lunes, 16 de mayo de 2016

LA MUJER LOCA


La mujer loca es la última novela de Juan José Millas que hemos leído en el club de lectura de Baracaldo. Julia trastoca la realidad, a través de las palabras intenta llegar al meollo de las cosas. Nos creemos que si, que el lenguaje nombra la realidad y nos conformamos con eso pero no nos gusta la jugarreta que a veces hace el lenguaje engañándonos. julia tiene desórdenes mentales y trabaja en una pescadería de la que se va aunque ha tenido relaciones con el pescatero su jefe. El marido y la señora enferma terminal que va a morir esconden secretos. Millás insiste mucho en el lenguaje al principio, luego lo deja aparcado. En su conferencia ya nos habló de lo que le gustaba de niño investigar en enciclopedias. A pesar de sus crisis personales y profesionales ha escrito  muchas novelas. El protagonista empieza también con una crisis de la escritura. Necesita escribir sobre temas nuevos, se dice. Las novelas son una creación lingüística de dentro a afuera, de lo personal y subjetivo se deduce lo objetivo. El periodismo sin embargo, el reportaje se escribe de fuera a adentro, escribir la realidad de las cosas para crear en el lector un sentimiento, una conclusión. Escribir es un placer en la que el escritor es menos que un insecto; los protagonistas y el sujeto son las palabras, el escritor es su objeto, un medio por el cual las historias se expresan así mismas. Las palabras nos manipulan, hacen de nosotros lo que quieren. No inventamos nada. Ponemos adjetivos y sustantivos pero esta ya escrito en la naturaleza el orden de las cosas. es como si al nombrar la palabra rosa nombráramos la idea de rosa que está latente en la rosa en sí, según Platón. Hacemos un uso utilitario de las palabras como comunicación, pero ¿no son las palabras las que nos usan a nosotros? leer literatura es gracias al lenguaje que responde a lo que nos cuenta la historia y posibilita la comunicación. Los académicos se pasan la vida con discusiones lingüísticas sobre las palabras. El lenguaje sigue evolucionando, dinámico y ni nos enteramos. Las palabras nos enredan. Julia es una  equilibrista sin red, sin bisturí ni guantes que se enfrenta a la operación (la operacionalidad) con el lenguaje. El que tiene red, el escritor Millás, tiene miedo de la caída. Julia no lo tiene, no tiene miedo al lenguaje, los locos no tienen miedo. Las palabras nos manipulan. Esta podría ser una novela de suspense, hay un intento de suicidio. Es una novela rara, irregular en el desarrollo. A Julia le molesta analizar sustantivos. La novela es lo que cuenta y como lo cuenta. En ella están los dos Millás que hay dentro de él. El escritor y el periodista. E infinidad de Millás más. Como los esquizofrénicos Millás tiene muchas identidades, personalidad múltiple. La novela decimonónica romántica y realista tenía argumento, la actual no. No se le pide ahora a la novela que tenga sentido de principio a fin. Sabemos lo falaz y el falso tramposo que es el lenguaje. Es una novela con argumento pero que enseguida se desprende de él. La mujer de la eutanasia le dice que no use su historia para escribir el reportaje. La novela no tiene inicio nudo desenlace. ¿Qué hay de realidad o de propia cosecha de Millás?¿existieron la loca y la enferma? La novela no engancha por el tema sino por la forma en que se cuesta y cuestiona el lenguaje, con naturalidad. Ese personaje de la loca no podía hablar así en la realidad. No hay ningún loco cuya locura tenga que ver sólo con la gramática. Millás tiene el humor de la gente de la codorniz (de azcona o mihura) Recuerda a Paco umbral barroco cuando no habla de González. En la novela hay un sencillo, fino humor, absurdo pero no ingenuo.  Mezcla lo real y fantástico aunque sabemos que toda novela es falsa, falso es la heroína y metadona que se mete María en el casco viejo de Kito. La familia de Emérita la enferma hace una farsa entre ellos. La familia de Julia es más real que la familia real. El marido nunca la ha querido a Emérita, ella cree que si, es un matrimonio de convivencia y aquí empieza la serie de mentiras y falsedades. En esa época se casaban con la del pueblo de al lado, el amor ya vendrá luego de casarnos.

Emérita recibe por la noche la visita de ángeles y serafines y las barbas del demonio. La vida es hacer turismo, y hay algo que se sabe de antemano en el paquete turístico, el amor. Ella no la he podido corresponder pero el me ha querido, piensa la enferma, luego descubrió que no le amaba. En el dialogo de Platón en el banquete se describe que el amor no es bueno ni bello, es feo y aspira a lo bello. No es un hombre ni un dios sino un héroe daimon que une lo visible con lo invisible. La misma Julia se enamora de dos caraduras; el jefe que le echa de la pescadería donde trabaja y el marido Serafín de emérita. Ella no está enamorada, simplemente es práctica, no se hace masturbaciones mentales. El de la pescadería le ha servido y ahora a por otro. A Julia le gusta poner apéndices, muletillas a las cosas y los juegos de palabras. El diccionario completo es un juego de quitar y poner. Así opera el lenguaje. Emérita dispara en el sueño, en la realidad quiere suicidarse. Esa parte del sueño es muy literario aunque queda un poco como pegote. Es una novela experimental totalmente. Los protagonistas del libro son Julia, Emérita, Millás o el o el propio lenguaje. El autor queda enamorado de Julia. Juega con el lenguaje. No soy una frase ¿es una frase? es una frase, entonces por qué dice que no es una frase. si la frase es copulativa es que estará follando, tiene sentido genitivo. La frase muda es la de un chiste o anécdota que no dijo nada. La esquizofrenia de Julia es solo hacía las palabras, las palabras la miran mal y siente fijación obsesión por el lenguaje.  Como la chica que hace un viaje experimenta con alucinógenos en el recuerdo de Millás, la chica que fuma porros. A Julia le dan brotes sicóticos, brotes en que no distingue la realidad de la fantasía. Millás agradece que haya en el mundo Julías y brotes psicóticos. Fue a hacer el reportaje en su casa de infancia, Julia es la maría que Millas conoció en el 68, así cierra un ciclo vital. El azar es la necesidad de que ocurre, la coincidencia de que haya un protagonista llamado Millas como él. Millas parece que quiso hacer un ensayo y que lo mete como novela. Un ensayo sobre gramática y un reportaje sobre la eutanasia aprovechado para hacer esta novela. Conclusión, ¿es ensayo o novela o reportaje? Se mete el mismo, algo que no es tan atípico, progresivamente muchos escritores se meten asi mismos en las novelas (Paul Auster, Javier marías, Javier cercas) la novela ha llegado a un punto banal, para contar historias esta ya la tv. La novela de no ficción no quiere tanto contar la realidad, como jugar con un punto experimental. Te encuentras con una obsesión de Millás y de Julia la loca, la novela produce extrañeza. Es mas cerrada de lo que parece, es una metamorfosis que habla de la extrañeza sobre lo cotidiano. Destaca la serenidad con lo que ha metido el tema de la eutanasia, nadie nos hemos escandalizado. La novela tiene un poco de autobiografía y todo lo q cuenta le ha pasado en realidad. Se acerca a Emérita, una enferma que no puede moverse pero realmente le interesa julia la loca. El personaje más complejo, y típico de Emérita recibe la muerte gracias a una droga y se va quedando dormida. Ella no quiere no tocar nada, y que no le tomen datos. Es una señora que lleva mucho tiempo enferma pero intenta amar como forma de amor. La vida es así, sabemos a dónde va el tranvía, pero el espectáculo del amor da sentido a la vida. En la novela hay al menos diez  referencias sobre el amor. La novela acaba con la siquiatra de 80 años que muere. Todos fantaseamos con la muerte de nuestra siquiatra. La siquiatra sabe lo ueq está pensando, si muere se llevara todos los secretos a la tumba, por eso el sicoanálisis no funciona, dura todo lo que te ha contado. Cambias de siquiatra y de nuevo a contar tu vida desde el principio.

Aunque Millas toma a un personaje ficticio como a él mismo, desecha la ficción y toma partido por la realidad. Hay otro Millas que han venido a dar esta conferencia, como el doble de Fidel Castro. Coelho tiene muchos otros. Millas no es el narrador, es una creación de Millas en 3 persona. Mas esquizofrénico todavía. ¿Qué le pasa a la julia, se va con Serafín el marido de la enferma al final?  Millas es honesto con el mismo y con la historia que cuenta. el que comenta un libro no es el mismo que el que lo escribe. Describe las pajas mentales de los esquizofrénicos pero con un discurso lúcido sobre el lenguaje. Julia, Emérita y María le dicen algo sobre si mismo. El narrador no es todopoderoso ni Dios. Se sabe lo que Millás- personaje sabe. Cada personaje tiene una novela. Una versión es que Emérita se suicida porque su marido Serafín esta con julia. La realidad es compleja, muestran la apariencia pero luego hay muchas interpretaciones. En los diálogos con la siquiatra, vemos sus pensamientos, siente más que una locura con las palabras. Es un final cerrado. Los protagonistas no son personas sin las palabras vuelta al lenguaje ya que Millás es profesor de un taller de escritura creativa. Es en el fondo una novela antigramatical, las palabras del diccionario narraban sucesos como en el artículo muerte se contaba aquella anécdota. ¿Cómo escucha un sordo la ser? La novela está llena de paradojas, con el lenguaje y la vida. En otra novela de Millás, el mundo, hace autobiografía de forma más clara y se desnuda varias veces. Las novelas de Millás nacen pensando cosas que son absurdas, pero no lo rechaza esas ideas, tira del hilo, y lo convierte en un proceso creativo. Como el automatismo síquico de los surrealistas. El sicoanálisis le preocupa a este Woody Allen del parque del retiro que es Millás y su manhattan que es el barrio de Salamanca. Millás entra en el inconsciente. Es una obsesión la que tiene Millás Julia por el lenguaje, más que locura. Desde niña veía en chino, fantaseando con sus historias, ella imagina un teatro, se cuenta a sí misma la realidad de forma diferente a como está estipulada. Por eso Julía está loca, no es como las demás. Toda novela surge porque hay algo que no es como nos han contado que es el título de un conjunto de ensayos de Millás sobre política. Millás ha escrito la soledad era esto (interpretado por Charo Lopéz), el jardín vacío, dos mujeres en Praga, el desorden de tu nombre y Laura y Julio. Millás considera que su escritura va a mejor, pues en la madurez vivimos la vida como turistas de paso, superficialmente, gregariamente, como los turistas organizados en un bus. Entraña muchas dificultades escribir un libro, todo el tiempo que lleva y el trabajo para contar solo con la gratificación de que guste a algún lector. Escribir una novela con comienzo y fin es más fácil de hacer que un libro como este. Su objetivo es plasmar la realidad desde la literatura. A Javier Reverte le preguntaron como escribía los libros, y dijo con el culo, no con la cabeza, con el culo sentado muchas veces. Esta novela ha tenido mucho trabajo de investigación y documentación y un gran trabajo artesanal. Tiene un planteamiento de origen, pero empieza a escribir y sigue, no tiene perfilado nada de la novela, no sabe cómo va a terminar. El reportaje es una invención en la novela. Julia, nos embelesa, nos aleja de la realidad de las novelas con parte ficción y realidad, mezcla la novela con el reportaje. Se le puede considerar lo que escribe Millás de nuevo periodismo. Julia tiene el mismo discurso sobre la palabra q Millas, es una proyección de él mismo, la usa para expresar sus ideas. Las palabras no sirven para nada. El disparo de Emérita y toda la parte del sueño no parecen reales. Ficción dentro de la ficción. Julia nos atrapa, emérita nos encariña, nos interesa el sicoanálisis. El final nos deja con la intriga, la realidad está fragmentada, nos quedamos sin saber q pasa con julia y los demás. les perdemos la vista, solo sabemos que muere la siquiatra. No sabemos qué ocurre después con la carnicería, ni con el novio filólogo

Quizá  existió esa chica, Julia que sería estudiante de literatura. Él volcó su pensamiento en esa chica, la tomó como modelo y la identifica con la locura. Julia es el mismo, su falta de palabras, su necesidad de una siquiatra. Esta como enamorado de ella, se ve en la novela. Julia es su propio alter ego, su propia personalidad, el forma parte de una novela policiaca, alguien que busca al escritor, así mismo. María, la chica drogata de mayo del 68 y Julia tienen algo q ver con el mismo. Un esquizofrénico puede saber de gramática, de mates, de mil cosas, es el discurso de Millas. Esta novela es como meter en algodón alubias para que germinen. O un gusano larva que se convierte en mariposa. Una esquizofrénica es repetitiva reiterativa. La locura no estructura palabras ni conceptos, va al grano, a lo sencillo. Esta supuesta estudiante de letras se encuentra con el escritor y quiere conocerle, ser escritora. Su locura es conjugar adverbios y verbos, ese es su brote sicótico. Millas es un poco esquizofrénico también.

El club de lectura sigue. En el verano leeremos la costurera china según Kafka, noticias felices en aviones de papel juan Marsé, el mar de Jon Banville, premio Asturias, lo que echa la lluvia de Francisco Solano, técnica de iluminación Eloy tizon Madrid, el capricho de Nena Jean Echenoz francés, la habitación de nona Cristina Fernández Cubas eeu argentina, gracias por la compañía de Lorrie Moore, 7 casas vacías de Samanta Seunlen, grandes placeres de Ginseppe Seraffia y mujeres y libros de Stephan Bollman, la función de lectura y escritura hablando del feminismo y la liberación mujer; el abanico de seda.



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