección. Eso no hay que olvidarlo en
estas crisis importantes de racismo. El día de los atentados estaban en casa, vivían
en un barrio de Barcelona, en las fiestas de Gracia iban a buscar los decorados
de una obra y se enteraron de la noticia. Reaccionaron mirando alrededor, a ver
si les estaban mirando distinto. Había un señor que empezó a mirarle mucho a la
escritora y su marido, que no es nada paranoico, le dijo; “voy a decirle algo
porque te está mirando todo el rato”. Ella pensó: “Ya hemos roto todo esto que
hemos construido”. Y el señor preguntó: “¿tú eres la escritora? Esa anécdota le
hizo reflexionar mucho. Ese fenómeno del terrorismo tiene como objetivo
provocar esa separación. El trabajo es en los dos bandos que para ella no son
bandos. No empieza uno donde acaba el otro. Hay que poner en valor lo que hemos
trabajado hasta ahora.
Se convocó una manifestación de
la comunidad musulmana. Entre sus amigos están una pareja mixta, ella es
marroquí y él es de aquí. La escritora no entiende la necesidad de separar. Su reacción
fue evitar ese rechazo que provocaron los atentados. La escritora insiste en
que no olvidemos que hemos hecho un trabajo muy a fondo, que debe hacerse aún más
extensivo, y llegar a todas las capas de la sociedad. Donde ha vivido han hecho
ese esfuerzo mutuo. El racismo obviamente existe y tiene su expresión feroz. La
gente se ve legitimada cuando se han producido atentados. Surge el racismo cuando
se producen hechos así. Pero hay que saber distinguir entre el que atenta y el
que no. No le hace falta ninguna pedagogía, no podemos poner a todo el mundo en
el mismo estrato.
Otra mujer
entre el público llegó a ella a través de sus columnas. Tanto las columnas como
en el libro del patriarca se narra el proceso de liberación personal de una
mujer. La pregunta es que como ciudadana catalana y escritora ¿qué pesa más en
su vida? ¿la procedencia árabe o la religión y cultura musulmana? Ella es atea.
Es algo contra lo que ha tenido que batallar. En muchos aspectos la religión
sirve para legitimar e imponer ese orden patriarcal. Lleva años intentando
negociar con todo eso, pero no lo ve como justificación alguna. Como mujer no
puede sentirse parte de algo que le impone una serie de discriminaciones. El
problema es que está todo junto y lo difícil es separar, ¿qué es lo religioso? ¿qué
es lo tradicional?
En el tema
religioso le parece que tendría que tener mas posibilidades de expresar públicamente
esa diferencia. El elemento religioso dice que todos los que proceden de un entorno
musulmán tienen que ser musulmanes para siempre. Pero si somos ciudadanos uno
debe elegir si sigue con esa religión de sus padres o n. Pero eso cuesta
encontrarlo, gente que se exprese así públicamente. Nunca ha sido defensora de
su ateísmo. Opina que cada cual haga lo que quiera. Mediáticamente se impone la
religión como un elemento importante pero que no nos debe definir como comunidad
porque eso le da un miedo terrible. Quiere ser ciudadana y no comunidad. Le ha
costado mucho la condición de ser ciudadana, y ese comunitarismo va a ser una
regresión. No hace proselitismo del ateísmo. pero cuando se impone esa
condición religiosa se rebela. La escritora recomienda un tratado de la
teología de un francés, en el que dice que como ateo no se activa ante el
pastor o el creyente. No responde al que intenta instaurar esa religión en nosotros
y hace proselitismo de ella. Ella no reacciona con rechazo a los que defienden
la religión a ultranza, los respeta, pero no lo comparte: Los hijos de
emigración deben decidir por si mismos.
Otra asistente al acto ha leído
su novela en castellano la hija extranjera. Le resultó un libro duro difícil y
rasposo de leer, le costo mucho acabarlo. Veía confirmados sus prejuicios y los
desafiaba también. En la cuestión de libertad de las mujeres, las madres se
sienten criando a unas hijas que van a ser para otros. En aquella novela el
personaje sufre desgarro entre la fidelidad, sus orígenes y la tradición, sus
puntos de referencia y lo que ella quería ser. Las hijas de tercera generación ¿son
educadas para ser hijas de otros o dueñas de si mismas? En este momento, en el
contexto de Cataluña, muchas familias árabes han flexibilizado muchas de las
normas que tenían. En estos momentos hay muchas mas chicas adquiriendo estudios
secundarios y superiores. Algo muy nuevo. Hay un cambio y no solo aquí, también
en Marruecos. Se está produciendo esta toma de conciencia, vienes de un
sistema, y hay que asumirlo. Hay que asumir que vienes de este machismo. Aunque
en cada momento podemos estar batallando por cosas distintas, ese machismo es
universal.
Para argumentarse y documentarse
en esta novela ha leído muchas autoras marroquís, pero leyó también a una tal
Victoria, una catalana que vivió a principios del siglo xx y que describe la
vida rural en el Ampurdán. La diferencia es mínima. Esta escritora tiene una
obra de teatro pequeñita espectacular llamada “la infanticida”, una mujer que
se deja seducir por un señor atractivo y tiene relaciones con él y se queda
embarazada y cuando nace hija la tira a la mola del molino. El texto es el
monologo de ella cuando está encerrada en un manicomio. La voz amenazante del
marido la dice constantemente; “como te salgas del camino te corto esa
cabellera que tienes”. Ese contexto machista no es solo de donde viene ella sino
de dónde venimos todos. Eso le permite más libertad al abordar la escritura. Se
pregunta si fomenta estereotipos o no, si se queda muda, si todo se convierte
en un condicionamiento importante.
Por un lado, hay ese cambio
dentro de las familias. Se ha visto que los matrimonios concertados no eran
buena idea, porque esos matrimonios de hijos de la emigración de aquí y de
personas de alli no funcionan y hay una cantidad de divorcios impresionante.
Hay corrientes que tratan de frenar ese cambio. Cuando hay una revolución hay
una contrarrevolución. Son corrientes fundamentalistas que amparándose en lo
religioso intentan frenar ese cambio y recuerdan a las mujeres que se conforman
con ciertas normas que restrieguen su libertad. Le preocupa el cambio que ha de
venir en nombre de la pertenecía religiosa. Si eres creyente te toca mucho que
te digan eres mala musulmana si haces esto o lo otro. Es difícil que puedas
afrontarlo y convivir con ello, con la culpa. Al fin y al cabo, es hacer algo
en contra de aquello en lo que crees.
Otra lectora no conocía su obra. Pero
se pregunta si es casual la elección del nombre de Fátima porque así también se
llamaba una revolucionaria marroquí, Fátima Mernissi, una mujer que escribió sobre
el género, aunque ella está metida en el islam. ¿Hay una similitud con ella o
es un nombre genérico de marruecos? Fátima es un nombre muy habitual allí. Pasa
con Sara también. Es un nombre muy habitual en la zona de nuestras madres. La
autora leyó a Fátima Mernissi, le abrió los ojos a muchas cosas. Hoy, con la
distancia de los años, hay cosas con las que puede discrepar. Por ejemplo,
discrepa de que no haya una crítica al medio religioso, no propone un modelo
distinto. Recoge muchos testimonios en algunos de sus libros, habla de las
estructuras de poder, del patriarcado, de la dominación del hombre a la mujer.
pero esta dominación tiene que ver con la dominación del poder en general, de
las elites sobre el resto de la gente. Para la otra autora no se puede romper
ese orden establecido porque romperíamos esa relación de poder. Fátima Mernissi
pertenece a una clase social alta. Leyó las memorias que hizo sobre su infancia
en el harén y es algo como muy exótico aun siendo de Marrueco. Describe la vida
en el campo de la abuela materna como una vida de libertad. Igual su situación
personal es así, pero las mujeres en el campo no son más libres. Adquieren un
espacio propio, pero para hacer unas tareas determinadas, pero ¡no te entretengas
en el camino!, ¡no hables con nadie! El control social es total. Ve en ello una
diferencia con ella, que pertenece a otra clase social.
Hay que distinguir entre la zona
rural y urbana. Hay muchos elementos y variables. La variable de la clase, por
ejemplo. Ha leído un libro de una marroquí francesa que ha ganado el último
libro Goncourt. Ha escrito testimonios de mujeres que le cuestan su experiencia
sexual. La sexualidad está muy reglamentada aún. Ella decía “pertenezco a una
clase social alta y no noté mi condición de mujer en Marruecos”. Allí tienen
prohibidas las relaciones sexuales antes del matrimonio, pero si soborna a un
funcionario se salta las normas. Vive en una situación de privilegio, pero
muchas mujeres no pueden pagarse esas libertades. Las elites pueden vivir
absolutamente como aquí, con libertades muy distintas de las que tiene una
mujer pobre en la ciudad o una mujer en el campo. Es una variable muy
importante.
Se refiere a rifeño o amazigh para
decir su idioma. No esta habituada con la palabra bereber, es peyorativa. Se
hizo con el termino al llegar a Cataluña. La lengua amazigh tiene muchas
variantes lingüísticas, tan alejadas unas a otras que cuesta entenderse unos a
otros. Si habla con uno del atlas le cuesta entenderse. Habría que hablar de
lenguas amazigh en vez de lengua. Rifeño es la variable que hablan en el norte.
Creer en dios le impide ser
libre. Es cuestión de cada uno. Ella no es atea porque naciera en el islam,
sino que viene de un proceso de reflexión personal que realizó cuando tenia 17
18 años y que le llevo a darse cuenta de que es difícil que Dios exista, con
todo el respeto por las personas creyentes. Es una postura que parte más de un
proceso filosófico que de un rechazo a su región de origen. Se puede entender
el islam de formas diferentes. Una corriente interesante es la del sufismo, una
rama de islam muy espiritual que niega cualquier injerencia de otra persona en
la relación entre la persona y dios y le parece interesante. No es por ser
libre que sea atea, son como dos procesos distintos.
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