Discutimos sobre si es cierto o
no el mito del que el funcionario no trabaja, sino que se va a tomar cafés. hay
un tipo de política administrativa que busca expandirse internacionalmente,
premia la iniciativa, se vende en el extranjero, y esto genera un funcionariado
más representativo y más comodón. Es un funcionario con autonomía y dinámico,
en movimiento. El funcionariado clásico administrativo es el que se parece más
al tópico o al aquel “vuelva usted mañana” de Larra. Es un funcionariado de
tipo kafkiano en el cual en una ventanilla te dirigen a otra ventanilla, en el
pasillo izquierdo de la sala tres, subiendo las escaleras de la ventanilla
cuatro. Casi parecemos encontrarnos en el Castillo de Kafka o en medio de su
Proceso. El funcionariado que depende del gobierno estatal de España es más
tranquilo, más representativo, más estático. El funcionariado que pertenece a
la comunidad autónoma, en este caso la vasca, anda más apurado; mi madre
trabaja en Osakidetza y se queja de que hay menos personal, y una persona tiene
que hacer el trabajo de varias. Muchas veces la toca suplir bajas o sustituir
personas. Los ancianos hacen cola no para ir al médico sino para que les den
una cita con el médico. Y en la lista estan citados cada diez minutos y a veces
las consultas duran más tiempo que este, con lo cual hay unas listas de espera
de la ostia y hay días que te quedas sin tu cita. Carlos, sin embargo, nos
cuenta que se necesitaron dos funcionarios para rellenar y sellar un papel que
podía haber sellado el mismo. Son distintas realidades dentro del
funcionariado. El funcionariado de la administración es el verdaderamente
operativo y el estatal e internacional es más representativo o funcional. El funcionariado de la margen izquierda debe
atender a todos los inmigrantes del éxodo rural que vinieron con la industrialización.
La seguridad social se ocupa de las prestaciones, pensiones y ayudas sociales. Las
ayudas como RGI son más altas en el país vasco que en otras comunidades y hay
más ayudas. Muchas veces el funcionariado esta estancado y reduce a la persona
atendida a un número en la cola. También tratan de vender la imagen de la administración.
Y esto pasa en sanidad, en justicia…hay una avalancha de gente que no puede ser
correctamente atendida y muchas veces el funcionario, un peta frustrado, responde
de forma, borde, fría, tirante en el mejor de los casos. Ya no es la cita sino
la cita para la cita. Por tanto, no es cierto que los funcionarios se toquen la
barriga y coman aceitunas con el con leche. Mucha gente no se ha aprendido de
memoria los libros para hacer unas oposiciones, les asustaba esa burocracia y
ese lenguaje impersonal y deshumanizado. Y no por ello son ciudadanos de
segunda. A mucha gente toda esa letra pequeña y esas listas a memorizar les
parece todo igual. Si no te haces funcionario te haces autónomo o free lance o
montas un negocio de homeopatía. El funcionariado es el sueño dorado de
nuestras políticas de mercado mixto (estado capital) y parece la solución a
todos nuestros problemas; pues oposita, hijo, oposita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario