Introducción DOLOR Y AMOR EN LAS HERMANAS BRONTË
Mi intención es analizar esa pésima adaptación cinematográfica de Cumbres Borrascosas, pero también bosquejaré un resumen comentado sobre la novela.
Su argumento, lleno de fantasmas
y rencores, es bastante abstruso de resumir, pero lo intentaré. Primero: unos
breves apuntes biográficos sobre Emily y las demás Bronte.
Emily Brontë usó un seudónimo masculino para publicar esta novela, anécdota que ilustra el tipo de sociedad donde vivían inmersas. Escribía para sí misma poemas sobre amores idealizados, la mayoría de ellos nunca vividos, sin ninguna aspiración literaria. Esta chica de mirada apocada, espalda encorvada y rasgos cenicientos, famélicos, tristes y pálidos nunca se separó de sus hermanas. Huérfanas de madre(carencias emocionales) son enviadas a un internado por su severo padre. En aquel edificio gótico y siniestro, reciben palizas diarias y maltratos o vejaciones de toda índole, muriendo las mayores. (Luego Charlotte retrató ese “Cowan Bridge” en su novela Jane Eyre en el trasunto del “colegio Lowood”) Aunque a su primera infancia corresponden recuerdos más dulces y los cuentos de su bonachona aya llamada Tabby (la recrean en el personaje de Nelly Dean) Las hermanas se leían sus respectivos poemas a la llama de un horno de leña. Mientras las volutas de humo se esparcían por su decadente mansión, su imaginación dibujaba amantes que nunca conocerían y ese tenue rastro de una felicidad siempre anhelada. Estas aristócratas arruinadas publicaron al fin para poder subsistir. Sus obras fueron menospreciadas como “pastiches amorosos” por los “círculos intelectuales” que las calificaban de “marisabidillas”. No obstante, jamás una profesora rural logró escribir una obra de tan profundas lecturas como Cumbres Borrascosas.
Emily Brontë usó un seudónimo masculino para publicar esta novela, anécdota que ilustra el tipo de sociedad donde vivían inmersas. Escribía para sí misma poemas sobre amores idealizados, la mayoría de ellos nunca vividos, sin ninguna aspiración literaria. Esta chica de mirada apocada, espalda encorvada y rasgos cenicientos, famélicos, tristes y pálidos nunca se separó de sus hermanas. Huérfanas de madre(carencias emocionales) son enviadas a un internado por su severo padre. En aquel edificio gótico y siniestro, reciben palizas diarias y maltratos o vejaciones de toda índole, muriendo las mayores. (Luego Charlotte retrató ese “Cowan Bridge” en su novela Jane Eyre en el trasunto del “colegio Lowood”) Aunque a su primera infancia corresponden recuerdos más dulces y los cuentos de su bonachona aya llamada Tabby (la recrean en el personaje de Nelly Dean) Las hermanas se leían sus respectivos poemas a la llama de un horno de leña. Mientras las volutas de humo se esparcían por su decadente mansión, su imaginación dibujaba amantes que nunca conocerían y ese tenue rastro de una felicidad siempre anhelada. Estas aristócratas arruinadas publicaron al fin para poder subsistir. Sus obras fueron menospreciadas como “pastiches amorosos” por los “círculos intelectuales” que las calificaban de “marisabidillas”. No obstante, jamás una profesora rural logró escribir una obra de tan profundas lecturas como Cumbres Borrascosas.
Si en el plano intelectual fueron
marginadas, socialmente la mentalidad victoriana las consideraba “solteronas de
pueblo”. El único varón que podía mantenerlas, trabajar su hacienda o traer un
salario al hogar era el hermano mayor; borracho y ludópata (en él se basa el
personaje de Hindley.) Sin carbón para ese horno, sin un solo vestido que lucir
en las fiestas parroquiales de su comarca, sólo las quedó soñar con la
literatura y desahogarse en su escritura.
