He seguido
a la escritora Espido Freire en la conferencia que dio en la biblioteca de
Bidebarrieta, en la upv y en la universidad de Deusto. Además he buscado
entrevistas suyas por Internet.
María Laura
Espido freire nació en Bilbao el 16 de Julio de 1974. Vivió su infancia en el
pueblo alavés de Llodio. Es la autora
más joven en recibir el premio Planeta por su novela Melocotones Helados. Y los
50 millones que lo acompañan. Asimismo, comenzó a
escribir y a dibujar desde una edad muy temprana. Ha fundado dos revistas de
opinión y creación literaria en la Universidad de Deusto, con cuyas actividades
culturales está muy vinculada. Colabora habitualmente con los diarios La Razón
y El Mundo, y en las revistas Tiempo y Jano.
Y es que Laura Espido Freire (Bilbao, 1974) siempre tuvo claro que ella quería crear mundos paralelos a través de la literatura. De pequeña sus padres tenían que esconderle los cuentos para que jugara con sus amigos; y siempre ha sentido que la literatura vertebra su existencia. Porque, dijo: «Me gusta jugar a tener los hilos en mi mano y crear realidades».
Espido Freire escribe, según sus palabras: «Por una auténtica necesidad de expresarme». Recuerda que: «A los 8 o 9 años empecé a hacer novelitas y a los 16 ya escribía con la intención de crear una obra literaria». Y mientras cuenta esta pasión tan precoz, en el fondo de la sala alguien asiente. Es su hermana Mila que la acompaña y que repasa con ojos alucinados las páginas culturales de la prensa del día.
Laura fue una niña prodigio pero estaba destinada al mundo de la música y no al de la literatura. Estudió canto y piano. Tocaba el arpa y fue música vocal durante su adolescencia, una vocación impuesta. Viajó por toda Europa acompañando a los tres tenores (José Carreras, Pavaroti) empezó a estudiar derecho pero lo abandonó y entró en una profunda depresión en la que tuvo bulimia. Su obra cuando comer es un infierno y su ensayo puedo volar hablan de la bulimia y la anorexia en los adolescentes. Ella desde su blog recoge testimonios de otras enfermas y pacientes. Se inició en esa época en grupos de teatro. Dejó la música y se licenció en filología inglesa por la Universidad de Deusto y cursó un diploma en edición y publicación de textos. Ella empezó a escribir Irlanda y Melocotones helados en el trayecto que hacía el autobús, el metro y el bote que comunica la margen izquierda del gran Bilbao con la margen derecha. Luego ella ha dirigido sus estudios al mundo empresarial creando su propia editorial y siendo imagen de la marca Kukusumuak de la que ha diseñado los dibujos. A los 25 gana el Planeta siendo la autora más joven en conseguirlo. Su primera novela, de adolescencia, es Irlanda, la historia de dos primas celosas que acaba en asesinato. Esta novela recibió el premio Milepage que dan los libreros franceses a la mejor novela extranjera. en las obras anteriores evocaba, mientras que en ésta describo más los espacios físicos y a los personajes
En la novela
Melocotones Helados, Elsa, una joven pintora, se ha visto obligada a abandonar
su casa ante unas amenazas de muerte que no entiende muy bien. Entonces se
marcha a otra ciudad a vivir con su abuelo. En esa suerte de exilio que nadie
desea tomar en serio, Elsa se adentra en las intricadas relaciones humanas, que
había descuidado para dedicarse a la pintura, y se mueve entre la propia
historia de su familia y, sobre todo, la de una prima con la que comparte
nombre y apellidos. De ese modo se enfrenta a su fragilidad, a los errores, a
la mezcla de identidades, a vivir una vida equivocada sin saberlo. Melocotones
helados trata de tres primas; una que sufre anorexia, otra que se pierde en el
bosque y es violada y otra que es pintora. Las tres se llaman Elsa. En esta
novela describe la vida de unos pasteleros en una panadería y de cómo en la
guerra civil muchos hombres creaban matrimonios paralelos.
