"LA GRAN ADICCION". ENRIC PUIG.
La nueva aparición de Dios (Internet) sirve a
Enric Puig, Doctor en Filosofía, para hablar/indigar sobre esas gentes
ajenas a la Teología(no necesitan las Nuevas Tecnologías para vivir).
Desconectados del Señor, y puestos en situación en la mejor aceptación
sartreana, tuvieron y fueron en la Red y un día abandonaron esa
vinculación. ¿Queda vida al margen de tan poderoso Absoluto?. Hijos de
un mismo Dios con avatares propios ante tamaña religación en cuanto a
significados divinos: Facebook, Twitter, Google, Linkeln, Monster. Los
fieles siempre están expectantes. Un mundo desconocido/ enigmático se
detecta. Interpretaciones subjetivas en la dependencia
obligada/obligatoria. Historias humanas verdaderas, a modo de relato
novelado, donde la conexión/desconexión a Internet se convierte en el
eje central de la trama(Encubierto ensayo, en este caso). Al final, el
trato humano prevalece sobre la maquinaria tecnológica. Cálida moralina
humanista que eclipsa el frío andamiaje del objeto a programar.
Contactar es estar y, por tanto, SER. La huída de la soledad se
convierte en elemento básico para comprender actitudes/actividades
sometidas a férreas estrategias de manipulación. Dependientes de un
vacío que aspira a convertirse en plenitud(contactos TINDER: la NADA
como relación interpersonal. Ansiedad por el resultado final). Las
hazañas épicas del ego y su introspección tendente a la liberación de
una adicción a escala planetaria. Malos tiempos para
lírica/conocimiento. Con esfuerzo y voluntad, un jardín de rosas florece
en lo seco del entramado vital. Esperanza en la
desesperación/impotencia. Ensayo/narrativa de matiz optimista a pesar de
lo hostil del ambiente. Siempre quedan aberturas/aperturas en lo
asfixiante del SISTEMA por las que la identidad de cada cual transita en
un componente libertario con voluntad de no doblegarse.
Bilbao
Yo, cuando era joven,
te ataqué violentamente,
te demacré el rostro,
porque en verdad no eras digna de mi palabra,
sino para insultarte,
ciudad donde nací, turbio regazo
de mi niñez, húmeda de lluvia
y ahumada de curas,
esta noche,
no puedo dormir, y pienso en tus tejados,
me asalta el tiempo huido entre tus calles,
y te llamo desoladamente desde Madrid,
porque sólo tú sostienes mi mirada,
das sentido a mis pasos
sobre la tierra:
recuerdo que en París aún me ahogaba tu cielo
de ceniza,
luego alcancé Moscú como un gagarin de la guerra fría,
y el resplandor de tus fábricas
iluminó súbitamente las murallas del Kremlin,
y cuando bajé a Shanghai sus muelles se llenaban de barcos del
[Nervión
y volé a La Habana y recorrí la Isla
ladeando un poco la frente,
porque tenía necesidad de recordarte y no perderme
en medio de la Revolución,
ciudad de monte y piedra, con la mejilla manchada por la
[la más burda hipocresía
ciudad donde, muy lejos, muy lejano,
se escucha el día de la venganza alzándose con una rosa
[blanca junto al cuerpo de Martí.
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