Esta conferencia trata sobre gastronomía
y literatura. Hay literatura, cine, y ensayos gastronómicos. Incluso literatura
negra relacionada con la comida. El detective Vicente parra investiga crímenes
en Donostia. ¿Fue antes la literatura o la gastronomía? En casa de los Ortega,
de Simone Ortega, la cocina era cosa de las mujeres. Pero ahora sobrino e hijo
ya cocinan. La conferenciante recuerda a su madre siempre cocinando. Cuando su
madre muere, el aita trabaja en Alemania. Ahora nos quedamos solos, y él es el
pequeño de la familia con la sensación de ser único hijo. Recuerda que cocinaban
chipirones con tinta negra. Hicieron encuestas en Donosti, en pueblos y ciudades
cual era el plato estrella. La gastronomía está más ligada al cine que a la literatura.
Nada hay más viejo que un periódico de hoy. El suflé. ¿Qué libro o memoria
literaria ponemos a eso? Catón el viejo era político y militar. Hizo la última
guerra púnica enseñando a los senadores la belleza y el tamaño de los higos de
Cartago. Se monta una guerra a cuenta de los higos. Hemos de leer el libro japonés del té, que
refleja la cultura japonesa y la literatura de allí con finura oriental. Es
importante la cultura gastronómica en Japón. Nuestra hermana pequeña es la
historia de tres hermanas que descubren dos de ella que hay una tercera y que
el padre ha muerto. Como guardan las salsas. En la cultura zen entregan la sabiduría
al cocinero para que siga alimentando ese espíritu y no se estropean los
alimentos. Se refirieron también a la película el olor de la papaya verde.
Hablaron de la duración de la vida a ritmo lento, como una vida cocinada. Aníbal
Lecter es un personaje literario y cinematográfico, que te seduce, te come. Se
come a la gente, pero lo cocina, prepara los sesos. La cocina es cultura, dice
mucho de cada pueblo. Codornices al sarcófago es un plato egipcio. Hablaron de
la sección gastronómica de las revistas. Se preparan comidas de recepción para
gente importante, cenas comidas políticas. A veces hay sobornos, te invito a
comer, pero dices que la comida es maravillosa. Los padres de la conferenciante
tenían muchos amigos. Juan Rulfo era un personaje delicioso, que venía a comer
a casa. La madre en un cuaderno ponía lo que había dado a comer a cada visita
para no repetir las comidas. Tenía amigos poetas músicos, alguno recitaba un
poema y a ella le fascinaba. Con 15 años la conferenciante era una niña que
seguía la máxima de oír ver y callar y comer. Se aprende mucho callando. Hablan
de como comemos. Con 12 años empiezan a apreciar la comida, con un recuerdo
cariñoso. Hay langostinos gulas y huele a navidad. Los científicos dicen que se
puede conservar el aroma de la magdalena de Proust más allá de diez años. No se
lo cree, digan lo que digan los científicos. Laura Esquivel escribió como agua
para chocolate que es el gran libro de cocina. Te encandila, habla como
escribe. Es impresionante como va hilando la historia que cuenta con las
recetas. Es un recetario más cercano y sentimental. Uno de los grandes títulos
de cocina es una novela culinaria, la fisiología del busto de la novela. Pepe Carvallo
era un excelente gourmet, las recetas las escribía la mujer del comisario Negrem
que eran de un periodista de le monde. Recibe literatos y músicos en su casa,
al grupo vasco kalakan. Se unió el bolero de Ravel con la txalaparta en un
espectáculo inolvidable en Madrid. Se quedó fascinada. Los vascos bailando con
los latinos era una cosa sorprendente. Esta es una extraña edad en que nos toca
vivir, tiempos revueltos y extraños. Nunca ha sido tan importante la
gastronomía como ahora, y en ella están implicadas ayuntamientos, diputaciones,
gobierno. Visitar 3 estrellas, hacer unas vacaciones gastronómicas son nuevas
propuestas que hace ahora el turista. Ha habido un auge tremendo desde hace 2 décadas
en el mundo de la cocina. Hay muchos programas de cocina como Master Chef, para
que la gente vuelva a tener intereses de hacer grandes platos. Los niños hacen
cosas muy complicadas. Para enseñarles hay que empezar desde el principio, que
es sano comer. Si supiéramos que es lo sano comer nos ahorraríamos muchos
gastos en sanidad y enfermedades. Comemos muy mal. Cocinar es fácil y barato. Dicen
que hay que poner amor en la cocina, pero por mucho amor que pongas si la
merluza es congelada… los niños diseñan comida. En Master chef dar tanta caña a
los niños es algo excesivo.
También hay gastronomía en la Literatura
y novela negra. ¿Cuál es forma más culinaria de eliminar a alguien? Envenenarlo
es un buen sistema. Es letal. Hay venenos que no se notarían en un buen plato.
Unas buenas setas s. No lo identificarían. Hay venenos con el cianuro, que es
letal y no se nota si va dentro de un plato. Los que probaban la comida por el
rey, los catadores reales, llegaron a escribir el famoso libro de los venenos. El
Conde de Montecristo se propone envenenar a sus enemigos como parte de su venganza.
El catador es un verdadero gastrónomo. En la corte no esperaban que el catador
se muriera, sino que dijera “no tiene cianuro, pueden comerlo”. También se
puede matar con los cuchillos de cocina. Han publicado el aroma del crimen y
varios libros más. En el prado vemos bodegones de Sánchez Cotan y Meléndez que
nos invitan casi a comernos el cuadro y cuadros de Archiboldo. Los cuadros de
Archibombo son retratos hechos con frutas y verduras, la nariz puede ser de
zanahoria y los ojos dos rajas de tomate. Parecido a cuando hacemos un muñeco
de nieve y le ponemos una nariz de zanahoria. Los cuadros tienen que ver con la
gastronomía. ¿cómo tenía que ser el huevo de entonces, que aparece en todos los
bodegones? En los imaginarios de posguerra la comida destacaba por su ausencia.
Los ricos comían mucha comida y les engordaba. Y esto era visto como señal de
riqueza y poderío. Ahora buscamos mucho el placer al comer, no comemos en
grandes cantidades y queremos que no engorde. Es más saludable la comida de
ahora. Para Rubens las gordas eran atractivas y ha habido épocas que se ha
asociado a los gordos con los ricos, los burgueses. La mujer delgada era la
enferma, la muerta de hambre, la prostituta. Ha cambiado el canon de belleza. Antes
se veía bien a la mujer gorda porque se creía que está concebía más hijos. Ahora
la publicidad nos impone el canon de belleza y surge el fenómeno de la anorexia
y la bulimia que ya existía con los romanos cuando vomitaban después de las orgias,
fiestas y banquetes. La comida hay que saber hacerla de base. Difícil encontrar
un hojaldre hecho a mano en el súper mercado. En Borgoña se come muy bien. Simone
Ortega fue una madre poco estricta que enseñó a sus propias hijas a cocinar, no
tengas miedo equivocarte, les decía. Redactaba una receta. El lenguaje de las
recetas de cocina es sencillo, mas historiado, el lenguaje debe llegar a todo
el mundo. A veces aparecen en las recetas florituras que solo entiendan
especializados en el tema. Entre literatura y recetas hay mucha similitud.
Depende la persona que escriba lo escribirá de una manera o otra. En los recetarios
se meten comentarios. En el padrino antes de que se liquiden unos a otros, se
retiran los mafiosos y el padrino les enseña a hacer pasta. En la época
medieval se servían cisnes cigüeñas alondras encima de los nobles, en esas
largas mesas redondas. Los nobles medievales no sabían leer, tenían poca
lectura y comían como gorrinos. López
linajes experto en operaciones científicas dice que la tortilla de patatas
española nace en un pueblo de España. Los ponentes reflexionaron sobre la forma
de asesinar al consorte, al modo de una novela negra. En la película la gran
boda Marco Ferreri se reflexiona sobre como morir comiendo. La vio con 18 años.
Comer no es solo nutrirse, es un modo de cultura. De conocer. Es una cosa más
amplia. Deberían meter más educación culinaria en los colegios, el ministerio de
educación da becas para estudiar el comer bien, para aprender mejor. Aprender a
comer es nutrirse bien. En Roma había más escuelas de cocina cuando Roma se expandió.
Estaban los cocineros mejor pagados, y la comida era mucho más importante que la
filosofía. Ahora ha surgido el fenómeno literario del blog de cocina, hay tantos
y tan buenos, hay muchos escritos muy bien. El blog gastronómico con faltas de
ortografía lo rechazan, no sale bien. Hablaron los ponentes del último libro
gastronómico escrito y leído. Preguntaron cuál fue la última novela
gastronómica que han consumido digerido. La ponente dijo que Doña flor y sus
dos maridos. Es la historia de una mujer que pierde a su marido en el carnaval
de Rio, le gusta beber y las mujeres, no la propia. Ella sigue enamorada de él.
Le dice al dios Oruga que se lo devuelva, pero se ha casado con alguien más. Se
gana vida dando clases de cocina con recetas. Ni adora ni detesta a su mujer,
pero ella hace buenos mejillones, motivo para no dejarla.
Hay que saber lo que comemos. Eso
de echarle tantos potingues no puede ser bueno. Apuestan por una cocina
sencilla. El laurel no gusta en el país vasco. Hablaron de la cocina vasca, y andaluza.
Hablaron de la corrupción, y de estos centenarios que mueren viejecillos y se
han alimentado de arroz y agua. Hablaron de las greguerías gastronómicas de Gómez
de la serna (las almejas son las castañuelas del mar) y bromearon con el poema
de la aceitunera altiva de Jaén...
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