lunes, 30 de mayo de 2016

ETICA PARA AMADOR SAVATER

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RESUMEN
Para Savater la ética la llevamos en nuestra naturaleza social. Todos somos seres morales. Los autoproclamados “amorales” tienen una moral. Los “inmorales” son “contra-morales”: llevan la contraria a la moral establecida, la trasgreden pero según su personal moral. Y luego están los indiferentes que no son conscientes – ni quieren serlo- de su ética. Y luego están los patéticos desmoralizados que son aquellos que han traicionado su propia ética.    La principal obligación moral, según el filosofo, es “NO SER IMBECILES”. Imbéciles del latín báculus. Nuestra principal obligación es tener el menor número de muletas posibles en la vida, ser moralmente fuertes, y por eso Savater prefiere la ética autónoma y personal que la moral heterónoma- dependiente en la que uno obedece la autoridad del otro sin cuestionársela. (sólo obedecíamos ordenes, decían los nazis)  Desde Kant la ética autónoma se ha secularizado y separado de la religión y morales heterónomas (estatales) corriendo el peligro de caer en el irenismo e indiferentismo de la tole tole rancia torera, el todo vale y el relativismo. Aunque tarde o temprano muramos, debemos vivir con una ética, así la vida tiene el sentido que nosotros la damos.
Moral viene etimológicamente de costumbres y estas venían dictaminadas e impuestas en formas de ordenes, de imperativos, de deberes o no deberes, sin embargo la base de cualquier moral es la comprensión de la misma y su crítica constructiva. (En cualquier moral debemos criticar todos los elementos que no sean éticos, según nuestra ética racional, pues “todo no vale”.) Savater no quiere que se acate la moral vigente como un “pobre esclavo” sin planteársela, guiado uno sólo por patrones conductistas de premio o castigo, zanahoria o palos.
La ética autónoma e individual no depende de una heteronomía o dependencia externa (divina o terrenal) que nos “otorgue premios o castigos”, sino de nuestra particular conciencia individual. Savater concibe la ética como el arte para ser felices y por eso habla de tener “buen gusto” o “mal gusto” en esto de la ética. En conclusión: concibe la ética de forma estética. (lo bueno es lo bello)
Además de filosofo y ético es artista (escritor) y antes de eso; padre, por ello dedica el ensayo sobre la ética de la felicidad a su hijo Amador.
Estos son algunos de los consejos que le da:
1- No caer en el relativismo moral, todo no da igual
2- Ser consecuentes, esto es; que se corresponda nuestra ética y nuestra voluntad (El querer – la voluntad- es poder y el poder ha de atenerse al deber; los políticos deben actuar de forma ética)
3- No buscar coartadas o refugios para dejar de ser éticos
4- Ser responsables, cumplir con esa condena de ser libres y voluntariosos. (estamos condenados a ser libres, dijo Sartre)
El remordimiento es la conciencia o cómo decía Nietzsche; la voz de la portera. La sociedad espera de nosotros una ética civil, una deontología externa que muchas veces no se corresponde con nuestra ética personal. Ser responsable es tomar conciencia de las consecuencias de nuestros actos y decisiones vitales en nosotros y los demás.
Igual que en el mundo animal, sólo hay dos medios de defensa - ataque moral:
o Se lucha y se enfrenta uno con o contra la moral vigente.
o Se evade uno de la moral y actúa al margen de ella. Esta solución escapista y cobarde es la del “yo no he sido”
Conclusión:  
Si me acostumbro a obrar bien es difícil obrar mal (y al revés)
En resumen: debemos coger el “vicio” de vivir bien y así seremos virtuosos.
COMENTARIO
Savater reivindica en primer lugar que la moral es un deseo, fruto de la voluntad de ser morales. Querer ser ético y no patético, el querer y la voluntad antecede a cualquier aceptación moral. Hay que estar convencido de ser moral antes de serlo.
Crítica de esta forma el indiferentismo actual, propio de los postmodernos, que se salda en una suerte de relativismo moral. Se piensa que debemos respetar todas las opiniones, sean cuales sean, pero Savater no comparte ese “pasotismo” hacía cualquier opinión se conoce con el nombre de irenismo. Savater dice “las personas son respetables, pero las ideas no; todas las opiniones son rebatibles” En este debate, en esta dialéctica y en esta discusión democrática y participativa buscamos la Ética Universal, Razón comunitaria.
El problema de la autonomía moral de Kant es que hay tantas “razones” como personas. Kant creía en una Razón Universal, en una conciliación entre todas nuestras éticas. (por ejemplo una reconciliación entre las morales europeas y las islámicas)
     Es cierto que no hay una Verdad ética última, una Verdad con mayúsculas, pero como cantó Machado:
- ¿Tu verdad? No, la Verdad.
Vamos juntos a buscarla.
La tuya guárdatela- También comparto el enfoque estético que le da a la ética, pues en vez de reglas me gusta hablar de canon ético- estético y en  vez de ciudadano cívico uno prefiere ser tildado de “caballero” o de “gentleman”. Todo arte tiene sus reglas de juego, y eso es la ética, unas reglas de juego básicas para la convivencia ya que el ciudadano es un ser individual pero también social. Lo más positivo de llamar a la ética un arte para la felicidad es que en el arte no sólo prima lo intelectual (el intelectualismo moral de Sócrates hace corresponder al sabio con el bueno, y a veces no es así) sino también lo emocional. De ahí que la mejor ética personal sea la que acuerda las máximas del corazón con las de la cabeza. Buenos sentimientos racionalmente controlados.
Vivir bien, de la forma correcta, es un vicio, como todo arte que se precie de tal.


INTRODUCION
o A Savater le parece que la ética no ha nacido para sustituir catecismos.
o Esta enfocado más a los alumnos que a los maestros, ya que no intenta crear ciudadanos “mal o bien pensantes” sino “libre-pensadores”.
o Advierte que este libro es subjetivo como la relación padre- hijo (Como Aristóteles a Nicomaco, él le dedica el libro a su hijo Amador)
o Savater recomienda a su hijo desconfiar del “padre- amigo”, que quiere ser más joven de lo que es y consiente todo a su hijo.
El tema de este libro es la ética, ósea la libertad (en el sentido etimológico ethos) Es más libre leer este discurso que escuchárselo a un padre al que debes respeto (las personas son respetables, las ideas de sus libros rebatibles). Amador, el hijo de Savater, le preguntó un día que estaba “maquinando” en su Olivetti portátil cuando este escribía uno de sus libros de Ética y otro día soñó con su padre exhortándole a que tuviera confianza en sí mismo.
Y de eso trata la ética; amarse a uno mismo para querer a los demás.  Al final le confiesa que quiere “comerle la cabeza” igual que algunos pueblos antropófagos – caníbales- que sorbiendo los sesos del otro creen aprehender su sabiduría.
CAPITULO I            DE QUE VA LA ÉTICA
Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir. Por ejemplo: rodearse de enemigos o seguir una mala dieta puede costarte la vida. Por tanto la ética sería buscar lo que nos conviene, ósea; distinguir entre lo bueno y lo malo, términos abstractos que se remiten a lo concretamente placentero o doloroso.
La droga es buena por el estado alterado de conciencia que provoca y estimula pero malas por sus efectos y secuelas nocivas para la salud. Así que nada es bueno o malo por sí mismo sino que todo tiene su parte buena y mala. Mentir es malo pero las “mentiras piadosas” (para no dañar con la sinceridad a un moribundo) son buenas. Bueno y malo son las abstracciones para lo que es concreto, el placer o el dolor.
No estamos de acuerdo en como vivir. Las autoridades sanitarias dicen que dejar el alcohol alarga la vida y los borrachos alegan que una vida sin alcohol se haría muy larga. Luego Savater pasa a hablarnos de cómo las termitas- obreros se aúnan entre sí para edificar su hormiguero social y atacar a sus enemigos, y mueren en la guerra.
Esto nos parece lo más natural del mundo y sin embargo Homero ensalza el valor aguerrido de honores como Aquiles o Héctor que defienden a su familia en la guerra. ¿Cual es la diferencia entre esos dos ejemplos? ¿entre animales “valientes” y hombres “heroicos”? Los animales están determinados- programados por su naturaleza, no son libres, obran así porque tienen que hacerlo así. El hombre en su parte animal- natural también esta programado (destinado a la muerte, predeterminado a nacer en un contexto social) y esta condicionado en su parte social- cultural- civilizada; por ejemplo se le impone un lenguaje, unos modos de pensar.... no sólo es un animal biológico sino una realidad cultural (y la cultura se basa en el lenguaje y en su significación que le demos en nuestro lacaniano inconsciente colectivo)  Héctor estaba condicionado a luchar por su ambiente familiar y social (era su deber con la polis) pero podía haber traicionado a su sociedad o haberse evadido de ella, tenía otra mil suertes de elecciones pero él ha optado por luchar.
La libertad. 
No somos libres de elegir lo que nos pasa pero sí de responder a lo que nos sucede. Libertad no es omnipotencia. Somos súper- hombres, no dioses. Libertad es la elección de tu voluntad (un acto volitivo) pero a veces te equivocas. Hay un margen de error.  Y hay cosas que escapan a tu voluntad y están dentro de la Necesidad o Causalidad fenomenológica Natural (el devenir), pero contra las que la libertad humana intenta siempre batirse. (la voluntad del hombre topa con la voluntad de poder de su Naturaleza) La mayoría de personas piensan que no son libres. “¿De que libertad me hablas? Nos controlan desde la televisión. Nos comen la cabeza desde el colegio, estamos programados desde siempre, determinados totalmente” Parece una queja pero en realidad esa persona teme su libertad y ha optado, elegido, ser esclavo pues así se siente y no hace nada por liberarse. Al menos ahora alguien piensa por ella; los políticos, los religiosos... Si alguien niega la libertad humana responde lo que el filosofo romano que empezó a pegarle con un palo. - ¿No dices que el ser humano no es libre?, pues yo no puedo parar, soy automático”
 La ética es el Arte de Saber Vivir en democrática libertad, esto es; la condena fatal a elegir y decidir por nosotros mismos, según nuestra madurez y nuestra ética personal o autónoma (que no autómata)
Y siempre que eliges puedes errar y por eso la libertad lleva emparejado lo del humano errar y de ahí brota el arrepentimiento, los remordimientos y la culpa en nuestra conciencia.  La paradoja de la libertad es que nadie es libre de ser o no ser libres, estamos también determinados y destinados a ser libres, a decidir incluso si queremos esa libertad.