Estas noveleras y “Boba-rys”
barruntaban al amor verdadero, eterno y romántico, aquel que describían tantas
lecturas y que sólo podía expresarse pasionalmente, entre siseos y arrebatos.
Los libros las prometían la consumación de un amor tendente al infinito y ellas
susurraban a media luz esas palabras de amor, temerosas del que dirán de su
sociedad. Estas niñas tristes y ojerosas vivieron existencias grises y
anodinas. Las deprimía y hastiaba esa sociedad victoriana de doble moral,
apática de sentimientos o sufrimientos subjetivos, más preocupada por los
pragmáticos avances técnicos. Odiaban ese culto superficial a las apariencias
que tanto adolecían por su calidad de clase media arruinada. Sin embargo,
aunque de sus biografías no se extraiga literatura, el mundo interior de Emily
nos arrolla por toda la desesperación que llegó a acumular en su vida.
CB no es un folletín de amor más;
entre sus páginas se resbalan autenticas lágrimas enturbiando este incesante
río de tinta. En esta historia, si bien ficticia, Emily revela un dolor latente
hacía las victimas del amor (del que ya se habían desengañado). Cuando pública
Emily, el romanticismo ya no se estila en el canon literario (sólo su
caricatura, como Madam Bobary, la dama de las camelias etc). Así que tiene
merito que escriba desde su subjetividad una relación amor- odio con un
lenguaje tan sincero, desgarrado y directo que nos permite casi palpar su
sufriente corazón. Su obra no entra dentro del naturalismo que postulaba un
Zola o una Pardo Bazán, y pasaron años antes de que se resucitara esta obra
maestra, subestimada a la calidad de novela rosa. Si bien de rosa no tiene
nada. El intimismo de esa historia de amor contrasta con un fondo de odio
contenido y venganza personal. La obra no es sólo trágica sino melodramática.
(Termino denostado por la tvnovela o la novela popular) Las propia Emily murió
sola, en la miseria, enferma de eso que la burguesía decimonónica llamó
despectivamente “mal de amores”.
INTROSPECCIÓN PSICOLOGÍCA EN LOS
PERSONAJES
El Señor
Earnshaw; Tiránico padre de familia, despótico, autoritario... e infiel a
su mujer, borracho. Confía mucho en Heatchcliff, así como el resto de la
familia lo odia.
Heatchcliff es el bastardo o niño adoptado (se entreven ambas
posibilidades) del pater familis. De
rasgos gitanos y de carácter salvaje pero (al principio de la obra) de más
noble de corazón que Hindley o Linton, los supuestos burgueses civilizados.
Crece sirviendo como criado en la casa, enamorado profundamente de Catherine
con quien ha compartido la infancia. (Parte del error de esta adaptación al
cine esta en no reflejar este periodo de su niñez que tan magistral describe el
libro.) Él la llevaba por los cerros, resbalaban por las laderas, retozaban
entre la hierba... Con él Catherine conoció la inconsciencia del salvaje, la
naturalidad, la espontaneidad que tanto añoró el resto de su vida. Con él
Catherine amó la vida. Sin embargo, Heatchciff es el demonio mismo, incapaz de
querer a nadie pues la sociedad le hace odiarse, culpabilizarse de su carácter
impulsivo y avergonzarse de su condición servil. Huye, huye de los sentimientos
de Cathy, huye de todos los problemas, se evade por los cerros, pero por dentro
se gesta en él una amargura profunda. La
obra es una historia sobre el declive humano.
