miércoles, 22 de junio de 2016

DOSTOIEVSKI


Dostoievski 1821 1881 ha pasado a la historia por sus grandes novelas; crimen y castigo, los hermanos Kamarazof y el idiota. Tres obras maestras para el rey de la literatura rusa y europea junto a Tolstoi y Chejov. En crimen y castigo se ha basado la película mach Point de Woody Allen o la milla. Y su novela corta el jugador cuenta la vida de un ludópata, pues el mismo escritor lo fue, juego que le arrastró a tener muchas deudas. Siempre sufrió penuria económica, no conoció el éxito en vida, vivió bastante marginal y siempre en su búsqueda agnóstica de Dios. Nos queda su frase; si Dios ha muerto el hombre cree que todo está permitido.
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Su madre murió cuando tenía 3 años de tuberculosis, en una revuela de siervos matan a su padre. Fue un joven rebelde que participaba en los círculos secretos de los masones y de los comunistas. Su primera novela habla de las pobres gentes y se llama las noches blancas. Fue deportado a Siberia por su ideología. La cárcel le marco significativamente en sus libros al describir a los personajes. Muchas de sus obras las escribió estando preso. El zar al leer sus novelas lloró, es una leyenda falsa. Además Dostoievski sufrió toda su vida síntomas de la epilepsia. En Moscú se casó. Publicó con sus hermanos una revista literaria. Escribe memorias del subsuelo. Su mujer contrajo tuberculosis. Pidió a su hermano que mantuviese a su familia ya que él no podía. Así que en la familia eran 4 o5 hijos, su mujer, sus hermanos y las amantes de los hijos. Fue toda su vida un jugador empedernido. Preferiría el penal de ons q su familia. No soportaba ver a su mujer muriéndose en un rincón. Fue encarcelado por difundir ideas europeístas y socialistas. Quería Europeizar Rusia, vivir las costumbres aisladas. En esos procesos de depuración le encarcelan, le da cierta felicidad el haber ido a la cárcel, y le da las gracias al zar. Y es que él creía que había que conseguir la salvación a través del sufrimiento, y el masoquismo. Fue un hombre atormentado por la fe a prueba de bomba que sin embargo era heterodoxo y místico en su forma de dialogar con Dios. Pasó de pogre a conservador con la edad. Fue un reaccionario virulento de viejo. Sus ideales de liberalismo y progreso fueron acompañados de la perdida de fe y la muerte de Dios que ya Nietzsche anunciaba.  El hombre es un ser trascendental por naturaleza y siente la necesidad de Dios.  Su ausencia conduce a la violencia o el caos. Dostoievski se pregunta; Ahora que dios ha muerto, ¿que será del hombre? Es existencialista, hijo de la ilustración. Los críticos admiran su literatura, no su ideología. Crea personajes nihilistas como critica a eso. Los Hermanos kamarazof o crimen y castigo tratan de asesinatos. Sus mejores novelas son las ultimas. En su vida fue ateo, creyente y agnóstico. El argumento de los Kamarazof; Son 4 hermanos y el padre es asesinato (es una metáfora del asesinato de Dios) El hijo mayor estaba en pugna con el por una chica y por la herencia. El escritor fue epiléptico, liberal, progresista y ateo. Ahiosha es un monje seminarista de espíritu eslavo, que se abraza a la creencia y a la fe. Defiende lo del hijo pequeño. Le ha asesinado el hijo epiléptico y bastardo. Le mata queriendo defender a Iván el ateo. Esta novela habla del poder y de la corrupción del dinero, cómo el dinero puede llevar al fratricidio, a la guerra de Caín entre hermanos; el dinero, la herencia. Y muy presente la religión en el papel del seminarista. Su narrador es convencional y en tercera persona como es el narrador típico del realismo y el siglo XIX pero él no lo cuenta ni lo muestra; lo sugiere, que el lector imagine. Sus obras tratan del progresismo, el nihilismo, la violencia, la muerte de Dios y la autoridad, la falta de creencias. Los Demonios es considerada su mejor novela. Los Protagonistas son unos comunistas y un grupo terrorista. Dostoievski que de joven fue anarquista reivindica la destrucción y el asesinato y la violencia como camino de liberación. La teoría comunista está muy bien pero hay que llevarla a la práctica, a la praxis revolucionaria.
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Por eso es un autor Incendiario comparable a Nietzsche. El grupo de terroristas anarquistas se va describiendo en la novela a través de las discusiones filosóficas de los personajes. El tema del Progreso, los valores de la revolución francesa, el liberalismo y la industrialización, la falta de fe, la violencia y el caos. También escribe Memorias del subsuelo y el jugador. Rascariz es el protagonista de crimen castigo, un personaje atormentado que mata a su casera porque no puede pagar el alquiler, la mata y la roba y luego se carga a la testigo. La policía le juzga, la escena del interrogatorio está genial descrita y te contagia el miedo y el nerviosismo del asesino. Pero al final sale de rositas pues los policías ven disparatado que sea él el asesino y la culpa se la lleva un vagabundo que pasaba por la zona. Dostoievski crea prototipos y estereotipos de personajes. Tolstoi llama a Nietzsche panfletista, y admira a Kant y Hegel que son más racionalistas y sistemáticos. En cambio Nietzsche admira a Dostoievski y este a el. Tanto el filósofo como el escritor no se alegran de la muerte de Dios, simplemente constatan el hecho de que ha muerto el Dios medieval apolíneo, adorado por los curas enfermos y camellos. Pero esta muerte de ese Dios que había que matar (por asesino) lo que deja es una sociedad sin dios ni valores. Tanto el filósofo como el escritor ven la necesidad de que muerto Dios haya un nuevo Dios, otra escala de valores éticos para no dejar a la sociedad huérfana. Otro descubrimiento que hace el escritor son las novelas de Sthendal ya que le gustaba mucho los análisis e introspecciones psicológicas. Entre los grandes filósofos del xix Nietzsche y  Hegel son como la noche y el día pues el primero se expresa en poemas y el segundo en sistemas cerrados. El escritor estuvo encarcelado. Visconti y Mastroniani han llevado al cine la novela pobres gentes o las noches blancas. No hay que olvidar su novela Memorias del subsuelo ni recuerdos de la casa muerta, el Jugador, humillados y ofendidos están entre sus novela principales. Le siguen crimen castigo, los hermanos Kamarazof, los endemoniados o demonios y el idiota. Dostoievski es un autor moral y moralista que cree en Dios, y el  amor al prójimo. Su fe es un poco como la de Tolstoi que abrazó una fe católica mezclada con el animismo, el panteísmo, la naturaleza, las religiones orientales, el budismo… la moraleja de Dostoievski es que Dios existe pero el hombre crea a su Dios a su imagen y semejanza. El dios africano es negro y el dios de los perros es un perro.
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Dostoievski fue un hombre liberal, un dandi, un gentleman. De hecho estuvo en  Londres, y le encantó. Paseaba a orillas del Támesis. Se mezclaba con la gente de la ciudad. Había medio millón obreros por la ciudad, gente lóbrega, que beben sin alegría, paseó por hide market el barrio de las putas. Retrata en un cuento Niña de cien años, a una señora demacrada, llena cardenales que ejercía la prostitución. Son conocidos sus diarios. Se mostraba apocalíptico ante el progreso, y quería europeizar Rusia. Al final de su vida se hizo conservador, adoptó una visión negativa del progreso, y fue reaccionario con la muerte de Dios. Sin embargo los comunistas lo arrestaron, Se lo llevan con sus papeles al juzgado, con los ojos vendados, fría como una navaja de barbero. Le llevan al pelotón de la muerte, le querían matar pero al final lo indultan, en el último momento y lo dejan marchar a casa. Un hombre que siempre odió las matemáticas en la escuela. Dejó su vida como único testamento, pues fue toda su vida pobre y vivía de pensiones, lleno de deudas, enfrentado a las usureras y casas de empeño. Y además ludópata, se dejó todo lo que ganó con sus novelas en el juego. El escritor es el único ser que puede ser famoso y a la vez estar en la ruina.
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No le condenaron a muerte al final pero le enviaron al destierro. Dejó aquí a su mujer, hermanos e hijo. Era un borracho epiléptico. Echaba espuma por la boca desde los 9 años, ya que había contraído la tuberculosis por la mala calidad del papel y la tinta. El jugador lo escribió en 26 días, precisamente para con los beneficios de la novela pagar las deudas que había contraído y debía. El zar leyó recuerdo de las casas muertos y se echó a llorar como un niño, eso le hizo rebajar su condena de destierro a Dostoievski. En toda Rusia chocaba, daba codazos, robaba flores del recuerdo, los dolientes cirios se apagaban. Tiene problemas políticos pues es Pro occidental eslavista. Su novela se puede calificar de sicológica y realista. Leían a los localistas franceses, le gustaba el costumbrismo. Fue condenado a años de trabajo forzado y experiencia militar, pero él no protestó, le encantaba la idea ya que para él se llegaba a la salvación a través del sufrimiento. En 1879 publica los hermanos Kamarazof. El padre es asesinado a manos de siervos. Cuenta la historia de sus cuatro hijos, el hijo mayor rivalizaba con su padre por una mujer y una herencia. Se acusa de asesinato a Dimitrio. Iban, el intelectual seminarista, también había deseado muerte de su padre. El personaje del seminarista representa el racionalismo europeo liberal. La religiosidad de Alesia y su mentor. Con esta obra representa el ateísmo y racionalismo occidental. El padre (Dios) es asesinado, Dios ha muerto. Alesia, el místico religioso, es acusado de la muerte de su padre pero el asesino era el epiléptico dependiente de Iván. Representa el avance del racionalismo europeo y del progreso liberal que significa la muerte de dios, también tiene una interpretación sicoanalítica. La novela aborda un parricidio. Iván lee parábolas y lee al gran inquisidor, Jesús aparece en la España del 16. Rechazan en nombre de la libertad a Dios. La cultura europea occidental se  presenta como un anticristo. Un mundo sin Dios, donde los existencialistas como el ateo Iván son víctima de la locura. En los Demonios tampoco hay Dios ni leyes morales, es la auto afirmación de un grupo terrorista que lo asesina con puñal, igual que el hacha de crimen y castigo con que mata a la casera.
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Dostoievski no terminó sus estudios, estuvo de duelo y de vida militar. Su padre no le dio dinero hasta cumplir la mayoría de edad. Se enfrentó a su padre por unas migajas de dinero. Su padre tenía un carácter tiránico, como el padre de Kafka. En la novela la puta Sonia redime al protagonista. Dostoievski era estoico y quizá hasta masoquista. Apuró el cáliz del sufrimiento, el pecado despierta la redención de Dios que da consuelo y paciencia. Retrata un mundo sin dios donde matan y se prostituyen los penitentes, un mundo vacío y lúgubre. En la revista Aurora escribe con el seudónimo de Turguenev Gorcharof. Los Demonios retratan a unos terroristas anarquistas discípulos de Bakunin. Este había organizado células terroristas. el revolucionario no tiene lazos personales, no mata en nombre de la pasión sino de la revolución. Es la novela de la ciencia de la destrucción. No es un libro panfletario, es un libro de historia; la sociedad rusa estaba minada, las cloacas de la ciudad iban a desbordarse, todo iba a incendiarse. Y en esa llamarada arderían tanto los justos como los injustos, los culpables, los pecadores. Dostoievski cree en la vida presente y en la eterna. En el apocalipsis un ángel jura que ya no existirá el tiempo, ya no será necesario, el tiempo es una idea del hombre. El hombre es infeliz, no sabe ser feliz, la novela acaba con un suicidio. Uno de los terroristas se dispara en la sien. Los terroristas son personajes nihilistas y sus diálogos muy filosóficos.  Noches blancas se llevó al cine en el 57 de la mano de Visconti.  Algo va a pasar, una chica  vive en una pensión y se enamora de su inquilino. El nunca se había enamorado. Le promete que no se va a enamorar. Ella se va con su amado, son 5 noches y un amanecer. De ahí el título noches blancas. En 1951kurosawa hace una versión del idiota en cine japonés. Dostoievski se esconde en la voz de un narrador ficticio y omnipotente. Hemos de entender su novela en el contexto del folclore ruso y de una persona creyente que es quien lo escribe que tiene sus dudas sobre dios. Es una novela nihilista. El hombre creó a Dios a su imagen semejanza. El escritor tiene sed de fe, y argumentos contra ella. (Recuerda a Unamuno y Blas de Otero) Mejor está con Cristo que con la realidad. En la novela hay una discusión con la puta creyente Sonia, el protagonista quiere demostrarle que Dios no existe, algo que es  cruel y tremendo- A los grandes criminales de la historia les hacen monumentos. Napoleón traía el progresismo anticlerical, la libertad y la igualdad pero con la fuerza armada, en las cortes de Cádiz. Al criminal se le hace monumentos y del santo todos nos olvidamos. Y es que se perdona antes a un criminal que a un soñador. En Dostoievski aparece el cielo y el infierno y el apocalipsis. Viajó por París y Londres solo o con mujeres, se emborrachó, se peleó, se fue con prostitutas. Era una mezcla de pecador bohemio y de creyente liberal. Pasó del progresismo al conservadurismo según iba cumpliendo años. Hace un análisis certero de la aristocracia rusa y las clases bajas y los siervos. Sabía hablar francés, ruso y castellano. En crimen y castigo vemos lo difícil que es cargarse a alguien, se resiste la señora prestamista, la usurera. Y lo peor son los remordimientos, la conciencia martilleando, el sentirse culpable, el estar metido en la mentira. Los nervios de que le puedan condenar. Se nota que Dostoievski estuvo en la cárcel por como describe el nerviosismo del condenado. Y es que también estuvo condenado a muerte. El joven de crimen y castigo es un estudiante sin dinero, un Robin Hood que roba a la vieja por dinero. Se enfrenta en esta obra la libertad humana frente a la moral vinculante, lo que está bien y mal, la moral, y más allá de eso, el placer y el dolor. Ya decía Napoleón, que él tenía sus propias leyes y morales. El asesino interrogado por la policía me recuerda el final de a sangre fría de Truman Capote cuando ellos nerviosos y desangelados esperan en el corredor de la muerte. Esta lucha moral entre el bien y el mal me recuerda también el extranjero de Camus que tras matar no siente nada humano. O el túnel de Sábato que es el retrato en monologo interior de un psicópata. Hay en esta novela mucho del ensayo más allá del bien y del mal de Nietzsche.

 
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Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (en ruso: Фёдор Михайлович Достоевский, romanización: Fëdor Mihajlovič Dostoevskij; Moscú, 11 de noviembre de 1821-San Petersburgo, 9 de febrero de 1881) es uno de los principales escritores de la Rusia zarista, cuya literatura explora la psicología humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo XIX.
Es considerado uno de los más grandes escritores de occidente y de la literatura universal. Walter Kaufmann citó las Memorias del subsuelo (1864), escritas con la amarga voz del anónimo «hombre subterráneo», como «la mejor obertura para el existencialismo jamás escrita».[4] En el mismo sentido, el intelectual y escritor austríaco Stefan Zweig consideró al escritor ruso «el mejor conocedor del alma humana de todos los tiempos».[5] Su obra, aunque escrita en el siglo XIX, refleja también al hombre y la sociedad contemporánea.[6]
Si bien la madre de Fiódor Dostoyevski era rusa, la ascendencia paterna de éste se remonta a un pueblo denominado Dostóyevo, ubicado en la gubérniya de Minsk, en Bielorrusia. En sus orígenes, el acento del apellido, como el del pueblo, recaía en la segunda sílaba, pero cambió su posición a la tercera en el siglo XIX.[7] De acuerdo con algunas versiones, los ancestros paternos de Dostoyevski eran nobles polonizados (szlachta) de origen rutenio que fueron a la guerra con el escudo de armas de Radwan.[8]

Primeros años



Hospital Mariinski de Moscú donde nació Dostoievski.
Fiódor fue el segundo de los siete hijos del matrimonio de Mijaíl Dostoievski y María Fiódorovna. Un padre autoritario, médico del hospital para pobres Mariinski en Moscú, y una madre vista por sus hijos como un refugio de amor y protección marcaron el ambiente familiar en la infancia de Dostoyevski.[9] Cuando Fiódor tenía once años de edad, la familia se radicó en la aldea de Darovóye, en Tula, donde el padre había adquirido unas tierras.[10]
En 1834 ingresó, junto con su hermano Mijaíl, en el pensionado de Chermak, donde cursarían los estudios secundarios.[9] La temprana muerte de la madre por tuberculosis en 1837 sumió al padre en la depresión y el alcoholismo, por lo que Fiódor y su hermano Mijaíl fueron enviados a la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo (ruso: Военный инженерно-технический университет), lugar en el que el joven Dostoievski comenzaría a interesarse por la literatura a través de las obras de Shakespeare, Pascal, Victor Hugo y E. T. A. Hoffmann.[9]
En 1839, cuando tenía dieciocho años, le llegó la noticia de que su padre había fallecido. Los siervos mancomunados de Mijaíl Dostoyevski (hidalgo de Darovóye), enfurecidos tras uno de sus brutales arranques de violencia provocados por el alcohol, lo inmovilizaron y le hicieron beber vodka hasta que murió ahogado.[11] Otra historia sugiere que Mijaíl murió por causas naturales, pero que un terrateniente vecino suyo inventó la historia de la rebelión para comprar la finca a un precio más reducido.[12] [11] En parte, Fiódor se culpó posteriormente de este hecho por haber deseado la muerte de su padre en muchas ocasiones. En su artículo «Dostoyevski y el parricidio» (1928), Sigmund Freud señalaría este sentimiento de culpa como la causa de la intensificación de su epilepsia.[13] [14]
En 1841, Dostoyevski fue ascendido a alférez ingeniero de campo.[9] Ese mismo año, influido por el poeta prerromántico alemán Friedrich Schiller, escribió dos obras teatrales románticasMaría Estuardo y Borís Godunov– que no han sido conservadas. Dostoyevski se describía como un «soñador» en su juventud y en esa época admiraba a Schiller.[15]
Durante toda su carrera literaria Dostoievski padeció una epilepsia que supo incorporar inteligentemente en su obra. Los personajes presentados con epilepsia son Murin y Ordínov (La patrona, 1847), Nelly (Humillados y ofendidos, 1861), Myshkin (El idiota, 1868), Kiríllov (Los demonios, 1872) y Smerdiakov (Los hermanos Karamázov, 1879-80). Dostoievski también supo utilizar la epilepsia para librarse de una condena vitalicia a servir en el ejército en Siberia. Aunque la epilepsia había comenzado durante sus años académicos como estudiante de ingeniería militar en Petersburgo (1838-1843), el diagnóstico tardaría una década en llegar. En 1863 viajó al extranjero con intención de consultar a los especialistas Romberg y Trousseau. Stephenson e Isotoff apuntaron en 1935 la probable influencia Psique (1848), de Carus, en la construcción de sus personajes. Por contrapartida, la epilepsia de Dostoyevski ha inspirado a numerosos epileptólogos, incluyendo a Freud, Alajouanine y Gastaut. La de Dostoievski es la historia natural de una epilepsia que en terminología científica contemporánea se clasificaría como criptogénica focal de probable origen temporal. Sin embargo, más allá del interés que pueda despertar la historia clínica de un trastorno neurológico heterogéneo, bastante bien comprendido y correctamente diagnosticado en vida del escritor, el caso de Dostoievski muestra el buen uso de una enfermedad común por un genio literario que supo transformar la adversidad en oportunidad. Una de las ideas capitales en su obra (que un buen recuerdo puede colmar toda una vida de felicidad) guarda una estrecha relación con los momentos de éxtasis que alcanzaba el escritor durante algunos episodios de la enfermedad o en el momento (aura epiléptica) que anunciaba las crisis epilépticas más violentas, tal como fueron descritos en su obra literaria.[16]

Los comienzos de su carrera literaria



Fiódor Dostoyevski como ingeniero militar.
Dostoyevski terminó sus estudios de Ingeniería en 1843 y, después de adquirir el grado militar de subteniente, se incorporó a la Dirección General de Ingenieros en San Petersburgo.
En 1844, Honoré de Balzac visitó San Petersburgo. Dostoyevski decidió traducir Eugenia Grandet para saldar una deuda de 300 rublos con un usurero. Esta traducción despertaría su vocación y poco después de terminarla pidió la excedencia del ejército con la idea de dedicarse exclusivamente a la literatura.[9] En el año 1845 dejó el ejército y empezó a escribir la novela epistolar Pobres gentes, obra que le proporcionaría sus primeros éxitos de crítica y, fundamentalmente, el reconocimiento del crítico literario Belinski. La obra, editada en forma de libro al año siguiente, convirtió a Dostoyevski en una celebridad literaria a los 24 años. En esta misma época comenzó a contraer algunas deudas y a sufrir con más frecuencia ataques epilépticos. Las novelas siguientes –El doble (1846), Noches blancas (1848) y Niétochka Nezvánova (1849)– no tuvieron el éxito de la primera y recibieron críticas negativas, lo que sumió a Dostoyevski en la depresión.[12] En esta época entró en contacto con ciertos grupos de ideas utópicas, llamados nihilistas,[17] que buscaban la libertad del hombre.[18] [19]

El cumplimiento de la condena en Siberia

Dostoyevski fue arrestado y encarcelado el 23 de abril de 1849 por formar parte del grupo intelectual liberal Círculo Petrashevski bajo el cargo de conspirar contra el zar Nicolás I. Después de la revuelta decembrista en 1825 y las revoluciones de 1848 en Europa, Nicolás I se mostraba reacio a cualquier tipo de organización clandestina que pudiera poner en peligro su autocracia.
El 16 de noviembre, Dostoyevski y otros miembros del Círculo Petrashevsky fueron llevados a la fortaleza de San Pedro y San Pablo y condenados a muerte por participar en actividades consideradas antigubernamentales. El 22 de diciembre, los prisioneros fueron llevados al patio para su fusilamiento; Dostoyevski tenía que situarse frente al pelotón e incluso escuchar los disparos con los ojos vendados, pero su pena fue conmutada en el último momento por cinco años de trabajos forzados en Omsk, Siberia. Durante esta época sus ataques epilépticos fueron en aumento. Años más tarde, Dostoyevski le relataría a su hermano los sufrimientos que atravesó durante los años que pasó «silenciado dentro de un ataúd».[20] Describió el cuartel donde estuvo, que «debería haber sido demolido años atrás», con estas palabras:
En verano, encierro intolerable; en invierno, frío insoportable. Todos los pisos estaban podridos. La suciedad de los pavimentos tenía una pulgada de grosor; uno podía resbalar y caer... Nos apilaban como anillos de un barril... Ni siquiera había lugar para dar la vuelta. Era imposible no comportarse como cerdos, desde el amanecer hasta el atardecer. Pulgas, piojos, y escarabajos por celemín.[21]
Fue liberado en 1854 y se reincorporó al ejército como soldado raso, lo que constituía la segunda parte de su condena. Durante los siguientes cinco formó parte del Séptimo Batallón de línea acuartelado en la fortaleza de Semipalátinsk en Kazajistán. Allí comenzó una relación con María Dmítrievna Isáyeva, esposa de un conocido suyo en Siberia. Se casaron en febrero de 1857 después de la muerte de su esposo. Ese mismo año, el zar Alejandro II decretó una amnistía que benefició a Dostoyevski, quien recuperó su título nobiliario y obtuvo permiso para continuar publicando sus obras.[9]
Al final de su estadía en Kazajistán, Dostoyevski era ya un cristiano convencido. Se convirtió en un agudo crítico del nihilismo y del movimiento socialista de su época. Tiempo después, dedicó parte de sus libros Los endemoniados y Diario de un escritor a criticar las ideas socialistas.[22] Estas críticas se fundamentaban en la creencia de que quienes las pregonaban no conocían al pueblo ruso y de que no era posible trasladar un sistema de ideas de origen europeo a la Rusia de entonces, de la misma forma que no era posible adoptar las doctrinas de una institución occidental como la Iglesia católica a un pueblo esencialmente cristiano-ortodoxo.[23] Dostoyevski plasmaría estas convicciones en la descripción de Piotr Stepánovich para su novela Los endemoniados y en la redacción de las reflexiones del starets Zosima en "Un religioso ruso", de Los hermanos Karamázov.
Dostoievski fue acercándose progresivamente a una postura eslavófila moderada y a las ideas del ideólogo del paneslavismo Nikolái Danilevski, autor de Rusia y Europa. Su interpretación de esta filosofía rescataba el papel integrador y salvador de la religiosidad rusa y no consideraciones de superioridad racial eslava. Por otra parte, en su interpretación, la unión rusa y su supuesto servicio a la humanidad no implicaba desprecio alguno por la influencia europea, que Dostoyevski reconocía gratamente.[24] Más tarde trabó amistad con el estadista conservador Konstantín Pobedonóstsev y abrazó algunos de los principios del Póchvennichestvo.[11]
Con todo, posicionar políticamente a Dostoyevski no es del todo sencillo: como cristiano, rechazaba el ateísmo socialista, como tradicionalista, la destrucción de las instituciones y, como pacifista,[25] cualquier método violento de cambio social, tanto progresista como reaccionario. A pesar de esto, dio claras muestras de simpatía por las reformas sociales producidas durante el reinado de Alejandro II, en particular por la que implicó la abolición de la servidumbre en el campo, dictada en 1861.[26] Por otra parte, si bien en los primeros años de su regreso de Kazajistán era todavía escéptico respecto de los reclamos de las feministas, en 1870 escribió que «todavía podía esperar mucho de la mujer rusa» y cambió de parecer.[27]
Su preocupación por la desigualdad social es notable en su obra y, desde un punto de vista cristiano ascético, creía –como luego reflejaría en su personaje Zosima– que «al considerar la libertad como el aumento de las necesidades y su pronta saturación, se altera su sentido, pues la consecuencia de ello es un aluvión de deseos insensatos, de ilusiones y costumbres absurdas», y quizás confiara, como dicho personaje, en que «el rico más depravado acabará por avergonzarse de su riqueza ante el pobre».[28]
En su destierro a Semipalatinsk Dostoyevski, mientras trabaja en Recuerdo de la casa de los muertos, lee los cursos publicados en forma de libro que impartió Hegel entre 1837-1840. En ellos Siberia es dejada fuera de la historia, y con ella el propio Dostoyevski que se indigna y asombra ante tales juicios. Entiende que ha sido dejado fuera de la historia cuando él, por ella, había padecido todas las persecuciones. Es entonces cuando concibe que para experimentar determinadas dimensiones de la vida uno debe salir fuera de la historia, y así experimentar el verdadero peso de su existencia. Esto es, para Dostoyevski, el infierno dantesco y el sufrimiento que es tan silenciado por la Ilustración. Recuerdos es por tanto una manifestación del concepto de existencia de Dostoyevski frente al historicismo hegeliano.[29]

Carrera literaria posterior



Tras el exilio.
En 1859, tras largas gestiones, Dostoyevski consiguió ser licenciado con la condición de residir en cualquier lugar excepto San Petersburgo y Moscú, por lo que se trasladó a Tver. Allí logró publicar El sueño del tío y Stepánchikovo y sus habitantes, que no obtuvieron la crítica que esperaba.[9]
En diciembre de ese mismo año se le autorizó regresar a San Petersburgo donde fundó, con su hermano Mijaíl, la revista Vremya ("Tiempo"), en cuyo primer número apareció Humillados y ofendidos (1861), otra novela inspirada en su etapa siberiana.[9] En ella se encuentran, además, varias alusiones autobiográficas, especialmente en lo referente a la primera etapa de Dostoyevski como escritor; se alude en ella, sobre todo, en su primera obra, Noches blancas, con varios guiños a situaciones o personajes específicos. Su siguiente obra, Recuerdos de la casa de los muertos (1861-1862), basada en sus experiencias como prisionero, fue publicada por capítulos en la revista El Mundo Ruso.[9]
Durante 1862 y 1863 realizó diversos viajes por Europa que lo llevaron a Berlín, París, Londres, Ginebra, Turín, Florencia y Viena. Durante estos viajes comenzó una relación con Polina Súslova,[30] una estudiante con ideas avanzadas, que lo abandonó poco después. Perdió mucho dinero jugando a la ruleta y, a finales de octubre de 1863, regresó a Moscú solo y sin dinero. Durante su ausencia, Vremya fue prohibida por haber publicado un artículo sobre el Levantamiento de Enero.[9]
En 1864 Dostoyevski consiguió editar con su hermano una nueva revista llamada Epoja ("Época"), en la que publicó Memorias del subsuelo. Su ánimo terminó de quebrarse tras la muerte de su esposa, María Dmítrievna Isáyeva, seguida poco después por la de su hermano. Dostoyevski debió hacerse cargo de la viuda y los cuatro hijos de Mijaíl y, además, de una deuda de 25.000 rublos que éste había dejado.[11] Se hundió en una profunda depresión y en el juego, lo que siguió generándole enormes deudas. Para escapar de todos sus problemas financieros, huyó al extranjero, donde perdió el dinero que le quedaba en los casinos. Allí se reencontró con Polina Súslova y le propuso matrimonio, pero fue rechazado.[11]
En 1865, de nuevo en San Petersburgo, comenzó a escribir Crimen y castigo, una de sus obras capitales. La fue publicando, con gran éxito, en la revista El Mensajero Ruso. Sin embargo, sus deudas eran cada vez mayores por lo que, en 1866, se vio obligado a firmar un contrato con el editor Stellovski. Dicho contrato establecía que Dostoyevski recibiría tres mil rublos —que pasarían directamente a manos de sus acreedores— a cambio de los derechos de edición de todas sus obras, y el compromiso de entregar una nueva novela ese mismo año. Si ésta no era entregada en noviembre, recibiría una fuerte multa y, si en diciembre seguía sin estar lista, perdería todos los derechos patrimoniales sobre sus obras, que pasarían a manos de Stellovski.[31] Dostoyevski entonces contrató a Anna Grigórievna Snítkina, una joven taquígrafa a quien dictó, en sólo veintiséis días, su novela El jugador, entregada en conformidad con los términos del contrato. El día de su entrega, sin embargo, el administrador de la editorial aseguró no haber recibido el aviso pertinente por parte de Stellovski, ante lo cual Dostoyevski se vio obligado a constatar la entrega –con acuse de recibo legal– en una comisaría.[32]


Anna Grigórievna Snítkina
Dostoyevski se casó con Anna Snítkina el 15 de febrero de 1867[9] y, tras una breve estadía en Moscú, partieron hacia Europa. La debilidad de Dostoyevski por el juego volvió a manifestarse en Baden-Baden. En 1867, finalmente establecido en Ginebra, comenzó a preparar el esquema de su novela El idiota, que debía publicarse en los dos primeros fascículos de El Mensajero Ruso del año siguiente. Según Anna Grigórievna, Dostoyevski afirmaba sobre esta obra que «nunca había tenido una idea más poética y más rica, pero que no había logrado expresar ni siquiera la décima parte de lo que quería decir».[33] En 1868 nació su primera hija, Sonia, pero murió tres meses después. El hecho fue devastador para la pareja, y Dostoyevski cayó en una profunda depresión. Decidieron alejarse de Ginebra y, luego de una estadía en Vevey, viajaron a Italia. Allí visitaron Milán, Florencia, Bolonia y Venecia. En 1869, partieron hacia Dresde, donde nació su segunda hija, Liubov. Su situación económica era, en palabras de Anna Grigórievna, de «relativa pobreza». Dostoyevski recibió el dinero convenido por El Mensajero Ruso y El idiota, y pudieron –a pesar de verse obligados a utilizar parte de éste para pagar deudas– vivir con algo más de tranquilidad que en años anteriores.
En 1870 el autor se dedicó a escribir una nueva novela, El eterno marido, que fue publicada en la revista Zariá. Algunos pasajes de la obra son de carácter autobiográfico. Específicamente, en el capítulo "En casa de los Zajlebinin", Dostoyevski recuerda el verano de 1866 pasado en una casa de campo en Liublin, cerca de Moscú, junto con una de sus hermanas.[34]
En 1871, terminó Los endemoniados, publicada en 1872. La novela refleja las inquietudes políticas de Dostoyevski en esa época. Al respecto, escribió a su amigo Strájov:
Espero mucho de lo que escribo ahora en El Mensajero Ruso, no sólo desde el punto de vista artístico, sino también en lo que respecta a la calidad del tema: desearía expresar algunos pensamientos, aunque por su causa debe sufrir el arte; pero estoy de tal modo fascinado por las ideas que se han acumulado en mi espíritu y en mi corazón, que debo expresarlas aunque sólo pueda lograr un opúsculo; es lo mismo, debo expresarme.[35]
Poco antes de que Dostoyevski comenzara a escribir la novela, la pareja recibió la visita del hermano de Anna, que vivía en San Petersburgo. Éste les habló del agitado clima político que se vivía en la ciudad y, especialmente, acerca de un asesinato que había tenido gran repercusión. Ivánov, un estudiante perteneciente al grupo extremista de Sergéi Necháyev, había sido asesinado en una gruta por orden de éste, tras alejarse del grupo por rechazar sus métodos de acción.[36] Dostoyevski decidió tomar como protagonista para su nueva novela a Ivánov bajo el nombre de Shátov y describió, siguiendo el relato del hermano de Anna, el parque de la Academia de Pedro y la gruta en la que fue asesinado Ivánov.[35]
Hacia 1871, Dostoyevski y Anna Grigórievna habían cumplido cuatro años de residencia en el extranjero y estaban resueltos a volver a Rusia. Como Anna estaba embarazada, decidieron partir cuanto antes para no tener que viajar con un niño recién nacido. Luego de recibir la parte del pago de El Mensajero Ruso y la correspondiente a la publicación de El eterno marido, partieron hacia San Petersburgo haciendo escala en Berlín.
A los ocho días de su llegada a Rusia nació Fiódor. Dostoyevski hizo un viaje rápido a Moscú, donde cobró lo correspondiente a la parte publicada de Los demonios en El mensajero ruso. Con este dinero les fue posible alquilar una casa en San Petersburgo. Pronto se vio el autor nuevamente asediado por acreedores, especialmente algunos que reclamaban deudas de la época de Tiempo, que le correspondían por la muerte de su hermano. Los acreedores se presentaban algunas veces sin documento probatorio y Dostoyevski, ingenuo, les firmaba letras de cambio.[37]


Fiódor Dostoyevski en 1876.
En 1872 partieron hacia Stáraya Rusa, donde permanecerían hasta 1875. Tras finalizar la novela Los demonios, Dostoyevski aceptó la propuesta de encargarse de la redacción del semanario El ciudadano. En 1873 editó la versión completa de Los demonios, publicada por la pequeña editorial que había fundado con medios propios, ayudado por Anna. El éxito de esta edición fue abrumador.[38] Luego reeditó también varias de sus obras anteriores y comenzó a publicar la revista Diario de un escritor,[39] en la que escribía solo, recopilando historias cortas, artículos políticos y crítica literaria. Esta publicación, aunque muy exitosa, se vio interrumpida en 1878, cuando Dostoyevski comenzó Los hermanos Karamázov, que aparecería en gran parte en la revista El Mensajero Ruso.
En 1874 Dostoyevski abandonó la redacción de El ciudadano, tarea que no satisfizo sus aspiraciones, para dedicarse completamente a escribir una nueva novela. Luego de evaluar las ofertas editoriales de El mensajero ruso y Memorias de la patria —del poeta Nikolái Nekrásov—, decidió aceptar esta última. La novela sería titulada El adolescente y comenzaría a publicarse ese mismo año. Por aquella época, Dostoyevski tuvo fuertes crisis asmáticas, y estuvo un tiempo en Berlín y Ems tratando su afección.[40]
En 1875 nació su cuarto hijo, Alekséi, y el matrimonio decidió volver a San Petersburgo. Durante esa época vivieron del dinero que obtenían por El adolescente. Mientras tanto, Dostoyevski continuaba reuniendo material para Diario de un escritor y frecuentaba con asiduidad reuniones literarias, donde se encontraba y debatía con viejos amigos y enemigos.[41] En 1877, la publicación de Diario de un escritor tuvo gran éxito y, aunque el autor estaba muy satisfecho tanto con los resultados económicos como con la simpatía que el público manifestaba en su correspondencia, sentía gran necesidad de crear algo nuevo. Decidió entonces interrumpir por dos o tres años la publicación de la revista para ocuparse de una nueva novela. A finales de año, en su libreta de apuntes, se leía:
Memento. Para toda la vida:
1) Escribir el Cándido ruso.
2) Escribir un libro sobre Jesucristo.
3) Escribir mis memorias.
4) Escribir el poema sobre «Sorokovina».[42]
Nekrásov, amigo de Dostoyevski –el primero en reconocer su talento con Pobres gentes y que más tarde editó El adolescente– se encontraba muy enfermo. Una de las veces que fue a verlo, el poeta le leyó una de sus últimas composiciones, "Los infelices", y le dijo: «La escribí para usted».[43] El poeta murió a finales de 1877. Durante su funeral, Dostoyevski pronunció un emotivo discurso, que más tarde ampliaría e incluiría en el último número de Diario de un escritor de ese año, dividido en cuatro capítulos: "La muerte de Nekrásov", "Pushkin, Lérmontov y Nekrásov", "El poeta y el ciudadano: Nekrásov hombre" y "Un testigo a favor de Nekrásov". Al dolor de Dostoyevski por esta pérdida se le agregaría, al año siguiente, el causado por la muerte de su hijo Alekséi. El niño fue sepultado en el cementerio de Bolsháia Ojta.


Tumba de Dostoyevski en el Monasterio de Alejandro Nevski
Dostoyevski y Anna, consternados, pensaron que no tenían más que hacer en San Petersburgo y regresaron con sus hijos a Stáraya Rusa. Dostoyevski acordó con El mensajero ruso la publicación de una nueva novela para 1879: se trataba de la futura Los hermanos Karamázov. De una bendición recibida por un sacerdote de la ermita de Óptina, tras contarle Dostoyevski lo sucedido con su hijo, surgiría la escena del capítulo Las mujeres creyentes, en la que el starets Zosima bendice a una madre tras la muerte de su hijo, también llamado Alekséi.[44] Por otra parte, la figura del starets Zosima sería creada a partir de las figuras de este sacerdote y de otro a quien el autor admiraba, Tijon Zadonski.[44]
Apenas comenzó a publicarse, Los hermanos Karamázov atrajo fuertemente la atención de lectores y críticos. Dostoyevski solía leer algunos fragmentos de ella en reuniones literarias con una excelente respuesta por parte del público. Muy pronto se la consideró una obra maestra de la literatura rusa y hasta logró que Dostoyevski se ganara el respeto de varios de sus enemigos literarios. El autor la consideró su magnum opus.[45] A pesar de esto, la novela nunca se terminó. Originalmente, según los esquemas del autor, consistiría en dos partes, y los sucesos de la segunda ocurrirían trece años más tarde que los de la primera. Esta segunda parte nunca llegó a escribirse.[46]
En 1880, Dostoyevski participó en la inauguración del monumento a Aleksandr Pushkin en Moscú, donde pronunció un célebre discurso sobre el destino de Rusia en el mundo.[47] El 8 de noviembre de ese mismo año, terminó Los hermanos Karamázov en San Petersburgo.

Muert

Dostoyevski murió en su casa de San Petersburgo, el 9 de febrero de 1881, de una hemorragia pulmonar asociada a un enfisema y a un ataque epiléptico. Fue enterrado en el cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Alejandro Nevski, en San Petersburgo. El vizconde E. M. de Vogüé, embajador de Francia en Moscú, describió el funeral como una especie de apoteosis. En su libro Le Roman russe, señala que entre los miles de jóvenes que seguían el cortejo, se podía distinguir incluso a los nihilistas, que se encontraban en las antípodas de las creencias del escritor.[48] Anna Grigórievna señaló que «los diferentes partidos se reconciliaron en el dolor común y en el deseo de rendir el último homenaje al célebre escritor».[49]
En su lápida sepulcral puede leerse el siguiente versículo de San Juan, que sirvió también como epígrafe de su última novela, Los hermanos Karamázov:
En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere produce mucho fruto.

Obra

Dostoyevski no siempre se dedicó a la literatura. Por decisión de su padre, se formó en la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo. Su fascinación por la literatura surgió tras la muerte de su padre y su graduación.[51] La primera obra de cuya publicación se tiene constancia fue Pobres gentes, publicada a comienzos de 1846 en formato epistolar, que recibió una buena respuesta por parte del público y la crítica. A esta obra le siguió El doble que, al igual que otros trece esbozos escritos por Dostoyevski en los tres años siguientes, centró su atención en la situación de los pobres y desheredados, en las humillaciones de las que eran objeto y sus reacciones ante ellas.[51]

Novela

Los mendigos profesionales alquilaban, en los barrios pobres, niños escuálidos para llamar la atención de los transeúntes y si el niño moría durante el día, seguían exhibiéndolo hasta la noche para no perder el precio del alquiler. Dievuschkin no podía comprender cómo los pequeños eran víctimas de esta situación tan habitual en la sociedad rusa. En este fragmento se evidencia este cotidiano escenario... «Y temblando todo él, llegase corriendo a mí y mostrándome el papel, con vocecilla que tiritaba, me dijo: 'Una limosnita, señor'... No hay que ponderar el caso, que es claro y corriente. Pero ¿qué iba yo a darle? Pues no le di nada. Y sin embargo, me inspiraba tanta compasión».
— De Fiódor Dostoyevski, Pobres gentes.

Temáticas

Dostoyevski tomó como materia prima de sus obras las preocupaciones que tenía con respecto al futuro de la humanidad[52] y las injusticias sociales de su época.[53] La mayoría de sus novelas se centra en la condición humana y trata temas como la pobreza (Pobre gente, Humillados y ofendidos, Stepánchikovo y sus habitantes);[54] las penumbras fantásticas (El doble); las relaciones amorosas (Noches blancas); o el amor, el egoísmo y la autopurificación por medio del sufrimiento (Niétochka Nezvánova). El escritor recurre al realismo psicológico y abarca áreas de la psicología, la filosofía y la ética.
Según Jorge Serrano Martínez, en Los endemoniados, la «degradación moral rusa», denunciada previamente en El idiota, estaba ya exacerbada, por lo que el escritor entendió que debía dar un contenido más explícitamente político a su obra. Para Dostoyevski, la generación reformista de la década del 60 –a diferencia de la suya (década del 40)– había incurrido en dos errores fundamentales: la utilización de métodos de acción violentos y la incorporación de elementos occidentales como el liberalismo, el anarquismo o el socialismo que no eran aplicables en una Rusia fundamentalmente cristiana, campesina y con una burguesía apenas desarrollada.[55]
Las novelas de Dostoyevski se caracterizan por una perspectiva social, política y moderna de la sociedad, que «destapan el cinismo y el desprecio al progresismo en la sociedad»,[56] construyendo así un movimiento «dostoyevskiano».[57] Asimismo, sus escritos presentan una profunda reflexión psicológica, lo que, según Joseph Frank, lo posiciona como el máximo representante de la novela en dicho tópico,[58] precursor del existencialismo y uno de los mejores escritores rusos.

Autobiografías

Algunos pasajes de las novelas de Dostoyevski pueden interpretarse como reescrituras encubiertas de su propia vida. La crítica ha señalado que estas temáticas poco recurrentes en las novelas del escritor ruso surgieron con el único motivo de «relatar sus impresiones pasadas».[59] En este sentido, adquieren una perspectiva singular Recuerdos de la casa de los muertos (su novela autobiográfica por antonomasia)[60] y Humillados y ofendidos. En la primera, el autor relata su vida como prisionero en Siberia a través de la figura de Aleksandr Petróvich, un hombre de clase noble que, una vez cumplida la condena por haber asesinado a su esposa, se queda en Siberia enseñando a leer a los niños. En la segunda, a pesar de desarrollar un argumento y un estilo narrativo no autobiográficos, se vale de elementos de este género como recurso literario.
Me representaba de modo muy claro que la vida y el mundo no dependían más que de mí. En realidad, hasta podía decirse, en aquel momento, que el mundo no había sido creado más que para mí. [...] Y puede suceder que, en efecto, nada exista para nadie después de mí y que el mundo entero, una vez que se haya abolido mi conciencia, se desvanezca como un fantasma, puesto que no es más que el objeto de mi conciencia, y que se aniquile, puesto que todo el mundo y todos los hombres acaso no sean más que yo mismo...
— De Fiódor Dostoyevski, El sueño de un hombre ridículo.

Cuentos

En sus relatos –por lo general, cuentos como "El árbol navideño y la boda"– Dostoyevski expuso sus críticas, argumentó sus perspectivas y aclaró y profundizó sus temáticas recurrentes de un modo más «sarcástico e irónico» que en sus novelas.[61] Haciendo uso de un humor sutil y de un profundo análisis psicológico, esclarecía sus ideas morales, basadas en la religión cristiana ortodoxa, y se oponía al racionalismo y al nihilismo.[62] En algunos de los primeros relatos, como "El corazón débil", "El señor Projarchin" o "El pequeño héroe", se aprecia una cierta exaltación del sentimiento, muy cercana al romanticismo. "El corazón débil", especialmente, es un delirio donde la sublimación de los sentimientos –el miedo por un lado, el amor por otro– termina por conducir a la locura.

Artículos, ensayos y otros escritos

Los artículos de Dostoyevski, entre los que se cuentan algunos ensayos, son escritos breves de corte tanto político como social en los que el autor analiza episodios o sucesos vividos ("Notas de invierno sobre impresiones de verano", "Mi relación con Belinski", "El proceso a Kornílova"). Al igual que sus obras literarias, sus artículos y ensayos exploran aspectos del hombre contempóraneo ("La mentira se salva por otra mentira"), el subconsiente ("El talento"), las injusticias del poder ("Algo acerca de los abogados") y la pobreza ("El niño mendigo", "Un hombre paradójico"). Otros tienen carácter biográfico ("La muerte de George Sand", "La muerte de Nekrásov", "Pushkin", Lérmontov y Nekrásov", "El poeta y el ciudadano: Nekrásov hombre" o "Un testigo a favor de Nekrásov") o autobiográfico ("Anécdota sobre la vida infantil").
Obras selectas
  • "Ancianos" (старых людей) (1873)
  • "Miércoles" (среда) (1873)
  • "Algo personal" (Нечто личное) (1873)
  • "Cuadritos" (Маленькие картинки) (1873)
  • "A propósito de una exposición" (по поводу выставки) (1873)
  • "Cuadritos de viaje" (1874)
  • "¿Francés o ruso?" (русский или французский язык) (1876)
  • "El proceso a Kornílova" (1876)
  • "Dos suicidios" (Два самоубийства) (1876)
  • "La sentencia" (приговор) (1876)
  • "Los mejores" (1876)
  • "La moral tardía" (1876)
  • "Afirmaciones sin pruebas" (1876)
  • "El nacimiento de un escritor" (1877)
  • "Discurso sobre Pushkin" (Пушкин) (1880)

Recopilaciones

La única recopilación de la que se tiene registro es Diario de un escritor (Дневник писателя) (1873-1881), una colección de escritos de ficción y no ficción publicados en el semanario El ciudadano y, luego, en forma independiente.[14] Diario de un escritor contiene tanto notas sobre revueltas políticas, juicios sumarios y conflictos sociales como reflexiones sobre Pushkin o comentarios sobre Anna Karénina.
La lengua es, sin discusión, la forma, el cuerpo y el envoltorio del pensamiento [...], y, por decirlo de algún modo, la palabra última y definitiva de la evolución orgánica. De donde se deduce que, cuanto más ricos sean los materiales y las formas que adquiero para expresar mi pensamiento, más feliz seré en la vida, más precisas y comprensibles serán mis razones tanto para mí mismo como para los demás, más facilidades tendré para dominar y vencer; podré decirme más rápidamente a mí mismo lo que quiero decir, lo expresaré con mayor profundidad y con mayor profundidad también comprenderé lo que quería decir; mi espíritu será más fuerte y más sereno y, por supuesto, seré más inteligente. [...] Ni qué decir tiene que cuanto más rico, flexible y variado sea nuestro conocimiento de la lengua en que hemos decidido pensar, más facilidad, variedad y riqueza habrá en la expresión de nuestro pensamiento.
Dostoyevski, Diario de un escritor.

Estilo



Raskólnikov y Marmeládov, por Mijaíl Klodt. Crimen y castigo ha sido considerada por algunos críticos la obra maestra de Dostoyevski.
Literatos rusos contemporáneos a Dostoyevski lo compararon frecuentemente con otros escritores y criticaron la complicación, confusión y eclecticismo argumental de sus obras. Anna Dostoyévskaia objetó esta comparación basándose en la imposibilidad de comparar, a su juicio, las obras de personas que viven en una situación «materialmente incomparable»:
Casi todos (León Tolstói, etc.) eran hombres sanos y sin el aguijón de la necesidad; tenían la posibilidad de meditar y cuidar sus obras; F. M., en cambio, sufría dos penosas enfermedades, tenía el peso de la familia y las deudas y vivía en una cuantiosa incertidumbre por el mañana
Dostoyévskaia, Anna Grigórievna. Dostoyevski, mi marido. p. 126. 
Estas características señaladas por Anna ayudan a entender y contextualizar algunas de las frases «pesimistas» –casi románticas– del escritor, tales como «La pobreza y la miseria forman a un artista».[63] Sin embargo, este Dostoyevski por momentos «pesimista» no cayó en una «quietud apática» ni mucho menos en la misantropía. Por el contrario, mostró un gran interés por el hombre de su siglo y un gran temor por el de los siguientes, en tanto consideraba que el futuro de la humanidad estaba en peligro.[52] Esta profunda preocupación por el «hombre del mañana» puede dar una pista, al menos en parte, acerca de la temática y óptica de sus obras, más cercanas a las actuales (por ejemplo, cierto estado embrionario de lo que luego sería el psicoanálisis) que a las de su época:[53] [52]
El hombre en la superficie de la tierra no tiene derecho a dar la espalda y a ignorar lo que sucede en el mundo, y para ello existen causas morales supremas.
Fragmento. Opinión personal acerca de la sociedad moderna.[52]
Su realismo y preocupación por la humanidad lo llevaron a indagar «las facetas del espíritu humano», aunque sin detenerse en ellas.[64] Generalmente, Dostoyevski pone a los personajes de sus novelas en las situaciones más extremas, rastreando sus conflictos interiores, sus motivaciones más profundas, sus debilidades y sus anhelos por salir adelante.[65] Consideraba que, como escritor, su deber era encontrar el ideal que late en el corazón del hombre, «rehabilitando al individuo destruido y aplastado por el injusto yugo de las circunstancias, del estancamiento secular y de los prejuicios sociales».[66] [64]
Tanto por su temática como por el modo de abordarla en sus novelas trágicas, Dostoievski se adelantó a los estudios psicoanalíticos sobre el inconsciente, al surrealismo y al existencialismo.[52] En cuanto a lo estrictamente literario, tal vez uno de sus grandes aportes a la narrativa haya sido el haber ubicado al narrador dentro de la obra, dejando la postura externa de quien relata una historia ajena. Este estilo fue retomado posteriormente por autores como Thomas Mann, Unamuno y Sartre.[67] [68] [69] De igual forma, su penetrante descripción del alma humana, su implicación emocional con lo relatado y su aguda descripción social fueron las bases de su influyente estilo, que algunos críticos califican como «jocoso y sencillo».[70] Sus grandes aportes a la literatura le hicieron ganarse el respeto de figuras como Nietzsche.[71]
Esencialmente un escritor de mitos –comparado a veces, en este aspecto, con Herman Melville–, Dostoyevski creó una obra con una inmensa vitalidad y un poder casi hipnótico, caracterizada por los siguientes rasgos: escenas febriles y dramáticas donde los personajes se mueven en atmósferas escandalosas y explosivas, ocupados en apasionados diálogos socráticos «a la rusa», la búsqueda de Dios, el mal y el sufrimiento de los inocentes.
En las novelas de Dostoyevski transcurre poco tiempo (muchas veces sólo unos días), lo que permite al autor huir de uno de los rasgos dominantes de la prosa realista: el deterioro físico que produce el paso del tiempo. Los personajes pueden clasificarse en diversas categorías: humildes y modestos cristianos (Príncipe Myshkin, Sonia Marmeládova, Aliosha Karamázov), nihilistas autodestructivos (Svidrigáilov, Smerdiakov, Stavroguin, Maslobóiev), cínicos libertinos (Fiódor Karamázov, el príncipe Valkorski de Humillados y ofendidos), intelectuales rebeldes (Rodión Románovich Raskólnikov, Iván Karamázov, Ippolit Teréntiev). Todos ellos encarnan valores espirituales que son por definición intemporales y se rigen por ideas más que por imperativos biológicos o sociales.[72] El escritor austríaco Stefan Zweig escribió:
Apartados del mundo por amor al mundo, irreales por pura pasión de realidad, las figuras de Dostoyevski parecen, al principio, un poco simplistas. Su marcha no es rectilínea, ni persigue ningún fin visible. Estos hombres todos adultos, todos hombres hechos, andan por el mundo a tientas como los ciegos y tienen el torpor de los borrachos. Los vemos detenerse, mirar en derredor, hacer todo género de preguntas, para aventurarse de nuevo, sin esperar respuesta, hacia lo desconocido.
Tres maestros. Balzac, Dickens, Dostoyevski (1920)[73]
Algunos temas recurrentes en la obra de Dostoyevski son el suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares, el renacimiento espiritual a través del sufrimiento –uno de los puntos capitales–, el rechazo a Occidente y la afirmación de la ortodoxia rusa y el zarismo.[72]
Mijaíl Bajtín introdujo el concepto de polifonía para referirse a las obras de Dostoyevski. Según éste, a diferencia de otros escritores, no parece aspirar a tener una visión única y va más allá, describiendo situaciones desde varios ángulos. En sus novelas, llenas de fuerza dramática, personajes y puntos de vista contrapuestos se desarrollan libremente, siempre en un violento crescendo.[74]

Existencialismo

Dostoyevski es considerado uno de los precursores del existencialismo y probablemente el mayor representante de la literatura existencialista.[75] Novelas como Crimen y castigo, Memorias del subsuelo, Los endemoniados, Los hermanos Karamázov y El idiota tienen un carácter existencialista en sus temáticas, que enfatizan el libre albedrío del hombre como esencia, particularmente expresado por el renacimiento espiritual a través del sufrimiento, la idea del suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares y el falaz determinismo que el racionalismo occidental impone al hombre, subyugando su voluntad a las «leyes de la naturaleza».[76] Otra idea que Dostoyevski manejó es que «la idea de la naturaleza humana que surge es imprevisible, perversa y autodestructiva; sólo el amor cristiano puede salvar a la humanidad de sí misma, pero ese amor no puede ser entendido desde la sensibilidad filosófica».[75] Sartre, al opinar sobre el existencialismo en Dostoyevski, destaca la reflexión de Iván Karamázov:
Dostoyevski ha escrito: «Si Dios no existe, todo está permitido». He aquí el punto de partida del existencialismo. Efectivamente todo es lícito si Dios no existe, y como consecuencia el hombre está «abandonado» porque no encuentra en sí ni fuera de sí la posibilidad de anclarse. Y sobre todo no encuentra excusas. Si verdaderamente la existencia precede a la esencia, no podrá jamás dar explicaciones refiriéndose a una naturaleza humana dada y fija; en otras palabras, no hay determinismo: el hombre es libre, el hombre es libertad. Por otra parte, si Dios no existe, no encontramos frente a nosotros valores u órdenes que puedan legitimar nuestra conducta. Así, no tenemos ni por detrás ni por delante, en el luminoso reino de los valores, justificaciones o excusas. Estamos solos, sin excusas. Situación que creo poder caracterizar diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado a sí mismo, y no obstante libre porque, una vez lanzado al mundo, es responsable de todo lo que hace. El hombre, sin apoyo ni ayuda, está condenado en todo momento a inventar al hombre.[77]

Influencia

La obra de Dostoyevski ha influido, entre otros, a escritores como Hermann Hesse, Jean Paul Sartre, Marcel Proust, Henry Miller, Thomas Mann, William Faulkner, Albert Camus, Franz Kafka, Emil Michel Cioran, Yukio Mishima, Charles Bukowski, André Gide, Roberto Arlt, Ernesto Sabato, Gabriel García Márquez y Bruno De Cabo. En el siglo XX, las excepciones son, quizás, Vladímir Nabókov, Henry James y D. H. Lawrence. En una de sus últimas entrevistas, Ernest Hemingway citó a Dostoyevski como una de sus mayores influencias.[78] Virginia Woolf llegó incluso a preguntarse si valía la pena leer a otro autor.[12] Por su parte, John Maxwell Coetzee, ganador del Premio Nobel de literatura en 2003, puso a Dostoyevski como protagonista de El maestro de Petersburgo, novela en la que indaga su vida y la historia de Rusia.
Sigmund Freud dijo en su artículo «Dostoievski y el parricidio» que el capítulo «El gran inquisidor», de la novela Los hermanos Karamázov, era una de las cumbres de la literatura universal. Dostoyevski influyó también a Nietzsche, quien afirmó:
Dostoyevski, el único psicólogo, por cierto, del cual se podía aprender algo, es uno de los accidentes más felices de mi vida, más incluso que el descubrimiento de Stendhal.
El autor ruso Alekséi Rémizov escribió desde su exilio en París en 1927: «Dostoyevski es Rusia. Rusia no existe sin Dostoyevski».[79] La mayor parte de los críticos coinciden en afirmar que Dostoyevski y Dante Alighieri, William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Víctor Hugo y otros pocos elegidos han influido decisivamente en la literatura del siglo XX, especialmente en lo que al existencialismo y al expresionismo se refiere.[72]

 

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