CAP. II     ÉTICA DEL NIÑO: ORDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS
En la vida hay un fuerte determinismo, un pathos, lo que te pasa, lo que te sucede quieras u no. Y entonces tu voluntad y libertad choca con la Necesidad y causalidad y voluntad de poder, topa con la naturaleza. Por ejemplo; un barquero que se ahoga en la mar debe elegir entre ahogarse pero salvar lo que transporta u abandonar la mercancía para salvarse él. Y esta decisión es libre (brota de la voluntad del Yo) pero muy condicionada por las circunstancias: por la tormenta. Por eso se dice que estamos condenados muchas veces a ser libres, aunque en tantas ocasiones prefiriéramos no tener que elegir. Es una fatalidad cambiable, transformable. Este ejemplo de Aristóteles se lo contó su maestro. “¿Qué haría si le pilla una tormenta y le estropea el motor? Sacar el otro motor. ¿Y si otra tormenta se lo falla? Sacar otro más. ¿Y sí otra...? A lo que el maestro le respondió ¿de donde saca tantos motores? Del mismo sitio que usted tantas tormentas.” Con ese chiste quiere decir que la vida no es tan tormentosa y nuestra rutina monótona la hacemos casi de forma instintiva, normalmente no nos paramos a decidir si mover el  pie derecho u el izquierdo para andar. Savater distingue en la motivación de la conducta ética de un niño inmaduro entre órdenes (su padre es la autoridad), costumbres (moral viene de costumbres) y caprichos.
o Las obligaciones se hacen por la recompensa, el premio o el miedo al castigo (teoría conductista) pero también por amor filial al padre.
o Las costumbres se hacen por comodidad. Somos hombres de costumbres.  
o El capricho o deseo no debe confundirse con lo que quieres y necesitas. Un vendedor pregunta ¿Qué deseas? No ¿Qué necesitas?
En esta sociedad desiderativa (al tener las necesidades básicas y primarias cubiertas) se nos insta a tener necesidades ficticias (hay que tener un coche, una tele, un móvil)
 o a confundir el objeto de deseo con el sujeto del amor, se confunde lo que quieres y de lo que te encaprichas.  Piensas que eres libre por hacer tu capricho pero quizá ese se lo copies a otro o brota de una orden al revés (llevar la contraria)
Si ahora te dijeran que para salvar la mercancía de ese barco tienes que tirar a las tres personas más inútiles por la borda... algo en este acto te repugnaría.
• ¿por qué te han obligado y determinado a respetar la vida?
• ¿por la costumbre social – moris- de respetar la vida?
• ¿por qué tienes el capricho arbitrario de respetar la vida?
No, porque si en algo coinciden las éticas de todas las culturas es en el respeto a la vida humana. Y la persona que no la respeta, sea Bush, sea Sadam, no es respetable.
Virtud y vicio están en nuestro poder, tanto el hacer como el no hacer, el sí y el no. La voluntad y la noluntad. Aristóteles en ética para Nicómaco.
En el arte del buen vivir el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte. Fromm
CAP III. HAZ LO QUE QUIERAS
Aunque la ética se basa en costumbres, obligaciones o imperativos y caprichos arbitrarios, hay ordenes, rutinas y caprichos que no son éticos; la orden de matar a los judíos, la costumbre de pegar, el capricho de dejar tirado en la cuneta al propio hijo.
La libertad es elección, decidir sí o no. Y lo primero es percatarse de las ordenes, obligaciones y caprichos que actúan en nosotros.
Estos condicionamientos actúan en nosotros, porque nosotros aún no somos maduros para ser activos, para inventarnos, columbrar, imaginarnos y crear nuestra propia ética. No podemos inventarnos del todo por ser seres sociales,  condicionados por la polis.
La ética, desde Aristóteles o aún desde Sócrates, busca lo qué es bueno, conveniente al hombre. Ser bueno en esta sociedad tan mercantilista se confunde con ser tonto. (¡es tan bueno que es tonto!, ¡pues sí que estas bueno tú!)
Savater critica el utilitarismo y el funcionalismo actual donde “hay que estar bueno” o “ser bueno jugando a fútbol o produciendo tornillos”: el hombre no debería ser útil para nada, no debería servir para nada, porque no debe usarse o utilizarse el hombre para X fines, el hombre siempre es un fin para el hombre. Y recomienda a su hijo ver la película de Ciudadano Kane; el magnate del periodismo más multimillonario del mundo que veía a las personas como medios y acuerdos comerciales y que muere en la más triste de las soledades.  También crítica a Kant pues Savater no cree en que sólo importe la intención ética. Con la peor de las voluntades de chiripa puede salirte un acto ético bueno y con la mejor de las intenciones se pueden cometer desastres.
Para Savater ética es el arte de ser feliz, de vivir bien y por eso esta de acuerdo con lo que Ravelaís escribe en el mundo de Pantagruel “HAZ LO QUE QUIERAS” (frase que por cierto pertenece a un filosofo griego, a uno de los cínicos, creo que a Diógenes)
Para Fromm lo bueno o malo es sólo en relación al bien- estar del hombre ya que la filosofía freudiana se basó mucho en la epicúrea, que en el fondo es la más natural de todas las éticas; Bueno es lo placentero y vital para ti o los demás y malo lo más pernicioso y thanatico o mortuorio o nihilista para ti o los demás.
CAPITULO IV       DATE A LA BUENA VIDA
Con HAZ LO QUE QUIERAS se refiere Sávater a sé libre, a búscate e inventa tu propia ética sin estar subyugado como un esclavo constantemente a lo que te obliguen, a las costumbres o a tu naturaleza caprichosa e inmadura de un animal que aún no se ha hecho hombre. No nacemos hombres, nos hacemos.  Pero al instarte él a “pensar por ti mismo”, a “atreverse a saber” (el sapere audem de Kant) ya te esta dando otro tipo de orden. No somos libres de no ser libres, no queda otra que ser libres. Igual que no somos libres de pensar o no pensar sino que pensamos querámoslo o no, sea consciente o inconscientemente. Si tu eliges ser esclavo ya es una decisión de tu libertad.
Es distinto el querer del apetecer tanto como el deseo de la necesidad. Haz lo que quieras no es “haz lo que te venga en gana”. Esaú por ejemplo cambió su derecho de primogenitura, algo a posteriori y a largo plazo, por un plato de lentejas a corto plazo, (el utilitarista “mas vale pájaro en mano...”) En ese momento, instintiva o impulsivamente, se le antojaba el capricho de las lentejas pero en el fondo no es eso lo que quería. Esaú actúa así por miedo a la muerte, porque como va a morirse de todas formas le da igual que hacer en la vida... prefiere comerse ahora las lentejas, vivir ese instante efímero, que no elaborar proyectos a largo plazo. Haz lo que quieras. ¿Y que es lo que quieres? Quieres darte a la buena vida porque no tienes miedo a la muerte como Esaú.  (Un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte. La ética no es una meditación de la muerte sino de la vida.) Todos los humanos queremos ser sujetos libres, ser tratados como personas. Por eso las mujeres protestan si se las trata como “objetos- floreros” o si uno comete una bastedad o salvajidad lo llaman “animal”

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CAPITULO V         DESPIERTA, BABY
Tanto Esaú como Kane querían darse a la buena vida, sólo que ellos lo entendieron de otra forma. El dinero no da la felicidad y poseer muchas cosas no es la solución porque las cosas te acaban poseyendo a ti. El budismo o los religiosos y místicos enseñan a desapegarse de las cosas materiales.  Al tener cosas en cierta forma dejamos que ellas nos tengan a nosotros. (los ricos, que son pobres de espíritu, tienen la riqueza como nosotros decimos que tenemos dolor de muelas... cuando son sus posesiones las que los tienen a ellos atrapados. Séneca, cartas a Lucio.)
El ciudadano Kane no erró por acumular cosas sino por tratar a las personas como cosas, como medios y no como fines en sí mismas. (ejemplos; la prostitución, las relaciones económicas, mercantilización de personas, trata de esclavos, gorrones, trepas, arribistas...)
CAPITULO VI   APARECE PEPITO GRILLO (sobre la conciencia)
La única obligación de esta vida es no ser imbecil, etimológicamente del latín baculus “bastón”. Imbecil es quien necesita apoyarse en bastones del exterior porque no puede ser libre interiormente. Es un hombre con muletas, movido entre creencias (diría Gasset), movido por los vientos de la vida, según soplen, como una veleta. Savater divide varias clases de imbeciles.
A) El dormido, aletargado, el indiferente al que no le importa nada, el pasota y nihilista negativo. Cree que no quiere nada, no cree en nada ni quiere creer.
B) El soñador, el que anhela el infinito, cree que lo quiere todo, sopas y sorber, ajos y un beso sublime...yo.
C) La masa hipnotizada que no sabe lo que quiere e imita a la gente y va donde Vicente y se deja llevar en el rebaño social.
D) El cobarde. El que quiere pero con poca fuerza de voluntad, con algo de miedo y dejando lo que quiere para mañana
E) El equivocado. Quiere vehementemente, con mucha fuerza, pero se ha engañado a sí mismo sobre lo que quiere.
Como la ética es una estética, como la ética es el arte del buen vivir, la conciencia tiene que ver con ese gusto o canon artístico. Uno tiene buen o mal gusto ético, buen o mal oído. Hay personas que nacen sin ese sentido artístico, al igual que hay personas que no se las ha educado en su casa en una conciencia moral. A esa persona que prefiere un cromo a un cuadro de Velázquez o a ese salvaje al que no le han desarrollado el Pepito Grillo interno Savater le compadece.
Savater distingue entre dos clases de misántropos o egoístas
A) el egoísta imbecil como el ciudadano Kane, Ricardo III, Calígula... (querían lo mejor para sí mismo pero estaba equivocado en lo que quería. Estaría clasificado dentro de los imbeciles del tipo E) ¿se puede llamar egoísta a alguien que se hace tanta pupa a sí mismo o es más correcto llamarlo pobre hombre?
B) el misántropo, el que se ama a sí mismo y quiere lo mejor para su vida y para los que le rodean. La filantropía y solidaridad empieza por la misantropía. Amar a los demás empieza por amarse a uno mismo.
1) ¿De donde vienen los remordimientos, el sentimiento de culpabilidad?
o En una ética heterónoma como la del respeto a la ley civil, brotan del miedo al castigo exterior. (miedo a ir a chirona) como en el conductismo, brotan del estímulo negativo, del miedo al castigo.
o En una ética autónoma y personal surgen de nuestra conciencia personal que aún sigue atormentándonos en el inconsciente. El remordimiento surge de la libertad porque al elegir a veces nos equivocamos y esto nos hace sentir culpables.
2) La piedra de Aristóteles.
Soy libre de tirar o no tirar una piedra pero si la tiro ya no soy libre de recuperarla. (a menos que sea un boomerang añadiría yo por fastidiarle la metáfora a Aristóteles)
Es decir; somos libres de decidir y elegir pero una vez elegido ya no podemos dar marcha atrás, lo hecho nos marca, pasa factura y hemos de ser consecuentes con el acto, lo hecho hecho esta, a lo hecho pecho, ficha movida ficha jugada que dicen en el ajedrez. No es ético tirar la piedra y esconder la mano. Esa es la responsabilidad a la que nos ata esta condena sartriana llamada Libertad. Debemos vivir la vida con virtud, ósea con vir- valor, fuerza, con acérrimo esfuerzo y tesón, con todo lo que los poetas clásicos siempre han apreciado en los héroes y daimones, en los hombres especiales y admirados debido a su valentía y altura moral. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti (decía Cristo) porque lo que hagas a otros te lo haces también a ti mismo, repercute en ti. (añade Fromm) “ama al prójimo como quisieras ser tu amado” “El daño que hagas se volverá contra ti” es una antigua profecía gitana para echar mal de ojo. O ese refrán popular “Manos que no dais... ¿qué esperáis?” o “todo el daño que hagas repercute en el dios de la naturaleza” “lo que haces a mí se lo haces a dios y por tanto a toda la humanidad” Teóricamente si uno tira la piedra le tiraran otra (devolverán ojo por ojo el daño, diente por diente) pero sí uno pone la cristiana segunda mejilla la otra persona al menos verá que todo su odio y su miedo en ti no se proyecta porque tú sólo sientes amor, un amor universal, un Ágape. Ese es el amor al prójimo que llevó a Jesús a compadecerse hasta de sus asesinos (Perdónalos porque no saben lo que hacen. Es decir; Jesús, al igual que él también asesinado Sócrates, era un intelectualista moral)
El mismo Gandhi devolvió todo el Odio de la corona inglesa con Amor, abolió la palabra enemigo del diccionario y no sintió miedo ni odio siquiera segundos antes de ser asesinado. Y sin embargo estoy convencido de que a este delgaducho abogado angloindio lo temían los ingleses. El miedo o el odio nos pudren por dentro, es nocivo para la salud física y mental, nos carcome el interior, mientras que el amor llama a más amor, el Eros es siempre una fuerza creativa, vital, positiva y constructiva. 
CAPITULO VII       PONTE EN SU LUGAR (sobre la empatía)
El hombre en soledad y separatividad, el Robinson, el salvaje, el Emilio, el Thoreau, sólo ha de preocuparse de su supervivencia. El hombre en sociedad, el Robinsón cuando halla a Viernes, el ciudadano de su Polis ya necesita una ética (por eso ética y política deberían estar interrelacionadas como en la Atenas clásica)  La ética es el arte del buen vivir, pero del buen vivir en la medida de lo humano, vivir humanamente y el hombre viene del gregario e imitador mono y es por definición un ser social. Lo que hace “humana” la vida es la interrelación entre seres humanos, la con- vivencia ( y es que todo vivir en esencia es con- vivir). No hay éticas para alguien que viva completamente sólo, en este caso sólo existe el instinto de supervivencia y su ingenio para batirse contra la ley de la selva.  Y al vivir entre hombres podemos estar CON o CONTRA los mismos, pero ya estamos entre hombres, por eso lo fundamental, como decía Séneca, es rodearse de otras personas que nos hagan más “humanos”. Ser sociables. Y el que no lo es; muerte.

El choque entre la cultura civilizada e ilustrada pero represiva de Robinson y la salvaje pero natural de Viernes es el paradigma del encuentro inter, multi, trans- cultural, de cómo a través del lenguaje (aunque hablen lenguas distintas cual torre de Babel) se puede llegar al dialogo y al consenso. (Esto esta muy en boga ahora que se produce el cruce entre las culturas Sur y Norte en la Globalización) Savater dice que relacionarnos con otras personas y ponernos en su lugar (a esto se le llama empatía- simpatía) nos hace más humanos. Quien roba, mata o comete actos nada éticos en el fondo es un ignorante (Savater rescata el intelectualismo moral de Aristóteles, Sócrates etc) Y aunque en la ignorancia se viva cómodo es también una forma de infelicidad inconsciente o al menos queremos creerlo así. Relacionarnos con los demás enriquece nuestra visión del mundo, nos hace más civilizados y cultos pero sobretodo más “humanos”. Y te dirán ¿Y para que sirve ser “más humanos”? Y responderás “para nada. Porque el ser libre o el ser ético no sirve, eso es cosa de servidores y esclavos” (en el sentido más Nietzsiano del término)
 ¿En que consiste tratar a las personas como fines, como personas, como humanos?
