Hoy
se celebra el día del orgullo gay y esto me hace reflexionar sobre cómo hemos
convertido una opción sexual en un estilo de vivir, una way of live. Ya desde
niños se margina al raro, al diferente. Vivimos en una dictadura de las
apariencias y frivolidades y todo lo que escape al pensamiento único y
homogéneo es rechazado. Pero el mundo gay en vez de luchar contra esta
globalización de lo políticamente correcto, se ha adaptado al sistema
convirtiéndose en otra moda más. Ser gay mola, hay que vestir de marca, llevar
tal gafas, tal bolso, toda una estética de lo kitzh donde la tv y los anuncios
dictan como deben vestirse, donde comprar, donde relacionarse, y donde han de
vivir, apartándoles a todos en barrios o gettos específicos para gays. Los
medios de comunicación lanzan implícitos mensajes subliminales de cómo hemos de
vestirnos y comportarnos. Asociamos el mundo gay a las locas, a la pluma, a la
gente bien vestida, bien maquillada, bien guapa, bien superficial. Es un
tópico. El otro tópico es ver al homosexual como un camionero, un viejo verde o
una bollera vieja y gorda. Nos quedamos en lo superficial, en lo externo y
aparente, rendir culto al cuerpo y a la moda. Ya no importa ser bueno sino
estar bueno, y algunos hacemos el ridículo en el gimnasio como un pato Donald mareado
o un ratón Mickey en la polea conductista de esas maquinas para fustigarnos en
el gimnasio. La vigorexia es otra nueva enfermedad del hombre contemporáneo, ¿y
por qué esa necesidad de cultivar el cuerpo hasta sentirse deformado, hasta
lograr la imagen que nos impone el mercado? A veces olvidamos cultivar el alma.
Ir al gimnasio, hacer dietas, cuidarse y tratarse la piel para ser un hombre
andrógino, aniñado y metro sexual. Los metro sexuales son los que les mide un
metro. Y muchas veces los homófobos se meten también con la gente afeminada,
que puede o no ser homosexual, y es que el homofobia es a la vez machista y
rechaza valores femeninos tan loables como la creatividad, la intuición o el
desarrollo del hemisferio derecho del cerebro. Yo creo que la opción sexual no determina
nuestra personalidad pero sí que la mujer y el homosexual tienen una
sensibilidad especial, quizá porque culturalmente, educacionalmente, la han ido
desarrollando. Las empresas saben como dirigirse a estos colectivos que no
dejan de ser un sector de mercado, un target importante, clientes potenciales
de sus productos cosméticos y demás. Las
personas somos sociales por naturaleza, y eso hace que nos convirtamos en
ovejas gregarias del rebaño y establezcamos roles sociales y mascaras. Ante
esta uniformidad gris no me extraña que surjan tribus urbanas, y cada vez más
distintivas, estrafalarias si se quiere. Esta necesidad de llamar la atención y
reivindicar ser distinto es explicable y excusable en un mundo cada vez más
impersonal y deshumanizado. Una cresta punki es un grito catártico en la
cotidianidad del metro, y en la sana diferencia esta la riqueza ¿no?. Teniéndolo tan claro todos, no entiendo
entonces las marginaciones en los colegios, los puestos de trabajo que se
cierran a transexuales y la confusión de conceptos que existen entre
travestismo, transexual, homosexual y gay.
Los
travestíes son hombres(No necesariamente de otra orientación sexual)
disfrazados de andrógino (Entre hombre y mujer) generalmente por provocación o
como espectáculo pagado - ejemplo la Ochoa, felinis -. Los transexuales se
visten de mujer, se operan porque han nacido en el cuerpo equivocado- ejemplo
Bibiana Fernández - y la homosexualidad si es una tendencia sexual; gays y
lesbianas. Aunque ahora también puedes ser tras genero, o no sentirte ni hombre
ni mujer sino humano.
¿Deberíamos
preguntarnos porque surgen tantas y diferentes tribus- góticos, snobs, frikis,
nuevos románticos, raperos...- , algo que ha sucedido en todas las épocas
–gentleman, bohemios, burgueses...- o mejor por qué esa necesidad de etiquetas?
¿Es
de nuevo el aburguesamiento y aburrimiento de una sociedad que de Hippie pasó a
Yuppie y de ahí a BOhemius BOrgueus o sólo y de nuevo nuestros prejuicios y
tópicos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario