EL HUMOR SINIESTRO La conferencia
empieza con referencias a Martin amis el tren nocturno, a Back mirror. Vamos a
hablar del tema El humor siniestro, por ejemplo, los cuentos de Saki. Para hablar
del tema se reúnen Alicia, Pilar adon (autora de las hijas de sara, el mes más
cruel, las efímeras), Jon Bilbao (autor de como una historia de terror, bajo el
influjo del cometa o estromboli) y Sara mesa (autora de cuatro por cuatro, cicatriz
y mala letra) El humor negro se ríe de lo que la convención social o lo políticamente
correcto no se ríe. Humor que se ríe de la muerte, o la pobreza. Puede hacer
gracia o no, pero hay intención de hacer humor. En el humor siniestro se te
queda una sonrisa a medio camino y piensas ¿esto por qué tiene que ser
gracioso? ¿me tengo que reír de esto, está bien que me ría de esto?
Hablaron de la novela el inicio
de la primavera de fitserald. En el siglo xx un impresor ingles en Moscú por
razones necesita una niñera para sus hijos. Visita a un amigo suyo comerciante
de medio pelo, un advenedizo con ínfulas sociales y muchos hijos y una mujer de
sainete, que no sale porque lo de fuera lo encuentra dentro, y la cuñada que vive
con ellos. El padre trae de regalo a sus hijos un osezno, porque los niños
querían uno en el zoo. El oso no sabe bailar, esta cohibido, los niños le hacen
perrerías, le sirven vodka en un plato, el oso se emborracha. Hay una escena
tipo camarotes Marx y se caen los manteles y platos. Los críos corriendo, los criados,
la madre… el oso se incendia porque tiene vodka. El padre dice que vergüenza de
casa, todo está desordenado. Hay un oso quemándose vivo. Se intenta apagar el fuego
de la cara y se araña con las uñas. Es una escena de sainete. Un oso quemándose
vivo. ¿Me tengo que reír de esta escena? No es del todo correcto. Hay una risa
interna. Vemos la situación desde otra perspectiva. El humor juega con la inteligencia
del lector. El enfoque siempre es lateral. Ves cosas desde otro punto vista es
muchas veces poco políticamente correcto. Nos chirria, que burrada de lo que
estamos riendo. El humor negro está más vinculado a la literatura realista, a
la vida, a la realidad, a lo que sucede, los acontecimientos políticos del
presente. El humor siniestro está vinculado con la fantasía, con los cuentos de
hadas. En el comic ‘esta noche la gran cena´ se lo cenan a él. Representa el
humor más negro.
El humor es más sutil y menos
universal. Es muy subjetivo. Cada uno tenemos un sentido distinto. El siniestro
es el humor menos universal, más difícil de compartir. La situación de Kafka es
humorista. O berham, son personas obsesivas que hacen sus vidas y los de
alrededor. En una escalera aparece encerrado en una caldera aislada. El lector
es el blanco de ese tipo humor, por eso no nos hace gracia. Si se están riendo
de ti, si afecta al entorno, a la sensibilidad.. no te ríes. Siempre hay una persona
encerrada o alguien que asesinamos. En los cuentos de hadas tradicionales (no los
de Disney), del reino de fantasía, los cuentos son muy macabros; incestos, escenas de sexualidad
importante. Siempre hay que tener en cuenta que estamos en el reino de la
ficción. Se dirige al lector, es objetivo, tiene presente que esa realidad no
deja de ser una invención. Somos libres de hacer lo que queramos, mientras se
mantenga la sensación de ficción. En el cuento de la pata de cordero una mujer
mata a su marido. Es el arma homicida la pata de cordero. Ella lo cocina y se lo
da de comer a los policías que investigan el crimen. Es un juego inteligente. En la ficción te puedes permitir más cosas que
en la realidad y vida cotidiana. Es humor grueso, y al final funciona. El lector
lo acepta porque sabe que es ficción, si le metes elementos dispares en un
entorno en que el lector sabe que no se da, no lo aceptaría. Tratan mal a la
tercera edad. Trivializan las cosas. Escribimos de lo que nos duele e inquieta
con nuestra mirada de humor turbio y lateral que estamos hablando. Es una forma
de escribir, de distanciarnos, curarnos, sanarnos. Nos echan en cara que
bromeas de algo que a ti te afecta bastante. Su hermano tiene incapacidad, él
dice: “menos mal que tengo aparcamiento de tontitos”. Nadie le dice nada porque
lo ha dicho él. No tiene ninguna gracia, pero hace humor de si mismo. Le podían
decir ¡que poca sensibilidad!.
Escribimos cosas que nos
inquietan, preocupan, quitan el sueño. Salimos de lo peligroso de lo
políticamente correcto. Te lo van a reprobar, no estas siendo muy sensible. Hay
temas que no se pueden tocar vinculados al humor negro. Tienes que retractarte,
no quise decirlo. Hablar de estos temas no significa que los apoyas o hagas
alegato a favor de estos temas. A veces haces critica activa, defendiéndola,
pero no todo el mundo lo ve así. Hay que darles otro enfoque, ponerlos sobre la
mesa. Nos cohibimos y prohibimos a nosotros muchas cosas. Vemos la escritura
como espacio de libertad. El lector debe afrontarlo de la misma forma. Puede interpretarlo
como quiera el lector. Agradece que el escritor le lleve a espacios, le tome de
la mano y le lleve a ese terreno de libertad. Dejas de lado lo políticamente
correcto. El escritor ha logrado que yo me olvide de esto. Nos presenta al archienemigo
de batman o Aníbal lecter del silencio de los corderos. El autor te ha
acercado, te lleva de cerco, te lleva al zoo a ver los leones. No tienes que
flagelarte por habértelo pasado bien con un personaje en un momento dado.
Un pueblo de América profunda
recibe un ritual, se reúnen los habitantes del pueblo para promover la cosecha
y que vaya bien el cultivo. Sacan papelitos y el que le sale tiene que
someterse a algo. Te ha tocado a ti. Apedrean a la familia del papelito. New
yorker lo publicó. Cuando pensamos que esto puede ser real no veíamos el juego
un poco cruel de contarlo. No vieron que era ficción, lo toman como real. Los aspectos
generan efectos. No hay que forzarlo. Hay humor negro enfocado a reírnos y a
dar una vuelta de tuerca con intención critica. El humor siniestro es reflejo
de una mirada y una realidad. Milan kundera en su novela la broma habla del régimen
soviético. El profesor en la universidad hace una broma y le echan del partido,
de la universidad. Trabaja en la mina medio preso por una broma. Un par de
líneas perfectas; la vida es broma (calderón decía que sueño):¿Quién hay arriba
que se ríe tanto de todo?
En la primera edición de este
festival de la risa JA, en esta misma sala, Martin amis decía que no hay
diferencia entre el humor y la literatura seria, porque toda la literatura
quiere ser reflejo de una realidad. En la literatura debería haber más humor,
respetando la coherencia interna y verosimilitud de los textos. Si los autores
vemos la realidad desde un prisma que no es color de rosa, el humor que va a
aparecer ahí lo vemos a través de ese mismo filtro. Introducimos una escena con
chistes gruesos, pero si no fuera verosímil sacarías al lector de la ficción. ¿Cómo
empleamos aplicamos el humor cuando estamos solos ante el ordenador? Releyendo
libros suyos en la galerada dice: ¡que bruto, se sabe escenas de memoria! Se le
sale una lagrima con un personaje o sonríe con otro. El lector no va a sonreír
en absoluto al leer esto, pero la crea una sonrisa carcajada. No puedes meter
de repente una escena hilarante, no tiene sentido, pero puedes meter algo
relacionado con el humor del absurdo, relacionado con los juegos de palabras,
los dobles sentidos, los monólogos de besugo. Meter algo ligero, desdramatizar
algo, quitarle sentimentalismo a algo. No usa el argumento, pero si la forma
del lenguaje. Los temas son más siniestros, pero forma con humor absurdo y la
relaciona.
En la novela 4 x 4, en un
internado pasan cosas feas. Es un libro oscuro, no luminoso. Alguien que llega
a un universo cerrado. Se aleja en una habitación. No describe donde está el
baño. Hay un sentido tenso y serio en la historia. No quería hacer un chiste de
ello. Parte de una situación absurda que lo es. El libro tiene que encontrar su
propia verosimilitud interna, encajar con el sentido de la historia. El personaje
se siente ajeno al mundo que ha llegado, no se atreve a romper las reglas, es
pusilánime, es cobarde. Es un detalle que le puede levantar a alguien una
sonrisa, no más. Al final dentro de la dureza que escribimos y de lo inquietante
hay respuestas naif, tiernas. Piensa en la pantera rosa; Es un humor bastante
oscuro. Hace sus necesidades en un vaso para no molestar. Hemos sido influidos
por los dibujos animados de niños; Mortadelo, correcaminos. Coyote no aprende
nada, termina en el punto en que empieza. No cambia su dieta. Esa insistencia
lo vuelve perverso. Tiene un punto naif. La pantera rosa sale aterciopelada de
la lavadora, se cae de una altura y no le pasa nada. Cultivando la forma llegamos
a otro punto de humor siniestro. Tomar un pinchón a priori es humorístico, pero
tiene un estilo de humor que se basa en expectativas. Empieza contando un
chiste y se alarga, se dilata y al final se frustra, nunca llegas a la
carcajada a través de miles de páginas. Lo importante no es última frase o
palabra del chiste sino disfrutar del recorrido. Olvídate del planteamiento nudo
desenlace. Disfruta de los meandros y digresiones del recorrido. El humor
siniestro es mejor que el humor negro o grueso que se gasta con el chiste. El humor
siniestro te deja material para trabajar en tu casa. Luego te quedas pensando,
¿por qué a la gente no le importa que el oso se esté quemando? ¿suceden escenas
así a diario o sucedían en Moscú? Necesitamos la participación del lector, su
complicidad con lo que estamos contando. No damos la historia masticada o
digerida. Necesitamos que se implique, rellene huecos que necesitamos. Sabemos
cómo va a acabar la historia. Nos gusta como lectores también participar de las
historias y rellenar nosotros los huecos. Ir prologando, que la historia se
vaya extendiendo ensanchando. La sensación de no rematar puede ser muy
placentera, hace que se prolongue la historia. La anécdota del oso no se queda
en la lectura, se queda en el papel, se queda contigo, vas sacando matices y
ahí se ve la inteligencia de la escritora. No es fácil ni grato, es más fácil
contarlo todo. Ir dando, regalando datos que luego se van rellenando, eso
plantea una escritura más difícil. Capta todos los matices. La reacción del sector
no va a ser la misma porque su sentido del humor es distinto al tuyo. ¿Cómo no
te hace gracia? Si no le hace gracia, no le hace. El humor es subjetivo. No
todos consideran que sea gracioso lo mismo. Trasmites la visión de la historia.
Los libros tienen distintas maneras de ser leídos. Me ha divertido, aburrido.
Groucho Marx dice que el humor es cosa seria. El humor nos protege del
sentimentalismo, pero no se hace de forma voluntaria. Meto escena para que no
sea dramática. Uso el lenguaje de forma más absurda. No lo hace de manera consciente.
Lo hace y ve que ha funcionado y si no lo quita. Quitarle ese peso. Te lo pide
la historia, el personaje y tú como posible lectora. No es una rebelión de
guerra. Es el espacio de libertad que nos queda en la novela; jugar de repente
y que un personaje, siempre dentro de la coherencia, puede tirar por otro lado.
Y sorprender al lector que no se espera nada. En cualquier momento puede
suceder algo distinto. Hacemos ficción, pero tenemos que mantener la realidad
de la ficción. No puedes confiar ni un segundo, de repente viene algo y lo que
tienes planificado te lo destroza. Juega con los personajes. es algo intuitivo.
Es una forma de protección. El humor no sirve para aliviarse sino para hacerlas
más duras y siniestras las escenas. Cargamos tintas con los temas que más nos
duelen. No sé por qué, pero algo hay en el ser humano tendente a hacer eso. Nos
salva de cosas y nos hace digerir cosas. Con los testimonios de gente en Chernóbil,
o del régimen soviético hacían chistes. No hacen chistes después en la
distancia sino en el momento que pasan las cosas. No hace gracia, llama la
atención cómo el humor salva. Al escribirlo pasa, no lo buscas. Desliza
pequeñas bromas privadas que solo entiende ella o una o dos personas, el uso de
unas palabras. Sale innato. Pequeñas cosas que si el lector no pilla no pasa
nada. Caes en la tentación del juego de aquí lo dejo. Hay que jugar un poco, a
veces sin sentido. Solo disfrutar tú. La ficción se cae cuando solo hay espacio
para risas y buenos sentimientos. No pasa nada si el lector se ríe de vez en
cuando, si él se relaja y baja un poco el tono. Te sientes más cómodo
escribiendo. Tratas a los personajes con la misma crueldad desde el principio,
se lo haces pasar mal. Metes cosas de tu propia cosecha. Historias más
personales que ha visto en su familia, te vas soltando. Cuentas cosas gores que
despiertan cierta sonrisa. Ganas confianza. Pierdes el sentido humor que tenías
al principio. Lo estrafalario raro era más esperpéntico. Derivas a un realismo
más sutil con muchas comillas. Trabajas el formato de la alegoría que es más
cómodo. Hablas de temas que inquietan con mucha distancia. Pierdes el miedo a
la escritura, qué más da. Ha ido perdiendo humor, o el humor se está
convirtiendo en otra cosa. Pero le han llamado para esta conferencia para
hablar del humor. ¿qué pasa con el humor como herramienta subversiva? Ese tipo
de humor es dar el puñetazo en la mesa para llamar la atención al lector, más
en el humor negro que en el siniestro. El siniestro es ficción, es lo puramente
literario y lo negro tiene más que ver con lo realista. El humor negro de
Stalin pues le gustaba el humor negro; “Todavía no te ha llegado la orden de
detención. Ya gestionaré para que te vaya llegando”. No hace gracia al
destinatario. Carga en humor negro y lo real se va sucediendo. Es también una muestra
de poder. Tengo el poder de hacerte esta broma, que te cages al decirte eso.
Tiene el elemento subversivo desde que se dice que ningún fanático tiene
sentido del humor. Las personas somos más sensibles. En épocas de gran
fanatismo el sentido del humor es necesario. El humor turbio y negro es mejor
que el siniestro.
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