Llego tarde a la conferencia en Bidebarrieta
donde el poeta bilbaíno José Fernández de la Sota entrevista a Luis Alberto de
Cuenca, madrileño de origen pero poeta universal. Ambos recitan sus poemas. Los
poetas parecen ser seres místicos, puros e inspirados, seres elevados de la
media, pero a veces hay poetas camuflados entre la gente, en el súper mercado,
en tu lugar de trabajo. La poesía no se entiende, parece algo de otro mundo
pero hay poesía en nuestro día a día. Marqués de Camarón ya advertía de los
peligros del nacionalsocialismo, el comunismo, el psicoanálisis y el arte
moderno. Los poetas defienden una especie de existencialismo esencialista.
Alvaro de Cuenca está dentro de los poetas post- novísimos, la trans vanguardia,
la post vanguardia. El arte ha muerto. Bienvenido el no arte. La poesía mística
era oscura pero hay muchos caminos para hacer poesía de la luz. El Esencialismo
es la religión o la secta de la poesía pura, la que reniega del verso libre y
la que quiere hacer aún una poesía clásica, con normas. La poesía de Álvaro de
Cuenca es pura, es esencialista y es la poesía propia de los años 80, con temática
y contenido urbano. Es una poesía pura y figurativa (su equivalente en el arte
es el hiperrealismo de Antonio López) y sus temas son el día a día, la
cotidianidad, el costumbrismo, la calle. Es un post surrealismo que se rebela a
la poesía sin sentido para hacer una poesía concreta. Del sentido común. Ya se
sabe que el sentido común es el menos común de los sentidos. Un antecedente de
esta poesía la encontramos en Gil de Biedma o en Blas de Otero, sobretodo en
sus últimos poemas en los que nos habla de lo concreto, del último disco
escuchado, de lo que está comiendo, o leyendo. Álvaro de Cuenca dice que hay
mucha poesía del sin sentido, y que no tiene sentido ni es original volver a hacerla
otra vez. Está ese mito de que cuanto más loco y menos sentido común tiene el
artista mejor artista es. Allan Poe no escribía borracho, aunque se pasara
buena parte del día borracho. Parece que el genio romántico e inspirado debe
ser alcohólico, pero el genio es genio a pesar de ser alcohólico. Un borracho
sólo se escribe tonterías. Un poeta es bueno porque tiene experiencia, trabaja,
lecturas, una trayectoria y se puede permitir de vez en cuando beber. Pero no
se es genio por ser un atormentado, un desclasé, un borracho. Hay muchos más
artistas que fueron esquizofrénicos que normales, tal vez, porque el arte se
relaciona con la sexualidad divergente, la diferencia mental (que no
enfermedad), ¿por qué negarlo?, pero la mayoría de esquizofrénicos no son
Oteiza ni son Felini ni Yoyce. La mayoría de esquizofrénicos nunca serán artistas,
poetas ni pintores. Álvaro de Cuenca homenajeó al recién fallecido
Leopoldo maría panero que ha perdido la voz, después de perder la paz y la
palabra en el manicomio en que estaba recluido y el raciocinio. El poeta lo ha
perdido ya todo, porque hace poco que perdió la vida. Y todos aquellos poetas novísimos
catalanes son ahora señores mayores como Gimferrer o están muertos como Terenci
Moix, Montalbán o Gil de Biedma. Soy el anticristo decía Panero, nuestro
Nietzsche español, un hombre enfermo y loco. El Poeta debe tener oído como el
del músico, si no que se dedique a otra cosa porque la poesía es música, ritmo,
sonoridad, cadencia, matemática. Jaime gil Biedma escribía en sextina. Blas de
Otero era el rey del soneto. Eran los poetas rebelados al surrealismo que
querían escribir poemas con el tamiz de la lógica. La poesía de Otero se
entiende, tanto en su forma clásica (sonetos en su mayoría), como en su fondo y
su temática concreta. Álvaro de Cuenca se expresa en endecasílabos (11 silabas),
la estrofa mas complicada. Ha publicado por las calles del tiempo en la editorial
renacimiento en el 2012. No escribe poesía de salón ni galante sino poesía de
la calle, del café con leche y la barra de pan que compraba Umbral. José Fernández
se la Sota hace lo mismo pero con la poesía de Bilbao y de la noche.
Su paisaje es Bilbao; trilogías de Bilbao,
travesías de Bilbao como las novelas del Madrid de Umbral que era un poeta en
prosa. Ambos poetas hablan de la noche, de los cantantes de la movida (de
loquillo), del cine de Kurosawa, de los cine clubs, de los grupos de música de
moda. La poesía ha de ser emocionante, divertida, al principio al iniciarse en
ella requiere paciencia pero después da muchas alegrías. Pero la poesía de
estos dos mezcla lo positivo y negativo, la amarga reflexión, la dureza de la
vida junto a la chispa del vivir. Ambos poetas reconocen la influencia y
homenajean hoy en su centenario a Blas de Otero, nuestro poeta que empezó en la
asociación artística vizcaína (que por cierto este martes de Junio ha cumplido
75 años) La poesía de estos dos no es larga y densa como Proust y Faulkner sino modesta, sencilla, corta. Si no
emociona no interesa. Es fragmentaria, concreta, concisa. Y muy meta literaria.
La poesía que habla de libros, de poesía, de metafísica, de cortos de cine de vanguardia,
de Jean Cocteau o Pasolini o Lui Aragón. Kavafis
quiso ser historiador, se quedó en poeta. Porque la poeta dice con pocas palabras
lo que el ensayista necesitaría folios para decir. Por eso no tiene mucho
sentido este artículo, hacer una poética de la poesía de estos dos que se
presenta sola, que no necesita mi prologo. Estos estribillos están hechos para
ser recitados y cantados en bodas (como el poema Desayuno, tengo hambre, tu eres mi desayuno), no para ser analizados. Es una poesía consoladora, que nos
reconcilia con la vida. No exenta de crueldad, claro está, porque así es la
vida, es lo que hay. No es una poesía políticamente correcta, esa que desde la
educación (con regustos tardo franquistas) nos dice que no debe leerse cuentos
de monstruos a los niños porque tienen pesadillas. Las pesadillas son innatas al ser
humano. Y los Cuentos precisamente, la función que tienen, es que les ayudan a
superar esos miedos. Los cuentos conjuran el temor que existe ya en
ellos. Debemos asumir ese mundo de crueldad con una sonrisa de Nietzsche en la
boca. Liberar la mente del terror que existe. Y para eso están los cuentos y la
poesía. Alex de la iglesia en sus películas de terror hace olvidar el terror que
de verdad que está ahí fuera, como un expediente X. ambos poetas alabaron a los
poetas románticos, sobretodo Shelley, Byron y Keats. Estos poetas murieron jóvenes,
en la veintena, pues la poesía es propia más de la juventud extrema.
No imaginas a Kavafis escribiendo con 90 años esos poemas existenciales del
viaje y el regreso. Eso es lo que hace que la poesía de Borges sea menos
interesante que sus cuentos. Borges era ya demasiado viejo cuando era joven,
nació niño viejo, mayor y ciego, calvo y arrugado, bibliotecario de por vida. Igual
que Unamuno, cuya poesía no es mejor que sus novelas cortas que estas sí que
son excelentes. Gil de Biedma fue maestro de Álvaro de cuenca. Por eso he dicho
antes que Álvaro de Cuenca es un poeta de la pos vanguardia, un post novísimo. Y
al igual que Biedma o Otero, Álvaro de Cuenca es un meta poeta, que usa el híper
texto, la intertextualidad, el homenaje a otros poemas y libros, el inter
texto, el hipo texto, el subtexto que dicen los pedantes. Es decir, sus poemas
están llenos de marcas; si bebe una coca cola dice coca cola, si escucha a Bob
Dylan dice Bob Dylan y si fuma no dice cigarro, dice Chester. En eso se
adelantaba Blas de Otero, sobretodo en sus poemas de Madrid en la Galerna que
presentó su viuda Sabina de la Cruz hace poco. Estas referencias a autores y
obras se hacen a sabiendas, conscientemente de que lo hace, adrede, no es fruto
de la pedantería. Hemos dicho que Cuenca usa el endecasílabo, el verso más difícil
en poesía y además lo hace con rima en consonante, los pares. También emplea
mucho el soniquete. No es un Poeta pesado aunque remacha mucho las ideas, mezcla
hondura y levedad. El poeta habló de Ítalo Calvino y sus 6 propuestas para un nuevo milenio y del soneto
del amor oscuro a Lorca. Es profeta de una Modernidad que asusta. La poesía
actual trata de romper la tradición clásica del XIX pero también la
vanguardista del XX y hacer algo nuevo, algo postmoderno. Michele Oubeck dice
que los poetas vuelven a la inmaculada estrofa clásica y rimada porque se ha
agotado el molde vanguardista tradicional. Y volvemos a los clásicos. Un regreso
a la métrica. En los años 70 en nuestro país y aún después escribir con métrica
era ser nazi y reaccionario, anti moderno. Álvaro de Cuenca dijo que ojala en
el tiempo solo quede lo bueno, sea en verso libre o rimado. “Ojalá que los días
arrasen la memoria de los días, que el viento se lleve las promesas, que golpeemos
con las palabras hasta hacernos sangrar para que el corazón descanse y la lluvia
barre la huella de la última batalla”, dice en uno de sus poemas.
La poesía de Cuenca, influenciado por Otero y Biedma, comparte
con Borges y Cortázar eso de las referencias literarias. Pero Borges podría
citar el quijote, las mil y unas noches o a un nominalista medieval pero jamás
citaría la Pepsi o el Telepizza. Y Cuenca lo cita. Esa es la diferencia. La celebración
de la literatura junto a la celebración de nuestra cultura pop y capitalista,
el detalle culturalista pero también comercial. Hay en Álvaro de Cuenca
publicidad, marcas, logos, referencias a la televisión y el cine que son los
géneros estrellas, que se comen al poeta. Todos los poetas imaginan paraísos y
el mundo entero es un Bilbao más grande, como decía Unamuno y nuestra
patria la infancia y el mundo entero. Antes se ha dicho que Unamuno y Borges no
eran buenos poetas. Es discutible. Pero sin ellos no se entiende la literatura
actual. Álvaro de cuenca y de la sota hablan mal de Pepín Bello, era un poco intratable
pero era él que más sabia en su época. Unamuno, Machado y Valle Inclán fueron
maestros de Cuenca, hay mucha influencia de ellos en su poesía. Ósea que
recapitulando, Cuenca se considera heredero de los románticos, del 98 y de las
vanguardias experimentales, los novísimos y la poesía social. Para Fernández de
la sota la trilogía de Madrid de Umbral es el Bilbao de la gran vía. Y el
retiro es el parque de doña Casilda, ósea el Central Park de esta capital de
provincias. En los parques trascurre el tiempo muerto (como el titulo de un
libro de la Sota) pasa el tiempo, pasa el patos, el pathos, el destino. Cuenca
también recordó a What Whitman que canto a su
ciudad de Nueva York, al Central Park, el pulmón verde en medio de una metrópoli
industrializada, deshumanizada. Y esa poesía intentaron hacerla en España el
propio Panero, poeta de provincias franquistas o Jaime del toro en el 37 o Jaime del cló. Intentaban hacer una poesía épica como la de homero
sobre la ciudad, la épica urbana. La lirica actual surge de la poesía épica clásica.
El pasaje lirico de la ciudad (sea el Bilbao de La Sota o el Madrid de Umbral)
está ya en la Ilíada. La ciudad es siempre una ciudad asediada, sitiada, todas
las ciudades son Ítaca, Troya, Atenas, y vuelta a Kavafis. A Homero.
Álvaro de Cuenca ha escrito
cerca de 35000 poemas.es filósofo, escritor, pintor, poeta y afable conservador
del Pienso, luego existo. Intenta ser racionalista y concreto en este mundo
irracional. Considera su poesía experimental pero superando las vanguardias, y
un poeta tradicional que vuelve a las formas clásicas. Es lingüista en el centro
nacional de investigaciones científicas y coleccionista de incunables. Tiene la
casa llena de libros por todos lados, alienados, perfectamente colocados,
mezclados con las cazuelas y sartenes. Tiene libros en encimeras, en la cocina
e incluso en el cuarto de baño. No le caben ya. Es experto en comic, cine y música.
Erudito en latín y griego. Mitómano, mistificador, iconoclasta. Quizá la persona
más culta que existe en este país. Como un renacentista humanista no sólo es un
diletante sino que ha copiado de Petrarca y Garcilaso y los místicos
renacentistas hasta su métrica y formas clásicas. Es traductor de la Ilíada y
la odisea, en latín y griego y de otras prosas en griego. En el Gobierno de Aznar
ocupó la secretaria de cultura, estaba por debajo del ministro de cultura. Y es
que Cuenca es tan de izquierdas como de derechas, tan burgués como liberal, tan
vanguardista como clásico. Es poeta, filólogo, traductor, ensayista, bibliógrafo.
Doctor en filología clásica por la universidad autónoma Madrid. Investigador en
el CSIC, académico de la real academia de
la historia. Del 96 al 2000 fue director de la biblioteca nacional. Secretario
de estado de cultura entre 2000 y 2004. Tiene 50 libros publicados. La poesía
es de las pocas cosas éticas y puras que quedan, porque nos da valores de
permanencia en un mundo en el que estamos destinados a morir. Escribir para él
es como hacer el amor. No es algo sólo intelectual, sube los niveles de
abstracción pero también es sentirse vivo, respirar. La poesía es la culminación
de lo vital, no debe ser algo opuesto a
lo vital. Cuenca tiene la carrera de derecho jurídico y de filosofía y letras,
mezcla lo normativo con lo libre. Empezó a escribir poesía cuando su novia
murió con 19n años en un accidente de coche. Con ella había empezado la carrera
de filosofía. Luego ha tenido muchas más novias. Para comentar un texto hay que
saber música, historia, filosofía, religión y geografía. Para escribirlo
también. Su poesía es inter disciplinar,
todo vale para el convento, todo puede ser poetizable. Se ha especializado en la
filosofía en verso y dialogo de los presocráticos. Pero quiere romper la poesía
intelectualizada, y que sea una poesía mas cercana a pesar de ser meta
literaria. Es Cuenca el ultimo humanista del renacimiento que sin embargo
considera el comic una cultura y una contra cultura, como en apocalípticos de
Umberto Eco. de hecho, es el fan número uno de Tintín y en homenaje al comic franco belga (Tintín, Spirou, Asterix...) ha llamado a su poesía de la línea clara, como se denomina a esta escuela de dibujantes de comic. Además de escritor traduce libros, que siempre es una traición al
texto original. Quiere ser el nuevo Borges y leer toda la biblioteca de
Alejandría. Se confiesa un buen gourmet, sus poemas son platos a degustar. Este
caballero andante de la poesía habla en sus poemas de mujeres cansadas, neuróticas,
de adolescentes y de viejos amargados, de la vida. No quiere ser un poeta frio
e intelectual sino humano y sentimental. Aún guarda el Cuaderno de tapas rojas
que le regaló su madre, donde escribía
sus primeras veleidades literarias. Guarda las cartas de sus novias, cartas de perdón,
complicidad y olvido, de náufragos, mensajes embotellados. La poesía es la literatura
en estado puro, en su forma original. Y al
principio fue el verbo. Los primeros presocráticos se expresaban en Atenas en verso.
El lenguaje denotativo objetivo de la épica se mezcla con el connotativo de la lírica;
que tiene más recursos y suscita más emoción. Una cosa es escribir líneas en
verso y otra hacer poemas. Para escribir poesía hay que ficcionalizar el yo; no
escribe Cuenca, escribe el yo de Cuenca que él interpreta en cada poema. La poesía
es una impostura, como todo arte. La literatura, reconoce Álvaro, es el secreto
de la felicidad “y sobretodo es útil porque me sacó de muchas depresiones y me
ayudó a ligar”
Luis Alberto de cuenca nace en 1950. Escribe poesía en los años 70 80., tiene el tono
cercano al hablar de un compañero en el bar, y un gran sentido de humor e irónico
en poesía. Usa alejandrinos de 14 silabas y endecasílabos de 11. Cuenta los
versos con la mano. Su poema sigue y guarda bien la métrica y tiene mucho humor.
Es pretencioso, ampuloso, abstracto Tiene poemas prosaicos; la Noche ronda, la
Mal casada, Mi monstruo favorito. La muerte llena la casa de paz y goteras.
Mezcla lo trascendente e inmanente. Su Ironía es fina y no grotesca. Usa el
encabalgamiento de la frase que no acaba y se sigue en el verso siguiente. Su poesía
tiene un ritmo especial. Rubén Dario le influencia. Él le enseñó a cuidar el
ritmo pues la poesía es un baile o una marcha militar. Son poemas muy
normativos, nominales, no liricos. Utiliza muchos recursos en la poesía y métrica
libre.
Tras la lectura vemos
que nada lo deja a la improvisación o al ojo. Repite los mismos sonidos al
final del verso. Siguen silabas en serie y la estructura de versos tiene
acentos parecidos. Sigue un mecanismo cerrado y perfecto para escribir poesía. Usa
sextinas, estrofas de 6 versos. Es muy importante el significado y contenido,
el mensaje. Pero juega en el significante con la fonética y sonido. Que decir,
como lo decimos. Como en una música militar, el ritmo es muy marcado y monótono.
Desdibuja el lenguaje para que pase inadvertido, que no moleste, el ritmo es
importante en poesía, sobre todo en esta poesía normativa. La métrica es una
forma de que no se nos vaya de las manos, es el conductor del carro poético.
WIKIPEDIA:
Luis
Alberto de Cuenca Prado (Madrid,
29 de
diciembre de 1950)6
es un filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, crítico, editor
literario e investigador español. Es también académico de número de la Real Academia de la Historia6
y académico correspondiente en Madrid de la Academia de Buenas Letras de Granada.
Educación Tras
formarse en el Colegio del Pilar de Madrid, dejó en segundo
curso los estudios de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid
para iniciar en la Universidad Autónoma de Madrid
los de Filología Clásica, licenciándose en 1973 y doctorándose en 1976, sendos
grados con premio extraordinario. Ha señalado como sus maestros a dos
profesores de la Universidad Autónoma de Madrid:
el latinista Antonio Fontán y al helenista Manuel Fernández-Galiano que dirigió su
tesina y su tesis que trató sobre el poeta helenístico Euforión de Calcis.
Trayectoria como estudioso de la literatura en el CSIC
Su
producción científica se ha concentrado, sobre todo, en la traducción y edición
crítica de obras de la literatura occidental cuya cronología varía del II
milenio a. C, hasta el s. XX. Más bien alejado de las corrientes metodológicas
más recientes, su actividad filológica se ha volcado en la divulgación y su
perspectiva hacia las obras que estudia, siendo erudita, es más artística que
académica, más transversal que especializada. Como traductor, ha traducido
textos en griego clásico, latín clásico, latín medieval, francés medieval,
provenzal, catalán, francés, inglés, alemán, y entre otros, a autores del mundo
clásico grecolatino, como Homero, Eurípides, Calímaco, y del medievo europeo, como Geoffrey de Monmouth, Guillermo de Poitiers, Chrétien de Troyes, Marie de
France, Charles Nodier y Gérard de Nerval. En 1987 obtuvo el Premio
Nacional de Traducción por su versión del Cantar de Valtario, texto
latino de autor anónimo del siglo X. Esta faceta de su trabajo filológico se
mezcla con su obra artística en tanto que sus traducciones aspiran a integrar
lo "literal" y lo "literario". En el ámbito de la ecdótica,
ha editado críticamente, entre otros, a Euforión de Calcis, Eurípides,
Calderón de la Barca, Juan Boscán,
Gabriel Bocángel, Agustín Pérez Zaragoza, Rubén Darío
y Enrique Jardiel Poncela.
Como
editor literario ha dirigido las colecciones "Ámbitos literarios (poesía,
narrativa, ensayo)" en la Editorial Anthropos, "Selección de Lecturas
Medievales" en Ediciones Siruela, y "La Cabeza de Medusa" en
Mondadori. En enero de 2009
es nombrado director literario de la "Fundación Biblioteca de Literatura
Universal".
Funcionario
de carrera, con la categoría de "profesor de investigación", del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, con puesto adscrito en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales
del CSIC,
en el que ha sido jefe del departamento de Filología Grecolatina y director del
Instituto de Filología (1992-1993), así como director del Departamento de
Publicaciones del CSIC
(1995-1996) y director de la revista Arbor. Revista de Ciencia Pensamiento y
Cultura7
(2012- ) editada por el CSIC.8
Carrera política en la gestión cultural
En
la Administración General del Estado ha ocupado los cargos políticos de libre
designación de Director de la Biblioteca Nacional de España (1996-2000),
de la que fue nombrado Presidente de su Patronato en 2015, y Secretario de
Estado de Cultura (2000-2004). En octubre de 1997, siendo director de
la Biblioteca Nacional de España, junto al
entonces director del Instituto Cervantes, Santiago de Mora-Figueroa,
promovieron la creación de la "Fundación Biblioteca de Literatura
Universal" (BLU), con los objetivos fundacionales de la edición,
complementaria de las ediciones comerciales, de una colección de obras de
autores clásicos de otras lenguas junto a la revitalización de autores en
lengua española,9
y la realización de otras actividades encaminadas a destacar el valor del
idioma español como lengua universal de cultura. De su actuación como
Secretario de Estado de Cultura cabe destacar la estimación del gremio de historietistas
para la Medalla al Mérito en las Bellas Artes.
Estilo
En
su poesía
se funden el estudioso y el creador, sin que ninguna de las dos facetas
corrompa a la otra. A través de sus poemarios, Luis Alberto de Cuenca nos ha
ido entregando lo que se ha llamado en la poesía
española contemporánea una «poética transculturalista»: una lírica
irónica y elegante, a veces escéptica, en ocasiones desenfadada, en la que lo
transcendental convive con lo cotidiano y lo libresco se engarza con lo
popular. Usa la métrica libre y la tradicional. Como homenaje a Hergé,
el creador de Tintín,
Luis Alberto de Cuenca ha definido la segunda etapa de su poesía como línea clara.
Quizá su poema más conocido, leído con cierta frecuencia en bodas y que ha sido
objeto de exámenes de selectividad es "El desayuno". Además de su
obra como poeta, ensayista y filólogo, hay que destacar su faceta de letrista
musical; suyas son algunas de las letras más conocidas del grupo de rock la Orquesta Mondragón. Alguno de sus poemas ha
sido también musicado por Gabriel
Sopeña e interpretado por Loquillo, en su disco Su nombre era el de
todas las mujeres, editado en octubre de 2011.
Parte
de su obra ha sido traducida al francés, alemán, italiano, inglés y búlgaro.
Obras
Poesía
- Los retratos (1971), no recogidos en las “poesías completas” de los años 1990 y 1998. Reeditado por 'Huerga y Fierro editores' (2009) y 'Reino de Cordelia' (2015)
- Elsinore (1972)
- Scholia (1978)
- Necrofilia (1983)
- Breviora (1984).
- La caja de plata (1985) Premio de la Crítica
- Seis poemas de amor (1986).
- El otro sueño (1987)
- Poesía 1970-1989 (1990), antología donde recoge toda su obra hasta ese momento.
- Nausícaa (1991).
- 77 Poemas (1992). Antología.
- Poemas (1992). Antología.
- Willendorf (1992).
- El hacha y la rosa (1993)
- El desayuno y otros poemas (1993).
- Los gigantes de hielo (1994).
- Animales domésticos (1995).
- Luis Alberto de Cuenca (1995). Antología.
- Tres poemas (1996).
- Por fuertes y fronteras (1996)
- El bosque y otros poemas (1997).
- En el país de las maravillas (1997). Separata de El Extramundi y los Papeles de Iria Flavia, XI.
- Los mundos y los días (Poesía 1972-1998) (1998), antología donde recoge toda su obra hasta ese momento. Visor
- Alicia (1999).
- Insomnios (2000).
- Mitologías (2001). Antología.
- Sin miedo ni esperanza (2002). Visor
- Vamos a ser felices y otros poemas de humor y deshumor (2003). Antología.
- El enemigo oculto (2003). Antología.
- El puente de la espada: poemas inéditos (2003).
- De amor y de amargura (2003), antología, edición de Diego Valverde Villena.
- Diez poemas y cinco prosas (2004).
- Ahora y siempre (2004).
- Su nombre era el de todas las mujeres y otros poemas de amor y desamor (2005), antología. Renacimiento, Sevilla.
- La vida en llamas (2006), premio Ciudad de Melilla 2005.
- Poesía 1979-1996 (2006), Edición de Juan José Lanz
- a quemarropa (liminar de Javier Pérez Walias). Colec. Cuadernos del Boreal, 2. IES “Universidad Laboral”, Cáceres, 2006.
- Jardín de la memoria (2007), Universidad de las Américas, Puebla, México, antología personal.
- Hola, mi amor, yo soy tu lobo (2008), con ilustraciones de Miguel Ángel Martín. Antología. Rey Lear.
- El reino blanco (2010), Visor
- Embrujado jardín, Antología (1970-2010), selección y prólogo de Pablo Méndez (2010), Ediciones Vitruvio.
- La mujer y el vampiro (2010), con ilustraciones de Manuel Alcorlo. Rey Lear.
- El cuervo y otros poemas góticos (2010), con ilustraciones de Miguel Ángel Martín. Antología.
- En la cama con la muerte: 25 Poemas Funebres (2011), Ediciones de la Isla de Siltola.
- Los mundos y los días (2012), Visor. Antología.
- Cuaderno de vacaciones (2014), Visor.
Ensayos
- Floresta española de varia caballería (1975) Recoge los textos Libro de la Orden de Caballería, de Raimundo Lulio; De los Caualleros, de Alfonso X, rey de Castilla y León; y el Libro del Caballero et del escudero, de Juan Manuel, infante de Castilla; además de la floresta literaria del propio autor.
- Necesidad del mito (1976), Planeta, Barcelona (reeditado en Nausicaa, Murcia, 2008)
- Museo (1978), Antoni Bosch, Barcelona
- El héroe y sus máscaras (1991)
- Etcétera (1993)
- Bazar (1995)
- Álbum de lecturas, 'Huerga y Fierro editores' (1996)
- Señales de humo (1999)
- Baldosas amarillas (2001)
- De Gilgamés a Francisco Nieva (2005)
- Noveno arte, (2010)
- Libros contra el aburrimiento, Reino de Cordelia, Madrid (2011)
- Nombres propios, edición de Diego Valverde Villena, Universidad de Valladolid, Valladolid (2011)
- Historia y poesía, Real Academia de la Historia, Madrid (2011)
- Los caminos de la literatura, Rialp (2015)
Narrativa
- Héroes de papel (1990).
- Fragmento de novela (1996). Con Álex de la Iglesia.
Traducciones
- Calímaco, Epigramas (1974-1976).
- Euforión de Calcis, Fragmentos y epigramas (1976).
- Guillermo (IX Duque de Aquitania) y Jaufré Rudel, Canciones completas (1978). Edición bilingüe preparada junto a Miguel Ángel Elvira.
- Eurípides, Helena. Fenicias. Orestes. Ifigenia en Aulide. Bacantes. Reso. Introducciones, traducción y notas de Carlos García Gual y Luis Alberto de Cuenca.
- Calímaco, Himnos, epigramas y fragmentos (1980). Junto a M. Brioso Sánchez.
- Antología de la poesía latina (1981; 2004).
- Homero, La Odisea (1982; 1987).
- Auguste Villiers de l'Isle-Adam, El convidado de las últimas fiestas (1984; 1988). Selección y prólogo de Jorge Luis Borges. Traducción de Jorge Luis Borges, Luis Alberto de Cuenca y Matías Sicilia.
- Jacques Cazotte, El diablo enamorado (1985). Selección y prólogo de Jorge Luis Borges. Traducción de Luis Alberto de Cuenca.
- Cantar de Valtario (1989). Premio Nacional de Traducción.
- Las mil y una noches según Galland (1988).
- Guillermo IX (Duque de Aquitania), Canciones completas (1988). Nueva traducción.
- Filóstrato el Viejo, Imágenes. Filóstrato el Joven. Imágenes. Calístrato, Descripciones (1993). Edición a cargo de Luis Alberto de Cuenca y Miguel Ángel Elvira.
- Horace Walpole, Cuentos jeroglíficos (1995).
- Eurípides, Hipólito (1995). Edición bilingüe.
- Apolonio de Rodas, El viaje de los Argonautas. Calímaco, Himnos (1996). Traducción junto a Carlos García Gual.
- Virgilio, Eneida (1999).
- Chrétien de Troyes, El caballero de la carreta (2000).
- Ramón Llull, Libro de la orden de caballería (2000).
- Geoffrey of Monmouth, Historia de los reyes de Britania (2004).
- Marcel Schwob, La cruzada de los niños (2012).
- J.B. Priestley, El tiempo y los Conways (2012).
Premios y distinciones
En
1986 obtuvo el
Premio Nacional de la Crítica por la obra poética La caja de plata.
En
1989 recibió el
Premio Nacional de Traducción por El
cantar de Valtario.
Está
en posesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica, concedida por el Consejo de
Ministros en mayo de 2004.11
En
2007 el
gobierno de la Comunidad de Madrid le concedió el Premio de Cultura
(Literatura), por su obra poética, correspondiente a la edición de 2006.
En
2009 fue
elegido académico correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Granada.
En
2010 es elegido
académico de número de la Real Academia de la Historia, ocupando la
medalla nº 2812
de la que ya era académico correspondiente. Ingresa el 6 de febrero
de 2011,
con un discurso de ingreso titulado "Historia y Poesía".13
En
2013 recibió el Premio ABC Cultural & Ámbito
Cultural de ABC Cultural y El Corte Inglés.
En
2015 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía por Cuaderno
de Vacaciones.
Colaboración en prensa, radio y televisión
Fue
colaborador de Nueva Revista,
publicación cultural fundada por Antonio
Fontán que agrupaba a intelectuales de la derecha liberal.
Es
crítico literario permanente del diario ABC y ocasional columnista.
De
conocida cinefilia, participó en los coloquios de los programas televisivos
dirigidos y presentados por José Luis Garci, 3.ª etapa de Qué grande es
el cine (1997-2005), emitido en La 2 de Televisión Española; y Cine en blanco y
negro (2009- ), emitido en Telemadrid
y en LaOtra.
Tertuliano
fijo en los programas radiofónicos dirigidos y presentados por Luis Herrero,
En casa de Herrero, Cowboys de medianoche y Fútbol es radio,
todos de la emisora esRadio.14
Desde
la temporada 2013/2014 tiene una sección semanal de literatura en Esto me suena
de RNE.
Nieto
del general Luis de Cuenca y Fernández de Toro, e hijo del abogado madrileño
Juan Antonio de Cuenca y González-Ocampo y Mercedes Prado Estrada, ha residido
toda su vida en el Barrio de Salamanca de Madrid. Ha contraído
matrimonio en tres ocasiones: con Genoveva García-Alegre Sánchez, cuya nulidad
sacramental fue declarada por la autoridad eclesiástica; con Julia Barella
Vigal; y, sólo civilmente, con Alicia Mariño Espuelas en 2000; característica
común es que todas ellas son filólogas y ejercen la docencia universitaria.
Tiene dos hijos: Álvaro de Cuenca y García-Alegre (1976) e Inés de Cuenca y
Barella (1989). Tiene dos nietos de su primogénito.
VÁZQUEZ
LOSADA, Javier (ant.). Alrededor de Luis Alberto de Cuenca. Aranjuez:
Neverland Ediciones, 2011. ISBN
978-84-937450-6-6.
Wikimedia
Commons alberga contenido multimedia sobre Luis Alberto de Cuenca.
Teichoscopia,
poema sobre la Guerra de Troya
No hay comentarios:
Publicar un comentario