lunes, 16 de julio de 2018

EL REY DE LA HABANA

Agustín Villaronga rueda en 2015 el Rey de la Habana. Es la historia de un pícaro en la Cuba castrista comunista.
 

El pillo es enviado a la cárcel por un crimen que no ha cometido y allí es maltratado y se espabila. Al salir vuelve a la que era su casa y se tira a la vecina y luego se va con la chica que le gustaba, prostituta, y conoce a un trans que se permite una casa más lujosa. Se verá implicado en diferentes aventuras, ejerciendo la prostitución de lujo para turistas y siempre en discusiones cómicas con sus parejas. A pesar de este humor las mil situaciones que atraviesa son duras y dramáticas.
La historia surge de unos relatos que conforman la Trilogía sucia habana, del género realismo sucio. Pedro Juan Gutierrez sufrió 25 años como periodista. Quería dar voz a los sin voz, pero en su país hay mucha censura Este tema no se trata. Tenía que hacer entrevistas a escritores del régimen o pescadores.  Escribiendo es su propio redactor y editor, y jefe. Hizo en esta novela lo que no podía hacer en periodismo. Escribió en trance durante dos meses, juntándose con el lumpen de indigentes analfabetos. La literatura suele pertenecer a la clase media, y a los intereses de los editores, pero aquí era libre. Esta historia le surgió de un tirón. Tenemos prejuicios al mirar a pobre con paternalismo. Los pobres tienen que sobrevivir, pasan hambre.  La habana es aislada de EE.UU. cuando cae muro Berlín, hay una resistencia momentánea. También ha escrito Fabián y el caos 2015 anagrama. Le meten a un amigo gay a la cárcel durante los años 69-79 cárcel y allí surgió la idea.


Los gestores del gobierno cubano no les permitieron grabar en Cuba, había una imposibilidad logística y fueron a rodar  a la republica dominicana. Aunque no les permitieron rodar allí, tenían todos una amabilidad, que entronca con el simpático don de gentes de los cubanos. Por estos problemas se encarece la película. Luis Martinenzo era la productora, y montaron los decorados en este otro país más horizontal, con mas turismo. Hay una mejora económica En cuba, lo sienten como real. No sabemos bien si han cambiado las cosas tras la muerte de Fidel.

La película la presentaron en el festival de México y muchos exiliados en Miami dijeron: «la historia de mi papá es esa» Muchos se sienten identificados. Si caminas por san Lázaro, Miramar, o el paseo habano esa pobreza y crudeza no la ves, parece muy fina la Cuba de los hoteles, los habanos, los mulatos y las fiestas en los casinos. Cuba tiene unos recursos, mucha natalidad, y derrocha fuerza, pero el país está desaprovechado. Por un lado, la miseria de un régimen comunista en el que racionan la comida, hay indices de pobreza preocupante, un desinterés de los trabajadores por el bien común (pereza, siestas) y una total falta de libertades. Y por otro lado el imperialismo colonialista americano que ha instalado allí sus casinos, sus hoteles y sus negocios.



Héctor medina es un actor conocido alli y encarna al protagonista. La única persona que le da amor es mis Lady (el trans), Madalena le da sexo y le exige mucho. Magda es una persona rota por la vida, y surge el humor y el sexo cuando no tienes nada, ni de comer ni dinero ni futuro. La película se prohibió en Inglaterra y EE.UU. alegando que les parecía demasiado sexo para ellos. La película profundiza en los temas de la herida, el trauma, la culpa, el pecado, el hambre y el miedo. La literatura no suele enseñarnos como follan los pobres, solo sombras de gray, sexo entre personas del primer mundo. La actriz que hace de Magdalena tiene un mestizaje africano, y lleva en los genes esa forma de actuar y ese carácter tan indomable. A veces toma somníferos para relajarse de la fuerza que tiene, asegura. En arabia saudí se ha prohibido también la película pues controlan y censuran el cine y el teatro desde hace 30 años, no dejan conducir a las mujeres. Desde el 63 muchos cubanos huyen en barco a Miami, como un nuevo paraíso en la tierra. Ha surgido mucha buena literatura tras el golpe de Fidel y el Che Guevara. A escritores como Lezama o Alejo Carpentier (el siglo de las luces) se empezaron a sumar voces disidentes con la revolución como Reinaldo Arenas o más posteriormente Zoe Valdés. La película combina todo ese dramatismo tan terrible y duro con golpes de humor, guiños al colectivo LGTB, y una sonrisa abierta hacía el futuro y la esperanza. Sin embargo, la película acaba en el mayor de los nihilismos; el protagonista mata a su novia en un ataque de celos y después se entierra entre un estercolero de basura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario