El premio de las artes escénicas ha
sido para concha Velasco que ahora interpreta a la reina Juana en el teatro
Baracaldo. La sala se ha llenado y era imposible comprar entradas. Ojala pasara eso con todas las obras José sacristán
lleva al teatro a miles de personas. Lo que trate es secundario, lo importante
es ver a estas estrellas que nos han acompañado en el cine y en el teatro toda la vida. Así se rentabilizan las
obras, llenan el teatro con el anzuelo de actores conocidos en la tv
escaparate. Tienen un tirón mediático y llenan el teatro. La prensa los
entrevista antes de que mueran. Sacristán nace en chinchón Madrid en el 36, la plaza
de los ajos y el anisete. Y Mamet en chicago en el 47. Mamet cumple 70 años y sacristán
80, se llevan 10 años
Esta obra de Mamet se estrenó en
Broadway Nueva York, le estreno al Pacino, amigo del autor. Ha protagonizado
otras pelis y teatro de él. El autor está más contento con la versión española
que con la americana. Le traslada las felicitaciones del autor, esta versión
está más cerca de lo que pretendía escribir. Recibe malas críticas la actuación
de Al pacino que está en horas bajas. Y el dramaturgo le manda un regalo, una pulsera
con su nombre. El América film instituto cada 5 años saca una lista de los
mejores actores del mundo. Sacristán es el único actor español que aparece
entre los 20 mejores actores del mundo. El actor es modesto, tira balones
fuera, hay muchos actores buenos. Estoy en segundo con Fernando Gómez. Le falta
algo para ser un gran actor. En el viaje a ninguna parte critica el régimen, en
los pueblos el teatro esta en competencia con los cines. Nadie va al teatro. El
director Gómez le dijo que estuviera delante de la cámara 2 horas y que no se
le notase ni viese. Muchos de estos actores fueron premiados y a él, que era el
protagonista, no le dan ningún premio. Pasa inadvertido, no se le nota, entre Juan
y Gabino Diego. La característica del buen actor es pasar desapercibido. No
hacer muecas. Lo dice Mamet. El padre de Sacristán fue a la cárcel por
republicano. Él iba a ver a su padre que era un extraño para él, que le daba
hasta miedo. Se alimenta de los pucheros de su madre y de cine. Esta generación
crece no con el teatro sino con el cine. Quería ser Tiran Power. Emocionado de
ver pelis, su abuela le dijo “eres de miel y te van a comer las moscas”
El protagonista es un magnate
multimillonario sin escrúpulos, una especie de Donald Trump. ¿De qué va la obra?,
le preguntan en varias entrevistas a Sacristán. Es una colonoscopia del poder,
peor que una radiografía. Encarna a un tipo con poder político moral, económico
que lo ejerce sin escrúpulos. Existen hombres así, a través del dinero y
contactos gobiernan el mundo. Hay un paralelismo entre los dos. El millonario
manipulado se ha enriquecido no éticamente. Dice que el mundo está lleno de
gilipolllas con derecho al voto, en la realidad actual EEUU. Es escritor de
éxito Donald Trump con libros publicados en España del genero de autoayuda, el
arte de la negociación del 89 en editorial Grijalbo o nunca tires la toalla del
200 en editorial gestión y en planeta 2004 como hacerse rico. En 2015 publica Crippled
América planeta. Le falta publicar como hacerse presidente de una nación. La estructura
de la obra es un personaje que habla con poder sobre el que escucha. En sus
obras está siempre presente esa dicotomía con el escuchante. Solo habla el millonario,
monologa hora y media, complicado asentir a todo que sí. Hay dinamismo verbal en
estos diálogos a toda pastilla, se pisan frases entre los dos. Es muy veloz,
supersónico, a toda pastilla, se mezclan y confunden las voces. Contrasta el dinamismo
verbal con el estatismo físico. Están quietos y él habla por teléfono todo el
tiempo. Tiene una novia a la que regala un avión, quieren traerlo a EE.UU. En Canadá
lo tiene retenido. Todo se soluciona con llamadas a contactos. Es increíble la soberbia
y poder de este hombre. Es pobre el planteamiento desde un punto de vista
dramaturgo y difícil de actuar para sacristán. Habla a la otra persona por
teléfono, es un recurso fácil para el dramaturgo, pero difícil de actuar.