Luego empezó a aparecer en antologías como
Vidas de Mujer (99) lo del amor es un cuento (2000) ser mujer en temas de hoy,
fobias, ni Ariadnas ni Penélopes, mujeres de sol a sol, sobre railes o todo un
placer. Colabora para el País, la Razón, el Mundo o público. Espido Freire es
poeta (su poemario Aland la blanca
que es puramente gótico), filóloga (sus trabajos sobre el cantar de los
nibelungos), ensayista (primer amor donde
se adentra en la
morfología, la semiótica y los roles de los cuentos infantiles o los malos del cuento donde reflexiona sobre
el amor y la maldad en los personajes literarios y de cuentos de hadas y
sobre las relaciones de pareja) y las ya
citadas sobre la bulimia; cuando comer
es un infierno y quería volar. También tiene un ensayo sobre el mileurismo (nos quejábamos de esos sueldos de mil
e, y ahora, con sueldos de 300 ya quisiéramos tenerlos)
Es además
cuentista) pero sobretodo novelista. Es traductora literaria y colaboradora en
radio del espacio Julia en la onda de onda cero e incluso ha salido en Tv. Ya
en sus años universitarios estaba involucrada en talleres literarios. Su
maestra y amiga fue Ana María Matute y siente verdadera admiración por Carmen
Martin Gaite. Le interesa el mundo de los cuentos y la fantasía y el de la
educación y la pedagogía. Ha impartido cursos de creación literaria en diversas
universidades españolas e internacionales. Pretende crear una escuela de
escritura con títulos equivalentes a los estudios universitarios. Y es que hoy
en día nadie te enseña a escribir.
Es una de
las voces más interesantes de la narrativa española. Ha sido traducida a muchos
idiomas. También ha recibido el premio que leer. Su obra siempre habla de la
fascinación por el mal, el mundo infantil a
veces cruel y siempre mágico y simbólico. Crea mundos fantásticos como
en Donde siempre es Octubre, que hay
una bruja, una hada y distintos personajes fantásticos. Su narrativa sobre
pueblos envueltos en fantasía se podría calificar de gótica pues sigue la
corriente literaria de las sureñas Carson
Mac Cullers o los cuentos de Flanery
Connors siempre sobre entornos rurales envueltos en lo fantasioso. La
novela Irlanda tiene cierta influencia de Françoise
Sagan, su forma de escribir fresca, sencilla y limpia. Ella empezó escribiendo sobre mundos
fantásticos para evitar la investigación en datos históricos o sociológicos,
pero en su novela La flor del Norte
hace una incursión en la novela histórica y documentada hablándonos de una
reina extranjera en la corte española. Escribir de mundos inventados resulta
más sencillo que describir la realidad.
Espido
freire es defensora del feminismo, los derechos de los animales, y participó en
Cataluña en los movimientos contra la tauromaquia. Forma parte del colectivo
artístico que fundó el vasco Fernando Marías llamado Hijos de Mary Shelley.
Homenajeó a la pionera feminista Mary Wollstonecraft en su libro Hijas del
Horizonte. Ha escrito libros corales de relatos junto a Lucia Etxebarria
(algunos las consideran enemigas pues ambas son sucesoras de Matute pero cada
una de una forma; Lucia Etxebarria es la parte trasgresora, de izquierdas y
kronen, “la chica mala”. Y Espido Freire la monjita, la religiosa, la de
derechas “la chica Buena”) Espido Freire ha escrito también un libro Para vos nací sobre Santa Teresa este
año que se celebra su 500 años. (al igual que el libro que le dedicó Juan
Manuel de Prada, el escritor de Baracaldo amigo de Espido Freire) Tanto Espido
como Juan Manuel de Prada o Almodóvar
aparecen en la novela de Lucia
Etxebarria De todo lo visible y lo invisible, premio primavera. Esta novela
trata de la fama, de una directora de cine y escritora que es la propia Lucia y
de los otros famosos que se encuentra en Madrid. En el 2006 Espido funda su propia empresa,
una escuela literaria con sede en Madrid, donde imparte talleres literarios.
Este proyecto incluso se comerció en los quioscos. La autora mandaba un curso
de taller literario a través de fascículos coleccionables y a un precio
modesto. El proyecto se llamó E F, sus iniciales.
Novela
Donde siempre es octubre (Barcelona, Seix
Barral, 1999).
La diosa del pubis azul (Barcelona, Planeta, 2005). En colaboración
con Raúl del Pozo.
Soria Moria (XXXIX Premio Ateneo de Sevilla); Sevilla,
Algaida Editores, 2007.
Hijos del fin del mundo: De Roncesvalles a Finisterre (IV Premio Llanes de Viajes);
(Madrid,
Imagine Ediciones, 2009).
La flor del Norte (Barcelona, Planeta, 2011). 361
páginas, ISBN
978-84-08-09951-2.
