domingo, 20 de mayo de 2018

HOMENAJE POSTUMO AL POETA DANIEL OJANGUREN EN LA ASOCIACION ARTISTICA VIZCAINA


Hoy recordamos en la Asociación Artística Vizcaína, reunidos en el edificio La Bolsa del Casco Viejo de Bilbao, a Daniel Ojanguren que perteneció a la asociación 25 años y murió el año pasado. Nos queda la imagen de un hombre con un libro siempre bajo el brazo acompañado de su esposa Pilar. No se perdía una tertulia de poesía ni una exposición de pintura pues era también pintor en la galería María muñoz peatonal.  y entendido en pintura, como se ve en su libro “comprador de alas”.
  
Nació en Munguía el 9 de abril del 29, aunque no lo indicaba en sus libros. En esta asociación, en el Café Boulevard, se ha presentado tres libros de él, los tres en abril; Comprador de alas en el 93, bazar de palabras en el 94 y os hablo en voz baja en el 96. Tenía otro libro inédito. Luis Lázaro Uriarte, Miguel Ángel Majón y Antonio Justel le hicieron una crítica en sus prólogos. Su poesía tenía calidad y la leemos al final. Formó parte de la junta directiva muchos años. En el 97 nos dio una charla sobre “el calzado en la historia y la literatura” y la otra en el 99 sobre seis poetas de la tertulia. El primer libro lo dedicó a su esposa, su musa eterna, Pilar. El segundo y el tercero a sus amigos. La portada la hizo Maribel Abete y las ilustraciones Francisco Soler. 

Era un agradable comunicador y conversador, conocía el ambiente cultural que vivió. Los encuentros poéticos en el café Boulevard hicieron historia y merecieron la atención de la Diputación Foral de Vizcaya que nos concedieron la Medalla de oro y el periódico El País nos dedicó un reportaje en páginas centrales. Muchos martes pasábamos del centenar de asistentes, algo que solo pasaba en Santiago de Cuba, como aseguraban muchos poetas que venían de allí. También la radio nos apoyaba. Se renovó la asociación en el 92 con Marino Montero. Y Daniel era u tertuliano de pro, que pasó no con mucho ruido, pero sí dejándonos su sencillez y poesía entrañable. Cada día somos menos dados a homenajear a los socios fallecidos, pero el mejor homenaje a un poeta es leer sus versos, opina Fernando Zamora.  

Para José ovejero “su muerte es cómo si se hubiera ido una persona de su familia, era como un padre o un juez, decía las cosas claras, lo que decía era verdad, daba gusto estar con este señor, no te fallaba”. Daniel Ojanguren fue zapatero cerca de la iglesia de san Nicolás, maestro de calzado nuevo. En la residencia de Bilbao las hermanitas de los pobres los ancianos son independientes, cuidados, o recogidos. Allí murió Daniel Ojanguren. Ahora han donado 120 cuadros a la asociación, collages y óleos, que se van vendiendo para financiar así y ayudar a la asociación, que no pasa por su mejor momento. 

Daniel ayudó a muchos nuevos socios que entraban al boulevard y a la asociación artística por primera vez, pues él sabía mucho de poesía y aconsejaba mucho. Keny bromea con su muerte; si hay que ir se va, pero la corrigen; que se espere un poco Dios en llevarte a su seno. “Los hombres como él nos hacían ver las cosas como son y como quisiéramos que fueran2, comenta otra tertuliana. Otros asistentes al acto de homenaje destacan lo humano que era y lo muy religioso.  Era muy perfeccionista. Cuando hablabas con él aprendías algo. Siembre iba con su amada Pilar, su mujer. Se le hizo un homenaje en vida recitando poemas suyos. No permitieron que fuera en la basílica de Begoña, pero al final el homenaje lo llevó Carlos Launaz, otro socio de la A.A.V. No se comparte solo una afición, cala en el alma la presencia de las personas que asisten a estas tertulias de la Asociación Artística Vizcaína. Este homenaje hubiera sido mejor que se lo hicieran en vida. Cada año en cada ciclo a los poetas con una trayectoria importante se le podría dedicar una tarde, sugiere Carlos Launaz. Hay poetas muy consolidados, no va a dar nombres. Era muy religioso, así que ahora nos estará viendo, concluye Carlos su intervención. 

Otra asistente vio un anuncio en el Correo que organizaban un concurso de la asociación artística. Y fue a la secretaria de la alhóndiga y así le conoció al fallecido. Le gustaba a él Feli del rio como rapsoda y siempre le acompañaba recitando sus poemas. Cuando ya eran amigos fue un día a su oficina y le contó que había ganado un concurso. ¿y cuantos participantes erais?, bromeó Daniel A la semana siguiente le dedicó esta mujer un poema. Le explicó lo que era para ella la poesía.  Muchos asistentes recuerdan sus presentaciones en el boulevard. Las despedidas y homenajes han de ser un motivo de alegría. Los mejores recuerdos son los que cuentan. 

comunión. Como simple el mendigo pedía con la mano tendida al amor, amor inmerecido que llenaría mi vida, blanca palma de eucaristía. Sentí paz, vi el camino, huella del amigo que camina conmigo hasta la última huella donde todo termina

tres colores en ti, manto de tus cabellos, rubios, trigal en la distancia, azul en los ojos, seremos parte en el cielo, tu sonrisa de amapola, dos pétalos radiantes en tu brillante cara

Traje un cucurucho. Quiero papel de estraza para hacer un cucurucho, con baratijas, charlatán verde, quiero encerrar las estrellas, regalarlo a los niños y viejos, envolver en el los cuentos del político y los resortes del miedo, poco quedan de los valores que han sido nuestro aliento, déjame que meta en este papel de estraza las estrellas y regalarlas al primer loco que pase por mi lado

del libro os hablo en voz baja. Dedicado a María Carmen Albells, rapsoda catalana muy buena. voz altisonante del universo, magia del grajeo, metal de campana es su goteo, sutileza de la brisa, versos que salen de los labios como pétalos de risa cargados de dulzura y besos de amigos, el dedo toma la palabra entre sus dedos, suelta el poema a felices vuelos, trompeta que impregna los sentidos, palabras de un poeta

De bazar de palabras lleno. Viejo vendimiador en el frio de las 6 de la mañana, rincones del alma, arriba clarea el alto, las estrellas duermen tras la noche tan larga, aguadas, racimos de tantas vendimias viejas que te enfrían el alma, cada vendimia es una cana, trabajo de sudor tu esculpida cara, vino tendrás mañana para calentarte el cuerpo, pero ahora te calentará el alma

el águila. Darle alas al amor para que vuele tan alto y lejano que no llegue a mano del dolor, con garras de acero puede hacerse un corazón humano, de amor limpio sincero, deprímeme mi vida en este verso

corre el telón de los deseos, si escribiera un poema que pudiera decirte lo que siento, que el viento apague la lluvia y me alimente, sabiendo el pecho erguido, te estrujo tu cuerpo en mis manos y al fin de tus deseos tan humanos he cerrado el telón con estos versos

cuanta esgrima mental, volcán de pasiones desatadas en mi mente, color que el pincel traza sublimemente y lucha de dolor despiadado en lienzos de angustias, silencios. 

rosas fúnebres de indiferencia fría y gris como estaño marchito, rosas del amor, déjame que camine en el lecho de los pechos marchitos, espinas del dolor en mi frágil pecho, grito de alguien que muere, y ya no se muere porque está enterrado en una fría losa de pétalos de rosa

La infancia recobrada, de bazar de palabras. Aquel niño que era se me quedó dormido una tarde de mayo cuando el sol todo lo cubre, bajaba la persiana con la que cierra el alba, quedó dormido sí, pero a la espera de que un día florido surgiera del desmayo sobre el que estaba sumido como sobre una blanca almohada hecha de nieve y frio. Despierta aquel niño porque sus campanas de alegría anuncian que a pesar del tiempo pasado llevo en mi aquel ser recobrado. 

Lo que quiero ver está a mi lado, por qué apresurarme tanto si quién me espera siempre está a mi lado, por qué buscar y buscar en vano si lo que quiero encontrar está a mi lado. Cerca de mí, tierna, mi alma siempre alerta, mi amada vive en mí y está a mi lado

En os hablo en voz baja sugiere que Dios es padre, pero sobre todo es madre. La primera persona que dijo que dios es madre fue él, la Diosa. Sin madre no hay niño. El padre es una semilla, pero la madre es el contenido, el todo. Sin padre se puede tener hijos. Sin madre nunca.
A mi madre. Mis pobres poemas los hago con palabras sencillas, pétalos de alma a flor de labios, dejando vacíos bolsillos de la conciencia procuro ser veraz, más en uno os he mentido, os he dicho que nunca he tenido gran cosa, os pido mil perdones, me retracto porque tuve una madre, ¿quién no ha tenido una madre?, es el gran hallazgo para algunos, y para otros es el único de todos lo vivientes de la tierra. Mi madre hace ya mucho que está en una galaxia de polvo y luz al mismo tiempo y ahora me estoy gestando en la dura matriz de este planeta, en un liquido amniótico de miedos y tinieblas, dudas y guerras, os lo aseguro un día luminoso nos parirá la muerte y estaremos en brazos de la diosa madre

El pensamiento duele. Aquel hombre era feliz porque pensaba poco o tal vez ni siquiera pensaba. Es bueno algunas veces no pensar y que el arca de las ideas quede vacía, cerrada por vagancia, mecer el pensamiento que esta fuera como quien mece la cuna de un infante, balancear la siquis levemente como quien mece un barco en la bahía, cerrar los ojos y con la mente en blanco soñar palmeras y utopías que son mas bellas en la medida que no son realidades tangibles. Después con desorbitada mirada contemplar la tarde arrebolada como una floresta de bellas amapolas. Ver un zapato tirado en un parterre y no darle importancia como no se la damos al hombre que agoniza en una calle. Huye cuando sientas el frio de no ser, o vergüenza de ti mismo, recobra las ideas que has dejado al bode de cualquier estercolero, y revístete de hombre, cobra vida y no tengas envidia de aquel hombre que parecía feliz por no pensar. Cultiva el pensamiento, aunque te duela y renuncia al aparente placer de no pensar. Levántate, medita, vive, aunque te duela

Os hablo en voz baja. Si rugiera el león que llevo dentro… más vale que duerma en soledumbre, que siga viviendo en pesadumbre, mirando mi afuera y adentro, en mis afueras solo encuentro ingratitud soledad e incertidumbre, aunque tengo adquirida la costumbre de lavarlo con mi llanto. En mi adentro cultivo yo una rosa que cambia de color constantemente, ahora se agita, hora ya reposa, se siente sosegada y complaciente, no se sorprende de ninguna cosa y se nutre de amores solamente

El pastor del papel a francisco Soler del poemario os hablo en voz bajo. Cuadros compuestos por trozos de papel, collages. Mirar con atención, fijaos bien, hay mucho que ver en estos bellos cuadros, acercaros despacio, mirar bien, contener el suspiro, no hagáis aire, podría volar el papel que forma tal belleza, mariposas de todos los colores que cansadas de volar se han detenido en manos pacientes de un artista y ahora son flores que quieren ordenar las paredes con orden y sentido

Cuando todos forjan sus sueños duermo yo, ensayo de la muerte, nos visita el fantasma, otros gozan de los fuegos fatuos de la mente, despierto estremecido para saber que estás en la carne y en el hueso cerrando el camino de la vida, sueño protegido solo por la ilusión, que no sea peso arrojarte al rincón donde crece el musgo del olvido

Coplillas de la esperanza. Ay, el clamor del día se lleva la esperanza mía. Ay, de la noche oscura que llena mis manos de negrura. Ay, del amor perdido en mano del llanto florido, que hacer sin esperanza en negrura del amor, solo mirar como danzan las estrellas y sentir la dulzura de que el nuevo sol ha amanecido

Por último, lee una señora que lleva 36 años en la asociación recita el último poema, que me los quiten, bromea. El poema es un  ejemplo de lo religioso que era este hombre y sus poemas. El divino buen pastor que me recrea, me lleva a praderas verdecidas, en la dura senda de una vital cadena. Su sola presencia mi alma orea, las fuerzas del amor de agradecidas se agarran al redil que pastorea. Las pobres trizas del rebaño humano sedientas se reposan en la fuente de las aguas vivas en las que con su mano reciben el consuelo que mansamente al cuerpo llega sano y rectamente

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