Es satírico moralista, mete el bisturí,
hace sangre todo lo que puede. El lenguaje no sirve para comunicarnos. Es otra
cosa. Sirve al poder. Intentamos embaucar, estar por encima del otro, seducir y
liar al otro. El lenguaje sirve para eso. Se pone del lado de la cortina d
humo. En las mentiras y la batalla dialéctica, sangrienta a veces, se engaña, oculta,
confunde y aturde. El dramaturgo fue vendedor domicilio por teléfono. Usa el tipo
de lenguaje del buen vendedor que te embauca, te vende una estufa en Ecuador. Usamos
el lenguaje de forma sutil para tener razón. Estar por encima del otro. La locuacidad
y catarata verbal de los personajes esconde un vacío vital, interior, una pérdida
de valores e irreverencia. La bestia negra del autor es lo políticamente
correcto, siempre usa lo incorrecto. Los protagonistas son siempre cabroncetes
o cabronazos o granujas de medio pelo. En la obra Noviembre el protagonista es el
presidente de EE.UU. en la casa blanca, el día de acción de gracias lo celebra
con su familia y consejeros. Las encuestas dicen que la va a palmar. Hay un despliegue
de gansterismo y triquiñuelas bajas e inmorales para que repute en las elecciones
y pueda vencer. Son todos picaros; el multimillonario, el presidente o los
granujas pobres. Son granujas cabronazos que al final no te caen mal, sientes
simpatía por ellos. En el 47 en Chicago es el principal dramaturgo de EE.UU.
vivo. Sigue la tradición de Arthur Miller, Tenense William y los americanos del
siglo xx-. Nació y creció en los 60 70, participaba en los movimiento de teatro
independiente. Crea grupos de teatro independientes junto a Jon Malkovich, Erik
Bronkovich, amigos de infancia. Empieza a escribir por ahorrarse los derechos de
autor de la SGAE americana. Estudia en prestigiosas escuelas de teatro como la
nueva escuela Play, ¿hay un médico en la sala, alguien que sepa inglés y pueda
traducirlo? El actor estudio y la Play están cada uno en una parte de Nueva York.
La lleva un pedagogo del teatro.
Abrimos un paréntesis para hablar
de Stanislasky. El gran trasformador del teatro contemporáneo es Stanislasky, pedagogo
autor y director y actor de principios siglo. Creó un sistema de interpretación
que causo éxito. Formó el teatro del arte de Moscú, un grupo antes de la revolución
rusa del 17. Siguió con el teatro tras la revolución. Hizo una gira por EE.UU.
en los años 30. Causa sensación estas nuevas corrientes del teatro. El método lo
desarrolló toda su vida. Hay una identificación psicológica entre el actor y
personaje. Hay que bucear en la psicología del personaje, tener empatía con él,
establecer puentes, que tiene en común el personaje y el actor que lo encarnan.
A este grupo pertenecía Luis Strasberg,
que fundó el actor estudio, y fue maestro de Mamet y otros. Actores directores y
pedagogos luego fundan el teatro norteamericano creando escuelas para difundir
el método. Uno hace hincapié aquí y crea una religión y otro hace hincapié en
otro simbolismo. Vive en París Moscú, van a verle para aprender de él. Esta
escuela la dirigía uno del grupo de teatro. Hizo más fortuna en EE.UU. que en
Rusia a través de Hollywood
Cuando Mamet estudiaba teatro
trabajaba en lo que podía; vendedor de camiones, en la telefónica, vendedor
ambulante, acomodador, taquillero portero, ayudante dirección, director de
teatro. Es guionista de cine y director de tío vaina calle 52, el cartero llama
dos veces, los intocables, la cortina de humo, las cosas cambian… Hay actores que
han trabajado con él siempre como Dustin Hoffman o Robert de Niro al Pacino,
actores que conoció en Chicago como Alex Malvich. Fue dramaturgo, guionista y director
cine. Escribe pedagogía del teatro o sobre su vida. Trabaja en Play Boy mucho
tiempo. El teatro no da dinero, por eso escribe historias peregrinas que
acompañan a las fotos de desnudos. El auditorio no ha leído nunca playboy.
Cuenta sus experiencias con ánimo iconoclasta, las patrañas del teatro.
Es un desmitificador. Mamet ha
dado un giro espectacular en su ideología. Tenía fama de progresista, asociamos
el mundo intelectual y del arte a la izquierda. Da un giro evidente a su modo de
ver las cosas. Escribe textos y declaraciones que le sitúan cerca del
reaccionarismo de la derecha. Se ha convertido ideológicamente pero no es tan
tonto como para votar a Trump. Ha virado peligrosamente a formas reaccionarias.
Los grandes moralistas acaban siendo anti progreso, lo que viene es peor que lo
que tenemos y debemos conservar. Fue una bestia negra lo políticamente correcto.
