Elvira Lindo es novelista,
escribe novelas de adulto, es más conocida por su Manolito, para niños. No sé
si ahora lo haría, lo ha publicado en las nuevas colecciones en edición de adultos
porque no quiere problemas con la censura. Vuelve a la edad de los antiguos
humoristas que ponían “para todos los públicos. De 0 a 100 años” Escribe en
España. Antes la sociedad admitía la incorreción. Leían los Manolitos con
adultos en casa. Se sirven de estos libros y hacen trabajos, se hacen nuevos
lectores. Recuerda la autora cuando presenta el libro en la librería Méndez, tanta
gente cabía en un mismo espacio… me daban las gracias por haber formado parte
de su infancia. La autora y sobretodo el personaje habían formado parte de
ellos. Y los que la homenajearon aquella
tarde a la autora no eran adultos psicópatas o pervertidos por un humor
censurable. Eran adolescentes sanos, quizá con pirsin en la lengua y tatuajes,
pero personas muy humanas que agradecían a la autora que les haya servido
manolito como patrón de identificación. En uno de los libros, Manolito va al
colegio al museo y ve desnudos de Rubens y se escandalizan los críticos. Aparecían
3 señoras desnudas. Su pequeño libro de 100 páginas ha sido el más censurado de
la literatura juvenil en Inglaterra, en inglés. hukelberry
flines es un libro
proscrito en los centros de enseñanza. Lo han condenado en EE.UU; la tierra de Guantánamo,
las pelis sangrientas, donde un menor puede acudir con sus padres a ver películas
violentas, el país que vende armas para todos, el país que invento las armas de
destrucción masiva en Irak, de Bush y de Donald Trum. Son estos EEUU vigilantes
de la moral infantil y lo acusan de sexista, machista, de incitación a la chulería.
Este país puritano mojigato lo censura por las redes sociales. Hay mucho en España
aún de demoler, castigar, amedrentar. Pero aquella tarde en la biblioteca
cuando presentó su nuevo libro, 30 mil personas (orgullosas de su capacidad de distinguir
el bien o mal) censuran a Maria Frixas, y su libro “75 consejos para sobrevivir
al colegio”. Los niños cogen malos ejemplos, pero no de libros como manolito
sino el ejemplo de sus padres conservadores y mojigatos. De sus padres les viene
ese arte de ironía, de distinguir el bien del mal, de intolerancia, de censura.
Si ha aumentado el racismo en las nuevas generaciones, esto no proviene de sus
libros sino de los propios padres. Dejen trasgredir al autor y lean un libro
gamberro, acérquense a él, que los libros no muerden
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