LIBRO Y LIBERTAD. LUCIANO CANFORA

LIMONADAS VERANIEGAS DEL DUQUE DE MARZANA

                                             "LIBRO Y LIBERTAD". LUCIANO CANFORA.

               El profesor italiano de Humanidades, Luciano Canfora (Bari,1942), realiza una declaración de amor hacia los libros. Desde las primeras páginas del presente ensayo valora el papel de las bibliotecas y el bloqueo a la consecución del gozo como lector en la aparición de la tecnología y en la burocracia institucional con la que se trata a ese objeto amado que sostiene entre sus manos. 

El libro adquiere tal protagonismo que se convierte en SUJETO desde donde se analiza la Realidad. Los personajes, relacionados con la trama libresca  tienen categoría propia, como si al margen de ellos todo fuera secundario. De Alonso Quijano a Julien Sorel. Del príncipe Andrei a el Gatopardo. Nombres que entroncan con el mundo variado de la Literatura y consiguen un enriquecimiento en la interpretación de la VIDA. Personalidades sometidas a la dictadura del Ser quedan reflejadas/entendidas en el papel impreso a través del juego creativo de la Palabra.

               Recuerda el autor la frase de Tomás de Aquino,"Temo al hombre de un solo libro", para profundizar en la necesidad de un cierto caos ante el Conocimiento, con el fin de cotejar y decidir sobre cuestiones que afectan al intelecto, y que sirven como respuesta/serenidad en las decisiones de cada cual. El libro como ayuda, como maestro al que se agradece su presencia válida/fundamental en el aprendizaje paulatino. Al igual que en lucha fratricida, los volúmenes se enfrentan entre sí en una hipotética guerra entre contenidos plurales que intentan mantener su hegemonía/prestigio. Fantasía hostil abierta a la competición por ser el mejor/necesario. Todo sirve si es para salir airoso en la elección de lo que marca de forma positiva. La psicología personal/pasional ve en el libro el espejo en el que reconocer su seña de identidad camuflada en lenguaje dinámico. Emisor y receptor dialogan de forma ininterrumpida en un cambio de impresiones que engrandece el concepto de COMUNICACION.

Oyó San Agustín,"Toma y lee", y surgió en él un deseo de transformación, de abandonar la apatía existencia ,rutinaria y caduca, y entrar en mundos de introspección personal que iban a encender la luz de un vanguardista  ciclo armonioso/valeroso. El libro como comodín al que agarrarse, no para la alienación, sino para observar nuevos instantes inesperados de apertura a lo desconocido. La personalidad grandilocuente del objeto/sujeto que permanece con el aprendiz de nuevas instantáneas es punto de referencia para censores, libertadores, resistentes, en un abanico hasta el infinito de posibilidades amatorias/destructivas de aceptación/rechazo por lo subversivo del relato que cambia la percepción de lo que somos y de lo que nos rodea. La Sabiduría y la acción se cogen del brazo. 

Los herejes son condenados a la hoguera. A Giordano Bruno le queman los libros. Robert Musil ironiza con la prepotencia de los sabedores de cualquier entuerto. Con Galileo arde su identidad/obra. Las cárceles del alma vocalizan fonemas no exentos de soledad y desesperación. Bertolt Brecht,mirada lenta e impotente ante el ardor guerrero fascista que extermina su labor intelectual en lugares públicos al amparo de la barbarie e ignominia.

Autores en la Historia, puntos de referencia para nuevas generaciones en un afán de comprender y no sucumbir a los avatares propios de cualquier tiempo donde la repetición no es algo inesperado sino consecuencia de la eternidad en apariencia cambiante y diferente. El ayer se vuelve actualidad. El sonido, a modo de despertador, es el LIBRO silente, capaz de poner en pie a todo aquel necesitado de llamadas de utopía. La biblioteca, acumulación de energía, expande hasta el infinito un mundo nuevo que hay que saber descifrar. El Señor del TODO/NADA es un volumen extenso donde el lector pone, si lo desea, sus fonemas en un capricho de música celestial que contrapone el infierno en la tierra. Cuestión de LITERATURA.