EE.UU. era una dictadura asfixiante. Ha tenido problemas con Obama en los 80 y
con el movimiento feminista pues presenta en una obra suya un caso de acoso
sexual en la universidad. Trata de un profe maldito y una joven estudiante de
clase humilde que quiere aprobar, pero no aprender. Ella quiere subir de clase
social y mejorar económica y socialmente. El profesor quiere que estudie por el
placer de saber y el conocimiento. Es machista. Ella se encuentra en el
despacho del profe y este le insinúa que si se pasa unas cuantas veces vienes por
aquí la aprueba. Le denuncian por acoso. Le gusta crear confusión en el
espectador. No tenemos certeza de que el profesor le acose o la llegue a
violar. Podemos pensar que si o que la chica quiere queso. Pero le pone una denuncia
al profesor y este se divorcia y lo echan de la universidad, le hacen la vida
imposible y lo hunden. Mamet tiene problemas con el movimiento feminista. “No
tengo responsabilidad política”, dice. “Escribo obras, no manifiestos, si
quieren certezas pongan la caja tonta”. Mamet roza lo incorrecto. Ha escrito
mucho sobre el teatro político. Está en contra de las subvenciones al teatro.
El sistema ideal es el liberal. Si la obra es buena la gente lo apoya con
dinero. El teatro tiene ideología política cuando busca subvenciones. No busca
la mejora de la humanidad como dramaturgo sino captar espectadores y no buenas
intenciones. No le interesa mejorar la humanidad. El teatro con victima en un
engaño social. Llama teatro con victima cuando hay una mujer o trabajador o negro
victima social del sistema. Los trabajadores son abusados por el magnate. Parte
de que uno es bueno y el otro malo. Él apuesta por el teatro sin víctima. Culpa
la decadencia del teatro actual al totalitarismo estalinista. Habla de bolcheviques
directamente. El teatro que triunfa en el mundo surge en Rusia. El método
Stanislasky bucea en lo hondo del personaje para que el actor establezca
puentes. El totalitarismo de Stalin y psicoanálisis freudiano van de la mano de
la renovación teatral. El totalitario quiere bucear en la mente de los
ciudadanos, culpabilizarles, tenerlos controlados a través de acusaciones públicas.
Traducido esto al teatro es el método una especie de psicoanálisis, teatro
convertido en terapia de grupo, andar dentro del individuo. pero si se
preocupan del interior de ellos se pierden lo exterior. Ha triunfado este
modelo de teatro. El método de introspección, buscar dentro de ti, a veces es jodido.
Se basa en las confesiones políticas públicas. El comisario político sustituye
la figura de director que no existía hasta el siglo xx. En la introspección, el
control sobre ellos, y las vanguardias teatrales, pasa el texto a ser
secundario. El teatro actual es del cuerpo, el dinamismo, el movimiento y expresión
corporal. A veces no hay texto. Para Mamet el teatro es texto y actores y
punto. La conjura comunista ha hundido el teatro americano y español. Si la escenografía
o el vestuario llama la atención del espectador mala cosa pues le distrae del
texto. El teatro ideal es vacío, solo actores y texto. Hay ausencia de texto en
las obras de ahora y lo principal es la expresión física y el movimiento. El
teatro de vanguardia secuestra el texto. Se hace teatro hacia dentro, sin
sicologismo, ni psicoanálisis. No tiene respeto a Freud, ni sus terapias de
grupo. Es como la confesión religiosa, maoísta o estalinista. Todo esto viene del
catolicismo, me temo. Se buscan los pecados y hay que arrepentirse de ellos.
Este giro ideológicamente se corresponde con un teatro de menor calidad, comparado
al teatro que hacía antes. Directores del cine al inicio han hecho obras
geniales no siempre están a la altura. Lleva diez años que sus obras no tienen carga potente como las de los 80, 90. Lo
compara con berlanga o Woody Allen, sus últimas obras como París Tombuctú son
malas.
Termina su etapa potente creativa
y da un giro ideológico. Sus últimas obras son interesantes, parten de noticias
y los argumentos son sobre el éxito financiero. No hay que dar la razón a la multitud,
a veces no está de acuerdo contigo. A todo el mundo le gusta la tv. Suple las necesidades posindustriales. Contra eso la
cultura tiene poco o nada que hacer. La gente emplea su tiempo en la televisión
y ese tiempo es poco, insatisfactorio y frustrante. La telebasura es la dieta de
la existencia, un analgésico sedante y un opio del pueblo como decía Marx. Los medios
de comunicación suplen la necesidad humana de cultura y la convierten en entretenimiento.
Ya se habla de las autopistas de la información en el 86. Se elimina, margina y
trivializa lo que no resulta al instante. Es contradictoria la vida comunal. Se
capitaliza la pantalla hipnótica. Son diversas versiones del juguete, que
contiene toda la información posible. Trasmiten mucha demagogia a través de ese
chisme, nos dirán todo. Es jugar a ser Dios, los sujetos solo necesitamos
información, todo se sabe ya y no necesitamos saberlo pues está en una caja
metido, en un ordenador. No tenemos que tener cultura pues ya está todo escrito
en la Wikipedia. El ordenador es un dictador peligroso. El público exprime el significado
de una obra de teatro. Puede transformarse en un ejército de codicia, morbo y
demagogia. Lo llaman ilustración, pero es alumbrar con mentiras. Los colectivos
conspiran contra ti, destruye la televisión y toda ira bien. Se busca inmovilizar
al colectivo de consumidores para venderlos algo. La televisión da
entretenimiento político y una idea de justicia, sustituye a la biblioteca con
su inmovilidad estética. Así eran sus opiniones de su época más progresista.
Está en Wikipedia todo. Es el manifiesto de la esencia de la democracia donde
el individuo rechaza la postura política, rechaza a Dios, los cuentos y
razonamientos. La televisión es una autoridad universal, súper democrática. Es
una dictadura de opresión totalitaria la corrección política ortodoxa. El teatro
funciona en la economía de mercado libre de la democracia, si no gusta al público
es sustituido por otro. Los asistentes a la obra son los consumidores de esa
droga y el camello ofrece inmediata retroalimentación. El público busca sólo
diversión y entretenimiento. Es un combate de lucha libre, no un contrato legal.
Los comisarios son subvencionados por el sistema tributario. El teatro no debe
ser territorio de intelectuales ideológicos sino cómicos que tratan de ganarse
la vida. Por eso el teatro de Mamet ahorra al público los sermones que el público
no tolera ni tiene porqué. Obliga al predicador a buscar otra línea de trabajo.
El teatro está sujeto al veredicto directo del pueblo. No debería recibir ayudas
de las instituciones. La oleada de teatro soviético desde los 60 busca la escenografía,
los efectos de luz y sonido y olvida el texto. Esto crea un teatro aburrido en
los imitadores de EE.UU. Son espectáculos sin significados, ya no es un teatro
de lucha contra la opresión. En el escenario el pensamiento correcto convierte
el teatro en un espectáculo controlado por el estado, paladines de las teorías
feministas, multiculturalitas. Es la variante moderna de la quema de libros. La
pregunta del estalinismo es de que sirve esto a la acción, la humanidad o al público.
El teatro liberal no se cuestiona esto. Los tiranos han conseguido poder servir
al público, no hay una salida. No se espera
humanidad de los teatros ideológicos. Parten ya de su conclusión. Mamet critica
la corrección política de la Rusia de Stalin. Él aboga por una unidad teatral sin
cortapisas. Se vacía el arte de todo significado. Hay que descubrir la verdad
entre las mentiras. Lograr la libertad mediante el cuestionar la incuestionable.
El espectáculo de lo políticamente correcto no es teatro. Es contradictorio Mamet
en su postura. Por un lado, defiende el liberalismo enemigo de las subvenciones
y por otro el teatro ideológico. Nos interesa lograr público, no la humanidad
ni las mujeres. Si le das sermones al pueblo el público es inteligente y los
rechaza. Se han cerrado en 20 años un cuarto de los teatros de Nueva York. El teatro
que se hace no es para bohemios de Greenwich Village sino para turistas; Mama mía,
el rey león…. Es una Industria cultural. Los teatros están off en Broadway. Los
alternativos, muchos cierran. Son diezmados. Se queja de ese liberalismo
cultural extremo.
Mamet habla de la ciudad de las patrañas,
de lo verdadero y lo falso. Hace una elegía al sentido común. Ha estudiado a
esta peña estalinista, antes no lo entiende y ahora menos. Las obras saben bien
a pesar de los directores. Las obras sin director son gestionadas por los
actores, como en 6 personajes en busca de autor. Se pasa de vueltas al moralismo
extremo. América es hipócrita, dicen una cosa y votan otra. Mamet ama el
teatro, que es algo más que decir cosas bonitas. Sacristán interpreta una obra
en la que el tema es muy actual; un millonario tiene el mundo en sus manos. El recurso de que el personaje hable todo el
rato por teléfono es un recurso pobre, se hace pesado. Josu Montero tiene que
vender la obra y decir cosas positivas, pero también cuenta los defectos de
esta obra. Los males del teatro vienen por la revolución bolcheviques, para
Mamet y son los vándalos que lo llenan de nuevos significados. Calisto Vieiro es
el director del Arriaga. Se hicieron carteles en el metro para anunciar al nuevo
director teatral. No anuncian nada. Tiene más nombre el director que los actores.
Eso viene de principios del siglo xx. No existían directores antes. A finales del
XIX con el teatro victoriano de Shakespeare no había director sino un
dramaturgo o actor principal. Antes la figura del director era el controlador. En
el catolicismo y en el estalinismo se hacía una confesión pública a los habitantes
sospechosos de desviacionismo. Esto hará después el psicoanálisis. Hay escuelas
en Bilbao que siguen el método Stanislasky o el de Strasverg, más radical. Es como
el confesor que saca las fantasías de nosotros. La creación del psicoanálisis
con Freud y el estalinismo surgen a la vez que el método Stanislasky. Están interrelacionados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario