miércoles, 7 de diciembre de 2016

LA VIDA BREVE DE CATHERINE MANSFIELD entrelineas


La Vida breve de Catherine Mansfield es de un biógrafo italiano Pietro Citati. El autor ha hecho lo mismo con la figura de Leopardi, unificar ensayo, narrativa y biografía en un todo. Coge escritores y autores de los que va a hablar. Nos cuenta la vida de estos autores y nos pone la impronta narrativa de lo que él piensa que fue su vida. Se basa en escritos del autor, hace su propio escrito y entra en el ensayo al interpretar la obra de Catherine Mansfield. Toda obra narrativa esconde una filosofía determinada. El diario de ella es muy interesante. A través de la literatura se nos da claves para entender lo que es una filosofía de vida. Representa la filosofía de una mujer individualista, de matiz libertario, que rompe las normas morales de un tiempo histórico determinado que es una sociedad burguesa británica, donde ella con ese individualismo genera vida creativa y rompe con lo establecido. Son filosofías abiertas y de vanguardia. Se apela mucho a la soledad. En su diario vemos que la vanguardia que ella representa es una vanguardia de lectura y de vida, donde la soledad está muy presente. El escrito sirve para entender que lo que rodea a esta mujer y al mundo es una vanguardia de la propia vida. La literatura se convierte en una forma de entender la vida desde la filosofía. Es una filosofía rupturista contra las clases sociales establecidas, sentimientos vividos de forma anodina, rutinaria. En ese diario y sus escritos da la impronta de que el sentimiento individual, poetizado, da un sentido a su propia realidad. Frente a la moral burguesa la moral trasformadora y revolucionaria de los escritores de principios de siglo. Hacen de su vida y obra una especie de literatura vital. Esto da lugar a visiones de lo social que tienen mucha repercusión. Frente a la moral burguesa tradicional y liberal en ese afán rupturista se ve que también lo social necesita una trasformación. Se palpan en el libro los postulados de las nuevas facetas de la izquierda, los componentes social demócratas anarquistas y comunistas, aunque solo sea por esos componentes de la propia vanguardia. Lo individual lo traducen a social. Lo individual es espejo de las trasformaciones en lo social. Hablamos de los movimientos sufragistas, feministas, ecologistas, de ruptura con el estatus quo. Todo artista trasgrede su época, epata, escandaliza, lleva al debate y la polémica. Se reflexiona sobre la contradicción entre la Libertad individual, y la igualdad, el cooperativismo o comunismo. Esa vanguardia sirve para entender lo social. Frente a una moral colectiva en lo individual colectivo se revindica una moral distinta, desde lo social pero en la que el individuo sea protagonista de lo social. No lo social y después lo individual. Sino lo individual que en sumatorio con otros individuos formando lo social. El sumatorio de estos autores van por ahí. Escritoras como Iris Murdoch o Doris Lessing son herederas de Catherine Mansfield. Trata el tema de la convivencia con su esposo, el tema del alzhéimer, los discursos que ella da en la película Iris del año 2000. Hay mucha información sobre la vida de Iris Murdoch. Ella, como Catherine Mansfield, hace de la literatura una prolongación de la vida, desde sus pasiones e intereses. Primero lo individual y luego lo social en vez de lo social primero y lo individual menos. Se pierde casi el sentido de lo social. Tienen estas autoras una exquisita prosa poética. Los sentimientos son los protagonistas. también lo social con esa ruptura teórica e intelectual de lo establecido. No hace falta que se lleve a la praxis la literatura de estas mujeres. Su literatura es filosofía y dentro de ella esa narrativa es soporte de la propia literatura y sirve como propio ensayo vital lo que ellas representan. Tiene éxito la literatura de mujeres, se entronca desde vanguardia feminista; Doris Lessing, iris Murdoch. La mujer tiene su propia individualidad frente a esa sociedad victoriana donde su individualidad estaba cuestionada. Rompieron con la imagen romántica del eterno femenino de Goethe y con la figura del ángel del hogar que aparece en poemas de Virginia Woolf (si tuviera sombrero me lo quitaría ante esta señora). El ángel del hogar era la buena madre, esposa, ama de casa. En el romanticismo surgen estas dos visiones de la mujer; la mujer ángel como la monja doña Inés y la mujer fatal o diablo como Salomé. Ahora se lee más literatura de mujer que de hombre, pero podíamos entrar en el debate feminista de que temas tocan. Parece que se relega en la mujer los temas considerados como “feministas”. Las columnas periodísticas de Carmen Rigalt están llenas de mujeres amas de casa que hablan de sus cosas de casa. Podíamos entrar en el debate feminista de por qué la mujer tiene asignados unos temas de los que habla en sus columnas o por qué se le pregunta cosas personales en las entrevistas que no se pregunta a los hombres. ¿ha conquistado la igualdad con el hombre o se sigue separando literatura femenina de la literatura general, como si fuera un subgénero? La mujer ofrece una “nota de color” en el mundo de la literatura y por ello se la pide que hable de su vida personal. La mujer vende más porque queda mejor en las fotos, en la promoción de la novela, en una entrevista, en sus declaraciones… 
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Catherine Mansfield hace literatura de vanguardia. Esto viene de los movimientos de vanguardia inglesa, de las sufragistas como Mary Woolfcrast, los movimientos de la social democracia... Esa burguesía empieza a leer a los filósofos de la sospecha; Freud, Marx, Nietzsche. Hace diez años Carlos de Agustín atendía otros menesteres y era mucho más vehemente defendiendo posturas rebeldes. La filosofía de la sospecha está entre ellas. La entidad tan clarividente del hombre como ser superior se pensaba que era verdad absoluta. Y así con otros absolutos como Dios, nación- estado, sistema, hombre blanco, hombre occidental, la idea de progreso. Olas feministas ha habido tres. La primera fue con las sufragistas estas. La segunda se desarrolla en los EEUU y trata básicamente de la mujer negra. Y la tercera, en la que estamos, aborda también el feminismo de la mujer de otros continentes y de las nuevas tendencias sexuales como la inter sexualidad. El movimiento feminista apuesta por la libertad sexual, la mujer es algo más que un objeto dependiente de esa estructura. En las modalidades de comportamiento de izquierda, la social democracia se hace muy radical en el reino unido. Todos estos movimientos influyen en la literatura filosofía de Catherine Mansfield y se sacan adelante como célula embrionaria de lo que nos vamos a encontrar en el papel de la mujer en el siglo XX. Catherine Mansfield hace una literatura intuitiva, vital, de experiencia, es parte de la vida la literatura, repercute en la sociedad del entorno. Y se basa mucho en la filosofía de la sospecha, de la que hablaremos en la siguiente entrada.
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La literatura sirve para dar nuevas visiones en el horizonte de la historia, de la literatura. Por eso Catherine Mansfield habla de las relaciones inter personales, sexuales. Estaba casada, pero vivía con su esposo que vivía fuera. Le escribe grandes cartas a París y Londres, vive apartada con una dama de llaves que la cuida. Tiene problemas de salud, problemas de tuberculosis. Describe la sensación de esas noches de soledad donde presiente lo que será su vida apartada de los otros, con la necesidad de salir de esa soledad. Tiene una relación de libertad absoluta con su esposo. Cada uno hace su vida individual, pero tienen una vinculación de emociones, de sentimientos. A la vez que están en gran soledad están unidos de alguien. Es una soledad acompañada. Con la filosofía de sospecha se rompe con lo que es un matrimonio, como estructura convencional burguesa. El sentimiento es absoluto absoluto, es la dependencia de un solo ser elegido. Entran estas autoras en vanguardias sentimentales. Nos hablan desde un yo muy íntimo y personal, casi confesional. El sumatorio de muchos elementos fragmentarios forman parte de un absoluto de sentimiento. Los sentimientos se dividen en fractales. La indisolubilidad de todo lo que uno toca en cuestión de sentimientos. El sentimiento es un absoluto y la estructura también es absoluta. Trampa que viene bien a los sicoanalistas, si uno ama mucho en diferentes facetas a varias personas en distintos tiempos ¿está enfermo mentalmente? Uno solo puede estar en un lugar en un momento. Si uno se divide en fractales entramos en sentimiento de culpa, no podemos donar lo que el absoluto nos está solicitando. Lo trasgresor trasgrede por otros derroteros que no esperábamos. lo oficial y conservador queda trasgredido por todo artista o escritor. Por eso  una mujer que escribe es trasgresor. Se le reserve literatura a la mujer a cosas de mujeres.   Mas juezas que jueces. Catherine Masfield rompe la rutina narrativa de lo convencional. Habla de sentimientos individuales, relaciones sexuales, matrimonios de otra manera, procreamos o no, trabajamos o no, escribimos… en pijama para dos se da la imagen ampulosa de la mujer que busca al hombre rico, rock Hudson, se lo encuentra y toman copas, viajan en barco. Se va al back Street con su amante femenino. Son más libertarias porque se vincula a la mujer con los sentimientos. (algo que es protector, patriarcal y paternalista) Físicamente las mujeres pueden ser más débiles, pero si son diferentes a nosotros es sobre todo por la educación que han recibido. Hay un sentimiento de lo femenino que es más débil en lo positivo frente a la brutalidad del macho. El eterno femenino, Goethe, el ángel del hogar, son figuras de la mujer que hoy nos parecen atrasadas, anticuadas, retrogradas. La mujer debía ser buena madre, buena esposa. Quizá haya un eterno femenino y un eterno masculino. El cazador y ella, la engendradora de niños y de la tierra campesina. El futuro será feminista, femenino, porque la sociedad tan depredadora es una sociedad masculina. Y la mujer es más ambivalente, matriarcal y tiene valores más espirituales y buenos. Físicamente puede ser más débil, pero reciben distintas educaciones. Al hombre se le debería educar en ser más sentimental, espiritual, como en la educación sentimental de Flaubert o en la educación romántica. Igual es una genética. No es lo mismo educar a un hombre que a una mujer.
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