Wislawa Szymborska
1923 2012 es la cuarta premio nobel y lo gana en el 96. En el 80 lo había
ganado Milosz. En menos de 20 años dan dos premios nobeles a autores en Polonia
y uno a una mujer. Szymborska nació cerca de Ucrania donde vivió toda su vida.
Vivió la historia dramática de Polonia, el nazismo, el comunismo, los campos de
exterminios, el gulag, el que Polonia fuera un país que no existía… Todo eso la
ha vacunado contra las grandes palabras, la palabrería grandilocuente y la
frivolidad estética ética. Le asombra el misterio de la existencia y el milagro
del vivir. Pero tiene debajo suyo el peso de la historia que les da a sus
poemas ese fondo de amargura e ironía. Se ve claro en estos poetas. Ella estuvo
a punto de ser condenada a trabajos forzados, pero se salva en el último
momento.
Las mujeres no accedían a los
puestos de trabajo, pero al estar en Guerra o en la cárcel los hombres ellas
ocupan os trabajos. Ella muy joven trabaja en los ferrocarriles. Estudió
filología polaca y filosofía en Cracovia. No acabó la carrera porque su familia
salió de la guerra arruinada. Abandonó los estudios y trabajó en lo que surgía.
Se casa en 1948 con el escritor traductor y crítico literario polaco Adam
Włodek que era un comunista convencido, como ella. En el 50 se afilian al POL
partido obrero unificado de Polonia. El partido comunista. Viven en la casa de
los escritores, una institución donde coinciden Stanislaw Lem y otros. Era un
lugar minúsculo cochambroso y destartalado. En 1952 escribe por donde vivimos y en el 54 el
poemario preguntas planteadas a uno
mismo, es un poemario doctrinal del convencimiento con el régimen y las
virtudes del comunismo. En el 54 se separa del marido, pero siguen teniendo una
relación estrecha. Le cuida en su última época, durante su enfermedad hasta que
muere en 1986. Le cuida, aunque llevaban muchos años divorciados. La nombran
jefa de la sección de poesía del correo literario, principal revista literaria.
Se va volviendo critica con el régimen. Publica en el 57 llamada al yeti, libro de ruptura y distanciamiento con el ideario
comunista. En los poemas del libro se lee una autocritica profunda a la que ha
sido su trayectoria publica literaria. Es la búsqueda de la honestidad moral y
literaria. Los años en el parido comunista, en los que escribió a favor del
régimen, no son años perdidos sino de aprendizaje. Se distancia de toda
doctrina que exime al hombre de pensar en sí mismo. Solo quieren ver y oír lo
que les interesa la fe y la creencia acalla las grandes dudas, tan humanas y
presentes. Ella pierde la fe en las posibilidades del comunismo. Dice que toda
ideología facilita la vida para que no tomemos decisiones o pensemos por
nosotros mismos. Te da las respuestas, algo en que creer. Ella pierde la fe en
el comunismo y en casi todo. Su experiencia le ha hecho no creer en nada. Aceptó
determinadas ideologías que daban respuestas cómodas a todo y no hacían pensar.
En 1960 le encargan una tarea que
al principio le gusta y luego la fastidia; recibir poemas de autores noveles y
aprendices y valorar cuales pueden ser publicadas en la revista o no. Además,
debía responderles criticando sus poemas. Ella comentaba que tenía pesadillas
con los manuscritos que le mandaban los poetas. Ella tenía mano izquierda a la
hora de criticar. Algunos aceptaban bien las críticas, pero otros no lo
recibían tan bien y tuvo problemas.
En esa casa de Varsovia toma
contacto con escritores, pero se vacunó contra los escritores. Las reuniones
eran un peñazo y en esos gremios de artistas se hablaba mal unos de otros y
había redecillas, por la condición humana que es así. Abandona la casa de
escritores y se va a vivir a un cuchitril. Llamaba a esta casa el cajón por lo diminuto
que era y allí estuvo 30 años con su marido. En el 68 publica sal. En el 66 rompe su carné comunista.
Denuncia la deriva ideológica del régimen y hace Publio su descontento con el
comunismo. Pierde así la opción de publicar y su trabajo. Pero como era amiga
del director del correo literario este bajo la cuerda le encarga escribir
reseñas de libros sin contenido ideológico. Ella firmaba con seudónimo, pero
cobraba. Y así a partir del 66 escribe reseñas a libros de fauna botánica
jardinería etnología o viajes que estan publicados en 3 tomos como reseñas. La
revista existió hasta el 2002l mucho después del comunismo. Estan publicadas en
castellano como lecturas no obligatorias. Ella decía lo que quería decir resbalándolo
comentarios en estas criticas de libros aparentemente inocentes.
En 1969 tiene su segunda relación
con Kornel Filipowicz con el que está hasta que muere en el 90. Hicieron el
acuerdo de no casarse ni vivir juntos, como Simone y Sartre, por eso duraron
tanto. Entre sus libros principales estan mil
alegrías y un cuento, si acaso, fin, principio, gran numero, gente en el
puente, instante, aquí y hasta aquí. Murió en 2012. Recibió las máximas distinciones;
el premio Goethe en Alemania, el Herder en Austria. En Polonia la medalla de
oro de la orden blanca. Murió con 73 años. Su vida personal es secreta y
desconocida. Rechazaba las apariciones públicas no concedía entrevistas, no
respondía a cosas intimas y reservaba su vida al ámbito persona. Hay un libro
de periodistas polacos que indagan en su biografía a través de sus poemas. Sus
poemas no dicen nada de su vida. Podemos leer toda su obra y seguir sin saber quién
era. Zagajewski nos habla de sí mismo, pero ella no. Estos periodistas hurgan
en su vida en el libro trastos y
recuerdos publicado en España. Para ella la poesía es un acceso al
conocimiento filosófico o científico. En ellos se ve el descreimiento general
al comunismo y en particular a todas las doctrinas. Huye de la poesía
grandilocuente solmene o de enfatización, afectación y énfasis. “prefiero amar
a la gente que amar a la humanidad, el infierno del caos al infierno del orden”
Al contrario que Zagajewski no tiene fe en lo trascendente en la poesía. Para
ella la poesía es un trabajo frio, de “goma, tachón y papelera”. Hay que
trabajar la forma, currárselo y contener la emoción y someterla a la forma. Hay
que evitar la efusión incontrolada, pensar cada palabra, frenar los primeros
impulsos. Somete la forma poética a la depuración. Se la trabaja mucho para que
no haya grandilocuencia en los poemas. Usa el humor, la ironía y el
distanciamiento de las cosas. A pesar de ese distanciamiento reflexivo la ironía
y el humor hace su poesía más cercana. La voz de sus poemas meritorios es
cercana, muy cálida. Los poetas viven en la fatal paradoja del sin sentido
humano. Ella rechaza los convencionalismos y tópicos y lugares comunes. Al
darla el nobel la hacen la puñeta. Ella quería pasar desapercibida, pero daba
más la nota si lo rechazaba. En el discurso del premio dijo “el poeta es un ser
medio clandestino, escéptico, en cifrado ante sí mismo. A disgusto se declara
en púbico y dice que es poeta como avergonzado de serlo y proclamarlo. No hay
profesores de poesía porque los poetas tienen dos palabras sencillas y
precisas; no sé”.
Nada dos veces
Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.
Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.
Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?
Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.
Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.
Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?
Dime por qué, mala hora,
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.
Medio abrazados, sonrientes,
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.
SALMO
¡Que permeables son las fronteras de
los Estados humanos!
¡Cuántas nubes las sobrevuelan
impunes,
cuánta arena del desierto se
trasiega de un país a otro,
cuanta piedra montañosa rueda hacia
dominios ajenos
con desafiantes brincos!
¿Es necesario enumerar aquí a cada
pájaro que vuela
o se posa sobre una barrera
abandonada?
Aun siendo un gorrión ya tiene cola
forastera,
pero el pico sí es de aquí. Y ¡cómo
se mueve, no para!
De los innumerables insectos sólo
mencionaré a la hormiga
que, entre el zapato izquierdo y el
derecho del aduanero,
a la pregunta ¿de dónde y a dónde?
ni se molesta en dar respuesta.
¡Oh, ver con una sola mirada y con
detalle ese desbarajuste
en todos los continentes!
Pues ¿acaso el ligustro de la otra
orilla
no matutea por el río su
cienmilésima hoja?
¿Quién, sino la jibia, la de los
brazos audazmente largos,
viola las sacrosantas aguas
territoriales?
¿Se puede hablar de un orden
tolerable
si ni siquiera las estrellas se
dejan desacoplar
para que quede claro cuál luce para
quién?
¡Y, para colmo, el punible derrame
de nieblas!
¡Y el retumbar de voces en las
serviciales ondas del aire:
chillonas llamadas y borboteos
llenos de significado!
Sólo lo humano sabe cómo ser de
veras ajeno.
Lo demás son bosques mixtos, trabajo
de topos y viento.
Traducción: Ana María Moix y Jerzy
Wojciech Slawomirski
De: Paisaje con
grano de arena –
Alabanza a mi hermana
Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience
a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no
escribía poemas
,y de su padre, que tampoco
escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me
siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi
hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de
Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa
de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no
hay poemas viejos
sino nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a
cenar,
sé que no tiene intenciones de
leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus
manuscritos.
En muchas familias nadie escribe
poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es
sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en
cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes
en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa
hablada decente,
pero toda su producción literaria
está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada
año:
que cuando vuelva me contará
todo,
todo, todo.
amor a primera
vista
Ambos están
convencidos
de que los ha
unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa
seguridad,
pero la
inseguridad es más hermosa.
Imaginan que
como antes no se conocían
no había
sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir
de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace
tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría
preguntarles
si no recuerdan
-quizá un
encuentro frente a frente
alguna vez en
una puerta giratoria,
o algún “lo
siento”
o el sonido de
“se ha equivocado” en el teléfono-,
pero conozco su
respuesta.
No recuerdan.
Se
sorprenderían
de saber que ya
hace mucho tiempo
que la
casualidad juega con ellos,
una casualidad
no del todo preparada
para
convertirse en su destino,
que los
acercaba y alejaba,
que se
interponía en su camino
y que
conteniendo la risa
se apartaba a
un lado.
Hubo signos,
señales,
pero qué hacer
si no eran comprensibles.
¿No habrá
revoloteado
una hoja de un
hombro a otro
hace tres años
o incluso el
último martes?
Hubo algo
perdido y encontrado.
Quién sabe si
alguna pelota
en los
matorrales de la infancia.
Hubo picaportes
y timbres
en los que un
tacto
se sobrepuso a
otro tacto.
Maletas, una
junto a otra, en una consigna.
Quizá una
cierta noche el mismo sueño
desaparecido
inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que
una continuación,
y el libro de
los acontecimientos
se encuentra
siempre abierto a la mitad.
La habitación del suicida
Seguramente crees que la habitación
estaba vacía.
Pues no. Había tres sillas bien
firmes.
Una lámpara buena contra la
oscuridad.
Un escritorio, en el escritorio una
cartera, periódicos.
Un buda despreocupado. Un cristo
pensativo.
Siete elefantes para la buena suerte
y en el cajón una agenda.
¿Crees que no estaban en ella
nuestras direcciones?
Seguramente crees que no había
libros, cuadros ni discos.
Pues sí. Había una reanimadora
trompeta en unas manos negras.
Saskia con una flor cordial.
Alegría, divina chispa.
Odiseo sobre el estante durmiendo un
sueño reparador
tras las fatigas del canto quinto.
Moralistas,
apellidos estampados con sílabas
doradas
sobre lomos bellamente curtidos.
Los políticos justo al lado se
mantenían erguidos.
No parecía que de esta habitación no
hubiera salida,
al menos por la puerta,
o que no tuviera alguna perspectiva,
al menos desde la ventana.
Las gafas para ver a lo lejos estaban
en el alféizar.
Zumbaba una mosca, o sea que aún
vivía.
Seguramente crees que cuando menos
la carta algo aclaraba.
Y si yo te dijera que no había
ninguna carta.
Tantos de nosotros, amigos, y todos
cupimos
en un sobre vacío apoyado en un
vaso.
Primera
fotografía de Hitler
¿Y QUIÉN ES
ESTE NIÑO con su camisita?
Pero ¡si es
Adolfito, el hijo de los Hitler!
¿Tal vez
llegue a ser un doctor en leyes?
¿O quizá
tenor en la ópera de Viena?
¿De quién es
esta manita, de quién la orejita, el ojito, la naricita?
¿De quién la
barriguita llena de leche? ¿No se sabe todavía?
¿De un
impresor, de un médico, de un comerciante, de un cura?
¿A dónde
irán estos graciosos piecitos, a dónde?
¿A la
huerta, a la escuela, a la oficina, a la boda
tal vez con
la hija del alcalde?
Cielito,
angelito, corazoncito, amorcito,
cuando hace
un año vino al mundo,
no faltaron
señales en cielo y en la tierra:
un sol de
primavera, geranios en las ventanas,
música de
organillo en el patio,
u presagio
favorable envuelto en un fino papel de color rosa.
Antes del
parto, su madre tuvo un sueño profético:
ver una
paloma en sueños, será una buena noticia;
capturarla,
llegará un visitante largamente esperado.
Toc, toc,
quién es, así late el corazón de Adolfito.
Chupete,
pañal , babero, sonaja,
el niño,
gracias a Dios, está sano, toquemos madera,
se parece a
los padres, al gatito en el cesto,
a los niños
de todos los demás álbumes de familia.
Ah, no nos
pondremos a llorar ahora, ¿verdad?,
mira, mira,
el pajarito, ahora mismo lo suelta el fotógrafo.
Atelier
Klinger, Grabenstrasse, Braunen,
y Braunen no
es una muy grande, pero es una digna ciudad,
sólidas
empresas, amistosos vecinos,
olor a
pastel de levadura y a jabón de lavar.
No se oye el
aullido de los perros, ni los pasos del destino.
El maestro
de la historia se afloja el cuello
y bosteza
encima de los cuadernos.
Un gato en
un piso vacío
Morir, eso
no se le hace a un gato.
Porque qué
puede hacer un gato
en un piso
vacío.
Trepar por
las paredes.
Restregarse
entre los muebles.
Parece que
nada ha cambiado
y, sin
embargo, ha cambiado.
Que nada se
ha movido,
pero está
descolocado.
Y por la
noche la lámpara ya no se enciende.
Se oyen
pasos en la escalera,
pero no son
ésos.
La mano que
pone el pescado en el plato
tampoco es
aquella que lo ponía.
Hay algo
aquí que no empieza
a la hora de
siempre.
Hay algo que
no ocurre
como
debería.
Aquí había
alguien que estaba y estaba,
que de
repente se fue
e
insistentemente no está.
Se ha
buscado en todos los armarios.
Se ha
recorrido la estantería.
Se ha
husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se
ha roto la prohibición
y se han
desparramado los papeles.
Qué más se
puede hacer.
Dormir y
esperar.
Ya verá
cuando regrese,
ya verá
cuando aparezca.
Se va a
enterar
de que eso
no se le puede hacer a un gato.
Irá hacia él
como si no
quisiera,
despacito,
con las
patas muy ofendidas.
Y nada de
saltos ni maullidos al principio.
EL SILENCIO DE LAS PLANTAS
La relación unilateral
entre vosotras y yo
no va mal de todo.
Sé lo que es hoja,
pétalo, espiga, piña, tallo
y lo que os pasa a
vosotras en abril y en diciembre.
Aunque mi curiosidad no
es correspondida,
me inclino especialmente
sobre algunas
y hacia otras levanto la
cabeza.
Tengo nombres para
vosotras:
arce, cardo, narciso,
brezo,
enebro, muérdago,
nomeolvides,
y vosotras no tenéis
ninguno para mí.
Hacemos el viaje juntas.
Y durante los viajes se
conversa ¿o no?
se intercambian
opiniones al menos sobre el tiempo
o sobre las estaciones
que pasan volando.
Temas no faltan, porque
nos unen muchas cosas.
La misma estrella nos
tiene a su alcance.
Proyectamos sombras
según las mismas leyes.
Intentamos saber cosas
cada una a su manera
y en lo que no sabemos
también hay semejanza.
Lo aclararé como pueda,
preguntadme y ya está:
qué es eso de ver con
los ojos,
para qué me late el
corazón
o por qué mi cuerpo no
echa raíces.
Pero cómo contestar a
preguntas nunca hechas,
si además se es alguien
para vosotras tan nadie.
Musgo, bosque, prados y
juncales,
todo lo que os digo es
un monólogo
y no sois vosotras
quienes lo escucháis.
Hablar con vosotras es
necesario e imposible.
Urgente en una vida
apresurada
y está aplazado hasta
nunca.
-
PLATÓN O EL PORQUÉ
Por oscuros motivos,
en desconocidas
circunstancias
el Ser Ideal ha dejado
de bastarse a sí mismo.
Podría haber durado y
durado, sin fin,
hecho de la oscuridad,
forjado de la claridad
en sus somnolientos
jardines sobre el mundo.
¿Para qué diablos habrá
empezado a buscar emociones
en la mala compañía de
la materia?
¿Para qué necesita
imitadores
torpes, gafes,
sin vistas a la
eternidad?
¿Cojeante sabiduría
con una espina clavada
en el talón?
¿Desgarrada armonía
por agitadas aguas?
¿Belleza
con desagradables
intestinos en su interior
y Bondad
-para qué con sombra,
si antes no tenía-?
Ha tenido que haber
algún motivo
por pequeño que
aparentemente sea,
pero ni siquiera la
Verdad Desnuda lo revelará
ocupada en controlar
el vestuario terrenal.
Y para colmo, esos
horribles poetas, Platón,
virutas de las estatuas
esparcidas por la brisa,
residuos del gran
Silencio en las alturas...
PRIMER AMOR
Dicen
que el primero es el más
importante.
Eso es muy romántico,
pero no es mi caso.
Algo entre nosotros hubo
y no hubo,
sucedió y tuvo su
efecto.
No me tiemblan las manos
cuando encuentro
pequeños recuerdos
y un fajo de cartas
atadas con una cuerda
-si al menos fuera una
cinta-.
Nuestro único encuentro
tras los años
fue una conversación de
dos sillas
junto a una fría mesita.
Otros amores
hasta ahora respiran
profundamente en mí.
A éste le falta aliento
para suspirar.
Y sin embargo justo así,
como es,
puede algo que los otros
no pueden todavía:
no recordado,
ni siquiera soñado,
me acostumbra a la
muerte.
-
ALGO SOBRE EL ALMA
Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin pausa
y para siempre.
Día tras día,
año tras año
pueden transcurrir sin
ella.
A veces sólo en el
arrobo
y los miedos de la
infancia
anida por más tiempo.
A veces nada más en el
asombro
de haber envejecido.
Rara vez nos asiste
en las tareas pesadas,
como mover los muebles,
cargar las maletas
o recorrer caminos con zapatos
apretados.
Cuando hay que cortar
carne
o llenar solicitudes,
generalmente está de
asueto.
De mil conversaciones
toma parte sólo en una,
y no necesariamente,
pues prefiere el
silencio.
Cuando el cuerpo nos
empieza a doler y doler,
escapa sigilosamente de
su hora de consulta.
Es algo quisquillosa:
con disgusto nos ve en
la muchedumbre,
le repugna nuestra lucha
por supuestas ventajas
y el rumor de los
negocios.
La alegría y la tristeza
no son para ella
sentimientos distintos.
Sólo cuando se unen
está presente en
nosotros.
Podemos contar con ella
cuando no estamos
seguros de nada
y tenemos curiosidad por
todo.
De los objetos
materiales
le gustan los relojes
con péndulo
y los espejos que
trabajan afanosos
aunque no mire nadie.
No dice de dónde viene
ni cuándo se irá de
nuevo,
pero evidentemente
espera esa pregunta.
Según parece,
así como ella a
nosotros,
nosotros a ella
también le servimos de
algo.
HORA TEMPRANA
Todavía duermo
y mientras tanto suceden
cosas.
Blanquea la ventana,
la oscuridad se vuelve
gris,
el cuarto se desprende
del espacio turbio,
buscan en él apoyo,
titubeantes, pálidas estelas.
Sucesivamente, sin
prisa,
porque es una ceremonia,
amanecen las superficies
del techo y las paredes,
se separan las formas,
una de otra,
el lado izquierdo del
derecho.
Clarean las distancias
entre los objetos,
pían los primeros
destellos
en el vaso, el
picaporte.
No sólo parece, sino que
es plenamente
aquello que ayer fue
movido,
lo que se ha caído al
suelo,
lo que se encierra en
los marcos.
Solamente los detalles
no se han hecho aún
visibles.
Pero atención, atención,
atención,
muchas cosas indican que
regresan los colores
y hasta la más pequeña
recuperará el suyo,
junto con el matiz de la
sombra.
Muy rara vez me
sorprende, y debería.
Suelo despertarme como
testigo tardío,
cuando el milagro está
ya hecho,
el día establecido
y lo alboreante
magistralmente transformado en matinal.
-
CONTRIBUCIÓN A LA ESTADÍSTICA
De cada cien personas,
las que todo lo saben
mejor:
cincuenta y dos,
las inseguras de cada
paso:
casi todo el resto,
las prontas a ayudar,
siempre que no dure
mucho:
hasta cuarenta y nueve,
las buenas siempre,
porque no pueden de otra
forma:
cuatro, o quizá cinco,
las dispuestas a admirar
sin envidia:
dieciocho,
las que viven
continuamente angustiadas
por algo o por alguien:
setenta y siete,
las capaces de ser
felices:
como mucho,
veintitantas,
las inofensivas de una
en una,
pero salvajes en grupo:
más de la mitad seguro,
las crueles
cuando las
circunstancias obligan:
eso mejor no saberlo
ni siquiera
aproximadamente,
las sabias a posteriori:
no muchas más
que las sabias a priori,
las que de la vida no
quieren nada más que cosas:
cuarenta,
aunque quisiera
equivocarme,
las encorvadas,
doloridas
y sin linterna en lo
oscuro:
ochenta y tres,
tarde o temprano,
las dignas de compasión:
noventa y nueve,
las mortales:
cien de cien.
Cifra que por ahora no
sufre ningún cambio.
-
-
FOTOGRAFÍA DEL 11 DE SEPTIEMBRE
Saltaron hacia abajo
desde los pisos en llamas:
uno, dos, todavía unos
cuantos
más arriba, más abajo.
La fotografía los
mantuvo con vida,
y ahora los conserva
sobre la tierra, hacia
la tierra.
Todos siguen siendo un
todo
con un rostro individual
y con la sangre
escondida.
Hay suficiente tiempo
para que revolotee el
cabello
y de los bolsillos
caigan
llaves, algunas monedas.
Siguen ahí, al alcance
del aire,
en el marco de espacios
que justo se acaban de
abrir.
Sólo dos cosas puedo
hacer por ellos:
describir ese vuelo
y no decir la última
palabra.
DIVORCIO
Para los niños el primer fin del mundo de su vida.
Para el gato un nuevo dueño.
Para el perro una dueña nueva.
Para los muebles escaleras, golpes, carga, descarga.
Para las paredes claros cuadrados tras los cuadros
[descolgados.
Para los vecinos de la planta baja un tema, una pausa
[en el hastío.
Para el coche mejor que fueran dos.
Para las novelas, la poesía - de acuerdo, llévate lo que
[quieras.
Peor para la enciclopedia y el vídeo,
ah, y para el manual de ortografía,
donde tal vez se explique el tema de los dos nombres:
si todavía unirlos con la conjunción "y",
o ya separarlos con un punto.
Para los niños el primer fin del mundo de su vida.
Para el gato un nuevo dueño.
Para el perro una dueña nueva.
Para los muebles escaleras, golpes, carga, descarga.
Para las paredes claros cuadrados tras los cuadros
[descolgados.
Para los vecinos de la planta baja un tema, una pausa
[en el hastío.
Para el coche mejor que fueran dos.
Para las novelas, la poesía - de acuerdo, llévate lo que
[quieras.
Peor para la enciclopedia y el vídeo,
ah, y para el manual de ortografía,
donde tal vez se explique el tema de los dos nombres:
si todavía unirlos con la conjunción "y",
o ya separarlos con un punto.
Visto desde arriba
Sobre un sendero yace un escarabajo muerto.
Ha doblado con cuidado sus tres pares de patitas sobre el vientre.
En lugar del caos de la muerte –orden y esmero.
El horror de esta imagen es moderado,
el alcance estrictamente local, entre la grama y la menta.
La tristeza no contamina.
El cielo es azul.
Para nuestra tranquilidad su muerte es más superficial,
los animales no fallecen, simplemente, se mueren
perdiendo –queremos creerlo—menos sentimiento y menos mundo,
al abandonar –pensamos—un escenario menos trágico.
Sus ánimas sumisas no nos asustan de noche,
respetan la distancia, saben qué es el rigor.
Y aquí está sobre el sendero el escarabajo muerto,
en un estado no lamentable brilla el sol.
Da lo mismo pensar en él o mirarle:
no parece que le haya pasado nada importante.
Lo importante, dicen, sólo está unido a nosotros.
Sólo a nuestra vida, sólo a nuestra muerte,
la muerte que se regocija de su forzada primacía.
Sobre un sendero yace un escarabajo muerto.
Ha doblado con cuidado sus tres pares de patitas sobre el vientre.
En lugar del caos de la muerte –orden y esmero.
El horror de esta imagen es moderado,
el alcance estrictamente local, entre la grama y la menta.
La tristeza no contamina.
El cielo es azul.
Para nuestra tranquilidad su muerte es más superficial,
los animales no fallecen, simplemente, se mueren
perdiendo –queremos creerlo—menos sentimiento y menos mundo,
al abandonar –pensamos—un escenario menos trágico.
Sus ánimas sumisas no nos asustan de noche,
respetan la distancia, saben qué es el rigor.
Y aquí está sobre el sendero el escarabajo muerto,
en un estado no lamentable brilla el sol.
Da lo mismo pensar en él o mirarle:
no parece que le haya pasado nada importante.
Lo importante, dicen, sólo está unido a nosotros.
Sólo a nuestra vida, sólo a nuestra muerte,
la muerte que se regocija de su forzada primacía.
Elogio de la mala
conciencia de uno mismo
El buitre no tiene nada que reprocharse
los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.
No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.
De cien kilos es el corazón de la orca,
pero no le pesa.
Nada más animal
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del Sol.
(Traducción de Abel a. Murcia Soriano
El ocaso del siglo
Tenía que ser
mejor que los anteriores, nuestro siglo XX.
Ya no está a
tiempo de demostrarlo,
tiene los años
contados, andar vacilante,
respiración
corta.
Han sucedido
demasiadas cosas
que no debieron
suceder,
y lo que tenía
que llegar
no ha llegado.
Tenía que
estallar la primavera
y, entre otras
cosas, la felicidad.
El miedo tenía
que abandonar valles y montañas.
La verdad tenía
que ser más veloz que la mentira
en alcanzar el
blanco.
Algunos
desastres
no debieron
repetirse,
por ejemplo la
guerra,
el hambre,
etcétera.
Tenía que
respetarse
la indefensión
de los indefensos,
la confianza y
cosas por el estilo.
Quien deseaba
complacerse en este mundo
se enfrenta a
una hazaña irrealizable.
La estupidez no
es ridícula.
La sabiduría no
es alegre.
La esperanza
dejó de ser una
muchacha,
etcétera, por
desgracia.
Dios tenía que
confiar, por fin, en el hombre
bueno y fuerte,
pero un bueno y
un fuerte
siguen siendo
dos hombres.
Cómo vivir, me
preguntó por carta alguien
a quien yo
pensaba formular
la misma
pregunta.
De nuevo y como
siempre,
según lo dicho
anteriormente,
no hay
preguntas más apremiantes
que las
preguntas ingenuas.
Hombres en el
puente (1986) Traducción:
Ana María Moix y Jerzy Wojciech
UN TERRORISTA
La bomba
explotará en el bar a las trece veinte.
Ahora apenas son las trece y dieciséis.
Algunos todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.
Ahora apenas son las trece y dieciséis.
Algunos todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.
El terrorista
ya se ha situado al otro lado de la calle.
Esa distancia lo protege de cualquier mal
y se ve como en el cine:
Esa distancia lo protege de cualquier mal
y se ve como en el cine:
Una mujer con
una cazadora amarilla: ella entra.
Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos con vaqueros: ellos está hablando.
Trece diecisiete y cuatro segundos.
Ese más abajo tiene suerte y sube a una moto,
y ese más alto entra.
Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos con vaqueros: ellos está hablando.
Trece diecisiete y cuatro segundos.
Ese más abajo tiene suerte y sube a una moto,
y ese más alto entra.
Trece
diecisiete y cuarenta segundos.
Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.
Sólo que de repente ese autobús la tapa.
Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.
Sólo que de repente ese autobús la tapa.
Trece
dieciocho.
Ya no está la niña.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
eso ya se verá cuando vayan sacando.
Ya no está la niña.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
eso ya se verá cuando vayan sacando.
Trece
diecinueve.
Y ahora como que no entra nadie.
En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece que busca algo en sus bolsillos y
a las trece veinte menos diez segundos
vuelve a buscar sus miserables guantes.
Y ahora como que no entra nadie.
En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece que busca algo en sus bolsillos y
a las trece veinte menos diez segundos
vuelve a buscar sus miserables guantes.
Son las trece
veinte.
Qué lento pasa el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la bomba explota
Qué lento pasa el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la bomba explota
Ella Fitzgerald
en el cielo
Le rezaba a
Dios,
le rezaba ardientemente,
para que hiciera de ella
una feliz chiquilla blanca.
Y si ya es tarde para esos cambios,
pues al menos, Mi Señor, mira cuánto peso
y quita de aquí como poco la mitad.
Pero el misericordioso Dios dijo No.
Simplemente puso la mano en su corazón,
le miró la gargante, le acarició la cabeza.
Y cuando todo haya pasado—añadió—,
me llenarás de júbilo viniendo a mí,
mi alegría negra, mi tonel cantarín.
le rezaba ardientemente,
para que hiciera de ella
una feliz chiquilla blanca.
Y si ya es tarde para esos cambios,
pues al menos, Mi Señor, mira cuánto peso
y quita de aquí como poco la mitad.
Pero el misericordioso Dios dijo No.
Simplemente puso la mano en su corazón,
le miró la gargante, le acarició la cabeza.
Y cuando todo haya pasado—añadió—,
me llenarás de júbilo viniendo a mí,
mi alegría negra, mi tonel cantarín.
Allegro ma non troppo
Bella-le digo a la vida-,
más abundante, imposible
ni más ranil, semillosa
ruisenorial u hormiguera.
Hago todo por gustarle,
siempre la miro a los ojos.
La saludo antes que nadie
con gesto humilde en el rostro.
Me le cruzo por la izquierda
y también por la derecha,
y me elevo embelesada,
y me caigo sorprendida.
Que montes el saltamontes,
que silvestre zarzamora.
Nunca jamás lo creería
si nunca hubiera nacido.
No sé- le digo a la vida-
con que puedo compararte.
Nadie ha hecho otra pina
ni menos pina ni más.
Me gustas por generosa,
por ingeniosa y exacta,
por impetuosa ?que más?
por hechicera y tan bruja.
Y para no disgustarla,
provocarla ni ofenderla,
desde hace muchos milenios
la corejo muy sonriente.
La acorralo en una hoja:
¿se detiene?, ¿me hace caso?
?Aunque sea por un momento,
se le olvida a dónde va?
más abundante, imposible
ni más ranil, semillosa
ruisenorial u hormiguera.
Hago todo por gustarle,
siempre la miro a los ojos.
La saludo antes que nadie
con gesto humilde en el rostro.
Me le cruzo por la izquierda
y también por la derecha,
y me elevo embelesada,
y me caigo sorprendida.
Que montes el saltamontes,
que silvestre zarzamora.
Nunca jamás lo creería
si nunca hubiera nacido.
No sé- le digo a la vida-
con que puedo compararte.
Nadie ha hecho otra pina
ni menos pina ni más.
Me gustas por generosa,
por ingeniosa y exacta,
por impetuosa ?que más?
por hechicera y tan bruja.
Y para no disgustarla,
provocarla ni ofenderla,
desde hace muchos milenios
la corejo muy sonriente.
La acorralo en una hoja:
¿se detiene?, ¿me hace caso?
?Aunque sea por un momento,
se le olvida a dónde va?
A ALGUNOS LES GUSTA LA POESÍA
A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatoria,
y a los mismo poetas,
serán dos de cada mil personas.
Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.
La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.
A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatoria,
y a los mismo poetas,
serán dos de cada mil personas.
Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.
La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.
VERSION
ACOTECIMIENTOS
Si se nos permitió escoger,
parece que nos lo pensamos mucho.
Si se nos permitió escoger,
parece que nos lo pensamos mucho.
Los cuerpos que
se nos ofrecían eran incómodos
y se estropeaban horrorosamente, se avejentaban.
y se estropeaban horrorosamente, se avejentaban.
Nos daban asco
las formas de saciar el hambre,
nos repugnaba heredar pasivamente los rasgos,
las formas de saciar el hambre,
nos repugnaba heredar pasivamente los rasgos,
la trasmisión
involuntaria de caracteres
y la tiranía de las glándulas.
y la tiranía de las glándulas.
El mundo que
había de rodearnos, el adjudicado
estaba en una constante descomposición.
Los efectos de las causas hacían estragos.
estaba en una constante descomposición.
Los efectos de las causas hacían estragos.
De la lista de
destinos
que se nos dejó consultar y hojear,
rechazamos la mayoría
con tristeza y horror.
que se nos dejó consultar y hojear,
rechazamos la mayoría
con tristeza y horror.
Nos preguntábamos,
por ejemplo,
si valía la pena parir, entre dolores,
a un niño muerto,
o para qué ser un navegante
que nunca arribará.
si valía la pena parir, entre dolores,
a un niño muerto,
o para qué ser un navegante
que nunca arribará.
Aceptábamos la
muerte,
pero no en todas sus formas, de cualquier manera.
Nos atraía el amor,
es cierto, pero un amor
que cumple sus promesas.
pero no en todas sus formas, de cualquier manera.
Nos atraía el amor,
es cierto, pero un amor
que cumple sus promesas.
Del oficio del
arte
nos repelía
tanto lo relativo de las valoraciones
como lo efímero y fugaz de las obras maestras.
nos repelía
tanto lo relativo de las valoraciones
como lo efímero y fugaz de las obras maestras.
Todos queríamos
tener una patria sin vecinos
y vivir la vida
en una pausa o tregua entre dos guerras.
y vivir la vida
en una pausa o tregua entre dos guerras.