Relatos
El tiempo huye (Premio NH, 2001). Cuentos
malvados (Madrid,
Punto de Lectura, 2003).
Juegos míos (Madrid, Alfaguara, 2004). 256
páginas, ISBN
84-204-0125-0.
"Pájaros" en Todo un placer. Antología de
relatos eróticos femeninos (Córdoba, Berenice, 2005)
"La piel y el animal" en Lo que los hombres no
saben... el sexo contado por las mujeres (Madrid, Martínez Roca, 2009)
Ensayo
Primer amor (Madrid,
Temas de Hoy, 2000).Los
malos del cuento. Cómo sobrevivir entre personas tóxicas (Barcelona, Editorial Ariel, 2013.
Cuando comer es un infierno. Confesiones de una bulímica (Madrid,
El País-Aguilar, 2002.
Quería volar (Madrid, Ariel, 2014).
Mileuristas: cuerpo, alma y mente de la generación de los 1000
euros (Barcelona, Editorial Ariel, 2006). Mileuristas
II: la generación de las mil emociones (Barcelona, Editorial Ariel, 2008).
Su vocación literaria
En las
conferencias Espido habla de que la fuerza de la voluntad puede más que el
vapor, la electricidad o la energía atómica. Esto lo decía Einstein. Habla de
como nació en ella su vocación literaria. Ella asistió a un colegio de monjas.
Y al contrario que mucha gente ella tuvo un buen recuerdo de ellas, la ayudaron
mucho en sus crisis. Espido nos puede parecer reaccionaria porque se considera
religiosa. En un mundo dominado por ingenieros y empresarios, los filólogos y
teólogos y humanistas parecen condenados al silencio. Ella no sabía que hacer
con su vida mientras sus compañeros estudiaban cosas serías y la decían que iba
a acabar bajo un puente. Y es que ya
decía Oscar Wilde que la tragedia de los otros es siempre de una banalidad
desesperante. Sus amigas querían hacer
un erasmus, un módulo o una beca a Ny y ella en cambio sólo (y no es poco)
quería ser escritora. Los sueños de sus compañeras de colegio eran más
realistas que el suyo. El profesor la respondió; ¡ay lecherita, de sueños
también se vive! Nadie en su familia o en su grupo de amigos podía imaginar la
escritora en la que luego se convertiría. Ella, una chica gordita y tímida, se
lo pasaba genial escribiendo las redacciones del colegio. Ella era la única que
leía los libros que los profesores recomendaban leer. Era muy aplicada, lo que
se llama una empollona. Su familia no era burguesa, era hija de obreros y nieta
de labradores de Llodio pero lo de ser pija era más una pose cultural que
económica. La gustaba vestir bien y para ella la frivolidad no se reñía con la
seriedad intelectual. Espido se recuerda así misma tímida peor también engreída
y chula. Algo de ego hay que tener cuando el éxito esta de tu parte.
No le
gustaba la fonética o la lingüística del inglés pero sí la cultura inglesa; las
baladas de Keats, el ciclo artúrico, las novelas de las Bronte o de las Austen.
Sus novios en la universidad fueron un poeta, un abogado y un historiador que
quería que le apadrinase García de Cortázar para recopilar junto a él datos
sacados de los archivos de Simancas. La gustaban las humanidades y se planteó
hacerse maestra o estudiar filosofía y letras como Carme n Laforet o la Gaite o
las mujeres del 50. Se planteó hacer oposiciones. Pero tampoco quería acabar de
profesora de filosofía. Desde niña viajó por todo el mundo; París, Londres,
China, Usa… Hay que tener voluntad en una sociedad del éxito fácil y talento, mucho
talento para usar la palabra determinada en el momento preciso de la novela.
Estudió con Víctor García de la concha. Y recibió una beca a Escandinavia con
Gaarder, el autor del mundo de Sofía. Allí descubriría ese paisaje de hielo
romántico que la dejó anonadada.
Espido
habló de que los futuros líderes en la economía o el derecho o en la política
han de hablar con propiedad y que mejor líder que el líder humanista. Su ideal
del humanismo es casi renacentista, el hombre que debía saber de todo, que lo
mismo era artista que científico. Ella misma es un poco así, nos parece una
geisha que educa a los empresarios sobre arte o da capsulas de cultura a los
ingenieros especializados de los que se quejaba Ortega y Gasset en la rebelión
de las masas. Espido recomendó a los jóvenes estudiar derecho o filología y
saber idiomas. Y viajar mucho. Ella ha tenido la suerte de trabajar en lo que
ha estudiado. Mucha gente estudia una carrera y acaba en un mc Donald. Su
sentido del humor no es propio de los empresarios sino de los humanistas. Ya
decía Moss Kanter que mi innovación es tu dolor de cabeza
El mundo de
Espido fue durante años la música, el inglés y la literatura. Aunque avancemos
tecnológicamente las humanidades son importantes porque suponen un suministro
de contenidos. Espido ante el problema de esta crisis se remitió a ese consejo
del refranero popular; dame fuerza para cambiar lo que se puede, serenidad para
aceptar lo q no se puede y sabiduría para saber distinguir lo que se puede y lo
que no. Si el problema tiene solución bien, y si no la tiene…¿para qué
preocuparse?.
Espido se
va a mundos de fantasía pero no olvida el compromiso social como en sus dos
ensayo de los mileuristas que habla de política, del conflicto vasco o de la
crisis. Habló de nuestra sociedad pop, mimética, de reproducción, donde se
reproducen bolsos de Prada y domina la publicidad frente al mensaje humanista.
Habló del impulso económico que va a dar Oriente al mundo occidental. . Espido habló de Marta Robles y de Lourdes
Ventura, otra amiga que ha sacado el libro el parpado de Bécquer.
Espido no
viene de la burguesía catalana ni de la transición madrileña y sin embargo
extraña que una autora tan joven, proveniente del mundo de la música y no del
literario, se haya hecho un espacio tan rápidamente en el mundo cultural.
Espido se reconoce caótica, desordenada. Leía y escribía varias novelas a la
vez. Tener esa cultura y a la vez ser tan modesta, tan competente, simpática y
maravillosa. Espido tiene un tercer ojo para lo comercial, para saber vender su
producto; la fantasía. que es una inversión en intangible, como decía cierta
ministra. Como buena catadora de vinos Espido compara la creación de novelas
con la cata de un rioja; la primera copa se saborea, la segunda se degusta, la
tercera nos pierde y la cuarta nos hace ridículos. Y allí está el secreto de su
escritora, saber escanciar el argumento, los personajes, la trama, como si
fuera la mejor cosecha.
Espido no
vive en una torre de marfil del escritor aunque escriba sobre mundos
inventados, es capaz de gestionar una empresa. Sus intereses humanistas abarcan
no sólo la literatura sino el arte, la mitología, la filosofía o la religión.
Por eso creó Emasex, la escuela literaria que forma ejecutivos y presentadores
de informativos con mucha cultura. Habló de las revistas de moda (Vogue,
vanity, fair, mary clair) para las que también ha trabajado y los desfiles de
moda. Ella ha cultivado la entrevista, el reportaje, la opinión y todos la quieren.
Trabajó
para el periódico público y el periódico Adn que eran gratuitos. El editor
proponía temas, difícil chistarle, o escribes esto o te vas. Espido ha caído
alguna vez en la autocensura también. Sin embargo, desvía el tema pues a Laura
no le gusta hablar de política ni de deporte. “creo que hay que abanderarse de
algo, tomar partido por unas cuantas causas justas y defenderlas a muerte”
reconoce. Así empezó a escribir artículos de opinión para Adn, cada vez más
cortos. Te dan 2 mil caracteres y tienes que escribir tu opinión pero siempre
haciendo mella en lo positivo. De esos artículos le vino la idea de crear un
blog personal. Al principio publicó sus mini cuentos en la página web de Fnac
junto a muchos otros escritores pero al final se pasó al blog personal donde se
auto edita cuentos- haikus, cortos. Ni su propio padre pensaba que lograría
este reconocimiento cuando la llevó al Gorbea y la propuso prepararse para unas
oposiciones.
Sin
embargo, desalentó a los jóvenes escritores; con la poesía, que es minoritaria,
nadie se hace rico, necesitas tiempo y dinero, cuanto estas dispuesto a
invertir, ¿merece la pena?- Escribir es una inversión económica. Has de
renunciar a la intimidad e incluso a la
vida personal. Espido no tiene novio formal ni hijos y solo un par de veces a
la semana puede ver a sus amigos. La fama la requiere. Muchas veces se ha
enfrentado y opuesto a la crítica. Es muy difícil vivir de la escritura,
insiste. Hay muchos escritores que se regodean en el hecho de escribir pero
ella no lee ni lo que ha publicado. Es difícil abrirse paso en este mundo, hay
que buscar editorial, agente y distribución. A ella le tocó un buen momento en
el que buscaban publicar jóvenes autores que escribieran sobre temas de
fantasía. Ganar premios y concursos y publicar donde sea te hace ganar una
seguridad en ti mismo enorme. Cuando
ganó el ateneo de Sevilla con flor del norte y el premio de la revista que leer
(de divulgación literaria) no podía ni creérselo. La atacaron, la dijeron que
era demasiado joven, los críticos a veces se meten hasta con su físico. Fue el
boca a boca y la reacción del público y la critica la que la catapultó a la
fama. Y al final te conviertes en una imagen de marca, hecha por unos
diseñadores.
A Espido la
encantaba viajar, sabe varios idiomas. A Inglaterra fue para documentarse sobre
su ensayo de las hermanas Bronte. Lee un libro al día. No tiene tiempo para la familia
o los amigos entre tantas conferencias y compromisos. Es una lectora
empedernida. Hay libros que se queda, hay libros que están bien pero para otros
y los regala y hay libros que te da pena el árbol que ha muerto y hay que echar
al reciclaje. Igual que el pobre se come la última miga de pan, un libro bueno
hay que devolverlo a la biblioteca y que este siempre en circulación. Espido
habló de las novelas actuales de autoayuda y chamanismo, del don juan de Castaneda,
lecciones del misterioso don juan y de Pablo Coelho. A ella no le desagradan
estos libros que nos siguen hablando del alma, como en tiempos de Santa Teresa.
La gustan los libros que cuentan la realidad, no los que te acunan y te imponen
una realidad. Entre sus libros favoritos esta Dickens pero también Tolkien, la
ciencia ficción de Bradbury o las leyendas y mitos griegos o la revisión que
los románticos hacen de la edad medía (Arturo, Merlin y demás) Ella ha escrito
literatura juvenil para adultos pero no quiere que la encasillen como a Matute
en escritora infantil. Escribo para jóvenes o adúlteros, población
significativa de adultos. La gusta mucho los libros de mundo disco de Terry
Pacher, Crepúsculo, Harry Potter. O los clásicos del barco de vapor. Espido nos puede guiar en un canon de gustos
literarios. Es consciente de que sus libros son para minorías.
Espido
habló también de un loco que la espiaba.
Entró en su correo electrónico y Messenger. Se
citó con ella a las 5 en la Biblioteca Nacional. Y le dijo; todo el
mundo me ha traicionado, sólo me quedas tú, necesito interjección para la
embajada americana, alemana.
Ella le
respondió que no tenía nada que ver con la embajada. Laura pensó que era un
pirado, un psicópata. Para esta gente debería haber órdenes de alejamiento. Ese
personaje se obsesionó con ella. Salía de su casa y le espiaba. Se trataba de
un loco que entra y sale de los psiquiátricos. Y la sigue. ¿Te acuerdas de mí?,
la dice. No, lo siento mucho y le agradecería que se fuese. Sonriente y amable
le responde eso. Es un esquizofrénico relativamente peligroso
Espido
Freire en la noche de los libros (contestación madrileña a san Jordi de Barcelona)
habló de internet en el mundo laboral y se posicionó a favor de las redes
sociales pero también es cierto que ahora se envían cartas con faltas de
ortografía, el sello cuesta caro y se
mandan
archivos audiovisuales. Ella tiene su propia empresa en Internet. Habló de los concursos
de auto rendimiento como fama o operación triunfo donde los concursantes bailan
y cantan, chavales que se convierten en
profesionales de la noche a la mañana. Recomienda a sus alumnos que hagan blogs
y den sus opiniones. Al periódico el Público no le gustó la idea de publicar on
line sus artículos. la lectura en blog siempre en diagonal y se desconecta la
atención. Por lo que siguen siendo mejor los libros en formato papel
tradicionales. En esta sociedad de la imagen a través de las redes sociales nos
espiamos unos a otros y en la era de la comunicación seguimos siendo tímidos.
Internet pone al alcance nuestro toda la cultura universal y que todos sepamos
de todo. Los escritores se visitan unos a otros los blogs y se establecen redes
de poder donde dicen lo bueno que es el blog del amigo. Y esto posibilita la
conexión entre escritores como
antiguamente en las tertulias del café Gijón. Podemos caer en una patología del
blog. La cultura sigue siendo elitista, aristocrática y meritocracia. Mi
opinión como escritor no vale lo mismo que la de cualquier anónimo. Tengo
derecho a opinar y mi opinión es válida pero no tiene por qué ser verdadera. En
los artículos para el periódico Publico la obligan a escribir siempre de forma
positiva y muchas veces se malinterpreta. En una hora puede escribir 10 folios,
es muy rápida escribiendo. De hecho tiene 18 libros publicados. Sigue
desconfiando de la crítica literaria que es dispersa. Espido es muy prolífica pero
se sigue angustiando al escribir. Es crítica con el grupo para el que trabaja.
