Santa Teresa nació en el 1515 y
murió en 1582. Pertenece al Siglo XVI y este año se han celebrado los 500 años de
su muerte. Vivió por tanto entre la edad media y el barroco las décadas del renacimiento.
En otros países empieza antes y dura más el renacimiento que dura poco en
España, parte siglo XV y XVI. El Barroco es el siglo de luz en una España
conservadora represiva. El renacimiento potencia el deseo, la razón y fe en el ser
humano. Sociedades teocráticas como el mundo árabe aún viven en la edad media
oscurantista. La religión es la ley que dicta la forma de vivir.
Santa Teresa fue coetánea de grandes
hombres del renacimiento como el italiano Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano
o grandes humanistas como Erasmo de Rotterdam (dominico se salió de la iglesia)
Parte el estado libertad con el pensamiento y la acción. Se abre la sociedad
con Gutenberg, Erasmo, Calvino y Lutero, que abogan por una religión más
humana. Lutero y Calvino son más
radicales, rompen con la iglesia de Roma. Erasmo quería reforma la iglesia desde
dentro. El Protestantismo lo siguieron príncipes de centro de Europa y norte de
Europa. El Poder lo compartían el papado y el emperador. Carlos v y Felipe II fueron
gobernantes de los grandes reinos del imperio, soberanos de gran parte de Europa.
Para socavar el poder y como reacción al protestantismo surge el fenómeno de la
mística. Fray Luis león, s juan cruz… Se produce cierta apertura. Existía una tradición
de la biblia, la vulgata. No se permitían traducciones diferentes a ella. Santa
Teresa tradujo el cantar de los cantares del rey David que Salomón escribió. (Salomón
era el hijo del rey David) Se trata de un poema erótico, metáfora de la mística,
y la unión con dios; los amores de David y Betsabe. Tradujo Lutero el texto también.
Las mujeres en la iglesia se limitaban a
limpiar, pasar cepillo. No podían hacerse curas. En 1492 se produce el descubrimiento
de américa, la independencia de Portugal, el matrimonio de los católicos, la creación
del reino España y la conquista de Granada con la consiguiente expulsión de moros
y judíos. El Concilio de Trento se produce en 1550 y pilla a Santa Teresa en la
mitad de su vida. Este concilio trataba de controlar la desviación de
pensamiento y proseguir la persecución a sangre y fuego de la inquisición. El
emperador Adriano 6 fue protector de Carlos v. El sistema se basaba en una fe
bien defendida, y una religión bien enraizada.
La Religión era el ojo vigilante detector que
perseguía cualquier disidencia, el que piense diferente; las brujas, los
herejes, los árabes... Felipe II prefirió no reinar a reinar sobre herejes. Carlos
V fue el típico rey renacentista. Felipe II barroco, contra reformista, y oscuro,
pero más reformista que su padre. Carlos V fue más retrogrado. Luis vives fue
un humanista de la época que denunció la inquisición. La persecución de los místicos
era parecida a la persecución de los escritores en el estalinismo cuando los
mandaban al Gulag. No se puede hablar sin peligro ni callar. Se celebró el Concilio
de Trento y 2 autos de fe de la inquisición en España, centro de la contrarreforma
católica barroca. Matan a sospechosos de judíos o erasmistas. (el libro el
hereje Delibes habla de eso) En Valladolid Sevilla, los dos centros más retrógrados
y fachas se producen estos autos de fe, parecidos a los juicios sumarísimos
estalinistas. Se ponen en pilota, se les enjuicia y se les quema. Por ejemplo a
los comuneros en Burgos. En Segovia estaba el reino de Carlos v que expulsó a los moriscos. Eran las mayores
ciudades de la época. Matan en realidad a los judíos por ser ricos comerciantes
y tener dinero. La Semana santa es una invención del barroco. El maestro de los
pintores de Sevilla era Velázquez. Pero aquí vamos a hablar de los Místicos
españoles y la literatura. La mística es la experiencia trascendental vivida y
cantada. Escriben en poesía, recurso más a mano para expresar su unión con Dios.
La poesía en Teresa es secundaria,
un entretenimiento para las monjas, cuenta en prosa narrativa sus experiencias.
En el barroco el teatro y poesía prevalecen, como en la edad media, en el
renacimiento época más luminosa prevalece la narrativa. La Celestina es la bisagra
entre medievo y renacimiento. Quijote entre renacimiento y barroco. La Poesía y
teatro reflejado en celestina está entre el renacimiento y la edad medía. Lazarillo
Tormes es una obra narrativa puramente renacentista. Su continuación en Quevedo
con el buscón, el nuevo lazarillo, es ya una obra barroca. La diferencia es que
el lazarillo de Tormes está más idealizado, es un pícaro, un hombre bueno y la
denuncia social es leve. Pero el lazarillo de Quevedo es un verdadero
delincuente, cruel, y retrata una España muerta de inanición, miseria, hambre. El
siglo de oro del barroco se corresponde históricamente con la época en que
España sufría más miseria. El lazarillo de Tormes es una novela epistolar. El narrador
es el propio lazarillo que cuenta a una autoridad su boda, no hay narrador en 3
persona que narre. La poesía religiosa de los místicos es bastante sexual. Quijote
es considerada la primera novela española. Refleja la desilusión entre una España
q desaparece y la nueva q nace. Entre el ideal del renacimiento, quijote, y lo
real de una España atrasada y profunda y negra; sancho. Las nuevas andanzas del lazarillo en el
barroco es una crítica social, ya no es un pícaro inocente sino un resentido de
la vida. El Renacimiento es claridad, se procura escribir como se habla. Ahora
no entendemos todas las palabras de Cervantes pero el Quijote es una novela
trasparente con la naturalidad y voluntad de Cervantes de escribir como se
habla. En el Barroco se da, además de la reforma y la poesía mística, la narrativa
culta e ilustrada de Baltasar Gracián (oscuro preceptista) y la lucha entre la
literatura conceptista de Quevedo (concepto) y la culteranista de Góngora
(forma)
Teresa venia de una familia de
judíos conversos, tanto el padre como la madre. El padre se casó con dos mujeres. el padre era aficionado a leer buenos libros. El Abuelo paterno, juan Sánchez
vivía en Toledo, era un judío converso. En los Autos de fe ejemplificantes, a
este ilustrado judío le ponen en la picota, le ponen un sombrero capirote (de semana
santa) y le pasearon por la ciudad y plaza para humillarle y reírse de el. Este
abuelo se fue a Ávila, el padre se casa dos veces, con una tiene 3 hijos y con
la madre de Teresa 11. la madre sufrió toda su vida grandes enfermedad. era hermosa pero nunca se aprovechó de su belleza a diferencia de Santa Teresa. vestía trajes de señora mayor. murió a los 30 años del parto de un hijo. murió cristianamente como había vivido. Teresa tenía otros 8 hermanos pero era la preferida y más querida del padre. guarda buen recuerdo de su familia, todos eran muy buenos e inclinados al señor mientras que ella cayó en todas las tentaciones. leía vidas de santos. no podía quejarse de sus padres que cuidaban de su bien.
Con 33 años la madre de Santa Teresa fallece en el parto del 11 hijo. Teresa tiene 9 años. No quiere dedicarse a tener hijos y morir en el parto como la madre, claro que no quería esa vida. Tenían en casa libros de caballería como los que leía el Quijote (¿obra que leyó?). Cuando habla de la mística y la unión con Dios las expresiones provienen de estos libros y de las vidas ejemplares de santos. Con 7 años con su hermano quiso ir a tierras de moros para ser mártires. Lo cuenta en el Libro de la vida; se construía cuevas y cabañas para hacer que eran ermitaños. Su padre no quería que ella profesara como monja. En su niñez e infancia la religión estaba muy presente. Meterse monja, ingresar convento como Inés de la cruz, fue su decisión trascendental. La libertad de no casarse con un marido es casarse con Dios. Su padre no quería que ingresara, pero ingresó en el convento de la Encarnación de carmelitas en Ávila. La sacan de allí por problemas de corazón. La metió a los 18 para que no tonteara con los mozos. En su primer Ingreso, contra la voluntad paterna, tuvo una enfermedad. Al igual que sor Inés de la cruz en México, Santa Teresa salió un tiempo del convento. Estuvo en cama mucho tiempo, habían preparado su funeral, y de repente se puso bien aunque con secuelas; su capacidad de movimiento quedo muy reducida, apenas habla de ella en su libro. Las conjeturas de los médicos establecieron diferentes teorías, y la diagnosticaron diferentes enfermedades en las que algunos ven la raíz de sus éxtasis místicos. Enfermedades tanto fisiológicas como psicológicas.
Con 33 años la madre de Santa Teresa fallece en el parto del 11 hijo. Teresa tiene 9 años. No quiere dedicarse a tener hijos y morir en el parto como la madre, claro que no quería esa vida. Tenían en casa libros de caballería como los que leía el Quijote (¿obra que leyó?). Cuando habla de la mística y la unión con Dios las expresiones provienen de estos libros y de las vidas ejemplares de santos. Con 7 años con su hermano quiso ir a tierras de moros para ser mártires. Lo cuenta en el Libro de la vida; se construía cuevas y cabañas para hacer que eran ermitaños. Su padre no quería que ella profesara como monja. En su niñez e infancia la religión estaba muy presente. Meterse monja, ingresar convento como Inés de la cruz, fue su decisión trascendental. La libertad de no casarse con un marido es casarse con Dios. Su padre no quería que ingresara, pero ingresó en el convento de la Encarnación de carmelitas en Ávila. La sacan de allí por problemas de corazón. La metió a los 18 para que no tonteara con los mozos. En su primer Ingreso, contra la voluntad paterna, tuvo una enfermedad. Al igual que sor Inés de la cruz en México, Santa Teresa salió un tiempo del convento. Estuvo en cama mucho tiempo, habían preparado su funeral, y de repente se puso bien aunque con secuelas; su capacidad de movimiento quedo muy reducida, apenas habla de ella en su libro. Las conjeturas de los médicos establecieron diferentes teorías, y la diagnosticaron diferentes enfermedades en las que algunos ven la raíz de sus éxtasis místicos. Enfermedades tanto fisiológicas como psicológicas.
Temblores regios, epilepsia, un estado
muy cercano a la alucinación… esta cierta religiosidad, cercana a la mística le
venía quizá por síntomas físicos. Sus trances empiezan con una potente luz que pinta
la imaginación. Parálisis, alucinaciones con música evangélica… Santa Teresa quiere
estar siempre sufriendo este mal. Tiene muchos episodios de su enfermedad
epiléptica. Desorientación. Atontamiento. Sufría meginjeo clínico en coma
profundo, encogimiento de la figura, trastornos depresivos, agravados por dolores
fibralficos, se queja de dolores generalizados por todas partes, delirios
sacros, un misticismo exuberante. Santa teresa tiene malograda su salud por
llevar una vida insana. Apenas comía, cenaba fruta, se provocaba vomito con una
pluma para no sufrir dolores estomacales. Apenas duerme, unas horas de continuo.
Tiene bulimia, vomita lo que come, anorexia, lo poco que come lo vomita. En aquella
época cuantas cosas hacían, parecían tener tiempo para todo. A pesar de su salud
precaria. Tenía una mala salud de hierro y además tiempo para hacer tantas
cosas- Murió a los 65 años. Cada 20 años relata un capítulo de su vida. Vivió
en el monasterio la Encarnación. Los 20 últimos años hace la reforma de la orden
de Carmelo. Recorre España fundando 17 conventos en carro. Si llovía se mojaba.
Buscaba dinero para abrirlo. Era una mística pero tenía mucho rollo práctico,
era una negociadora nata. San Juan de la Cruz era carmelita también y le ayudó a
refundar órdenes. El primer convento que fundó fue el de San José. El segundo Medina
del Campo, conoció allí a San Juan de la Cruz (místico para dentro, negado para
la vida práctica). Santa Teresa era una correcaminos. Tenía mano izquierda para
buscarse aliados poderosos. Fue protegida por el propio rey, Felipe II, que era
muy religioso y temeroso de la muerte. Con la inquisición encima, se escaqueaba
siempre. Fray Luis de león o San Juan de la Cruz estuvieron detenidos por la
inquisición. No está demostrado su relación con Felipe II. Eran favorecedores
los duques de Ávila y la princesa de Éboli y en general la familia Éboli. Esta relación
de la princesa y Teresa la aborda Prada en su obra sobre ella. Vivió en el
Convento en Castrana, pueblo de la alcarria en Guadalajara. Teresa no publicó
nada en vida. Era imposible que una mujer publicara eso. Fray Luis de león publicó
la obra de la bella fallecida. Ella empezó a escribir a los 51. Murió a los 65
La última parte le dio por fundar de conventos. En el Convento la Encarnación
podía haber escrito allí su obra pero estaba enferma. Llevó a cabo la reforma de
la orden carmelita, austera, asceta, de compartir pobreza, refugio de los
poderosos. Al final iban allí los ricos que revolucionaban la austeridad y pobreza de las monjas que habían creado los conventos
con esa norma de austeridad. Santa Teresa se granjeó muchas enemistades. Los Carmelitas
llevaban una vida miserable. Aquellos claustros
estaban llenos de angustia, como una peli de terror, decía exageradamente Víctor Hugo. Las monjas se levantaban en los maitines,
no dormían placenteramente, como monjes zahories. Cuando entró al convento era un
cachondeo, la diversión de las monjas. En el convento de los frailes sufrió alucinaciones,
estragos, segregaba sustancias extrañas. Como una huelga de hambre de las de
ahora pero multiplicada por mil. Para Franco era la santa de la raza, se llevó
el brazo incorrupto de santa teresa. Hay huesos de ella en toda España, 50 dedos. La canonizaron
al morir, años después la santificaron. Enseguida la hicieron santa a esta mujer
en todo raro. Cada viaje que el papa hacia aprovechaba para santificar. Se santificaron
a 300 personas. El barroco, época oscura, le da por santificar a todo el mundo.
El franquismo lo que hizo fue oficializarse, apropiarse de la santa. No había
sido fiel a la ortodoxia de la iglesia, tras el concilio de Trento pero el
franquismo la puso de ejemplo de una fiel beata. En 1870 la nombran la primera
doctora de iglesia, la primera mujer en recibir este título. Existía una ley, la Clausula sexus; si eres mujer no
puedes ser doctora. Pablo 6 la hizo doctora.
Juan 23, el bueno, la santificó.
Hay un brazo suyo en un convento en alba tornes, (se puede ver en la exposición
las edades del hombre que recorre Castilla cada año exponiendo en una ciudad) Hay
restos suyos en Burgos, estuvo en el Pardo.
La desenterraron, (murió en Alba de Torres), la llevan a Ávila, otra vez
a Torres. Esta allí el corazón y el brazo. El pie y la mandíbula están en Roma,
el dedo en París. La Iglesia nueva de santa teresa en Baracaldo fue una
ocurrencia del entonces alcalde. Todos han admirado a Santa Teresa; el
franquismo la nombró la santa de la raza, aunque fue una mujer con cierto punto
de disidencia. Santa Teresa revolucionó la vida de las monjas en el convento,
las hacía obras de teatro, las divertía. Además tuvo siempre a la inquisición
contra ella pues entendía a Dios de forma mística y heterodoxa y no ortodoxa y
oficial. Escritores anticlericales o políticos republicanos como Manuel Azaña fueron lectores de teresa. Los relicarios
son cosas muy bonitas, las reliquias, ves ahí el hueso y te dicen; está muerta,
está en cachos. El Brazo de San Francisco Javier en Baracaldo está momificado y
seco como las momias. Esto parece una falta
de respeto a la persona. Van en urnas preciosas, los relicarios son joyas de
plata y oro, joyas preciosas. Ignacio Loyola estudió en París con Calvino, compartieron
aulas, crea a los jesuitas junto con Francisco Javier. Los jesuitas son una orden
más tolerante y el actual papa Francisco es jesuita. El último convento fundado
fue el carmelita de burgos. Santa Teresa fundó conventos en Palencia, Salamanca, Álava (el primero) Toledo, Pascana,
Ciudad Real, Granada y Sevilla.
La princesa de Éboli al quedarse
viuda profesó, se hace monja, hace sus votos, a cambio financia los monasterios
de teresa, mantiene sus lujos, Teresa le regala sus libros para que los lea y
le de su opinión. Teresa de Ávila le enseñaba sus escritos al confesor que se
los mandaba quemar. Hacia copias. Había un libro que le pidió el duque de alba
y la princesa de Éboli y era las moradas, el libro más íntimo de la autora. A
la princesa la dejaron sola en el convento. Así que dio el libro a la inquisición.
Acabó mal en el convento, la corsaria del parche eterno en el ojo, confinada
por e l rey Felipe II. El convento lo fundaron para ella
En las Obras autobiográficas
Santa Teresa relata su vida, infancia y juventud,
por qué se metió al convento. el Libro de las fundaciones cuenta sus viajes
creando conventos. Escribió obras pedagógicas para las monjas. Los enseña a llevar
la vida en el convento, los peligros que pueden encontrar. Camino de perfección
son consejos de amor y temor. “Amor; apresura tus pasos. Temor; dónde poner los
pies para no caer”. Contribuyó al relajamiento de las monjas de su vida al
servicio de Dios. “No os echéis a dormir, quedar sosegadas por miedo a ladrones
que se los deja dentro”. Los libros místicos relatan sus experiencias con Dios.
Las moradas o castillo interior. Describe las siete etapas que conducen a la unión
con Dios; Vía purgativa no dormir,
ni comer, limpiarse física espiritualmente, si estas lleno liberarte. Vía iluminativa esperar a que Dios
venga. Vía unitiva; unión con dios….
No cumple los requisitos de los libros de teresa, es libro difícil, llenos metáforas
en prosa y no en poesía como la obra de
San Juan de la Cruz-. Via Contemplativa
Como quien lee el Ulises o una novela de Faulkner al principio no lo entiendes,
tienes que seguir. Fray Luis de León tradujo el cantar cantares, se lo pasó a Teresa
para que lo leyera. Es la versión que había en la Vulgata. Lo que se contaba era
cercano a sus experiencias místicas y a su propia experiencia. Por eso hay
mucha influencia de Fray Luis de León en Santa Teresa. Santa Teresa escribió
las meditaciones sobre el cantar. Las metáforas de los místicos tenían muchas
connotaciones sexuales. Amar es unirse con el amado. En otros místicos también
hay una ambivalencia del sufrimiento placentero, del goce y el dolor.
Dijo; Vivo sin vivir en mi y tal
alta dicha espero q muero porque no muero y también; Dios espera a la mujer entre
los fogones (frase que se puede interpretar como muy machista). Juan Mallorga
escribió la obra de teatro “la lengua en pedazos”, un dialogo de Santa Teresa
con el inquisidor. Hay quien dice que Santa Teresa quería quitar la libertad a
las mujeres, era muy machista. La mujer escalaba; o te casabas o te retirabas
de la vida, no podían entrar hombres al convento. Había que encontrar a Dios en
los pucheros. El convento fue fundado para la princesa de Éboli pero la fueron
dejando sola porque aquello ya no era un convento como los que fundó Santa teresa.
WIKIPEDIA:
Santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa
de Ávila (Gotarrendura
o 5Ávila,
28 de marzo
de 1515-Alba de
Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa,
fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte
Carmelo (o carmelitas), mística
y escritora
española.
Canonizada
a poco menos de cuarenta años de su muerte, fue proclamada Doctora de la Iglesia católica en 1970 por
Pablo VI.
Junto con san Juan de la Cruz, se considera a santa
Teresa de Jesús la cumbre de la mística experimental cristiana,7
8
y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la
Iglesia.
Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, aunque generalmente
usó el nombre de Teresa de Ahumada hasta que comenzó la reforma, cambiando
entonces su nombre por Teresa de Jesús. El padre de Teresa era Alonso Sánchez de Cepeda, hijodalgo a
fuero de España, que se encontraba en la Suertes de los Fielazgos en la
Cuadrilla de Blasco Jimeno o de San Juan, de la ciudad de Ávila. Hijo de Juan
Sánchez de Toledo, éste era un bien establecido comerciante de origen judío
converso, casado a su vez con Inés de Cepeda, también de origen converso cuya
familia era originaria de Tordesillas pero se había establecido en Toledo. En
1485 tras el establecimiento del Tribunal de la Inquisición en la ciudad, Juan
Sánchez confesó voluntariamente ante éste y recibió una pena menor.
Posteriormente pudo obtener el reconocimiento de hidalguía con ejecutoria
presentando pleito ante la Real Chancillería de Ciudad Real (que luego trasladó
a la de Granada) obteniendo el reconocimiento de la misma en 1500. 2
9
Alonso se casó dos veces. La primera, con Catalina del Peso y Henao, tuvo
dos hijos: María y el capitán Juan Vázquez de Cepeda. Con su segunda esposa,
Beatriz Dávila y Ahumada, pariente de la anterior, que murió cuando Teresa
contaba unos 13 años, tuvo otros diez: Hernando, Rodrigo, Teresa, Juan (de
Ahumada), Lorenzo, Antonio, Pedro, Jerónimo, Agustín y Juana.
Restos de la
casa solariega de su madre en Gotarrendura,
donde Teresa pasó parte de su infancia. Estatua de Santa Teresa al lado de la
Puerta del Alcázar de la muralla de Ávila.
Según relata la propia Teresa en los escritos destinados a su confesor y
reunidos en el libro Vida de Santa Teresa de Jesús, desde sus primeros
años mostró Teresa una imaginación vehemente y apasionada. Su padre, aficionado
a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas piadosas comenzaron a
despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña Teresa con seis o siete
años de edad.
En dicho tiempo pensó ya en sufrir el martirio,
para lo cual, ella y uno de sus hermanos, Rodrigo, un año mayor, trataron de ir
a las «tierras de infieles», es decir, tierras ocupadas por los
musulmanes, pidiendo limosna, para que allí los descabezasen. Su tío los trajo
de vuelta a casa. Convencidos de que su proyecto era irrealizable, los dos
hermanos acordaron ser ermitaños. Teresa escribe:
Perdió a su madre hacia 1527, o sea a los 12 años de edad. Ya en aquel tiempo su
vocación religiosa había sido continuamente demostrada. Aficionada a la lectura
de libros de caballerías,
Mudanza física y espiritual
Afectada por una grave enfermedad, volvió a casa de su padre, y ya curada,
la llevaron al lado de su hermana María de Cepeda, que con su marido, Martín de
Guzmán y Barrientos, vivía en Castellanos de la Cañada,
alquería de la dehesa que lleva dicho nombre, hoy sita en el término municipal
de Zapardiel de la Cañada (Ávila). Luchando consigo misma, llegó a decir a
su padre que deseaba ser monja, pues creía ella, dado su carácter, que el
haberlo dicho bastaría para no volverse atrás. Su padre contestó que no lo
consentiría mientras él viviera. Sin embargo, Teresa dejó la casa paterna, y
entró el 2 de noviembre de 1533 en el convento de la
Encarnación, en Ávila,
y allí profesó el día 3 de noviembre de 1534.
Tras entrar al convento su estado de salud empeoró. Padeció desmayos, una
cardiopatía no definida y otras molestias. Así pasó el primer año. Para
curarla, su padre la llevó en (1535) a Castellanos de la Cañada, con su hermana. En dicha
aldea permaneció Teresa hasta la primavera de 1536. En Castellanos de la
Cañada habría logrado la conversión de un clérigo concubinario.
Entonces pasó a Becedas (Ávila). De vuelta en Ávila,
el Domingo de Ramos de 1537, sufrió un paroxismo
de cuatro días en casa de su padre, quedando paralítica durante más de dos
años. Antes y después del paroxismo, sus padecimientos físicos fueron
horribles.
A mediados de 1539
Teresa recuperó la salud; según la tradición ello fue debido a la intercesión
de san José. Con la salud Teresa recuperó las
aficiones mundanas, fáciles de satisfacer, puesto que la clausura sólo se
impuso como obligatoria a todas las religiosas a partir de 1563. En esa época Teresa
de Ávila vivió nuevamente en el convento de la Encarnación, donde recibía
frecuentes visitas.
Poco después, Teresa abandonó la oración (1541). Según su testimonio
se le apareció Jesucristo (1542) en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole su
trato familiar con seglares. No obstante, la monja no cambió su estilo de vida
en varios años, hasta su conversión definitiva hacia el año 1554 o 1555, tras la vista
de una talla policromada de un Ecce homo,
en su propia expresión, «de Cristo muy llagado» (Vida 9, 1).11
El padre de Teresa falleció en 1541. El sacerdote que lo había asistido en
sus últimos momentos, el dominico Vicente Barón, se encargó de dirigir la
conciencia de Teresa rememorando las últimas palabras del padre de ésta.
Posteriormente, impresionada por estas palabras, Teresa enmendó su conducta y
estuvo dispuesta a corregir sus faltas. Al cabo, Teresa se confortó con la
lectura de las Confesiones, de San Agustín.
Por aquellos años, los jesuitas Juan de Prádanos y Baltasar Álvarez
fundaron en Ávila un colegio de la Compañía (1555). Teresa confesó con
Prádanos; al año siguiente (1556) comenzó a sentir grandes favores espirituales y poco
después se vio animada (1557) por San Francisco de Borja. Tuvo en 1558 su primer rapto y la
visión del infierno.
Tomó por confesor (1559) a Baltasar Álvarez, que dirigió su conciencia durante
unos seis años, y disfrutó, dice, de grandes favores celestiales, entre los que
se contó la visión de Jesús resucitado. Hizo voto (1560) de aspirar siempre a
lo más perfecto. San Pedro de Alcántara aprobó su espíritu y San Luis Beltrán la animó a llevar adelante su
proyecto de reformar la Orden del Carmen, concebido hacia dicho año.
Teresa quería fundar en Ávila un monasterio para la estricta observancia de
la regla de su orden, que comprendía la obligación de la pobreza, de la soledad
y del silencio. Por mandato de su confesor, el dominico Pedro Ibáñez, escribió
su vida (1561),
trabajo que terminó hacia junio de 1562; añadió, por orden de fray García de Toledo, la fundación
de San José; y por consejo de Soto volvió a escribir su vida en 1566.
Para perpetuar la memoria de dicha misteriosa herida, el Papa Benedicto XIII, a petición de los
Carmelitas de España
e Italia,
estableció (1726)
la fiesta de la transverberación del corazón de Santa Teresa.
El biógrafo francés agrega:
Inicio de las fundaciones a lo largo de España
A fines de 1561 recibió Teresa cierta cantidad de dinero que le remitió
desde el Perú
uno de sus hermanos, y con ella se ayudó para continuar la proyectada fundación
del Convento de San José. Para la misma obra
contó con el concurso de su hermana Juana, a cuyo hijo Gonzalo se dice que
resucitó la Santa.[cita requerida] Esta, a
principios de 1562, marchó a Toledo a casa de Luisa de la Cerda, en donde estuvo hasta
junio. En el mismo año conoció al padre Báñez, que fue luego su principal
director, y a fray García de Toledo, ambos dominicos.
Descontenta con la «relajación» de las normas que en 1432 habían sido mitigadas
por Eugenio IV,
Teresa decidió reformar la orden para volver a la austeridad,
la pobreza
y la clausura que consideraba el auténtico espíritu
carmelitano. Pidió consejo a Francisco de Borja y a Pedro de Alcántara que aprobaron su espíritu y
su doctrina.
Después de dos años de luchas llegó a sus manos la bula de Pío IV
para la erección del convento de San José, en Ávila,
ciudad a la que había regresado Teresa. Se abrió el monasterio de San José (24
de agosto de 1562); tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de
las Carmelitas Descalzas de San José; hubo alborotos en Ávila; se obligó a
la Santa a regresar al convento de la Encarnación, y, calmados los ánimos,
vivió Teresa cuatro años en el convento de San José con gran austeridad. Las
religiosas seguidoras de la reforma de Teresa, dormían sobre un jergón de paja;
llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los
rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne. Teresa no quiso
para ella ninguna distinción, antes bien siguió confundida con las demás
religiosas no pocos años.
La reforma propugnada por Teresa junto a San Juan de la Cruz, que, como se verá,
comprendió también a los hombres, se llamó de los Carmelitas Descalzos, y
progresó rápidamente, no obstante los escasos recursos de que disponía la
santa. El padre Rossi, general del Carmen, visitó (1567) el convento de San
José, lo aprobó, y dio permiso a Teresa para fundar otros de mujeres y dos de
hombres. La santa, en aquel año, marchó a Medina del
Campo para posesionarse de otro convento; estuvo en Madrid,
y en Alcalá de Henares arregló el convento de
descalzas fundado por su amiga María de Jesús. Por entonces se empezó a tratar
de la reforma para hombres. En 1562 llegó a Malagón
y fundó otro monasterio de la reforma. El monasterio fue bendecido en su
inauguración el día de Ramos (11 de abril) de 1568. Como anécdota y dato
curioso cabe decir que en la celda del monasterio que ocupó Santa Teresa hay
una imagen suya sentada escribiendo en una pequeña mesa y que sólo se expone
una vez cada 100 años en esa iglesia. Actualmente, en el monasterio viven
carmelitas de clausura.
De Malagón
se trasladó Teresa a Toledo, a donde llegó enferma (1568), y tras una corta
residencia en Escalona, regresó a la ciudad de Ávila. De ella
salió para Valladolid;
allí dejó establecido otro convento, y por Medina y Duruelo
de Blascomillán (Ávila), volvió al de Ávila
(1569). Pasó a Toledo
y Madrid;
de aquí otra vez a Toledo, ciudad en la que experimentó muchas dificultades
para la fundación de un convento, la cual quedó hecha a 13 de mayo, y vencidos
otros obstáculos, tomó posesión del Convento de la Concepción Francisca
de Pastrana
(9 de julio). De vuelta en Toledo, allí permaneció un año, durante el cual hizo
algunas breves excursiones a Medina, Valladolid y Pastrana.
En Duruelo de Blascomillan (Ávila) se había fundado el primer convento de
hombres (1568). Se afirma que vio Teresa milagrosamente el martirio
del Padre Acevedo y otros 40 Jesuitas asesinados (1570) por el pirata
protestante Jacobo Soria. Tras una visita a Pastrana, de donde regresó a
Toledo, entró en Ávila (agosto).
Poco después se fundaba en Alcalá el tercer convento de descalzos, y en Salamanca,
ciudad en que estuvo la santa, el séptimo de descalzas, al que siguió otro de
mujeres en Alba de Tormes (25 de enero de 1571). De Alba
volvió Teresa a Salamanca, siendo hospedada en el palacio de los condes de Monterrey; pasó a
Medina, y de vuelta en Ávila, aceptó el priorato del convento de la
Encarnación, cuya reforma consiguió. El priorato duró tres años.
Se fundaron varios conventos más de descalzos; algunos en Andalucía
abrazaron la reforma, y comenzó la discordia entre calzados y descalzos,
todo ello en 1572, año en que Teresa recibió muchos favores espirituales en el
convento de la Encarnación: tales fueron su desposorio místico
con Jesucristo y un éxtasis en el locutorio cuando conversaba con San Juan de la
Cruz. Teresa, que en el transcurso de su vida escribió muchas
cartas, estuvo en Salamanca en 1573. Allí, obedeciendo a su director, el
jesuita Ripalda, redactó el libro de sus fundaciones.
Resultados de la reforma carmelitana y tribulaciones
de Teresa[
Vivió después en Alba (1574), de la que, a pesar de hallarse enferma y muy
atribulada, pasó por Medina del Campo y Ávila a Segovia.
En esta ciudad fundó otro convento, al que pasaron las religiosas del
monasterio de Pastrana que fue abandonado debido al intento de Ana de Mendoza de la Cerda, la princesa de
Éboli, de convertirse en religiosa bajo el nombre de sor Ana de la Madre de
Dios, siguiendo un estilo de vida desapegado a la norma de la orden.
En dicho año se denunció a la Inquisición
por primera vez la autobiografía de Teresa, que, de regreso en Ávila, terminado
(6 de octubre)
su priorato en la Encarnación, volvió a su convento de San José. A fines de año
marchó a Valladolid.
A principios de enero de 1575 por Medina del
Campo, llegó a Ávila, y deteniéndose en Fontiveros,
fue a Beas de Segura (Jaén)
invitada por Catalina Godínez para fundar allí. El camino lo
hizo por Toledo,
Malagón
y Torre de Juan Abad, donde tomó ceniza el día 16
de febrero, en el trayecto se perdió en Sierra Morena,
llegando esa misma tarde para la fundación del décimo convento de
Carmelitas Descalzas (Beas de Segura), el 24 de febrero de 1575. En
abril conoció al P. Jerónimo Gracián que estaba en Sevilla como
visitador de la Orden, salió camino de la Corte, y enterado que estaba la santa
en Beas desvió su camino, fue un encuentro gratificante para ambos. En Beas
recibió una denuncia que puso la princesa de Éboli a la Inquisición española por el Libro de su
Vida. Después se trasladó Teresa a Sevilla
el 18 de mayo, estando enferma, y pasó grandes incomodidades en el viaje.
Sufrió también grandes contradicciones en Sevilla, aunque logró fundar en ella
el undécimo convento de descalzas.
Estalló la discordia entre carmelitas calzados y descalzos en el capítulo
general celebrado por aquellos días en Plasencia; en virtud de las bulas pontificias
se acordó tratar con rigor a los descalzos, que se habían extralimitado en sus
fundaciones, y como fuera el padre Gracián (21 de
noviembre), por comisión del nuncio, a visitar a los carmelitas
calzados de Sevilla, estos resistieron la visita con gran alboroto. El padre
Salazar, provincial de Castilla, intimó a Teresa que no hiciera más fundaciones
y que se retirase a un convento sin salir de él. Trató la santa de retirarse a Valladolid,
pero se opuso Gracián. En Sevilla estaba Teresa al fundarse en Caravaca
(1 de enero
de 1576)
el duodécimo convento de descalzas. Delatada a la Inquisición por una religiosa
salida del convento, eligió para su residencia el convento de Toledo. Dejó
Sevilla (4 de junio),
llegó a Malagón (11 de junio), y de allí a Toledo, donde ya
estaba a principios de julio. Antes de establecerse, marchó al convento de
Ávila para arreglar varios asuntos; pero regresó rápidamente a Toledo en
compañía de Ana de San Bartolomé, a la que había
tomado por secretaria. Allí concluyó el libro de Las fundaciones, las
cuales se suspendieron en los cuatro años que duraron las persecuciones y
conflictos entre calzados y descalzos. Eligió en Toledo por confesor a
Velázquez.
Propaladas muchas calumnias contra Teresa, se trató de enviarla a un
convento americano. Hizo la santa un viaje de Toledo a Ávila (julio de 1577), para someter a la
Orden del Carmen el convento de San José, antes sujeto al ordinario. Miguel de
la Columna y Baltasar de Jesús, desertores de la reforma, extendieron las
calumnias contra los descalzos, a los que con tal motivo persiguió el nuncio
Felipe (Filippo) Sega. Acudió Teresa al rey, que tomó en sus manos el asunto. Las
monjas de la Encarnación, en Ávila, la eligieron priora, a pesar de las
censuras del padre Valdemoro (octubre de 1577). La santa escribió
(julio a noviembre) el libro de Las moradas. Sostuvo luego (1578) una polémica con el
padre Suárez, provincial de los Jesuitas, y el nuncio Sega redobló sus
persecuciones hasta el punto de pretender destruir la reforma, desterrando a
los principales descalzos y confinando a Toledo a Teresa, por él calificada de
«fémina inquieta y andariega».12
En Sevilla un confesor delató a la Inquisición las supuestas faltas de la
priora de las descalzas y de Teresa misma, sobre lo cual se formó un ruidoso
expediente que puso en claro la inocencia de ambas.
Aquel año de (1578)
la santa lo pasó en Ávila, y fue el más triste para Teresa, pues en una de sus
cartas decía que le hacían guerra todos los demonios. Por entonces se hizo otra
denuncia del Libro de su Vida. Desde principios de 1579 comenzó a calmarse la
tempestad contra Teresa y su reforma. La santa escribió en Ávila (6 de junio)
los cuatro avisos que dijo haber recibido del mismo Dios para aumento y
conservación de su orden, los cuales publicó Fray Luis de León
al fin del libro de la Vida. De Ávila salió (25 de junio)
para visitar sus conventos. Sucesivamente estuvo en Medina del Campo,
Valladolid, otra vez en Medina, en Alba de Tormes y Salamanca. De regreso en
Ávila (noviembre), salió para Malagón, a pesar de estar enferma, y llegó a
dicho pueblo (día 19) pasando por Toledo. En Villanueva de la Jara asistió a la
fundación (21 de febrero de 1580) del decimotercer
convento de descalzas. Regresó a Toledo, a pesar del mal estado de su salud y
de los dolores de un brazo que se había roto (1577) resultado de una
caída. En Toledo tuvo una parálisis y fallas cardíacas, que la pusieron a las
puertas de la muerte. De allí pasó a Segovia
y volvió a la ciudad de Ávila. Por aquellos días Gregorio XIII
expidió las bulas
(22 de junio)
para la formación de provincia aparte para los descalzos. Teresa visitó Medina
y Valladolid, donde cayó gravemente enferma. En Palencia
fundó otro convento, al que siguieron dos de descalzos, uno en Valladolid y
otro en Salamanca, ambos fundados en 1581. El decimoquinto de
descalzas quedó fundado por la santa en Soria (3 de junio
de 1581).
Luego Teresa pasó por el Burgo de Osma, Segovia
y Villacastín
a la ciudad de Ávila, en la que las monjas del convento de San José la
eligieron priora, cargo que hubo de aceptar. Después estuvo (1582) en Medina del Campo,
Valladolid, Palencia y Burgos, casi siempre enferma.
Últimas fundaciones y muerte
Supo que en Granada se había fundado el decimosexto
convento de carmelitas, y uno de descalzos en Lisboa.
El decimoséptimo de descalzas lo fundó ella en Burgos,
donde escribió sus últimas fundaciones, incluyendo la de dicha ciudad. Saliendo
de Burgos pasó por Palencia, Valladolid, cuya priora la echó del convento,
Medina del Campo, cuya priora también la despreció, y Peñaranda de Bracamonte. Al llegar a Alba de
Tormes (20 de septiembre) su estado empeoró. Recibido
el viático y confesada, murió en brazos de Ana de San Bartolomé la noche del 4 de octubre
de 1582
(día en que el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano en España, por lo
que ese día pasó a ser, viernes, 15 de octubre).
Su cuerpo fue enterrado en el convento de la Anunciación de esta localidad, con
grandes precauciones para evitar un robo. Exhumado el 25 de
noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a
Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa, fue devuelto al
pueblo de Alba, habiéndose hallado incorrupto (1586). Se elevó su
sepulcro en 1598;
se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto,
en una caja de plata.
Reconocimientos
Beatificada Teresa en 1614 por Paulo V, e incluida entre las santas por Gregorio XV
el 12 de marzo
de 1622,
fue designada (1627)
para patrona de España por Urbano VIII. En 1626 las Cortes de
Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los
partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo.
Fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente
fue designada patrona de los escritores.
Con todo, la Iglesia como institución no reconocía oficialmente el
magisterio de la vida espiritual realizado por santa Teresa de Jesús, ni su
doctorado en la Iglesia. Se hicieron varias tentativas al respecto, la última
en 1923. La razón que se alegaba para el rechazo era siempre la misma: «obstat
sexus».13
Finalmente el 27 de septiembre de 1970, santa Teresa de
Jesús se convirtió (junto con Santa Catalina de
Siena) en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado
de Pablo VI.
La Iglesia Católica celebra su fiesta el 15 de octubre.
En 2015 la Universidad de Ávila la nombra doctora honoris causa14
Obra literaria
Cultivó además Teresa la poesía lírico-religiosa. Llevada de su entusiasmo,
se sujetó menos que cuantos cultivaron dicho género a la imitación de los
libros sagrados, apareciendo, por tanto, más original. Sus versos son fáciles,
de estilo ardiente y apasionado, como nacido del amor ideal en que se abrasaba
Teresa, amor que era en ella fuente inagotable de mística poesía.
Las obras místicas de carácter didáctico más importantes de cuantas
escribió la santa se titulan: Camino de perfección (1562–1564); Conceptos del
amor de Dios y El castillo interior (o Las moradas).
Además de estas tres, pertenecen a dicho género las tituladas: Vida de Santa
Teresa de Jesús (1562–1565) escrita por ella
misma y cuyos originales se encuentran en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del El Escorial;
Libro de las relaciones; Libro de las fundaciones (1573–1582); Libro de las
constituciones (1563);
Avisos de Santa Teresa; Modo de visitar los conventos de religiosas;
Exclamaciones del alma a su Dios; Meditaciones sobre los cantares;
Visita de descalzas; Avisos; Ordenanzas de una cofradía; Apuntaciones;
Desafío espiritual y Vejamen.
También escribió poesías, escritos breves y escritos sueltos sin considerar
una serie de obras que se le atribuyen. Teresa escribió también 409 Cartas, publicadas
en distintos epistolarios. Los escritos de la santa se han traducido a varios
idiomas. El nombre de Santa Teresa de Jesús figura en el Catálogo de
autoridades de la lengua publicado por la Real Academia Española.
Nota:[editar]
Para la consulta en línea de sus obras principales véase en los Enlaces
externos "Teresa de Jesús, Obras Completas en el Portal Carmelitano".
Características físicas
El retrato más fiel a su apariencia es una copia de un original pintado de
ella en 1576 a la edad de 61 años. Fray Juan de la Miseria pintó el rostro de
Santa Teresa sobre lienzo, que es el cuadro más parecido al aspecto original,
por realizarlo con la protagonista delante de sus ojos, y con los pinceles en
la mano. (Retrato principal del artículo)
Enseñanzas
Teresa transmite con espontaneidad su experiencia personal. Primero más de
20 años de oración estéril (sequedad o acedía), coincidiendo con enfermedades por las que
padece tremendos sufrimientos. Después, a partir de los 41 años,
fuertes y vivas experiencias místicas, a las que sus confesores califican como
imaginarias o incluso como obra del demonio,
aunque Teresa confía en su origen divino por el efecto que dejan de paz, refuerzo de las
virtudes (especialmente de la humildad) y anhelo de servir a Dios y a los otros. La Inquisición
vigiló muy de cerca sus escritos temiendo textos que incitaran a seguir la
reforma iniciada ya en Europa. Muchos de sus textos están autocensurados, temiendo
esta vigilancia. Su manuscrito "Meditaciones Sobre El Cantar de los
Cantares" fue quemado por ella misma por orden de su confesor, en una
época en que estaba prohibida la difusión de las Sagradas Escrituras en
romance. La experiencia vivida y transmitida por Teresa en todos sus escritos
se basa en la oración como el modo por excelencia de relación
y comunicación
con Dios.
Grados de oración
Los capítulos 11 a 23 del libro de La Vida son un tratado de oración
clásico y único, donde compara los niveles de oración con cuatro formas de
regar un huerto. Las flores
que este dará son las virtudes:
1. Riego acarreando el agua con cubos desde un pozo.
Corresponde con la oración mental, interior o meditativa, que es un
discurso intelectual sin repetición de oraciones aprendidas. Se trata de
recoger el pensamiento en el silencio,
y evitar las continuas distracciones. La definición de Teresa de oración mental
está recogida en el Catecismo de la Iglesia católica:
«[…] que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad,
estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (Vida, 8, 5).
Es la etapa que más esfuerzo personal requiere para tomar la decisión de
iniciar este camino.
2. Riego trasegándola con una noria.
Oración de quietud: también llamada contemplativa. La memoria, la
imaginación y razón experimentan un recogimiento grande, aunque persisten las
distracciones ahonda la concentración
y la serenidad.
El esfuerzo sigue siendo personal, se comienza a gustar de los frutos de la oración, lo
que nos anima a perseverar.
3. Riego con canales desde una acequia.
Oración de unión: el esfuerzo personal del orante es ya muy pequeño: memoria,
imaginación
y razón
son absorbidas por un intenso sentimiento
de amor
y sosiego: «el gusto y suavidad y deleite es más sin comparación que lo pasado»
(Vida 16,1).
Éxtasis o arrobamiento: se pierde el contacto con el mundo por los
sentimientos. «Acá no hay sentir, sino gozar sin entender lo que se goza» (Vida
18, 1), se pierde incluso la sensación de estar en el cuerpo y cualquier
posible control sobre lo que nos acontece. Corresponden con las descripciones
de levitación.
En el libro Camino de Perfección (también llamado el Castillo Interior o
Las Moradas) detalla las etapas de la oración en 7 pasos. Describiendo el alma como un castillo
de cristal
o diamante
al que se entra por medio de la oración y en el que se van recorriendo diversas
moradas.
Teresa insiste en perseverar en la oración con humildad
frente a Dios
sin exigir o buscar experiencias sobrenaturales: «[…] importa mucho entender
que no a todos lleva Dios por un camino; y, por ventura, el que le pareciere va
por muy más bajo está más alto […]» (Camino de Perfección 27,2).
O dicho de otra forma: «el verdadero humilde ha de ir contento por el
camino que le llevare el Señor» (Camino de Perfección 15, 2).
Reliquias y traslados
Nueve meses después de su muerte abrieron el ataúd y comprobaron que el
cuerpo estaba entero y los vestidos podridos. Antes de devolver el cuerpo al
cofre de enterramiento le diseccionaron una mano que envolvieron en una
toquilla y la llevaron a Ávila. De esa mano cortó el padre Gracián el dedo
meñique y, según su propio relato, lo mantuvo con él hasta que fue hecho
prisionero por los turcos. Lo rescató a cambio de unas sortijas y 20 reales de
la época.
Reunido el capítulo de los descalzos, acordó que el cuerpo de Teresa debía
volver a Ávila y ser custodiado en el convento de san José. Se hizo el traslado
un sábado de noviembre de 1585, casi en secreto. Las monjas del convento de
Alba de Tormes pidieron quedarse con un brazo como reliquia. Cuando el duque de
Alba se enteró del traslado, envió sus quejas a Roma e hizo negociaciones para
recuperarlo. El cuerpo volvió de nuevo a Alba de
Tormes.
Después de estos hechos no la volvieron a trasladar más, pero se sacaron
varias reliquias:
- El pie
derecho y parte de la mandíbula superior están en Roma.
- La mano
izquierda, en Lisboa.
- El ojo
izquierdo y la mano derecha, en Ronda (España). Esta es la famosa mano que
Francisco Franco conservó hasta su
muerte, tras recuperarla las tropas franquistas de manos republicanas
durante la Guerra Civil Española.
- El brazo
izquierdo y el corazón, en sendos relicarios en el museo de la iglesia de
la Anunciación en Alba de Tormes. Y el cuerpo incorrupto de la santa en el
altar mayor, en un arca de mármol jaspeado custodiado por dos angelitos,
en dicha iglesia.
- Un dedo,
en la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto en París.
- Otro dedo
en Sanlúcar de Barrameda.
- Dedos y
otros restos santos, esparcidos por España y toda la cristiandad.
Bastón de Teresa de Jesús en el V centenario de su
nacimiento
A la izquierda,
bastón de santa Teresa. En el centro, detalle de la empuñadura. A la derecha,
el cardenal argentino Mario Aurelio Poli bendice al pueblo con el
bastón durante una misa celebrada en el Monasterio Santa Teresa de
Jesús en ocasión del paso del báculo por Buenos Aires
como parte de la peregrinación llamada «Camino de la Luz».15
El bastón
o báculo de Teresa de Jesús es una reliquia que se convirtió en símbolo del
camino espiritual de la propia santa Teresa.16
17
Con motivo de la preparación para la celebración del quinto centenario del
nacimiento de santa Teresa de Jesús, el bastón, resguardado por una caja
vidriada, se trasladó en una peregrinación conocida como «Camino de la Luz»,
que comenzó en Ávila, España, el 15 de octubre del 2014 (día de su fiesta), y
se detuvo en los principales centros de carmelitas descalzas en veintinueve
países de los cinco continentes.17
El recorrido de la peregrinación, organizado por la propia Orden, finalizó en
Ávila el 28 de marzo (cumpleaños de la santa) de 2015.17
Títulos
- Capitana
de los Reinos de España. Este título fue proclamado por las Cortes en 1626
pero los partidarios de Santiago apóstol consiguieron revocar
el acuerdo.
- Doctora
Honoris Causa por la Universidad de Salamanca.
- Alcaldesa
de la Villa de Alba de Tormes (título honorífico) desde el año 1963.
- Patrona de
los escritores católicos españoles, título otorgado por Pablo VI en 1965
- Doctora de
la Iglesia Católica, declarada en 1970.
Cine y televisión
La película Santa Teresa de Jesús, dirigida en 1961 por Juan de
Orduña, versó sobre la vida de la Santa. En 1984 Josefina
Molina rodó una nueva película de igual título,
protagonizada por Concha Velasco, que en ese mismo año, en una
versión más extensa, fue emitida en TVE como serie de ocho capítulos, muy
premiada. En 2007 se estrenó Teresa: el cuerpo de Cristo dirigida
por Ray Loriga
y protagonizada por Paz Vega.
La santa también aparece en el episodio «Adiós
Maggie, adiós» de la vigésima temporada de Los Simpson.
En 2015 TVE estrenó la TV movies Teresa, dirigida por Jorge Dorado y
protagonizada por Marian Álvarez. Teresa ofrece una nueva visión de la figura
de la santa a través de la mirada de una joven de nuestros días que lee 'El
Libro de la Vida'.
- Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia
sobre Santa Teresa de Jesús .
Wikisource
contiene obras originales de Teresa de Jesús.Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Santa Teresa de Jesús.
Obras digitalizadas de Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España
Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Santa Teresa en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Digital de Castilla y León.
Meditaciones sobre Los cantares
Recientemente Espido Freire ha publicado un libro sobre Santa Teresa el mismo año que Juan Manuel de Prada para celebrar su 500 aniversario.
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