En el cuento de barba azul se
mata a mujeres, el final no es igual. Es la imagen de Machenca, el cuento ruso,
que se pierde con un oso. La vuelta a casa es la imagen del cesto. En Machenca
se mete ella en el saco, y el oso la lleva a casa. Describe brujo, la
habitación, las princesas. Los cuentos en Andersen son melancólicos depresivos,
mueren los buenos. Son románticos, muere la cerillera, son para niños de 14
años. En los cuentos de hadas tiene que
estar presente la muerte y la resurrección, no solo la muerte. Lo que necesita
un alma de 0 a 7 años es que el bien venza. Para vencer ha de pasar por el proceso
de trasformación que es la muerte. No la vida.
Si todo es feliz pues muy bien, pero no hay trasformación. Los malos
acaban siempre mal en los cuentos de hadas, es la condición para que lo sean.
El protagonista entra en el bosque
del inconsciente, y lo paga con su cabeza. Para entrar en el mundo infantil y
de la fantasía no podemos analizarlo intelectivamente sino emocionalmente,
irracionalmente. El niño es feliz, en el paraíso edén cuidado por dios y sus
papas, la sociedad. Son seres humanos en ciernes cuidados entre algodones.
Habrá ya un tiempo en que sientan el dolor de la materia, de la vida. ¿Este
proceso de muerte y trasformación cuando debería empezar? El proceso de muerte
empieza cuando empezamos a tener conciencia moral y empezamos a diferenciar el
bien del mal. El uso de razón surge a partir de los 7 años, coincide con el
proceso de segunda dentición, caen los dientes de leche, aparecen los dientes
finales, la parte más sólida del cuerpo. Acaba el proceso de construcción de la
herramienta física del cuerpo. El cuerpo se ha hecho. No solo se gesta el
cuerpo durante los 9 meses en el vientre de la madre. El niño recién nacido no
ve, tarda días en focalizar. No oye como oímos nosotros. Se va construyendo el
cuerpo, y todos los sentidos para percibir la realidad sensorialmente, el
mundo. No puede comunicarse. Aprender a andar… si el primer día que nace le metemos
un chuletón se le hace puré el estómago. Bien pronto le vamos a destruir todo
el sistema digestivo. Hay que ir construyéndolo poco a poco. El sistema visual
se va construyendo. Lo que le aporte al niño le ayuda a construirse o mal
formarse. Por eso es importante el proceso
de alimentación. Después de la leche se introduce las papillas. Cereales
verduras frutas, leche de almendra, avellanada. La leche de arroz o almendra es
la más parecida a la leche de la madre según los macro bióticos. Frutos secos
tardan mucho en llegar a ellos. El estómago es un horno, y hay que darle la
comida externamente, por eso se lo doy cocido. Ayudamos al proceso de trasformación
que hay que hacer dentro. Hay que cocerle cereales, legumbre… las alubias deben
ser frescas. Los rumiantes se lo comen. El sistema digestivo empieza en la boca
y acaba en el ano. En la puerta de entrada se ensaliva, se mastica. Es un proceso
de trasformación alquímico. Se ablanda, mezcla, se hace más digestivo. Lo que
comemos no es sólido sino líquido. No puedes comer una roca caliza, dura (a no
ser una arenisca que se disuelve) Los garbanzos se cagan cocidos. Sale como lo hemos
metido. Absorbes la materia en líquido. En el digestivo lo hacernos uno con la
materia, las sustancias. En estado gaseoso por encima del líquido lo recibimos
respirando. Por encima del solido está el líquido, luego el gas, ¿el éter? Los 4
elementos griegos
Lo solido lo calentamos y se
licua. Se hace gas (humo, ceniza), el fuego es lo que no se ve, que provoca ese
humo. Es el proceso de desmaterialización de la materia. Se ondula la imagen.
Sientes calor, pero no ves el calor. La luz entra por la vista, ojos. Los sentidos
son puertas por donde el mundo entra. Gracias a que entra lo conozco. Nuestras
ventanas al mundo exterior son los ojos, oídos, la boca. A la cabeza entra todo
como imágenes por los sentidos. El elemento Agua está en el líquido y lo absorbemos
por la boca. El elemento Fuego es la luz que entra por los Ojos. El elemento Aire
es el gas que entra por la nariz. Y el elemento Tierra entra por el tacto y es
lo solido o materia. Lo solido se trasforma en liquido (por eso se saliva). La
tiza con el juego gástrico se va a diluir, o la arena. Cuando se comen los
niños juguetes es peligroso por eso mismo. En el proceso de conocer, el cuerpo
es esa herramienta para conocer. Si una persona nace ciega no puede conocer la
luz. Esa parte del mundo no la voy a poder conocer. El proceso de enseñar a los
niños es un aprendizaje orgánico o intelectual. Estamos acostumbrados a ir a la
escuela y que nos hablen de las frutas. No sé con un solo cuento sino con
varios que es evidente que el príncipe representa el yo, y la princesa el alma.
Estamos acostumbrados a que todo entre intelectualmente, por memoria; como las
tablas de multiplicar. Todo lo aprendemos por la memoria, fechas y personajes, y
después del examen no me acuerdo de nada. Hemos de aprender a través del
cuerpo, no de la cabeza. Como en la enseñanza musical. El aprendizaje con el
puro intelecto nos da una explicación intelectual. Pero el arquitecto se hace
cuando empieza a hacer casas. El medico se hace medico operando, no diciéndole
como es ser médico. Para entender cómo es el proceso del pensamiento debemos
leer la obra de Steiner, la Filosofía de la libertad de Steiner, que fue su
doctorado en la universidad, habla de cómo se piensa, y percibe. Con 3 meses hay
que darle puré. El niño que viene del cielo, hay que hacerle gas, líquido, hasta
hacer sólido, que es la parte material que queda como excremento el día que me
muera. Queda el esqueleto, lo más sólido. Lo que he construido en mi vida como
imagen final. Del fuego se pasa al aire, al agua y se vuelve a evaporar,
disolver. El proceso de encarnación es un enfriamiento de la luz a la materia.
El proceso de des encarnación es un calentamiento de la materia hasta que sea
luz. El proceso de materialización de la luz, espíritu y vida es la encarnación.
El proceso de espiritualización de la materia es la muerte, rencarnación. Viene
del mundo lumínico y me estrello, aterrizo al mundo de la carne materia que
duele, cuanto más consciente soy más duele.
Por eso en la alimentación el
niño debe conocer las futas de una en una, de manera orgánica. Un día le doy
una manzana. Su cuerpo va a saber esto es manzana. Él sabe que esa textura es de
un plátano. Así es el proceso orgánico de aprender. Diferenciar entre una fruta
y otra. Primero dar individualmente para que reconozca los sabores de las
frutas. Primero la manzana, ni muy liquida ni espesa. La manzana del paraíso es
una licencia artística. En el génesis no pone escrito que sea un manzano. Puede
comer de todos arboles salvo el del centro, que es el árbol del conocimiento
del bien o el mal, el árbol de la ciencia en Baroja. Es la manzana de Blanca
nieves. Para una persona muy enferma es
buena la manzana hervida. Aparece la manzana dorada en la mitología nórdica y
griega. El rojo de algunas manzanas es símbolo de vida. París reparte la manzana
de la discordia entre Atenas, Afrodita y Diana. Debemos ir conociendo no con la
cabeza sino con los sentidos, el cuerpo. Varios días hacemos un ritmo. Primero
de uno en uno, luego de dos en dos. Hay dos texturas, dos sabores. No hay que meter
la mezcla desde el principio sino ir de poco a poco. Los juguetes de colorines,
de sonidos, son para más adelante. Podemos hablar de si la obsesión de los niños
por el azul y ellas por el rosa es un tema en sí de machismo. No mil colores.
Hay heavies que ponen de negro a los niños. No es el momento sensorialmente. El
negro es lo último, es la muerte. Trabajemos con los colores a lo largo del
año, de las estaciones. Se introduce el negro a partir de los 10 años. En la escuela
de Waldor cada curso tiene un color pintado. Hay escuelas Waldor en Bilbao. Los jardines de infancia son con tonos rosas y
claras y las mesas de color madera. 117 años cumple la mujer más longeva del mundo.
Se alimentaba con dos huevos crudos y uno cocinado todos los días de su vida. ¿Eso
es sano? ¿Comer solo arroz? Comemos luz. Tenemos 12 puertas, para que entre la
materia. Entra intensamente por los ojos. Por la nariz. Hubo una monja italiana
que solo comía la ostia y vivió cien años. Luego lo intelectualizamos; manzana.
Aprendemos a través de ejercicios las matemáticas. Las tablas de multiplicar
están en nuestro cuerpo. Primero hago la tabla de multiplicar, la hago jugando.
Cuando la intelectualizo ya está. La a esta en mi cuerpo. Por eso no es bueno aprender con los
ordenadores a leer. Con 3 años aprenden a leer ellos solos con sus libros.
Alguien los habrá leído. Aprender escribir mano, y luego a ordenador. Hago un manchón
y descubro por mí mismo la línea. Si le das un boli no hace la mancha. Le
estamos intelectualizando antes de tiempo. Se corta la cabeza para ver la verdad,
no para fantasear sobre la realidad. Si le das un dios desde el principio no
van a descubrir otros dioses. En la conversación metafísica que mantuve con
Antonio; Si hombre crea a dios, que dios crea al hombre es igual de valido. Es
invertir el pensamiento, pero no es igual que Antonio me dé un millón que yo a él
se lo dé. Al niño le das primero un
dios, una fruta y luego politeísmo, varias. Y que elija el por sí mismo. Cabeza
troncos y extremidades van unidas. Somos tres partes, no somos uno. Son los debates
teológicos de los concilios sobre la trinidad. Para el monoteísmo, la unidad es
la imagen del dios único. Unidas las frutas son todas. En el proceso de
conocimiento, solo conoces al dios completo cuando comas todas las frutas. Una
y otra.
Vemos las imágenes de cada cuento
y pasamos el cuento a viñetas; Érase una vez un brujo. El cuento de hada, empieza
con un brujo. Empieza con la fechoría. Con el negro. Como los dibujos de Tim
Burton. No debe ser este el primer cuento que le cuentas ni en el jardín de
infancia. El BRUJO rapta doncellas, mendigando de puerta en casa. El brujo
representa la madrastra o la materia. En la Casa del HOMBRE RICO vive el rey, casado
con la Madre (la cenicienta) este rey tiene tres hijas. Nadie sabía a donde las
llevaba, pero desaparecían para siempre. Los arquetipos se van repartiendo a lo
largo de los cuentos. Se lleva a la mayor en una cesta. Caperucita se pierde en
el bosque. De la casa de la madre ideal pasa a la madrastra real material. En
el bosque entro en otro nivel de conciencia, el inconsciente de la fantasía y
la infancia. Allí tienes todo lo que
pueda desear tu corazón. Es el mundo de los deseos, apetitos, drogas. Me atrae
la zona talada, la luz. La zona talada es el sol, el oro brilla. La Infancia. El
bosque. Arboles erguidos. El bosque del inconsciente está en la infancia y en
el mundo adulto (la noche) ¿estoy consciente en el tiempo consciente? A veces
estoy en la inopia. Me corto el dedo. El estómago no es consciente cuando come,
el niño tampoco. Notamos el cuerpo cuando duele. En la cabeza hay dolor. Pasa
por el inconsciente y hay pesadillas. Por el cuerpo y pasan dolores. Con el
pensamiento consciente y la cabeza intelectual también se sufre. Las
contradicciones en el pensamiento te hacen sufrir, el pensamiento bipolar. Nos
hace sufrir el sentimiento doloroso y la jaqueca, el dolor de cabeza, físico y del
cuerpo. La Neurosis tremenda, darle vueltas a la cabeza, te puede hacer sufrir.
El mundo ideal te hace sufrir, por ejemplo, en la locura. Lo va a pasar bien,
le da las llaves y un huevo de oro blanco, no lo dice que sea de oro. Es lo mismo
que aparece en el Príncipe rana; la pelota de oro. El Brujo tiene una cesta
llena de oro y plata. Oro material. No espiritual. El niño va creciendo, haciéndose
en el mundo material. La pubertad es el despertar de la sexualidad y la madurez.
A los 7 años tiene uso de razón. A los 14, el tercer impulso, el juicio. El
niño no tiene juicio con 7 años. Un adolescente si lo tiene. Sabe diferenciar entre
el bien y el mal, entre la verdad y la falsedad, lo justo e injusto, no soporta
lo injusto. Se rebela al sistema establecido. El mundo ideal de padres y maestros
lo pongo en juicio. Me construyo a mí mismo frente a lo establecido. Por
idílico y bien que lo hayan hecho mis padres conmigo alguna falta voy a sacar. Por
eso no hay que entrar en la guerra o al trapo con los adolescentes. Hemos de acompañarles
en el proceso que yo ya lo he pasado. Yo no lo he pasado, sigo en la edad del
pavo, y entro a berrear con el hijo o el alumno. Eso no es lo correcto. Lo correcto
es armarnos de una paciencia desorbitada. Despertar a la auto conciencia. Va a
desaparecer el niño, prepararse para la muerte física, en lo espiritual, y
fantasioso. El ser humano que piensa y siente crea una segunda infancia que es
nuestra capacidad de fantasear, trascender y crear. El anciano no está en ese
esqueleto, está en la creación artística. Con 4 años no podría haber hecho ese
cuadro. Construyes tu cuerpo para hacer esto; arte.
Aparece la prohibición del árbol del
Génesis. Todo puedes conocer en el mundo sensorial menos la verdad de este
mundo que es la muerte. Engañarse a uno mismo es uno de las funciones de la religión
o el arte. Si manchas el huevo te encuentras la realidad dolorida,
descuartizada, y troceada. Dejas de ser niño, de ver unidad, de ver uno con
todo y te empieces a separar catapum… tiene esto un precio; perderás la cabeza,
a través de la curiosidad. No pierden la cabeza, la ganan en el génesis. Mueren
al final, sí, pero perder la cabeza es encontrarse con la realidad de la muerte.
La conciencia de muerte es la perdida de la cabeza. Es una trasformación de la
conciencia sensorial a la espiritual. Desde la casa del rico o la orilla del
padre a la casa del brujo y la materia hago el proceso de la fantasía a la
materia. Volver de la casa del brujo material a la casa del padre Dios y de la
infancia es el proceso de la materia a la fantasía. Voy desde la materia a la
luz, intelecto o espíritu. Para entender esto debemos entender que el mundo de
la fantasía funciona de forma inversa al de la realidad. Lo que arriba es blanco, abajo es negro. Es como
una fotografía, en negro y blanco, pero en negativo Lo que afuera veo blanco en
el cerebro es negro. En la Bella durmiente no se cuenta lo que sucede en el
proceso de alma. Cuando ella se duerme, despierta al mundo de la materia. Ella ha
nacido en la fantasía. Y al dormir entra en la realidad y matera. El beso del príncipe
es la muerte, la vuelta a la fantasía y al espíritu. Es decir que este mundo que
llamamos real es el sueño de la bella durmiente. Vivimos dormidos. Despertamos
poco a poco al mundo del logos que es más amplio que el de la razón pues
incluye la emoción y el espíritu. El cuento cuenta el inicio y final pero no
los abarates que haces en tu vida. En cien años viene la muerte. La realidad
puede decirse que es un sueño que dura cien años, una vida. Y en el cuento no
aparece lo que el príncipe sufre para escalar el torreón de la bella durmiente
ni lo que ella sueña. Usamos imágenes sensoriales para contar un cuento, una
novela, hablamos con imágenes que todos conocemos. Aparece en el cuento de la
muerte madrina. Se paga con la cabeza, la conciencia de muerte. Ella es mediana
lista y astuta. Esto es el intelecto. Tenemos que conquistar a través del viaje
de la materia el intelecto. Dejar de ser inconscientes y ser súper
inteligentes. Pulgarcito, sastrecillo valiente, son los listos los que ganan. A
veces también ganan los tontos como en el príncipe del idiota de Dostoievski. Los
tontos son los que ganan, pero son tontos de buen corazón. Dos hijos, el mayor
es ingeniero, y el segundo es tonto, lelo, pero de buen corazón. Maldad y
bondad. En la biblia, que sigue un planteamiento platónico, David vence a
Goliat y el tonto José vence a sus hermanos que lo meten al pozo. El débil
físicamente pero listo, el apolíneo que diría Nietzsche, es el que vence en los
cuentos de hadas.
Y así se vuelve a unir lo que
estaba separado y vuelven a la vida. Abrieron los ojos, a la alegría besos y abrazos.
No encuentra la sangre el brujo; has pasado la prueba. Tú serás mi novia. Ahora
manejo las leyes de este mundo. No puedo conquistarlo sin esto, el intelecto,
pero es una herramienta que se usa y luego se abandona. Te desprendes de la
razón. He de cortarme la cabeza para no ser solo intelecto, cabeza con patas. Esto
es un proceso de sufrimiento, dolor y sudor. El de ser auto conscientes y
preparados para la muerte. El brujo dice dos veces, veo que te paras. Al final
la princesa consigue el oro, la luz, sabiduría y conocimiento. No es el oro
material sino espiritual. Dios está hambriento, duele el estómago. O los
dioses. El mundo espiritual come de nosotros.
El brujo prepara la fiesta. A la calavera la disfrazan de mujer. “¿De dónde
vienes pájaro embrujado?, de la casa del brujo me han soltado” aparece el 2, el
mundo dual. El mundo del intelecto es dual, no como el de la materia o del
espíritu. El pensamiento siempre son dos posturas contrarias. O bien o mal. La
realidad es una, múltiple. No está divida. La separamos y dividimos en nuestra
cabeza. Intelectivamente separo el mundo para conocerlo. Si lo separo en la realidad
sería el destripador o el doctor Frankenstein. Solo hago destruir y matar. La
vida es unidad. La muerte es separación. Para conocer separo la realidad. La
divido en parcelitas estanco, en secciones, nombres, grupos… son formas de
encasillar. Con fuerzas no debo tener miedo al mundo, debo transformarlo,
cambiarlo, hincarle el ojo, la pestaña, el oído… Al final el yo sale victorioso tras mucho
currarlo y sudarlo. Al final del taller analizamos cuantas veces aparece el brujo,
los sinónimos que emplea; Anciano, malvado. Achacoso mendigo. Viejo. La chica
es joven, es el tesoro, la doncella. La cámara sangrienta es una habitación del
aposento vedado bajo pena de muerte. Es la puerta prohibida, de nuevo la prohibición y la
manzana dorada del génesis o París, la manzana envenenada; la toma de
conciencia de muerte.
La próxima sesión analizaremos el
lobo y los 7 cabritillos, escrita biográficamente para niños. Es divina
Caperucita roja, pero es un cuento más sensorial, para un estadio más adelante.
El tema del lobo se repite en los tres cerditos y el lobo que es anónimo. Es más
moderno y no es de los Grimm.
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