La sociedad le convierte en el
tirano que al final resulta. Su odio hacía esa familia que nunca terminó de
aceptarle le reconcome de desazón por dentro, acaba insensibilizándole,
tornándole cruel, despiadado, un rol de
vecino huraño y amante egoísta que, en este mundo de apariencias, acaba por
adoptar. Siente un amor tan vehemente por Cathy que él mismo se asusta y lo
disfraza de simple arrebato pasional (esto en la película se ve cuando la pega
y la empuja al cobertizo de la granja) Tampoco se atreve a confesar su amor
cuando ella prepara su matrimonio con Linton, y opta por el camino más simple
ante los vericuetos; la huida. Aún así, la película no ahonda en esa sicología
contradictoria y profundamente humana: Tampoco refleja el plan de venganza
final que luego comentaré y que le convierte a mis ojos en un verdadero
Leviatán maquiavélico.
Catherine. Es la hija, crecida salvaje en sus juegos infantiles con
Heatchcliff, y a la par criada según los postulados femeninos de la época. Se
intenta hacer de ella “una dama” elegante, superficial, templada, correcta...
que no revele sus pensamientos propios ni se atreva a manifestar sus
sentimientos, es decir; una señorita victoriana que corresponda a su categoría
social, y sobretodo a su matrimonio con el primogénito de los Lindon.
Se casa con Edgar sólo porque ve
en la boda la consumación del cuento de hadas, más por el vestido de bodas que
lucirá que por el amor que siente. Aunque también se la puede reprochar que se
case por conveniencia y el dinero necesario para huir junto a su amante. Posee
un carácter inmaduro, infantil, iluso, inocente, inconstante, voluble, mutable,
sentimental o más bien pasional... es decir, plenamente romántico.
En ocasiones se comporta de forma
inconsciente o caprichosa, como una “niña bien” maleducada. Esa parece ser la denuncia que dejan caer
Emily hacía una heroína, que salvo en ese defecto de ñoñería, se asemeja
bastante a un retrato de la sufrida escritora.
Joseph es el párroco, criado y severo y moralista educador de los
niños, de un profundo catolicismo casi fundamentalista. Fanático de la Biblia,
mal tratador y redomado fariseo, hipócrita, falso y traidor cual Yago. Así lo
describen Catherine I y II en el libro.
Nellie es la criada cotilla que juega con los niños como una más y
en el libro al menos es quien relata la historia al extranjero que compra la
granja de los tordos, anexa a Cumbres Borrascosas. A Nellie, desde luego, no me
la imaginaba como aparece en la película, pues en el libro comparte la edad de
los protagonistas y es su confidente y no sólo su cuidadora sino también su
amiga. A pesar de su apoyo incondicional hacía su ama, critica sus aires
principescos y altaneros, sobretodo cuando decide la boda sin amor. Nellie
intenta ser un personaje parcial y neutral, pero acaba navegando entre dos aguas
por su ávida curiosidad.
Es un personaje conformista y
pragmático (reflejo del campesinado inglés) que reprocha la rebeldía del
inconformista Heatchciff (paradigma del romántico) pero ama la inocencia
infantil y se encariña por esos niños que ya crecidos comienzan a sufrir y a
hacer sufrir.
Hindley Earnshaw es el hijo mayor, el primogénito, celoso de los
mimos que dedica su severo padre al niño ilegitimo, a “ese bastardo gitano”
como le insulta. Se convierte en un aristócrata decadente, paleto, borracho,
ludópata, mujeriego, libertino y en su más recóndito interior profundamente
amargado, frustrado, receloso contra todo, como en el libro muestra su “vino
triste”.
Hareton Earnshaw es el único hijo de Hindley y en la película no
aparece. Posee un carácter dócil e introvertido, dominado por su tío
Heatchlciff que le roba todos sus derechos de propiedad sobre la mansión
paterna. Él nunca llega a vislumbrar ese hurto y su tío le destina a los
fogones, como a un sirviente más. Sólo irán bien las cosas tras casarse con
Cathy hija (tampoco aparece en la película) y cuando se civilice gracias a que
esta le enseña a leer.
Resumen de la obra
En una noche lluviosa el señor
Lockwood visita Cumbres Borrascosas. Conoce a su vecino el huraño Heathcliff y
a la encantadora Cathy hija. Le instalan en una habitación donde se le aparece
el espectro de Catherine. El Sr. Eanshaw llegó inesperadamente con un niño
gitano llamado Heathcliff. Cathy le
quiere y Hindley le toma envidia y desprecio. Se educan con la criada Nelly.
Muere la madre. Hindley se casa con Francisca y muere su padre.
Los dos chicos se enamoran y espiando a los Linton, Cathy
es invitada a pasar unos días con ellos para intentar casarla con Edgar.
Nace Hareton Eanshaw, hijo de
Hindley y Francisca que muere en el parto.
Cathy y Edgar se casan y Heathcliff huye a los montes.
Retorna Heathcliff, la hermana de
Edgar – Isabel- se enamora de él y el la repudia. Cathy muere en el parto
atormentada por Heathcliff.
Edgar cae enfermo y Heathcliff
trama casar a la Cathy hija con su propio hijo – son hermanastros- y así quedarse con la granja de los tordos
además de cumbres borrascosas. Secuestra a Cathy y esta se enamora de Hareton,
al que enseña a leer.
ARGUMENTO DETALLADO DE CUMBRES BORRASCOSAS
La mansión familiar de los
Earnshaw se llama Cumbres Borrascosas y se sitúa en la campiña inglesa, en la
localidad de Gimmerton. Esta comarca la circundan montallas de cumbres nevadas
y nubladas por una eterna chubasca y un cenagoso páramo bastante tenebroso en
la nocturnidad. El cielo siempre esta tormentoso, en infernales tinieblas.
La película refleja este infierno
domestico donde el arrebato pasional y el desenfreno romántico se encorsetan
bajo la dura moral inglesa. Esta familia nuclear desestructurada cohabita a la
fuerza, sin quererse, cargada de resentimientos interiores. Las envidias se
simulan y los celos se esconden, hasta que explotan en catarsis como la pelea
entre Hindley y Heatchciff o los reproches desatados dentro de la pareja
protagonista.
El Sr. Earnshaw adopta a un
chaval gitano de Liverpool(quizá el hijo bastardo de una amante que acaba de
morir); Heatchcliff. La siguiente imagen la cámara recorre de la infancia a la
adolescencia de Heatchcliff y Catherine. Estos se adentran en la mansión del
juez Linton, y allí el “niño salvaje” comprueba que mientras a él lo expulsan
de malas formas, a su hermanastra la invitan a pasar una temporada en su
mansión, educándola como a una “damita”, una mujer objeto, señal del poderío
familiar, la alta cuna y esas historias de linajes.
Hindley, el primogénito, tiene
celos de los mimos que dedica su severo padre al niño ilegitimo. La madre,
Francie, teme que vaya a perder el patrimonio que le toca heredar, pues su
salud zozobra y no quiere morir sin ver a su único hijo en heredero absoluto de
sus propiedades. Tras ese tiempo de estancia en la casa vecina (la granja de
los tordos), “Cathy” vuelve con aires de gran dama, subida en su corcel,
presumiendo de vestidos nuevos y reprocha
a Heatchcliff su dejadez y primitivismo. Hindley aprovecha el mal
carácter que muestra este hacía su hermana para darle una paliza mortal en el
granero.
Muere Francie tras dar a luz, al
poco lo hará el padre, el Sr Earnshaw. Hindley, dueño de la mansión, destina a
su hermanastro a cortar la leña y le tratará peor que a un criado.
Catherine maquina casarse con
Edgar Linton, el cual la ama “como no le amó nunca su madre”, en palabras de
Nelly.
Ella no le corresponde, pero
pretende alcanzar holgura económica y huir con decoro (ósea, con pelas) y con
su amante. Heatchcliff sólo escucha que jamás se casaría con un salvaje sin
oficio ni beneficio. Huye, y busca en Londres (a través no siempre del “juego
limpio”) esa categoría social que sólo podía conseguirse enriqueciéndose. El
prestigio se alcanza gracias al beneficio económico. Sin fortuna, Cathy no le
amará nunca.
Cathy lo busca por las cumbres y
montes día y noche, infatigable, gritando su nombre que retumba allende el eco
de las colinas. Vocea su nombre henchida de locura amorosa y la cerrazón del
deseo que ciega a toda razón. Cae gravemente enferma de fiebres por todos esos
esfuerzos, todos intuyen que para su dolor no hay más bálsamo que el retorno
del amado.
Los Linton la acogen en su casa
alegando cuidarla mejor. Allí se recupera gracias al afecto que le brindan
Edgar e Isabella Linton. Edgar la corteja con zalamerías, regalos y promesas.
Ella le confiesa casarse sin quererle. A él, en este mundo de apariencias, no
le importa mientras asuma su papel de mujer y “ángel del hogar”, sonriente, indolente.
Cathy se libra así de su tiránico
hermano Hindley quien queda abatido de la más melancólica soledad que subsana
con fiestas donde el vino se derrama y se derrocha el capital paterno,
dilapidado en las apuestas que solían acabar en peleas de borrachos.
Un día retorna Heatchcliff a
Cumbres Borrascosas, transformado en un caballero con dinero, un gentleman
inglés con un patrimonio y una dote para ofrecer a Cathy.
Ella le recibe con una vehemencia
que su marido censura. Se produce una engorrosa situación pues no le reciben en
la cocina (en calidad de criado) sino que le sienta Cathy en la mesa.
Heatchcliff odia a Linton por
arrebatarle su amor y sus encuentros acaban en peleas, donde Edgar demuestra su
cobardía y falta de entereza. Heatchclliff, sólo por oprobiar a Edgar, humilla
a su hermana Isabella Linton. Esta modosa dama educada en esa feminidad de
mujer- jarrón se enamora de la esencia animal del libertino.
Él se adentra en sus sábanas y la
concibe un hijo, pero confiesa no amarla, lo cual la causa deshonra. Isabel
patéticamente se instala en Cumbres Borrascosas y en el libro al menos acaba
casándose con él aún a sabiendas de que no le corresponde. Isabel se marcha de
Gimmerton y allí concibe a su hijo Edgar Linton, nombre puesto en honor al hermano.
Este niño débil, pusilánime y enfermizo pasará después a manos de su padre;
Heacthcliff. Esta parte tampoco nos la muestra la película.
Cathy y Heatchcliff consumen todo
el amor que han ido acumulando en una escena que en la película se caracteriza
por su halo intimista, pero que él libro describe más desgarradamente. Creo que
la película convierte esta historia de amor- odio en una relación mucho más
plana, pues no refleja del todo la psique de sus atormentados protagonistas. Él
supedita el amor hacía Cathy a una causa mucho mayor; su plan de venganza.
Consigue arruinar en el juego a su enemigo Hindley y ser el amante de Cathy y
para máxima humillación de Edgar la deja embarazada. Cathy muere en los partos
que se complican (igual que su madre) “¿Acaso
tienes el demonio en el cuerpo para acusarme de ser la causa de tu sufrimiento?
¿Aún me dices esas duras palabras en mi lecho de muerte? No descansaré jamás en
paz y no te deseo mayores torturas que las mías”- Con estas lapidarias
acusaciones en el umbral de su muerte, Cathy se condena a convertirse en su
fantasma. Eternamente pululará en la
mente enfermiza de Heatchcliff, quien jamás podrá olvidarla. Sus últimas
palabras hacía él son peticiones de una niña que rozan el patetismo (los
románticos usan este vocablo con valor
positivo) – no te vayas, no me dejes...- Su marido se acerca y al fin el médico
desiste. Cathy muere, aunque logra concebir a su hija – Cathy II- (de esto
también se olvida la película)
La película acaba aquí, con una
recreación onírica de cómo Heatchcliff se abraza a la evanescencia de su alma
gemela. Este final corresponde al del libro, pero el director se ha saltado
toda la segunda parte, y con ello se ha cargado la acción dramática de la obra,
es decir; la locura vengativa del demoníaco Heatchliff.
Isabella Linton muere cuando su
hijo Linton cumple 12 años. Entonces es enviado a Cumbres Borrascosas pues la
patria potestad pasa a su padre.
Este le maltrata de una forma
cruel (de nuevo los malos tratos que tanto padecieron en sus propias carnes
escritora y hermanas) y le obliga a cortejar a Catherine II. La historia se
repite. Estos niños se creen primos, inconscientes de que son hermanastros,
pues Heatchliff es el padre de ambos. Este ser vengativo urde que ambos se
enamoren y se casen para que así todas las posesiones (cumbres borrascosas y la
granja de los tordos) pasen a su poder, ya que ambos son menores de edad.
Llevado por esa locura, secuestra a Cathy II (su supuesto padre, ósea Edgar
Linton, le prohibía verse con el hijo de Heatchliff) A partir de aquí, la obra
empieza a mostrarse en el auge máximo de su decadentismo. Hindley muere en una
de sus borracheras. Edgar muere ya de viejo. Isabella ya había muerto... La
granja de los tordos se encuentra sin dueño. Y en cumbres borrascosas reina la
tiranía del lunático de Heatchcliff. Este incluso obliga a los criados – a
Nelly Dean, a Zillah y a Joseph- a seguir a su servicio, aunque acaban por
huirle todos. Al final el propio Edgar II muere (no esperaban ni que durará
hasta los 18 años por su débil consistencia física y su constante estado
enfermizo).
Así llegan a esa extraña
situación en que cohabitan el atormentado Heatchcliff, Cathy II, Joseph y el
solitario de Hareton. Cathy enseña leer a Hareton, por más que lo censure el párroco, y este descubre los placeres literarios y
amorosos. Acaban casándose. Heatchcliff
muere sólo y atormentado por los remordimientos y entre sueños aún distingue a
su fantasma. Catherine y él se encontrarán en el más allá, y en el más acá
Hareton y Cathy II comienzan a ser felices. Pero me parece un final nada
feliz.
Diferencias
entre la obra y la adaptación al cine ¿CÓMO REFLEJA EL contexto histórico.?
Cualquier obra literaria ofrece
más riqueza en imagen que su adaptación fílmica puesto que puedes imaginártelo
con más lujo de detalles. La descripción literaria resulta más ambigua que la
escenificación audiovisual que limita nuestra imaginación. La riqueza léxica
también nos aporta más hondura en los sentimientos y sicología del personaje. Al margen de todo esto, la novela se
estructura como el relato de Nelly Dean al Sr Lockwood, enfermo en su cama.
Este acaba de comprar la granja de los tordos, anexa a Cumbres Borrascosas y
llega a conocer al ermitaño de Heathcliff antes de su muerte. Contado así, en
forma de confesión de “asuntos domésticos” o “vergüenzas familiares”, la novela
atrae mucho más que la película, proyectada como una simple obra romántica.
La película ofrece una visión
dulcificada de esta tragedia, una versión muy Light de Hearchcliff y rebaja el
contenido argumental.
Por otro lado, recrea muy bien
las descripciones físicas del inmueble y las del lánguido paraje; aunque no
tanto a sus protagonistas. Históricamente, la novela y la película retratan esa
Inglaterra pre- victoriana, pre- imperialista y pre-colonial donde los
landlords o terratenientes oligárquicos explotan a sus campesinos y sirvientes,
mientras oprimen a la mujer o al hombre rebelados contra esta moralidad de
doble cara. Se dibuja una sociedad plenamente capitalista, pragmática,
optimista, positivista donde “tanto tienes; tanto eres” como patenta el ascenso
social de Heatclhcliff. También vemos en la película y sobretodo en el libro
una educación represiva (la disciplina inglesa) que parecía no haber aprendido
nada de la educación sentimental del Emilio roussoniano. La escasa liberabilidad y la opresión se
presentan también en los comportamientos convencionalistas y la represión a la
mujer, en el conservadurismo de las opiniones políticas de Hindley, en la
condena al comportamiento libre de los protagonistas etc.
Incluso esta represión se
trasluce en la ostentosa moda de corsés, miriñaques, velos y que oprimen
físicamente a la mujer y la ocultan el cuerpo, considerado pecaminoso. También
se denota ese afán posesivo del burgués por acumular bienes terrenales y en
otra serie de elementos decimonónicos, como el derecho de herencia de la época
o la profunda religiosidad de los personajes, incluso en la visión fatalista y
cristiana de su propia autora, que a veces se permite juicios de valor de tipo
moralista, en sus reproches a Heachcliff por ejemplo.
Creo que la película, si bien
falla en el análisis introspectivo de estos personajes paradigmas del
romanticismo, recrea muy bien el ambiente histórico de la época a través de la
escenografía, el vestuario muy documentado, la decoración y en general la
ambientación del mundo de los amos y el de sus sirvientes dentro de la sociedad
rural. No refleja toda la complicidad de esta “borrascosa” obra literaria, que
suscita más controversia de la que puede parecer debido a su ambigüedad, porque
en Emily Brontë no hay rastro de un Happy End como ha impuesto la industria de
Hollywood; ¿Quién puede juzgar a Heatclhcliff sin haber sufrido su tormentosa
existencia y su marginación social? ¿Quién condena el romanticismo de Cathy,
fruto de sus lecturas y de su época? ¿Quiénes son los “buenos” y quienes los
“malos” en esta obra tan abierta?
RESUMEN CONCEPTUAL, ESQUEMA DE COSTUMBRES Y
VALORES
Costumbres
o
Ley sobre la herencia de propiedades; mayorazgo:
hereda el hijo mayor.
o
Matrimonio burgués como mero convencionalismo
social. La niña da el sí a un acuerdo económico y pacto social.
o
Tradiciones de banquetes, symposiums, bacanales
y fiestas, borracheras...
o
Contraste e injusticia social, desigualdad
económica y cultural. Ladys and gentleman, ricos y cultos, frente a sus
criados, sirvientes, trabajadores, asalariados, campesinos, proletarios y
analfabetos.
o
Frivolidad, apariencias, elegancia en los
vestidos, la decoración... estilo arquitectónico neogótico en Cumbres
Borrascosas, neoclásico en la Granja de los Tordos. Muebles de estilo rustico y
precolonial.
Valores
o
Falsa cortesía como la de los Linton hacía Cathy
y menosprecio para Heathcliff. Importancia de la buena educación, mascaras o roles
sociales, la disciplina inglesa. La falsedad. La hipocresía. La doble
moral.
o
Crisis de la familia desestructurada, problema
de legitimización de autoridad en una sociedad cada vez más liberalizada
socialmente.
o
Ambición desmedida de Heathcliff. 1) se hace un
gentleman y un dandy a base del juego sucio 2) arruina a su hermanastro 4) se
casa por dinero con Elizabeth 3) intenta casar a Cathy y Edgar para heredar las
dos casas anexas.
o
Odio hacía Hareton por parte de Heathcliff
(quien le hace creer que es su padre) y al que veja y maltrata como le hicieron
a él, en especial Hindley (Hindley es el padre de Hareton, por eso se venga en
el hijo)
o
Amor romántico en el trío Edgar-Catherine-
Heathcliff.
o
La religión cristiana: ritos fúnebres, los
vestidos de luto, los matrimonios, la superchería y superstición de fantasmas y
aparecidos, la sumisión católica de los sirvientes, la moral de esclavos, la
hipocresía del párroco Joseph quien educa a los niños...
EL PODER
La obra
refleja la tensión dialéctica entre clases sociales, entre jóvenes y viejos y
entre hombre y mujer y la lucha de las voluntades de poder de cada personaje.
Poder
Económico: Se denota en el ascenso social de
Heathcliff en Londres, en las leyes de herencia de la época, en la lucha por
quedarse las propiedades inmobiliarias de la graja de los tordos y cumbres
borrascosas.
Poder
Autoritario: La autoridad del padre despótico
sobre sus hijos. A su muerte la autoridad ominosa de su hijo Linton, vivo
retrato del padre, de tal palo tal astilla. Y por ultimo el dominio final de Heathcliff sobre su hijo Hareton, al que
maltrata, sobre Cathy hija y sobre toda la mansión en general.
COMPARACIÓN CON EUGENE GRANDET
Guarda
analogías con Eugene Grandet, pues esta burguesa (provinciana también) tampoco
puede casarse por amor. Además el amor de Catherine y de Eugene es tachado de
inmoral e incestuoso. Eugene se quiere casar con su primo. Catherine con su
hermanastro. Ambas son manejados como títeres peleles por la presión social de
sus familias. Ambas heroínas del folletín amoroso acaban casándose sin amor en
matrimonios concertados y por interés económico, triste realidad de la mayoría
de lectoras de este tipo de novela por entregas.
LOS FOLLETINES DE AMOR
Cumbres
borrascosas pertenece a este genero dieciochesco y decimonónico nutrido tanto
del romanticismo como del realismo. Su temática son las vicisitudes de las
mujeres a partir de su enamoramiento o su matrimonio impuesto. Todas han sido
educadas para desempeñar un papel convencional en la sociedad (madres, esposas,
señoras de su casa, ángeles del hogar) y sufren en su conciencia crisis entre
sus deseos y su realidad. Surge este tipo de historias con la obra neoclásica y
moralista Madam de Lescaut (no recuerdo el autor), un personaje que inspiró
después la dama de las camelias de Dumas hijo. Las prostitutas también sienten
y padecen y se enamoran, es el descubrimiento de la época. Por otra parte, las
3 grandes damas de la Literatura (Ana Ozores, Katherina y Enma Bobary) son un
retrato de la infidelidad burguesa. El matrimonio cristiano de la época
ahogaba, reprimía, constreñía cual corsé, a unos individuos cada vez más libres
y dueños de sus propias vidas y cuerpos.
Este tipo de
novelas rosa de folletín se extienden a partir de la revolución francesa, paralelas
a la incorporación de la mujer a la lectura, y al cambio de mentalidad del
momento; la primera liberalización social europea, las costumbres se relajan y
muchos puritanos mojigatos de la época se lanzan a escribir novelas morales o
ejemplares para evitar ese anarquismo conyugal, lo sentían como el Sodorra y
Modorra de un sistema liberal que se podría, decadente.
También se
publicaban folletines de aventuras (los mosqueteros, ivanhoe, las novelas de
Sihller,. Walter Scott, Dumas, Víctor
Hugo, Goethe y otros románticos) ya que el nuevo proletario urbano quería vivir
aventuras asqueado de su alineante realidad. Así es como surge, en el
romanticismo, la novela de evasión, la literatura como juego recreativo, ocio y
pasatiempo, como pacto de silencio callado, entre el escritor y el lector
(antes la literatura se trasmitía oral y generacionalmente – la tradición
cuentista, los trovadores y sus épicas, las epopeyas de bardos y aedos, los
poetas, los profetas...- Ahora las
lecturas colectivas dejan paso a una lectura individual y solitaria, todo un
paso determinante en la forma de enfocar la literatura. La novela como se
entiende en la concepción clásica nace con el Quijote y muere con el Ulises,
Rayuela y otras aberraciones según la crítica del stablishment occidental
actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario