viernes, 12 de enero de 2018

EL MITO DEL FUNCIONARIO



Discutimos sobre si es cierto o no el mito del que el funcionario no trabaja, sino que se va a tomar cafés. hay un tipo de política administrativa que busca expandirse internacionalmente, premia la iniciativa, se vende en el extranjero, y esto genera un funcionariado más representativo y más comodón. Es un funcionario con autonomía y dinámico, en movimiento. El funcionariado clásico administrativo es el que se parece más al tópico o al aquel “vuelva usted mañana” de Larra. Es un funcionariado de tipo kafkiano en el cual en una ventanilla te dirigen a otra ventanilla, en el pasillo izquierdo de la sala tres, subiendo las escaleras de la ventanilla cuatro. Casi parecemos encontrarnos en el Castillo de Kafka o en medio de su Proceso. El funcionariado que depende del gobierno estatal de España es más tranquilo, más representativo, más estático. El funcionariado que pertenece a la comunidad autónoma, en este caso la vasca, anda más apurado; mi madre trabaja en Osakidetza y se queja de que hay menos personal, y una persona tiene que hacer el trabajo de varias. Muchas veces la toca suplir bajas o sustituir personas. Los ancianos hacen cola no para ir al médico sino para que les den una cita con el médico. Y en la lista estan citados cada diez minutos y a veces las consultas duran más tiempo que este, con lo cual hay unas listas de espera de la ostia y hay días que te quedas sin tu cita. Carlos, sin embargo, nos cuenta que se necesitaron dos funcionarios para rellenar y sellar un papel que podía haber sellado el mismo. Son distintas realidades dentro del funcionariado. El funcionariado de la administración es el verdaderamente operativo y el estatal e internacional es más representativo o funcional.  El funcionariado de la margen izquierda debe atender a todos los inmigrantes del éxodo rural que vinieron con la industrialización. La seguridad social se ocupa de las prestaciones, pensiones y ayudas sociales. Las ayudas como RGI son más altas en el país vasco que en otras comunidades y hay más ayudas. Muchas veces el funcionariado esta estancado y reduce a la persona atendida a un número en la cola. También tratan de vender la imagen de la administración. Y esto pasa en sanidad, en justicia…hay una avalancha de gente que no puede ser correctamente atendida y muchas veces el funcionario, un peta frustrado, responde de forma, borde, fría, tirante en el mejor de los casos. Ya no es la cita sino la cita para la cita. Por tanto, no es cierto que los funcionarios se toquen la barriga y coman aceitunas con el con leche. Mucha gente no se ha aprendido de memoria los libros para hacer unas oposiciones, les asustaba esa burocracia y ese lenguaje impersonal y deshumanizado. Y no por ello son ciudadanos de segunda. A mucha gente toda esa letra pequeña y esas listas a memorizar les parece todo igual. Si no te haces funcionario te haces autónomo o free lance o montas un negocio de homeopatía. El funcionariado es el sueño dorado de nuestras políticas de mercado mixto (estado capital) y parece la solución a todos nuestros problemas; pues oposita, hijo, oposita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario