martes, 14 de junio de 2016

SANTA TERESA DE ÁVILA

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Santa Teresa nació en el 1515 y murió en 1582. Pertenece al Siglo XVI y este año se han celebrado los 500 años de su muerte. Vivió por tanto entre la edad media y el barroco las décadas del renacimiento. En otros países empieza antes y dura más el renacimiento que dura poco en España, parte siglo XV y XVI. El Barroco es el siglo de luz en una España conservadora represiva. El renacimiento potencia el deseo, la razón y fe en el ser humano. Sociedades teocráticas como el mundo árabe aún viven en la edad media oscurantista. La religión es la ley que dicta la forma de vivir.
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Santa Teresa fue coetánea de grandes hombres del renacimiento como el italiano Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano o grandes humanistas como Erasmo de Rotterdam (dominico se salió de la iglesia) Parte el estado libertad con el pensamiento y la acción. Se abre la sociedad con Gutenberg, Erasmo, Calvino y Lutero, que abogan por una religión más humana.  Lutero y Calvino son más radicales, rompen con la iglesia de Roma. Erasmo quería reforma la iglesia desde dentro. El Protestantismo lo siguieron príncipes de centro de Europa y norte de Europa. El Poder lo compartían el papado y el emperador. Carlos v y Felipe II fueron gobernantes de los grandes reinos del imperio, soberanos de gran parte de Europa. Para socavar el poder y como reacción al protestantismo surge el fenómeno de la mística. Fray Luis león, s juan cruz… Se produce cierta apertura. Existía una tradición de la biblia, la vulgata. No se permitían traducciones diferentes a ella. Santa Teresa tradujo el cantar de los cantares del rey David que Salomón escribió. (Salomón era el hijo del rey David) Se trata de un poema erótico, metáfora de la mística, y la unión con dios; los amores de David y Betsabe. Tradujo Lutero el texto también.  Las mujeres en la iglesia se limitaban a limpiar, pasar cepillo. No podían hacerse curas. En 1492 se produce el descubrimiento de américa, la independencia de Portugal, el matrimonio de los católicos, la creación del reino España y la conquista de Granada con la consiguiente expulsión de moros y judíos. El Concilio de Trento se produce en 1550 y pilla a Santa Teresa en la mitad de su vida. Este concilio trataba de controlar la desviación de pensamiento y proseguir la persecución a sangre y fuego de la inquisición. El emperador Adriano 6 fue protector de Carlos v. El sistema se basaba en una fe bien defendida,  y una religión bien enraizada. La Religión era el ojo vigilante detector que  perseguía cualquier disidencia, el que piense diferente; las brujas, los herejes, los árabes... Felipe II prefirió no reinar a reinar sobre herejes. Carlos V fue el típico rey renacentista. Felipe II barroco, contra reformista, y oscuro, pero más reformista que su padre. Carlos V fue más retrogrado. Luis vives fue un humanista de la época que denunció la inquisición. La persecución de los místicos era parecida a la persecución de los escritores en el estalinismo cuando los mandaban al Gulag. No se puede hablar sin peligro ni callar. Se celebró el Concilio de Trento y 2 autos de fe de la inquisición en España, centro de la contrarreforma católica barroca. Matan a sospechosos de judíos o erasmistas. (el libro el hereje Delibes habla de eso) En Valladolid Sevilla, los dos centros más retrógrados y fachas se producen estos autos de fe, parecidos a los juicios sumarísimos estalinistas. Se ponen en pilota, se les enjuicia y se les quema. Por ejemplo a los comuneros en Burgos. En Segovia estaba el reino de Carlos v  que expulsó a los moriscos. Eran las mayores ciudades de la época. Matan en realidad a los judíos por ser ricos comerciantes y tener dinero. La Semana santa es una invención del barroco. El maestro de los pintores de Sevilla era Velázquez. Pero aquí vamos a hablar de los Místicos españoles y la literatura. La mística es la experiencia trascendental vivida y cantada. Escriben en poesía, recurso más a mano para expresar su unión con Dios.
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La poesía en Teresa es secundaria, un entretenimiento para las monjas, cuenta en prosa narrativa sus experiencias. En el barroco el teatro y poesía prevalecen, como en la edad media, en el renacimiento época más luminosa prevalece la narrativa. La Celestina es la bisagra entre medievo y renacimiento. Quijote entre renacimiento y barroco. La Poesía y teatro reflejado en celestina está entre el renacimiento y la edad medía. Lazarillo Tormes es una obra narrativa puramente renacentista. Su continuación en Quevedo con el buscón, el nuevo lazarillo, es ya una obra barroca. La diferencia es que el lazarillo de Tormes está más idealizado, es un pícaro, un hombre bueno y la denuncia social es leve. Pero el lazarillo de Quevedo es un verdadero delincuente, cruel, y retrata una España muerta de inanición, miseria, hambre. El siglo de oro del barroco se corresponde históricamente con la época en que España sufría más miseria. El lazarillo de Tormes es una novela epistolar. El narrador es el propio lazarillo que cuenta a una autoridad su boda, no hay narrador en 3 persona que narre. La poesía religiosa de los místicos es bastante sexual. Quijote es considerada la primera novela española. Refleja la desilusión entre una España q desaparece y la nueva q nace. Entre el ideal del renacimiento, quijote, y lo real de una España atrasada y profunda y negra; sancho.  Las nuevas andanzas del lazarillo en el barroco es una crítica social, ya no es un pícaro inocente sino un resentido de la vida. El Renacimiento es claridad, se procura escribir como se habla. Ahora no entendemos todas las palabras de Cervantes pero el Quijote es una novela trasparente con la naturalidad y voluntad de Cervantes de escribir como se habla. En el Barroco se da, además de la reforma y la poesía mística, la narrativa culta e ilustrada de Baltasar Gracián (oscuro preceptista) y la lucha entre la literatura conceptista de Quevedo (concepto) y la culteranista de Góngora (forma)