Ninguno de
nosotros quería tomar el poder, la voluntad de poder
ni someterse a su dominio,
nadie quería ser víctima
ni de propias ni de ajenas ilusiones,
no había voluntarios
para desfiles y manifestaciones
y mucho menos para las tribus en extinción
– sin lo cual la historia
no podría transcurrir acontecer de ningún modo
por los siglos previstos.
ni someterse a su dominio,
nadie quería ser víctima
ni de propias ni de ajenas ilusiones,
no había voluntarios
para desfiles y manifestaciones
y mucho menos para las tribus en extinción
– sin lo cual la historia
no podría transcurrir acontecer de ningún modo
por los siglos previstos.
Mientras tanto
una cantidad considerable
de estrellas encendidas
ya se apagó y se enfrió.
Era hora de tomar una decisión.
de estrellas encendidas
ya se apagó y se enfrió.
Era hora de tomar una decisión.
Con no pocas
reservas
aparecieron por fin candidatos
a algunos descubridores y curanderos,
a unos cuantos filósofos sin renombre,
a un par de jardineros anónimos,
magos y músicos
– aunque a falta de otros interesados
ni siquiera estas vidas
podrían haberse realizado.
aparecieron por fin candidatos
a algunos descubridores y curanderos,
a unos cuantos filósofos sin renombre,
a un par de jardineros anónimos,
magos y músicos
– aunque a falta de otros interesados
ni siquiera estas vidas
podrían haberse realizado.
Había que
plantearse
una vez más todo el asunto.
una vez más todo el asunto.
Nos fue
presentada
una oferta de viaje
del cual seguro volveremos,
claro que sí, y pronto.
una oferta de viaje
del cual seguro volveremos,
claro que sí, y pronto.
Un tiempo fuera
de la eternidad,
al fin y al cabo monótona
y carente de transcurso,
podría no repetirse nunca más.
al fin y al cabo monótona
y carente de transcurso,
podría no repetirse nunca más.
Nos asaltaron
las dudas
de si sabiéndolo todo de antemano
lo sabíamos en verdad todo.
de si sabiéndolo todo de antemano
lo sabíamos en verdad todo.
Si una elección
tan prematura
era verdaderamente una elección
y si no sería mejor
relegarla al olvido,
y, si elegir,
– mejor elegir estando allá.
era verdaderamente una elección
y si no sería mejor
relegarla al olvido,
y, si elegir,
– mejor elegir estando allá.
Contemplamos a
la Tierra.
Algunos temerarios ya vivían allí, los aventurados la habitaban
Una débil planta
se aferraba a la roca
confiando ingenuamente
en que no la arrancaría el viento.
Algunos temerarios ya vivían allí, los aventurados la habitaban
Una débil planta
se aferraba a la roca
confiando ingenuamente
en que no la arrancaría el viento.
Un animal
diminuto
se desenterraba de su madriguera
con un esfuerzo y un esperanza
para nosotros extraños.
se desenterraba de su madriguera
con un esfuerzo y un esperanza
para nosotros extraños.
Nos resultamos
en exceso cautos,
mezquinos, pusilánimes y ridículos.
mezquinos, pusilánimes y ridículos.
Pronto además
empezamos a tener bajas.
Los más impacientes se habían metido quién sabe dónde.
En primera línea de fuego.
– eso estaba claro.
Precisamente ahora lo estaban encendiendo
en la escarpada orilla de un río real.
Los más impacientes se habían metido quién sabe dónde.
En primera línea de fuego.
– eso estaba claro.
Precisamente ahora lo estaban encendiendo
en la escarpada orilla de un río real.
Algunos ya
emprendían el camino de regreso.
Pero no en nuestra dirección.
¿Y como si llevando? ¿algo conseguido?
Pero no en nuestra dirección.
¿Y como si llevando? ¿algo conseguido?
Wislawa
Szymborska, Versión de los acontecimientos –
BAJO UN SOLO
LUCERO
Pido perdón al azar por llamarlo necesidad.
Pido perdón a la necesidad por si me equivoco.
Que no se enoje la suerte por apropiármela.
Que no me reprochen los muertos la palidez de mis recuerdos.
Pido perdón al tiempo por la multiplicidad del mundo desapercibida por segundo.
Pido perdón a mi viejo amor por ser el nuevo el primero.
Disculpad, guerras lejanas, las flores que hay en mi casa.
Disculpad, heridas abiertas, que me pinche un dedo.
Pido perdón a quienes claman desde el abismo por mis discos de minué.
Pido perdón a la gente de las estaciones por mi sueño de madrugada.
Excúsame, esperanza acosada, por reír de vez en cuando.
Excusadme, desiertos, por no acudir corriendo con una cucharada de agua.
Y tú, halcón, el mismo desde hace años y en la misma jaula,
con la mirada fija siempre en el mismo punto,
absuélveme aunque seas un pájaro disecado.
Pido perdón al árbol por las cuatro patas de la mesa.
Pido perdón a las grandes preguntas por las nimias respuestas.
Verdad, no te fijes demasiado de mí.
Seriedad, sé conmigo magnánima.
Resiste, misterio del ser, si deshilacho tu traje.
No me acuses, alma, de tenerte poco.
Pido perdón a todo por no poder estar en todas partes.
Pido perdón a todos por no saber ser cada uno y cada una.
Sé que nada me justificará mientras viva,
porque yo misma soy mi propio obstáculo.
No te ofendas conmigo, lenguaje, por tomar en préstamo palabras patéticas
y esforzarme luego para que parezcan ligeras, sinceras.
Paisaje con grano de arena, Círculo de Lectores, Barcelona, 1997,
Pido perdón al azar por llamarlo necesidad.
Pido perdón a la necesidad por si me equivoco.
Que no se enoje la suerte por apropiármela.
Que no me reprochen los muertos la palidez de mis recuerdos.
Pido perdón al tiempo por la multiplicidad del mundo desapercibida por segundo.
Pido perdón a mi viejo amor por ser el nuevo el primero.
Disculpad, guerras lejanas, las flores que hay en mi casa.
Disculpad, heridas abiertas, que me pinche un dedo.
Pido perdón a quienes claman desde el abismo por mis discos de minué.
Pido perdón a la gente de las estaciones por mi sueño de madrugada.
Excúsame, esperanza acosada, por reír de vez en cuando.
Excusadme, desiertos, por no acudir corriendo con una cucharada de agua.
Y tú, halcón, el mismo desde hace años y en la misma jaula,
con la mirada fija siempre en el mismo punto,
absuélveme aunque seas un pájaro disecado.
Pido perdón al árbol por las cuatro patas de la mesa.
Pido perdón a las grandes preguntas por las nimias respuestas.
Verdad, no te fijes demasiado de mí.
Seriedad, sé conmigo magnánima.
Resiste, misterio del ser, si deshilacho tu traje.
No me acuses, alma, de tenerte poco.
Pido perdón a todo por no poder estar en todas partes.
Pido perdón a todos por no saber ser cada uno y cada una.
Sé que nada me justificará mientras viva,
porque yo misma soy mi propio obstáculo.
No te ofendas conmigo, lenguaje, por tomar en préstamo palabras patéticas
y esforzarme luego para que parezcan ligeras, sinceras.
Paisaje con grano de arena, Círculo de Lectores, Barcelona, 1997,
Opinión sobre la pornografía
No hay mayor lujuria que el pensar.
Se propaga este escarceo como la
mala hierba
en el surco preparado para las
margaritas.
No hay nada sagrado para aquellos
que piensan.
Es insolente llamar a las cosas por
su nombre,
los viciosos análisis, las síntesis
lascivas,
la persecución salvaje y perversa de
un hecho o verdad desnudo,
el manoseo obsceno, el toqueteo
libidinoso de delicados temas,
los roces al expresar opiniones;
música celestial en sus oídos.
A plena luz del día o al amparo de
la noche
unen en parejas, triángulos y
círculos.
Aquí cualquiera puede ser el sexo y
la edad de los que juegan.
Les brillan los ojos, les arden las
mejillas.
El amigo corrompe al amigo.
Degeneradas hijas celestinas pervierten
a su padre.
Un hermano chulea a su hermana
menor.
Otros son los frutos que desean
del prohibido árbol del
conocimiento, de la ciencia
y no las rosadas nalgas de las
revistas ilustradas,
la pornografía al uso esa tan
ingenua en el fondo.
Les divierten libros que no están
ilustrados.
Sólo son más amenos por frases
especiales
marcadas con la uña o con un lápiz
rojo.
De
"Gente en el puente" 1986
Versión
de Abel A. Murcia
En pornografía habla de una gente intelectual que se une para charlar, y ahí vemos su experiencia en la casa de los escritores, aquellas tediosas y aburridas reuniones de las que acabó harta. Lo que afirma nos lo creemos. Con simplicidad habla de cómo una mente se deja fecundar por otra. Describe una reunión política. Relaciona a la gente que piensa con la metáfora del sexo, de la pornografía. Imagina una sociedad donde los dirigentes piensen y los ciudadanos solo obedecen. Son hombres para los que pensar es un exceso. Hay un roce de opiniones y se quedan tan anchos. Usa frases hechas, pero les da otra vuelta. Lo que nos cuenta en el poema es lo fácil que es manipular la mente de alguien. Hay mucha basura en la comunicación. Hay frases de ella que no sabes cómo tomarlas. “Las mentes con escabrosa simplicidad se dejan fecundar”. Igual la ironía ha acabado ahí. Pero igual la ironía sigue y está haciendo una crítica contra el sistema, contra los intelectuales que alaban esto y se creen a pie puntillas a Bakunin. ¿Dónde acaba la ironía en ella? Las dos cosas caben en el poema. Estos intelectuales se reúnen clandestinamente para leer otras cosas. ¿está alabando a los reunidos en esta célula intelectual o está criticando la forma en que nos creemos los libros prohibidos que idolatramos? Ella es opuesta a todo tipo de doctrina. Ella dice en otro verso; “Mucho debo a los que no amo”. Ella quiere leer cosas diferentes y no siempre los mismos autores. Combate cualquier tipo de fe, incluso la comunista o intelectual. Rechaza creer en cualquier doctrina a pie puntillas. Vacunada contra el comunismo, no cree en nada. Es un arma de doble filo su ironía.
Amor feliz
Amor feliz. ¿Es
normal,
es serio, es positivo?
¿De qué le sirven al mundo dos seres
que no ven el mundo?
es serio, es positivo?
¿De qué le sirven al mundo dos seres
que no ven el mundo?
Enaltecidos
mutuamente sin merecerlo,
dos cualesquiera entre un millón, mas convencidos
de que les sucedería. ¿En recompensa de qué? De nada.
La luz cae de ninguna parte.
¿Por qué da en ellos y no en otros?
¿Ofende a la justicia? Sí.
¿Infringe las normas establecidas con esmero,
despeña la moraleja desde la cumbre? Infringe y despeña.
dos cualesquiera entre un millón, mas convencidos
de que les sucedería. ¿En recompensa de qué? De nada.
La luz cae de ninguna parte.
¿Por qué da en ellos y no en otros?
¿Ofende a la justicia? Sí.
¿Infringe las normas establecidas con esmero,
despeña la moraleja desde la cumbre? Infringe y despeña.
Mirad a los
felices:
¡Si al menos se escondieran un poco,
si fingieran agobio para reconfortar a los amigos!
Escuchad cómo ríen: es una afrenta.
En qué lengua hablan, al parecer comprensible.
Y esos ceremoniales, esos miramientos,
esas primorosas y mutuas atenciones,
¡diríase un complot a espaldas de la humanidad!
¡Si al menos se escondieran un poco,
si fingieran agobio para reconfortar a los amigos!
Escuchad cómo ríen: es una afrenta.
En qué lengua hablan, al parecer comprensible.
Y esos ceremoniales, esos miramientos,
esas primorosas y mutuas atenciones,
¡diríase un complot a espaldas de la humanidad!
¿Qué ocurriría
si su ejemplo se imitara?
A qué recurrirían la religión y la poesía,
qué sería recordado y qué olvidado,
quién eligiría permanecer encerrado en el círculo.
si su ejemplo se imitara?
A qué recurrirían la religión y la poesía,
qué sería recordado y qué olvidado,
quién eligiría permanecer encerrado en el círculo.
Amor feliz. ¿Es
necesario?
El tacto y el juicio obligan a silenciarlo
como si fuera un escándalo de las altas esferas de la Vida.
El tacto y el juicio obligan a silenciarlo
como si fuera un escándalo de las altas esferas de la Vida.
Los bebés
espléndidos nacen
pero nunca lograrán poblar la tierra
ya que pocas veces sucede.
pero nunca lograrán poblar la tierra
ya que pocas veces sucede.
Que quienes no
conocen el amor feliz
sigan afirmando que no existe un amor feliz en ningún sitio del mundo.
sigan afirmando que no existe un amor feliz en ningún sitio del mundo.
Con esa
creencia les será más fácil vivir y también morir.
En este poema dice que es mejor así, no conocer el amor. ¿es
una crítica o alabanza del amor? Critica al amor tonto. Critica el amor que se
exalta en las poesías. Lo desmitifica. Critica el amor ñoño desproporcionado.
Niega que exista eso el que no lo conoce. La ironía que vemos en el poema lo
vuelve del revés. Ese enamoramiento dura 18 meses, ¿tanto? No ves más que a la
persona que tienes enfrente, que luego resulta una idiota.
OCURRE QUE ESTOY SENTADA BAJO UN ÁRBOL,
a la orilla del río,
en una mañana soleada.
Es un suceso banal
que no pasará a la historia.
No son batallas ni pactos
cuyas causas se investigan,
ni ningún tiranicidio digno de ser recordado.
a la orilla del río,
en una mañana soleada.
Es un suceso banal
que no pasará a la historia.
No son batallas ni pactos
cuyas causas se investigan,
ni ningún tiranicidio digno de ser recordado.
Y sin embargo
estoy sentada junto al río, es un hecho.
Y puesto que estoy aquí,
tengo que haber venido de algún lado
y antes
haber estado en muchos otros sitios,
exactamente igual que los descubridores
antes de subir a cubierta.
Y puesto que estoy aquí,
tengo que haber venido de algún lado
y antes
haber estado en muchos otros sitios,
exactamente igual que los descubridores
antes de subir a cubierta.
El instante más
fugaz también tiene su pasado,
su viernes antes del sábado,
su mayo antes de junio.
Y son tan reales sus horizontes
como los de los prismáticos de los estrategas.
su viernes antes del sábado,
su mayo antes de junio.
Y son tan reales sus horizontes
como los de los prismáticos de los estrategas.
El árbol es un
álamo que hace mucho echó raíces.
El río es el Raba, que fluye desde hace siglos.
No fue ayer cuando el sendero
se formó entre los arbustos.
El viento, para disipar las nubes
antes tuvo que traerlas.
El río es el Raba, que fluye desde hace siglos.
No fue ayer cuando el sendero
se formó entre los arbustos.
El viento, para disipar las nubes
antes tuvo que traerlas.
Y aunque no
sucede nada en los alrededores,
el mundo no es más pobre en sus detalles,
ni está peor justificado ni menos definido
que en la época de las grandes migraciones.
el mundo no es más pobre en sus detalles,
ni está peor justificado ni menos definido
que en la época de las grandes migraciones.
No sólo a las
conjuras acompaña el silencio.
Ni sólo a los monarcas un séquito de causas.
Y pueden ser redondos no sólo los aniversarios,
sino también las piedras solemnes de la orilla.
Ni sólo a los monarcas un séquito de causas.
Y pueden ser redondos no sólo los aniversarios,
sino también las piedras solemnes de la orilla.
Complejo y
denso es el bordado de las circunstancias.
Tejido de hormigas en la hierba.
Hierba cosida a la tierra.
Diseño de olas en el que se enhebra un tallo.
Tejido de hormigas en la hierba.
Hierba cosida a la tierra.
Diseño de olas en el que se enhebra un tallo.
Por alguna
causa yo estoy aquí y miro.
Sobre mi cabeza una mariposa blanca aletea en el aire
con unas alas que son solamente suyas,
y una sombra sobrevuela mis manos,
no otra, no la de cualquiera, sino su propia sombra.
Sobre mi cabeza una mariposa blanca aletea en el aire
con unas alas que son solamente suyas,
y una sombra sobrevuela mis manos,
no otra, no la de cualquiera, sino su propia sombra.
Ante una visión
así, siempre me abandona la certeza
de que lo importante
es más importante que lo insignificante.
de que lo importante
es más importante que lo insignificante.
Del libro, Fin
y principio (1993) Traducción, Gerardo Beltrán
después de la guerra
Después de la guerra alguien debe
limpiar, echar los escombros en la cuneta, meterse entre los pueblos de
cenizas, entre las tropas sangrientas, arrastrar a una vieja, apartar un muro
que de fotogénico tiene poco. Reconstruir puentes y estaciones. Es necesario alguien
que escarbe con las manos y recuerde como era. A su alrededor deambula alguien.
Le aburren las cosas, las tiran al montón del incendio. Ceden el sitio a los
que saben de poco, ¡qué más da!, pasan las cosas, pero siempre hay hombres
alegres tumbados con una espiga en la boca, observando las nubes.
Leerla a Szymborska es más complicado de lo que
parece. En cambio, Zagajewski lo
dice todo directamente. No sigue el metro clásico establecido. Es más fácil
traducir esto que a los poetas clásicos. Szymborska es más entendible pero más
complicada. Lo que complica su poesía es hasta donde llega su punto de ironía,
dónde empieza y dónde acaba. En lo pornográfico se reúnen para hablar de las
cosas perdidas en una tertulia poética. No se sabe si se reúnen a criticar o lo
que critica es a los que se reúnen y tienen un ego tremendo. Ella hace un
trabajo consciente de control y depuración de sus versos. Somete la emoción a
la forma, no hay en ella nada de pedantería. Nada de emoción, todo surge más
controlado. La emoción está sujeta por el distanciamiento y la forma. A veces
se nos escapa la ironía de sus versos. Esta autora tiene una gran capacidad de
crear ironía sobre las cosas. Hace poemas sobre cosas tremendas, pero no con un
trasfondo pesimista. Habla de lo cerriles que somos los seres humanos, y habla
con humor de temas pesados como la guerra o la muerte. Lo ve desde fuera. Toma
distancia sobre las cosas. No cree en la inspiración. Ese distanciamiento con
los poemas es casi experimental. No cae en el convencionalismo. Ella mete en
sus poemas ese distanciamiento crítico, pero conseguir a pesar de ello esa
emoción y cercanía al lector no es nada fácil. El poema sobre Hitler de niño es terrible y hermoso y un ejemplo de
este distanciamiento. Desmitifica la poesía, la literatura y su capacidad para
cambiar el mundo. La poeta no cuenta nada de ella, es aconfesional. Hacemos una
selección amplia de su poesía y no sacamos información personal de su vida. Es
como que le diera pudor, vergüenza ajena, de hacer poesía no se enorgullece, lo
lleva por ahí porque no le queda más remedio.
Escribe poemas como Versión de
los acontecimientos. Al tiempo que ella se hace mayor madura en su poesía,
mantiene su forma tan característica de escribir, y además la mejora. Al final
del libro están sus poemas más potentes. Habla de las almas pendientes en
rencarnarse, nadie quiere vivir allí, en este mundo. Y de esa forma critica el
estado de cosas. Es una mujer pesimista, desencantada de todo, pero ese
resentimiento lo disimula a través del humor.
Usa el lenguaje coloquial, cercano y descreído. Está vacunada contra la
palabrería del discurso fascista grandilocuente. Celebra el milagro de la vida
y las cosas más ínfimas. Tiene un punto vitalista a pesar de ese pesimismo. La
poesía es tomar vestimenta, ponerse ropa y metáforas e imágenes y por eso en su
poema Pornografía critica la desnudez pornográfica de confesar los propios
sentimientos. De esta autora no sacamos datos de cómo es ella como ser humano.
En otros poemas habla de la bomba atómica y de otros descubrimientos que
deberían silenciar los científicos. Juega con las palabras. En el poema el ocaso habla del ocaso como persona.
No se ha conseguido nada en este siglo. En el poema el gato aparece un gato en el espacio vacío. Es un poema sobre la
muerte. En el poema mi hermana nunca
escribiría poemas rebela que su pasión por la poesía no lo ha heredado de
sus padres ni de ningún familiar. En el poema no a todos les gusta la poesía habla de lo minoritario que es esto
de la poesía.
Zagajewsky y Szymborska tienen cosas en común, pero son
lenguajes muy diferentes. Ella aunque usa la primera persona es poco personal.
Leerla a ella es más complicado. ¿Dónde está su complicación? ¿por qué los
poemas de él no nos han llegado tanto como los de ella? A ella hay que leerla
los días que hace bueno. A él hay que leerle en un día que haga malo, un día
melancólico. Zagajewsky se deja llevar,
cree en la inspiración, con ese punto romántico, en el meollo del poema alguien
le dirige la mano. Ella estudia mucho el poema, controlando forma y reposando
las emociones como en el poema
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