sábado, 5 de marzo de 2016

¿QUE SIGNIFICA SER CIUDADANO EUROPEO?


¡Los europeos queremos ser ciudadanos de la polis! Ha llegado nuestro éxodo rural. Kavafis escribió sobre las Ítacas que buscamos sin hallar “Dijiste; Iré a otra ciudad, iré a otro mar” Hoy atisbamos ese puerto; Mezcolanza de Culturas. Si algo nos caracteriza como europeos es el deseo de volar y viajar, posarnos sobre las ciudades como golondrinas en los canalones, aves de paso con las alas de la libertad.

Ser Europeo es llevar tu ciudad en la sangre, pero llevarla por todas las ciudades. Ser europeo es realizar el camino de Santiago y peregrinar a Roma. Lo importante de este camino no es la meta, sino el camino per se. No importa a donde va la Unión Europea; si no deja un sólo día de defender su ancestral democracia, Europa llegará a Itaca. Visitará Jena y su filosofía, Brujas y su corazón abierto al mar, llorará inundaciones en Venecia, pasará los otoños en Lisboa y las primaveras en París. Europa olvidará todo espectro del pasado, solo quedará el monstruo del lago Ness y el del lago Leman (En Ginebra); Frankestein. Europa, como este nuevo Prometeo, ostentará el fuego concedido por los dioses, en las Olimpiadas, mas no lo disparará desde su arco, no incendiará los bosques, no arderá más Roma y... Guernica jamás volverá a ser ceniza de árbol. Pasearemos por las calles del Ulster sin temor, no escaparemos más de humos y sirenas en avisperos bélicos. La democracia griega nos recorrerá cada poro de la piel. Nuestras cejas serán arcos bizantinos nunca fruncidos, nuestras lenguas viaductos de paz y las manos; puentes entre naciones, sobre el Sena de las sonrisas.  ¿Dónde encontráremos los proyectos megalómanos de Carlomagno o Napoleón?  Preguntemos en los cementerios. Nuestros muertos desbordan sus tumbas, susurrando que no repitamos errores. Estos muertos siembran a “la vieja cortejada de Zeus” (Europa) de un reguero de sangre que sólo las lágrimas de un niño lograrán barrer. Ese niño inocente de las culpas del pasado, será la nueva  Europa. Recién concebida como rayo de luz en un claustro tenebroso, aceptará a todos los países, no por sus ropas, sino por tolerancia, como los críos aceptan a todos en el corro de la patata.

Europa no conoce este juego infantil tan popular en la España que se hartó de jugar a la guerra. Este corro de manos extendidas rodeará nuestro continente, circunferencia sobre bordes picudos y depresiones de la geografía. El circulo se abrirá al infinito, aceptando a todos los que se presten a él.  ¡Levantemos las ruinas de Atenas!

¡restauraremos la democracia como gobierno de los niños y no de Papá Estado!, como gobierno del pueblo y no de los tiranos. Construyamos polis cosmopolitas, ciudades que no se coman su historia ni en ella se anclen. Ciudades tejidas de la tela de la libertad, laberintos, donde volar y viajar, serán uno y serán PAZ. 

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