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Teresa venia de una familia de judíos conversos, tanto el padre como la madre. El padre se casó  con dos mujeres. el padre era aficionado a leer buenos libros.  El Abuelo paterno, juan Sánchez vivía en Toledo, era un judío converso. En los Autos de fe ejemplificantes, a este ilustrado judío le ponen en la picota, le ponen un sombrero capirote (de semana santa) y le pasearon por la ciudad y plaza para humillarle y reírse de el. Este abuelo se fue a Ávila, el padre se casa dos veces, con una tiene 3 hijos y con la madre de Teresa 11. la madre sufrió toda su vida grandes enfermedad. era hermosa pero nunca se aprovechó de su belleza a diferencia de Santa Teresa. vestía trajes de señora mayor. murió a los 30 años del parto de un hijo. murió cristianamente como había vivido. Teresa tenía otros 8 hermanos pero era la preferida y más querida del padre. guarda buen recuerdo de su familia, todos eran muy buenos e inclinados al señor mientras que ella cayó en todas las tentaciones. leía vidas de santos. no podía quejarse de sus padres que cuidaban de su bien.
 Con 33 años la madre de Santa Teresa fallece en el parto del 11 hijo. Teresa tiene 9 años. No quiere dedicarse a tener hijos y morir en el parto como la madre, claro que no quería esa vida. Tenían en casa libros de caballería como los que leía el Quijote (¿obra que leyó?). Cuando habla de la mística y la unión con Dios las expresiones provienen de estos libros y de las vidas ejemplares de santos. Con 7 años con su hermano quiso ir a tierras de moros para ser mártires. Lo cuenta en el Libro de la vida; se construía cuevas y cabañas para hacer que eran ermitaños. Su padre no quería que ella profesara como monja. En su niñez e infancia la religión estaba muy presente. Meterse monja, ingresar convento como Inés de la cruz, fue su decisión trascendental.  La libertad de no casarse con un marido es casarse con Dios. Su padre no quería que ingresara, pero ingresó en el convento de la Encarnación de carmelitas en Ávila. La sacan de allí por problemas de corazón. La metió a los 18 para que no tonteara con los mozos. En su primer Ingreso, contra la voluntad paterna, tuvo una enfermedad. Al igual que sor Inés de la cruz en México, Santa Teresa salió un tiempo del convento. Estuvo en cama mucho tiempo, habían preparado su funeral, y de repente se puso bien aunque con secuelas; su capacidad de movimiento quedo muy reducida, apenas habla de ella en su libro. Las conjeturas de los médicos establecieron diferentes teorías, y la diagnosticaron diferentes enfermedades en las que algunos ven la raíz de sus éxtasis místicos. Enfermedades tanto fisiológicas como psicológicas.
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Temblores regios, epilepsia, un estado muy cercano a la alucinación… esta cierta religiosidad, cercana a la mística le venía quizá por síntomas físicos. Sus trances empiezan con una potente luz que pinta la imaginación. Parálisis, alucinaciones con música evangélica… Santa Teresa quiere estar siempre sufriendo este mal. Tiene muchos episodios de su enfermedad epiléptica. Desorientación. Atontamiento. Sufría meginjeo clínico en coma profundo, encogimiento de la figura, trastornos depresivos, agravados por dolores fibralficos, se queja de dolores generalizados por todas partes, delirios sacros, un misticismo exuberante. Santa teresa tiene malograda su salud por llevar una vida insana. Apenas comía, cenaba fruta, se provocaba vomito con una pluma para no sufrir dolores estomacales. Apenas duerme, unas horas de continuo. Tiene bulimia, vomita lo que come, anorexia, lo poco que come lo vomita. En aquella época cuantas cosas hacían, parecían tener tiempo para todo. A pesar de su salud precaria. Tenía una mala salud de hierro y además tiempo para hacer tantas cosas- Murió a los 65 años. Cada 20 años relata un capítulo de su vida. Vivió en el monasterio la Encarnación. Los 20 últimos años hace la reforma de la orden de Carmelo. Recorre España fundando 17 conventos en carro. Si llovía se mojaba. Buscaba dinero para abrirlo. Era una mística pero tenía mucho rollo práctico, era una negociadora nata. San Juan de la Cruz era carmelita también y le ayudó a refundar órdenes. El primer convento que fundó fue el de San José. El segundo Medina del Campo, conoció allí a San Juan de la Cruz (místico para dentro, negado para la vida práctica). Santa Teresa era una correcaminos. Tenía mano izquierda para buscarse aliados poderosos. Fue protegida por el propio rey, Felipe II, que era muy religioso y temeroso de la muerte. Con la inquisición encima, se escaqueaba siempre. Fray Luis de león o San Juan de la Cruz estuvieron detenidos por la inquisición. No está demostrado su relación con Felipe II. Eran favorecedores los duques de Ávila y la princesa de Éboli y en general la familia Éboli. Esta relación de la princesa y Teresa la aborda Prada en su obra sobre ella. Vivió en el Convento en Castrana, pueblo de la alcarria en Guadalajara. Teresa no publicó nada en vida. Era imposible que una mujer publicara eso. Fray Luis de león publicó la obra de la bella fallecida. Ella empezó a escribir a los 51. Murió a los 65 La última parte le dio por fundar de conventos. En el Convento la Encarnación podía haber escrito allí su obra pero estaba enferma. Llevó a cabo la reforma de la orden carmelita, austera, asceta, de compartir pobreza, refugio de los poderosos. Al final iban allí los ricos que revolucionaban la austeridad y  pobreza de las monjas que habían creado los conventos con esa norma de austeridad. Santa Teresa se granjeó muchas enemistades. Los Carmelitas llevaban una vida miserable.  Aquellos claustros estaban llenos de angustia, como una peli de terror, decía exageradamente  Víctor Hugo. Las monjas se levantaban en los maitines, no dormían placenteramente, como monjes zahories. Cuando entró al convento era un cachondeo, la diversión de las monjas. En el convento de los frailes sufrió alucinaciones, estragos, segregaba sustancias extrañas. Como una huelga de hambre de las de ahora pero multiplicada por mil. Para Franco era la santa de la raza, se llevó el brazo incorrupto de santa teresa. Hay  huesos de ella en toda España, 50 dedos. La canonizaron al morir, años después la santificaron. Enseguida la hicieron santa a esta mujer en todo raro. Cada viaje que el papa hacia aprovechaba para santificar. Se santificaron a 300 personas. El barroco, época oscura, le da por santificar a todo el mundo. El franquismo lo que hizo fue oficializarse, apropiarse de la santa. No había sido fiel a la ortodoxia de la iglesia, tras el concilio de Trento pero el franquismo la puso de ejemplo de una fiel beata. En 1870 la nombran la primera doctora de iglesia, la primera mujer en recibir este título. Existía una  ley, la Clausula sexus; si eres mujer no puedes ser doctora. Pablo 6 la hizo doctora.

Juan 23, el bueno, la santificó. Hay un brazo suyo en un convento en alba tornes, (se puede ver en la exposición las edades del hombre que recorre Castilla cada año exponiendo en una ciudad) Hay restos suyos en Burgos, estuvo en el Pardo.  La desenterraron, (murió en Alba de Torres), la llevan a Ávila, otra vez a Torres. Esta allí el corazón y el brazo. El pie y la mandíbula están en Roma, el dedo en París. La Iglesia nueva de santa teresa en Baracaldo fue una ocurrencia del entonces alcalde. Todos han admirado a Santa Teresa; el franquismo la nombró la santa de la raza, aunque fue una mujer con cierto punto de disidencia. Santa Teresa revolucionó la vida de las monjas en el convento, las hacía obras de teatro, las divertía. Además tuvo siempre a la inquisición contra ella pues entendía a Dios de forma mística y heterodoxa y no ortodoxa y oficial. Escritores anticlericales o políticos republicanos como  Manuel Azaña fueron lectores de teresa. Los relicarios son cosas muy bonitas, las reliquias, ves ahí el hueso y te dicen; está muerta, está en cachos. El Brazo de San Francisco Javier en Baracaldo está momificado y seco como  las momias. Esto parece una falta de respeto a la persona. Van en urnas preciosas, los relicarios son joyas de plata y oro, joyas preciosas. Ignacio Loyola estudió en París con Calvino, compartieron aulas, crea a los jesuitas junto con Francisco Javier. Los jesuitas son una orden más tolerante y el actual papa Francisco es jesuita. El último convento fundado fue el carmelita de burgos. Santa Teresa fundó conventos en Palencia,  Salamanca, Álava (el primero) Toledo, Pascana, Ciudad Real,  Granada y Sevilla.
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La princesa de Éboli al quedarse viuda profesó, se hace monja, hace sus votos, a cambio financia los monasterios de teresa, mantiene sus lujos, Teresa le regala sus libros para que los lea y le de su opinión. Teresa de Ávila le enseñaba sus escritos al confesor que se los mandaba quemar. Hacia copias. Había un libro que le pidió el duque de alba y la princesa de Éboli y era las moradas, el libro más íntimo de la autora. A la princesa la dejaron sola en el convento. Así que dio el libro a la inquisición. Acabó mal en el convento, la corsaria del parche eterno en el ojo, confinada por e l rey Felipe II. El convento lo fundaron para ella
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En las Obras autobiográficas Santa Teresa relata  su vida, infancia y juventud, por qué se metió al convento. el Libro de las fundaciones cuenta sus viajes creando conventos. Escribió obras pedagógicas para las monjas. Los enseña a llevar la vida en el convento, los peligros que pueden encontrar. Camino de perfección son consejos de amor y temor. “Amor; apresura tus pasos. Temor; dónde poner los pies para no caer”. Contribuyó al relajamiento de las monjas de su vida al servicio de Dios. “No os echéis a dormir, quedar sosegadas por miedo a ladrones que se los deja dentro”. Los libros místicos relatan sus experiencias con Dios. Las moradas o castillo interior. Describe las siete etapas que conducen a la unión con Dios; Vía purgativa no dormir, ni comer, limpiarse física espiritualmente, si estas lleno liberarte. Vía iluminativa esperar a que Dios venga. Vía unitiva; unión con dios…. No cumple los requisitos de los libros de teresa, es libro difícil, llenos metáforas en prosa y no en  poesía como la obra de San Juan de la Cruz-. Via Contemplativa Como quien lee el Ulises o una novela de Faulkner al principio no lo entiendes, tienes que seguir. Fray Luis de León tradujo el cantar cantares, se lo pasó a Teresa para que lo leyera. Es la versión que había en la Vulgata. Lo que se contaba era cercano a sus experiencias místicas y a su propia experiencia. Por eso hay mucha influencia de Fray Luis de León en Santa Teresa. Santa Teresa escribió las meditaciones sobre el cantar. Las metáforas de los místicos tenían muchas connotaciones sexuales. Amar es unirse con el amado. En otros místicos también hay una ambivalencia del sufrimiento placentero, del goce y el dolor.
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Dijo; Vivo sin vivir en mi y tal alta dicha espero q muero porque no muero y también; Dios espera a la mujer entre los fogones (frase que se puede interpretar como muy machista). Juan Mallorga escribió la obra de teatro “la lengua en pedazos”, un dialogo de Santa Teresa con el inquisidor. Hay quien dice que Santa Teresa quería quitar la libertad a las mujeres, era muy machista. La mujer escalaba; o te casabas o te retirabas de la vida, no podían entrar hombres al convento. Había que encontrar a Dios en los pucheros. El convento fue fundado para la princesa de Éboli pero la fueron dejando sola porque aquello ya no era un convento como los que fundó Santa teresa.
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WIKIPEDIA:

Santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila (Gotarrendura[][5] o Ávila, 28 de marzo de 1515-Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582), fue una religiosa, fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (o carmelitas), mística y escritora española. Canonizada a poco menos de cuarenta años de su muerte, fue proclamada Doctora de la Iglesia católica en 1970 por Pablo VI. Junto con san Juan de la Cruz, se considera a santa Teresa de Jesús la cumbre de la mística experimental cristiana,[7] [8] y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia.

Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, aunque generalmente usó el nombre de Teresa de Ahumada hasta que comenzó la reforma, cambiando entonces su nombre por Teresa de Jesús. El padre de Teresa era Alonso Sánchez de Cepeda, hijodalgo a fuero de España, que se encontraba en la Suertes de los Fielazgos en la Cuadrilla de Blasco Jimeno o de San Juan, de la ciudad de Ávila. Hijo de Juan Sánchez de Toledo, éste era un bien establecido comerciante de origen judío converso, casado a su vez con Inés de Cepeda, también de origen converso cuya familia era originaria de Tordesillas pero se había establecido en Toledo. En 1485 tras el establecimiento del Tribunal de la Inquisición en la ciudad, Juan Sánchez confesó voluntariamente ante éste y recibió una pena menor. Posteriormente pudo obtener el reconocimiento de hidalguía con ejecutoria presentando pleito ante la Real Chancillería de Ciudad Real (que luego trasladó a la de Granada) obteniendo el reconocimiento de la misma en 1500. [2] [9]

Alonso se casó dos veces. La primera, con Catalina del Peso y Henao, tuvo dos hijos: María y el capitán Juan Vázquez de Cepeda. Con su segunda esposa, Beatriz Dávila y Ahumada, pariente de la anterior, que murió cuando Teresa contaba unos 13 años, tuvo otros diez: Hernando, Rodrigo, Teresa, Juan (de Ahumada), Lorenzo, Antonio, Pedro, Jerónimo, Agustín y Juana.

Restos de la casa solariega de su madre en Gotarrendura, donde Teresa pasó parte de su infancia. Estatua de Santa Teresa al lado de la Puerta del Alcázar de la muralla de Ávila.

Según relata la propia Teresa en los escritos destinados a su confesor y reunidos en el libro Vida de Santa Teresa de Jesús, desde sus primeros años mostró Teresa una imaginación vehemente y apasionada. Su padre, aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las prácticas piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la pequeña Teresa con seis o siete años de edad.

En dicho tiempo pensó ya en sufrir el martirio, para lo cual, ella y uno de sus hermanos, Rodrigo, un año mayor, trataron de ir a las «tierras de infieles», es decir, tierras ocupadas por los musulmanes, pidiendo limosna, para que allí los descabezasen. Su tío los trajo de vuelta a casa. Convencidos de que su proyecto era irrealizable, los dos hermanos acordaron ser ermitaños. Teresa escribe:
Perdió a su madre hacia 1527, o sea a los 12 años de edad. Ya en aquel tiempo su vocación religiosa había sido continuamente demostrada. Aficionada a la lectura de libros de caballerías,

Mudanza física y espiritual

Afectada por una grave enfermedad, volvió a casa de su padre, y ya curada, la llevaron al lado de su hermana María de Cepeda, que con su marido, Martín de Guzmán y Barrientos, vivía en Castellanos de la Cañada, alquería de la dehesa que lleva dicho nombre, hoy sita en el término municipal de Zapardiel de la Cañada (Ávila). Luchando consigo misma, llegó a decir a su padre que deseaba ser monja, pues creía ella, dado su carácter, que el haberlo dicho bastaría para no volverse atrás. Su padre contestó que no lo consentiría mientras él viviera. Sin embargo, Teresa dejó la casa paterna, y entró el 2 de noviembre de 1533 en el convento de la Encarnación, en Ávila, y allí profesó el día 3 de noviembre de 1534.

Tras entrar al convento su estado de salud empeoró. Padeció desmayos, una cardiopatía no definida y otras molestias. Así pasó el primer año. Para curarla, su padre la llevó en (1535) a Castellanos de la Cañada, con su hermana. En dicha aldea permaneció Teresa hasta la primavera de 1536. En Castellanos de la Cañada habría logrado la conversión de un clérigo concubinario. Entonces pasó a Becedas (Ávila). De vuelta en Ávila, el Domingo de Ramos de 1537, sufrió un paroxismo de cuatro días en casa de su padre, quedando paralítica durante más de dos años. Antes y después del paroxismo, sus padecimientos físicos fueron horribles.

A mediados de 1539 Teresa recuperó la salud; según la tradición ello fue debido a la intercesión de san José. Con la salud Teresa recuperó las aficiones mundanas, fáciles de satisfacer, puesto que la clausura sólo se impuso como obligatoria a todas las religiosas a partir de 1563. En esa época Teresa de Ávila vivió nuevamente en el convento de la Encarnación, donde recibía frecuentes visitas.

Poco después, Teresa abandonó la oración (1541). Según su testimonio se le apareció Jesucristo (1542) en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole su trato familiar con seglares. No obstante, la monja no cambió su estilo de vida en varios años, hasta su conversión definitiva hacia el año 1554 o 1555, tras la vista de una talla policromada de un Ecce homo, en su propia expresión, «de Cristo muy llagado» (Vida 9, 1).[11]

El padre de Teresa falleció en 1541. El sacerdote que lo había asistido en sus últimos momentos, el dominico Vicente Barón, se encargó de dirigir la conciencia de Teresa rememorando las últimas palabras del padre de ésta. Posteriormente, impresionada por estas palabras, Teresa enmendó su conducta y estuvo dispuesta a corregir sus faltas. Al cabo, Teresa se confortó con la lectura de las Confesiones, de San Agustín.

Por aquellos años, los jesuitas Juan de Prádanos y Baltasar Álvarez fundaron en Ávila un colegio de la Compañía (1555). Teresa confesó con Prádanos; al año siguiente (1556) comenzó a sentir grandes favores espirituales y poco después se vio animada (1557) por San Francisco de Borja. Tuvo en 1558 su primer rapto y la visión del infierno. Tomó por confesor (1559) a Baltasar Álvarez, que dirigió su conciencia durante unos seis años, y disfrutó, dice, de grandes favores celestiales, entre los que se contó la visión de Jesús resucitado. Hizo voto (1560) de aspirar siempre a lo más perfecto. San Pedro de Alcántara aprobó su espíritu y San Luis Beltrán la animó a llevar adelante su proyecto de reformar la Orden del Carmen, concebido hacia dicho año.

Teresa quería fundar en Ávila un monasterio para la estricta observancia de la regla de su orden, que comprendía la obligación de la pobreza, de la soledad y del silencio. Por mandato de su confesor, el dominico Pedro Ibáñez, escribió su vida (1561), trabajo que terminó hacia junio de 1562; añadió, por orden de fray García de Toledo, la fundación de San José; y por consejo de Soto volvió a escribir su vida en 1566.
Para perpetuar la memoria de dicha misteriosa herida, el Papa Benedicto XIII, a petición de los Carmelitas de España e Italia, estableció (1726) la fiesta de la transverberación del corazón de Santa Teresa. El biógrafo francés agrega:

Inicio de las fundaciones a lo largo de España
A fines de 1561 recibió Teresa cierta cantidad de dinero que le remitió desde el Perú uno de sus hermanos, y con ella se ayudó para continuar la proyectada fundación del Convento de San José. Para la misma obra contó con el concurso de su hermana Juana, a cuyo hijo Gonzalo se dice que resucitó la Santa.[cita requerida] Esta, a principios de 1562, marchó a Toledo a casa de Luisa de la Cerda, en donde estuvo hasta junio. En el mismo año conoció al padre Báñez, que fue luego su principal director, y a fray García de Toledo, ambos dominicos.
Descontenta con la «relajación» de las normas que en 1432 habían sido mitigadas por Eugenio IV, Teresa decidió reformar la orden para volver a la austeridad, la pobreza y la clausura que consideraba el auténtico espíritu carmelitano. Pidió consejo a Francisco de Borja y a Pedro de Alcántara que aprobaron su espíritu y su doctrina.

Después de dos años de luchas llegó a sus manos la bula de Pío IV para la erección del convento de San José, en Ávila, ciudad a la que había regresado Teresa. Se abrió el monasterio de San José (24 de agosto de 1562); tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas de San José; hubo alborotos en Ávila; se obligó a la Santa a regresar al convento de la Encarnación, y, calmados los ánimos, vivió Teresa cuatro años en el convento de San José con gran austeridad. Las religiosas seguidoras de la reforma de Teresa, dormían sobre un jergón de paja; llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne. Teresa no quiso para ella ninguna distinción, antes bien siguió confundida con las demás religiosas no pocos años.
La reforma propugnada por Teresa junto a San Juan de la Cruz, que, como se verá, comprendió también a los hombres, se llamó de los Carmelitas Descalzos, y progresó rápidamente, no obstante los escasos recursos de que disponía la santa. El padre Rossi, general del Carmen, visitó (1567) el convento de San José, lo aprobó, y dio permiso a Teresa para fundar otros de mujeres y dos de hombres. La santa, en aquel año, marchó a Medina del Campo para posesionarse de otro convento; estuvo en Madrid, y en Alcalá de Henares arregló el convento de descalzas fundado por su amiga María de Jesús. Por entonces se empezó a tratar de la reforma para hombres. En 1562 llegó a Malagón y fundó otro monasterio de la reforma. El monasterio fue bendecido en su inauguración el día de Ramos (11 de abril) de 1568. Como anécdota y dato curioso cabe decir que en la celda del monasterio que ocupó Santa Teresa hay una imagen suya sentada escribiendo en una pequeña mesa y que sólo se expone una vez cada 100 años en esa iglesia. Actualmente, en el monasterio viven carmelitas de clausura.

De Malagón se trasladó Teresa a Toledo, a donde llegó enferma (1568), y tras una corta residencia en Escalona, regresó a la ciudad de Ávila. De ella salió para Valladolid; allí dejó establecido otro convento, y por Medina y Duruelo de Blascomillán (Ávila), volvió al de Ávila (1569). Pasó a Toledo y Madrid; de aquí otra vez a Toledo, ciudad en la que experimentó muchas dificultades para la fundación de un convento, la cual quedó hecha a 13 de mayo, y vencidos otros obstáculos, tomó posesión del Convento de la Concepción Francisca de Pastrana (9 de julio). De vuelta en Toledo, allí permaneció un año, durante el cual hizo algunas breves excursiones a Medina, Valladolid y Pastrana. En Duruelo de Blascomillan (Ávila) se había fundado el primer convento de hombres (1568). Se afirma que vio Teresa milagrosamente el martirio del Padre Acevedo y otros 40 Jesuitas asesinados (1570) por el pirata protestante Jacobo Soria. Tras una visita a Pastrana, de donde regresó a Toledo, entró en Ávila (agosto).
Poco después se fundaba en Alcalá el tercer convento de descalzos, y en Salamanca, ciudad en que estuvo la santa, el séptimo de descalzas, al que siguió otro de mujeres en Alba de Tormes (25 de enero de 1571). De Alba volvió Teresa a Salamanca, siendo hospedada en el palacio de los condes de Monterrey; pasó a Medina, y de vuelta en Ávila, aceptó el priorato del convento de la Encarnación, cuya reforma consiguió. El priorato duró tres años. Se fundaron varios conventos más de descalzos; algunos en Andalucía abrazaron la reforma, y comenzó la discordia entre calzados y descalzos, todo ello en 1572, año en que Teresa recibió muchos favores espirituales en el convento de la Encarnación: tales fueron su desposorio místico con Jesucristo y un éxtasis en el locutorio cuando conversaba con San Juan de la Cruz. Teresa, que en el transcurso de su vida escribió muchas cartas, estuvo en Salamanca en 1573. Allí, obedeciendo a su director, el jesuita Ripalda, redactó el libro de sus fundaciones.

Resultados de la reforma carmelitana y tribulaciones de Teresa[
Vivió después en Alba (1574), de la que, a pesar de hallarse enferma y muy atribulada, pasó por Medina del Campo y Ávila a Segovia. En esta ciudad fundó otro convento, al que pasaron las religiosas del monasterio de Pastrana que fue abandonado debido al intento de Ana de Mendoza de la Cerda, la princesa de Éboli, de convertirse en religiosa bajo el nombre de sor Ana de la Madre de Dios, siguiendo un estilo de vida desapegado a la norma de la orden.

En dicho año se denunció a la Inquisición por primera vez la autobiografía de Teresa, que, de regreso en Ávila, terminado (6 de octubre) su priorato en la Encarnación, volvió a su convento de San José. A fines de año marchó a Valladolid. A principios de enero de 1575 por Medina del Campo, llegó a Ávila, y deteniéndose en Fontiveros, fue a Beas de Segura (Jaén) invitada por Catalina Godínez para fundar allí. El camino lo hizo por Toledo, Malagón y Torre de Juan Abad, donde tomó ceniza el día 16 de febrero, en el trayecto se perdió en Sierra Morena, llegando esa misma tarde para la fundación del décimo convento de Carmelitas Descalzas (Beas de Segura), el 24 de febrero de 1575. En abril conoció al P. Jerónimo Gracián que estaba en Sevilla como visitador de la Orden, salió camino de la Corte, y enterado que estaba la santa en Beas desvió su camino, fue un encuentro gratificante para ambos. En Beas recibió una denuncia que puso la princesa de Éboli a la Inquisición española por el Libro de su Vida. Después se trasladó Teresa a Sevilla el 18 de mayo, estando enferma, y pasó grandes incomodidades en el viaje. Sufrió también grandes contradicciones en Sevilla, aunque logró fundar en ella el undécimo convento de descalzas.
Estalló la discordia entre carmelitas calzados y descalzos en el capítulo general celebrado por aquellos días en Plasencia; en virtud de las bulas pontificias se acordó tratar con rigor a los descalzos, que se habían extralimitado en sus fundaciones, y como fuera el padre Gracián (21 de noviembre), por comisión del nuncio, a visitar a los carmelitas calzados de Sevilla, estos resistieron la visita con gran alboroto. El padre Salazar, provincial de Castilla, intimó a Teresa que no hiciera más fundaciones y que se retirase a un convento sin salir de él. Trató la santa de retirarse a Valladolid, pero se opuso Gracián. En Sevilla estaba Teresa al fundarse en Caravaca (1 de enero de 1576) el duodécimo convento de descalzas. Delatada a la Inquisición por una religiosa salida del convento, eligió para su residencia el convento de Toledo. Dejó Sevilla (4 de junio), llegó a Malagón (11 de junio), y de allí a Toledo, donde ya estaba a principios de julio. Antes de establecerse, marchó al convento de Ávila para arreglar varios asuntos; pero regresó rápidamente a Toledo en compañía de Ana de San Bartolomé, a la que había tomado por secretaria. Allí concluyó el libro de Las fundaciones, las cuales se suspendieron en los cuatro años que duraron las persecuciones y conflictos entre calzados y descalzos. Eligió en Toledo por confesor a Velázquez.

Propaladas muchas calumnias contra Teresa, se trató de enviarla a un convento americano. Hizo la santa un viaje de Toledo a Ávila (julio de 1577), para someter a la Orden del Carmen el convento de San José, antes sujeto al ordinario. Miguel de la Columna y Baltasar de Jesús, desertores de la reforma, extendieron las calumnias contra los descalzos, a los que con tal motivo persiguió el nuncio Felipe (Filippo) Sega. Acudió Teresa al rey, que tomó en sus manos el asunto. Las monjas de la Encarnación, en Ávila, la eligieron priora, a pesar de las censuras del padre Valdemoro (octubre de 1577). La santa escribió (julio a noviembre) el libro de Las moradas. Sostuvo luego (1578) una polémica con el padre Suárez, provincial de los Jesuitas, y el nuncio Sega redobló sus persecuciones hasta el punto de pretender destruir la reforma, desterrando a los principales descalzos y confinando a Toledo a Teresa, por él calificada de «fémina inquieta y andariega».[12] En Sevilla un confesor delató a la Inquisición las supuestas faltas de la priora de las descalzas y de Teresa misma, sobre lo cual se formó un ruidoso expediente que puso en claro la inocencia de ambas.
Aquel año de (1578) la santa lo pasó en Ávila, y fue el más triste para Teresa, pues en una de sus cartas decía que le hacían guerra todos los demonios. Por entonces se hizo otra denuncia del Libro de su Vida. Desde principios de 1579 comenzó a calmarse la tempestad contra Teresa y su reforma. La santa escribió en Ávila (6 de junio) los cuatro avisos que dijo haber recibido del mismo Dios para aumento y conservación de su orden, los cuales publicó Fray Luis de León al fin del libro de la Vida. De Ávila salió (25 de junio) para visitar sus conventos. Sucesivamente estuvo en Medina del Campo, Valladolid, otra vez en Medina, en Alba de Tormes y Salamanca. De regreso en Ávila (noviembre), salió para Malagón, a pesar de estar enferma, y llegó a dicho pueblo (día 19) pasando por Toledo. En Villanueva de la Jara asistió a la fundación (21 de febrero de 1580) del decimotercer convento de descalzas. Regresó a Toledo, a pesar del mal estado de su salud y de los dolores de un brazo que se había roto (1577) resultado de una caída. En Toledo tuvo una parálisis y fallas cardíacas, que la pusieron a las puertas de la muerte. De allí pasó a Segovia y volvió a la ciudad de Ávila. Por aquellos días Gregorio XIII expidió las bulas (22 de junio) para la formación de provincia aparte para los descalzos. Teresa visitó Medina y Valladolid, donde cayó gravemente enferma. En Palencia fundó otro convento, al que siguieron dos de descalzos, uno en Valladolid y otro en Salamanca, ambos fundados en 1581. El decimoquinto de descalzas quedó fundado por la santa en Soria (3 de junio de 1581). Luego Teresa pasó por el Burgo de Osma, Segovia y Villacastín a la ciudad de Ávila, en la que las monjas del convento de San José la eligieron priora, cargo que hubo de aceptar. Después estuvo (1582) en Medina del Campo, Valladolid, Palencia y Burgos, casi siempre enferma.

Últimas fundaciones y muerte

Supo que en Granada se había fundado el decimosexto convento de carmelitas, y uno de descalzos en Lisboa. El decimoséptimo de descalzas lo fundó ella en Burgos, donde escribió sus últimas fundaciones, incluyendo la de dicha ciudad. Saliendo de Burgos pasó por Palencia, Valladolid, cuya priora la echó del convento, Medina del Campo, cuya priora también la despreció, y Peñaranda de Bracamonte. Al llegar a Alba de Tormes (20 de septiembre) su estado empeoró. Recibido el viático y confesada, murió en brazos de Ana de San Bartolomé la noche del 4 de octubre de 1582 (día en que el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano en España, por lo que ese día pasó a ser, viernes, 15 de octubre). Su cuerpo fue enterrado en el convento de la Anunciación de esta localidad, con grandes precauciones para evitar un robo. Exhumado el 25 de noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa, fue devuelto al pueblo de Alba, habiéndose hallado incorrupto (1586). Se elevó su sepulcro en 1598; se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto, en una caja de plata.

Reconocimientos

Beatificada Teresa en 1614 por Paulo V, e incluida entre las santas por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622, fue designada (1627) para patrona de España por Urbano VIII. En 1626 las Cortes de Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo. Fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue designada patrona de los escritores.

Con todo, la Iglesia como institución no reconocía oficialmente el magisterio de la vida espiritual realizado por santa Teresa de Jesús, ni su doctorado en la Iglesia. Se hicieron varias tentativas al respecto, la última en 1923. La razón que se alegaba para el rechazo era siempre la misma: «obstat sexus».[13]

Finalmente el 27 de septiembre de 1970, santa Teresa de Jesús se convirtió (junto con Santa Catalina de Siena) en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado de Pablo VI. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 15 de octubre.


Obra literaria

Cultivó además Teresa la poesía lírico-religiosa. Llevada de su entusiasmo, se sujetó menos que cuantos cultivaron dicho género a la imitación de los libros sagrados, apareciendo, por tanto, más original. Sus versos son fáciles, de estilo ardiente y apasionado, como nacido del amor ideal en que se abrasaba Teresa, amor que era en ella fuente inagotable de mística poesía.

Las obras místicas de carácter didáctico más importantes de cuantas escribió la santa se titulan: Camino de perfección (15621564); Conceptos del amor de Dios y El castillo interior (o Las moradas). Además de estas tres, pertenecen a dicho género las tituladas: Vida de Santa Teresa de Jesús (15621565) escrita por ella misma y cuyos originales se encuentran en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del El Escorial; Libro de las relaciones; Libro de las fundaciones (15731582); Libro de las constituciones (1563); Avisos de Santa Teresa; Modo de visitar los conventos de religiosas; Exclamaciones del alma a su Dios; Meditaciones sobre los cantares; Visita de descalzas; Avisos; Ordenanzas de una cofradía; Apuntaciones; Desafío espiritual y Vejamen.

También escribió poesías, escritos breves y escritos sueltos sin considerar una serie de obras que se le atribuyen. Teresa escribió también 409 Cartas, publicadas en distintos epistolarios. Los escritos de la santa se han traducido a varios idiomas. El nombre de Santa Teresa de Jesús figura en el Catálogo de autoridades de la lengua publicado por la Real Academia Española.

Nota:[editar]

Para la consulta en línea de sus obras principales véase en los Enlaces externos "Teresa de Jesús, Obras Completas en el Portal Carmelitano".

Características físicas

El retrato más fiel a su apariencia es una copia de un original pintado de ella en 1576 a la edad de 61 años. Fray Juan de la Miseria pintó el rostro de Santa Teresa sobre lienzo, que es el cuadro más parecido al aspecto original, por realizarlo con la protagonista delante de sus ojos, y con los pinceles en la mano. (Retrato principal del artículo)
Enseñanzas

Teresa transmite con espontaneidad su experiencia personal. Primero más de 20 años de oración estéril (sequedad o acedía), coincidiendo con enfermedades por las que padece tremendos sufrimientos. Después, a partir de los 41 años, fuertes y vivas experiencias místicas, a las que sus confesores califican como imaginarias o incluso como obra del demonio, aunque Teresa confía en su origen divino por el efecto que dejan de paz, refuerzo de las virtudes (especialmente de la humildad) y anhelo de servir a Dios y a los otros. La Inquisición vigiló muy de cerca sus escritos temiendo textos que incitaran a seguir la reforma iniciada ya en Europa. Muchos de sus textos están autocensurados, temiendo esta vigilancia. Su manuscrito "Meditaciones Sobre El Cantar de los Cantares" fue quemado por ella misma por orden de su confesor, en una época en que estaba prohibida la difusión de las Sagradas Escrituras en romance. La experiencia vivida y transmitida por Teresa en todos sus escritos se basa en la oración como el modo por excelencia de relación y comunicación con Dios.

Grados de oración

Los capítulos 11 a 23 del libro de La Vida son un tratado de oración clásico y único, donde compara los niveles de oración con cuatro formas de regar un huerto. Las flores que este dará son las virtudes:

1. Riego acarreando el agua con cubos desde un pozo.

Corresponde con la oración mental, interior o meditativa, que es un discurso intelectual sin repetición de oraciones aprendidas. Se trata de recoger el pensamiento en el silencio, y evitar las continuas distracciones. La definición de Teresa de oración mental está recogida en el Catecismo de la Iglesia católica: «[…] que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (Vida, 8, 5). Es la etapa que más esfuerzo personal requiere para tomar la decisión de iniciar este camino.

2. Riego trasegándola con una noria.

Oración de quietud: también llamada contemplativa. La memoria, la imaginación y razón experimentan un recogimiento grande, aunque persisten las distracciones ahonda la concentración y la serenidad. El esfuerzo sigue siendo personal, se comienza a gustar de los frutos de la oración, lo que nos anima a perseverar.

3. Riego con canales desde una acequia.

Oración de unión: el esfuerzo personal del orante es ya muy pequeño: memoria, imaginación y razón son absorbidas por un intenso sentimiento de amor y sosiego: «el gusto y suavidad y deleite es más sin comparación que lo pasado» (Vida 16,1).

4. Riego con la lluvia que viene del cielo.

Éxtasis o arrobamiento: se pierde el contacto con el mundo por los sentimientos. «Acá no hay sentir, sino gozar sin entender lo que se goza» (Vida 18, 1), se pierde incluso la sensación de estar en el cuerpo y cualquier posible control sobre lo que nos acontece. Corresponden con las descripciones de levitación.

En el libro Camino de Perfección (también llamado el Castillo Interior o Las Moradas) detalla las etapas de la oración en 7 pasos. Describiendo el alma como un castillo de cristal o diamante al que se entra por medio de la oración y en el que se van recorriendo diversas moradas.

Teresa insiste en perseverar en la oración con humildad frente a Dios sin exigir o buscar experiencias sobrenaturales: «[…] importa mucho entender que no a todos lleva Dios por un camino; y, por ventura, el que le pareciere va por muy más bajo está más alto […]» (Camino de Perfección 27,2).

O dicho de otra forma: «el verdadero humilde ha de ir contento por el camino que le llevare el Señor» (Camino de Perfección 15, 2).

Reliquias y traslados

Nueve meses después de su muerte abrieron el ataúd y comprobaron que el cuerpo estaba entero y los vestidos podridos. Antes de devolver el cuerpo al cofre de enterramiento le diseccionaron una mano que envolvieron en una toquilla y la llevaron a Ávila. De esa mano cortó el padre Gracián el dedo meñique y, según su propio relato, lo mantuvo con él hasta que fue hecho prisionero por los turcos. Lo rescató a cambio de unas sortijas y 20 reales de la época.

Reunido el capítulo de los descalzos, acordó que el cuerpo de Teresa debía volver a Ávila y ser custodiado en el convento de san José. Se hizo el traslado un sábado de noviembre de 1585, casi en secreto. Las monjas del convento de Alba de Tormes pidieron quedarse con un brazo como reliquia. Cuando el duque de Alba se enteró del traslado, envió sus quejas a Roma e hizo negociaciones para recuperarlo. El cuerpo volvió de nuevo a Alba de Tormes.

Después de estos hechos no la volvieron a trasladar más, pero se sacaron varias reliquias:

  • El pie derecho y parte de la mandíbula superior están en Roma.
  • La mano izquierda, en Lisboa.
  • El ojo izquierdo y la mano derecha, en Ronda (España). Esta es la famosa mano que Francisco Franco conservó hasta su muerte, tras recuperarla las tropas franquistas de manos republicanas durante la Guerra Civil Española.
  • El brazo izquierdo y el corazón, en sendos relicarios en el museo de la iglesia de la Anunciación en Alba de Tormes. Y el cuerpo incorrupto de la santa en el altar mayor, en un arca de mármol jaspeado custodiado por dos angelitos, en dicha iglesia.
  • Un dedo, en la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto en París.
  • Otro dedo en Sanlúcar de Barrameda.
  • Dedos y otros restos santos, esparcidos por España y toda la cristiandad.

Bastón de Teresa de Jesús en el V centenario de su nacimiento

A la izquierda, bastón de santa Teresa. En el centro, detalle de la empuñadura. A la derecha, el cardenal argentino Mario Aurelio Poli bendice al pueblo con el bastón durante una misa celebrada en el Monasterio Santa Teresa de Jesús en ocasión del paso del báculo por Buenos Aires como parte de la peregrinación llamada «Camino de la Luz».[15]

El bastón o báculo de Teresa de Jesús es una reliquia que se convirtió en símbolo del camino espiritual de la propia santa Teresa.[16] [17] Con motivo de la preparación para la celebración del quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, el bastón, resguardado por una caja vidriada, se trasladó en una peregrinación conocida como «Camino de la Luz», que comenzó en Ávila, España, el 15 de octubre del 2014 (día de su fiesta), y se detuvo en los principales centros de carmelitas descalzas en veintinueve países de los cinco continentes.[17] El recorrido de la peregrinación, organizado por la propia Orden, finalizó en Ávila el 28 de marzo (cumpleaños de la santa) de 2015.[17]

Títulos

  • Capitana de los Reinos de España. Este título fue proclamado por las Cortes en 1626 pero los partidarios de Santiago apóstol consiguieron revocar el acuerdo.
  • Doctora Honoris Causa por la Universidad de Salamanca.
  • Alcaldesa de la Villa de Alba de Tormes (título honorífico) desde el año 1963.
  • Patrona de los escritores católicos españoles, título otorgado por Pablo VI en 1965
  • Doctora de la Iglesia Católica, declarada en 1970.

Cine y televisión

La película Santa Teresa de Jesús, dirigida en 1961 por Juan de Orduña, versó sobre la vida de la Santa. En 1984 Josefina Molina rodó una nueva película de igual título, protagonizada por Concha Velasco, que en ese mismo año, en una versión más extensa, fue emitida en TVE como serie de ocho capítulos, muy premiada. En 2007 se estrenó Teresa: el cuerpo de Cristo dirigida por Ray Loriga y protagonizada por Paz Vega.

La santa también aparece en el episodio «Adiós Maggie, adiós» de la vigésima temporada de Los Simpson.

En 2015 TVE estrenó la TV movies Teresa, dirigida por Jorge Dorado y protagonizada por Marian Álvarez. Teresa ofrece una nueva visión de la figura de la santa a través de la mirada de una joven de nuestros días que lee 'El Libro de la Vida'.

  •  Enlaces externos

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Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Santa Teresa de Jesús.
WikiquoteObras digitalizadas de Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España
Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Santa Teresa en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Digital de Castilla y León.
Meditaciones sobre Los cantares

Recientemente Espido Freire ha publicado un libro sobre Santa Teresa el mismo año que Juan Manuel de Prada para celebrar su 500 aniversario.

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