Sartre es el filosofo
existencialista por antonomasia. Para él el ser está condenado a ser libre, lo
que conlleva elegir y a veces equivocarse. Somos seres en si, existimos, y para
si, abocados a la muerte (como en Heidegger, nihilista oscuro de la
negatividad) el ser es el que será, y
huimos del ser, porque sabemos que es temporal, que nuestra condena es la
muerte.
Proyectamos nuestro Yo ideal en
la temporalidad. Esto quiere decir que su filosofía es vitalista y no sistémica,
como la de Hegel. Su filosofía es un proyecto de vida. Por eso se la engloba
dentro del vitalismo. Sartre lo resume con su frase; la existencia precede a la
esencia. Es decir, primero existimos y vivimos y luego filosofamos. Toda filosofía,
y esto lo adelantaba Nietzsche, parte de la imaginación de unos hombres de
carne y hueso. Por lo que ni la filosofía ni la ciencia tienen la verdad. Ya decía
Nietzsche, que era filólogo, que él más que filosofía hacía prosa poética. Aunque
esto no gustaría mucho a Platón, que creía su filosofía la Verdad suprema y
algo científico y que desterró a los poetas. A partir de Nietzsche la filosofía
contemporánea reniega de Platón, como la obra Matar a Platón de la filosofa
Chantay Mallard.
Es por ello que Sartre se expresó
en el género literario además del ensayo, siendo su obra más famosa la Nausea. En
la Nausea el protagonista es una caricatura de Descartes, sólo que va un paso
más allá del giro cartesiano; pienso luego existo. Primero existo y luego
pienso, parece querernos decir Sartre. El protagonista es un filósofo en crisis
que se sienta en los cafés de París y de pronto empieza a ver con vida propia a
los objetos. Sartre nos habla de que el sujeto, el individuo, es más importante
que su objeto, su realidad. Por ello Sartre es abiertamente ateo. Lo importante
para Sartre, (al igual que para los griegos o los renacentistas o los
ilustrados o toda la era contemporánea), es el sujeto en libertad. Libertad que
supone una responsabilidad, individual y social. Social sobre todo, por lo que
el filósofo o escritor es también activista, es un intelectual comprometido con
la causa política, que se implica y moja con su realidad. Ya desde Zola,
también francés, ha surgido esta visión del intelectual comprometido. Él mismo perteneció a la Resistencia Francesa,
militó en el Partido Comunista y dejó frases como el “infierno son los otros”.
Es decir, el hombre como animal social esta enfrentado a su comunidad., y surge
el conflicto kafkiano con la autoridad (paterna, o estatal, patriarcal) El
hombre enfrentado a Dios Padre. Hoy en día diríamos que el infierno sé mua, que
el infierno es cada uno de nosotros.
El protagonista de la Nausea
tiene mucho del propio Sartre. Sus relaciones abiertas con estudiantes, su
matrimonio de amor libre con la feminista y filosofa Simone de Beavour, su
compañera en la vida y de tertulias en el café de Flore. Incluso hay un
personaje llamado el autodidacta al que echan de la biblioteca.
Somos seres conscientes pero el
mayor consciente es Dios y deseamos ser como él, el proyecto imposible de ser
un super hombre. Por tanto la vida del hombre es una pasión inútil y el mundo
no tiene ningún sentido, más que él que inventamos, el que le damos. Desde Soren
Kinkegaard el existencialismo nos habla de esto, de la falta de proyecto, del
sin sentido de esta vida. Todo proyecto de futurición resulta al final algo fútil
porque nos espera la muerte. Esa angustia del hombre le hace querer ser dios,
pero somos como moscas pegadas en una telaraña y la araña que nos devorará es
el tiempo. Esto se ve en su obra Las moscas. Inventamos un Dios por esa
angustia metafísica y existencial del hombre, por eso le inventamos a nuestra
viva imagen y semejanza.
Su filosofía es una filosofía de
lña libertad, de creencia y religión, social, de emancipación de la mujer, de
socialismo y marxismo. Sartre rechazó el premio Nobel, que se lo dieron a Camus,
por esa rebeldía social contra todo. El intelectual siempre en malestar con su
sociedad (como vio Freud) inventa sus sistemas filosóficos, en el caso de
Sartre no nacidos del resentimiento católico sino del deseo de Libertad. Libertad condenada a una responsabilidad.
Sartre fundó en el 45 la revista
tiempos modernos, tradujo a Baudelaire (flores del mal) e hizo una biografia de
él y de Flaubert llamada “el tonto de la familia”. El escritor como una persona
débil, como era Flaubert en su infancia o Proust. El tonto de la familia nos
remite al idiota de Dostoyesky, ese príncipe
del que todos se ríen. Y es que muchas veces se ha dado el caso del escritor príncipe,
del escritor burgués, que sin embargo tiene un ideario libertario. Pienso por
ejemplo en Nietzsche, Tolstoi o Bakunin que tenían títulos nobiliarios,
principescos. Bakunin era un príncipe anarquista. Sartre siempre estuvo en la
barricada, apoyando la Revolución. En su critica de la razón dialéctica critica
el marxismo totalizador y unitario de entonces (seguidor del sistema unitario
de Hegel; todo lo real es racional y lo racional es real) y critica también el
concepto de razón kantiana. Estuvo en el partido comunista del 50 al 56. Se apuntó
a la invasión soviética a Hungría, la apoyó en sus columnas. Escribió sobre el
fantasma de Stalin. En el 67 condena la guerra de Corea y Vietnam pero será en
Mayo del 68 donde más se posicione políticamente, siempre con un ideario
cercano a la izquierda comunista. Maestro libertario y utópico, su pensamiento
influyó en la escuela de Frankfurt (Erik Fromm, Marcuse, Adorno…) y en los filósofos
postmodernos, y existencialistas.
Sarttre estaba ciego de un ojo
desde los 3 años, y tuvo hemorragias en el ojo sano. Nos queda la imagen de él
como la de un hombre feo y menudo, con sus gafas de culo de vaso. Por suerte su
problema no le impidió leer y escribir. Es famoso por sus discursos, su
apariciones públicas, sus declaraciones, entrevistas y testimonios y por dejar
frases lapidarias como el hombre esta condenado a ser libre. Simone de Beavour le acompañó toda su vida, un pacto de
amor libre en la que ambos tenían amantes y ambos eran feministas. Sartre murió
el 15 de abril de 1980. 20 mil personas asistieron a su entierro. Sartre es el
ejemplo de autenticidad y compromiso. El autor del ser y la Nada, y un icono
cultural. Sus ideas políticas estaban siempre en contra de los regímenes totalitarios
fueran de la ideología que fueran. Apoyó a los países del Este, Polonia y Checoslovaquia
y por supuesto que tuvo sus equivocaciones políticas. Otra de sus obras es
el Existencialismo es un humanismo que
sigue con su idea de que es antes la existencia que la esencia. Fue antes el
huevo o la gallina. Nos definimos por nuestros actos, esto nos da
responsabilidad. Hemos de dirigir nuestras vidas con razón autónoma y no heterónoma
(impuesta desde fuera como la religión o el estado) Dirigirlas sin un principio
superior. Pero que miedo da a veces la
libertad. Ante el miedo a la libertad (erik froomm) pedimos al cielo unas
cadenas. Afirmar la libertad individual, la creatividad y nuestros propios
valores. Es más importante lo dionisiaco, la vida, que lo apolíneo; la abstracción,
la sistematización.. Ahí queda este
hombre bueno como un ejemplo moral y un filosofo imprescindible en la historia.
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