Se fue de un periódico porque no quería escribir un artículo pro PSOE. Los blog
son para Espido una universidad colosal gracias a la nueva tecnología. Esto le
ha permitido publicar en Internet y distribuir sus libros entre escritores,
lectores y el mundo editorial.
A Espido le
interesan autores clásicos como Gracián y Montaigne, o los cuentos de Lautremoc
y es ya una escritora consagrada.
Espido habló de su escuela meta
literaria, de cómo las historias deben ser complacientes, de la atmosfera, los
personajes y la intención. Para escribir guiones o hacer publicidad, sea un
cuento o un anuncio debe ser bien contado. La publicidad es una forma de
manipulación y prostitución de la poesía pero el cuento entraña una manipulación
legítima. Siempre debe respetarse la inteligencia del lector, lo importante es
el lector. El mensaje privado y particular del autor debe llegar al lector que
debe estar motivado y conocer al autor.
Espido ha trabajado para publicidad
y ha tenido que imponer ideologías y estilos de vida. En márquetin no se vende
el yogur completo sino algo abstracto, la marca de yogur. Es un oficio seudo
artístico, donde es muy importante vender la idea.
Los cuentos de Espido tienen
máximo de extensión 5 folios y la novela 500. El cuento surge por revelación,
es más fácil contar una historia en un cuento que en una novela. El fotógrafo
parte de las imágenes y el escritor de novela de un argumento y del estilo
literario. Solo cuenta con su talento e ingenio. El escritor es una persona
atormentada por los conflictos. Todos los personajes son el propio autor, todos
tienen algo de él. El lector es invisible, no debe importar qué lector le lea
al buen escritor.
La novela tiene que combinar
descripciones, diálogos, narraciones de acción. Y tener un final redondo para
quedarse satisfecha de una novela. Espido ha publicado novelas cortas como
Irlanda, Diabulus música, Soira Moira o donde siempre es octubre. La novela
tiene saltos delante y detrás, es importante manejar los tiempos que es el
recurso para contar la historia; alejarse, regresar, volver... Para escribir la
flor del Norte se documentó sobre la princesa y después con esos datos la
vistió o disfrazó.

La obra de
Espido recuerda a los libros de hadas, a los ciclos artúricos, a las novelas
fantásticas, a los hispanoamericanos, a libros modernistas, al prerrafaelismo
inglés y al surrealismo figurativo. La literatura de Espido Freire es la
literatura del siglo que viene, o del milenio que viene, porque esa literatura
que viene será fantástica
Respecto a los cuentos infantiles, tanto los escritos como los orales (a los que ella estuvo muy próxima en su infancia gallega), Freire se declara una forofa absoluta, y dice que no distingue nacionalidades (pero sí géneros) y que los sigue leyendo. "Los cuentos están llenos de enseñanzas afectivas y de consejos para la vida. Las fábulas guardan las claves morales. Los mitos y las sagas dejan descubrir las raíces sociales. Todos, de una forma o de otra, contienen atrocidades, pero, desgraciadamente, se han ido edulcorando con el tiempo". ¿Desgraciadamente? "Claro, a los niños les encanta la escatología, el sexo, el miedo, y no les queda ningún trauma por oír historias crueles o explícitas. La inocencia de los niños es una falsedad, una mentira". Y algunos de los cuentos más célebres, dice Freire, son "un verdadero catálogo de consejos, un manual de cómo comportarse en el futuro, incluso una guía de caza, acoso y derribo para niñas en edad de ligar. La bella durmiente y Cenicienta son sendos manuales de seducción. Cenicienta es activa: incita, provoca y consigue. Trabaja mucho, el sábado se pone guapa, se va a bailar a la discoteca, conoce a un chico, le deja el teléfono (el zapato) y se marcha. Él rastrea un poco y al final la encuentra. La bella es mona y pasiva. La típica que espera sentada en un rincón". Espido freire sigue contándonos cuentos. Si quieren oír a esta Sheresade visiten su blog personal; www.espidofreire.com/ o espidofreireblog.com
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