miércoles, 31 de enero de 2018

ADAM ZAGAJEWSKI




Nació en Lwów en Galitzia como la mayoría de estos autores polacos. Nació en el 45, cuando acabó la guerra, en el conocido como verano de la paz, pero es hijo de la guerra. Cuando tiene 4 meses se hacen una repartición geográfica y el pueblo se lo quedan los soviéticos. Voluntariamente son invitados los miembros de su familia a irse para que no pase lo peor. Huye su familia y se establece en Gleiwice que es la actual Ucrania. Si Lwów era un pueblo bonito y antiguo, esta ciudad cerca de Alemania y Checoslovaquia es industrial y gris. Vive desde bebe el desarraigo. Estudia psicología y filosofía en Cracovia. No estudia literatura porque la poesía quería que perteneciera a su vida secreta. En la actualidad es profesor en la universidad americana dando clases de poesía, pero es una contradicción porque le interesa la vida secreta y no la laboral. Da clase a profesiones de la poesía o que quieren serlo, pero le gustaría que fuera más un acto de rebeldía, pero no obstante lo da. Desde muy joven militó contra el régimen comunista. perteneció a la generación del 68 formando el grupo literario “Ahora”, de acción política. Sus primeros libros son una poesía combativa, contundentes alegatos anti comunistas. Le prohíben publicar y se fue de Polonia en el 82. No le quedaba mucho al comunismo. Se exilió en París y también vivió en EEUU dando clases en la universidad de Huston. Cuando cae el muro vuelve a su país. Ahora vive entre Cracovia Paris y Huston. El año pasado fue premio princesa de Asturias de las letras. Sigue publicando y el año pasado sacó Asimetría. Otras obras suyas son ir a Lwon, lienzo, tierra de fuego, deseo, anhelo, regreso, antenas, mano invisible. Es ensayista además de poeta. Tiene varios libros en castellano en la editorial Acantilado. Dos ciudades, defensa del fervor, solidaridad y soledad

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Habla de la paradoja del poeta escritor. El trabajo de escritor es de una terrible soledad, pero él siempre vivió en pareja con la literatura. Si destino es la compañía, la solidaridad humana. Otro libro es belleza ajena, una autobiografía poética. Al contrario que Szymborska (que trabajaba la forma y no cree en nada) él cree en la inspiración. Son amigos, pero de planteamientos poéticos muy diferentes. En el momento de escribir recibe un don del cielo, alguien se lo ha dictado. Es pasivo en esos momentos de inspiración poética. Tiene un concepto más romántico de la poesía, como algo trascendente. La inspiración es conectar con algo, te lo dicta la poesía. Su misión no es producir sino recibir. 

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En el ensayo dos ciudades (que son Lwów y Gleiwice) habla mucho de Auschwitz en Cracovia y de las dos ciudades en que vivió. Le sorprende que la misma vía de tren comunique los dos mayores destinos turísticos de su país como son la colina de sal y Auschwitz. “Tras Auschwitz hay que escribir distinto. Levantar una nueva forma de poesía de las ruinas” El que ha visto eso ve lo que vendrá después y lo que ha venido antes en Polonia. Pesa lo que tiene atrás. El poeta es consciente de la historia, intenta colorear la negra historia. 

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Leer poesía para él es algo difícil, requiere de mucha energía. A veces no puedes corresponderla. En cada generación solo un grupo reducido de gente esta preparado para leerla. Es una excusa para que no leamos poesía y también revela un punto elitista. La poetisa no es para las masas sino para los elegidos e iniciados. Es distinta que leer novela. Requiere más concentración, esfuerzo y energía. Leer poesía agota enérgicamente. Puedes leer una novela en una noche, pero no poesía, por eso huimos de ella. Tiene un concepto más romántico y elitista. No está la poesía hecha para todo el mundo. La poesía de ella es más complicada, aunque parece más simple. Ella es mas cercana, tiene humor e ironía, pero a veces no sabe donde empieza y acaba esa ironía. No estamos acostumbrado a la poesía elitista de Adam. Cuesta leer como cuesta al que no lee poesía, que siempre es de minorías. El poeta cree en lo trascendente y sublime, pero es consciente de la tragedia nazi y cree que eso hay que rebajarlo con la ironía. Huye de lo grandilocuente y lo excesivo y lo patético. Están ambos poetas vacunados contra eso. La poesía vive entre dos extremos; el éxtasis y la ironía. Así la poesía refleja esa dicotomía. 

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Es necesaria la inspiración, él la ha experimentado. Es un gran poeta. Ese éxtasis se suaviza con la ironía. “los pájaros son los poetas antes de la inteligencia que entonan un canto de alabanza al mundo, pero son pocos los que se detienen a escuchar a los pájaros, el ritmo musical de la poesía” Ve a los estudiantes concebir la poesía como una profesión y no como rebeldía. Odia la vaguedad, lo abstracto pues la poesía debe ser concreción. Los poetas son disidentes de la realidad, porque es “la venganza de los introvertidos”. Ese trasforma sutilmente el perder en ganar. La angustia es el sentimiento constitucional del ser humano, pero se combate con la poesía que te lleva más allá, a una realidad nueva. Hay que expresar el entusiasmo por la belleza, el vuelo del espíritu y la trascendencia. Hay que oscilar entre lo inmediato intangible y lo trascendente. Entre la sensualidad de la vida y el arte y la necesidad de trascendencia. Es un poeta más sencillo que ella. Zagajewski compatibiliza y equilibra los placeres de la vida y el arte con referencias literarias y artísticas, y ese punto trascendente que tiene. La poesía para él es una búsqueda filosófica, no material. Es muy romántico. En el poema Inmovilidad habla del arte, de Isidora Duncan. O en su poema la Mujer de Lot.  Hay imágenes de desolación, de desterrados y exiliados, pero fijándose en las pequeñas cosas con belleza de mundo. En los poemas de Zagajewski se ve que cree, sus poemas están entre el éxtasis y la ironía. Cree en la trascendencia y en la inspiración como un dictado que viene, pero en Szymborska no hay trascendencia Escribir para ella era un proceso racional para conseguir algo. Pero en él sí hay esa concepción mágica romántica del escribir. 

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Intenta alabar al mundo herido.
Recuerda los largos días de junio,
fresas silvestres, gotas rosadas de vino.
Los hierbajos que metódicamente invadían
las casas abandonadas de los desterrados.
Debes alabar al mundo herido.
Mirabas yates y barcos,
uno de ellos tenía que emprender un largo viaje,
al otro le aguardaba sólo la salobre nada.
Veías refugiados caminar hacia ninguna parte,
oías a los verdugos cantar
alegremente.
Deberías alabar al mundo herido.
Recuerda aquellos momentos, en la habitación blanca,
cuando estabais juntos y el visillo se movía.
Vuelve con la mente al concierto, cuando estalló
la música,
Recogías bellotas en el parque en otoño
y las hojas sobrevolaban girando las cicatrices de la tierra.
Alaba al mundo herido
y la pluma gris perdida por un mirlo,
y la luz delicada que vaga y desaparece
y regresa.

“Leer poesía requiere mucha energía. El lector de poesía también es un poeta, un poeta que ha decidido no explicarse (…) Detesto el patetismo. Soy partidario de un concepto (de poesía) en el que la ironía no esté ausente. Algo sublime que ha sobrevivido a Auschwitz, un sublime mutilado.”

HUSTON A LAS 6 de la tarde
Europa ya duerme bajo la áspera manta de sus
fronteras y viejas hostilidades; Francia arrimada
a Alemania, Bosnia en los brazos de Serbia,
la solitaria Sicilia en el azul del mar
aquí anochece, se enciende una lampara
y al instante se apaga el oscuro sol
estoy solo, leo un poco, pienso un poco
escucho un poco de música
estoy ahí donde hay la amistad
sin que haya amigos donde crece
el encantamiento sin que haya magia
alli donde ríen los muertos
Estoy sólo porque Europa duerme. Mi amor
duerme en un piso alto cerca de París.
En Cracovia y en París mis amigos
se abre paso en el mismo río del olvido
leo y reflexiono, en un poema he encontrado
hay golpes en la vida tan fuertes no preguntes
no pregunto en el silencio de la noche
irrumpe un helicóptero de poesía
La poesía invoca una vida sublime,
pero lo que es bajo también es elocuente,
más audible que la lengua indoeuropea,
más fuerte que mis libros y que mis discos.
Aquí no hay mirlos ni ruiseñores
De cantinela triste y dulce
Tan solo un pájaro burlón que imita
Y remeda todas las otras voces

La poesía invoca la vida, el valor
frente a la sombra que se agranda.
¿Sabrías mirar tranquilamente a la Tierra,
como un astronauta perfecto?
De la inocente indolencia, de la Grecia de las lecturas
Y de la Jerusalén de la memoria emerge de pronto
La isla del poema, una isla deshabitada
Que algún día descubrirá un nuevo Cook
Europa ya duerme, los animales nocturnos
Feroces y melancólicos
Van de caza hacia la muerte
Pronto América también se dormirá 

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En defensa de la poesía, del estilo elevado, pero también la tarde estival del pueblo, de los gatos en las casas delante como filósofos chinos
A mi mismo en mis memorias
Fluye, fluye, nube gris,
se abre la flor de la peonía,
nada te une ya a esta tierra,
nada te une ya a este cielo.

Delira en la canícula el jardín,
un gato da bostezos en el porche.
Caminas por la calle de los tilos
en flor, de qué ciudad, lo ignoras,

en qué país, no lo recuerdas.
Brillan livianos los estorninos,
la noche se aproxima suavemente,
juegan al escondite los capullos de las rosas.

Eres tan sólo un sueño, una imagen,
sólo un anhelo eres.
Cuando te vayas, como las nubes,
se teñirá de bronce tu recuerdo.

Y rondarás los ríos
y las sombras de los árboles,
pero naufragarás en la tierra, en la tierra, en la tierra.

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Autorretrato no exento de dudas.
Lo siento cuando escribo. La mañana la empiezo lleno de entusiasmo, me falta valor en la tarde, es demasiado pronto o se queda demasiado larga la literatura. Unos son tan fatalistas que les dices en pensamientos “la vida es muy bonita” y otros son tan entusiastas que les dicen “vosotros también vais a moriros2. Tocan las trompetas del apocalipsis un estrecho sonido, el del cuchillo resbalado que la silaba da alegría

¡¡En esta sobredosis poesía de aquí no nos vamos hasta leerlo todo!! 

Griegos. Quisiera ser contemporáneo de los griegos, discípulo de Sófocles, pero me gobierna un georgiano picado de viruela (Stalin) Tenemos una guardia, los pájaros lo ignoraban, el árbol brotaba en abril, con las hojas desbordadas 

Nana. Hoy no dormirás. Habrá fuegos artificiales sobre la ciudad, veras los libros en filas. las personas en las que no pensaste, con ojos enrojecidos, y el corazón hinchado de recuerdos. Hoy no dormirás, Los poetas de ataño son cuidadosamente vencidos, el susurro del aire dice “no te dormirás” La luz de fuegos de artificios ya no te dejará dormir. Nunca, hay demasiadas cosas que han pasado, demasiadas han ocurrido, bajo tejados y chimeneas, noches blancas por el cielo, susurran nanas de seda, las nanas galopan al viento. no seguirás tu fidelidad. Volvemos a las sombras y serás otras sombras. Esta vida vuelve al amor. Cada vez hay más luz y se acumula en el cuarto. Hoy no dormirás 

Nochevieja  2004. Escucho grabaciones de Billy Holiday, horas que separan de la medianoche, vamos, no pueden liberarse del terror los vivos y los muertos cantan por la noche

Verano del 95. Verano en el mediterráneo, cerca de Tulón, fascinado de sí mismo, retazos y palabras sagradas, conversaciones de un pájaro somnoliento, las cigarras desfallecen. Agua azul en esta habitación tan hospitalaria, solo oscuridad, soledad. En ese verano reían las hojas verdes, nos hicimos amigos del gato negro, mataban a hombres a medianoche, había disparos secos, un calor sofocante, polvo y cigarras muertas de miedo

Maleta mucha lluvia, descansaban los árboles. En Atenas no vimos el sol, flotaba el aire tembloroso, como dicen los escritores religiosos; “me convertí en otra persona”, me perturban los aeropuertos, pero tengo una maleta verde, soy un turista distraído, pero amo la luz

En el último libre de él aparece el poema sandalias. Las compré hace muchos años a los teólogos del pueblo. Siguen siendo nuevas mis sandalias, no se gastan, guardaban de un santo el sufrimiento. Y también el poema Llamando a un mortal corriente
 
Europa en invierno. Sepultan sus tesoros, se desvanecen en niebla, se quejan los remolcadores, multitud de un festín dominado por una sala de pasión, museos cerrados a causa de la huelga, en ese dolor insólito vivirán tus hijos y tu mujer. No fluyes a contracorriente. El vendedor de castañas y el de periódicos gritaron. Estan en las calles, salimos del metro, sótanos de tu meta, donde Perséfone murió de añoranza, los cisnes se posan, señor de martirio, hablan con el canto mas puro que escapa arriba de unas manos infantiles, intentare buscar el pico de ti.  

La prosa del mundo. Integrante del día comenzado en un café alemán, monstros de colores, instante de entusiasmo. Una enorme ciudad, capital del imperio, con burócratas nerviosos en trajes enjutos. Sobrevuelan la ciudad los aviones. Es un cuadro de desatino de una familia de saltimbanquis en el desierto, sus satos bravos no sirven aquí para nada. Una joven mujer quiere salir del lienzo, miran, miran, ¿qué pueden ver? La nieve envolvió los edificios municipales. Son todos blancos, brotes de hojas nuevas, duermen prontos esperando la señal, la felicidad, la mirada se extiende, es la prosa del mundo y es el vehículo el corazón de la poesía interior 

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