En intentar ponerse en su lugar, compadecerse es una forma de padecer con la otra persona. Reconocer a otro Tu Hermano (como ese verso de Badulaire), tu igual, tu “camarada”, tu semejante, significa meterse dentro de él, tal y como hacen los escritores al describir una mente humana.  No esta diciendo a su hijo que no tenga interés sino que se de cuenta de que esos intereses intervienen en los demás porque interés etimológicamente viene de Inter. esse (entre varios), así que todo lo que haces por un motivo afecta a las otras personas. Ponerse en el lugar del otro es objetivizarte, abandonar un poco tu subjetividad y sentir como él sentiría.  Ninguna virtud es tan propia del hombre como esta; ser salvación y consuelo, suavizar lo más posible las penas de los otros, compadecerlos, devolverles la alegría de vivir (La utopía de Tomas Moro)
CAPITULO VIII           TANTO GUSTO  (Sobre el placer)
Cuando detienen a dos enamorados que se dan el palo (hacen el amor) en la vía pública se llama acto inmoral o escándalo público e igual sucede cuando califican a una película subida de tono de “inmoral”. Casi todo eso que la gente llama “inmoral” tiene que ver con el sexo porque por educación y cultura buena parte de esta sociedad vive aún muy reprimida esa parte natural que es el sexo. (y cuya sublimación en el arte amatorio o en técnicas sexuales más placenteras nos distingue de los animales. Los animales no hacen el amor sino que copulan. No sienten placer, sólo se aparean con el fin de la reproducción) Para Savater cuanto más se separa el sexo de la mera reproducción y propagación de la especie más “humano” resulta. Nada es malo porque te de gusto hacerlo, dice Savater (al que a estas alturas ya calificaríamos de epicúreo) identifica el bien con el placer, y mejor si esos  placeres son duraderos como la literatura amorosa o el matrimonio por amor que sí son efímeros como el sexo por el sexo.
 “Hay que retener los placeres con las uñas y dientes porque la vida nos lo va quitando entre las manos uno después de otros” escribió un Michael de Montaigne quizá arrepentido no de lo que había hecho en la vida, sino de todos los placeres de los que se había privado en su juventud (divino tesoro que el tiempo acaba por corromper) De ahí la exhortación a disfrutar el carpe diem del profe- Poeta del club de los poetas muertos. Vive el momento tanto lo bueno como lo malo, goza el placer tanto como padece el dolor que la vida es tragicómica.(esto nos lo dice también Nietzsche) Como aquella máxima griega: collige, virgo, rosae. Coge doncella las flores de la vida antes de que se marchiten, antes de que la única flor que veas sea la orquídea violeta de tu corona funeraria. 
Lo placentero no esta en la realidad sino en tu forma de verla, en tu prisma, en tu forma de mirarla. Uno puede vivir rodeado de riquezas y mujeres y no saber saborearlo o nacer entre escombros pero sentirse feliz porque un nuevo rayo de sol anuncia un nuevo día. Hay que distinguir entre el “uso” y el “abuso” de los placeres. Uno que se atraque todos los días de caviar ya no saboreará ese caviar como el que lo prueba por primera vez. Para un/a sexo- adicta/o o una prostituta/o el sexo ha perdido ya toda su significación.
Lo bueno, el placer, siempre ha de darse en pequeñas dosis, como el buen perfume. Y esta forma de sublimar- y no de reprimir- los placeres es lo que históricamente se ha llamado Templanza. (Aristóteles decía que en el punto medio esta el acierto, ni por defecto ni por exceso, en su justa medida.) Una droga también es un placer que puede hacer que dejes a otro lado todos los demás placeres vitales y esa placentera droga te hará infeliz, se convertirá en un dolor, y siempre pedirá más y más. Todo adicto ha perdido ya lo que de placentero veía originalmente en su adición. (ludópata, tecno- adictos, yonquís...) el placer no puede dominarte a ti, sino tú a él.
El placer en esta cultura siempre se ha asociado al dolor, al padecimiento, al pathos..de ahí el dicho “me muero de placer” o la forma en que los fisnos franceses llaman al orgasmo “la pettit morte”, la muertecita para renacer. ¿cuál es el mayor placer o bien que la vida nos da? (para Savater) la alegría. La afirmación enorme, un Sí a esta vida (es mejor sufrir esta vida que la muerte por placentera que se nos presente)
En eso Savater se nota muy influenciado por Nietzsche (es uno de sus traductores al castellano y parte de su vida la ha dedicado a estudiar a este pensador) Un si vital que nos reafirme en lo que somos. Una risa alborozada del niño feliz y casi inconsciente e inocente, cuya única arma es preciosamente esa; la risa, la ironía, el sarcasmo, el sentido del humor (la forma suprema de inteligencia.
Por algo Savater en todas las entrevistas responde entre carcajadas que parecen salidas de una de estas actuales terapias de la risa) Si te dicen que es egoísta pasarlo bien y sentir placer cuando otros sufren responderás que es bueno compadecerse del otro pero es malo (nocivo hasta para el cuerpo) sentir culpabilidad y remordimiento por no hundirte tú en su valle de lágrimas. Sólo los nihilistas negativos y amargados pueden decir que siempre se goza CONTRA alguien. (La única libertad que merece tal nombre es la de procurarnos nosotros la felicidad en tanto no entorpezcamos la libertad y felicidad de los otros. Mill, sobre la libertad.) Donde empieza tu libertad acaba la mía. Vive y deja vivir y serás feliz. En esto no estoy muy de acuerdo porque la felicidad personal sí que puede sedarte del dolor de los demás.
CAPITULO IX   ELECCIONES GENERALES   (sobre Política)
La única función de la ética es personal e individual, intentar mejorarse a sí mismo, ser mejor persona, más humana, en relación a la colectividad o sociedad.
Una sociedad igualitaria- democrática ataca a los inferiores (aplasta a los gusanos del sistema, a los parías) y critica a los hombres públicos, a los famosos o a los reconocidos (a los que rebasan la media y están por encima del denominador común)
Todos somos teóricamente políticos en cuanto ciudadanos. La ética, que es el vivir bien con el mayor trato humano a los demás, se enlaza con la política, que es la forma de organizar a una sociedad para que viva bien. La ética es individual y la política colectiva. La ética es abstracta y la política eminentemente practica y pragmática.
Ningún mundo es tan malo en el cual la persona no pueda ser bueno ni ningún régimen político es tan bueno, tan utópico, en que no quepa gente mala.
Somos responsables de que en la sociedad democrática se respete la libertad de cada persona y podemos obrar por acto u omisión (evadiéndonos y pasando de esta responsabilidad por miedo a la libertad) 
Los derechos humanos son aún para nuestra vergüenza más una lista de buenos propósitos que una realidad. Savater aborrece los racismos, machismos, nacionalismos y en general todos los fanatismos intolerantes y totalitarios, sean del orden que sean (religiosos, políticos o económicos) Por último promete a su hijo dedicarle otro libro en el que abordará su visión de la política. (soy necesariamente hombre y no soy francés más que por casualidad alega Montesquieu contra la visión chauvinista de su país “es mejor algo para la humanidad que algo sólo para la nación”)
CAPITULO X  EPILOGO  TENDRAS QUE PENSARLO
 Esto no es un verdadero libro de ética porque sí “existiese un verdadero libro de ética, con toda la verdad, este aniquilaría todos los libros de ética anteriores que quedarían desfasados” (Wittgenstein), así que sólo es su opinión- doxa- muy subjetiva, tanto como lo es la relación con su hijo. Savater confiesa que no hay una sola idea original en sus libros sino que todas se basan en autores de libros de ética que invita a su hijo y a nosotros a leer, él sólo es el padre de las tonterías (tonterías como la de decirle que no se de por aludido) El sentido de la vida, para Savater, es procurar no fallar y si se falla intentar no desfallecer.  Toda ética proviene de la vida y sí merece la pena vivir es algo que deberían habernos preguntado cuando éramos embriones y no a estas alturas. Y es que el sentido del humor, la alegría, es la forma suprema de inteligencia (la cultura no tiene por qué ser algo pedante y aburrido y academicista)
Vivir no es una ciencia exacta como las matemáticas sino un arte como la literatura.
Me encanta la parte final en la que Savater le dice “mira, hijo, yo no soy La Ética, yo sólo soy – modestamente- papá, y la vida no tiene como los medicamentos su prospecto de indicaciones. Podría soltar moralina sobre el aborto “oh!”, la crisis de valores, ¡uh! Etc” El consejo final es que abra su mente, que elija siempre filosofías abiertas (complementarías con otras, tolerantes y no excluyentes) y no las que te encierren- entierren. Procura, lector, no cosechar miedo ni odio en tu vida y cultivar sólo amor y alegría.
COMENTARIO GENERAL DEL LIBRO “ÉTICA PARA AMADOR”
Aunque he dejado resbalar mis propias opiniones personales o las citas de otros autores a lo largo y ancho de este resumen del libro, en este comentario intentaré bosquejar lo que me ha sugerido su lectura. En primer lugar, respecto al “tono de voz” o “estilo literario” del libro creo que Savater usa el tono medio, ósea que habla de grandes temas, profundos y trascendentales, de forma sencilla, sin asomo de pedantería o grandilocuencia o “cátedra” sino con un estilo llano, intimista, de padre a hijo que le hace más cercano, e idóneo para un libro tan divulgativo y divulgado como el que acabo de leer.  Aunque también diría que abusa del tono de “colegueo” y de los chistes fáciles y juegos de palabras, que muchos de ellos no tienen mucha gracia, pero en fin...
Des- academiza la ética y la filosofía para acercarla a los hogares (ese objetivo comparte la filosofía desde Nietzsche que es quien la saca de las aulas y los monasterios) Usa un tono informal pero culto y esas “tonterías” (así las califica Savater), chistes fáciles y juegos de palabras contribuyen a que sea más amena la lectura.  Sin embargo, abusa, en mi opinión, de ese “colegueo”, sin llegar a frivolizar los temas que trata.
No hay que olvidar que la cultura no es sino un juego de abalorios, un juego que algunos serios hombres grises quieren tomarse demasiado a la tremenda, un juego concebido en realidad por niños grandes para niños chicos, porque todo arte en el fondo es un juego (con sus reglas de juego, con su canon artístico)
Y la filosofía es un juego de ocio, un juego ocioso y gratuito (ósea de más, que sobra en este mundo mercantilizado. La filosofía no tiene utilidad práctica pero es la base de toda la vida y no sirve para nada, porque ya dice Savater que sólo sirven los esclavos)
La filosofía, desde Wittgenteín,  se esta convirtiendo en un mero juego de palabras porque el filosofo ya no cree que haya verdades sino sólo opiniones y en segundo y principal lugar porque la física y la metafísica se han separado, las ciencias y las letras van cada una por su lado (cuando ni en la Atenas clásica ni en la Florencia renacentista ni en el París ilustrado era así) y en esta “especialización de los masteres” en que vivimos parece que la filosofía es la tierra de nadie de todas las disciplinas humanas.
La Petra, chica para todo, que decía Ortega.
El humor es la forma suprema de inteligencia, el humor presentado en su mil formas; la ironía, el sarcasmo, el ingenio, la broma.... El arma del niño inocente es la risa, decían Nietzshce y Ortega. La cultura no debería de verse de forma tan seria porque eso aleja a los que creen que es una antagonista de la vida y no su más fiel complementaria.
(la civilización se sustenta por la cultura y el lenguaje, por las creencias e ideas de cada época. Toda vida es mitad cultura y mitad naturaleza, por eso hemos de ser libres- pensadores en un mundo determinista o al menos muy condicionado)
Savater hace un popurrí, una mezcla heterogénea, de tópicos o lugares comunes de la ética y la filosofía con un orden argumental algo fortuito. En el fondo la tesis básica del libro es la existencialista; la libertad por encima de todo.
La libertad, a la vista está, no es de hecho, pero sí el derecho que para el bien común hemos de reclamar. Los hombres no nacemos libres, sino determinados- programados como maquinas, objetos o animales, pero nos “hacemos hombres”, nos civilizamos gracias a la cultura (y la cultura empieza el día que se inventa el lenguaje) Hay cierto condicionamiento social, pero no podemos caer en vernos determinados, como autómatas, en una visión fatalista y nihilista negativa de la existencia humana. Sólo es esclavo quien se siente tal. Savater me recuerda mucho a Kant y a Nietzsche, a los que he leído en el instituto. De Kant saca eso de “que el hombre es un fin para el hombre, nunca un utilitario medio o un uso” y la invitación a atrevernos a ser libres a través del libre- pensamiento (“atrévete a pensar por ti mismo sin la constante tutela de maestros, curas o políticos” decía en su más famoso opúsculo)
De Nietzsche este libro me recuerda eso de concebir la ética como un arte, lo de que la risa del niño es la mayor arma de la inteligencia y la invitación a la alegría y a disfrutar cual romano epicúreo del placer de esta Vida. Savater afirma y se reafirma en esta Vida, aunque en tantas ocasiones la vida nos aguarda también dolores y padecimientos que hemos también de padecer (padecemos el pathos, lo determinista).
Lo del com.- pademiento, la empatía o simpatía es la base de todo amor y una tesis que ya he leído en Ortega y Gasset o en Kundera porque es en los malos momentos cuando se  comprueba por ejemplo la verdadera amistad o la traición (por ejemplo cuando sólo San Juan sigue a Jesús al calvario) y es en la desgracia cuando Fuente Ovejuna se suma todos a una. El compademiento mutuo es ese moverse hacía el otro (o ponerse en el lugar del otro, como dice Savater) y es la base del amor. Compartir la pasión, eso es el amor o com.- pasión, pero también compartir la apatía matrimonial (ausencia de pasión)

Y digo esto del amor porque para mí el amor es la base de toda ética, el amor a uno mismo, a Dios en sus múltiples formas de Conciencia Universal, a los demás (la solidaridad y filantropía). Todos los tipos de amores (el Eros, las filias al saber o el amor al arte y el ágape o el amor universal) son por definición fuerzas vitales y creativas. Es el amor lo que nos hace libres.
Y la antitesis del amor es el miedo y el odio, el resentimiento contra la vida, la mojigatería, esos que llaman “inmoral” a un desnudo artístico por ejemplo. Esos son los que mancillan la palabra moral y hacen que esta caiga en la moral morís o rutina.
Porque la ética ha de ser, como decía Pascal, una ética del corazón, de los sentimientos (más allá del buen propósito de Kant) Una ética basada en el platónico Ágape o amor universal, en ese amor taoísta hacía el cosmos y la totalidad de la creación o en ese amor cristiano al prójimo. Para conquistar la libertad (el ethos) hemos de guiarnos por la fuerza del amor, eliminar miedos, rencores y odios, abolir la palabra enemigo del diccionario, vernos todos como Hermanos, sentirnos iguales en un sentimiento de fraternidad universal... claro esta que esto es una utopía porque en realidad vivimos rodeados de un 90% de pathos (nuestra naturaleza animal. El determinismo de la muerte, estamos destinados a morir. El condicionamiento social y político- debidos a una ley civil y ciudadana etc) Tenemos pocas ocasiones en las que ser libres, en las que verdaderamente elegimos por nosotros mismos (sobretodo viviendo en esta Globalización en que papá estado vela por sus consumidores y no les permite alcanzar la mayoría de edad) El reducto de libertad que nos queda se halla en las pequeñas cosas de esta vida, en las pequeñas decisiones cotidianas que aunque parezcan nimias pueden a la larga ser muy trascendentales y cambiar el curso de nuestra existencia.
No sé por qué la gente tiene tanto miedo a la libertad, como en ese libro de Fromm, no sé por qué tiene miedo a experimentar la separatividad del grupo, cuando hay otros que precisamente buscamos esa soledad y libertad interior, esa “habitación propia”. La libertad nos condena a elegir y a decidir entre las muy distintas sendas de esta vida, optar por los “renglones torcidos de Dios” o por “la buena senda”, que uso sólo como metáforas (hemos de salir de esa concepción cristiana del bien/ mal y ver lo bueno como lo placentero y lo malo como lo doloroso para nosotros o los demás.)
Lo bueno es lo que esta más próximo al Eros, al amor, al placer. Lo malo es lo que se acerca al abismo del Thanatos y la muerte, al dolor. De ahí que toda cultura debería respetar la vida humana. Y de ahí que toda cultura (o ética) debería basarse en disfrutar lo más posible de la vida, tanto de los momentos dolorosos como de los placenteros y no ser una vía de escape o evasión de la vida. Por eso la ética es el arte del buen vivir (título que Savater roba a un libro de Shopenhauer), de vivir más y mejor, de llegar a ser el que eres, de ser cada día más “humano” para que nada del ser humano nos sea ajeno.

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