Antonio Resines y Carlos Areces vienen
a la sala BBk de gran Vía para hablar del actor cómico. Quien pone la carne en
el asador, quien ejecuta esas ideas que el director tiene en mente es el actor.
Es lo que la gente ve de lo que tú has pensado. Piensas esto va a tener una
gracia y a veces no tiene gracia. Son los mismos actores los que consiguen que
esto tenga gracia. A veces el guion no tiene gracia y el actor consigue que
tenga gracia, esos son los verdaderos comediantes. Aquí tenemos dos cómicos,
comediantes, que van a divagar dialogar sobre el humor. Resines es el director de
la real academia de cine. Compone varios personajes con su camaleonismo. Laurence
Oliver es el autor por antonomasia que no destaca por sus comedias precisamente.
Hizo el príncipe y la corista. No ha visto trozo de carne más parada. Hay gente
capacitada para hacer una serie de cosas y otros otra. “Yo no hago acción, lo
pongo por contrato porque esta denostado”, dice Areces. Le habían propuesto
hacer jungla de cristal, porque es un loco maravilloso. Si tienes buen guion sabes
si va a ser gracioso o no. Para ser buen actor influye también el equipo, el
director, el guionista. Se saca más partido a unas historias que a otras. López
Vázquez en la vida real no será gracioso sino muy buen actor. Lo hace con interés
y ganas. Fernando F Gómez era muy gracioso. Y luego están los del montón que
hacemos lo que podemos. Depende como vengas tuneado de fábrica. Tener papada te
hace gracioso, aunque no hagas Shakespeare. Carlos Areces era un niño gordo y
gracioso. cuando se caía provocaba carcajadas de la gente. Cada moratón de su
cuerpo era como un premio Goya que no le han dado nunca ni le darán. Resines
estudiaba filosofía y lo dejó por el teatro. A principios del siglo se hacía
mofa de los que tenían un cuerpo peculiar, llamativo. Es un personaje donde
mirarse que ellos salen ganando. La gente es muy cabrona. Nos encanta reírnos de
los demás. “No soy un payaso de circo. Te
llaman, te voy a hacer una foto para mi mujer, te haré autógrafo, te ponen al
móvil a la mujer que quiere hablar con él”, cuenta Resines. “¿una foto? Claro. Te
ponen una cámara en la mano, quieren que les hagas una foto, pero a ellos”,
relata Carlos Areces. Se ponen a divagar. Vamos a concretar. Cuando tienes que
hacer reír la cosa cambia. ¿El primer día que hicieron una comedia estaban
asustados, o simplemente borrachos? Les pasaba como a la actriz de los hermanos
Marx, pensaba que iba a hacer un drama, pero la daban siempre un papel cómico después.
Se sentía como Sean Pen entregándose. La cosa salió bien, la primera comedía
que hicieron. Areces recuerda que después del primer papel fue a trabajar con
la productora de Buena fuente. Participó en la hora chanante. Había un retrasado del que se reían y le
parecía mal. Yo soy Sam doblada al castellano es lo más gracioso que ha visto. Y
después; el rap que se montó Antonio Resines en los premios Goya. En Torrente
5, una obra maestra, aparecen Florentino Flo Fernández y Carlos Areces. Canita
Brava, el señor Barrabán son personajes que busca Santiago Segura para sus películas.
¿En que antro de anormales se ha metido?, pensó el actor.
En las parejas de actores cómicos
esta la leyenda del gordo y flaco que acabaron odiándose a muerte, ¿quién de
los dos es más gracioso? Esa comedía, martes 13, cruz raya son cómicos, pero es
otra cosa. En muertos de risa está muy bien contado este drama, son dos actores
que hacen comedía y compiten ente ellos. Una cosa es ser cómico y otra ser actor
de comedia. Con la palabra cómico se designa a todos los actores en general. Jerry
Luis no tiene nada gracioso. El otro actor cómico siente celos. La gente hace monólogos,
hacerlo en pareja es distinto a los actores individuales. Los buenos son los cómicos
que hacen cualquier cosa. Carlos no siempre hace reír. Ese acceso no lo tiene
todo el mundo. La mayoría de cómicos empiezan haciendo un número, un monologo
en un programa de televisión y luego hacen cine. En el caso de Areces ha sido
al revés. Ponen a veces a actores en
otra película, que no saben la técnica, van a colocar su frase en un teatro
como hacían en la tv. Si no das nombres
me aburro, le replica Areces. No tiene que ver el fenómeno de cómico que
prepara sus propios textos, y que se defiende incluso en grupo, con el actor
que está dirigido. El actor dirigido interpreta unos textos que no son suyos, simplemente
sabe defenderlos. No generan un contenido propio como los cómicos. No tiene monólogos
escritos Areces. El público en directo le horroriza. Aquí cuenta anécdotas. Le molesta
hacer un texto sabiendo que está sujeto a que haya una carcajada. Los mejores
cómicos en pareja, Faemino y Cansado, salen al escenario, hacen su espectáculo y
son geniales. Han hecho alguna aparición en Torrente, pero lo suyo no es ser
protagonistas de un drama rural. El que más ha hecho reír es Pedro Reyes. Para mi
es Woody Allen, Jackes Tati y corea del norte, responde Areces irónicamente. Sus
orígenes se remontan a Paramón Mounty. Las raíces de mi generación, los que nos
hacían reír, eran Tip y Coll y Martes y 13. Resines no podía trabajar con Agustín
González, hacía con la cabeza y le daba la risa. Las escenas de Serrano con
Jesús Bonilla son memorables. Se partía de risa con los otros cómicos. El final
de los serrano fue cómica. Es una cumbre de interpretación pues los niños habían
crecido. El actor no debe ser verdadero sino verosímil. Deben ser creíbles. Luis
isber, Gracita morales, Pepe Isbert eran creíbles. Gente muy particular especial aparecían en las
películas de Berlanga. Hay gente que tiene la carrera, tiene un curso de teatro
tras otro, pero no son buenos actores. Berlanga lavaba culpas en sus películas,
pues su familia era rica pero republicana. Citan los cómicos que no les gusta. JIm Carrey es un maestro increíble, en dos tontos
muy tontos, que al principio no era bien valorado. Sobre actúa pero sobreactuar
es un arte. En la película que se mueran los feos de García Revilla, los protagonistas
son Javier Cámara y Carmen Machi, son maestros sobreactuando. Hay gente que no
sabe llegar a ese límite de sobreactuación. La aparición de Carlos Areces como
señora disfrazada de san Sebastián es buenísima en las brujas de Zumacalaguerri.
Tiene cosas muy buenas Carlos Areces. Aparece en Anacleto agente secreto y en
la comunidad y mi gran noche de Alex de la Iglesia. Salvo Carmen Machi todos
los nombres son hombres. Hacer risa es muy de hombres, ironizan. Hay guapas muy
graciosas. Las guapas si pueden hacer comedia. Como Carmen Maura, por ejemplo. No
puedes ser guapo y a la vez gracioso. No puedes tener la muñeca y el balón, decídete.
No he entendido. Llegan los reyes magos, te traen solo una. Hacéis tan bien de
tontos que me lo creo, le responde Carlos Areces. ¿hay diferencia entre el
papel dramático y cómicos al prepararlo en casa? Si tienes un buen texto o
chiste bueno a poco que des tu… con buenos textos es fácil. Cuando el gordo
cabrón se cae al suelo todos se ríen. Hay cierto trauma y resquemor de sus
compañeros de colegio en el actor Areces. Resines hizo hace lustros Adan Eva
agenda matrimonial. Ahora está más calvo. Ojete calor es el grupo de música de
Carlos Areces. Es mejor ojete cabrón. “Rosa de España esta gorda, dejarla en
paz, va con su fisonomía, y todos quieren que este delgada y con esos pelos de mamarracho
que la ponéis. Es una gorda de pueblo, dejarla en paz” Los vascos tienen
sentido del humor. Vengo a Bilbao y me descojono. En Sevilla una pareja cómica
no actúa más porque no se ríen con ellos allí. En Sevilla hay otra cultura del
humor. El humor tiene que ver con las comunidades autónomas. En el norte en
general las comedias se ven más en el verano, en el festival de san Sebastián. Los
vascos reaccionan mas tarde, o en otro momento distinto. No significa que seáis
más cortos, bromea Resines. Si la obra es buena la llevas al norte y si es
regular a Sevilla. Carlos Areces se puso patines, se espantó en el suelo y la
gente iba inicialmente a recogerle y ayudarle. Pero luego se echaban a reír,
gordo payaso, gordo cabrón. Acabó dando lástima. La naturaleza humana es muy
cruel.
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