5 Ciudades medievales de Vanees, Rennes y en Dinard
Esta región de Bretaña está llena
de rituales y leyendas. El valle de Vanees
es navegable hasta su desembocadura, en saint
Malo. VANNES fue ocupado en la prehistoria.
Surge en el XI la ciudad en la mota castral una fortificación sobre el cerro, rodeado
de un foso de estacas. Entre los siglos XI y XII. La región es comprada en 1293
por el conde de Bretaña. En 1357 en la guerra sucesión se adhiere
definitivamente al ducado de Bretaña. La muralla es defendida de los ingleses.
Se construye el castillo. Y en el siglo XV se moderniza, y adopta artillería.
Se rinde Bretaña y se anexiona con Francia. En XVI se llena de actividad
artesanal, en el puerto del rio Gus se abastecen de telas. El castillo torreón
tiene una muralla de 3 kilómetros, que rodea la ciudad. Es declarada la muralla
en 1896 monumento histórico, y nos sirve para entrar al casco viejo de Vannes.
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Vannes y Renne tienen 2 mil años
de historia. Los romanos conquistaron la zona en el siglo I a c y fue sede
episcopal, y tiene privilegios desde el medioevo en el siglo v. La fundación vino
con la marea. Un barco botó y se paró aquí y en ese sitio fundaron la ciudad.
Estas ciudades se construyen al final de golfos y bahías, con terreno desagredado
del mar. No tenían miedo al mar sino a lo que llegaba de él, los vikingos
arrasaron con la ciudad de Vannes en más de una ocasión y la amurallaron, pero
solo queda el 70% de la muralla. . En el XIX se plantea la idea de derribar la
muralla para crecer la ciudad, y porque no era necesaria y la compran para
hacer sus casas. El ayuntamiento tenía que comprar la muralla y las casas y por
eso no la derribó. Pasamos por la puerta de san Vicente Ferrer, santo
valenciano y patrón de la ciudad. En 415 llegó y un año después murió pero es el
patrón de la ciudad. Podemos hacer un botellón con las sidras achampanadas que
nos han regalado en la sidrería ecológica. Miércoles y sábado hay un mercadillo
intramuros y en el puerto deportivo otro de libros. El arco de entrada a la catedral
y a la ciudad es san Pedro. Descubrieron Terranova los bretones. La catedral
tiene las cenizas de Vicente Ferrer, dominico. Son gratis las iglesias, los italianos
y españoles cobran. Antes en la estación de Harry Potter no se podía hacer
fotos por no estropear la madera, pero desde que cobran 4 e si que se puede. También hay un local con un
cartel del matrimonio Vannes que eran unos artesanos comerciantes tan queridos
en el pueblo que le dieron nombre. Visitamos la plaza Gombetta. En la puerta de
san Vicente vuelve a aparecer el escudo de Bretaña. Tenía San Vicente Ferrer el
don de la ubicuidad, quizá porque sólo pasaba un año en cada sitio. Celebran un
mercadillo de comida flores y libros. En la plaza se celebraban torneos y ferias.
Mi padre debería haber dado la historia imparcialmente y no solo la historia de
los dominicos, porque se entusiasma cuando le hablan de san Vicente Ferrer, dominico. Llegamos a DINARD La iglesia es del siglo XII, gótico flamígero, dónde estaba
la basílica de san salvador, a la que hacen modificaciones. Del gótico al barroco
se va conformando la plaza salvador, la calle Jerzual, calle gremial de
artesanos medievales, que une el puerto con la ciudad. Fue un puerto comercial
muy importante, acceso al centro de la ciudad. Es una calle estrecha y hay un fuente
desnivel acercándote al puerto, lo malo es la cuesta. En el puerto hay un paseo
fluvial. La puerta de la ciudad antigua nos adentra en la calle de artesanos y tenderos
de Jerzual. En la calle cordería hacían zapatos de punta largos. La torre del reloj
es del siglo XV, de 45 m alto, con una campana ofrecida por Ana de Bretaña a la
ciudad. Son de pago las visitas. Con 11 mil habitantes la ciudad, su centro
histórico está a partir de la calle santa clara, y la calle y torre del reloj.
El reloj se quemó en el incendio del 24 mayo de 2017.
RENNES es la capital del ducado Bretaña. Destaca el palacio de
justicia, el palacio de la gendarmería donde tuvo lugar el proceso al general judío
Deyfrus injustamente sometido a un tribunal de guerra por temas racistas, y del
que Zola se solidarizó en su famoso Yo Acuso. Varios puentes cruzan el río de
la ciudad, y lo comunican con la plaza del Hotel de la Ville y la Opera, la
plaza de la constitución y el casco antiguo medieval. Hay una catedral y varias
iglesias, pero la catedral de Rennes es la más famosa. A la noche se ilumina,
con un teatro de luces y sonidos en la que representan toda la historia de la
catedral y la ciudad. Llegas a la parte vieja, a la plaza santa Ana, que
comunica con la calle San Michel, que es la zona en que se reúnen los jóvenes a
beber. Lo llaman la calle del sed, porque es la calle con más bares y pubs por kilómetro
cuadrado, y de noche da hasta miedo pasar por allí y sus callejones oscuros y
solitarios, sus casas medievales con artesonados de madera y pizarra. Las abombadas
casas parecen al punto del derrumbe y se apoyan unas a otras, para contrarrestar
pesos. Atraviesas la antigua puerta, los
techos de pizarra indican dinero. En la torre santa Catalina de Medicis se
puede ver todo el puerto y el mar. El rio protesta, al desviar su cauce para
ampliar la ciudad de ensanches, tarde o temprano se desbordará. Los jardines
anglais son preciosos, más a la francesa que a la italiana. Fue un pueblo celta
en su origen. En el café nos ponen frutos secos como tapas para que tengamos
sed y pidamos otra. Por la Borgoña estuvo Bertrand de Gereschin, en la muralla
baranda, los centinelas bajaban del puesto, en la escuela industria en 1780
estuvo allí Víctor Hugo.
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