Hoy jueves hemos visto gratuitamente
en el teatro Barakaldo la película de Madame Curie de 2016, dirigida por Marie
Noelle e interpretado con un reparto de la talla de Karolina
Gruszka, Samuel Finzi y Charles Berling. Después de la película, que se ha
centrado en los descubrimientos y logros de la científica, pero también
excesivamente en su vida personal, hemos tenido un coloquio en torno al papel
de la mujer en la ciencia. La charla ha sido con una profesora de la UPV que
realiza investigaciones sobre igualdad de genero y contra el sexismo en los
trabajos académicos.
La mujer todavía lo tiene difícil
para solicitar un proyecto de investigación o querer publicar un artículo. Lo
tiene difícil durante toda su carrera científica. Van a la conferencia Solvay las
mentes más prestigiosas pues es la conferencia mas importancia en la materia. En
aquellos simposios se reunieron las mejores mentes de la ciencia y la humanidad
que coincidieron durante esos días en el mismo lugar. En la peli ella va porque
va Einstein, pero en la realidad fue él el que quiso ir porque estaba ella. Son
pequeños detalles que importan porque revelan sexismo incluso dentro de la
propia película. La directora enaltece el papel de los hombres en detrimento
del de la mujer. La última conferencia Solvay del año pasado reunió a 68
personas, y sólo 2 mujeres. En proporción la situación ahora es peor porque se
ha reunido 28 hombres y una mujer en este momento. La situación no ha mejorado.
En números puros la situación ha empeorado.
La película no cuenta todo el trabajo
que realizó la científica ayudada por su marido. Lo pasan mal, pasan hambre en
la primera parte de su vida. Es una historia triste, porque no tiene dinero, es
increíble lo que ella lucha por conseguir el Nobel. En los propios libros de
texto hay capítulos desaparecidos en perjuicio de los apuntes científicos de
las mujeres. Siempre hay filósofos escritores. ¿Dónde están ellas? Hana Arendt
o Hipatia o Santa Hildegarda de Bingen
o la propia santa Teresa. Claro que las ha habido y muy buenas. Pero
a ella en la película la ponen como cuidadora en su papel de ama de casa.
La sociedad del Nobel propone
candidatos, nadie sabe a quién nómina. El 90 por ciento de las personas que
nominan son hombres. La peli es del 2016 pero da una imagen de las mujeres en
la ciencia. Empieza la peli con un parto, ella ha ganado dos noveles y ha
creado el tratamiento de radioterapia para tumores que aún se utiliza hoy en día.
Pero la presentan en su papel de madre. Es una imagen de poder sexista a través
del lenguaje. Ella hizo descubrimientos tremendos, pero la muestran como madre.
Solo se lo iban a dar a Pierre el Nobel. No querían dárselo a ella. Está más
que investigado que los descubrimientos fueron mas de ella que de él. Pero ella
tuvo que transigir y hacer concesiones en toda la trayectoria de su vida. Después
de morir él no la dejan hacer sus experimentos. O seguir con ellos, porque decían
que era una continuación de los de él, pero todos esos experimentos eran obra
suya. Quería que reconocieran su éxito. ¿Seré capaz de hacer el trabajo de él?,
se pregunta en un momento de la película. Solo él podía hacer el trabajo.
Destacan las facetas que no deberían resaltar como científica que era. Ella
ocultó conscientemente ese periodo de su vida en su biografía. Me refiero a
todo el asunto del amante. Era una mujer libre que se enamoró de un hombre más
joven que ella. ¿Ese fue su delito? ¿el amor? Es un sesgo de genero los que
estudia esta asociación igualitarista que busca puntos de intervención en la
desigualdad que sufre la mujer. A ella la dan el premio nobel de física en 1903
y luego se lo vuelven a dar, esta vez el de química. Pero el año pasado, por
ejemplo, no se lo dieron a ninguna mujer. Han pasado cien años de Curie y la
sociedad no ha llegado a la igualdad. En la ciencia empiezan el mismo numero de
chicos y chicas, pero acaban ellas antes y hacen mas tesis doctorales. El 80
por ciento de los puestos de poder los ocupan hombres. Es la situación a la que
se exponen estas mujeres al acabar sus estudios. En Suecia existe el instituto Karolinska que, en un comité de 50
personas, es la asociación privada que elige a los noveles. En esa asociación
solo hay diez mujeres. No lo elige la comunidad científica, como podríamos
creer.
El embajador sueco en París la
comunica que le dan el nobel, pero luego la dicen que no le dan el premio por
sus escándalos sexuales y su vida privada. Ella responde que si investigarán en
los casos de adulterio de los científicos no habría habido ni un solo nobel.
Parece que el hombre tiene libertad para hacer lo que quiere. Desde el
instituto Karolinska le instan a que renuncie
al premio porque iba a ser un compromiso y una vergüenza que un rey de un país
se sentara en la misma mesa que ella.
Quien le apoyo para que fuera
alli a recoger el premio fue Einstein. Le escribió una carta preciosa, la decía
que era el número uno y fuera a recoger el premio. Pero ella pasó miedo acusada
de ser mujer, extranjera y judía. Ni siquiera era judía. La acataron su casa
con piedras. Se escondió en un pueblo cerca de París porque la querían linchar.
“Haz el favor de ir alli y recoger el premio”, le dijo Einstein. El único
hombre que la apoyó.
En la película vemos que el medico
no se enfrenta ni afronta su condición de adulterio. Se le muestra como un
personaje cobarde. Quiere desaparecer, muerto de vergüenza, y escaquearse y no
asumir la situación. Fue un científico de primera línea, brillante. Estuvo
muchos años trabajando con ella. Ella era la culpable en esa relación.
Estuvieron juntos pero la relación terminó. No podían vivir con esa presión de
los medios de comunicación. El quería desaparecer y estoy convencido de que no
habría ni disparado en ese duelo que al final no se dio, porque el contrincante
“no quería privar a Francia de uno de sus mejores científicos”. Es curioso el
papel del periodista que dice que él “escribe lo que la gente piensa y no se
atreve a decir”. Se siente feliz dedicando su vida a comprender el mundo. Pero “lo
que hay que hacer es transformarlo”, decía Marx, los filósofos lo han estudiado
ya demasiado, hay que pasar a la acción. En medio de la primera guerra mundial
ella es la única mujer con dos nobeles, y además fue profesora de la Sorbona, y
la primera mujer con carné de conducir de Francia. Con su hija diseñó aparatos móviles
para hacer radiografías. Estuvo in situ en los campos de batalla, las llamaban
la legión le pettit Curie a esas ambulancias. Hizo un millón de radiografías a
heridos por la guerra. Quiso vender sus medallas y premios para conseguir más ambulancias
para atender enfermos. Hizo propaganda vendiendo bonos de guerra para financiar
esas ambulancias. Hizo una labor importante. Falleció en el 66 por haberse
sometido a tanta radioactividad durante toda su vida, en los laboratorios y en
las ambulancias. Pero hizo una trasformación social importante. Su hija Irene
también obtuvo el premio nobel. El libro no tiene nada que ver con la película,
que quizá por la presión comercial ha convertido la vida de la científica en
algo más sensacionalista y privativo de su intimidad.
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